Páginas

viernes, 28 de noviembre de 2014

Propuesta


   

     Sé que no es sábado, que son los días en los que desvarío de una forma más o menos autorizada, pero, por si no lo sabéis hoy es el Día de las Librerías.
    Sí, las librerías, esos lugares tan estupendos que me gusta enseñar los domingos en las redes y en los que me pierdo habitualmente y salgo con tantas sonrisas como historias bajo el brazo. Lugares que nos gusta visitar aunque no salgamos con libros, sino simplemente por el placer de mirar los títulos que allí se encuentran expuestos. Y lugares que van desapareciendo de las ciudades, y se van reinventando. Muchos han optado por servir café, o dar conferencias, casi todas son papelerías que han integrado cuadernos y folios como si fuera algo natural que convivieran en armonía. Y también ofrecen presentaciones, cursos, charlas o cuentacuentos. Además, os confesaré una cosa; tengo algo así como una adicción a este tipo de espacios. Soy incapaz de pasar por delante de uno sin pararme a mirar su escaparate, y una vez que veo el escaparate tengo una sensación de hormigueo en las yemas de los dedos provocada por la incapacidad de tocar lo que allí se expone para leer una o dos sinopsis. Así que entro. Y me siento como Alicia tras caer por el agujero; y todo lo miro, lo observo, lo huelo. Miro a ambos lados paseando por nombres de autores de lejanos países o ciudades cercanas mientras de reojo no pierdo de vista al improvisado turista literario que, como  yo, ha decidido entrar a esta suerte de estación de letras.
     
     Pero no nos olvidemos que más allá del romanticismo que nos puedan inspirar, son negocios que también sufren, de hecho se conocían hace poco las cifras que indicaban que este era el sexto año consecutivo en el que las ventas caen. Muchos de ellos sobreviven tirando de las ventas de los libros de texto y con ese empujón se aproximan a las Navidades. 

     Hoy es su día, abren puertas, llegan autores a firmar, actividades, exposiciones y descuentos. Y mi propuesta es corresponder de la única manera que podemos hacerlo los lectores; comprando un libro. 

     En realidad, mi propuesta es algo tan simple como que hoy, entremos en una librería. Paseemos disfrutando de ese momento de cortejo en el que el lector busca su plan perfecto de huida del mundo, rocemos con las puntas de los dedos los lomos, escuchemos las tentaciones que nos proponen a media voz y, si podemos, nos llevemos uno a casa. Dejémonos tentar sabiendo que es una propuesta egoísta. Que de este modo esa librería pequeña que conocemos de toda la vida, puede seguir adelante y nosotros podremos seguir entrando. O esa que no es tan pequeña en la que nos pasamos horas al cabo del mes. O tal vez aquella otra enorme, que lleva "tres días y medio"... Hay tantos tipos de librerías como de lectores, y eso es mucho decir. 

     Esta es la frase que nos proponen este año. 


     Comenzaba diciendo que hoy es el Día de las Librerías. Por eso me gustaría que me dijerais un nombre y una ciudad. Una librería que conocer o visitar, la habitual o la soñada. Incluso la vuestra
Aquí están las propuestas que he recogido y mostrado hasta hoy. 

     Gracias

jueves, 27 de noviembre de 2014

El nadador en el mar secreto. William Kotzwinkle




    "Laski ascendió por el mar del sueño, esforzándose para alcanzar la superficie. El mar era oscuro y se le estaban acercando unas criaturas iridiscentes, una de las cuales emitió de pronto un estallido de luminosidad. Laski se despertó y se incorporó en la cama."

     La mejor manera para descubrir un libro es una recomendación fiable. Por eso precisamente me acerqué a él; por una recomendación. Así descubrí un precioso libro encuadernado en tela de un tono naranja que contrastaba con el azul interior y que prometía ser, por su extensión, apenas un rato de lectura. Hoy lo recomiendo yo y por eso traigo a mi estantería virtual, El nadador en el mar secreto.

     Conocemos a Laski y a su mujer Diane en el momento en que empiezan las contracciones que indican la llegada al mundo de su primer hijo. Viven en una zona apartada y la historia, contada por el futuro padre, será la unión del nacimiento y la muerte.

     Soy lectora habitual de libros extensos, muy extensos. Y sin embargo, no hace falta extenderse mucho para contar una gran historia, de esas que dejan una huella en el lector. De hecho, muchas veces cogemos un libro corto, escueto, y nos dura mucho más de los esperado dando vueltas en nuestra cabeza. Kotzwinkle no necesita llegar a las cien páginas en esta novela para conseguir conmover al lector con su historia pese a que huye de manera consciente de todo rastro de sentimentalismo.
    Parte de uno de los momentos más importantes en la vida de una pareja: el nacimiento de un hijo. Y expresa con precisión extrema como se viven esos momentos. La ilusión, los miedos, los nervios, la tranquilidad, las esperanzas... todos esos sentimientos que se agolpan en el cuerpo y el alma de los futuros padres que van viendo como su vida cambia. Y nos lo muestra a través de los ojos de Laski. Un hombre que muestra expuestos al lector sus pensamientos, por fugaces que sean, y todos los sentimientos que se le van agolpando durante las horas en las que transcurre el libro. Y son muchos, porque a la importancia del nacimiento se le une la desolación arrolladora de la muerte de ese niño. Las esperanzas truncadas, la decepción, la aceptación, el dolor y la vida que empuja a seguir adelante porque no se detiene ni siquiera ante la muerte de un hijo. Hay que seguir moviéndose, ir a casa, volver, decidir, enterrar, avanzar...
     Ahora imaginad que cogemos todos estos momentos que os he dicho se producen en apenas unas horas, y los desnudamos de todo sentimentalismo. Lo que nos queda es una historia honesta con un realismo impactante, a ratos desgarrador, que no percibimos como triste en el sentido habitual de la palabra. Quizás fue esa sensación de honestidad la que provocó que buscara información hasta encontrarme que el autor también había perdido a su primer hijo, o tal vez la sensación de realidad se vio reforzada al descubrir esta noticia, pero es precisamente esa honestidad la que hace efectiva la historia y conmueve al lector.

     Siempre he dicho que una historia no ha de ser bonita para llegar a ser hermosa, y El nadador en el mar secreto es hermoso desde el título hasta la última de sus páginas. Tengo el libro justo a mi lado y acabo de comprobar que pertenece a una colección llamada "Los ineludibles" y me parece una buena forma de definir este título: ineludible.

     Y vosotros, ¿tendéis a libros extensos o a aquellos que son un poco más escuetos en el número de páginas?

     Gracias

     PD. Gracias Bernie por la recomendación

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Relato soñado. Arthur Schnitzler



     "Hasta entonces la pequeña había leído en voz alta; ahora, casi de pronto, se le cerraron los ojos. Sus padres se miraron sonriendo, Fridolin se inclinó sobre ella, le besó el rubio cabello y cerró el libro, que descansaba sobre la mesa todavía por recoger. La niña pareció haber sido sorprendida en falta.
     - Las nueve -dijo su padre-, es hora de irse a la cama."

     Todos hemos oído hablar de Eyes Wide Shut pese a que hace ya unos cuantos años que se estrenó, incluso muchos hemos visto la película. Lo que tal vez no hayáis hecho es acercaros al libro que la inspiró. En realidad yo tampoco lo había hecho hasta no hace demasiado, pero el acercamiento me ha resultado muy interesante. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Relato soñado.

     Conocemos a Fridolin, un joven médico vienés, casado con Albertine hace ya algunos años. Ambos tienen una hermosa niña y viven una vida acomodada en un matrimonio aparentemente feliz. Sin embargo, una noche acuden a un baile de máscaras cosechando un relativo éxito entre el sexo opuesto y, al comentarlo la noche siguiente, en un arranque de sinceridad, se confiesan los deseos sentidos y no realizados por otras personas en una especie de pugna cuya consigna fuera "y yo más". Tras esto, y aprovechando una llamada nocturna, Fridolin parece lanzarse a consumar una infidelidad como venganza por la no consumada de su esposa.

     La primera diferencia que existe entre este relato largo o novela corta de poco más de cien páginas y la película, es la ambientación. Estamos en Viena, en 1920, un momento y un lugar con una sociedad muy diferente a la actual. Es en este marco en el que se nos presenta a esta pareja, hermosa, feliz y aparentemente estable y sólida. Y es justo esta pareja la utilizada por el autor para experimentar con las pasiones y los deseos ocultos bajo la superficie, permitiendo que los sueños y la realidad se den la mano en el camino de las fantasías de ambos.
     No en vano el libro comienza con una niña acostándose, dormida, para que sus padres puedan asistir a la mascarada. Como tampoco lo es que una vez más se acueste a dormir para que puedan sincerarse entre ellos. Y a partir de aquí, con el doctor en la calle buscando la oportunidad, hablando con otras mujeres y pensando en la propia, jugarán autor y lector a sobreentenderse. Una noche en la que se acercará a mujeres que le brindarán la oportunidad de resarcirse por esa ofensa no consumada, y en la que se descubrirá entre excusas de hombre recto que, sin embargo, no le ayudarán a aliviar el escozor provocado por esa duda.

    No necesita Schnitzler de mucha extensión ni demasiadas palabras para dejarnos una historia magnífica. Un juego en el que nos veremos sopesando si Fridolin sueña o acaso es el narrador quien lo está haciendo, pero en el que disfrutaremos al entrar. Un ambiente decadente y brumoso para hablar de sensibilidad, amor, pasiones que atormentan y también de esos frágiles equilibrios que hay entre sueños y realidad que pueden acabar revelando los temores de esta pareja. Una historia con un final abierto, para que el lector decida, o juzgue o tal vez, tras haber hecho la lectura, se descubra pensando en la historia de una forma mucho más personal de lo que pensó en un primer momento.

     Un descubrimiento del que he disfrutado de la mano de un autor cuya obra os recomiendo. Merece la pena que lo descubráis.

     En este caso la adaptación al cine me parece magnífica, con diferencias notables (para empezar el momento en que se desarrolla), pero muy bien llevada a cabo. Lo cual me lleva a la duda de hoy; ¿sois de los que buscáis los libros en los que se basan las películas o por el contrario los apartáis de las listas de pendientes considerándolos ya leídos?

     Gracias

martes, 25 de noviembre de 2014

Terra Nova 3. Antología de ficción contemporánea. VV.AA.




     "A mi padre le gustaba apostar. Creía en los milagros del karma y el azar. Veía números de la suerte en las matrículas de los coches y se gastaba el dinero en boletos de lotería y peleas de gallos."
     El jugador
     Paolo Bacigalupi

     Los libros de relatos siempre me han gustado, entre otras cosas, porque  me permiten interrumpir una lectura sin dejar la historia en stand-by. Entre relato y relato pueden pasar un día o un mes sin que importe demasiado. Y eso hace que tengan un atractivo especial. Por eso, hoy traigo a mi estantería personal Terra Nova 3.

     Terra Nova 3 es una colección de once relatos de escritores que ya tienen una posición consolidada en las letras de la ciencia ficción. En este libro podemos encontrar a China Miéville, Emilio Bueso, Sofía Rhei o Ricardo Montesinos por ejemplo, ofreciéndonos la posibilidad de conocer sus letras.

     Descubriremos que Groenlandia tiene residencias, que la Tierra se parece a una rueda de bicicleta o que hay unas torres en las que ya no sabemos lo que sucede. También hay naves, en las que viajan personas que tienen que demostrar su valor, lenguajes que abren una nueva puerta al entendimiento y futuros de concepciones perfectas. Nos hablarán de sociedades en las que han cambiado incluso las fuerzas del orden, de dioses y de máquinas de dudosa procedencia. Parece que nada escapa a esta antología que bien pudiera tomarse como una cata de ciencia ficción de la mano de expertos en el tema. Cada historia, cada uno de los once relatos, posee la complejidad necesaria para ser desarrollado en una novela, pero queda perfectamente resuelto en sí mismo sin necesitar añadirle más. Y por eso precisamente siempre defenderé el valor de un buen relato, por la capacidad de contar una historia completa en un número reducido de páginas.

     En el caso de la ciencia ficción, un género que parece queda reservado para los que somos aficionados al tema, es estupendo que existan estas antologías (Terra Nova va por la tercera) ya que permite un acercamiento a cualquiera que haya sentido curiosidad por el género en algún momento. Además la diversidad de temas que abarca, le permite al lector comprobar qué "rama" le resulta más atractiva.
     Personalmente, he disfrutado mucho con la distopía que presenta China Miéville y también con el relato de Emilio Bueso, un nombre que va ganando fuerza entre mis lecturas y que deja su sello personal también en este libro.
     Podría hablaros de la lista de nominaciones a premios que han tenido varios de estos relatos, pero salvo para los muy aficionados, nos importa más el contenido, el rastro de humor o de crítica social que siempre suelen contener estas historias. Y que por supuesto contienen al hablarnos de ética, de sociedad, de respeto y de cambio climático. La ciencia ficción abarca muchos temas, no sólo viajes interespaciales y reuniones con seres de otros planetas, y esta me parece una estupenda forma de acercarnos a ellos.

     Un libro más que recomendable con el que los aficionados disfrutarán paladeando las letras de autores cuyos nombres ya conocen, y también una buena propuesta como acercamiento para los que no son lectores del género.

     Por cierto que ayer no os pregunté; ¿con qué libro estáis esta semana?

     Gracias

lunes, 24 de noviembre de 2014

El sueño del depredador. Óscar Bribián



     "A Ismael le gustaba retorcer cosas mientras recitaba con un hilo de voz historias prohibidas.
     El tedio de las asignaturas del último curso de Primaria le hacía sumergirse en marismas donde reinaba la soledad. En ellas habitaban roedores que terminaban por ahogarse en el limo, y mosquitos imaginarios que le picaban y hacían que se pellizcase una y otra vez hasta que sus antebrazos enrojecían."

     Tras leer varias opiniones de este título, no fue hasta oír al autor hablar de él que no me decidí a comprar. De hecho, lo hice ese mismo día y apenas pasó tiempo hasta que me puse a leerlo.
Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El sueño del depredador.

     Conocemos a Ismael, un niño en el último curso de Primaria cuyo comportamiento asocial es, cuanto menos, perturbador. Y en una segunda historia conocemos a Santiago Herrera, inspector de policía en Zaragoza, y Laura Beltrán, subinspectora. Juntos, siguiendo una pista encontrada por casualidad en unos cerdos robados, se verán envueltos en unos crímenes del que puede ser el primer asesino en serie de la ciudad.

     El sueño del depredador es una novela que se estructura en dos historias en capítulos alternos. Por un lado, la historia de Ismael, mucho más intranquilizadora, con toques de terror; y por otro la novela policíaca propiamente dicha protagonizada por Herrera y Beltrán que parte del tópico de policía ya desencantado y subinspectora novata. Sin embargo, en cada una de estas dos partes de la novela hay algo importante a resaltar, de modo que el lector sigue ambas con interés preguntándose en qué punto establecerá Bribián una relación entre ellas.
      Ismaél es un personaje sólido y convincente por el que es fácil sentirse tan atraído como horripilado. Fruto de una situación desgraciadamente común, será en quien tome fuerza la parte fantástica de la historia sin que por ello despeguemos los pies del mundo real. Un complicado equilibrio del que el autor sale airoso. La parte policíaca, mucho más realista, destaca por su sólida ambientación. Llegados a este punto decir que el autor es policía ayuda a comprender la sensación de veracidad en muchos detalles que van salpicando la historia y que no suelen aparecer en los libros de género; de golpes y papeleos hasta algún término suelto para designar a grupos, ha cuidado de conseguir que el lector se sienta dentro de Jefatura. En esta historia y, a partir de un control rutinario, comenzará la búsqueda de un macabro asesino que van sembrando la ciudad de cadáveres e intranquilizadores poemas. Una investigación que, si bien está ambientada en Zaragoza, nos podría servir cualquier otro escenario.

     La novela es ágil, los capítulos se suceden con rapidez y no dejan al lector que se separe de ninguna de las dos historias y en cambio, si que lo invitan a conocer el desenlace, a descubrirlo, mientras da algún giro que, más que sorprender al lector, lo que pretende es añadir tensión a la trama. La resolución, buscada desde casi el comienzo en un intento de encontrar la relación entre ambas tramas, es impecable, dejándome en este caso una sensación satisfecha y la curiosidad por leer más novelas del autor. No cabe duda de una cosa: en nuestro país la novela negra está tomando posiciones, y lo hace con calidad en sus letras.

     Y vosotros, ¿seguís pensando que la novela negra viene del frío?

     Gracias

jueves, 20 de noviembre de 2014

La librería más famosa del mundo. Jeremy Mercer




     "Llegué a la librería un gris domingo de invierno.
     Paseaba, como tenía por costumbre en aquella época complicada. Nunca llevaba un destino concreto, sólo necesitaba un buen número de manzanas y esquinas dobladas al azar que me ayudaran a perder la noción del tiempo y me distrajesen de los problemas que me atenazaban. Era sorprendentemente fácil olvidarse de uno mismo en medio del ajetreo de los merados y bulevares, entre los parques cuidados con esmero y los monumentos de mármol."

     Pese a que Amazon llegue pisando fuerte, creo que todos los aficionados a la literatura seguimos mirando las librerías de calle. Entramos en ellas muchas veces de una forma casi reverencial mientras nos preguntamos si nosotros hubiéramos colocado tal o cual libro en esta mesa o escaparate. De hecho son hermosas por dentro y muchas también por fuera. Y en ellas compramos las historias que nos van a acompañar horas y que, muchas veces, también tratan sobre libros. Me gustan las librerías, de hecho hay una Ruta librera en este espacio que recorre el mundo buscando estos rincones y en la que no puede faltar Shakespeare and Co. Bookstore. Bien, tampoco podía faltar este libro. Así que hoy traigo a mi estantería virtual, La librería más famosa del mundo.

     Jeremy Mercer es un periodista canadiense. Tras escribir sobre un tema que le pone en peligro, decide recoger todo e irse a París, La Ciudad de La luz. Pero el dinero se acaba y Mercer aún no está listo para volver, así que se dedica a recorrer las calles de esta hermosa ciudad hasta llegar a la famosa librería Shakespeare and Co. Allí conoce al propietario, George Whitman, con el que entabla una relación de amistad, y, como hicieran otros muchos, termina viviendo sobre la librería a cambio de su trabajo en ella.

     Lo cierto es que ya sólo la sinopsis nos mete de lleno en ese París bohemio que tanto se exporta de forma cultural. El periodista que se queda sin recursos y es adoptado de algún modo por el librero de una de las librerías más famosas del mundo. El autor, que da aviso de los cambios respecto a la realidad que podemos encontrar en el libro, nos explica también que la primera Shakespeare and Co fue propiedad de Sylvia Beach e igualmente famosa por los escritores que la visitaban, pero que cerró durante la Segunda Guerra Mundial.
     La librería que él conoce y nos cuenta está llena de libros, historias y anécdotas. Pero de todas las historias que contiene entre sus paredes, la mejor es la de Whitman, su propietario. Mercer comienza una amistad, y profesa una admiración a este hombre que se puede percibir en las páginas del libro. Y así nos enteramos de que no fue, ni mucho menos, el primer adoptado en literaria acogida en este lugar. Whitman, que vivió en la tienda hasta su muerte en 2011 a una edad casi centenaria (hoy la librería está en manos de su hija, Sylvia también), es un hombre francamente interesante, y Mercer, como buen periodista no tarda en darse cuenta de ello. Tanto es así, que superada la historia de la llegada del autor a París, el libro es más propiedad de Whitman que del propio Mercer. Descubrimos así a un hombre cuya ideología le lleva a dar cobijo durante décadas a personas a cambio de trabajar en su librería y afirmando que tiene una utopía socialista disfrazada de librería. Pero también es un excéntrico, de hecho una de sus peticiones es la lectura de un libro diario a sus huéspedes, a quienes podía entregar las llaves del lugar habiéndolos tratado apenas un par de días. En todo caso, si queremos definir a Whitman de un modo rápido; es como un amante de los libros, de los de verdad.

     La librería más famosa del mundo es más que una crónica, una novela en la que nos dejamos caer dentro del París más bohemio, ese con el que todos hemos soñado alguna vez y con el que, supongo, muchos escritores siguen haciéndolo. Un libro escrito de una forma impecable que nos hace desear ser uno de los que compartieron residencia con Mercer, incluso el propio autor, y formar parte de la magia que encierra este emblemático lugar. Aunque, ahora que lo pienso, quizás formemos parte de esa magia desde el momento en que leemos el libro y soñamos con estar allí.

     Confesaré que cuando viajo me gusta visitar las librerías del lugar en que me encuentro, incluso comprar y volver con más peso del deseado. Pero son lugares irresistibles para mi. Y vosotros, ¿también miráis las librerías cuando salís de vuestra ciudad?

     Gracias

miércoles, 19 de noviembre de 2014

El pantano de las mariposas. Federico Axat



     "Mis manos se elevan, como dos flores blancas, juegan con el aire dulce impregnado por el curo de los tapizados y templado por la calefacción. Mamá conduce; se vuelve a intervalos regulares y me dedica una sonrisa que trato de capturar. Me habla de la lluvia, que martillea el techo de chapa, de un letrero apenas visible y de cosas que no entiendo, pero sobre todo me habla del Pinto, una palabra que he aprendido recientemente y que repito con entusiasmo."

     Muchas veces, viendo demasiadas opiniones, demasiada publicidad, demasiado... todo, me saturo antes de comenzar una lectura. Me di cuenta de que aunque las opiniones fueran buenas, llegaba con un regusto cansado, a libro casi leído o película vista aprovechando una reposición. Y no disfrutaba de las lecturas. Por ese decidí dar un tiempo a este título. Y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El pantano de las mariposas.

     Conocemos a Sam, un niño que tras haber perdido a su madre en un accidente vive en una granja que acoge a otros chicos junto a él. En este lugar desarrolla una amistad con Billy, con el que disfruta de veranos y escapadas al bosque.  En 1985, cuando cuentan doce años llegará Miranda al pueblo, y con ella el primer amor a un lugar lleno de misterios, desapariciones y, según dicen, incluso extraterrestres.

     El libro, que comienza de una forma impactante con el narrador recordando el accidente de tráfico en que muere su madre, tiene dos hilos temporales; 1985 y 2010. No hay ningún problema en seguir los hilos ya que es una continuación de una historia en la que los niños ya son adultos, así que la transición es natural y necesaria para el recuerdo.

     El autor consigue, y eso es algo a tener en cuenta, unos personajes bien dibujados y unos niños que se encuentran en ese momento que uno comienza a ver la vida adulta, creíbles y sólidos Tanto los personajes principales, como los secundarios que los acompañan. Además, el hecho de estar narrado por el propio Sam hace que el lector sienta su historia más cercana, y otorga una mirada sobre Miranda que difícilmente hubiera logrado un narrador en tercera persona. Sentimos al narrador enamorado, nostálgico, cercano, y eso nos ayuda a entrar en la historia con muchísima más facilidad. Porque hay un evidente tono de nostalgia en los recuerdos de la niñez que se ve impulsada por una magnífica ambientación, con un regusto ochentero que muchos disfrutamos. Y que, a su vez, contribuye a la sensación de estar "viendo" la lectura, con eso que denomina como lenguaje cinematográfico y que provoca la sensación de estar allí, mirando como Sam visita los lugares por los que corría siendo un niño.
     A medida que avanzamos, Axat nos va introduciendo los misterios hasta conseguir que el lector tenga un puñado de preguntas que se agolpan en la cabeza impulsando la lectura del libro hasta sus últimas páginas para descubrir qué ocurrió realmente. Y es en este punto en el que hay que tener especial cuidado de no dar pistas sobre su final. Nos encontraremos con una historia que se transforma descubriendo lo que se puede esconder en una zona de provincias que está llena de secretos. Una novela que despega abriendo hilos de misterios, secretos, desapariciones que se suceden hasta dar lugar a leyendas y primeros amores, que se mezclan con hilos sobrenaturales (porque sí, puse extraterrestres) a los que hay que ir encontrando una explicación. Necesitamos saber qué pasó con la madre de Sam, qué sucedió en esa época tan difícil en la que los niños crecen, y qué secretos se esconden tras alguna cara conocida. Como una tela de araña que se expande sin esquivar los momentos duros ni las primeras experiencias en la vida.

     Pero si algo me llamó la atención en esta novela fue el final. Un final que sorprende y cierra hilos otorgando una explicación incluso a aquello que se nos antojaba inexplicable (lo sé, estáis pensando otra vez en los extraterrestres) y que reconozco no me esperaba. Así que retrocedí sobre mis páginas para descubrir con sorpresa que el autor había dejado pistas en algunos puntos muy bien elegidos.
     En conjunto, me he encontrado con una novela de misterio francamente entretenida, con unos personajes sólidos y que tan difícil de soltar, como de no recomendar. Federico Axat demuestra una vez más que es un autor que sabe lo que se hace.

     Y vosotros, ¿también dais tiempo a los libros que os llenan los ojos o sois de los que os lanzáis sin red cuando las opiniones positivas aparecen sin descanso?

     Gracias

martes, 18 de noviembre de 2014

Esto es agua. David Foster Wallace




     "Había una vez dos peces jóvenes que iban nadando y se encontraron por casualidad con un pez mayor que nadaba en dirección contraria; el pez mayor los saludó con la cabeza y les dijo:
     Buenos días chicos, ¿Cómo está el agua?
     Los dos peces jóvenes siguieron nadando un trecho; por fin, uno de ellos miró al otro y le dijo:
¿Qué demonios es el agua?"

     Si nos basamos en su contenido, hay muchos tipos de libros; ilustrados, ensayo, poesía, novela, cartas, tesis incluso de autores clásicos. Y también de discursos, aunque yo nunca había visto ninguno hasta que me acerqué a este, pero cuando lo vi el impulso fue irresistible. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Esto es agua.

     Hace ya muchos años que me acerqué por primera vez (y es un primera dicho a conciencia, puesto que he releído este título) a La broma infinita. Recuerdo que salí de la lectura teniendo la sensación de que la broma tenía poca gracia en este mastodóntico libro en el que el futuro parecía engullido por un presente tal vez demasiado rápido. Y, por supuesto, también por sus notas a pie de página. Después de eso seguí leyendo al autor, libro a libro, publicación a publicación.
     En 2008 David Foster Wallace, considerado por muchos un genio de las letras actuales, se quitó la vida, provocando además que su leyenda creciera. Tan solo tres años antes había pronunciado un discurso en la Universidad de Kenyon, y es justo ese discurso el que aparece publicado en este libro.

     Esto es agua es un libro concebido para aquellos que disfrutamos leyendo al autor, casi una pieza de colección en la que las páginas aparecen con apenas una frase, y tenemos la sensación de estar leyendo esas famosas tarjetas que muchos necesitan ir revisando para hablar en público. Quizá sea eso lo que le da un tono tan íntimo. Aunque seamos consciente de que fue un discurso público no podemos evitar tener esa sensación a medida que leemos esta reflexión sobre la vida. Una vida a la que pondría punto final poco tiempo después de haber hablado sobre la importancia de saber pensar, de ser consciente y no dejarse arrastrar por las pequeñas rutinas y elegir la vía equivocada. Lo imaginamos perfectamente, con esa leve indecisión al comenzar algunas frases que se puede apreciar en entrevistas, explicando que todos somos peces, que la vida nos puede empujar a recorrer el camino,a nadar, pensando que estamos solos, sin percibir siquiera el agua que nos rodea a todos.

     Wallace insiste en recordar el valor de lo obvio, lo cotidiano, y recuerda, lejos de lo que pudiéramos pensar al tratarse de un discurso de graduación, la importancia de saber elegir y también de saber ubicarse sin olvidar la soledad. No es una charla de palmaditas en la espalda y felicitaciones vacías diciendo a unos jóvenes todo lo que van a poder aportar en la vida, sino una invitación a la reflexión que vale para cualquiera. De hecho, al leerlo, no podemos evitar pensar que al propio autor no le sirvió.
     Wallace muestra alguno de los temas que marcaron su obra, como la rutina y el aburrimiento, y también una gran parte de su vida y da muestras de su peculiar sentido del humor arrancando una sonrisa al lector que va pasando páginas consciente de que esto no es un libro al uso. No somos además ajenos al hecho de la prematura muerte del autor, y leemos:
     Y la verdad es que la mayoría de esos suicidas en realidad ya están muertos mucho antes de apretar el gatillo.
     Y pensamos en cuánto hay del autor, cómo de personal es todo lo que relata y si no serán sus sombras las que recomienda evitar.

     Esto es agua, reza en la cubierta, y si uno gira el libro cerca de una luz, asoma un subtítulo que dice: Algunas ideas, expuestas en una ocasión especial, sobre cómo vivir con compasión. También aparecen dos peces juntos... y uno solo que va detrás. Te fijas en el tercero tras haber leído el libro, primero no habías reparado en su disposición. Quien sabe, tal vez, después de todo, el discurso de Wallace sirva de algo.

     Es difícil en primera instancia recomendar un libro así, y sin embargo merece la pena acercarse a lo que contiene. Conocer su texto, su prosa y también su fondo. Hay vídeos en la red en los que podemos escuchar la conferencia, así que cualquiera de las formas elegidas para hacerlo es buena. Por mi parte, y más ahora que estamos en la era del libro digital, pienso guardar el libro como un pequeño tesoro.

     Y vosotros, ¿tenéis algún libro que conservéis con especial interés?

     Gracias

lunes, 17 de noviembre de 2014

Mr. Mercedes. Stephen King




     "Augie Odenkirk tenía un Datsun de 1997 que aún funcionaba bien pese a sus muchos kilómetros, pero el combustible salía caro, sobre todo para un hombre sin trabajo, y el Centro Cívico estaba en la otra punta de la ciudad; decidió, pues, tomar el último autobús del día. A las once y veinte de la noche se apeó con la mochila a la espalda y el saco de dormir enrollado bajo el brazo. Pensó que a eso de las tres de la madrugada agradecería ese saco de plumón. Era una noche fría y neblinosa.
     - Buena suerte, amigo -dijo el conductor cuando Augie se bajó del autobús-. Deberías conseguir algo solo por ser el primero."

     Si me pongo a contar, y esta vez no me sirven los dedos, Stephen King debe de andar por las casi sesenta novelas en el mercado, y millones de lectores repartidos por el mundo. Eso significa que, cada libro que saca, es valorado no sólo como libro, sino también como libro de Stephen King. Así que me procuro dar prisa y leerlo estando aún en blanco de opiniones. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Mr Mercedes.

     Conocemos a Hodges, un inspector retirado (ins. ret.) que pasa los días delante de la televisión sopesando si terminar con su vida. Eso hasta que recibe la carta de Brady Hartsfield confesando ser Mr Mercedes, el autor de la masacre del Centro Cívico que sigue aún en libertad. Esta carta, que inicialmente parece querer empujar al suicidio a Hodges, lo que hace es activarlo y dar comienzo a un juego de gato y ratón entre ambos mientras que Brady empieza a pensar en volver a matar de una forma mucho más terrible.

     El libro comienza con la matanza de Mr Mercedes, empujando de este modo al lector a la historia sin miramiento alguno. De hecho es una de las mejores escenas. Pasada esta escena, nos sitúa rápidamente en el presente para presentarnos a sus dos protagonistas; el policía y el asesino. Y nos recuerda una y otra vez que no estamos ante una novela de terror, sino que nos estamos leyendo una novela negra.
Para ello, King acumula tópicos; detective retirado que se ha quedado en una espantosa soledad, la recesión para reflejar una sociedad en un momento determinado, un pequeño grupo formado por personas marcadas para ayudar al policía y un asesino con una vida desestabilizada. Incluso se permite señalarnos un cliché con el dedo al proporcionar a Hodges un sombrero, porque todo detective debe tener un sombrero, dice. Pero por supuesto, es King, y siempre va a dejar su sello personal; no necesita tener una historia de terror entre manos para hacerlo. Y también demuestra que hay cosas que pueden dar más miedo que una novela de terror, porque aquí no hay elementos sobrenaturales, pero cuando Brady comienza a planear una segunda masacre, se me pusieron los pelos de punta.  Sobre todo porque King ha puesto un pie en el realismo más efectivo, el que permite que sus personajes cometan errores y les ciegue la ira o los tópicos y las primeras impresiones. Esto es lo que da realmente peso a esta novela, la credibilidad, la página web como forma de contacto entre los protagonistas, la tecnología, los conciertos y las nuevas llaves de los coches. Es nuestra vida y a saber quién es nuestro vecino.

     El ritmo, como acostumbra el autor, es creciente. De hecho, a medida que va introduciendo personajes y dando pequeños giros a la historia, es inevitable sentir la necesidad de saber cómo va a continuar. Y es inevitable sentir la tentación en este momento de hablar de un pequeño cambio que se produce en uno de los lados y que, a mi, me pareció además de una sorpresa, todo un acierto en la historia. Sin embargo, hay cosas que vale más ir descubriendo a medida que se avanza la lectura. Lo que sí es cierto, es que es muy fácil dejarse llevar por esta novela y terminar buscando esos pequeños ratos, para abrir sus páginas y avanzar un poquito más en la historia. No le faltan personajes bien dibujados, ni giros que, lejos de basarse en culpables sorpresa, puesto que sabemos quien es el asesino desde el comienzo de la historia, se basan en segundos planes que hay que intentar detener y en la mutua caza que parecen estar jugando ambas partes.

     Mr Mercedes me ha parecido una buena novela negra, totalmente recomendable. Y también me ha parecido un buen libro de King, en el que nos encontramos algunos de sus clásicos, ya sea alusiones a otras de sus obras o su sempiterno enfrentamiento entre el bien y el mal. En todo caso, una fantástica opción para quienes no se acercaron aún al autor porque no son afines a su género habitual.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias


viernes, 14 de noviembre de 2014

Aceptación. Jeff VanderMeer



     "Fuera de tu alcance, más allá de ti: la fuerza y la espuma del oleaje, el intenso olor a mar, las trayectorias zigzagueantes de las gaviotas, su inopinado griterío disonante. Un día cualquiera en el Área X, un día extraordinario -el de tu muerte-, y ahí estás tu, apoyada en un montón de arena, a resguardo de una pared medio derruida."

      Cuando me enfrento a una trilogía normalmente me gusta esperar a que hayan salido al menos los dos primeros, o al menos necesito una fecha aproximada que me garantice que no me voy a quedar con una historia abierta por tiempo indefinido. Por eso, uno de los atractivos de la Trilogía de Southern Reach es la rapidez con la que los tres volúmenes han visto la luz. Con el cierre recién llegado a las librerías, hoy traigo a mi estantería virtual, Aceptación (Trilogía de Southern Reach 3).

     En este caso no puedo decir que se pueda leer este libro sin conocer los anteriores, y tampoco voy a dar demasiados datos sobre su argumento precisamente por ese motivo. Lo que si haré es dar unas pinceladas sobre la trilogía completa para que cualquier lector "virgen" salga con una idea general pero sin descubrir el misterio.

     Esta trilogía está formada por: Aniquilación; un libro que trata sobre una expedición de mujeres a una zona de la costa llamada Área X en la que algún tipo de fenómeno ha modificado el ambiente. Autoridad: que nos da la visión de la empresa que envía esas expediciones al Área X, entrando así en "el otro lado", un lugar llamado Southern Reach y que lleva años intentando descubrir qué sucede, y años viciado en sus formas también.

     Y llegamos a Aceptación: que está escrito a cuatro voces, dos que recuperamos directamente de las dos primeras entregas, y otras dos que también nos serán más que conocidas, y nos darán cuatro historias o puntos de vista que están marcados por los saltos temporales en que se producen. Esta vez, y siguiendo la costumbre de dejarnos un libro diferente al anterior, el autor no nos da una historia lineal. La construye además, con capítulos que muchas veces son cortos y en los que tendremos que recordar mirar el encabezamiento para saber quién nos está contando la historia, si no nos saltamos ese paso, es difícil que nos perdamos en la historia.
     Recuerdo que cuando salí del primer volumen tenía muchas preguntas, quería saber casi todo; desde qué era ese lugar hasta cómo había empezado todo y que llegué al segundo buscando todas esas respuestas y me encontré que, al terminarlo, tenía incluso alguna más, aunque ya empezaba a ser consciente de que no todo iba a poder tener una explicación tan clara como estaba pidiendo. Pero en la literatura, y sobre todo cuando hablamos de ciencia ficción, muchas veces no son necesarias tantas explicaciones ya que el lector tiene que poner también de su parte para entrar en esos mundos. Así que esta vez la curiosidad era más general y menos focalizada a cuestiones que me hubieran podido surgir.
     Me he encontrado con una novela que busca explicaciones, salpicada de preciosas descripciones del Área X y con un ritmo más irregular que sus predecesoras. Si la primera me entusiasmó, y la segunda no tanto, tengo que decir que esta tercera dependía bastante de quien me estuviera contando la historia. El autor no da todas las repuestas, y como lectora tengo que decir que el conjunto de la trilogía va de más a menos. Es cierto que, pasados unos días y con la historia en la cabeza, tengo que reconocer que en conjunto mi opinión mejoraba, y que ha hecho que tenga ganas de leer más libros de VanderMeer, pero como lectora me gusta pararme en historias apoyadas en puntos más concretos, así que, pese a haber disfrutado de la trilogía, no puedo hacer una recomendación sin reservas (salvo del primero de los libros).
     Un último apunte sobre la traducción; los juegos de palabras, algunas descripciones de lugares o momentos, ya desde Aniquilación y esa torre que entraba en la tierra, y hasta esqueletos imposibles, han tenido que ser todo un reto. Por eso no puedo dejar de señalarlo.

     Comienzo diciendo que cuando empiezo una trilogía me gusta terminarla y me surge una duda, ¿sois de los que necesitáis terminar las trilogías o no os importa dejarlas a medias?

     Gracias


martes, 11 de noviembre de 2014

Amok. Stefan Zweig




     "- Aunque, espere...quizá sí que pueda explicárselo... ¿Sabe qué es el amok?
     - ¿Amok?... Creo que se trata de... una especie de embriaguez entre los malayos.
     - Es más que una embriaguez..., es una locura, una especie de rabia humana..., un ataque de monomanía homicida, insensata, que no se puede comparar con ninguna intoxicación alcohólica..."

     Siempre es un placer volver a las letras de Zweig, a sus pasiones, a sus obsesiones, a su Europa. Por eso, también es un placer decir que hoy traigo a mi estantería virtual, Amok.

     En el relato Amok o El loco de Malasia viajamos en un barco de Asia a Europa en 1912. El barco, el Oceanía, está atestado de gente, así que acompañamos al protagonista y narrador en un pequeño cambio de rutinas buscando la tranquilidad que otorga la soledad; decide dormir por el día y subir a la vacía cubierta nocturna. Allí conocerá a un hombre que, presa de una terrible obsesión, le desgranará su historia durante las largas horas de una de esas noches.
   
      Zweig es un autor al que gustaba servirse de secretos y obsesiones para desentrañar la psicología de sus personajes, muchas veces colocados por decisión propia en situaciones extremas. En este caso será un médico de Leipzeg quien sufrirá esa obsesión, a la que pone el nombre de Amok y tiene formas de secreto entregado por una mujer. Conseguirá en apenas un puñado de páginas que nos sentemos a su lado, como el improvisado oyente, y compartamos sus reflexiones. Primero su curiosidad por el hombre silencioso que parece ocultar algo, necesidad de empujarlo a hablar, y después nos hará testigos de su historia. Una historia que derrama en forma de torbellino de palabras elegidas con cuidado para no resultar almibarado ni exagerado, pero sí elocuente en los sentimientos de lucha interior. Amok no es una historia basada en el simple amor romántico, sino mas bien en la propia integridad, la fortaleza o debilidad  y la convicción de ser fiel a uno mismo. Y también sobre el peso del conocimiento. Construye así un relato que va ganando terreno al lector, se apresura y lo contagia con la historia, o tal vez lo contagia de la historia. Porque eso es lo que destaca en las novelas de este escritor, que sus letras son contagiosas y sus obsesiones compartidas. Y quizás es por eso por lo que vuelvo a sus títulos una y otra vez.

     Zweig nunca ha necesitado extenderse más que lo justo para hacernos partícipes de sus historias desprovistas de florituras para alcanzar mejor así al testigo de lo que nos relata. Y aquí no es una excepción. Quizá por eso he elegido un libro de relatos y me he limitado a hablar del que le da nombre. Porque todos ellos merecen la pena ser leídos, pero sobre todo, merecen la pena para ser descubiertos casi por casualidad y así poder sentir que se ha encontrado un tesoro sin importar que ya lo hicieran antes miles de lectores.
     Una mujer, un oficial, un médico, un estudiante, un esposo... todos ellos tienen su historia y ante todos ellos nos pararemos con ese toque amargo que destilan las vidas de Zweig, impresionados. Amok es una joya para los que disfrutamos con las letras del autor y una buena forma de conocerlo para quienes aún no se hayan decidido a hacerlo.

      No cabe duda que Stefan Zweig es un nombre más que reconocido en el mundo de las letras y que, además, está llegando cada vez a más público. Y vosotros, ¿ya habéis leído algo de Stefan Zweig o tenéis más o menos decidido por dónde empezar?

     Gracias

     PD. Debido a problemas técnicos estaré un par de días sin poder actualizar el blog. Voy a ver si me encomiendo a Santa Tecla, que me parece el nombre muy adecuado, y se soluciona pronto.

lunes, 10 de noviembre de 2014

La Sociedad Literaria Ojos de Liebre. Jääkeiläinen Pasi Ilmari



     "No obstante, Ella estaba más o menos segura de que Sonja, la prostituta noble y caritativa, bajo ningún concepto le había pegado un tiro en el corazón a Raskolnikov al final de la novela. También estaba dispuesta a apostar lo que fuera a que Raskolnikov, en contra de lo que se sostenía en la redacción de su alumno, no había matado a la usurera de la tienda de empeños estrangulándola con un trozo de alambre. En la universidad había asistido a algunas clases sobre Dostoievski y había visto la película y la serie de televisión, así que algo sabía sobre el clásico en cuestión. ¿Qué más daba que su propio ejemplar hubiese terminado en una tienda de libros de segunda mano cuatro años atrás?"

     Si os dijo la verdad fue la máquina de escribir y no el título lo que hizo que me fijara en este libro. No me atraen particularmente los libros que tratan de sociedades literarias o clubes de lectura. Sin embargo, al fijarme un poco en este me llamó la atención. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La Sociedad Literaria Ojos de Liebre.

     Conocemos a Ella Amanda Milana, profesora sustituta de la localidad Ojos de Liebre. Este lugar está fuertemente vinculado a la literatura, primero porque Laura Nieves, una famosa escritora de literatura fantástica, es de allí y segundo, porque esta mujer prometió crear un grupo de diez personas con potencial a las que convertiría en escritores famosos. Ella descubre que en Ojos de Liebre hay versiones de libros conocidos en las que las historias han cambiado, demasiados, así que decide investigarlo. Pero durante su investigación, es llamada a ser el décimo miembro de esa sociedad y conocer a la enigmática Laura Nieves. Lo que Ella no sabe es que la sociedad practica un curiosos Juego, ni que Laura Nieves va a desaparecer delante de todo el mundo la noche de su fiesta de bienvenida a la Sociedad Literaria.

     Y aunque parezca que he contado mucho del libro, me he limitado a dar un esbozo de su comienzo. Un comienzo que me atrajo finalmente de forma irremediable a esta historia y que provocó que comenzara su lectura apenas lo hube comprado, me pudo la curiosidad por saber qué pasaba en los libros de Ojos de Liebre. Justo como le sucede a la protagonista. Aunque pronto tiene otros misterios que resolver ya que este libro está lleno de preguntas: tenemos mujeres que desaparecen en ventiscas que se producen en el interior de una casa llena de gente, figuras de jardín que tal vez sean más de lo que parecen, epidemias que cambian libros, perros abandonados,  décimos miembros anteriores de los que nadie habla, egos, obsesiones, quemas de libros...y El Juego. Ese Juego que practican los miembros de la sociedad de forma secreta, al que se pueden invitar sólo durante la noche, acechando a quien retan y haciendo que el retado parezca una víctima. Un juego en el que se derraman los sentimientos más íntimos, el alma, y al que se juega con los ojos vendados. Una práctica con la que nuestra protagonista ve la opción de enterarse de los secretos de una Sociedad sin pensar en el precio que puede tener que pagar: porque "en El Juego todos sangran",  y además ayuda a tener una historia que contar.

     Con todos estos ingredientes y alguno más que me dejo en el tintero, este autor de nombre imposible (reto a quien quiera a que vaya a una librería y pregunte por este autor de forma natural) construye un libro del que es difícil hablar. Un libro de cuentos, de misterio con muerto incluido, en el que el realismo y la fantasía parecen darse la mano una y otra vez en un borde imperceptible. Lo que pudiera parecer una localidad pequeña normal, marcada por la literatura y en la que todos parecen querer entrar  en esa élite, se nos desvela como mucho más en cuanto rascamos la superficie de la realidad. De hecho, entiendo perfectamente esa llamativa comparación de este lugar con Twin Peaks que se hace en la cubierta del libro. Escrito de forma sencilla, incluso con algún dicho coloquial que me ha llamado la atención saber si es coincidente con el país de origen del autor o una acertada adecuación del traductor, es fácil para el lector sentirse partícipe de la historia desde las primera páginas.Desde las primeras páginas, y movido por la curiosidad, te vas adentrando en este inquietante lugar en el que tuve la curiosa sensación de que hasta las figuras de jardín tenían ojos que se movían siguiendo a los vecinos. Todo un logro esa atmósfera que va creando palabra a palabra y que salpica con un sentido del humor que, lejos de aligerarla, la vuelve aún más plomiza.

     Me ha gustado, me he sentido transportada a un mundo en el que las sombras parecen vivas, en el que las preguntas se agolpan sin tener en cuenta que no todo puede tener una explicación. Porque, tengo que decirlo, no siempre se encuentran en los libros todas las respuestas y hay que aprender a disfrutar del camino. Y este es uno de esos casos. Un libro diferente, no cabe duda, ahora vosotros decidís.

     Y por cierto, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias

viernes, 7 de noviembre de 2014

La llamada del ángel. Guillaume Musso



      "¿Un teléfono móvil?
     Al principio no le veías la utilidad, pero, para no parecer anticuada, te dejaste tentar por un modelo sencillo con unas pretensiones básicas. Las primeras semanas te sorprendiste algunas veces hablando un poco más alto de la cuenta en un restaurante, en el tren o en la terraza de un bar. Tener siempre a la familia y a los amigos al alcance de la voz era práctico y tranquilizador, hay que reconocerlo."

     De no ser por Perdida, de Gillian Flynn, no me hubiera fijado en este libro. Pero tras el éxito y lo entretenido de la obra mencionada, cuando descubrí que aterrizaba otro título respaldado por ventas y lectores, con tintes de thriller me dejé llevar. Aunque reconozco que desconocía totalmente al autor. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La llamada del ángel.

     Madeline y Jonathan no se conocen. Nosotros los conocemos en el aeropuerto JFK en el momento que chocan entre ellos. Este encuentro provoca que se intercambien los móviles y con ellos, todo aquello que contienen de sus vidas. Cada uno por su lado y a miles de km de distancia, "miran un poco" la vida del otro antes de devolverlo, y de este modo descubren que hay un fino hilo que les une. Pero es un hilo terrible, marcado a sangre y fuego.

     El libro se divide en tres partes diferenciadas, de tal modo que en la primera parte conocemos a los personajes. Un chef y una florista que viven en países y continentes diferentes y que chocan en un concurrido aeropuerto. De forma ligera, casi como una comedia romántica de situación. A medida que avanzamos por la segunda parte vamos descubriendo que tal vez guardemos demasiadas cosas en los teléfonos móviles. Ambos caerán en la tentación de mirar el teléfono que tienen en sus manos, las fotos, aplicaciones, correos...  y nos obligue a mirar de reojo nuestro propio móvil. Al hacerlo, y mientras se mandan un par de correos, iremos viendo cómo sus vidas se han tocado por un hecho macabro que tuvo a la policía en vilo. Un punto de unión nunca cerrado sobre el que gira el final del libro, de tal forma que lo que comenzó siendo una pretendida comedia acaba con tintes mucho más oscuros y, para esta lectora, mucho más entretenidos.

     No cabe duda que Musso escribe de una forma sencilla y fácil de seguir. No se pierde en vocabulario complicado ni grandes descripciones para conseguir dar forma a sus personajes y escenarios. De hecho, es fácil abrir el libro y encontrarse en la página 150 sin apenas darnos cuenta. Salpica esta historia de pequeñas alusiones culinarias, aprovechando la profesión de Jonathan, y de un par de reflexiones fáciles sobre la vida y la privacidad asegurándose que el lector va a estar de acuerdo con él. Así va ganando terreno mientras que a nosotros no nos queda más remedio que reconocer que el libro es entretenido.

     Hay una teoría llamada "seis grados de separación" que dice que cualquiera en la Tierra puede estar conectado a cualquier otra persona del planeta a través de una cadena de conocidos formada por no más de cinco intermediarios. Musso, apoyándose en esto, une a sus protagonistas mediante Alice, cuya terrible historia tendremos que descubrir.

     Muchas veces es bueno recurrir a libros más ligeros entre lecturas más densas, o tal vez en vacaciones. Y eso es justamente este libro, una lectura ligera que busca entretener mezclando géneros, sin adentrarse demasiado en ninguno.

     Y vosotros, ¿recurrís de vez en cuando a este tipo de lecturas o son habituales en vuestras listas?

     Gracias

jueves, 6 de noviembre de 2014

Noah. Sebastian Fitzek



     "El silencio despertó a Alicia. Normalmente eran los gritos los que la hacían levantarse asustada a intervalos regulares, pero esa noche era diferente. Esa noche su pecho permanecía mudo.
     -¿Noel?- susurró, y buscó a tientas la cabecita de su hijo. Faltaba poco para la una de la mañana, de modo que probablemente no hubiera corriente eléctrica en Lupang Pangako, la "estación final", como llamaban sus habitantes al mayor barrio de chabolas de Quezon City, en la zona metropolitana de Maniela. Pero aun cuando hubiera podido encender la luz, Alicia habría decidido no hacerlo."

     Hay autores que son automáticamente identificados por una de sus obras. Y eso es justo lo que le sucede a Fitzek, es inevitable pensar en Terapia cuando hablamos de él, pero también sucede que debido a esa fama, a ese título que tanto ha gustado, seguimos la estela y buscamos sus obras. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Noah.

     Conocemos a Noah, y se puede decir que lo conocemos a la vez que se conoce él mismo, ya que tras recuperar la consciencia en Berlín y ver que tiene una herida, no recuerda nada. Parece que vive en la calle, sin hogar, y que su único dato es el nombre que tiene tatuado en la palma de la mano: "Noah". Lo conocemos acompañado de un sin techo, Óscar, mientras busca su identidad. Pronto descubrimos que no sólo no vive en la calle, sino que intentan matarlo, parece que Noah posee algo vital para mucha gente, o forma parte de ello.

     Noah es un personaje que, en algunos momentos, me recordó a Bourne. Supongo que es inevitable establecer un cierto paralelismo ya desde el punto de partida. El autor nos hace un retrato perfecto de un hombre que busca su identidad y que sabe que no es una persona más. Lo acompañan para ello Óscar como contrapunto, y podría decirse que el cuarteto central lo cierran una periodista y un agente de los que no daré más datos.

    La novela se estructura, como viene siendo habitual en este autor, en capítulos cortos, lo que otorga dinamismo extra a una historia que va ganando en velocidad a medida que avanzamos. Fitzek sigue recurriendo al cliffhanger en muchos capítulos, dejándonos justo con la miel en los labios para así invitarnos a continuar leyendo; aunque tengo que reconocer que esta vez no me ha resultado pesado como en otros títulos en los que parecía no saber finalizar un capítulo de otro modo. Fitzek esta vez nos habla también de energía, de mendigos, de recursos desperdiciados... y lo hace consiguiendo que el lector reflexione ante sus palabras sin que por ello tiñan a la novela de esas moralinas que parecen querer educarnos.
     Apoyados en estos puntos pronto comprendemos que Noah tiene una importancia vital, y lo acompañamos en su búsqueda de respuestas, descubriendo que hay ocasiones en las que una respuesta sólo da pie a nuevas preguntas. Nos tocará correr, investigar, esquivar disparos (muchos), defendernos... y todo ello con las habituales piruetas de un autor que consigue dar giros inesperados sin perder pie.

     Comentaba que el personaje me ha recordado a Bourne y tal vez sea por eso que he tenido la sensación de estar ante una novela muy cinematográfica con una historia que, si bien no destaca por su originalidad, me ha parecido francamente entretenida. Si lo que se busca es una novela con la que se nos pasen las horas muertas, incapaces de soltarla, este es el libro adecuado.
     Decía el autor de este libro, que esta vez había escrito algo un poco diferente, que buscaba escribir una novela entretenida. Y lo consigue con creces, os lo puedo asegurar.

     Dejando de lado a los clásicos es cierto que hay escritores que consiguen tanto éxito con un libro que automáticamente se les referencia con él. Por un lado es casi encasillarlos y puede parecer que opaca sus siguientes títulos, pero por otro también hará que muchos lectores busquen sus siguientes obras. Vosotros qué pensáis, ¿beneficia o perjudica eso de cambiar el nombre por "el autor de..."?

     Gracias

miércoles, 5 de noviembre de 2014

El mapa del caos. Félix J. Palma




     "¡Adelante, apreciado lector, sumérgete en las páginas de nuestro último folletín, donde te esperan aventuras aún más increíbles que las anteriores!
     Si los viajes en el tiempo y las invasiones marcianas no han sacudido tu corazón con suficientes emociones ahora podrás aventurarte en el mundo donde habitan los fantasmas y demás monstruosde la razón.
     Tal vez quieras pensártelo mejor antes de pasar la primera página, pero es mi deber advertirte que, si no te atreves, jamás descubrirás lo que hay al otro lado de la realidad que crees conocer."

     Con estas impactantes frases, a modo casi de reclamo de feria, se abre la tercera y última parte de la Trilogía victoriana de Félix J. Palma. Una trilogía que, según boca del autor, se puede leer en el orden que uno decida... Hoy traigo a mi estantería virtual, El mapa del caos.

     Esta vez la reseña va a ser un poco diferente, ya que con este  libro hay que poner especial cuidado con los datos que se vayan dando. Hay narradores con opinión propia, personajes de nombres llamativos, otros famoso e incluso algunos secretos. Y hay también personajes que ocultan secretos, claro, de todo tipo, ya sean personales o no. Por eso, no os contaré a quien vamos a conocer. Dejaré que unos lectores descubran nombres por primera vez, mientras que otros se reencuentren con viejos conocidos.
   
     El espiritismo, las mediums y lo imposible se unen en esta historia en la que un policía intenta desenmascarar impostores, un hombre quiere volver a hablar con su amada recientemente muerta y unos hombres custodian un secreto y una responsabilidad sobre el mundo. Tal vez el mundo vaya a cambiar drásticamente, y el destino de nuestro mundo amenazado, dependa de un libro. Esos son los ingredientes que nos presenta el autor.

     Lo primero que hay que decir es que en esta novela nada es casual, o tal vez haya sido yo que en cada nombre he visto un guiño y que no me ha quedado más remedio que sonreír cuando he leído como un famoso libro terminó por adoptar el apellido Baskerville en su título ahora conocido por todos. De hecho, ha sido un placer encontrarme con pequeñas historias literarias en la trama a modo de curiosidades. Porque Palma incluye no solo a Wells, sino a más escritores en su obra, como por ejemplo a un interesante Doyle, además de constantes alusiones a obras literarias de renombre. Pero lo casual no se limita a eso, sino que recoge todos y cada uno de los hilos de las novelas anteriores, sin que por ello sea en absoluto necesario haberlas leído antes para seguir la historia.

     La novela comienza explicándonos la existencia de una Cámara de las Maravillas bajo el Museo de Historia Natural de Londres. Esta Cámara es frecuentada por una división especial de la policía de Scotland Yard que investiga aquellos casos que escapan a la razón, y así conocemos al inspector Clayton. Será gracias a su escepticismo y su celo investigando que tengamos la primera pista de una fisura entre dos espacios, o tal vez la primera muestra de que no todos los mediums son falsos, a fin de cuentas, tal y como se repite varias veces en el libro, "hay que encontrar el canal". Y está claro que Palma ha sabido encontrarlo para reclutar a lectores en un género, el steampunk, que cuando comenzó la trilogía, era desconocido para una gran mayoría de quienes se acercaron a su historia.

     He confesado anteriormente mi predilección por el narrador de esta trilogía, un narrador que opina y decide a dónde mirar, y tenía muchas ganas de saber algo más de él (de hecho recuerdo incluso habérselo preguntado al autor tras leer El mapa del tiempo y que no me respondiera, a lo que le doy las gracias).
     Continuando con un claro homenaje a la literatura, esta entrega tiene una estructura más detectivesca, en su forma clásica, y es que, si algo nos queda claro, es el amor por la literatura que siente el autor de la obra. Hay constantes referencias, anécdotas sobre obras, personajes... que como ya he comentado son todo un placer añadido a una trama que, en esta ocasión, gira en torno a El hombre invisible, cuyo protagonista hará las veces de villano de la novela. Pero no es todo acción ya que también encontramos una historia de amor de esas inmortales, pero de verdad.

     En definitiva me he encontrado con una novela llena de subtramas que se van entrelazando y que conforman una novela francamente entretenida para cualquiera que se decida a acercarse a ella. Espero que os animéis, os garantizo horas de diversión.

     Supongo que todos recordamos con un cierto cariño o nostalgia aquellas novelas leídas hace años que nos hicieron disfrutar con sus aventuras. Yo tendría que nombrar a Verne y al propio Wells. Y vosotros, ¿qué nombres sobresalen en vuestras lecturas juveniles?

     Gracias

martes, 4 de noviembre de 2014

La música del silencio. Patrick Rothfuss



     "Al despertar, Auri supo que faltaban siete días.
     Sí, estaba segura. Él iría a visitarla al séptimo día.
     Era mucho tiempo, una larga espera. Sin embargo, no tanto teniendo en cuenta todo lo que había que hacer. Al menos, si quería hacerlo con cuidado. Si quería estar preparada."

     Ya he comentado alguna vez que no soy una apasionada de meterme en sagas, pero a veces es inevitable. Hace unos años descubrí a Kvothe, y caí, era difícil no hacerlo. A la espera del tercer título que cierre la trilogía, hoy traigo a mi estantería virtual, La música del silencio.

     Conocemos a Auri. Ella vive en la Universidad, aunque no de la forma habitual. Su  mundo está formado por una red de túneles y habitaciones que se encuentran justo bajo ella, esa es su Subrealidad, su lugar natural, el que conoce, el que transita. La conocimos antes, la vimos fugazmente cuando estábamos leyendo la historia de Kvothe, pero es tímida. Y ahora, por fin, tal vez nos deje saciar nuestra curiosidad.

     Supongo que este libro va a cosechar tantos fans como detractores. Es inevitable. Por un lado tenemos a Rothfuss y en el otro lado justo a sus lectores. Para muchos lectores, que aparezca ahora esta parte mientras llevamos muchos, muchos meses esperando el fin de la historia, es motivo de disgusto, incluso de enfado. Pero por otro lado, trabajar en una trilogía, inventar un mundo, unos personajes, y sumergirse en ella varios años para dar forma a una historia, tiene que provocar irremediablemente la aparición de historias y personajes secundarios que apetezca contar. Esas historias paralelas que no forman parte de la trama original pero que surgen cuando el escritor mira a ambos lados de la misma, posando la vista en, por ejemplo, una joven menuda que vive en unos túneles. Y por eso decidí darle una oportunidad al libro; sin fanatismos, sin enfados, sin ideas preconcebidas, simplemente con la curiosidad de quien decide dar un paso atrás y abarcar un horizonte más amplio en una historia. A fin de cuentas, ya lo hice con Card y su Saga de las sombras, complementaria de la de Ender.

     Rothfuss escribe un prólogo en el que avisa. No dudo que tenga mucho de marketing, pero también de honestidad. Este libro hay muchas cosas que no es: no es una tercera parte, no es para quien no haya leído los dos primeros títulos de la trilogía aunque no avance en ella y puede que, aunque los hayan leído, tampoco sean para ellos. Ese es el aviso que Patrick da en el prólogo y que yo resumiría de una forma mucho más sencilla. Estamos ante un libro que está pensado para quienes disfrutan con la forma que tiene el autor de contar las historias. Ya descubrimos en El temor de un hombre sabio que era capaz de extenderse páginas y páginas sin necesidad de avanzar, y también que aún así era un placer leerlo. Y con este título viene a confirmarlo.

     La música del silencio es un libro corto, cortísimo si lo comparamos con los anteriores títulos del autor. En él, acompañamos a Auri por su mundo durante un breve espacio de tiempo en el que, como vemos en sus primeras líneas, se está preparando para algo. Pese a estar narrado en tercera persona, seremos capaces de conocerla un poco mejor, su mundo, el nombre que da a las cosas, la importancia de cada lugar, de cada objeto... y todo con una prosa que brilla por su dulzura. No podemos evitar la sensación de estar ante un verdadero cuentacuentos, de esos que embaucan a los niños con magníficas historias de fantasía que les hacen soñar y creer en hadas. Porque es lo que destaca en este libro; las formas, las palabras, la atmósfera que es capaz de transmitirnos Rothfuss.
     Tengo que decir, además, que este tono queda complementado a la perfección con la edición, formando un conjunto estéticamente impecable.

     Poco más puedo deciros de esta historia salvo que va dirigida a aquellos que disfrutan de las letras del autor. Así como otras veces, ayer mismo, os hablo de libros que pueden leerse de forma independiente, esta vez no es así. La música del silencio no es otra cosa que una mirada a un lado de la historia principal, fijar la vista unos momentos, enfocar, conocer un poco más, y luego seguir adelante. En este caso, a la espera de continuar con la historia de Kvothe porque aquí, hay que dejarlo claro, no se habla de su vida. Supongo que le faltó al autor un aviso; si eres de los que opinaron que a su segundo libro le sobraban páginas porque "no pasaba nada"... tal vez este no sea para ti, porque es totalmente prescindible. Pero si eres fan del autor, si te gusta como escribe y disfrutas con su prosa... entonces sí. En ese caso sal corriendo a encargarlo, porque te va a encantar. Eso sí, no confundir con el tercero de lasaga. Esa historia no avanza, esta es la historia de Auri.

     Por cierto, que ayer no os pregunté: ¿Qué libro tenéis entre manos esta semana?

     Gracias

lunes, 3 de noviembre de 2014

Alex. Pierre Lemaitre




     "No son para alimentarla. Son para atraerlas. No será el hombre quien la mate. Serán las ratas."

     Casi parece que Lemaitre únicamente ha escrito Nos vemos allá arriba, pero lo cierto es que yo lo conocí hace ya un tiempo con una obra que no tenía nada que ver con esta. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Alex.

     Conocemos a Alex, una joven atractiva, en la treintena, que ha sido secuestrada ante testigos. Encerrada y rodeada de ratas parece que su destino está ya decidido. Y también a Camille, el policía encargado de la investigación que pronto se pone a poca distancia del suceso. El momento en que encuentren a la joven se torna inminente, tanto es así que no tardan en llegar al lugar; pero Alex ya se ha escapado. Es en ese momento cuando empieza la verdadera historia, conocer a Alex, lo sucedido y por qué están apareciendo más víctimas.

     Lo primero que hay que decir es que Alex forma parte de una trilogía. De hecho es el volumen central. Sin embargo se puede leer de forma independiente, tanto es así que ni el primero ni el tercero están traducidos al castellano a día de hoy, y en las primeras páginas del libro el lector se sitúa perfectamente para afrontar una historia que, además, es autoconclusiva. Así que el hecho de que estemos ante una trilogía se convierte esta vez en algo anecdótico.

     La historia está contada a dos tiempos que se alternan, por un lado tenemos a Alex, la joven secuestrada que dista mucho de ser una víctima, y por otro a la policía: a Camille con el fantasma que arrastra de su mujer, también secuestrada, y sus dos compañeros; Louis y Armand, tan dispares como complementarios en la historia. Los capítulos son además cortos, así que la novela gana en dinamismo y provoca esa sensación de "querer avanzar un capítulo más" consiguiendo así que se nos esfumen las páginas entre las manos.
     El estilo es casi rudo, con alguna escena bastante dura (personalmente las ratas son unos animales por los que no siento ningún tipo de aprecio, así que esa parte me resultó angustiosa) salpicada con momentos de reflexiones que nos otorgan una visión más completa de los personajes.
     La novela, dividida en tres partes diferenciadas de las que no voy a dar ninguna pista, parte de una historia tratada mil veces en la literatura, como es un secuestro, y la retuerce hasta conseguir una trama llena de giros en la que el lector necesita saber lo que va a suceder en la siguiente página. Esto provoca en el lector una inquietud que va en aumento y que sólo queda aligerada con algún toque muy disperso de humor que viene dado por el trío policial. Si nos queda claro algo a medida que avanzamos, es que la víctima no es una simple víctima y que dividir a sus personajes en buenos y malo puede ser demasiado simplista en esta historia.

     El resultado de todos estos ingredientes es una novela negra realmente inquietante, aunque siendo sincera noté que bajaba un poco el ritmo a medida que me aproximaba a la resolución de la historia, que resulta muy efectiva a la hora de conseguir despertar en el lector la necesidad de seguir leyendo. Me gustó, y me mantuvo pegada a sus hojas sin saber qué esperar, y me gusta encontrarme de vez en cuando con novelas que sean capaces de despertarme esa inquietud.

     Y vosotros, ¿cuál es el último libro que se os quedó pegado a las manos?

     Gracias

sábado, 1 de noviembre de 2014

Entrevista a Félix G. Modroño

Imagen tomada de la web del autor
     Félix G. Modroño es vizcaino, aunque hace tiempo que reside en Sevilla. Licenciado en derecho por la Universidad de Salamanca lleva años compaginando su trabajo habitual con la literatura. Su primera obra fue un libro de fotografía titulado Villalpando, paisajes y rincones, en 2002 y desde entonces nos ha presentado a personajes como don Fernando de Zúñiga o, más recientemente al protagonista de La ciudad de los ojos grises, Alfredo Gastiasoro, con el que llegó a las casas de muchísimos lectores. Hace apenas unos meses nos sorprendía al aparecer como ganador del XLVI Premio de Novela Ateneo de Sevilla 2014 con su último libro, Secretos del Arenal, que acaba de salir a la venta.


     -No te voy a negar que con el paso del tiempo, las diferencias entre hombres y mujeres cada vez son menores, pero aún así. ¿Ha sido muy difícil meterte en la piel de una mujer, en cómo siente una mujer ante determinados temas?
     - Tengo que confesar que me pueden los retos (quizás sea ese bilbainismo latente). Supongo que hacer que mi protagonista sea mujer y que hable en primera persona me ha enriquecido. Todos deberíamos bucear en esos matices que llevamos dentro de nosotros. Me gusta escuchar más que hablar y soy lo suficientemente viejo como para haber escuchado a algunas mujeres muy interesantes. Me he limitado a hacerme eco de algunas de esas voces.
     - La novela está llena de sentimientos: pasión, amor, venganza, secretos... ¿Son esas pasiones las que mueven a las personas o las vamos dejando en el camino de lo cerebral?
     - Creo que es Bob Dylan quien dijo que hay personas que sienten la lluvia y personas que simplemente se mojan. Transitamos por la vida a toda prisa, motivados por la rutina impuesta por una sociedad que prefiere individuos que no se detienen a pensar porque cuando lo hacen son imprevisibles. Sinceramente creo que es la pasión, el deseo, el amor... los que nos hacen ser conscientes de nuestra libertad.
     - Y hablando de sentimientos y pasiones, ¿nos puedes contar qué sentiste cuando te descubriste ganador del Ateneo?
     - Fue un día muy especial para mi. Uno de esos que uno no olvida jamás. Fue la mejor noticia literaria que me han dado hasta ahora. Se supone que los escritores disfrutamos escribiendo, pero también sufrimos. En mi caso, he escrito mis novelas robando tiempo a mi familia, al sueño y a mi mismo. Confesaré que al colgar el teléfono, cerré los ojos, me encerré en mi cuarto y lloré.
     - Siempre se habla de la dificultad de escribir una novela a cuatro manos. A mi ahora me gustaría saber si es difícil escribir dos novelas, a dos manos, en una misma historia. ¿Cómo surge?
     - Otro reto. Me atrajo la idea de escribir dos historias que incluso se pudieran leer de forma independiente y que una no dominara sobre la otra. Al principio quise alternar su escritura, pero en seguida me di cuenta que cuando abandonaba una me costaba adaptarme a la otra. Así que opté por escribirlas por separado y luego mezclarlas, buscando la adaptación adecuada.
     - Tengo entendido que parte de la documentación de esta novela ha sido "de viva voz de quienes vivieron la época" ¿Nos puedes contar un poco como llegas a estas personas y sus historias?
     - He tenido mucha suerte. Cuando me encontraba a personas muy mayores, casi que las asaltaba para preguntarles la edad y si eran de Sevilla. A algunas les fallaba la memoria pero otras, casi centenarias, tenían una cabeza tan lúcida que resultaba increíble. En la novela cuento anécdotas de hombres y mujeres que vivieron en la Sevilla de los años 40 que, desde luego, no aparecen en ningún libro de historia.
     - Una cosa que me parece complicadísimo es elegir el título de un libro. ¿Por qué Secretos del Arenal; tan atractivos nos resultan los secretos o acaso todos tenemos algún secreto?
     - Todos albergamos secretos. Pensamientos, cuando no actos, que somos incapaces de revelar a nadie, ni siquiera a nuestro amigo de confianza. También he de decir que la palabra "secretos" es un homenaje solapado a mi grupo musical favorito quien, por cierto, aporta canciones en la novela que componen su banda sonora.
     - Llegas con el respaldo de muchísimos lectores que se acercaron hasta La ciudad de los ojos grises y además con un premio reconocido, ¿eso hace que estés más tranquilo ante la salida de esta nueva novela?
     - Eso hace que mi agradecimiento a mis lectores sea más grande y mi responsabilidad hacia ellos más sentida. Tengo la tranquilidad de saber que he sido honesto con ellos y conmigo a la hora de afrontar esta nueva aventura literaria.
     - Esta vez no se puede decir que haya una ciudad protagonista, pero si que Sevilla tiene un valor importante y una presencia que no es posible pasar por alto como si fuera una simple ambientación. ¿Qué tiene Sevilla que te hizo volver a sus calles literariamente hablando?
     - Me gusta escribir sobre ciudades que conozco. Tal vez podría contar una historia en la India o en Nueva York, pero a Sevilla la respiro cada día, paseo por sus plazas escondidas. Pienso que para escribir sobre una ciudad hay que ser de ella y hacerlo desde la distancia, o no serlo y hacerlo desde dentro. También echaba en falta una historia de Sevilla alejada de los tópicos. Con todas las novelas que se han escrito ambientadas en Sevilla, aún creo que está por escribir una novela sobre Sevilla.
     - Sin olvidar que estamos ante una historia de ficción, tengo que decir que hay un personaje en tu libro que me ha parecido que tiene una fuerza tremenda, y es "La Madrid", así que conocida tu costumbre de mezclar personajes reales y ficción, no puedo evitar preguntarte si realmente existió esa mujer.
     - Fernanda "La Madrid" existió, aunque dado que no he sido capaz de averiguar más que algunos detalles sobre su vida, me he permitido novelar sobre ella. Es la primera vez que me ocurre que un personaje cobra en mi novela más protagonismo del previsto. Lo que sí he hecho es pasear sin rumbo fijo por la callejuela donde vivió. Tal vez una forma absurda de buscar su inspiración.
     - Vino, música y literatura, son tres homenajes claros en esta novela; ¿son también tres de tus pasiones?
     - Soy apasionado. Qué le voy a hacer si yo nací en el Cantábrico. Una buena copa de vino marida con una buena lectura o con una buena canción pero, sobre todo, marida con una buena compañía.
     - Dicen que cuando un escritor pone el punto final en un libro, tiene ya imágenes del siguiente en la cabeza, ¿qué pasa por la tuya en este momento?¿Tienes alguna historia rondándote?
     - Cada vez que me sumerjo en una época, me dan ganas de seguir escribiendo sobre ella. Especialmente porque me encuentro con historias o personajes que no tienen cabida en mi historia actual y pienso que se merecen una para ellos. En esta novela me han surgido dos, que no desvelaré. Sin embargo, creo que estoy en deuda con don Fernando de Zúñiga y esta vez sí que le mando a Venecia.
     - Por último es conocido mi lado más cotilla literariamente hablando. ¿Me puedes contar qué estás leyendo en este momento?
     - Mi labor de documentación no consiste solo en leer tesis doctorales o libros de historia. Además procuro leer novelas de temas que tienen que ver con mi próxima historia o que se ambientan en mis próximos escenarios. Acabo de leer Regreso a Venecia de Francisco Granado y ahora estoy inmerso en Adriático de Eva Díaz Pérez y en Marca de agua de Joseph Brodsky.
     - Muchas gracias por tu amabilidad y por tu tiempo.
     - Gracias a ti por haberme reservado este espacio. Un placer.

     Y, como os digo siempre, gracias a todos los que pasáis por este espacio.

     Bibliografía:
     - Villalpando, paisajes y rincones (libro de fotografía)
     - Paisajes (colaboración)
     - La sangre de los crucificados 
     - Muerte dulce
     - La ciudad de los ojos grises
     - Secretos del Arenal