jueves, 30 de octubre de 2014

Secretos del Arenal. Félix G. Modroño


     "Una muerte violenta cambió mi vida. Y si bien el paso del tiempo ha conseguido atemperar los recuerdos del dolor, raro es el día en que su cadáver no se me viene a la cabeza, creando un sustrato de niebla que subyace en todos mis pensamientos y agudiza mi melancolía."

     Tras haber leído las anteriores novelas de este escritor, muchos estábamos pendientes de si saldría pronto un nuevo título a la luz. Por eso fue toda una sorpresa conocer hace ya unos meses que, no sólo habría un título nuevo, sino que además había ganado el Premio de Novela Ateneo de Sevilla. Tocaba esperar. Y hoy ya puedo decir que traigo a mi estantería virtual, Secretos del Arenal.

     Conocemos a Silvia, una mujer que vive marcada por el terrible asesinato de su hermana. Sus lazos personales con el mundo del vino la llevarán a conocer a Mateo, un hombre por el que se siente irremediablemente atraída con el que comenzará una apasionada relación, y al que propondrá desde el anonimato que otorga un correo electrónico, la lectura de una novela; Secretos del Arenal. Nos sumergiremos entonces en la lectura esta segunda novela, una historia ambientada en Sevilla en los años cuarenta llena de sentimientos e intrigas y protagonizada por una joven llamada Olalla mientras nos preguntamos qué se oculta tras esa petición.

     Esta vez el autor nos propone una novela con dos historias  y dos momentos distintos. Una actual, narrada en primera persona por la mujer que la protagoniza, y otra con un narrador omnisciente que nos traslada casi medio siglo atrás. Ambas se van alternando a lo largo del libro, y lo hacen consiguiendo ese difícil equilibrio que provoca que el lector mantenga el interés en ambos hilos. Sus personajes se van abriendo y nos van dejando la clara sensación de estar ante una novela de tintes más negros que las anteriores, y también la certeza de que la pasión es uno de los grandes motores de la novela. Félix opta por descubrir el alma de su protagonista femenina, metiéndose para ello en la piel de una mujer, y desvelándonos esos rincones que no siempre estamos dispuestos a compartir, generando una intimidad con el lector que no tarda en verse arrastrado por la historia. Una historia en la que el amor, el odio, el sexo, la venganza, el rencor o la lealtad irán tomando protagonismo.
   
     Hace gala, como ya nos tiene acostumbrados, de un cuidado uso de la palabra consiguiendo una armonía salpicada de pequeñas descripciones y pensamientos, en la que el lector se siente cómodo, invitándole a seguir leyendo. Descubrimos así  en la historia presente el mundo del vino, con sus aromas y matices, para trasladarnos después a una Sevilla de posguerra en la que será el mundo literario y la Generación del 27 quien encuentre hueco entre sus páginas mientras paseamos por escenas tremendas en lugares tan conocidos como el Parque de Maria Luisa. Y todo ello dando muestras de una gran labor documental que en ningún momento queda expuesta de forma directa, sino en los pequeños detalles.
      Los protagonistas de ambos hilos vienen acompañados de algunos secundarios inolvidables, como es el caso de La Madrid, una mujer que aparece en la parte histórica del libro y que atrajo mi atención desde las primeras líneas.

     Estamos, en definitiva, ante una novela con dos historias en la que los crímenes y los sentimientos nos llevarán a intentar descubrir esos secretos que nos anticipaba el título, con una resolución que no deja ningún cabo suelto.
Me gusta cuando los escritores optan por moverse de su zona de confort, y en este caso el autor ha optado por una doble historia y por protagonistas femeninos, consiguiendo además la mejor de sus novelas.

     Y vosotros, ¿también sois de los lectores que siguen las publicaciones de los escritores cuyas letras os gustan?

     Gracias

     PD. Hoy sí, os dejo el Book Tráiler


miércoles, 29 de octubre de 2014

Al límite. Thomas Pynchon






      "Es el primer día de la primavera de 2001 y Maxine Tarnow, a la que algunos todavía guardan en la memoria con su apellido de soltera, Loeffler, lleva a sus hijos a la escuela. Sí, es más que posible que ya no estén en edad de necesitar acompañante, y también es posible que Maxine se resista, todavía, a dejarles ir a su aire, son sólo un par de manzanas, le pilla de camino al trabajo y le gusta hacerlo, así que ¿qué tiene de malo?"

     Es curioso como hay escritores que son superados por su propia fama como escritores. Ya sé que la frase no tiene sentido, pero como se trata de Pynchon tampoco importa demasiado si tiene sentido lo que estoy diciendo. Todo el mundo lo conoce, de nombre porque nadie lo ha visto la cara salvo tal vez Martin Amis que parece ser queda con frecuencia con él. Y sin embargo, mucha gente aún no lo ha leído. El caso es que la salida al mercado de un nuevo título ha provocado que todos los ojos se vuelvan para leer, cuanto menos, el título. Hoy traigo a mi estantería virtual, Al límite.

     Conocemos a Maxine Tarnow, una investigadora de fraudes que no siempre se ha movido en el lado adecuado de la ley al investigar. Es una mujer divorciada y con dos hijos que sigue mirando a su egocéntrico ex. Un antiguo conocido acude a ella para que investigue Hashslingrz, una empresa de seguridad informática liderada por Gabriel Ice por posibles delitos de fraude. No lo he dicho, pero estamos en Nueva York, corre el año 2001 faltan pocos meses para el 11-S.

      Siempre es complicado hablar de las novelas de Pynchon; por la trama, por los personajes, las críticas, por sus gustos recurrentes... siempre se dice menos de lo que se quiere, más de lo que se debería y no siempre de la forma más ordenada para quien está escuchando o leyendo la opinión. Así que lo mejor suele ser ordenarse un poco e ir por partes sin comparar demasiado con novelas anteriores (por mucho que nos tiente a sus lectores habituales) para que nadie se pierda.
   
     Es inevitable al leer la sinopsis de Al límite, pensar en el peso que puede tener el 11-S en el argumento, y precisamente por eso hay que destacar que no es una novela que trate del 11-S aunque, efectivamente, aparece y tiene su peso como lo tuvo en la vida de millones de personas. La novela, que se articula en torno a una investigación con muerte incluida, pronto nos deja claro que esta vez Pynchon se inclina por el género negro como ya hiciera en otras ocasiones. Acompañamos así a Maxine en una investigación en la que descubriremos el auge tecnológico que tuvieron las puntocom en un determinado momento (tema, la informática, en el que reconozco estoy pez, y así me he sentido durante un par de páginas mientras iban explicando conceptos y bases). Esa burbuja en la que no se sabía muy bien de lo que se estaba hablando y para la que Pynchon creará (importante esta puntualización) o adelantará en el tiempo una zona web profunda (Deep Web), en la que parece que todo vale o todo puede estar ahí, todos incluso; un juego en el que se vaporiza a los malos en lo que a mi me ha parecido una crítica sarcástica al concepto de violencia al alcance de todos en las redes, y también de DeepArcher, un programa que no tiene desperdicio. En el camino de la investigación de los fondos y a qué se dedican, el autor entra en el tema conspirativo, inevitable supongo en estos casos y más con la sombra del 11-S planeando de fondo para un lector que recibe esta historia conociendo lo que va a suceder, y que no puede evitar sentir un escalofrío cuando los hijos de nuestra protagonista visitan a su padre en una oficina situada en el WTC. Así es Pynchon, se divierte escribiendo (no me cabe duda) y también se divierte pensando en las reacciones del lector.
     Maxine me ha parecido un personaje magnífico, el más femenino con diferencia de cuantas mujeres nos había dibujado el autor, pero lleno de esas pequeñas complejidades tan reconocibles en su estilo. Está acompañada además de todo un universo de niños, judíos, programadores, coleccionistas de muñecas, mujeres que siguen siendo princesas... por el que es un placer pasearse. Un mundo además en el que apreciamos una crítica a la sociedad y el capitalismo imperante, pero también un sentido del humor actual en el que incluso de permite sorprender al lector al citar a Britney Spears, o recordarnos series televisivas de hace unos años. Y un mundo que cambia, junto con las personas que lo pueblan al sufrir un impacto como el 11-S (y no pongo un ejemplo que me ha parecido espléndido por no desvelar nada del contenido de la historia).

     La última novela de Pynchon es más lineal, menos disparatada (aunque tiene momentos como el recuerdo de un crucero que son francamente divertidos) y posiblemente una gran opción para comenzar con uno de los nombres que, no cabe duda, ya figuran en el vocabulario de cualquier lector.
Me ha gustado volver a Pynchon; no es su mejor novela, pero la he disfrutado.

     Y vosotros, ¿alguien tiene una foto de Thomas Pynchon? Ah, no...  no era esa la pregunta; ¿Sois de los que consideráis a Pynchon difícil incluso sin haberlo leído o ya os habéis animado con él?

     Gracias

     PD.
     Título original: Bleeding Edge
     Bleeding Edge: tecnología tan novedosa que incurre en un elevado riesgo de ser poco fiable y provocar que los gastos soportados al utilizarla sean muy elevados.

martes, 28 de octubre de 2014

Las luminosas. Lauren Beukes




     "Harper aprieta en el puño el poni naranja que guarda en el bolsillo de la americana. Es de plástico y está cubierto de sudor. Aquí es pleno verano, hace demasiado calor para lo que lleva puesto, pero ha aprendido a utilizar un uniforme para lo que va a hacer, vaqueros, en concreto. Da largas zancadas, a pesar del pie renqueante, como un hombre que camina porque va a algún sitio. Harper Curtis no es un parásito, y el tiempo no espera. Salvo cuando lo hace."

       Si os digo la verdad, entre la imagen de la cubierta y el título, que me hacía pensar en las niñas gemelas de El resplandor, cuando me llevé este título a casa creía que estaba ante una novela de terror. Sin embargo, lo que me encontré fue un thriller con un punto de diferencia muy importante frente a las novelas habituales. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Las luminosas.

     Conocemos a Harper cuando le da un poni de plástico a una niña, Kirby. Él se nos antoja peligroso desde las primeras líneas, y la niña casi una víctima inocente. Sin embargo, no sucede nada hasta años después cuando, cumpliendo la promesa que le hace a la niña, regresa a buscarla. Y lo hace para asesinarla. Lo que no sabe es que será su única víctima capaz de sobrevivir a su atroz ataque y que además se convertirá en su perseguidora más feroz. Kirby, becaria en un periódico y acompañada del veterano reportero Dan, sabe cual es su objetivo: encontrar a ese hombre.

   El libro empieza justo como comienza la sinopsis; cuando Harper y Kirby se encuentran. En ese momento no sabemos que Harper es un asesino, ni que Kirby será la otra gran protagonista de la historia. Pero intuimos que su relación va a ser importante. Y poco tarda la autora en situarnos y mostrarnos lo que se nos viene encima en este libro.
     La trama, que nos sitúa en Chicago abarcando cincuenta años (desde los años 30 a 1993), se estructura alternando la historia de uno y de otro: Kirby y su búsqueda incansable, y Harper y sus asesinatos. De este modo, vamos avanzando intentando comprender el puzzle que nos plantea Beukes en una historia que, hasta aquí, no parece que plantee nada original. Pero en este novela hay un tercer protagonista muy importante: la Casa. Y es una casa escrita así, con mayúsculas, porque en ella se establece una especie de santuario de sus víctimas y, más allá de eso, un medio para encontrarlas. Porque lo que aún no os he dicho es que la estructura de la novela incluye viajes en el tiempo. La autora nos dibuja una suerte de bucle temporal por el que Harper es capaz de moverse, mientras que Kirby acompañada por el reportero Dan, investiga en un presente situado en 1993. Y esta es, sin duda alguna, la parte más atractiva del libro. Lauren Beukes no tiene miedo a las paradojas temporales, sino que casi se vale de ellas para simplificar una historia que parece un galimatías pero en la que no nos perdemos en ningún momento. Una novela con una sólida trama negra salpicada con sangre que busca involucrar al lector en la caza de un culpable al que miramos con lupa para buscar su defecto que lo haga susceptible de ser descubierto. Y una novela en la que, por difícil que os pueda resultar creerlo, su autora consigue que nos creamos lo que nos está narrando: en ningún punto tuve la sensación de estar ante una novela de ciencia ficción pese a lo que os acabo de explicar.
 
     Las descripciones son someras, el lenguaje directo y la prosa queda desprovista de cualquier elemento de artificio que nos distraiga de la trama principal, y si embargo nos da los datos suficientes como para que reconozcamos a las víctimas que nos ha presentado en el momento justo en que su destino queda sellado, años antes de encarar la muerte. Porque ese es el tercer eje y también el tercer punto que articula una novela que busca mantener un ritmo constante, una cadencia: conocemos a la víctima, conocemos lo que le sucede y conocemos cómo avanza el presente. Avanzamos. Repetimos. Y así cada vez hasta construir una historia en la que destaca la originalidad del planteamiento por encima del desarrollo del mismo. Porque, tengo que reconocer, que vista así, parece que tiene todos los ingredientes para ser una gran novela, y sin embargo le falta un punto para brillar. No he encontrado una profundidad suficiente en sus protagonistas, ni siquiera en el binomio Dan-Kirby, y eso ha deslucido de manera considerable mi valoración final.

       Las luminosas es una novela entretenida en la que descubrimos que aún nos quedan muchos caminos que recorrer en la novela negra para poder afirmar eso que tanto se dice últimamente sobre que "ya está todo inventado".

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias

jueves, 23 de octubre de 2014

Galveston. Nic Pizzolatto



     "El médico me fotografió los pulmones. Estaban repletos de copos de nieve.
     Al salir de la consulta me pareció que todos los presentes en la sala de espera se alegraban de no ser yo. Ciertas cosas se notan en la cara de la gente.
     Yo ya sospechaba que algo iba mal porque unos días antes, al subir dos tramos de escalera persiguiendo a un tipo, había notado que me costaba respirar, como si cargase con unas pesas en el pecho."

     La mayor parte de nosotros conocemos True Detective. No sólo eso, sino que además nos ha encantado la serie en mayor o menor medida, con su pareja de policías protagonista, sus ritos, asesinatos, paisajes... Sin embargo no es de eso de lo que voy a hablar, sino de una novela negra que voy a intentar despegar del estigma que supone llegar a la sombra de una producción que puede convertirse en estigma. Hoy traigo a mi estantería virtual, Galveston.

     Conocemos a Roy Cady, de hecho el nos cuenta su historia desde el día en que le diagnostican un cáncer de pulmón. Cady es el matón de un mafioso de Nueva Orleans llamado Stan, pero no tarda en descubrir que sobra. Stan lo envía a una emboscada de la que logra salir con vida, así que tiene que huir si quiere que eso siga así. Sin embargo no es el único que sobrevive en esa emboscada. De allí saca una compañera de viaje, Rocky, una prostituta que parece especialista en equivocarse y poco después también a la hermana de esta, Tiffany. Juntos emprenden una huida hacia Texas.

     Con un estilo seco que no busca que el lector empatice especialmente con ninguno de los personajes, Galveston es una novela sobre personas marcadas. Quizás uno de sus rasgos más marcados sea ese, Pizzolatto no quiere que nos apenemos por sus personajes, ni siquiera por la niña pequeña (Tiffany). Él nos muestra un elenco de perdedores, marcados y sin muchas esperanzas de mejorar en su vida y lo hace demostrando que ni siquiera el lector es capaz de apenarse por ellos. No hablo ya de los protagonistas, también los secundarios (no puedo olvidar esa suerte de motel de almas rotas) y es que pareciera que todos se han unido en esta novela para mostrar un ambiente decadente y árido.
     La novela, narrada en primera persona años después del comienzo de la historia(no os diré cómo ni dónde, sería una pena), queda marcada principalmente por la forma de escribir del autor. Rápidamente nos sitúa y comienza a dibujar a sus personajes con trazo firme, y hace bien ya que cuando se aleja un poco de esa estela es cuando la historia decae. No nos importa si usa clichés o los enlaza entre puestas de sol y violencia ya conocida, porque se maneja bien en ese terreno. Pero cuando intenta remontar o sorprender es precisamente cuando más me ha costado seguirlo, me ha sonado a novela ya desgastada y quizás precisamente por eso le ha faltado ese punto que hace que una novela sea sobresaliente, que me tenga pegada a una acción a la que asistí como simple espectadora.

     En Galveston me he encontrado una historia entretenida, con altibajos, pero que remonta en su parte final. Pero también me he encontrado con una voz que se hace escuchar en su primera novela, y a la que seguramente debamos de prestar atención en un futuro.

     El otro día hablaba de campañas publicitarias agresivas en algunos libros. En este caso la novela tiene una sombra tremenda que superar y que creo, ha sido un error: hacer que los lectores esperen un tipo de historia en concreto y lean pensando en Matthew McConaughey. Puede que haya impulsado su publicación, pero el precio va en el lastre que supone a la hora de leerlo.
     Y vosotros, ¿pensáis que hay libros que quedan marcados por quien los ha escrito?

     Gracias

     PD. Estaré fuera unos días. Nos vemos el lunes

miércoles, 22 de octubre de 2014

Tesla y la conspiración de la luz. Miguel A. Delgado




     "Para algunos ya era una rutina, pero para Edgar no. Él nunca se cansaba de contemplar la llegada de los oceánicos.
     La Terminal Internacional de Nueva York, situada al sur de Manhattan, era una sorprendente llanura en el extremo de una isla plagada de rascacielos que recortaban su silueta sobre la Aurora, una cortina resplandeciente que aquí y allá dejaba asomar alguna solitaria estrella y que hacía una hora había sustituido a la luz del sol."

     Algo que aún no he comentado es mi pasión por las ciencias. La física siempre me ha gustado, y Testa es uno de esos nombres que siempre me han parecido fascinantes. Así que este libro me llamó la atención desde la primera vez que vi su título, no podía ser de otro modo. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Tesla y la conspiración de la luz.

    Conocemos a Edgar Kerrigan, un joven mensajero de 19 años que quiere ser piloto. Vive, como todo el mundo, pendiente de las noticias que dan sobre el estado de salud de su admirado Thomas Alva Edison, sin saber que la casualidad le llevará a descubrir que es un fraude. El mundo tal y como lo conoce, avanzó gracias a un tal Tesla del que nadie habla, y no por Edison. Al morir este último se precipitan los acontecimientos y se verá involucrado en la mayor de las aventuras que hubiera podido soñar, parece que hay quien sabe de la existencia de Tesla y sus obras y está dispuesto a hacer que lo escuchen.

     La novela se encuadra dentro del género steam-punk que tan de moda se está poniendo. Nos sitúa en los años 30 del siglo pasado, en un mundo retrofuturista en el que la evolución a partir de los inventos ya conocidos ha seguido una vía diferente a la real. Hay voladores, control climático, la Red... y curiosamente no encontramos menciones a gasóleos. Nos presenta de este modo una "versión b" de nuestra historia en la que avanzaron únicamente en pos de la electricidad. Eso hace que sigamos las pequeñas descripciones en las que vamos observando retazos de ese mundo que el autor se encarga de contarnos con normalidad, sin pararse en extensas explicaciones, como si lo natural fuera el mundo que nos relata y consiguiendo así despertar nuestro interés.
     Estamos ante una novela de ficción en la que el autor nos ha relatado la historia de un personaje últimamente reivindicado, Tesla, y cuya vida fue tan interesante como desconocida. Sin embargo, lejos del concepto "biografía" nos propone una novela de ficción salpicada de nombres reales, que es una aventura para todas las edades. Encontramos en ella ecos a Verne o Asimov: submarinos y avances científicos que nos son desconocidos, nos hace pensar en Wells también, como si rindiera un pequeño homenaje en sus letras a todos esos autores que hicieron soñar durante muchas otras a otros tantos lectores.

     La trama también recuerda a estas novelas ya clásicas en las que un joven vive una gran aventura mientras descubre como es realmente el mundo que le rodea. Y es que la novela tiene mucho de aventuras y persecuciones, con héroes improvisados y también malvados. De este modo nos conduce por una historia que va cogiendo ritmo a medida que avanzamos páginas, mientras corremos en pos de nuestros ya compañeros de aventuras. No falta tampoco el Villano, ese con mayúsculas que pone en peligro la vida tal y como se conoce y, por supuesto, tampoco falta Tesla, mi personaje favorito de toda la novela.

      Tesla y la conspiración de la luz es una novela de aventuras que se disfruta con aquellas que leíamos hace años y que nos deja del mismo modo ese regusto a aventura ya clásica entre nuestros estantes.

     Y vosotros, que ayer por problemas de red (muy apropiado teniendo en cuenta el libro que hoy os enseño) no pude publicar: ¿qué estáis leyendo esta semana?

     Gracias

lunes, 20 de octubre de 2014

Endgame. La llamada. James Frey, Nils Johnson-Shelton




     "Endgame, el Juego Final, ha empezado. Nuestro futuro no está escrito. Tu futuro es nuestro futuro. Lo que tenga que ser, será.
     Todos creemos en una versión distinta de cómo hemos llegado hasta aquí. Dios nos creó. Los extraterrestres nos alumbraron. Surgimos del impacto de un rayo o llegamos a través de portales. Al final el cómo carece de importancia. Tenemos este planeta, este mundo, esta Tierra. Llegamos aquí, hemos estado aquí y aquí estamos ahora. Tú, yo, nosotros, toda la humanidad. Lo que creas que sucedió en un principio no es importante. El final, sin embargo... El final, sí."

     Es curioso, pero cuando me enteré de la publicación de este libro, recibí muchos datos; excepto su sinopsis. Era una trilogía, se publica ya en 30 países, hay perfiles de sus personajes en las redes, se está desarrollando un juego, se han vendido los derechos cinematográficos... ¿Se puede ganar medio millón de dólares leyéndolo? Despertó mi curiosidad una campaña tan agresiva, y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual Endgame. La llamada.

     Quedan en el mundo los linajes de 12 tribus antiguas. Parecen llevar vidas normales pero, en cada linaje, hay un jugador que se prepara desde su nacimiento para el juego final. Un juego que no saben cuando comenzará pero que será catastrófico, que sólo dejará sobre la faz de la tierra a un jugador y un linaje. Ahora, con la caída de unos meteoritos, el aviso está dado: los jugadores han sido llamados y Endgame comienza.

     Están de moda las distopías en las que un puñado de jóvenes se juegan la vida. No hay más que pensar en Los juegos del hambre y todo el fenómeno que ha rodeado a libros y películas. O fijarnos en cuantas han ido siguiendo su estela. Y es inevitable pensar en ello cuando vemos la sinopsis, con jugadores adolescentes, destino común, muerte... porque evidentemente es el primer público al que va dirigida la historia. Una historia que se reparte un una trilogía y que comienza en este volumen.  Conocemos pues a los jugadores, doce adolescentes de doce lugares distintos que poseen habilidades diferentes y personalidades también diferentes. Y que tienen que intentar descifrar enigmas. Quizá esa sea la diferencia más notable: la violencia no es algo que se les exija, sólo saben que ganará uno de ellos y que el juego pasa por resolver un misterio siguiendo cada uno sus propias pistas. Pero no hay reglas. Con todo lo que eso puede implicar.

     Los conocemos en capítulos cortos, narrados en tercera persona, con vocabulario muy sencillo (a veces demasiado para mi gusto) que busca facilitar al lector familiarizarse con ellos. Alternándose les vamos siguiendo la pista y descubriendo sus alianzas y odios mientras procuramos identificarlos rápidamente para no perder pie en la novela. Desplazamientos geográficos, enigmas antiguos, pirámides, guerreros...  casi parece que los autores han querido poner toda la carne en el asador para conseguir unos lectores entregados a la causa. Y "la causa" parece el hijo que hubieran tenido los ya mentados Juegos del Hambre en una improvisada pareja con El Código Da Vinci. Es decir, no me cabe duda de su éxito entre los aficionados a la trilogía ya mentada varias veces.

     El resultado es un libro entretenido, cuyo único aspecto destacable es la tremenda campaña que tiene adosada. Realmente poco aporta como novedad en su argumento, pero no me cabe duda del tirón de este tipo de historias en las que siempre están a la carrera intentando salvarse o descifrar el modo de ganar. Y así parece haber sido concebido, y así me sonó durante su lectura en algunos momentos, como algo prefabricado para hacer dinero en todas las formas posibles. Y eso no me termina de gustar, la verdad. Además creo que el lector habitual, como yo, no va a coger la novela buscando los enigmas; yo la cogí para leer la historia ya que para mi, la experiencia lectora no pasa por descifrar datos conectándome a un juego que sigue la estela del libro. Para mí la experiencia lectora consiste justamente en leer. Aunque también puede ser que me haya quedado anticuada. Pero eso de que un autor aparezca diciendo de antemano que el premio se da porque esperan recaudar más del triple, y que hable de posibilidades pero no de trama... no termino de verlo.

     Qué os parece la campaña que hay alrededor de esta trilogía, ¿también os parece que eclipsa a la propia novela?

     Gracias

     PD. Os dejo el booktrailer:



sábado, 18 de octubre de 2014

Entrevista a Jeff VanderMeer


Imagen:
http://www.jeffvandermeer.com/
     Jeff VanderMeer  nació en 1968 y creció en las Islas Fiji. Pasó seis meses viajando por Asia, África y Europa antes de regresar a Estados Unidos, siendo esta una experiencia muy importante para su obra literaria.  Es considerado uno de los autores más relevantes de ficción a nivel internacional, y actualmente sus libros son traducidos a más de 20 idiomas. Ha colaborado en cine, en cortometrajes y también en vídeos promocionales de videojuegos, escribe en un blog y en The Washington Post. Ha ganado en dos ocasiones el World Fantasy Award, ha sido finalista del Premio Hugo, el Premio Philip K. Dick, el International Horror Guild Award, el British Fantasy Award, el Premio Bram Stoker y el Theodore Sturgeon Memorial. Ha sido profesor en el MIT y la biblioteca del congreso entre otros muchos trabajos. Y, sobre todo, es una persona accesible y amable y con un gran sentido del humor.  
      Os dejo con la entrevista:

     - ¿Nos puedes hablar de el origen de la trilogía, cómo surgió la idea o si ya pensabas en una trilogía desde el principio?, ¿es cierto además que te inspiraste en sueños?
     - Esta saga nació en un sueño que tuve mientras estaba muy enfermo con una bronquitis. Yo iba caminando, bajando por un túnel y vi palabras escritas en la pared con un tejido vivo, y estaban frescas. Cuando desperté, escribí el comienzo de Aniquilación. Además, una parte de Aniquilación son, adaptadas, las caminatas de catorce millas que llevo haciendo casi dos décadas fuera de los bosques de la península de Florida (no todo en Florida se parece a Miami).
     Para cuando llevaba la mitad de Aniquilación, ya tenía el esqueleto de la historia de los tres libros. Hubo un tiempo en que pensé que podrían ser dos libros, luego cuatro, pero al final funcionó mejor con tres. No era mi intención crear una trilogía, pero era lo mejor para la historia.
     - La Trilogía Southern Reach tiene un calendario de lanzamientos muy peculiar, ¿Por qué tres libros en un año?
     - La editorial estadounidense tuvo la idea de hacerlo, y me gustó mucho. Por lo general, el segundo libro aparece un año después de la publicación de la primera novela de una trilogía, y para entonces los lectores pueden haberse olvidado ya de la serie o estar menos animados a continuar con la siguiente. En EE.UU. ha funcionado muy bien, y la segunda y tercera novelas han formado parte de la lista de bestsellers del New York Times. En este momento, cuando las formas de publicación y los hábitos de los lectores están cambiando, tenía sentido hacerlo. Además, estos tres libros no siguen el patrón normal de las trilogías, las tres novelas son algo así como secciones de la misma historia. Son libros muy diferentes entre ellos y creo que por eso funcionan.
     - ¿Volverías a hacer algo así?
     - No creo, las ideas que tengo y que sigo actualmente, van en la línea de libros autoconclusivos, no series.
     - ¿Puedes resumir lo que nos encontraremos los lectores en la Trilogía Southern Reach?
     - Las novelas tratan sobre la búsqueda y encuentro de lo inexplicable, sobre los límites de nuestros conocimientos y también sobre nuestra capacidad para ver realmente el universo, además de abordar temas como la ecología y el medio ambiente. También tratan sobre la capacidad del ser humano para dejarse vencer o seguir luchando incluso sin estar seguros de sus posibilidades (y lo bueno y lo malo de que esto suceda). Pero también son tipos de historias diferentes, comenzando por Aniquilación que toma o imita la forma (todas ellas son doppelgängers) de las historias clásicas en las que se explora lo desconocido.
     - ¿Hacia dónde avanza la historia tras el primer libro?
     - La segunda novela, Autoridad, nos lleva detrás de la historia, a la Agencia Secreta Southern Reach, que es la encargada de enviar las expediciones al Área X, para averiguar qué va mal en ella. Mientras que Aniquilación, salvo algunas conversaciones surrealistas, es una novela muy seria, Autoridad es una tragicomedia sobre  la burocracia que va y viene en las agencias secretas, a la vez que continúa la historia sobre la búsqueda de lo que sucede en el Área X. He trabajado montón sobre de lugares tipo El Señor de las moscas y el conflicto con los mandos intermedios y esa experiencia se refleja en la novela. Sí, hay una especie de humor negro, pero ha habido varias personas que trabajan en agencias gubernamentales de Estados Unidos que han venido a presentaciones y me han dicho que se rieron durante toda la novela, ya que daba en el clavo sobre los absurdos  burocráticos gubernamentales diarios de hoy en día. Además, a diferencia de Aniquilación, donde la bióloga tiene un cierto control sobre sus acciones en la narración, el protagonista de Autoridad se ve permanentemente limitado por unos motivos u otros. Nos gusta pensar que tenemos mucha más capacidad de elegir cuando actuamos en la vida real, así que sé que este punto va a ser un poco desconcertante para algunos lectores.
    Además, mientras que Autoridad sigue la línea de las novelas de espías, Aceptación es, en cierto modo, una búsqueda. Pero esta búsqueda irá tomando todo tipo de desvíos que son en realidad esenciales para la narración. Y también es una novela que trata sobre la palabra que le da título. Cualquier persona que espere volver a un status quo anterior y escribir algo realista, debería mirar por una ventana y sopesar si eso tiene sentido.
     - El Área X, ¿puedes explicar qué es el Área X?
     - Es una zona salvaje aparentemente pura, en la que llevan sucediendo cosas extrañas desde que ocurriera algo hace 30 años. Desde entonces, Southern Reach ha estado enviando expediciones a través de una puerta existente en la frontera invisible, pero no han tenido mucho éxito en sus averiguaciones.
     - El hipnotismo juega un papel importante en la historia, ¿como te decidiste a incluirlo?
     - Se me ocurrió que podía ser una manifestación de la paranoia en la agencia secreta de Southern Reach y, como se ajustaba bien a la historia, lo dejé. Creo que estamos infectados o colonizados por virus mentales todo el tiempo, así que en cierto modo el hipnotismo es literal, pero también una metáfora... especialmente en Autoridad.
     - ¿Por qué empezar una historia con todos sus personajes principales femeninos?
     - Porque sí. Se me ocurrió de esa manera y no tenía sentido para mi cambiarlo. No entiendo que pregunten eso cuando nadie lo hace si escribo solo sobre hombres. Hay también una razón práctica, porque Southern Reach ha enviado esta vez solo mujeres para cambiar las métricas y ver si así cambian los resultados.
     - ¿Qué autores o libros te influyeron para escribir la Trilogía de Southern Reach?
     - Bajo el viento del mar, de Rachel Caron, El mar interior de Philip Hoare, El invierno de los trolls de Tove Jansson, La agonía del poder de Jean Baudrillard... la lista completa explicada está aquí 
     - ¿Qué planes tienes ahora que has terminado con Southern Reach?
     - Bueno, primero dormir un poco y disfrutar de tiempo libre. He estado de gira en los EE.UU. desde febrero con la trilogía. Pero también estoy trabajando en una nueva novela titulada Borne, que trata sobre un enorme oso psicótico flotante en una ciudad post-colapso.
     - Tienes fuertes opiniones acerca de las etiquetas literarias, ¿cuáles crees que son sus pros y sus contras?
     - Como lector, en cierta medida si que me gustan las etiquetas. Pero como escritor, creo que es importante hacer presión en su contra. Una etiqueta rígida puede hacer invisible una gran parte de lo que se trate en una novela. Por ejemplo, me alegro de que la mayoría de las críticas de Aceptación, mirando atrás en la trilogía, se hayan centrado en los elementos ambientales  y ecológicos y menos en los relacionados con la ciencia ficción. Si el libro se hubiera publicado como ciencia ficción en los EE.UU. y valorado sobre todo por los lectores de ese género, no creo que hubiésemos tenido este mismo resultado. Y eso afecta al número de lectores al que se puede llegar.
     - ¿Qué estas leyendo en este momento?
     - Estoy leyendo a la vez, Perro callejero de Marin Amis, The wilds de Julia Elliott, Off the map de Alastair Bonnet y El incal de Jodorowsky.

     Tengo que darle las gracias a Jeff y, por supuesto, a todos vosotros por pasaros por aquí.

     Bibliografía del autor en castellano:
     - Veniss soterrada
     - La biblia steampunk
     - Aniquilación
     -Autoridad

viernes, 17 de octubre de 2014

Arte antiestrés. Láminas para colorear

     - 100 Láminas vintage para colorear.
     - 100 Láminas para colorear

     Ahora que empieza el mal tiempo, voy a proponer una opción diferente a las habituales. Todos recordamos las horas interminables que pasábamos de niños entre papeles y cajas de lápices. Y aquellos que tienen niños cerca, alguna vez se acercan una vez más a este tipo de libros.

     Instrucciones para pasar una tarde relajada disfrutando como niños.

     1. Buscar algo que hacer. La televisión siempre acaba por darnos alguna noticia que nos amargue, y no siempre tenemos un libro para leer. Así que busquemos una opción que nos sirva para muchas tardes. Los sudokus están pasados de moda, así que cojamos un libro de colorear. Sí, he dicho colorear.
     Importante: no olvidar los lápices de colores.


2. Elegimos una lámina. En esto se tarda. Y en saber de qué color la queremos poner. Creo que me quedo con las flores y, mirando por la ventana, echaba de menos el color azul del cielo (estaba de un tono gris marengo muy poco favorecedor para una rosa). Empezamos casi con miedo escénico, hemos perdido la costumbre y ya se sabe, que la costumbre es muy importante. Azul. Miro las siguientes rosas y me sonrío pensando que hoy no voy a terminar la lámina y que nadie me va a decir nada por empezar una lámina nueva sin haber terminado de colorear esta. Pero de momento no se me ocurrían más colores para pintar tanta rosa (a día de hoy ya está terminado, mamá).

3. Escogemos una más sencilla. Si con media docena de flores se nos complica. Buscamos una sola flor, grande además, para no salirnos por los bordes. Y en este caso, como no quería complicarme... pues las rosas son rojas que decía aquel poema. A nuestro gusto, si la mía es conservadora, la vuestra puede ser amarilla, naranja, violeta o negra. incluso la podéis hacer tricolor.      La creatividad es libre y el libro es vuestro.


4. Sin complejos. Si hoy no nos sentimos creativos tampoco pasa nada. Hay días así. En los que ves rombos y lazos y piensas en el papel de la pared de la sala de estar de tu tía abuela. ¿Adivináis? El de la mía era verde. Sin nada más. De hecho hasta los sofás que había en esa habitación eran de color verde botella. Y tenía un cuadro que me daba bastante miedo cuando era pequeña. Vaya, si que da de sí esto de colorear, incluso trae recuerdos.
     Y ahora que me fijo, tampoco ha quedado tan mal mi papel pintado. Para casa no lo veo, pero así en el libro queda bastante bien.  De hecho creo que ya puedo ponerme a intentar algo un poco más complicado a ver qué pasa.

5. Confianza.
Superadas las primeras láminas ya empiezo a ver el libro con los colores que debería tener. Me pongo a ello, los colores parecen surgir de la página y no de mis lápices y, por supuesto, hace mucho rato que me he olvidado del reloj.
Tengo que reconocer una cosa: lo estoy disfrutando y mucho. Tanto es así que me sale un lado infantil que no recordaba y siento la necesidad de exponer mi dibujo en la nevera de casa. Pero ya no tengo edad... así que... bueno, así que decido subirlo a las redes sociales. Y cual es mi sorpresa cuando alguna persona me responde enseñándome justo cómo le quedó tal o cual lámina.

     Mi propuesta de hoy pasa por divertirse, relajarse y ser original. Tengo que resaltar la calidad de los dibujos y también del papel, bastante grueso. En cuanto a los dibujos los hay de todo tipo: animales, flores, estampados imposibles, otros más abstractos para que interpretemos a nuestro gusto. Una delicia, para usar y regalar.

      Y vosotros, ¿os veis coloreando o nunca habéis dejado de hacerlo aunque sea en los bordes de las servilletas?

     Gracias

jueves, 16 de octubre de 2014

El misterio de Gramercy Park. Anna Katherine Green




     "No soy una mujer curiosa, pero cuando en mitad de una calurosa noche de septiembre oí maniobrar un coche de punto en la casa de al lado, y detenerse, no pude resistir la tentación de saltar de la cama y echar un vistazo a través de las cortinas de mi ventana.
     En primer lugar porque la casa estaba vacía, o eso se suponía, pues la familia que la habitaba aún permanecía -tenía todas las razones para creerlo- en Europa. Y en segundo lugar, porque, al no ser curiosa, a menudo me pierdo aquello que sería realmente interesante y provechoso para mí conocer de la vida.
     Por suerte, no cometí tal error aquella noche."

     Ya he comentado alguna vez que me gusta Agatha Christie. Por eso, cuando me enteré que su querida Miss Marple tuvo como precursora, presumiblemente, a la mujer que protagoniza esta historia, se me antojó del todo irresistible. Y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El misterio de Gramercy Park.

     Conocemos a Amelia Butterworth, una solterona un tanto entrometida que una noche se asoma a su ventana y ve dos figuras entrando en la casa de al lado. Al salir una solamente, Amelia piensa en lo peor, y se pone en marcha. Dentro de la casa aparece una mujer muerta, con un aparador encima. Comienza una investigación que parece enfocarse hacia los propietarios de la casa, y más concretamente hacia uno de los hijos, puesto que la víctima se parece a su esposa. El joven hijo niega que sea ella y el detective Gryce tendrá que ponerse a investigar el caso, con la sombra y ayuda de la señorita Amelia.

     La novela, narrada en primera persona, recurre al estereotipo de mujer solterona a finales del siglo XIX. Es la propia Amelia quien nos cuenta lo sucedido y, por sus palabras podemos ver el trato y las miradas que caían en esa sociedad a este tipo de mujeres. Pronto nos hace notar su agilidad mental y capacidades deductivas y, efectivamente, es fácil pensar en Miss Marple, aunque prefiero quedarme con las diferencias y así disfrutar de cada historia por separado.
     Articulada en capítulos cortos, la narración es ágil y el lector pronto se ve atrapado por la historia que se empeña en girar consiguiendo que nos involucremos para buscar al "malo". De hecho, recuerdo un detalle de las primeras páginas que me hizo sentir sagaz y observadora y que me desmontaron un poquito más adelante... Cuando eso pasa ya en el comienzo, el libro promete ser cuanto menos, entretenido. Además la acción comienza en la primera página y Green no tiene inconveniente en darle cuantos giros sean necesarios para que las páginas vuelen en nuestras manos.

     Pero volviendo a la señorita Butterworth, me ha parecido un personaje tan irritante como divertido. Es cierto que no podía evitar verla como una señora entrometida, pero también que me sacaba la sonrisa con sus respuestas y su sagacidad. Una mujer con mucho carácter, y si no que se lo pregunten al detective que le toca investigar este caso, y al que ayuda a resolverlo, en parte por su empecinamiento en ser parte involucrada. Me ha gustado conocerla y ver todas y cada una de sus reacciones.

     Soy aficionada a la novela victoriana, me gusta la sociedad que presenta, la importancia para la población femenina de los detalles y las normas sociales que les regían. Y en el caso de las novelas de misterio es aún más interesante. En el título que hoy os traigo, Green juega al gato y al ratón con un lector que se ve arrastrado por la historia de una protagonista que, a fin de cuentas, tiene la última palabra, y tengo que decir que el misterio es resulto de una forma más que satisfactoria.

     Mención especial, como suele pasar con esta editorial, al magnífico trabajo de edición con unas preciosas ilustraciones que nos complementan perfectamente la historia. Viene además acompañada de un prólogo igualmente cuidado que da muestra del mimo y el especial trato que se sigue otorgando a los libros por algunas editoriales.

     Una novela ágil, entretenida y divertida que no puedo dejar de recomendaros. Ha sido, no cabe duda, todo un descubrimiento y un placer volver a las novelas clásicas de misterio.
 
     Y vosotros, ¿os gustan las novelas de misterio?

     Gracias

miércoles, 15 de octubre de 2014

Disjecta Membra. Alberto Hontoria Maceín


     "Me gustaría decir que pasó todo tan deprisa que no me enteré de nada. Que perdí el conocimiento. Que las hormonas secretadas por las glándulas de mi cuerpo me suministraron una anestesia infalible e inmediata. Pero no fue así. Fui bien consciente de la colisión. Percibí el impacto con los cinco sentidos."

     Uno de los mayores placeres cuando se descubre un libro es encontrar una temática nueva, un nuevo enfoque, un cambio. Sé que cada historia es diferente, pero hay temporadas en las que tengo la sensación de leer más de lo mismo una y otra vez, por eso me fijé en este libro, tenía claro que iba a ser una apuesta diferente. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Disjecta membra.

     Conocemos a Amelia, una joven que pierde las piernas en un accidente, a Seth, que nace sin un brazo y a Jack, un hombre que se queda ciego por una enfermedad en la retina. Todos ellos son personas con una discapacidad que les marca su relación con la sociedad, y todos ellos se ven unidos por la aparición del millonario Russell Cotard. Cotard tiene un plan y los medios para ponerlo en marcha: convertir a estas personas en miembros valoradas por la sociedad: en héroes.

     Disjecta membra significa miembros dispersos, y un poco sobre ese punto se articula la historia. Sobre miembros físicos perdidos, las marcas que dejan en las personas y como a su vez esas personas se convierten en una suerte de miembros perdidos, o casi, de la sociedad. Un tema complicado para una novela que tantea el límite entre lo humano y lo creado al que la sociedad se va acercando: la ingeniería como extensión de la vida o la vida extendida por la ciencia. En este caso el autor habla de prótesis, algo que ya está presente en nuestra sociedad y cada vez de una forma más depurada. Y de héroes urbanos que van "armados" con ellas.
     No busca escribir una novela de superhéroes que, como Daredevil, tengan una discapacidad y luego salven el mundo. Nuestros protagonistas no tienen una doble identidad y una máscara que les oculte la cara, ni un traje ajustado de colores llamativos. Ellos son personas que demuestran su valía cuando la vida les da la oportunidad de hacerlo. Y ahí el autor nos invita a una reflexión sobre la heroicidad real, la de cada uno, la resistencia, el valor, la lucha, las circunstancias... el carácter. Hay personas que lo tienen desde siempre y otras que, por mucha ayuda que se les preste jamás llegarán a brillar.

     Invierte Alberto más tiempo en la presentación que en las hazañas de los protagonistas ya adaptados a las prótesis que les proporciona el millonario. De hecho, la novela tiene una interesante primera parte en la que los capítulos se dividen en dos voces: comienzan en primera persona, dando voz a los tres protagonistas, y continúan en tercera persona con la introducción de Cotard. Es aquí donde les conocemos, vemos su interior y también sus estigmas, mucho más marcados los interiores que los exteriores; y también la parte en que descubrimos poco a poco el proyecto de Cotard. De hecho me ha parecido un personaje interesante, el millonario que presta su tiempo y dinero a conseguir un fin que ya nos será relatado en tercera persona. Un fin al que nos vamos acercando ya inmersos en la acción, y que nos conduce al broche final del libro que, tengo que reconocer, me ha encantado. No se ha perdido buscando la sorpresa y ha sabido dirigir la historia a un final más que adecuado y que, pese a que este será el primer libro de una trilogía, nos permite interrumpir la lectura sin necesitar saber más.

     Hoy vengo con una apuesta diferente que me ha gustado descubrir y dejo una invitación para que vosotros también lo hagáis. Personalmente, la he disfrutado.

     Y vosotros, ¿sois lectores conservadores o de vez en cuando os gusta lanzaros a la aventura literaria con títulos que se alejan de vuestras líneas habituales?

     Gracias

   

martes, 14 de octubre de 2014

El niño que sabía hablar el idioma de los perros. Joanna Gruda



     "Primavera de 1902. Varsovia. María Demke está embarazada. Tiene ya tres hijas: Anna, Trizia y Karolka. La menor tiene catorce años. Después de nacer Karolka, el vientre de Maria no quiso volver a redondearse. Hasta hace muy poco, cuando, a los cuarenta y un años, María descubre que una nueva vida se le ha acurrucado dentro."

     Lo cierto es que el título ya me pareció llamativo, pero cuando vi que además hablaba de un niño y la guerra, no tuve más remedio que fijarme un poquito más: "una historia real" fue ya lo que terminó por decantar la balanza. Así que hoy traigo a mi estantería virtual, El niño que sabía hablar el idioma de los perros.

     Julek es un hijo de la política. Nace en Polonia, en 1929 de unos padres pertenecientes a un movimiento comunista activo. De hecho su nacimiento es consecuencia de una votación dentro del grupo que, pese a permitir a su madre seguir adelante con el embarazo, no le permiten criarlo, con lo que aterriza en su primera casa de acogida. De este modo comienza su vida, marcada por los cambios de casa, la política, los viajes y la guerra.

     Siempre he afirmado que es difícil tomar la voz de un niño sin que quede marcada por las reflexiones del adulto que escribe hasta el punto de convertir al protagonista en un personaje de cartón. Quizá ese sea el rasgo más sobresaliente en esta obra; la credibilidad de ese niño y su visión de la vida que le ha tocado. La frescura con la que se expresa, los ideales que van y vienen a su alrededor y van formando sus pensamientos y su manera de enfrentar la vida, llegan con facilidad al corazón del lector. Pasaremos junto a él por distintos hogares, orfanatos, colonias, casas de tíos, apartamentos, zonas rurales... y todo ello lo haremos sin dramatismo alguno, incluso con una sonrisa viendo los sentimientos encontrados que le podían causar a este niño.

     Joanna escribe desde la cercanía que otorga hablar de la propia familia y, tal vez por eso, traslada esa cercanía al lector. La mirada de Julek es limpia, inocente incluso, y cargada de esa lógica infantil ante la que uno es incapaz de reprimir una sonrisa. Se aleja mucho de otros libros que, utilizando una historia infantil, cargan sus líneas de un dramatismo incluso forzado para conmovernos y nos deja en cambio una novela ágil y amable pese a lo que nos relata. Porque no conocemos un protagonista de cara sucia y maleta ajada. Julek es un niño relativamente feliz que experimenta y ve la guerra como un peligro excitante, y a sus compañeros de orfanato como a grandes amigos. Sus huidas vienen marcadas por reflexiones sobre si podrá hacerse una foto en la Torre Eiffel y se verá entera con lo grande que es, o esos objetivos basados en la lógica que otorga los pocos años y que, tas conocer la Primera Guerra Mundial en la escuela, le otorga la rápida reflexión de que "si las guerras mundiales suelen durar cuatro años, tendré aproximadamente trece años cuando la próxima termine. Así que tengo que sobrevivir hasta la edad de trece años y después, la cosa debería ir a mejor." De hecho ya el mismo título del libro es un claro indicativo del tono que nos podemos encontrar. Un título que, si bien se me antojó tan atractivo como extraño, tiene su justificación en una anécdota deliciosa que no pienso revelaros. Porque el libro también es eso, o es sobre todo eso: un anecdotario de viajes, países, muecas, aventuras y cambios de nombre.

      El niño que sabía hablar el idioma de los perros se ha revelado como una lectura de esas que gusta recomendar. Un lenguaje sencillo y un protagonista inquieto tanto en cuerpo como en espíritu que está deseando participar de todo cuanto le rodea sin reflexionar demasiado sobre las consecuencias de su comportamiento, son los ingredientes de esta novela que nos habla de una realidad que sabíamos, pero de la que nos faltaba conocer su testimonio más fresco. No dejéis de echarle un vistazo.

    Y vosotros, ¿con qué título habéis comenzado esta semana?

     Gracias

lunes, 13 de octubre de 2014

Resultado del sorteo "Secretos del Arenal"



     Estaba yo buscando una mano inocente que sacara el número premiado cuando me di cuenta de la importancia que tenía el sorteo. Oye, que mejor fecha para un sorteo literario que colocarse justo entre la entrega del Nobel y del Premio Planeta (lo sé, a veces me puede la modestia). Que ya lo sé, que no es igual, pero pensando, pensando... se me fue el santo al cielo y no encontré una forma original para sacar un número (porque seamos sinceros; lo de encontrar una mano inocente cada vez lleva más tiempo).
     Total, que falta de ideas, tuve que recurrir a RANDOM. Y esto es lo que dijo:


     El señor porlomenix residente de Bourbon Street , una calle en la que, a juzgar por lo que leo en su blog, hay muchas librerías, es el afortunado ganador (momento Mayra Gómez Kemp. Si alguien no sabe quién es... que no lo diga en los comentarios; ya sé que tengo una edad).
     Si por favor puedes enviarme un mail con tus datos a entremontonesdelibros@gmail.com te lo agradeceré mucho. Si no lo haces pasaré por tu blog a tirarte de la oreja.

     Muchas gracias a todos por apuntaros. Lo cierto es que el título merece la pena. Pero eso ya os lo contaré cuando haga la reseña.


     Gracias

sábado, 11 de octubre de 2014

Lista de participantes en el sorteo



     Si os soy sincera cada vez que organizo un sorteo, pocas lo sé, me entra un miedo escénico terrible a que nadie se apunte. Supongo que porque procuro hacer sorteos de cosas que a mi me han gustado mucho y eso añade un componente más personal, pero el caso es que.... sois estupendos. Miro la lista y poco más puedo decir salvo gracias. Me ha quedado clara una cosa: hay ganas de leer Secretos del Arenal, y no me extraña nada, os va a encantar.

     Bueno, pues aquí está la lista de participantes, que me enrollo. Puede que os encontréis con algún punto más y en casi todos los casos se trata del punto por apuntarse al sorteo; sólo por eso ya teníais el primero. He repasado la lista y yo creo que está bien, pero hasta el lunes que publique el ganador me podéis rectificar (sois muchos y cada vez que me ponía a actualizar la lista acababa soñando con partidas de bingo en las que salían todos los números al tiempo). ¿He dicho ya que me enrollo?

     La lista:
   
Mi Álter Ego que nos habla de anuncios, gatos, viajes y demás tiene  1-2-3-4-5 y Forlán el 6
Inés Mármol y sus 941 páginas 7-8
Laura con sus brownie, cosas y muuchos libros 9-10-11-12
Esther que es tímida y no nos dice si tiene zona virtual 13-14
Mivida Enblog con un blog muy personal 15-16-17-18-19-20
Capy87 también se apunta con el 21
Angeles Fernandez que nos sale tímida pero lo quiere leer tiene  22-23-24-25-26
Shorby que dice estar loca por incordiar, será por los libros que me hace comprar, lleva  27-28
Capitan Smith se anima en este puerto con 29-30
Elena Padrones Torres se apunta porque se le pasa por la cabeza con 31-32
Yossi Barzilai con libros, cd y películas bien seleccionado todo en sus estantes tiene 33-34-35
Luis J. del Castillo sale de su baúl para apuntarse 36-37
Sara llega seria, literariamente hablando, se apunta con 38-39-40-41
loslibrosalsol otra gran biblioteca que quiere sumar este título 42-43-44-45-115
La estantería de Nuria también lo quiere en su sala de lectura y tiene 46-47
De Lector a Lector entre libros, encuentros y recomendaciones tiene 48-49-50-51-52
Ana Blasfuemia de la que sabemos que si lo lee, nos lo cuenta, tiene 53-54
tecla 55
Joaquín Galán y sus maravillosos poemas que no podéis dejar de leer tiene 56-57-58-59-60-61
Rober quiere llevarse el libro al desván, y lo intenta con 62-63-64-65
Mona Lisa que quiere tener este título entre sus manos 66-67-68-69
Fesaro en cambio lleva sus lecturas en el petate (tendré que preguntarle cuánto pesa) 70-71-72-73-74 y hace bonus con una foto digna de un anuncio en el AMPA 75
Sonia Aguirre Duque y sus heroínas díscolas que leen unos títulos que me encantan tiene 76-77
Lola tiene 78
Citu vive enamorada de unas letras que comparte con todos y participa con 79-80-81
Mar Iago también se anima y tiene 82-83-84
Cristina_Roes llega desde su mar de letras con los números 85-86-87-88-89-90-139 por creativa, original y divertida
Irunesa tiene un amanecer de ficción y allí se lleva 91-92-93-94-95-96-97
Lesincele, acostumbrada a viajar gracias a los libros hace una parada para coger el 98-99-100
Mónica-Serendipia cuyo nombre esconde a una escritora y lectora tiene 101-102-103-104
Andrés que es tímido y no deja dirección tiene 105-106-107 estos últimos por un mail con anuncios originalísimos cuya fotos he puesto en twitter
Mela, escritora constante de la saga Palacios, regresa con 108-109-110-111 no son 5, lo sé
Saramaga que incluso a tientas encuentra grandes lecturas tiene 112-113-114
Eva, que nos enseña su Cor de letras llega con 116-117-118-119
Merck Alba con un gran sentido del humor y a la que felicito con retraso lleva el  120-121
Enzo, que entre cafés nos sugiere buenas lecturas, se lleva el 122-123-124-125-126
Rocío no duda en apuntarse a la lectura, y si gana nos la contará 127-128-129-130-131
WonderWall se lleva 132-133
Roli se lleva a su espacio 134-135
noly que tiene una biblioteca llamada Pecoras & Cía participa con 136-137-138
Francis llega desde Narradores de sueños... literarios y tiene 140-141-142-143
Tamara López es una chica sombra que se lleva 144-145
Sarah Degel, toda una bibliófila, tiene  146-147
Fany, que ha repartido anuncios por media galaxia se lleva 148-149-150-151
Agnieszka tiene un problema, si no lee desespera, y lo intenta con 152-153-154-155-156
AMALIA nos habla de Lo que el viento se llevó y ella se lleva 157-158-159-160
Ana Mª García también lo quiere leer y se lleva 161-162-163
Carlos del B. Iglesias y sus medias mentiras, y medios enlaces, me has hecho buscar... 164-165-166-167
charo prado romo se lleva 168-169
Donde habiten los libros... y no es una pregunta porque muchos lo hacen justo aquí y se lleva 170-171-172-173-174
Enrique se lleva con muchísimas ganas 175
Marlii acosta, para la que siempre existe más romance tiene 176-177-178-179-180-181
Tizire se apunta desde el lado frío de su almohada con 182-183-184
Candy se apunta románticamente 185-186-187
Carax se apunta desde su Asteroide y tiene 188-189-190-191-192-193-194 por original y divertida
Diego Marcapáginas pone su marca en este sorteo 195-196
María Lujan nos explica loq ue no se va en lágrimas y tiene 197-198-199-200-201

viernes, 10 de octubre de 2014

El patio inglés. Gonzalo Garrido



      "tres pisos son muchos pisos incluso para un ser tan leve como tú, lleno de ilusiones nunca compartidas, sólo contigo, tal vez con tus amigos, no lo sé, pero existentes estoy seguro, aunque sea por intuición, ya que tu mundo me resulta extraño, quizá ajeno, pues nunca me has dejado entrar en él -¿o no he querido entrar en él?-, y muchas cosas han cambiado entre tu generación y la mía, las suficientes como para que me sienta desorientado y en alguna medida cobarde para afrontar lo que me espera"

     En la primera obra de este autor, Las flores de Baudelaire, me llamó la atención el uso del lenguaje con una precisión casi quirúrgica. Eso hizo que me fijase en él y también que me anticipara pensando en su siguiente novela. Dos años después traigo a mi estantería virtual, El patio inglés.

     Conocemos a Pablo a través de su diario. Es un joven que comienza derecho en los años 80, en Bilbao. Se enfrenta a ese periodo de formación hacia la madurez tan repleto de altibajos y decepciones en el que la distancia y la apatía van dejando huella en las relaciones de los jóvenes con su entorno, mientras ellos van abriendo los ojos realmente al mundo de adultos que les rodea. Pablo salta a un patio inglés, el patio que está tres pisos más abajo de su casa. Y es en este momento que conocemos a su padre: nos metemos en la cabeza de un hombre de familia media que ve como su hijo se ha jugado la vida en un salto al vacío, y deja fluir sus pensamientos  en un diálogo que jamás existió con él.

     Si Gonzalo comenzó su andadura literaria con una novela negra, ahora da un giro para adentrarse en el tono íntimo de los demonios personales. En poco más de ciento cincuenta páginas establece un diálogo imposible entre ambos protagonistas alternando diario y reflexiones. Marca de este modo esa brecha comunicativa que existe de forma habitual entre padres e hijos llegada una determinada edad. Un hijo que se aisla de su casa, sin saber muy bien hacia dónde dirigir su vida, que sale y se emborracha y piensa en sexo y amor mientras duda sobre su futuro. Un hombre que comienza a ser plenamente consciente de los problemas sociales que le rodean y que comienza a mirar a sus padres como a iguales sin poder evitar decepcionarse al ver como caen de los pedestales en los que los tenemos todos en nuestra infancia. Ese es el hijo perdido que nos presenta y que llegamos a conocer tanto como le hubiera gustado hacerlo a su padre.
Y un padre roto por la incomprensión que nos abre su mente en un discurso atropellado en el que, acertadamente, el autor no incluye puntos dejándonos saltar de asociación en asociación. Nos deja la sensación de un hombre al que le hubiera gustado decir muchas cosas a su hijo, que se esfuerza por comprender lo que le ha pasado, el problema, el fallo, el error cometido que termina en un terrible salto. Y ese es el camino que recorremos como lectores.

     El autor una vez más utiliza el lenguaje como ambientación, haciéndonos notar las diferencias entre padre e hijo en sus expresiones, sus ideas, incluso en sus formas en la presentación de los textos. Porque hay una brecha, una desunión que ha provocado el interés de muchos autores hasta la fecha, a los que Garrido se une con El patio inglés. Y ese es el verdadero tema central de la novela. El abismo que parece abrirse entre un padre y un hijo; la falta de comunicación y también el reproche. El autor opta por ser honrado e incluso en la situación extrema que les coloca, existe el reproche: del hijo al padre que no lo entiende o escucha y del padre que piensa que ha conseguido que su hijo tenga las cosas más fáciles que él y no entiende que no baste con su esfuerzo. Conversaciones mudas sobre problemas que no se resolverán y que nos llevarán a conocer como se sienten sus protagonistas. Como comentaba al comienzo de esta entrada, es una historia privada, pero no sólo por lo que cuenta, sino porque de un modo u otro, todos los lectores sabemos de lo que nos está hablando.

     Me ha gustado. Gonzalo Garrido se mete en un patio complicado (si me permitís el juego de palabras) y logra salir airoso con un libro muy diferente a su primera novela. Si aún no os habéis acercado a sus letras, tiene dos opciones muy recomendables para que lo hagáis.

     Hoy la pregunta va a ser muy poco original. ¿Qué pensáis del Nobel de literatura Patrick Modiano? ¿lo habéis leído o vais a leerlo?

     Gracias

jueves, 9 de octubre de 2014

Últimos días para apuntarse al sorteo


     Hoy una entrada rápida sólo para recordaros que hay un sorteo activo en el blog. Se trata del sorteo de una galerada firmada de "Secretos del Arenal", título con el que su autor,  Félix G. Modroño se alzó con el XLVI Premio de Novela Ateneo de Sevilla.

     El plazo del sorteo termina mañana viernes a las doce de la noche y el mismo sábado sacaré la lista de participantes en la que algunos os encontraréis algún punto extra, bien por la originalidad en los anuncios, bien porque no os habéis sumado algún punto (muchos el de decir que participan).

     Os dejo un ejemplo con algunos de los anuncios que habéis enviado fotografiados, la verdad que ha sido divertido y tengo que daros las gracias por ello. Cuando me decidí a poner ese punto, no sabía si alguien se iba a animar, ya que, al igual que el resto, no era obligatorio. Pero... sois estupendos. Y sí, ¡tenía que enseñarlo! La imagen del final corresponde, por cierto, a la cubierta del libro.





     Si alguien se quiere apuntar o quiere subir algún anuncio o foto, sólo tiene que dejar un comentario en la entrada del sorteo aquí o pinchando la imagen.
Os queda hasta mañana por la noche, y es internacional.

     Gracias

     PD. Que digo yo, ¿a quién pensáis que le van a dar el Nobel de literatura?

miércoles, 8 de octubre de 2014

El umbral de la eternidad. Ken Follett



     "La policía secreta convocó a Rebecca Hoffman un lunes lluvioso de 1961.
     La mañana había empezado como otra cualquiera. Su marido la acompañó al trabajo en su Trabant 500 color canela. Las antaño elegantes calles del centro de Berlín aún conservaban solares arrasados por los bombardeos de la guerra, salvo allí donde se habían construído nuevos edificios de hormigón que se alzaban erguidos como dientes falsos y mal emparejados. Hans iba pensando en su trabajo mientras conducía."

     Leer a Ken Follett nos pone en forma. Ya sea por pasear el peso de sus libros o por entrenar nuestra mente para simultanear varias lecturas y así no tener que pasearlos, no cabe duda de que este hombre no tiene miedo a que el volumen de una obra desmotive a los lectores. Hace ya cuatro años que comenzó la trilogía The Century y tenía ganas de leer este broche final. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El umbral de la eternidad.

     The Century, reza el nombre de esta trilogía que comenzaba con un millar de páginas allá en 2010. Una trilogía que arrancaba en 1911 con la coronación de Jorge V  y que finaliza con la toma de posesión de Obama. Este es el siglo que nos cuenta Ken Follet en su ambicioso proyecto y para el que decidió utilizar a cinco familias y las relaciones que mantenían a lo largo de sus vidas durante varias generaciones. Volvemos con los Fitzherbert, los Peshkow, los Williams...; cinco familias, cinco nacionalidades. Familias que se han ido ampliando, que nos han presentado a hijos y nietos y que han crecido y se han unido a otras.

     Esta vez comenzamos la historia hablando del muro de Berlín. La última parte del siglo, tal vez por ser la más reciente, la que todos conocemos, se nos hace mucho más ligera que su predecesor. No acierto a imaginar la ingente cantidad de documentación que tuvo que recopilar su autor, pero sí que pone cuidado en no ralentizar la historia demostrando la veracidad o no de lo que allí nos cuenta. ¿Y qué nos cuenta en este último volumen?
     Además del ya mentado muro y su aparición, hablará de derechos civiles, de sufragios, Kennedy, comunismo, asesinatos, amantes, Cuba, rock and roll, KKK, el Watergate, el pop británico... todo tiene cabida para un Follett que tiene cogido el punto a la forma de narrar historias. Da la sensación de que ha descubierto la fórmula para que el lector no se sienta abrumado por el número de páginas y avance con facilidad en la lectura de sus libros. Y explota esa fórmula a la perfección en este libro que es, si no me confundo, el que más páginas tiene (pero no os asustéis, la diferencia no es mucha).

     Me he encontrado con una historia en la que Follet no teme dar o quitar páginas a los hechos y años según su propio criterio. Eso me gusta. Poder resumir algo archiconocido para luego explayarse en parte de la historia. Porque sigue siendo la historia de unas familias, nos reencontramos con algunos personajes y conocemos otros a los que seguimos los pasos. Personajes que siempre coloca cerca del foco de atención en ese momento, como si no quisiera que resaltasen más que el gran protagonista, que no es otro que nuestro siglo pasado. Y sin embargo algunos sobresalen irremediablemente. Este es el caso de George (sin pistas, sin apellidos), un personaje con historia propia que me ha encantado y que será protagonista de alguna escena inolvidable. Personajes que son presa del momento en que viven o de sus circunstancias personales; que se casan sin saber con quién lo hacen, embarazos en lugares inoportunos, infidelidades.. todo tiene cabida en este libro. Y escenarios, claro, Estados Unidos, la Unión Soviética, Gran Bretaña, Alemania... lugares ya conocidos y revisitados.
   
     Una ficción histórica en la que el autor busca el dinamismo y nos rodea de hechos y nombres ya conocidos por todos mientras recorremos la última parte del siglo. Historias personales, dramas, secretos y  alguna que otra escena sexual como ya nos tiene acostumbrados, completan una novela que, una vez comenzado, nos hace olvidar su número de páginas para sumergirnos en una historia en la que el autor no ha podido dejar de poner su toque de "novelón" (no ya por su calidad, sino por sus momentos tendentes al melodrama). Páginas llenas de buenos y malos, de amores, cobardes, héroes y débiles que se recorren sin esfuerzo alguno y que, y esto es importante, se puede leer de forma independiente a sus predecesores. Pero si de verdad quiere sumergirse en The Century tal y como el autor nos propone, hay que coger La caida de los gigantes y El invierno del mundo.

     Ken Follett ya demostró con Los Pilares de la tierra que es capaz de hacer que millones de personas olviden los prejuicios de peso que suponen determinados libros. Pero, y vosotros ¿el tamaño importa a la hora de elegir lectura?

     Gracias


martes, 7 de octubre de 2014

Autoridad. Jeff VanderMeer




     "En los sueños de Control aún no ha amanecido; el cielo es azul oscuro con apenas una pincelada de luz. Mira desde un acantilado hacia el abismo, una bahía, una cala. El lugar siempre cambia. Las aguas, tan tranquilas que alcanza a ver kilómetros hacia el fondo: ve a los gigantes del océano deslizándose como submarinos u orquídeas acampanadas o anchos cascos de naves, silenciosos, siempre en movimiento; su mero tamaño transmite tal sensación de poder que incluso desde tan arriba presiente los estragos que causan a su paso. Durante horas observa las formas, los movimientos, escucha los susurros que le llegan como ecos... Y después cae. Lentamente, demasiado lentamente, cae a las oscuras aguas sin hacer ruido, sin salpicar ni rizar la superficie. Y continúa cayendo."

     Cuando terminé Aniquilación no tenía muy claro lo que me podía encontrar en el siguiente volumen de la trilogía. De hecho, reconozco que fue un tema de conversación habitual durante unos días entre quienes habíamos leído el libro: nuestros enfoques e ideas del camino que iba a tomar la historia. De ahí mi impaciencia para seguir con ella en cuanto me enteré de que ya se podía leer su segunda parte. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual Autoridad.

     La Zona X es una vasta extensión que esconde un misterio y está delimitada por una frontera que lo es igualmente. Treinta años enviando misiones, buscando investigar, saber, y una agencia intentando recoger datos e informes. Terminada la misión que nos relata el primer volumen, esta vez entraremos en la agencia.

     Es francamente difícil hablar de Autoridad sin estropear su primera parte para aquellos que no lo han leído. Por eso me limitaré a decir que pocas veces un misterio se ha mantenido activo durante tantas páginas sin que el lector siga pendiente de cada letra. La claustrofóbica sensación de querer saber que percibíamos en el primer libro se hace aún más patente en este, y nos lleva a necesitar saber más de la historia. Esta vez no os diré que es un libro independiente pese a que nos den pistas de lo que sucedió en el primero: necesitamos leer el primero para comprender en dónde nos hemos metido. Para saber lo que es el terror, la importancia de un nombre, saber que una torre puede estar excavada y terminar mirando el calendario a la espera de que en un mes salga a la venta el cierre de la trilogía.

     Suelo decir que las segundas partes son de transición y muchas veces flojean; en este caso no me lo ha parecido. Tiene menos acción directa pero un componente psicológico mucho más acusado. Sobresale además el personaje de Control, alias del nuevo director de la agencia Southern Reach, un hombre del que nos dicen que arregla cosas porque no puede arreglarse a sí mismo, y que está acompañado de la subdirectora como contrapunto hostil.

     La Trilogía Southern Reach está resultando un descubrimiento tanto en argumento como en la concepción de sus fechas de publicación, que ya conocemos de antemano. Sabemos que, pase lo que pase, nos queda un mes para tener en la mano el desenlace de esta historia. Una historia que consigue que el lector quede atrapado sin posibilidad de escapar y sin importar demasiado si es un aficionado a la ciencia ficción o no. La caracterización, la ambientación y el misterio que esconden bien vale que le demos una oportunidad a esta estupenda trilogía.

     Y vosotros, que no os he preguntado, ¿qué estáis leyendo esta semana?

     Gracias

     PD; Para quienes ya han leído la primera parte.
 

lunes, 6 de octubre de 2014

La verdad y otras mentiras. Sascha Arango



     "Fatídico. Bastó una simple mirada aquella imagen para que los negros presentimientos de los últimos meses tomaran cuerpo. El embrión estaba encogido como un batracio y lo miraba fijamente con un ojo. ¿Y qué era eso que se insinuaba encima de la cola de dragón? ¿Un brazo o un tentáculo?"

     1. El juego

     Las personas mienten. Es un hecho. Posiblemente de las primeras frases que articulamos de forma totalmente consciente es "yo no he sido". Por mucho que se empeñen en contarnos que pedimos agua o llamamos a nuestros padres, no es verdad. La supervivencia manda y mentimos para no comer las verduras o no ir antes a dormir. Y luego crecemos con mejor o peor suerte y para cuando nos queremos dar cuenta tenemos montada una vida de adultos, con una mujer que hace nuestro trabajo, una vida social de éxito que, con un poco de suerte, se traslada a la cama, y un buen deportivo. Al menos así es mi vida.

     Escribo. Soy un escritor de éxito con una mujer que trasnocha para hacerme el trabajo y con la que formo la pareja perfecta sobre el papel y una editora con la que la formo sobre la cama. Y fans, mucha fans que llegan esperando una sonrisa junto al autógrafo de turno y tal vez algo más. Sólo tal vez. Y sin embargo no ha sido fácil. No os confundáis, no ha sido nada fácil inventarme y convertirme en la persona que soy. Por eso ahora es un incordio que mi amante esté embarazada... tendría que reinventarme otra vez.

     "- Iré a casa y se lo contaré todo a mi mujer.
     - ¿En serio?
     Henry vio el desconcierto en el rostro de Betty. Él mismo estaba sorprendido. ¿Por qué había dicho eso? Henry tenía tendencia a exagerar las cosas: lo de contárselo todo se lo podía haber ahorrado."

     Pufff aquí es complicado recurrir al "yo no he sido"... a no ser que... no haya nada que demostrar. Un momento, es una idea. No tiene que ser tan difícil, en realidad... sólo tengo que librarme de ella. Veamos... lo más importante es poder contar algo después. Y mostrarme afligido. Lo justo. Y sorprendido, claro. Sobre todo en casa. Y en el trabajo. Es cuestión de mentir, y eso se me da bien. Soy un superviviente. Estoy acostumbrado.

     Algo ha pasado. Las cosas se han torcido y me toca ponerme en marcha para no moverme, aunque dicho así parezca una incongruencia fruto de una mente trastornada. Tengo que empezar a montar mi historia. Y esta vez la escribo yo para los lectores más exigentes del mundo: la realidad.
     Bien, no lo había calculado. Yo lo que quería era librarme de un problema sin que nadie se enterara de mi engaño. Pero no pasa nada. Sigo siendo un superviviente, y los supervivientes mentimos para seguir adelante, nos labramos nuestro destino. Todo va a salir bien. Sólo tengo... que seguir el hilo de mi propia historia. Parece que ahora yo soy el escritor y me enfrento a mi último título. La última novela que escriba va a ser mi vida.

     Un momento, ahora lo entiendo todo, no quería saberlo pero todo cuadra. Embustero, farsante y canalla, lo tienes todo Henry, aunque también encanto. Menudo tipo. Es decir que tu mujer, tú, ella... pero no quiero entrar en chanchullos, les diré la verdad, vengan. Todo menos perder mi Honor.

      Oh, por favor, Honor, tú sólo eres la secretaria: ¿de verdad pensabas que te iba a dejar la última palabra?
     Mejor lean y decidan. A fin de cuentas, esto no es más que mi versión de la historia.
   
     Aquí la versión de Honor de la historia.

     PD. Esta lectura corresponde a una no conjunta realizada con Marilú durante una noche de insomnio. Ella dirá que fue algo esotérico que unió nuestros duermevelas. Ni caso. Bueno sí. En todo caso: gracias Marilú por prestarte al juego.
     La idea igual no es mía del todo, pero me he metido en el papel y me toca quedarme con el mérito. Por cierto, mi nombre es Henry Haiden.

     2. La reseña

     Conocemos a Henry Haiden, un hombre de éxito, escritor, una vida acomodada y un matrimonio feliz. Está casado con una mujer estupenda y mantiene un romance con su editora. Todo parece perfecto para él hasta que su amante se queda embarazada colocándolo ante la difícil decisión de confesar su aventura a su mujer. Tras darle vueltas opta por no hacerlo sin saber que eso lo va a empujar a una espiral de mentiras.

     La verdad y otras mentiras es una comedia negra de enredo si algo así existe. Pero ahora que las etiquetas están de moda, creo que sería la adecuada. Narrada en tercera persona asistimos al desesperado intento del protagonista por salir de un error cometiendo otro más grande. Cada vez. Eso hace que la narración se torne ágil y las apenas 300 páginas que ocupan la historia parezcan desvanecerse delante de nosotros. Arango en su primera novela coge el típico triángulo y lo retuerce consiguiendo que pasemos por alto muertes y embustes ante la socarronería de la voz narrativa y nos sonriamos. De hecho, es difícil no cogerle un cierto cariño al propio Henry, posiblemente influenciados por un narrador que en ningún momento intenta ser imparcial y al que le notamos sus filias y sus fobias con el resto de personajes.
      Un libro francamente divertido que os hará pasar un buen rato intentando descubrir qué hará su protagonista para salir indemne. Si es que lo consigue, claro.

     Gracias.