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viernes, 18 de noviembre de 2016
Los buenos amigos. Use Lahoz
"Decía el tío Benigno que el único requisito para ser admitido en el orfanato de Barcelona era llevar tres o cuatro mudas, cubiertos de alpaca y un colchón. Hacía un mes que lo repetía cada noche mientras devoraba la cena, entre tragos de vino y quejas, pringando el porrón con las manos grasientas; y también antes de acostarse, cuando susurraba a solas buscando la cama, ya con el pijama puesto y su mujer acostada."
Siempre tienen algo de encantador las llamadas historias de vida, en las que acompañamos a un personaje durante tiempo, hasta encariñarnos. Y eso es lo que prometía la nueva novela de Use Lahoz y es por eso también, que hoy traigo a mi estantería virtual, Los buenos amigos.
Conocemos a Sixto Baladia con ocho años. Tiene una hermana llamada abril de seis meses y vive en el pueblo, una zona sin demasiadas comodidades, pero con amigos y una extensa familia. Una fatídica noche su vida cambia cuando un incendio le arrebata a sus padres, le separa de su hermana y, tras pasar un tiempo en casa de su tío, terminar por enviarle a un orfanato. Allí conoce a Vicente, un chico mayor que recibe el encargo de ayudarle y que terminaría por convertirse en, más que un amigo, un hermano. Conoceremos de este modo su estancia en el hospicio y su vida al salir del él, con sus altos y sus bajos, sus amores y sus desventuras, y también las de ese hermano que la vida le puso a su lado.
La primera sensación que uno tiene al comenzar a leer esta novela, es la de estar ante un novelón. Un narrador omnisciente nos revelará la vida de este niño durante cincuenta años y setecientas páginas, y también el de su círculo más cercano, separándose de Sixto tan solo para acompañar a Vicente. De este modo nos dará un fiel reflejo de la España de otras épocas, de un pasado no tan lejano en el que Barcelona sigue siendo reconocible y las clases sociales estaban separadas por, más que una línea, una frontera que muchos se empeñaban en traspasar. Sixto se convierte en esta época en un hombre que se levanta a sí mismo, tal vez movido por la ambición o por la necesidad de salir, se descubre como un superviviente, que lejos de quedarse quieto, mira siempre un poco más allá, pero sin darse cuenta de que tal vez esté cayendo en los errores que él mismo, precisamente por su origen, hubiera debido recriminar. Y junto a él Vicente, el candor la inocencia y también el amigo que le apoya, amigos que cambian con el tiempo y que terminan por separarse. Y por supuesto, secretos. Porque si algo acumulamos las personas a lo largo de nuestra vida, son secretos. Secretos sobre lo que hicimos o sobre lo que nos hicieron, y esos secretos, muchas veces serán los que marquen nuestro carácter y nuestras decisiones sin saberlos. Porque si algo tienen los secretos, es que lo son para los demás, pero su custodio pocas veces consigue olvidarse de ellos.
Seguir las vidas de Sixto y Vicente de mano de Lahoz se convierte en una experiencia interesante, cosa que consigue con una trama bien urdida y llena de los pequeños detalles y miserias de la vida cotidiana. Esto convierte a Los buenos amigos en una novela redonda que es fácil de leer y más aún de disfrutar, acercándose al concepto que antes citaba de novelón, no como algo peyorativo, sino como adjetivo a la hora de calificar un libro.
Los buenos amigos es una novela solvente y cuidada plagada de personajes ajados por la vida, más que por el tiempo, pobres diablos en su mayoría que se levantan una y otra vez buscando esa meta que un día se marcaron y en cuyo empeño serán capaces de dejarse la vida. En sus páginas se palma ese realismo descarnado que convierte un libro en una experiencia visual mientras pasamos en transporte público por las calles de Barcelona, o nos acercamos por un momento a las grandezas de un hotel que sigue existiendo hoy en día. Una historia que merece la pena ser leída, y una voz la de Use, que se va posicionando cada vez con más fuerza, en el panorama literario nacional. Leamos a Use Lahoz.
Estoy por asegurar que muchos de vosotros, cuando he dicho setecientas páginas, habéis sopesado si realmente merecía la pena un libro así de extenso (y eso que llevamos una temporada en la que los libros que copan las mesas de novedades tienen un grosor considerable). Y es que, lo digamos o no, miramos el canto de los libros y no solo para leer el título en el lomo. Así que decidme, ¿es para vosotros importante el grosor de un libro a la hora de decidir una lectura?
Gracias.
Me he fijado en ese título pero aún no había visto reseñas de él que me animaran. Respecto al grosor de los libros no es un condicionante para mí, ya que sabemos que un buen libro ni depende del número de sus páginas. A mí lo único que me preocupa es el llevarlo de un lado a otro, a mí y a mis pobres bolsos. Soy lectora de calle, cafeterías... Pero no me amilano y cargo.
ResponderEliminarGracias por tu reseña.
Besos, estimada.
Lo acabo de leer. Me ha encantado.
EliminarTe animo a hacerlo si no lo lo has hecho ya.
No me importaría léerla. Para mí el grosor de u. Libro no es decisivo.
ResponderEliminarPrecisamente ahora estoy leyendo una novela de 600 páginas que me está pareciendo hasta corta, así que dejaré a un lado mis remilgos ante semejantes tochos. A Lahoz aún no le he leído, pero me dejas con ganas de probar su prosa.
ResponderEliminarUn besito.
Yo lo estoy leyendo ahora y te aconsejo que no lo dejes pasar!
EliminarMe ha gustado mucho, no sólo por lo que explicas, sino porque me recuerda a otro que leí hace tiempo cuyo título no recuerdo y que me encantó. Así que me lo apunto.
ResponderEliminarMuchas gracias por la reseña.
Buen finde.
Yo no te voy a negar que miro el grosor y lo pienso, no porque le tema al número de páginas sino porque temo patinar con una historia que no me llene y se me haga eterna. Ésta que traes hoy me llama mucho y sería una buena oportunidad de acercarme al autor, que no conozco.
ResponderEliminarBesos
El día de las librerías fui decidida a la papelería(aquí no tengo librerías) a por esta novela que ya la había visto en el escaparate y de pronto vi La hora de despertarnos juntos de Kirmen Uribe y fue un flechazo absoluto, sin referencias y sin saber casi ni de que iba me lo llevé a casa. No descarto los buenos amigos porque me sigue llamando la atención.
ResponderEliminarEl grosor no me influye en lo más mínimo en narrativa o policíaca pero curiosamente en novela histórica tengo tendencia a preferir tochos.
Un beso
Si me interesa mucho el libro, no me fijo en la cantidad de páginas que tiene. De hecho estoy acostumbrada a leer libros de un grosor considerable (más de 700 páginas), pero si el libro no me atrae mucho, entonces me da igual que sea gordo o fino.
ResponderEliminarBesos!
Personalmente me da igual que un libro tenga 700 o 1000 páginas si es bueno, pues significa que lo disfrutaré más tiempo.
ResponderEliminarLa verdad es que por lo que cuentas creo que merece la pena, me has convencido.
Besos!
Compré este libro prácticamente a ciegas y lo tengo esperando turno; no tardaré en leerlo porque todas las reseñas que leo me confirman que hice bien en traerlo a casa.
ResponderEliminarUn beso
Hiciste bien. Una buena novela
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarHace años leí del autor 'El año que me enamoré de todas' y recuerdo que me gustó. 'Los buenos amigos' no es una lectura que me apetezca ahora mismo pero por lo que has dicho de él creo que me podría gustar. Así que me gustaría leerlo en un futuro y disfrutarlo tanto como lo has hecho tú.
El grosor del libro no suele ser un problema para mi. Aunque tengo que reconocer que últimamente donde más leo es en el transporte público y por eso recurro a lecturas más cortas, para no ir cargando con el peso de libros grandes. Pero es solamente por eso, no porque se pueda hacer largo el libro ni mucho menos. Antes leía siempre en casa y me daba igual el tamaño, ahora es esa cuestión.
Un beso
Me ha gustado mucho esta reseña y aunque me asusta un poquillo tanta página no me importaría leerlo aunque me cueste un año:-) Besicos
ResponderEliminarLo vas a leer de carretilla. Una buena novela
EliminarNo, de hecho ante si veía un libro fino pensaba que no me iba a gustar. Preferia los tochos. Ahora no tengo problemas en coger un libro fino o gordo.
ResponderEliminarMuchas gracias.
LO QUIERO. ya lo sabes, porque ya te pregunté por él. No sabes qué esfuerzos tuve que hacer ayer para no traérmelo junto con el cuento... GANGRENA!
ResponderEliminarMuaks.
A mí sí el libro me parece interesante no me importa el grosor y este que nos traes hoy sí me atrae
ResponderEliminarBesos
Lo dejo en "posibles" de momento. El número de páginas no me intimida si la historia me atrae. Besotes!!!
ResponderEliminarHola!!!
ResponderEliminarAntes que nada... 700 paginas? woooow, a pesar de que podría intimidar la cantidad de paginas, especialmente cuando no tengo mucho tiempo para leer últimamente creo que me ha cautivado todo lo que nos platicas así que me lo llevo apuntado. Muchas gracias por presentármelo pues lo desconocía y creo que me hubiera arrepentido de que pasara desapercibido. Saludos.
Pues tiene muy buena pinta la novela. En cuanto al grosor de los libros, creo que es importante. No tanto por la mayor o menor pereza sino porque, en ocasiones, no se dispone de tiempo para un tocho.
ResponderEliminarTambién, al menos a mí, me acostumbra a pasar que después de terminar un libro con muchas páginas, necesito historias más livianas.
Saludos
Has conseguido convencerme del todo con esta novela. Y el grosor no me asusta... excepto en verano. Que en la bolsa de la playa cabe de todo menos un libro gordo, que ya la espalda se resiente. Se va haciendo una mayor...
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola! Podría gustarme, me lo llevo anotado a ver si pronto le puedo dar una oportunidad. A mi no me importa el grosor del libro, es más, cuantas más páginas, para mi mejor y si la historia me engancha, con más motivo prefiero que sea extenso.
ResponderEliminarBesos!
Uy parece un libro muy logrado , no conocía al autor. Tal vez lo lea si es bueno no importa la cantidad de páginas . Muy buen fin de semana
ResponderEliminarSi la historia te lleva de una página a la otra, La extensión, cuanto más extensa mejor. No sé si este género sea ideal para tantas páginas, pero por tu reseña parece que sí.
ResponderEliminarSaludos.
No me importa nada el grosor del libro si este me atrae. Y el de hoy lo hace.
ResponderEliminarUn beso ;)
Hola. Para mi si es importante el grosor del libro. No siempre me apetecen lecturas ligeras al igual que no siempre me apetecen libros gruesos. Suelo alternarlos. Lo mejor es lo que te introducen en la historia que te estan contando, pero no todos lo hacen del mismo modo. Hay libros gordos que vuelan y libros finos que se hacen eternos. ESte libro parece interesante y no lo descarto. Besos.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarNo conocía este libro, y tampoco es mi estilo de lectura, pero no pinta del todo mal, así que creo que me lo voy a llevar apuntado para cuando quiera leer algo diferente :)
La verdad es que yo prefiero un paso intermedio entre libros finos y gruesos, me gustan entre las 300 y 500 páginas, pero si me gusta la historia, me da igual la extensión :D
Saludos ;)
Había visto su portada y me encantó, pero no sabía mucho de su historia y es de esas que tanto me suelen gustar. A veces las historias más cotidianas son las que más me transmiten.
ResponderEliminarA mí el grosor no me importa para nada, es verdad, que desde que comencé con el blog huyo un poco de los más extensos pero porque con la opo tampoco tengo mucho tiempo y eso de leer muchos libros a la vez no se me da bien.
Besitos
Comienzo por el final, de un tiempo a esta parte me asustan los libros gordos, porque mi tiempo para leer es inversamente proporcional al grosor del libro, con eso lo que te quiero decir que es odio arrastrar un libro mucho tiempo y no logro encadenar una sesión de lectura que merezca la pena, sin embargo siempre he sido una lectora de grandes recorridos,de tochos, disfruto con un personaje y una historia que se alarga en el tiempo y en el espacio, este está en mi puno de mira, pero para cuando Cronos tenga a bien soltar un poco la brida, porque me tiene más que frita
ResponderEliminarHabía oído hablar de el pero no había leído ninguna reseña, por lo que cuentas me llama así que me lo apunto.
ResponderEliminarA mi me gustan los tochos si la novela es interesante. El único problema es cargar con ella, yo leo mucho fuera de casa, y tengo los bolsos hechos un asco de los libros gordos, así que procuro dejar los tochos en casa y alfo mas ligero para leer fuera. Besinos.
Holaaaa,
ResponderEliminarYo antes era de leer libros de no más de 400 páginas, pero he descubierto con los años que hay libros que se pasan volando sin importar la cantidad de páginas que él tenga. Así que ese no es prioridad para mí. ¡Un besito! 💝
Odessa | Sweet & Books
Tengo dudas con este libro y alguna me has despejado. El grosor de un libro no es decisivo para leerlo o no, solo para decidir el momento porque prefiero leerlos cuando sé que voy a tener bastante tiempo para dedicarle.
ResponderEliminarBesos.
Pues no suele importarme el tamaño, del libro, pero sí que lo tengo en cuenta cuando tengo que pasearlo arriba y abajo por Madrid (tren, metro, bus). Y aunque me gustan esas "historias de vida" como tú las llamas, las que son especialmente tristes me dejan un algo abatida, así que la dejaré pasar de momento. Abrazos.
ResponderEliminarLo importante es la historia. El número de páginas no lo tengo en cuenta.
ResponderEliminarFeliz domingo. Un beso.
Ya le tenía echado el ojo, terminaré por hacerme con el
ResponderEliminarBesos
Algunas de las partes de ésta historia, por cómo la has explicado creo que harán que me vea en los ojos del personaje y sienta afinidad por él. Es un presentimiento... aunque es un presentimiento que surge constantemente, será por la empatía, ¿no?
ResponderEliminarA mí no me intimida en absoluto el número de páginas, es más, a veces si es un novelón como transmites merece la pena. Las vidas me gustan largas así que lo he añadido a mi lista de goodreads.
Un beso,
Noa
He leído libros muy gordos y me los he bebido. Eso no es problema. Lo malo es cuando la historia es un poco o un mucho infumable. De Lahoz he leído el anterior y bueno, no me disgustó. Besos
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