miércoles, 28 de julio de 2021

Liquidación. Imre Kertész

 


     "Vivimos en la época de la catástrofe, cada ser humano es portador de la catástrofe, y por eso se necesita un saber vivir muy particular para seguir tirando, dijo. El hombre de la catástrofe carece de destino, carece de cualidades, carece de carácter".

     Hay libros que amas y libros que odias, y ante este blanco y negro solo queda un tercer tipo de libros, aquel que comienzas con un sentimiento para terminar en el opuesto; todos los puntos intermedios se olvidan o diluyen. Al final solo quedan los libros que uno ama. Y los que odia. Hoy traigo a mi estantería virtual, Liquidación.

     Conocemos a Keserü, editor. También a B, escritor, y a su exmujer, Judith. Y ahora, me explico. 
B se ha suicidado, y el hecho de que sea llamado B es importante porque enlaza con uno de los temas básicos dentro de la literatura de Kertész. Keserü, narrador durante casi todo el libro, es su editor, y sabe o cree saber que B ha escrito algo que tiene que ser encontrado. Pero el autor pidió que quemaran sus papeles, dónde está o si está la novela es un misterio. Aunque sí ha dejado otras novelas o papeles, como por ejemplo "Liquidación" que no trata sobre el Holocausto, aunque para estas alturas sabemos que es importante, trata de... bueno, se adelanta en el tiempo y allí Keserü está buscando la novela de B. En realidad, como podéis ver, es todo un tanto confuso y eso que no os he hablado de Hungría ni del momento elegido por B para suicidarse. Porque podría embrollarlo aún más. Solo que yo no tendría la pericia suficiente como para desembrollarlo (o me hubieran dado el nobel, sic.).

     Kertész en un escritor diferente cuya obra encaja perfectamente con lo que explicaba al comienzo de esta reseña. Es complicado, enrevesado hasta casi lo experimental y, a la vez, posee una fuerza narrativa capaz de sobrecoger al lector. Resulta llamativo que estamos, eso es seguro, en una novela sobre Auschwitz en la que la búsqueda no la realiza B, lo hace una persona que no es de origen judío, tanto como que Judith, que sí lo es, sea capaz de dar voz a varios caminos para vivir tras algo semejante. Incluso el autor la redime de su propia vida, en la que junto a su esposo, el primero, no pudo alcanzar lo soñado, para llegar junto al segundo a una felicidad que siempre se va a ver ensombrecida por el recuerdo o tal vez por la identidad.
     He comentado antes que Liquidación es el título de algo así como la intraobra de B, lo que no he dicho es que el escritor no hace de este hecho uno de los puntos capitales en la medida en la que sus personajes no parecen estar particularmente sobrecogidos y no lo convierte en el tema capital de la novela. Hungría y su represión, la caída del régimen como detonante de la acción de B y por lo tanto de la novela, tampoco es el tema principal y la introspección de los personajes que aparecen y el holocausto.. bueno, ese es el tema principal, así generalizando mucho, de la obra de Kertész. Y entonces qué nos deja en su novela... pues un juego de explicaciones y espejos que comienza con más extrañeza que entusiasmo pero que consigue que el lector no separe la vista de sus páginas. Una novela imposible sobre un presente improbable de un mundo que parece haberse resquebrajado tras el mentado juego. Y una pregunta capital: ¿qué hacer cuando todo cambia? Cuando el papel se agota, la tarea se termina, la representación finaliza o el régimen cae... qué sucede cuando al fin se alcanza la ansiada cuota de libertad tras soñarla durante un tiempo. Y ese, es el gran tema de la novela de Kertész y sobre él gira todo. Tanto el descubrimiento de la vida de B como la situación última de su editor una vez ha pasado todo que es cuando comienza la historia. Qué sucede con la culpa, qué sucede con la vida, ¿existe la libertad? Y aquí vuelvo a recordar a Judith en su frase lapidaria afirmando que ahora es feliz. Pocas veces una frase tan "positiva" encerró tanto sufrimiento entre sus letras.

     Liquidación no es una obra fácil pero, como sucede con muchas obras que no son fáciles, despiertan una parte del lector que le hace querer seguir leyendo. Personalmente lo he disfrutado tanto durante la lectura como al reposarla e ir encajando piezas y significados. Kafkiana, dicen. Rara, aclaro yo. Pero a mi, me gusta lo raro.

     Una pregunta: ¿me recomendáis un libro para las vacaciones?

     Gracias.

     PD. El autor tiene otra obra titulada Kaddish por el hijo no nacido. Cuentan las malas lenguas que esa novela es la que B firmó y que buscaron de forma incesante en Liquidación. No en vano vemos pasar algunos de sus personajes por ella. Decidme si no es un juego maravilloso...

lunes, 26 de julio de 2021

Sapiens. Yuval Noah Harari

 


     "Tres revoluciones importantes conformaron el curso de la  historia: la revolución cognitiva marcó el inicio de la historia hace unos 70.000 años. La revolución agrícola la aceleró hace unos 12.000 años. La revolución científica, que se puso en marcha hace solo 500 años, bien pudiera poner fin a la historia e iniciar algo completamente diferente. Este libro cuenta cómo estas tres revoluciones afectaron a los humanos y a los organismos que los acompañan".

     Los lectores solemos decantarnos por la novela antes que por otros géneros literarios como el teatro, la poesía o el ensayo. Sin embargo viene siendo costumbre que haya un ensayo sobre la mesa de las librerías que se convierta en un éxito y, en algunos casos como este, se mantenga a lo largo del tiempo. Hoy traigo a mi estantería virtual, Sapiens.

     Publicado en hebreo y exportado al mundo con la ayuda de Mark Zuckerberg, Sapiens realiza un recorrido por la historia de la humanidad de forma rápida y amena para cualquiera. Así pues, comienza con la aparición del hombre para señalar al lector que hubo antes hombre que historia y que hace apenas un fragmento de tiempo en la inmensidad de la existencia que el Sapiens no convive con otras especies de su mismo género. Somos, pues, producto del privilegio de un gran cerebro y unas mejores habilidades que potenciaron la selección natural de forma rápida tanto como el meteórico ascenso en la cadena alimentaria que nos han llevado hasta donde nos encontramos hoy. Habla del impacto medioambiental, de las épocas de luces y sombras, de la imaginación, las creencias y de prácticamente todo lo que uno pueda imaginar que sucede en una especie durante más de 13.000 años. Hay, por supuesto, más revoluciones que las expuestas al comienzo del libro. No se puede hablar del ser humano sin revolución tecnológica o biotecnológica o cualquiera de las que ahora mismo tenéis en mente y que parecen irse acelerando a medida que pasan los años. Y es que el libro de Harari mira más al presente y al pasado cercano, que al remoto. Personalmente creo que es más fácil escribir un libro sobre lo que hay más datos fáciles que realizar un ensayo exhaustivo  sobre un pasado que requiere una investigación brutal para poder aportar algo más allá de lo corriente. Y quizás sea por no hacer esto por lo que esa parte remota, desde que reduce la aparición de la agricultura a unas cuantas ideas superficiales, que el libro no termina de convencerme. No ya porque al autor la agricultura no le emocione, como si las ventajas de la agricultura se redujeran solo a comer y no supiéramos que trajo otras como los mayores asentamientos y que el ser humano en grupos "inventa" mejor o, más exactamente, se inspira.

     Harari habla de comunicarse para pensar, de pensar e inventar, de dinero, capitales, comercio, religión y felicidad. Y lo hace de una forma amena para todos, relajando el concepto de ensayo hasta convertirlo en un tema de conversación dejando patentes opiniones sesgadas en muchos de los casos que a mi, y esto es una apreciación personal de una mente cazadora/recolectora (sic) bastante reduccionista. Y es que lo que comienza de forma prometedora va cayendo en una suerte de sensacionalismo fácil que pretende sorprender al lector con datos que en ocasiones se contradicen para seguir dando su propia idea, un tanto machacona, sobre la felicidad y el pasado. Cuanto más se aproxima al presente más errores contiene, más exagera, más infelices y equivocados nos muestra. Y entonces yo me pregunto si sigo estando ante un ensayo o tal vez intentan convencerme de algo. Y me aburro. Supongo que antes de comprar el libro debí de fijarme en que el autor se define como filósofo y eso me hubiera dado una idea del tipo de texto ante el que me iba a encontrar, pero si uno mirase todo sobre los libros que se compra, es más que probable que se vendieran incluso menos.

     Sapiens es un ensayo que vende al lector la idea de que con leer cuatrocientas páginas va a saber mucho de la historia de la humanidad y, como un buen vendedor, Harari mete humo, diversión y fuegos de artificio que mezcla de forma maestra con datos de eventos más o menos conocidos que nos hacen, en definitiva, cerrarlo sintiéndonos más listos. Y está muy bien, a fin de cuentas se llevan muchos años realizando circuitos de tres días por cinco ciudades en los que la gente saca un montón de fotos y luego cuando lo cuentan parece que han vivido en ellas. Aunque en una de las ciudades solo parasen para ir al servicio. Ya me entendéis.

     Sapiens es ameno y entretenido, porque no está reñido lo que expongo con el hecho de que se lee prácticamente del tirón, pero no he encontrado la forma de disfrutarlo como debería. Aunque, como siempre digo, esta es solo la opinión de un lector.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 14 de julio de 2021

Vida y época de Michael K. J. M. Coetzee

 


     "Lo primero que advirtió la comadrona en Michael K cuando lo ayudó a salir del vientre de su madre y entrar en el mundo fue su labio leporino. El labio se enroscaba como un caracol, la aleta izquierda de la nariz estaba entreabierta. Le ocultó el niño a la madre durante un instante, , abrió la boca diminuta con la punta de los dedos, y dio gracias al ver el paladar completo.
     A la madre le dijo:
     - Debería alegrarse, traen suerte al hogar".

     Leer a Coetzee es tanto disfrutar con sus palabras como sufrir con sus historias, áridas, duras. Es no buscar consuelo. Hoy traigo a mi estantería virtual, Vida y época de Michael K.

     En esta ocasión conocemos a Michael K. cuyo labio le dificulta seriamente la comunicación. Vive en plena guerra civil africana, temiendo escuchar una sirena, y termina por tomar la decisión de llevarse a su madre al campo. Cuando todo parece ponerse en su contra, Michael sube a su madre al carro y emprende el camino para lograr sacarla de Ciudad del Cabo. Su madre no tarda en fallecer y Michael emprende un camino hacia la soledad.

     Con esta novela el autor ganó su primer Booker. No cabe duda de que la historia de este jardinero que trabaja para el Ayuntamiento en Ciudad del Cabo es estremecedora. Y es que Coetzee nos presenta la historia de un hombre solo que, desde su nacimiento, parecía predestinado a estarlo. Un ambiente árido y polvoriento que muchos han comparado con McCarthy ante la que se le impone al protagonista una elección disfrazada de dos caras de una moneda pero que, en el fondo, no dejan de ser lo mismo. He visto mil y una comparaciones de la novela con Kafka, ya sabéis como es esto y que si la K, que si no comprende... pero yo me quedo más con Camus y su extranjero. El desarraigo del mundo, mirar desde lejos y comer calabaza, tirar de la tierra y no poder quedarse con nada, mirar otra vez y más calabaza. Y un recuerdo, unas cenizas, una historia.
     Michael K es un viaje individual convertido en una suerte de odisea del hombre que busca su vida tranquila y que no está interesado en la "ayuda" que se le pretende brindar. Ni, aparentemente, en ninguna otra cosa. Y la historia de este hombre sencillo logra el maridaje perfecto en la prosa de Coetzee que se libera de artificios hasta lograr que el lector se pregunte cuánto hay de real en lo que nos está contando. Qué parte inventa y cuántos casos existen así. Porque la historia de Michael K., igual que el polvo del camino, se te posa encima, se te mete en los ojos, bajo las uñas... y cuesta mucho sacarla de ahí.

     Vida y época de Michael K. es una gran novela de un magnífico escritor que no puedo dejar de recomendaros. Y realmente lo mismo me da si empezáis vuestra andadura con Coetzee con esta u otra. Todas lo valen.

     Y vosotros, ¿hay escritores de los que os gusta toda su obra?
 
     Gracias.

lunes, 12 de julio de 2021

La canción de Aquiles. Madeline Miller

 


     "Mi padre fue rey e hijo de reyes. Era pequeño de estatura, al igual que la mayoría de nuestra gente, y tenía unos hombros enormes, como los de un toro. Desposó a mi madre cuando esta tenía catorce años y la sacerdotisa la declaró núbil. Se trataba de un buen partido: era hija única y el esposo recibiría la fortuna del padre".

     Tras disfrutar como una enana con Circe, estaba claro que iba a leer esta novela. Hoy traigo a mi estantería virtual, Aquiles.

     Habéis visto las primeras líneas. Bien, el que toma la voz es el pobre Patroclo, una decepción para su padre que no logra la mano de Helena aunque se ve sujeto al juramento de lealtad. Eso es empezar mal, pero es que el pobre hombre, una década más tarde, es exiliado por matar a un chico en un accidente. Y así es como termina en Ftía y conoce a Aquiles. Una amistad que va creciendo hasta ser amor y que iba bien hasta que la madre de Aquiles (esa que dicen que lo sujetó por el talón al sumergirlo en las aguas de la inmortalidad) los separa enviando fuera a su hijo. O eso cree ella... Bien, después crecen y llega Troya y la guerra y la muerte y la venganza y la autora saluda a la Iliada rápidamente antes de dar por finalizada la novela.

     Si algo sabe hacer Madelina Miller, es dar voz a quienes no la tuvieron. En este caso es Patroclo quien cuenta una historia mil veces narrada demostrando que quedan formas e historias por contar. La novela está narrada de forma ágil y amena y nos lleva por una época menos conocida que ha sido recogida casi a fragmentos para dar la imagen total de aquél que fue conocido solo por su ira y que ahora será su amor y lealtad quien le den vida durante la mayor parte del trayecto.

     En conjunto me ha parecido una novela bastante más lenta que Circe, que tampoco es que fuera eso que ahora llaman trepidante, pero me ha gustado incluso más. Me quedo con el astuto Ulises como diagonal más importante, y con la forma ligera de contar hazañas que para muchos se antojan pesadas simplemente por oír hablar de iliadas y homéricas hazañas logrando una novela de lo más entretenida que sirve perfectamente para pasar por el verano de una forma agradable.

     Mención también a la preciosa edición que AdN ha realizado y que hace pareja con Circe, que dicho sea de paso es la segunda novela de la autora y no la primera.

     Me gustan los libros que me descubren que quedan historias incluso en las mil veces narradas, que dan voz a los ocultos, a los no escuchados, que desgajan lo ya narrado hasta encontrar al personaje que observaba desde una esquina y del que no puedo deciros si finalmente logró colocarse en el centro o, al menos, junto a su amado Aquiles. Lo que si os digo es que he disfrutado con La canción de Aquiles. Os lo recomiendo.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.