"Sentía a Mara en toda la casa, aunque se había marchado hacía tiempo. Sentía su presencia en los pasillos de techos altos igual que notaría una corriente de aire, veía su silueta en los pliegues de las cortinas de brocado, oía sus pasos en las salas barrocas y en la escalinata de mármol.
Pero en ningún sitio se me antojaba tan cerca como en la
biblioteca de mi tío, un fantasma en el laberinto de libros".
Ya lo he dicho más veces, pero es que es cierto que los aficionados a la lectura nos sentimos particularmente atraídos por aquellos libros que tratan sobre libros o bibliotecas. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La biblioteca de la niebla.
Conocemos a Arthur en 1917. Es un joven apasionado de los libros en un país convulso. Hay manifestantes y saqueadores por todas partes y la Orjana no tarda en poner la vista sobre su familia. Un día llega a casa y se los han llevado a todos, él sabe que están muertos pero no quiere creerlo. Pero si quiere salvarse tendrá que huir y así lo hace con ayuda de un amigo que le pide a cambio que lleve un manuscrito a Alemania y lo entregue sin hacer preguntas. Arthur acepta en parte movido por la necesidad de volver a ver a la mujer que ama, solo que cuando llega la situación es un poco diferente a la que él esperaba.
En otro lugar y otra época, 1928, conocemos a una niña llamada Liette que vive con su tío en el hotel familiar tras haber perdido a sus padres en un accidente. Liette solo se relaciona con un librero ambulante y apenas sale salvo a una casa abandonada en la que hay una biblioteca que llama poderosamente su atención. Hasta que otra cosa lo hace, una maleta que encuentra en el desván del hotel. Su tío le dice que muchas familias rusas veranearon durante un tiempo allí y que dejaban sus cosas de un año a otro. Cosas que quedaron abandonadas cuando la situación de su país hizo que no regresaran.
Visto hasta aquí tenemos dos historias interesantes que el autor sabe equilibrar para mantener el interés en ambas. Por un lado está Arthur y su disfuncional familia, particularmente su tía. La relación que tiene con su prima y la aparición de Mara, una virtuosa de la pintura y cómo afecta a todos los que la conocen. Como ya habréis supuesto, veranean en el hotel del segundo hilo. En este Liette pronto se gana el cariño del lector gracias a una historia de corte clásico sobre una huérfana en peligro que mantiene un punto de romántica inocencia.
Entonces, ¿cuál es el verdadero punto de unión?
Para llegar a él el autor nos abre un tercer hilo en los años 50 en el que Liette, ya adulta, es la propietaria del hotel familiar. Sigue obsesionada con la casa, que está aún más en ruinas, y con su biblioteca, que siempre percibe entre niebla. Necesita encontrar a Mara, y para eso contrata a un periodista llamado Thomas Jansen especialista en usar los medios que sean necesarios en sus investigaciones.
Como podéis ver el misterio está servido y hay que tener mucho cuidado con no desvelar nada para que el lector se vaya sorprendiendo con cada una de las revelaciones. Si os puedo decir que los tres hilos tienen su propia trama con misterios correspondientes que, ya sea unidos o bien parte de la forja de los personajes, mantienen siempre al lector pegado a las páginas y que, si bien hay partes que el autor permite anticipar, hay otras que al ser reveladas generan un aluvión de piezas sueltas encajando hasta llegar a un final que se mueve entre lo perturbador y la tranquilidad.
Lo sé, no he dicho nada en sí. Pero si hubiese explicado que hay muertes, asesinatos, encubrimiento, política, relaciones turbias, envidias, problemas mentales, libros y un colgante, tampoco creáis que os hubiera aclarado demasiado.
En definitiva, La biblioteca de la niebla es una novela entretenida que se siente en muchos momentos como un homenaje a aquellas películas americanas de los años 70.
Y vosotros, ¿os sentís atraídos por libros que tratan sobre libros?
Gracias.