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sábado, 12 de enero de 2013

Mi tesoro


Cementerio de libros
     Todos los lectores empedernidos pasamos por una gripe en un momento determinado. Esa gripe no se manifiesta con toses o dolores de cabeza, sino que vamos notando los párpados pesados en libros que antes nos divertían, tenemos una opresión en el pecho ante determinadas letras cuando en otro tiempo seguíamos leyendo impasibles las desgracias de los protagonistas, y se nos nubla la vista cuando vemos algunos títulos de la lista de los más vendidos. Hace tiempo, pensaba que ese fenómeno no estaba extendido, pero poco a poco me he ido dando cuenta de que es un mal común. De hecho, poco antes de navidades, estaba delante de la pared en la que El Corte Inglés coloca sus libros destacados y vi a un hombre mirando con incredulidad el libro número 3 (cuyo autor es bastante mediático en programas del corazón) y noté un pequeño tic que le hacía arrugar la frente mientras negaba con la cabeza de forma apenas perceptible. No pude evitar sonreirle como se hace a las personas con las que compartes un secreto. Estaba claro, ese hombre había pasado por la gripe. Supongo que el momento en que se coge es impreciso, tal vez viene determinada por los gustos, el tiempo del que se dispone o simplemente es el regalo de fidelidad que te hacen al comprar el libro número 40, o 400, lo mismo da en realidad. Pero cuando piensas que te has curado es justo cuando se empieza a disparar el número de libros que tienes en las estanterías de casa, se acumulan nombres, títulos, autores... empiezas a interesarte por autores que antes ni conocías, y lo peor de todo es que te gustan. Y ahí te encuentras leyendo Hambre mientras otros buscan el último best seller como hacías tú justo hace unas semanas. Descubres que puedes pasarte una  hora mirando títulos sin ser consciente del tiempo transcurrido hasta que no vienen a tirarte de la manga mientras se dan golpecitos con el dedo en la esfera del reloj y que al ver las quinielas de nombres que se barajan para el Nobel de literatura (porque a estas alturas nadie duda que miras esas quinielas e incluso te aventuras a apostar) conoces a más de la mitad de los nombres. Es más, has leído varios libros de los autores que aparecen en ellas. Empiezas a buscar en Google términos como "autores malditos", "generación perdida" y tantos otros términos que te llevan a... más libros. Y se siguen acumulando en casa y los colocas nuevamente para que quepan mientras empiezas a sentir la necesidad de hacerle una foto a tu pequeña biblioteca. Porque es tuya, y lleva tu sello propio, tu "canon literario" basado en tus gustos está marcado por el desgaste de las tapas de algunos títulos, aquellos a los que regresas, y el tiempo que hace que has leído otros viene determinado de forma exacta por la accesibilidad que tienen. Los títulos más recientes tienden a ocupar los lugares más accesibles por una ley no escrita que hace que busquemos dejarnos hueco a mano cada vez que reordenamos los estantes.

     Justo en ese momento, un día te levantas y ves que no entran más libros, y entre una mirada furtiva a la pared que está justo tras el sofá calibrando si la estantería de oferta en IKEA tiene la medida adecuada... te asalta un pensamiento atroz. ¿Y después?, ¿qué pasará con mis libros? No se si os ha pasado eso alguna vez, porque sí, somos jóvenes que no eternos y nuestros libros, cuando no los leamos, cuando no estemos, ¿qué os gustaría que fuera de ellos?
     Durante un tiempo pensé que lo mejor sería donarlos a una biblioteca. Pero los tiempos cambian o tal vez sólo lo hagan las bibliotecas de donde yo vivo y ya he visto alguna que regalaba libros por falta de espacio... y ese día volví a casa con sudores fríos, lo reconozco. Porque no quiero ni imaginar que pasará con ellos. No digo que quiera hacer como los faraones, y que me hagan una cámara del tesoro en la que todos mis volúmenes cuidadosamente almacenados vayan a pasar conmigo toda la eternidad..... (creo). Y no se si mi descendencia dispondrá de tiempo espacio o ganas y, sinceramente, creo que tampoco quiero saberlo no vaya a llevarme una sorpresa que no me apetece demasiado. Pero si que es un tema que me preocupa que mi pasión de hoy sea un estorbo mañana, no porque lo considere un gran legado sino por la pena que me daría... y hasta aquí puedo continuar la frase, mejor no digo en voz alta las opciones menos agradables que se me ocurren para mis queridos papeles. Así que hoy, os hago a todos partícipes de la duda. ¿Alguna vez habéis pensado que pasará con los libros que estáis comprando?

     Gracias

PD. La escalofriante fotografía que ilustra la entrada cuya leyenda dice "Cementerio de libros" está tomada por Sweet Juniper, y su entrada original sobre el lugar la podéis leer aquí. Estoy segura que más de uno se llevará una sorpresa al ver con sus propios ojos que no todos los Cementerios de libros olvidados suenan igual de bien.

86 comentarios:

  1. Sí que lo he pensado. Más de una vez. Tengo una biblioteca bastante guapa, no sé si buena, pero sí con libros que me ha ido apeteciendo tener, unos más conocidos, otros no. Hecha a mi gusto, vamos. Me planteo tu pregunta y siento pena. No estoy nada segura de qué será de ellos. Probablemente acaben siendo estorbos o papel viejo... Ufff, no lo sé.

    Un saludo

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  2. Hola, ¿qué ideas nos asaltan un sábado por la mañana?
    No sé qué haré con mis libros, tendrán que pensarlo otros... No te creas que estaría mal lo de la cámara del tesoro, es una opción.
    Besos!!

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  3. Hay tantos pasatiempos "modernos" que quizás muchos no encuentren tiempo para la lectura. Pero yo creo que siempre habrá amantes de la lectura y aquí estamos. Su futuro, pinta negro pero nunca se sabe.

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  4. Leo mucho. He leido mucho, pero no tengo ese problema.
    Habitualmente utilicé las bibliotecas públicas. Hace tres años que no leo otra cosa que en electronico.
    Los tiempos cambian....
    Bonita entrada. La imagen de los toquecitos en la esfera del reloj y no en un móvil, me retrotrae a mi niñez
    ;-)

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  5. Hola. Magnífica reseña que te hace pensar... Creo que yo no tendré ese problema. Vivo en una casa pequeña y hace tiempo que no compro ni un libro (como mucho entra alguno que me regalan), porque entre que trabajo en una biblioteca y los electrónicos, tengo tanto libro para leer...
    Besos

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  6. La verdad es que tenía un concepto más romántico de un cementerio de libros, vaya chasco. No sé lo que pasará con los míos, irán a parar a mi descendencis. uy! pero si no tengo!!! :-D Prefiero no pensarlo. De momento estoy en fase de añadir librerias Billy de Ikea para que entren, y voy metiendo tímidamente lecturas no tan mediáticas. Desde que estoy por la blogosfera conozco nuevos títulos y autores que no sabía ni que existían, me encamnta ese tipo de enriquecimiento. Un besazo y buen fin de semana.

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  7. Me lo he preguntado muchísimas veces. Y no solo me he preguntado por los míos, sino también por los de mi madre, que acumula aún más que yo. No sé, supongo que es una decisión que habrá que tomar en su momento. De momento, voy haciendo dos cosas: expurgo ocasional (si es que me quedo hasta con los catálogos de IKEA) y releeo los que me encantan periódicamente. Cuando finalmente alguien tenga que decidir qué hacer con ellos, seguro que no le dará tanta pena deshacerse de un libro al que se le caen las páginas.

    Por cierto, encima de las puertas. Me refiero a que ese es un lugar donde también caben estanterías.

    Besos

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  8. Yo creo que nosotros evolucionamos con nuestras lecturas. Lo que leemos nos cambia y descubrimos que hay un horizonte más allá de las novedades y que hay mucho fondo más allá del expositor de "los más vendidos" de El Corte Inglés. Yo creo que ése es el origen de la gripe de la que hablas: leer enriquece. Y una vez que has probado los mil matices diferentes de un buen libro es difícil volver al sabor acartonado de algunas estrellas del marketing.
    Respecto al futuro de mis libros cuando ya no esté, tengo confianza en que mi hija herede parte de mi furia lectora y quiera quedarse con ellos. También voy donando mucho a la biblioteca. Aquí en Castilla-La Mancha, todas las bibliotecas forman una gran red, de manera que si tú donas un libro a una biblioteca y ya lo tiene, se lo pasa a otra que no lo tenga. Así todas están abastecidas (y bastante bien abastecidas, diría yo). Y, últimamente, he descubierto el placer de dejar que los libros circulen. Antes los atesoraba como joyas valiosas, los guardaba en la estantería y, sí, los miraba o incluso releía a veces, pero la mayor parte del tiempo lo único que hacía con ellos era limpiarles el polvo. Ahora he descubierto lo feliz que hago a quienes me rodean si los presto y solo conservo los que realmente consulto con mucha frecuencia. Y ya no tengo miedo de que no me los devuelvan: si han de volver a mí, volverán.
    Etapas que pasa uno en la vida ;)
    Gracias por una reflexión que nos ha hecho pensar.
    Besos

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  9. Pues muy buena reflexión, la verdad es que nunca me había parado a pensarlo... La verdad es que me gustaría, si algún día tengo niños, conseguir inculcarles el amor por la lectura y que conservasen todos los libros que hay en casa pero claro, eso me parece que va a ser una misión bastante complicada
    besos

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  10. Pues si que lo he pensado y no porque sean valiosos sino por los buenos momentos que me han hecho pasar a mi.Ahora entran menos al leer en digital y lo que hago es llenar las futuras estanterías de quienes empiezan el ritual de tener su propia biblioteca.Buen finde!

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  11. Imagino que a todos los que nos gusta leer lo hemos pensado alguna vez. Yo tampoco lo tengo muy claro pero se me ha pasado por la cabeza el legarla a mis sobrinos (ya que hijos no pienso tener) y ya que hagan lo que quieran, supongo... O tal vez, como dices, ir pensando en hacer una cámara faraónica y enterrarnos juntos...jaja. No sé, seguiré barajando posibilidades.
    Me ha encantado leerte :)

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  12. Cuesta mucho deshacerse de los libros, muchísimo. Incluso aunque hayamos pasado por la fiebre y miremos con cierto rechazo a aquellos best sellers que hace tantos años también nos sedujeron. Ahora que la edad nos ha hecho más selectivos, podemos hacer purga en las estanterías pero cada año resulta más difícil porque lo que va quedando es la esencia, la base. Me gusta pensar que otros después de nosotros los leerán.

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  13. Si que me plantee esta pregunta y confieso que teniendo dos hijos adictos a la lectura, como su madre, jamas he dudado que se repartirían mi legado como buenos hermanos y todo solucionado. Ahora bien, leyendo tu entrada es verdad que nunca se lo he preguntado, y ahora mismo no me atreveria, no vaya a ser que me lleve una sorpresa.... Una entrada estupenda. Feliz fin de semana. Un besazo <3

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  14. Me ha encantado lo que has escrito. Yo la verdad es que nunca he pensado en eso y no porque no me preocupe, sino porque no tengo ganas de estar dándole vueltas a algo que lo más seguro me pondría triste. Yo prefiero pensar que mis descendientes (cuando los tenga) tendrán la misma pasión que yo sobre este arte y podrán leerlos como en su día hice yo.

    Besos!

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  15. Hola!! te invito al desafío literario SURVIVAL HORROR 2013, espero te animes: http://simplyhaku.blogspot.mx/2013/01/survival-horror-2013-desafio-literario.html

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  16. Te entiendo, porque a mí me resulta IMPOSIBLE deshacerme de ninguno de mis libros, aunque sean libros de canciones en inglés (a lo Humpty Dumpty sat on a wall...) de cuando tenía 7 años... da igual. Supongo que no es ningun delito quedarte con todos tus libros, ¡son una parte más de tu vida! Y muy importante, por cierto :)

    Un besito, espero no pillar la gripe... o si (un cambio de aires nunca viene mal)

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  17. Siempre habrá un lugar de la casa donde no estorben y cuando te apetezca puedas volver a contemplar todas las horas que habrás invertido en ellos.
    unos besotesssssssssssssss

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  18. ¿Qué me pasa, doctor? Al parecer padeces una profunda aflicción, adoleces de bibliofilia. Tranquila, que de todas las adicciones humanas, has sucumbido a la más sana, hermosa y rica. Yo tengo una ligera inclinación a beber té a deshoras y comer perejil con pan (que no al revés) en el desayuno. También tengo cierta fijación mental con rayas, cuadros, bolsos verdes y calcetines violetas. De haber dos sendas, tú andarías por el buen camino. Yo, más bien, a salto de mata. Pero las dos coleccionamos momentos, a fin de cuentas. Gracias por despertarnos a un sábado maravilloso, desde luego no podía empezar mejor :) Un beso

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  19. Yo creo que eso se nos pasa por la cabeza a todos en algún momento. ¿Qué pasará con mis libros? Y ya no cuando no estemos, sino sencillamente cuando vivamos en nuestro propio nido. ¿Tendremos sitio suficiente para tenerlos? ¿Tendremos que regalar, donar alguno? Lo de las bibliotecas lo he visto muchas veces. Regalan libros porque no tienen sitio. Pero hay cosas peores. Hace años, me leí uno, El legado de Nueva Orleans. Lo había cogido en la biblioteca, me había gustado tanto, que tiempo después volví a por él. ¿Cuál fue mi sorpresa? No estaba. Así que pregunté que qué había pasado con ese libro. La contestación: que los libros más viejos los quitaban y los quemaban. Estupefacta me quedé. ¿Los quemaban? Prefiero mil veces que los regalen antes de que los quemen.

    En fin, quizá sea porque soy una apasionada de la lectura.

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  20. Yo también lo he pensado muchas veces, con cierto optimismo quizá mis descendientes quieran leerlos, igual que yo intercambio libros con mi abuelo, mi madre, mi padre y mi hermano, supongo que el día que falten ellos, sus libros me parecerán un tesoro por ser de esas personas tan queridas, y seguramente pasaré ratos imaginando lo que fueron para ellos esos libros.
    Y por supuesto yo también tengo esa fiebre, casi todos los libros que recomendáis me llaman la atención y me parecen algo nuevo en comparación con el best seller del momento (que también leo best seller)
    Besitos!

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  21. Recuerdo el escalofrío que recorrió mi espalda cuando hace algunos meses descubrí el cementerio de libros que presentas en la foto con la que ilustras tu post de hoy... Qué pena más grande, de verdad. La gripe lectora creo que la solemos pasar los lectores asiduos mínimo una vez al año: yo me curo de ella con grandes clásicos, de momento funciona. Mi biblioteca aún no es demasiado ambiciosa, por lo que no me preocupa mucho el espacio, ya que muchos de los libros que leo los saco de la biblioteca... Pero creo que si me viera invadida por los libros y tuviera que deshacerme de ellos, los donaría a la biblioteca: donde vivo no regalan los libros de sus fondos, sino que incluso animan a la donación ahora que, con la crisis, no pueden adquirir libros para aumentar la colección. 1beso!

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  22. Tengo algunos síntomas de los que dices acusar, o ver que otros acusan. No me da miedo, al contrario: creo que alejarse un poco de lo que dictan las editoriales más potentes significa tener personalidad.
    He pensado en qué pasará con mis libros y no tengo ni idea. Espero que a lo largo de mi vida surja algo 'novelístico' que me dé la respuesta... pero lo que mejor me podría pasar sería que a mis hijos (si los tengo) les gustara leer.

    Besos.

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  23. Me ha encantado esta entrada porque dices muchas cosas que pienso. En cuanto a qué hacer con mis libros.... para eso soy un poco avestruz, escondo la cabeza en un agujero en el suelo. No quiero pensarlo porque me daría mucha pena. Así que...mejor no pienso, no quiero que me entre la pena antes de tiempo.

    Una entrada preciosa. Besitos!

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  24. Yo también he pensado eso alguna vez. La última, hace no mucho, y acabé comprando una estantería pequeñita para la habitación, para que me cupieran algunos más. Ahora también ando mirando las estanterías de Ikea para, durante las vacaciones, reformar la biblioteca. Pero entiendo tus sudores. A veces pienso que lo mejor sería hacer como Pepe Carvalho, quemarlos en la chimenea en las noches más frías. No sé. Ya lo pensaré.

    Besos

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  25. Dos casas he tenido que desmontar y en ambos casos los libros fueron a parar a la biblioteca mas próxima. Ahora, de nuevo, tengo las estanterias llenas y confieso que los problemas de espacio me están empujando hacia los ebook... Ya sé que es, casi, un pecado, espero que venial.

    Un abrazo.

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  26. Me ha gustado mucho el texto, creo que todos los lectores pasamos de vez en cuando por esa "gripe lectora". Yo todavía no me he planteado que pasará con mi colección de libros, aún no es tan grande, la mayoría son de mi familia y yo planeó conservarlos siempre que pueda.
    ¡Un beso!

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  27. Creo que todos, por desgracia lo hemos pensado alguna vez. Aunque solo fuera por espacio ya que lamentablemente este es reducido.

    Hace poco, tuve que hacer una limpieza de libros. Aún vivo con mis padres y llegó un momento en que, o hacía selección, o no cabía en mi propia habitación. De forma que aquellos libros que ya no leía, por ser demasiado infantiles, o que me parecían demasiado random ¡tenía que desacerme de ellos! T_T
    Lo que tenía claro era que quería que otras personas los disfrutasen, así que terminé donándolos a colegios y bibliotecas.

    Por un lado me dio mucha pena, porque me encariño mucho con los libros, pero por otro me alegra pensar que otra persona podría ser feliz leyéndolos.
    Besos

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  28. Qué entrada más original y realista....

    Pobres de mis libros, quien se hará cargo y los cuidara...en mi casa hasta el presente no veo signos de gustar la lectura...

    Si no hay más remedio los donare o los iré regalando conforme pase el tiempo...

    Feliz fin de semana y pásalo bien...

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  29. Vaya! Alguien que toca mis nervios! Hace 9 años atrás, al divorciarme, tuve que deshacerme de cientos de libros que sólo ocupaban lugar y yo ni los leía. Decidí donarlos a la biblioteca de una escuela en donde trabajo. Este año, la bibliotecaria me informó que ni siquiera le había dado ingreso y que se iban a deshacer de ellos por falta de espacio.
    Otra. Hace 5 años un problema vocal me negó para siempre la oportunidad de seguir ejerciendo la docencia técnica. Dime, ¿qué hago con los más de 500 ejemplares de libros de esa disciplina que aun ocupan toda mi biblioteca? He preguntado en las bibliotecas, y ninguna resulta adecuada. Unas, porque los jóvenes ya no los consultan; otras, porque el material es en su mayoría 'antiguo'. Y otras, porque no tienen espacio disponible.
    Cuando se los ofrecí gentilmente a mis colegas y amigos, tampoco los quisieron pues ellos ya tienen el mismo problema. Lo que me han propuesto es ponerlos en venta. Pero, ¿cómo pones en venta algo que te ha resultado útil, cuando no placentero?
    Ni pensar en qué va a ocurrir con los libros de literatura...
    Bueno, has logrado que me alcance la tristeza en esta mañana de sábado. Un beso.

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  30. Lo he pensado alguna vez y me resulta triste, sobre todo porque a mi abuela le pasó. Ella repartió libros porque decía que cuando era niña les habían obligado a quemar muchísimos libros y que había sido una experiencia horrible para ella y no quería que se repitiera. No quería ni que se quemaran ni que llegaran a un mal puerto. A mi me regaló varios, y los tengo como oro en paño, es más me regaló un libro de comienzos del siglo XIX. Hubo gente que me dijo que para qué quería tantos libros si yá los había leído. Quizás no se dan cuenta que son como las fotografías, los ves y te traen recuerdos, algunos muy gratos. Forman parte de tu vida. Yo solo espero que el día de mañana encuentre alguien que verdaderamente valore mi tesoro y aunque sea hacer como mi abuela, dividir el tesoro estudiando a los candidatos y dar a cada uno los ejemplares que crea que mejor van a cuidar. Bicos.

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  31. Buff me lo he preguntado varias veces y nunca encuentro una respuesta adecuada...
    Me imagino que quien lo heredara lo acabaría deciciendo.
    Un beso!

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  32. Al final la gripe no deja de ser el criterio particular de cada uno. Cuando se te inocula la fiebre lectora la curiosidad avanza por tus venas y dejas de confiar ciegamente en los best-sellers y en las recomendaciones mediáticas para empezar a tirar de hilos ocultos ue te llevan a nuevos descubrimientos en forma de libros. El día que te tiras una hora en una librería ojeando portadas, sinopsis y reseñas y aún así no tener claro con qué volumen quedarte, ese día has de tener claro que estás atrapado.

    Quería manifestar el enorme placer que siento al cambiar el orden de los libros de mi casa (comedor, estudio, habitación) y seguir nuevos criterios o códigos de ordenación que nadie más puede entender porque al final son los gustos particulares de cada uno los que acaban siendo reflejados.

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  33. o dí algunos a la biblio, libros que no tocaré más en mi vida y lo hice para que otros tenga la oportunidad de leerlos.

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  34. Esta mañana antes de ir al trabajo (que estoy de fin de semana al completo) leí este post en el móvil, mientras desayunaba y en este tramo hasta ahora intentaba pensar en respuestas. Te dejo las mías:
    La primera es que no he llegado a "poseer" una cantidad ingente, por mi itinerante vida de casa en casa y tras mi asentamiento más prolongado hubo un reparto que me hizo renunciar de nuevo ye empezar de cero. Voy con lo imprescindible, con lo puesto. Y la verdad es que cada vez intento despegarme más, las circunstancias a veces obligan.
    Ahora es cuando empiezo de nuevo a "atesorar".
    Sin embargo, en el cementerio de los libros olvidados que supone la casa de mis padres, allí si que han ido parte de estas piezas. Y es esa la biblioteca que me preocupa, como posible heredera (casi seguro porque no hay muchos más interesados por ahora en este legado). En ese caso, plan A, no pensar, plan B, al final tengo la sensación de que cuando llegue el momento lo haré de la mejor forma que sepa y pueda, sea lo que sea que tenga que pasar, en esa "esperanza" me he quedado, ya ves, soy una utopía con patas. Feliz sábado. Un beso

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  35. A mi me gustaría que alguien los disfrutara tanto como yo!^^ Besos

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  36. Amiga Silvia, en mi casa tenemos un gran problema porque mi mujer y mi hijo tienen alergia a los ácaros,
    y no pueden ni acercarse a las estanterías de los libros
    antiguos, por lo que les he tenido que sacar a la terraza
    en cajones. Suerte de los libros electrónicos.
    Besos

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  37. Pues sí, es un problema grande y complejo. Por la cantidad de títulos acumulados y sobre todo por el cariño que contienen muchos de ellos.
    Una solución entre otras puede ser http://www.bookcrossing-spain.com/
    Descubrí esto el año pasado, justo el día del libro. La pena es que no siempre estás segura de lo que pasa con tus "abandonados"
    Yo heredé los de mi abuela, parte de los de mi padre y no sé qué hacer: no me resigno a deshacerme de los que no me atraen. Y supongo que a mis hijos les pasará lo mismo.

    El e-book para mí no ha sido una solución: muchas veces al contrario, por comprar a papel los que he descubierto de esta forma y me han entusiasmado :(
    Y tus reseñas tentadoras tienen mucho de culpa :D :D

    Te pongo unas líneas en privado ;)

    Besotesss



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  38. Lo he pensado muchas veces, desde muy joven tengo muchísimos libros y la verdad, jamás me he deshecho ni de uno solo, soy incapaz. Espero tener desdendencia lectora, ya se sabe, de tal palo, tal astilla...estoy practicando con mi sobrina y la cosa parece que marcha. Lo del espacio me preocupa también pero por ahora lo voy solventando bien. He encontrado un espacio entre un pilar y un paño en el que me van a caber un montón más. Un beso :)

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  39. ¿Qué hacer con mi biblioteca personal cuando yo ya no esté? Me gustaría que la donasen a una biblioteca pública, para que los libros que hemos ido acumulando (tanto mi madre como yo) tengan una nueva vida y sirvan de disfrute a una nueva generación de lectores voraces. Además, seguro que la biblioteca lo agradecería un montón, las de mi ciudad andan desesperadas pidiendo donaciones, ya que les han retirado los fondos para comprar libros :(

    Un beso shakiano!!

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  40. Por esa gripe creo que todos hemos pasado en algún momento.
    Y sobre el futuro de mis libros...Pues espero que a mi pequeñaja les guste quedárselos y disfrutarlos también. Aunque si lo pienso bien, como haga lo que haga, no ve voy a enterar...
    Besotes!!!

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  41. No es mala la idea de una cámara del tesoro; los amantes de la literatura terminaremos por tomarla, jaja.
    Bss

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  42. Confieso que este no es un pensamiento que me persiga mucho, en realidad, al leerte es cuando la idea me ha golpeado más fuerte y lo primero en que puedo pensar es que me gustaría dejárselos a alguna persona de mi familia que sepa vaya a apreciarlos y de no ser así, hay tan poquitas bibliotecas en mi ciudad, que sé con seguridad habrá un lugar para ellos y serán bienvenidos.

    Besos.

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  43. Me gustaría que quedarán para una próxima generación y los pudieran apreciar de la misma forma que yo lo hago.
    Un abrazo.

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  44. He disfrutado un montón con esta entrada, especialmente con el tema de la gripe y las miradas y sonrisas de complicidad :D Pues me imagino que en mi caso haré como se viene haciendo en mi familia, mi abuelo fue repartiendo sus libros entre hijos y nietos, mis padres me pasarán su biblioteca a mí que soy hija única y yo le dejaré todo este legado a mi hija, aunque la pobre tendrá que tener una casa enorme para tanto libro :D Un beso

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  45. NO suelo regalar mis libros. Se que cuando sera anciana o algo los donare para futuros lectores ;)

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  46. Tiene muchas razon!! que mas te digo!

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  47. “Desde hace treinta y cinco años, Hanta trabaja en una trituradora de papel prensando libros y reproducciones de cuadros. En cada una de las balas de papel que prepara conviven libros, litografías, ratoncillos aprisionados y su propio esfuerzo, que se manifiesta en una relación absolutamente amorosa con los libros que destruye por oficio y salva por pasión…”

    Es una parte de la sinopsis del libro que estoy leyendo “Una soledad demasiado ruidosa” de Bohumil Hrabal. Seguro, seguro que te gusta si no lo has leído ya.

    Siento la parrafada pero tu post me ha recordado la lectura :-)

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  48. Pues muchas veces me he parado a pensarlo, pero mira... cuando llegue el momento, ya se verá! Que si no me agobio, pobrecitos míos xD
    Tengo más de 600 libros solo en mi habitación (que es enana), así que lo dicho, mejor ni pensarlo, o me pongo pocha de verdad jajaj

    Me ha hecho gracia lo del señor xDDD

    Buena reflexión!

    Besotes

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  49. Hola,
    pues lo he pensado varías veces,
    y ahora estamos construyendo una casa en mi pueblo natal, ya le he dicho que quiero biblioteca para mí solita, así que allí acabarán parando.
    Un beso y interesante lectura y reflexión.

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  50. Una magnífica entrada, como siempre. Tu paseo por las estanterías d'El Corte Inglés me recordó mi visita a la Fnac durante las fiestas. Ahí descubrí que su recomendación navideña era "Cincuenta Sombras de Grey". Lo intenté ignorar y pasar de largo, pero algo se atragantó en mi alma. Respecto al destino de mis libros, realmente nunca he pensado detenidamente en ello; lo bueno sería que alguien pudiera disfrutar de ello como hice yo, pero con tanta producción cada año, no lo tengo muy claro. Se convertirán, probablemente, en objetos sin utilidad y carentes de interés. Ya veremos. Besos y buen fin de semana.

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  51. Al terminar de leer tu pregunta se me ocurre que tal vez mis libros acaben en casa de mi hijo, como muchos de los libros de mi madre han ido terminando en una estantería de la casa de mis dos hermanos y de la mía... por tanto, forma parte de la herencia, lo que dejamos a los personas que queremos. Tampoco hay que olvidar aquellos libros que por algún motivo no los vuelves a recuperar, son parte de mi que queda en otros lugares ... :))

    un abrazo

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  52. Hola!
    Tienes un premio en mi blog.
    Pásate a recogerlo cuando puedas.
    Besindios.

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  53. Maravillosa entrada, una vez más.

    Sí, he sido una de esas que han pensado qué pasará con mis libros. No puedo dejar de darle vuelta sobre todo estos días, que por problemas de obras y demás, vuelvo a meterlos todos en cajas, para bajarlos al sótanos, y volverlos a colocar una vez terminen esas dichosas obras.

    Hace una semana, doné libros infantiles a la biblioteca. No me cabían más. En serio, es una locura. Una casa nueva, recién amueblada de IKEA, y sin espacio para libros. He hecho una librería inmensa en mi salón. No me caben invitados, me caben solo libros. Pero aun así, he tenido que dejar unos cuantos de mi infancia (que no me gustaban mucho, todo hay que decirlo).

    No se que ocurrirá, pero mientras tanto siguen siendo MI TESORO, cual Golum con el anillo.

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  54. No soy fetichista, una vez que los leo los regalo, me gusta pensar que se vuelven a leer. Soy de segundas oportunidades en todo.

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  55. Hoy has entrado en mi mente para copiar aquí lo que en ella has leído: desde estar horas contemplando libros antes de comprar, hasta tomar medidas para la próxima librería que sí necesito ya (aunque no sé dónde poner); desde estar contenta con la personalidad cambiante de mi estantería hasta pensar qué va a ser de todos estos libros cuando yo ya no esté. Y sigo dando vueltas en qué destino quiero para ellos, a qué amigo le puedo dar estos y a quién aquellos. Y pienso para qué gastar tanto dinero si dentro de pocas décadas ya se habrá terminado, y me respondo que porque me gusta elegirlos y elegir el traductor y subrayarlos y, sobretodo, tenerlos a mano cuando los he de volver a consultar y cambiarlos de sitio cuando no me caben como los tenía antes... Es toda una aventura vivida con ellos.

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  56. Hola cielo!
    Granpregunta la que planteas. Yo tengo muchisimos libros, por no decir cuántos tendre en 50 años más. Creo que los dejaré en herencia y espero que los cuiden, mis libros son algo muy importante para mí.
    Un beso!
    PD: Una fotografía espeluznante

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  57. Acabo de leer tu entrada y me doy la vuelta para mirar a mi espalda, donde se acumulan mis libros... no se me había ocurrido pensar que será de ellos cuando yo falte. Quiero pensar que el cariño que yo siento por ello se transmitirá a los que me siguen, pero entiendo las dificultades espaciales que pueden acarrear. De hecho esas mismas razones son las que me han llevado al libro electrónico. Me temo que incluso con las estanterías de Ikea el espacio de mi casa sigue siendo finito y no puedo estirarlo mucho más.
    En último extremo espero que encuentren de una y otra forma nuevos lectores ávidos de viejas historias.
    Besos

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  58. Buf, qué mal te ha sentado cumplir años que estás pensando ya en cuando pases a mejor vida.....
    A tus 77 eres muy joven aún, chaval!!
    Besos
    PD: si decides ir a Ikea, me lo dices.....

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  59. Cuídate de esa gripe, pero no de las consecuencias...
    Fíjate que acabo de encontrar la herencia perfecta. Espero que mi biblioteca se pueda ampliar mucho más porque, aunque no demonice al ebook, yo seguiré apostando por que el papel me obligue a construir nuevas estanterías. Y ojalá alguna de ellas esté llena de mis propios libros...
    Yo confío en que mis descendientes disfruten con mi biblioteca. ¿Cuántas generaciones? ¡Todas! Es que aquí ya, me pierdo...
    Y, bueno, mientras yo pueda ver, y tocar, y leer los libros de mi biblioteca, estaré feliz.
    ¡Un besazo!

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  60. Gracias por seguirme :) ahora que te leo te seguiré sin duda :D
    Realmente no lo había pensado... o quizá sí, pero dejé ir el pensamiento por razones desconocidas... Me has dado algo en que pensar, otra vez.

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  61. ¡Feliz fin de semana!

    bajo la incipiente mirada

    de la luna enamorada

    de los riscos tornasolados de la alborada...

    Atte.
    María Del Carmen



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  62. Pues tengo una parte de mis libros en casa de mi madre (fallecida) y algunos en casa, almacenados en cajas en el trastero porque mi hija tiene que dormir en algun sitio y justamente el otro día pensé en donarlos a la bibliteca de la cual me he nutrido durante muuuuuchos años. Desde hace tres años tengo un ebook y me descargo los libros de manera gratuita. No será legal, o lícito, o moral pero veo la cantidad de "purria" que se publica y eso me ayuda a no tirar mi dinero a la basura. Me quedaré algunos ejemplares con valor sentimental pero los libros, palabras son, sean en un papel o en tinta digital.

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  63. yo creo que o bien , los sortearé cuando llegue el momento , por aquí, los regalaré , o bien se lo dejaré en testamento a mis hijas , mi tesoro de libros , y luego , les tengo dicho , que los malvendan en algún mercadillo , al menos que otro@s los disfruten !! besoss

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  64. Me planteo la pregunta a la inversa y me preoucupa más los tesoros que me pueden endosar, el de mi padre, por ejemplo. Por el espacio, claro, bueno, y por la temática, también, jajaja...

    Besitos

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  65. A mí eso de no molarme los números uno en ventas me pasa con las pelis :)

    Hace unos años tiramos el mueble del salón y la enciclopedia que teníamos ya no entraba en el nuevo. La cosas es que mi madre llamó a no sé qué sitio que se dedica a la reinserción de gente y vinieron a casa a por ellos. Además hay otra gente que organiza campañas en las que recogen libros y después los van dejando por la calle, parques, estaciones, para que la gente que los encuentre pues se los quede (esto ya mola menos, porque supongo que más de un libro acabará hecho pedazos).

    Sea como sea siempre hay gente dispuesta a quedarse las cosas (sobre todo si es gratis).

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  66. Leí algo parecido en otro blog, y digo que me causa un poco un sentimiento egoísta, una desesperación. Y no sé que voy a hacer, y me duele pensar en su destino...Un abrazo.

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  67. ¡Me ha gustado mucho esta entrada! He pensado muchas veces qué pasará con mis libros. Casi siempre me los imagino en la biblioteca de mi ciudad, en manos de otros lectores, que miran curiosos el exlibris con mi nombre y una lechuza sobrevolando un libro. Luego pienso en lo descuidado que son muchos lectores, y es cuando cambio de idea. No sé qué pasará con ellos. Sólo espero que queden muchos años por delante para tomar la decisión. ¡Besos!

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  68. No puedo creer que hayas descrito también este "mal" que a mi me asola y que pensé que sólo era mío, te he leido entre sorprendida e identificada, pero será posible...? jaja

    Un saludo y te leo :)

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  69. que entrada tan bonita, describes perfectamente como va uno contagiandose del amor por la lectura, al ir leyendo libros, buscando los que ese autor recomienda, que se encadenan en las pláticas con otras personas a quienes les gusta leer, y como nuestros gustos van cambiando gracias a las lecturas anteriores.
    Si he pensado que harían mis hijos con mis libros si yo me muero mañana. Yo les pediría que los guardaran hasta que tuvieran la curiosidad de ver qué era lo que me gustaba leer...es como un testamento...pero creo que los sacarían a la calle sin mas.
    Un beso,
    Ale.

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  70. etse cementerio, en concreto, no suena nada bien, da muchísima congoja. no sé qué pasará con mis libros, pero no me gustaría que terminaran en un sitio así.

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  71. Genial entrada!
    Terrible la imagen del cementerio, lo tenía por otra cosa.
    Sobre mis libros... ay. Mejor no lo pienso y le paso la pelota a mi descendencia. Eso si, si se van a librar de ellos por las malas que esperen a que yo no esté que si no... la que les espera je je.
    Sobre la cámara faraonica, pues que quieres que te diga. La idea mola.
    Disfruta del finde.
    Besos

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  72. Pues mira, esa gripe que dices la conozco y además da penita. Lo digo porque pensabas que cierto título te acompañaría siempre y luego te das cuenta de que, ahora, ni lo comprabas.

    Y bueno, con los nuestros me gustaría que los heredaran y los tuviesen como un tesoro. Pero claro, los hijos son personas distintas, con sus manías y aficiones. Eso quiere decir que irán formando su propia biblioteca (u ordenoteca, o digitoteca, como sea). De los nuestros pillarán aquello que les guste, quizá si tienen mucho espacio en casa, todos. Jo, qué triste, no??

    Un besazo

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  73. Cada tanto, hago un esfuerzo y hago una selección de libros que ya leí y que no me gustaron lo suficiente como para guardarlos. De esa selección, los que creo que pueden ser apreciados por amigos, son regalados y otros, son donados a la biblioteca pública.
    Todo para hacerle más lugar a nuevas adquisiciones.

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  74. Jo, pues yo la verdad que nunca lo había pensado.
    Los libros infantiles y más juveniles que tengo están en mi habitación antigua y los que he ido comprando los últimos cuatro años están en la actual así que no estoy saturada, de momento.

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  75. El apego desmedido por las cosas materiales pueden llevarnos a la locura. Los libros están hechos para el delite inmediato del lector, y no para un uso distinto a largo plazo. Quiero decir que, mientras exista un lector interesado en la obra, el libro tendrá su razón de ser. Pero en el momento en que deje de tener interés para alguien, el libro pasará a ser un simple montón de páginas insevibles de las que habrá que deshacerse. Tengo un familiar cuyo padre falleció dejando una extensísima biblioteca que no hace otra cosa que acumular polvo. Su viuda está deseando regalar los libros, y no duda en entregar alguno cuando alguien interesado la visita. Si no consigue regalarlos todos, los reciclará. No obstante, hay una fórmula para que aquellas obras por las que sentimos más apego no desaparezcan entre las tinieblas del tiempo, y perduren lo máximo posible: hacerlos únicos. ¿Cómo se hece único un libro? Pues poniéndole un distintivo que los destaque entre los demás: firmándolos, por ejemplo. Los libros que más me gustan los firmo, o hago alguna anotación en ellos. De esta manera, los convierto en algo único que, quién sabe, puede que sea valorado de tal forma por quienes nos sucedan como para conservarlos algunos años más después de que ya no pisemos este mundo.
    Un abrazo.

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  76. Mis libros, es una de las cosas materiales que más me importan pero de momento no he pensado que pàsará con ellos. me gusta verlos y repartirlos por la casa. Como no tengo hijos, ni sobrinos no se me ocurre donde van a ir a parar... de todas formas ahora tengo muchos en formato electrónico. Lo que pienso en los momentos de placer que me han dado y me siguen dando de momento con su lectura.
    Un abrazo Silvia.

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  77. ¡Qué maravilla de entrada! :) Por esa gripe, sin antídoto, pasamos un poco todos los lectores cuando, como dices, hemos caído ya en considerables lecturas.

    Respecto a mi biblioteca particular, que empieza a ser en parte bastante voluminosa, creo que su mejor destino sería legarla a esa descendencia que viene. No por el hecho de preservar los libracos, sino porque habríamos conseguido algo mucho mejor: inculcar un hábito como la lectura a parte de una generación venidera. Inmortalizar en parte esas historias.

    Pero, como dices, no siempre es posible. Quizás la biblioteca pueda ser la mejor opción, pese a las reticencias...

    Besines :)

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  78. Pues mi idea es donarlos a una biblioteca, que espero qiue aun existan y que sigan siendo públicas y gratuitas.

    Eso o regalarlos a laguien que los aprecio, auqnue eso parece ya más difícil que mucha gente considera uujn libro como un trasto inútil.

    Besos

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  79. Ya repuesta de la gripe vengo a darte guerra y a contarte que mis libros se agolpan y cuando veo que sobresalen puesto que estoy colonizando toda la casa doy una limpieza y los doy a una ong que los envia a niños del tercer mundo,mis libros favoritos se vendran conmigo a todos los lados pero los demás no lo quiero ni pensar, mi padre me dice que si nos cambiamos de casa no me van a poner un camión solo para mis libros :/ yo se que terminaria claudicando jejeje
    pero no se la verdad donde pararan :/

    besos

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  80. No una si no muchas veces, mis libros que pasara con ellos, no se n se la verdad por mientras sigo leyendo Harry Potter date un vuelta por mi blog te eextrana besos... por cierot la idea de un mausoleo estilo Partenon no esta mal adentro una biblioteca, quien quita que mi tumba no se convierte en una bilbioteca publica jajajaj es dde locos...

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  81. No una si no muchas veces, mis libros que pasara con ellos, no se n se la verdad por mientras sigo leyendo Harry Potter date un vuelta por mi blog te eextrana besos... por cierot la idea de un mausoleo estilo Partenon no esta mal adentro una biblioteca, quien quita que mi tumba no se convierte en una bilbioteca publica jajajaj es dde locos...

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  82. Te has dado entera en esta entrada, es la entrada más Mí que te he leído... no te aflijas para cuando tú no estés... ya nada valdrá la pena!! Bss

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  83. No sé si por suerte o por desgracia, yo no le profeso ese amor a los libros y no me importa desprenderme de ellos una vez que los he leído, salvo los de Alberto Vázquez-Figueroa, claro. Así que últimamente me dedico a intercambiarlos, ya que mi hermana no hace más que decirme que no hay sitio para más libros, y eso que yo no tengo tantos.
    Eso de que las bibliotecas regalen libros por falta de espacio me parece una aberración, en las bibliotecas nunca sobran.
    Por último, no leo novedades, más bien hasta espero a que salga la edición de bolsillo, pero lo que he notado últimamente es que autores que hace años me apasionaban hoy me resultan indiferentes.

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  84. Ya me van avisando, mi hija es lectora, pero ya me ha dicho que donará mis libros a una biblioteca o buscará alguna ONG que pueda aprovecharlos, solo se quedará con algunos títulos y aquellos donde aparece algún micro mío, como recuerdo, dice. Su excusa es que tengo demasiados ¡imposible conservarlos! ¡en fin...!

    Besitos

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  85. Sí, yo también me lo pregunto a menudo. De momento tengo la esperanza de que los herederos los quieran, jajaja, son aún pequeños para saber si esa esperanza tiene sentido o no. Y si no habrá que rezar paa que tengan parejas que los quieran. Si todo sale mal, supongo que serán vendidos al peso o en un mercadillos de esos con müsica y bar al aire libre que tan de moda se están poniendo por la costa. Tampoco sería mal final, serían libros cosmopolitas :D

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