Páginas

viernes, 17 de noviembre de 2017

Pequeña flor. Iosi Havilio


     "Esta historia comienza cuando yo era otro."

     Los lectores somos unas personas tan peculiares que podemos decir mil veces que no está bien juzgar un libro por su portada y luego comprar otro justo por ese motivo. Y además, no tener remordimiento alguno por hacerlo. Es más, yo hice esta misma semana con el libro que hoy traigo a mi estantería virtual. Se trata de Pequeña flor.
 
     Conocemos a José, un hombre que descubre en las primeras líneas que ha perdido su trabajo. Le toca entonces quedarse en casa, cuidar de su hija Antonia y realizar labores domésticas. Laura, su esposa, será quien trabaje, le va bien, los roles cambian. Sin embargo, José tras un serio percance con un vecino hará un terrible descubrimiento.

     Hoy estamos ante un libro personal e inclasificable, casi experimental en sus formas y también en el fondo del que, en cambio, es difícil no hablar. Iosi Havilio nos regala esta suerte de novela, y digo "suerte" porque a mi me ha parecido más un relato y también porque, jugando con el significado y uso de esa palabra, ha sido una suerte que se cruzara en mi camino. A fin de cuentas, la suerte es importante en la vida de cualquiera.
      Havilio escribe su historia como si la estuviera contando su protagonista de forma atropellada, en un solo párrafo sin puntos y a parte, divisiones en capítulos, ni cualquier otro recurso que se os pueda ocurrir que permita al lector hacer un parón. Sensación que, además, no duda en acrecentar utilizando expresiones como árbol de proporciones, sin decirnos cuales pero sabiendo que al lector no le hace falta ese dato para tener claro el tamaño del árbol. De hecho, el libro está salpicado de esta suerte de incoherencia buscada que aporta a la novela un tono muy especial, pero que no dificulta su lectura como tampoco lo hace que acuda en algunos momentos a los recuerdos sin romper ese enorme párrafo que lo constituye. Y sin que se le haga pesado, lo cual tiene muchísimo más mérito.

     Pensaréis ahora que lo experimental del libro es la parte formal, pero no se trata solo de eso, también tiene mucho de ello una trama que baila entre memorias, casi confesiones, costumbrismo, relato fantástico o incluso negro. Encontraremos música, jazz, y mucha literatura que parece ser un buen refugio particularmente si se trata de Tolstoi, también hay engaños y crisis matrimoniales, y descubrimientos infantiles y grandes sorpresas, al menos, para mi, que llegan a su punto más alto en un final sorprendente que puede resultar incluso cruel según la interpretación que se le de a la novela. A medida que voy explicando me doy cuenta de mis omisiones conscientes, como la muerte de alguien importante en el libro, el vecino, algo que hay que contar porque es vital en esta historia, y de otras no tan conscientes que solo he tocado de pasada como es el matrimonio entre José y su mujer y el desgaste y apatía por el que pasan. Y es que Havilio, toca muchos temas por los que va pasando su historia de una forma más o menos encadenada. Por eso parece casi una confesión y por eso resulta tan complicado interrumpir su lectura, por lo cambiante, la metamorfosis constante que hace que comencemos temiendo estar ante una historia triste de un hombre sin trabajo y finalicemos casi boquiabiertos sin saber cuánto de fantástico tiene lo leído.

     Pequeña flor no es un libro para cualquiera y, por mucho que haya visto a gente decir lo contrario, tampoco es para ser leído del tirón. Es una de esas rarezas que uno disfruta poco a poco para darse cuenta de cada una de sus peculiaridades. Y también es, por si alguien no lo sabe, una bella canción


     Y vosotros, ¿alguna vez habéis comprado un libro por su cubierta?

     Gracias.

18 comentarios:

  1. La portada me gusta muchísimo, no lo conocía :)

    ResponderEliminar
  2. ¡¡Por supuesto que sí!! Pero no una vez, sino muchas.
    Este título no es para menos, es divino, muy bello. Por dentro, quiero descubrirlo también. ¿Cuándo te refieres a sin prisas, es porque has tardado más de una hora en leerlo? Jojoj, era por tomarte el pelo un rato.
    Me lo voy a comprar ya.
    Besitos.

    ResponderEliminar
  3. Hola! No lo veo para mí, esta vez lo voy a dejar pasar. Muchas veces he comprado libros por las portadas, lo reconozco, jejeje.
    Besos!

    ResponderEliminar
  4. Desde luego que esa portada es un atractivo... Pero no es por ella (o tal vez un poquito si) que me lo apunto, aunque sea para echar un vistazo a sus páginas.

    ResponderEliminar
  5. No me fijo nunca en las portadas, la verdad. Y la verdad es que esta tampoco me llama especialmente pero el argumento me ha atraído mucho. Besotes!!!

    ResponderEliminar
  6. PUes sí, no somos muy coherentes los lectores. Y es que es difícil no dejarte llevar por las sensaciones. A mí, en cambio, esta portada me echa para atrás. No me gusta. Y por lo que cuentas del libro, no termina de llamarme ahora mismo. No tengo la cabeza para muchos experimentos.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  7. Muchisimas veces, me encanta dejarme seducir por las portadas...Saludos,

    ResponderEliminar
  8. Este libro no es para mi claramente asi que lo voy a dejar pasar.

    Saludos

    ResponderEliminar
  9. Uy se ve interesante y si la portada es preciosa y si una compra libros por tantas razones una de ellas la portada. Te mando un beso

    ResponderEliminar
  10. Los únicos libros que he comprado por su cubierta han sido infantiles para mis nietas pequeñas.Besicos

    ResponderEliminar
  11. El que diga que nunca ha comprado un libro por su portada miente, ante el escaparate de libros que nos presentan siempre hay alguno que por uno u otro motivo nos atrae. Incluso la estética de determinadas editoriales no llaman más la atención que otras.

    Este sería uno de esos en los que me pararía a mirar, es precioso. Y su historia intuyo que tiene algo de especial, así que investigaré un poco más ;)

    Besitos

    ResponderEliminar
  12. Pues sí, me fijo en las portadas, a veces demasiado, pero no lo puedo evitar.
    Este no pinta mal, le echaré un ojo porque ya tengo en mente otros.
    Besos

    ResponderEliminar
  13. Sí, he comprado alguna vez dejándome llevar por la cubierta. En esta ocasión no me gusta demasiado, y por lo que cuentas, creo que esta vez soy "cualquiera", je. Un beso.

    ResponderEliminar
  14. Hola,

    Me gusta eso de que los lectores somos seres peculiares; adoro leer y "peculiar" es una de mis palabras favoritas, así que en buena hora ;) Sobre este libro en particular, pues no lo conocía, pero me gusta lo que has contado de él, así que lo tendré en la mira, y sí, he comprado un libro varias veces por su portada, aunque me gusta pensar que ese es solo uno de los motivos :)

    Besotes.

    ResponderEliminar
  15. ¿Qué sería exactamente un libro experimental? A mí me suena a sinónimo de aburrido. Como cuando a esos largos silencios en las películas argentinas les llaman «clima»...
    Nuna me guío por una portada.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  16. Pues porque la trama no es de mi estilo, porque eso de que la novela sea tan experimental me gusta. Fantástica reseña, como siempre.

    Un saludo,
    Laura.

    ResponderEliminar
  17. Hello!

    Vaya, pues sí, la portada es preciosa. Si es que a veces... no podemos evitar que se nos vayan los ojos... Qué curioso lo del estilo de la novela-relato. Me ha recordado a "Cinco horas con Mario". ¿Se parece en algo?

    Un saludo imaginativo...

    Patt

    ResponderEliminar
  18. No sé si es para leer de un tirón o no... pero yo lo he hecho. Me ha gustado y dejado pensativo, curiosa historia, a ver si termino de asimilarlo. Está muy bien.

    ResponderEliminar

Deja tu comentario con respeto hacia todos y recuerda:
NO hace falta verificar.
Al dejar un comentario estás aceptando La nueva LOPD y Privacidad
http://entremontonesdelibros.blogspot.com.es/p/aviso-legal-privacidad-y-lopd_59.html
Gracias por venir.