“Me miraba a mí mismo como un insecto agonizante, embargado por el aniquilamiento en medio de aquel universo próximo a dormirse. Lentamente comenzaron a asociarse mis pensamientos… Siguiéndolos atentamente escribía. Podía ser el principio. Era un excelente principio para muchas cosas”…
Me voy con otro clásico, y lo es por derecho propio, ya sea por la azarosa vida de su autor quien, habiendo recibido el premio nobel a la edad de 60 años decidió apoyar al régimen Hitleriano llegando a ofrecer a Goebbels su medalla como muestra de admiración, con lo que le supuso a su vida la caída y a su obra el desprestigio, o bien por derecho propio de la obra en sí.
Este libro es para leerlo del tirón. He hablado ya de libros cortos incluso de relatos, pero no tiene nada que ver con lo que digo en este momento. Hambre es un libro que desasosiega donde vamos viendo en primera persona el sufrimiento del protagonista. Nos presenta a un hombre en una situación crítica economicamente hablando, como muchos hoy con la crisis me temo. No sabemos su nombre ni su vida, salvo que era periodista, pero le vamos viendo agonizar ante una sociedad que lo sigue aislando porque, a quién le importa la persona que pasa por tu lado cuando caminas por la calle? Y sin embargo, y pese a calarnos cada cosa que nos va contando, somos incapaces de dejar de pasarlo mal, porque no somos capaces de detener su lectura. No es morbo.. es.. dejarnos llevar por la agilidad del texto que siempre nos pide atención y que no nos permite dejar de prestársela.
Gracias
Mejor "Pan"
ResponderEliminarHe estado dándome una vuelta por el blog. Como bien dice Borges, todo encuentro casual es una cita, y a ella acudí. De todos los títulos que aquí tienes (algunos los he leído, otros los tengo, otros ni una cosa ni la otra) preferí dejar un comentario en "Hambre". Supe de su autor por Henry Miller, de origen alemán. Y la cita borgeana que aquí dejé es de "Deutsches Requiem"
ResponderEliminarMe enteré de la militancia nazi de Hamsun leyendo la biografía de Goebbels basada en sus diarios y me quedé helado. Pero su terrible error poítico no disipa el placer que sentí al leer Misterios, Hambre o Pan.
Un saludo!
Qué gusto ver estso más tranquilo, no tengo que estar dándole al dedo kilómetros y kilómetros para llegar abajo del todo y poder decirte alguna chorradita. Aquí va la que toca con este libro:
ResponderEliminarTodo un descubrimiento. Vengo por accidente por una entrada tuya del año 2013, y aunque no lo conocía, voy a probar con él. Lo qwue cuentas además de su biografía personal y repercusiones posteriores son de lo más.