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sábado, 1 de octubre de 2011
Grandes Esperanzas. Charles Dickens
"Al encontrarme delante de ella, rehuyendo su mirada, observé con detalle los objetos que nos rodeaban, y reparé en que tanto el reloj que había encima de la mesa como el de la pared estaban parados a las nueves menos veinte. ―Mírame ―me dijo miss Havisham―. ¿No te da miedo una mujer que no ha visto el sol desde que tú naciste?
Lamento tener que confesar que no dudé en responder que no, lo cual era una gran mentira.
―¿Sabes qué noto aquí? ―preguntó al tiempo que ponía las manos en el costado izquierdo, una sobre otra.
―Sí, señora. ―Me hizo pensar en el joven.
―¿Qué toco?
―Su corazón.
―¡Destrozado!»
Esta entrada me la voy a regalar a mí. Porque sí. Bueno, en realidad ya lo hago con todas pensaréis sin confundiros, pero esta es diferente porque es una historia que me conmueve. Y pocas veces puedo decir eso. Reconozco una historia que sea emotiva, por supuesto, pero que me llegue a mí ya es un poco más complicado. Supongo que todos estáis dando por hecho que hablo de amor, y así es hasta cierto punto, pero hablo de mucho más que eso, hablo de amistad y de bondad.
Dickens, ese Dickens maestro, nos presenta a Pip, un niño huérfano que vive con su hermana y el marido de ésta en un pueblo. Un día conoce un presidiario al que presta ayuda porque, en ese momento, le parece que la necesita. Este episodio no cambia nada en su día a día, y pasa el tiempo hasta que una anciana rica le invita a jugar en su casa para, suponemos, que sirva de entretenimiento a su nieta, una niña engreída que lo rechaza desde el primer momento por su condición de pobre. El niño decide aprender a leer mientras sigue visitando la casa en lo que parece una rutina que lo empuja a enamorarse de la nieta. Y tampoco parece que nada vaya a cambiar demasiado hasta que su hermana cae inválida y su pobreza se acentúa.
Sin embargo aparece un hombre, conocido de la anciana, que le notifica que han donado un capital a su nombre, capital que le brinda "grandes esperanzas" sobre su propia vida. Ahora puede educarse y aspirar al amor de la nieta, a fin de cuentas.. el dinero se lo ha dado la anciana, de eso está seguro.. O eso parece hasta que se presenta su benefactor que no es otro que el hombre al que conocimos al principio del libro.
Es una novela con regusto triste, que lleva la crítica social a cada línea y la realidad a cada frase. No hay buenos ni malos en la obra como tampoco en la vida, sino que todo depende de quien lo juzgue. Esto hace que el autor nos muestre la evolución de cada uno de los personajes que aparecen en el libro, asistimos a los reveses o enveses de su vida y como reaccionan ante ellos. Pareciera por lo que cuento que hablo de una historia de superación, pero Dickens, amargo por naturaleza, no puede quedarse sólo ahí y nos enseña las miserias de la vida y el ser humano sin haber tragedia que airear. Tal vez eso sea lo que más me llamó la atención del libro, la melancolía que acecha en cada capítulo sin que los hechos aislados la justifiquen. No hay grandes desgracias, ni cataclismos que nos hagan estremecer pero es igualmente emotiva que si los hubiera, o tal vez incluso más, puesto que la única justificación que encontramos para ese sentimiento que se destila poco a poco es la propia vida.
Y, sin embargo, termino añadiendo que para mí, la emoción fue hermosa porque si algo me transmite un sentimiento, no puedo hacer otra cosa que calificarlo como hermoso.
Gracias
Es que los sentimientos son hermosos. Es una gran obra....Gracias por una entrada escrita con el corazón. Besos
ResponderEliminarLa verdad es que he leído pocas cosas de Dickens. Y esta novela creo que ni me sonaba...
ResponderEliminarLa leí hace unos años y me encantó y la película también está genial, es una historia muy bonita sin ninguna duda
ResponderEliminarun beso!
Una reseña muy bonita. Con lo que me ha gustado Oliver Twist, seguro que antes o después le doy una oportunidad al resto de obras de Dickens, pero sin prisas, poco a poco =)
ResponderEliminarEste libro de Dickens no lo he leído, pero me han conmovido tus palabras, la forma de expresar lo que sientes durante su lectura, los valores ... Me ha encantado tu reseña; no sólo te la has regalado a ti, a mí me acabas de hacer un gran regalo
ResponderEliminarGracias
Besos
Lourdes
Una reseña preciosa. Yo tambien leí el libro hace tiempo y me encantó y la película tambien la he visto. Coincido, es un regalo. Un beso
ResponderEliminarMe gustó bastante este libro aunque he de decir que me costó terminarlo pero vale la pena ^^ Un saludito
ResponderEliminarHe de ponerme con Dickens! Y este es el libro suyo que más me llama la atención, el título, la película que vi... a ver si me animo.
ResponderEliminarbuena reseña :)
saludos!
Otro autor pendiente de conocer. Cuando lo haga, recordaré esta reseña y, a lo mejor, comienzo con esta obra suya.=)
ResponderEliminarMe gusta Dickens, tengo que leerlo más eso sí, revisar bien eso de su crítica social a ver si me convence o si lo veo maniqueo, pero me gusta que suele ser muy romántico en toda esencia y despierta sentimientos, me parece que sabe conmover muy bien o al menos eso intenta con ahínco, decir que fue uno de los primeros escritores en convertirse en un itinerante vendedor de sí mismo, es decir todos querían verlo declarar lo que hacia con benplácito, a diferencia de un Salinger o Pynchon más escurridizos, Dickes era un hombre eminentemente público y querido. Un abrazo.
ResponderEliminarMario.
Buenas tardes.
ResponderEliminarUna vez más traes una reseña con tu estilo intimista y pausado. Propio de un autor tanto como de un lector llegamos y nos sumergimos en un relato que nos permite asomarnos a los ojos de quien abrió el libro y, si de algo no queda duda, es del amor a la lectura que profesa.
Dickens (que es para lo que hemos venido) me parece un autor triste, amargo casi, y has traído una de las obras que más acentúan esta sensación aunque la acompañes de un sentimiento hermoso hacia la solidaridad, si me permites la variación.
Buen trabajo
Buen día
Es una obra un tanto especial. La adaptación al cine va por libre, pero se conserva parte de la esencia.
ResponderEliminarMe ha encantado la reseña, me has dado incluso ganas de leer el libro jejejej
ResponderEliminarQue por cierto, no lo conocía =)
Besotes
Siempre he querido leer una obra de Dickens, quizás me anime con esta :)
ResponderEliminarUn beso enorme!
Una pena que esos benefactores mágicos productores de "grandes esperanzas" sólo sean cuestión de novela.
ResponderEliminarUn saludo
La leí y me provocó la misma sensación que a tí!!
ResponderEliminarSaludos!!
Me ha encantado tu post! :)
ResponderEliminarMe gustó muchísimo este libro (ya lo viste en el post que escribí hace un tiempo). Les coges cariño a todos los personajes (incluído al presidiario y miss Havisham...).
Es una obra de muy buena calidad y que no debería faltar en ninguna biblioteca. Dickens es un gran Maestro del Realismo, lo adoro.
Besos!
Mika
Muy buen libro, mejor autor y bonita entrada. Tener entre las manos una obra que nos conmueve, nos pone frente a sentimientos que solemos tener maniatados. Es una buena ocasión para orearlos un poquito. me encanta su espacio. Un saludo
ResponderEliminarMe alegra que os haya gustado el post, realmente me ha salido un tanto privado.
ResponderEliminarLos que no conocéis al autor, de verdad.. os lo recomiendo.