"Todas las cartas de amor son
ridículas.
No serían cartas de amor si no fueran
ridículas.
En mis tiempos también escribí cartas de amor,
como las demás,
ridículas.
Cuando hay amor, las cartas de amor
tienen que ser
ridículas.
Y es que, en fin,
sólo las criaturas que no han escrito jamás
cartas de amor
son las que son
ridículas.
La verdad es que hoy
mis recuerdos de aquellas cartas de amor
son los que son
ridículos
(todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas.)"
Si algo he aprendido durante este tiempo que llevo danzando por la red es que la poesía no es un género en desuso. Tal vez, sólo tal vez, cuando uno acude a las librerías no encuentra libros de este género si nos son de grandes clásicos, pero , a poco que se sumerja en las redes, encuentra mil personas que saben captar un momento y plasmarlo en unas armoniosas palabras que evocan sentimientos a quien lo lee. Porque eso es para mí la poesía.
Me he decantado esta vez por un poema que siempre me ha gustado, tal vez no al uso, no habla del amor en el sentido ordinario, pero define muy bien ese estado que provoca el enamoramiento para el mero observador y la reflexión del propio enamorado cuando, mirando atrás se ve en la situación que estuvo. No deja de resultarme curioso que este estado de ridiculez que nos advierte Pessoa, el estado de aquellos enamorados que vemos sentados en la mesa de al lado cogidos de la mano y riendo de tonterías, sólo sea vista como ridícula por el observador imparcial que no está tocado por ese sentimiento. Sin importar si una vez lo estuvo, y se sentó en esa mesa cogiendo otras manos y riendo igualmente de las mismas tonterías. Tal vez, al que hoy critica, en su día lo miraron incluso más..
Y hago esta reflexión porque este poema está incluído en un libro titulado Cartas a Ophelia. Un libro que recoge las cartas que Pessoa escribía a su amor, ese amor con mayúsculas que se le conoce, el único de su vida y que reposaba en una mecanógrafa que trabajaba en las mismas oficinas en las que el autor ejercía de traductor. Este poema que hoy os traigo lo firmaba Álvaro de Campos, pero bien pudiera haberlo hecho Ricardo Reis, Alberto Caeiro o Bernardo Soares. Todos ellos hombres con personalidad propia, fecha de nacimiento, placeres, intereses y vidas separadas. Todos ellos con un estilo literario y todos ellos con un momento de defunción, en el caso de Ricardo Reis no hay más que acudir a la obra de Saramago. Todos ellos Pessoa, un hombre a descubrir, complejo, con grandes influencias y una riqueza extraordinaria en sus palabras.
Hoy, a mi estantería virtual traje un poema. De esos que tengo en mi cuaderno donde voy anotando aquellos que me gustan por un motivo no demasiado concreto, sea o no conocido, lo mismo me da. Todos ellos son familiares para mí. Os pediría un poema, pero tal vez os sucede como a mí que os tenéis que conformar con la lectura, por eso os pregunto..
¿Recordáis esos momentos a los que define ridículos con añoranza el poeta?
Gracias
Conozco poetas "anónimos" de morirte en el segundo verso.
ResponderEliminarTe haré llegar enlaces para que los puedas leer.
Besos
Lupa
Yo la poesía la tengo muy abandonada desde hace bastante tiempo, casi desde los estudios, aunque de vez en cuando suelo leer algún poema, sobre todo los que nos acercais a través de estas entradas
ResponderEliminarbesos
ALICIA
ResponderEliminarAmantes en la noche,
ligados en un beso,
ignorantes del mañana.
Codiciosos del segundo
Infinito y tierno.
Ausentes del mundo.
Rosa M.
Me atrevo a dejarte unos versos.
Las cartas de amor siempre suenan ridículas cuando se deja de amar...
Besos desde el aire
Amiga Silvia; hay muy poco que añadir porque no puedo estar más de acuerdo con el poema.
ResponderEliminarLas cartas de amor no son para divulgar, porque sientes cierto pudor al hacerlo, nacen de una necesidad imperiosa de comunicar tus sentimientos a la persona amada, como un susurro al oído para que quede en el permanentemente en el aire.
Besos
La divinidad pessoana; su Libro del desasosiego es puramente perfecto.
ResponderEliminarSus heterónimos llegaron allá donde él no quiso hacerlo. La ridiculez del amor -el enamoramiento- lo describe con minuciosidad en unos versos igualmente ridículos.
Me recuerdan a los también versos de Pessoa:
El Tajo es más bello que el río que corre por mi aldea,/
pero el Tajo no es más bello que el río que corre por mi aldea/
porque el Tajo no es el río que corre por mi aldea.
Un saludo.
Me he dejado llevar por cada palabra de esa poesia y la verdad es que es una sensacion unica y especial. La poesia es un apartado que me encanta inspira al que lee y dice mucho del mismo.
ResponderEliminarBesos.
En mi blog te espera un premio!!!
ResponderEliminarUn besazo.
En mi blog te espera un premio!!!
ResponderEliminarUn besazo.
Prefiero no recordar pero... La verdad es que he podido resultar ridícula más de una vez...
ResponderEliminarMientras tú existas...
Mientras tú existas,
mientras mi mirada
te busque más allá de las colinas,
mientras nada
me llene el corazón,
si no es tu imagen, y haya
una remota posibilidad de que estés viva
en algún sitio, iluminada
por una luz cualquiera...
Mientras
yo presienta que eres y te llamas
así, con ese nombre tuyo
tan pequeño,
seguiré como ahora, amada
mía,
transido de distancia,
bajo ese amor que crece y no se muere,
bajo ese amor que sigue y nunca acaba.
Ángel Gonzalez
Que si los recuerdo???
ResponderEliminarVerás, mi entonces novia y ahora esposa vivía en una localidad a unos 4 km de la mía. Claro, yo tenía una Vespa y, como es natural, se sabía el camino de memoria. Bien, qué falta podían hacer las cartas? Pues ninguna, claro...pero las había, muchas pero muchas (costaba más ir al buzón y que llegasen que ir en persona y decirle todo aquello). Pero es que no era lo mismo, las suyas eran perfumadas y con una letra bellísima, las mías no tenían perfume y la letra más bien garrula...pero lo que se decía en aquellas cartas pertenecía a una dimensión a la que no pertenece la palabra hablada. No es que fuera mejor, no, pero era distinta y mágica, si me permites.
Le escribía poemitas de amor, claro. Y ella a mi. Y si esas palabras y esas cartas pertenecen al género bobo, pues admito ser el tipo más bobo sobre la faz de la tierra. No hace falta decir que las guardamos todas, como un tesoro, además.
Un post encantador.
Un besazo
Uff..intentaré no entretenerme, pero si me hablas de Pessoa, parece que mi mente empieza a trabajar a otro ritmo. Respecto al que hoy nos traes, me gustaría comentarte que he visto una edición preciosa de este libro en una librería, intitulada "Cartas a Ophelia", con ilustraciones de Antonio Seguí y un prólogo de Tabucchi, que escribe "Fernando Pessoa escogió la literatura simplemente porque no podía escoger el amor". ¡Qué ganas tengo cada vez que lo veo de llevármelo a casa! El otro descubrimiento ya te lo comenté en Facebook.
ResponderEliminarY, como para el viernes, tengo preparada una pequeña sorpresa poética, te dejo unos versos suyos que han acaparado mi atención durante la exposición en Lisboa:
" Con una falta tal de literatura como la que hay hoy, ¿qué puede hacer un hombre de genio sino convertirse, él solo, en una literatura?".
Los míos propios los dejo para otra vez :P (como dicen por ahí, ahora suenan ridículos). ehehhe
Hola.
ResponderEliminar¿Me escribiste algo y no te salió?
Sólo leo: ¿No salen mis comentarios?
por desgracia, si así fue, no leo más.
Un saludo.
A mi me ha dado por recordar cuando mi madre estaba ya muy malita y mi padre "ya se había ido" y decidió que le ayudaramos a romperlas para que nadie las leyera salvo su corazon Un beso
ResponderEliminarMaravilloso Pessoa... Y, por supuesto, me uno al club de "ridículos", aunque a mi no me importa serlo ;) 1beso!
ResponderEliminarMomentos ridículos
ResponderEliminarpero inolvidables
pues peor sería
navegar por la vida
sin en el amor encallarse
sin conocer el rubor
del torpe sentirse
las conversaciones vacias
las risas sin sentido
la ridiculez que supone
el amor tan sentido
unido precisamente
por tan ridículos momentos.
Un abrazo,
claro que los recuerdo, paraules d'amor, senzilles i tendres... todavía las uso, a estas alturas, de vez en cuando!!
ResponderEliminarCartas de amor...
ResponderEliminarClaro que tengo, dos cajas de zapatos llenas. Llenas de esas "ridiculeces", de relatos de angustias, de soledades, de... dibujos subidos de tono, de anécdotas... Era la distancia obligada por el famoso y ya extinto servicio militar. Un año de correspondencia, de llamadas, de visitas y de alguna escapada clandestina "para ver a la novia" (desde Cartagena a Barcelona) con regreso obligado a tal hora en punto del día siguiente, y el correspondiente estrés que producía.
Ah tiempos...
Creo que casi todos las recordaremos. Y seguro que muchos guardamos, como es mi caso, aún algunas de esas cartas que hoy parecen tan ridiculas.
ResponderEliminarAdmiro a la gente que, como dices, consigue hacer de cosas tan cotidianas algo tan bello en unos versos.
¡Un besín!
No hay mejor motivo por el que sentirse ridícula jeje y tanto que los recuerdo, algunos con más ilusión que otros, pero todos importantes.
ResponderEliminarSegún lo veo yo, para la poesía hay que tener una sensibilidad especial ya sea para apreciarla como para componer. Desgraciadamente no cuento con esta, aunque sí que hay ciertos poemas que me llaman la atención.
Sobre las cartas de amor, no puede decirse que haya escrito muchas pero alguna que otra ha caído y, en ocasiones, al volver a leerlas o recordarlas, me han dado ganas no solo de romper el papel, sino de quemarlas.
Definitivamente el romanticismo no es mi fuerte. Lo veo escrito y me gusta, lo escribo yo y me suena… más ridículo de lo aceptable.
Besos, una entrada muy bonita.
Hola.Regreso. Ahora con tiempo para comentar.
ResponderEliminarEn cuanto a la poesía ¿qué más puedo decir sobre la genialidad y agudeza de pessoa?
Nunca había leído estos versos; la poesía no es lo mío, lo reconozco; e incluso algunas veces me aburre, pues me parece ridícula, dándole vueltas siempre al amor.
En cambio, no soy ajeno a las cartas de amor que varias veces escribí y estoy por completo de acuerdo: Eran ridículas.
Sin embargo, tienes toda la razón, la poesía es el género que probablemente tenga más aceptación. Quizá sea porque el amor es un tema reiterativo en nuestras vidas; nacemos y morimos anhelando el amor ynunca terminamos de comprenderlo.
UN abrazo.
Confieso que soy de esas personas ridículas y me encanta serlo.
ResponderEliminarBesos y susurros dulces
Las cartas de Amor son sensaciones únicas que transcienden a quien las lee, produciendo un sentimiento similar a quien las originó.
ResponderEliminarUn saludo.
No leo mucha poesía sinceramente, salvo en las clases de Lengua o en el blog de Margari, o en otro blog que suba poemas, como aquí.
ResponderEliminarUn abrazo.
No leo mucha poesía, a mi sinceramente esta no me dice nada... y el libro del que hablas no lo conozco. En este caso no es mi estilo.
ResponderEliminar¡Un beso!
Estoy recuperando cierto tiempo perdido sin leer poesía. Me hace mucho bien...
ResponderEliminarBesos,
¡Joder, te adoro!
ResponderEliminarTodo lo que ha escrito pessoa es para mí la verdad en bruto: la sinceridad hecha palabras.
Cartas a Ophelia lo leí cuando tenía 16, y luego me fasciné con toda la obra de este autor.
De hecho, su diario personal, "El libro del desasiego", es uno de mis libros favoritos y el cual pretendo reseñar en mi blog muy pronto. Ojalá todo el mundo leyera a Pessoa =)
¡Abrazos y excelente entrada! Realmente has sabido captar la esencia de ese poema.
HE LEÍDO MUCHO A PESSOA EN EL TALLER DE LITERATURA. TIENE ALGUNOS QUE ME GUSTAN Y OTROS NO TANTO... HE RECIBIDO CARTAS DE AMOR CUANDO ERA ADOLESCENTE Y ERAN MUY CURSIS PERO A MI ME ENCANTABAN...
ResponderEliminarYO TAMBIÉN COPIO POEMAS.
TE DEJO UN BESO GRANDE.
Sí que los recuerdo y sí estoy de acuerdo en que desde fuera y desde la distancia se ven ridículos, pero mientras los estás viviendo ¿a quién le importa?
ResponderEliminarNo he leído nada de Pessoa y reconozco que no leo mucha poesía, desde luego muchísimo menos que prosa, aunque desde que visito algunos blogs como éste, el de Margari, La vieja encina o el de Koncha, me estoy reencontrando o descubriendo el placer de leerla.
Con tu permiso me gustaría hacer mía la frase con la que describes lo que es para ti la poesía, porque es lo que yo siento pero nunca había sido capaz de expresarlo tan bien.
Me ha gustado el poema y tanto sus palabras como tu reflexión me han hecho volver la vista atrás provocándome una dulce sonrisa nostálgica.
Besos.
Werther era ridículo, el texto estaba maravillosamente escrito. Este poema es preciosamente ridículo, pero hemos alcanzado la conciencia de nuestra ridiculez. Y ese es el pequeño avance. Un abrazo.
ResponderEliminarSin duda... precioso. Y mucha razón tienes, en la actualidad esta en desuso, pero siempre sucede, según la época se realza un género y se esconde otro, quizás dentro de unos años vuelva a estar en auge.
ResponderEliminarUn saludo, nos leemos.
La poesía siempre me ha gustado, suelo visitar bastantes espacios dedicado a ello, y tienes razón, hay muchos grandes-pequeños poetas virtuales. Lo ridículo es que ya se va perdiendo, si ya no se perdió, la bella costumbre de escribir o recibir una carta de amor. Un abrazo.
ResponderEliminarNunca las cartas de amor son ridículas, llevan todo el sentimiento de esa persona, yo no se escribir poesía, pero cartas de amor, aun escribo
ResponderEliminarun beso
Siempre las cartas de amor son bonitas. SIEMPRE. Por muy ridícula de que parezca, y lo demás son tonterías
ResponderEliminarMiles de besos
Buenas noches.
ResponderEliminarRecuerdo cuando escribía esas cartas. Ojalá lo vuelva a hacer, aunque no se si tengo años.
Buen día, grandiosa entrada.
@Rosa
ResponderEliminarMuchísimas gracias Rosa, me siento honrada teniendo tus letras aquí.
Un beso
@Fénix
ResponderEliminarMuchísimas gracias Fénix.
Un beso
Nunca escribí una carta de amor a nadie aunque sí he escrito poemas de amor que me han salido de lo más hondo......... yo también he sido "ridícula" :-) el amor nos hace ser así.Besotes
ResponderEliminarSí, son ridículas... ¡Pero qué bonitas son! Ya Offuscatio me metió las ganitas de conocer a Pessoa y ahora tú las incrementas. A ver si puedo ponerme prontito con algún poemario suyo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Fernando Pessoa es un autor que me duele especialmente. Lo hace desde que cayó por primera vez en mis manos una obra suya: el "Libro del desasosiego".
ResponderEliminarDesde entonces siento por él una especial afinidad que, curiosamente, hace que me cueste leerle.
Un saludo
Entro en tu blog casi todos los días. Esta noche, cuando he visto los primeros versos, me he emocionado. Es un poema precioso que siempre me ha gustado, y Pessoa... eterno Pessoa.
ResponderEliminarPessoa siempre me ha parecido un genio. Y la verdad es que no conocía este poema. Me ha encantado. Me ha dejado embobado, con la boca abierta y sonriendo de oreja a oreja. Si es que, a veces tienes unas ocurrencias que convierten tu blog en una delicia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha encantado el comienzo, es totalmente cierto =)
ResponderEliminarMe gustan este tipo de libros, tengo uno de cartas de amor de la historia y las hay muy curiosas =)
Besotes
Yo , ami...
ResponderEliminarme encanta la poesía!
y en unas cuantas letras
se diga lo que se siente
se ama, une
nos trae y nos lleva..
tonterías , bobadas
ridiculeces...
Pero hay!!! el amor,
como luce , nos hace
felices , ridículos
y es que se dice
que el amor es ciego !!!
Rosa de los SANTOS-
Y MIL BESOS SILVIA-
La verdad escribir poesía es muy difícil y que te conmueva más . Te mando un beso y te me cuidas
ResponderEliminarLas cartas de amor... ¡Ay Dios! escribí tantas, cientos. Fíjate que dos de mis suegras, las conservan. Voy a recuperarlas antes de que sea famosa, porque luego saldrán en revistas y en entrevistas, así más o menos: ..... Y esto le escribió a mi hijo a los 17 años, JAJAJAJA. De repente me has metido un pánico, jajaja. Entonces, mejor no me hago famosa.
ResponderEliminarMuy buenos versos, muy claros. yo no soy mucho de leer poesia y mucho menos de comprar un libro de poesía... no he pasado de Ruben Darío mi orgullosamente nicaragüense poeata y Neruda... la poesía podrá ser hermosa, pero yo disfruto más escribiendo mis locuras que leyendo la de otros, eso en cuanto a poesía...
ResponderEliminarLas novelas son lo mio...
Estaba buscando otra cosa y me topo con esta entrada tuya que no había leído y...pufff.... si te digo que mi marido y yo estuvimos de novios tres años y a 1200 kms de distancia, te puedes imaginar la cantidad de "ridiculeces" que nos hemos escrito mutuamente y que conservamos con sus lacitos y rizos y cantidad de cosas. Y poesías también.
ResponderEliminarMe he emocionado al leerte.
Besos
Pessoa es un poeta a lo grande. Ridículas o no, las cartas de amor son inevitables. Por eso se burla de quien nunca las escribió. Las cartas de amor, ¿qué más da que sean ridículas?
ResponderEliminar