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martes, 29 de mayo de 2012
Los papeles póstumos del Club Pickwick. Charles Dickens
"El señor Pickwick apuntó palabra por palabra esta declaración en su cuaderno de notas, con intención de comunicarlo al Club, como ejemplo singular de la tenacidad de la vida de los caballos en circunstancias extremas. Apenas había acabado la anotación, cuando llegaron a Golden Cross. Bajó de un salto el cochero, y salió el señor Pickwick. Los señores Tupman, Snodgrass y Winkle, que estaban esperando afanosamente la llegada de su ilustre jefe, acudieron a darle la bienvenida."
Decir a estas alturas que venir con un libro de Dickens es traer un clásico es una obviedad, aunque no por ello es menos cierto. Dickens nos ha dejado muchas obras para disfrutar y hoy, he decidido traer la primera. Por eso poso en mi estantería virtual este libro, Los papeles póstumos del Club Pickwick.
Os presento a Pickwick, un anciano caballero fundador del Club Pickwick. Y os presento a Tupman, Snodgrass y Winkle, tres miembros del club que, junto al fundador, realizarán un curioso viaje por Inglaterra.
Esta novela, como adelantaba antes, es la primera de Dickens. La comenzó a publicar por entregas cuando sólo contaba con 24 años, y su éxito casi inmediato dicen que fueron la base de la transformación del periodista en novelista. Digo casi inmediato porque pese a que las entregas eran acogidas como todo un acontecimiento, se prolongaron durante año y medio, cosa que hoy nos parecería una eternidad. Iban acompañadas de ilustraciones, realizadas en un primer momento por Robert Seymur y seguían la historia contada en ellas. Pero eso duró poco y pronto se invirtieron los términos, además Seymur se suicidó (dicen las malas lenguas que porque Dickens se negaba a escribir sobre sus ilustraciones obligándole a hacer lo contrario) y Buss y en última instancia Phiz, tomaron el relevo.
Señalar, en primer lugar, que no es una obra al uso del autor. Esta vez no hay tragedias, sino que durante toda la obra se percibe un aroma a homenaje cervantino. Incluso Samuel se antoja pariente lejano de Sancho.
Está escrito con un fino sentido del humor, y nos va enlazando las aventuras de este improvisado cuarteto mezcladas con cuentos. Esto justamente es lo que provocó que me recordara a El Quijote. Pero no estamos en un libro de grandes protagonistas sino de completos personajes secundarios. Nos desgrana su autor usos y costumbres, comportamientos y pensamientos, mientras que serán sus protagonistas los que hagan gala del mejor sentido del humor a la forma inglesa. Y si Samuel es Sancho, Pickwick es el mismo Quijote, encarnado en una figura principal que disfruta de la vida de la mano de la risa, el honor y de la burla que protagoniza ante quienes no entienden su forma de ver del mundo. Incluso se nos torna amarga la risa cuando vemos que es duramente juzgado por terceras personas.
Os invito pues a recorrer la Inglaterra victoriana acompañando a estos cuatro hombres un tanto pasados de moda, a conocer las costumbres y las vidas de quienes se tropiezan, pues ese parece el objetivo de su viaje, y a sorprenderos con una sonrisa, incluso una pequeña carcajada provocada por la ironía más deliciosa. Una obra con buenos muy buenos y con un final acorde al autor y la época, con malos encasillados y aventuras descolocadas entre reflexiones improvisadas del lector. Porque no nos olvidemos que Dickens siempre esconde una crítica tras cada coma impresa, y entre risa y risa aparecerán condiciones de vida, abogados y políticos a los que no profesa el autor demasiado cariño y, como figura constante, la filantropía.
Una novela inolvidable e imprescindible que puede hacer cambiar el concepto que tenéis del autor. Y al pie de la última frase... ¿creéis que existe realmente la filantropía o que toda ayuda esconde un interés egoísta por pequeño que sea?
Gracias
Creo firmemente que hay entregas...desinteresadas sin duda. Las del amigo que cuentas sólo con los dedos de una mano...pero que daría mucho por ti.
ResponderEliminarTomo nota de la novela, en mi incultura no había oído habblar de esta obra Un beso y buen martes
Claro que existe la filantropía. Hobbes se pasó generalizando, sin duda.
ResponderEliminarNo conozco el libro aunque sí a Dickens, imprescindible.
Un beso
Este año me toca empezar con Dickens sin falta.
ResponderEliminarCreo que sí, aún existe la filantropía, del mismo modo que existe gente buena, buenos pensamientos, humanidad, altruismo… pero, cada vez, o es más escaso, o la avaricia y el egoísmo son más fuertes y lo tapan.
Los clásicos y yo nunca hemos tenido mucha relación. De Dickens, que yo recuerde sólo he leído Oliver Twist y ésta seguro que no la he leído. Sí que tengo pendiente la de La soledad de Charles Dickens de Dan Simmons. Y tras su lectura espero leer algo más del propio Dickens.
ResponderEliminarEn cuanto a tu última pregunta, creo que la filantropía verdadera existe, aunque nunca podrá ser algo totalmente desinteresado ya que el que la practica, seguro que obtiene, al menos, la recompensa personal de sentirse bien consigo mismo y con lo que hace.
Los clásicos y yo nunca hemos tenido mucha relación. De Dickens, que yo recuerde sólo he leído Oliver Twist y ésta seguro que no la he leído. Sí que tengo pendiente la de La soledad de Charles Dickens de Dan Simmons. Y tras su lectura espero leer algo más del propio Dickens.
ResponderEliminarEn cuanto a tu última pregunta, creo que la filantropía verdadera existe, aunque nunca podrá ser algo totalmente desinteresado ya que el que la practica, seguro que obtiene, al menos, la recompensa personal de sentirse bien consigo mismo y con lo que hace.
Lo tengo en casa pero es uno de esos libros con los que no me atrevo, se lo compró mi novio y ahí lo tiene a medias así que yo de momento espero a que se lo terminé y me cuente si cree que me gustará
ResponderEliminarbesos
Quiero pensar que la mayor parte de casos de filantropía son por motivos desinteresados, pero nunca se sabe; hay muchos intereses detrás de una buena acción, ya sea publicidad, desgravar a hacienda... Pero confío en que no se haga por ello!
ResponderEliminarAún no he leído este libro, pero por lo que cuentas, seguro que me gustaría; como participo en el reto Dickens, lo tendré en cuenta para leerlo a lo largo del año. 1beso!
La curiosa historia que -se cuenta- vivió Poe con Dickens, cuando el inglés le sedujo para publicar en Londres y luego, el de Boston, se encontró solo y despreciado no es precisamente filántropa.
ResponderEliminarTal y como lo cuentas , me gustaría leer este libro... y en cuanto a la pregunta la filantropía, creo que una palabra para una idea , pero te digo sinceramente ? tu lo has definido muy bien , :toda ayuda esconde un interés egoísta por pequeño que sea !
ResponderEliminarbesos!!
Silvia; bajo mi punto de vista, la filantropía en su mas pura acepción no existe; porque aún en el mejor de los casos,el de la entrega incondicional a los demás, se busca la paz interior y el sosiego del alma de quien la practica.
ResponderEliminarA mi también me hizo recordar el Quijote.
Besos
ResponderEliminarPues yo este no lo conocia! besos
ResponderEliminarHola colega, nunca había oído hablar de éste libro. Gracias por descubrírmelo.
ResponderEliminarUn beso.
Buena pregunta la que pones en último lugar de tu reseña. Por una parte pienso que los intereses que muevan a alguien a hacer una obra de caridad, por ejemplo, quedan en un segundo plano si con ello consigue hacer mucho por los demás. Por ejemplo: desgravarse de Hacienda donando a Cáritas.
ResponderEliminarDe Dickens tengo que animarme a leer alguna otra cosa algún día, pero no sé si será esta.
Besos.
Me encanta tu entrada de hoy, no conocía el libro y como es "imprescindible" lo apunto. En relación a la Filantropía y según la RAE que lo define como: Amor al género humano, quiero creer que si, aunque es evidente que cada día es más dificil. En otro orden de cosas que buena palabra para el "Apalabrado" , seguro que da muchos puntos. Un besazo y feliz Martes.
ResponderEliminarMe he comprometido este año a leer algo de Dickens; pero el libro que tengo en la estantería es "Cuento de Navidad". ¡Espero que su lectura resulte tan placentera como la que nos traes hoy!
ResponderEliminarqué preguntas más interesantes nos haces siempre. yo creo que la filantropía existe, cuando alguien entrega su propia vida por la de otra persona, no hay ápice de egoísmo ahí, sólo puro amor. yo creo.
ResponderEliminarBueno, este lo tengo en casa. Lo comencé a leer, pero se me hizo algo espeso, y es muy bueno, pero quizás no era el momento. De Dickens he leído Grandes esperanzas y me pareció una maravilla. Y por supuesto Cuento de navidad. Pero le daré una oportunidad a éste. Gracias por iluminarnos, una vez más.
ResponderEliminarbesazos.
La pregunta de hoy es complicada,... creo que cualquier relación se basa en el intercambio ya sea afectivo, emocional, cognitivo... entonces dar por dar ya genera algo en el que entrega... visto así creo que no es filantropia desinteresada... pero tampoco estoy del todo convencida... :P
ResponderEliminarEl libro me interesa aunque no sé cuando me animaré con el. Besos!
Me encanta Charles Dickens.
ResponderEliminarUn abrazo.
El tema me interesa pero no sé porqué hay algo que me echa para atrás.
ResponderEliminarLa reseña genial como siempre.
Un beso!
No he leido nada de Dickens aun pero espero remediarlo pronto. Un beso y muchas gracias por la reseña.
ResponderEliminarDickens es incuestionable, casi, se mire por donde se lo mire. Creo en la filantropía, aunque requiere un esfuerzo inhumano para nuestra cultura...
ResponderEliminarBuenos días
ResponderEliminarComo ya viene siendo habitual, tu paso por lo anecdótico hace que leerte sea un placer. He leído esta historia, pero la que tu traes y le acompaña provoca que la veamos con nuevos ojos y vengamos con placer a disfrutar de tu "estantería virtual".
Buen día.
sere egoista si critico la filantropía. supongo que tendra su convicción bien fundada y en cierto modo tu ego ... o tu personal gusto se verá bien recompensado por lo que logres o ayudes....
ResponderEliminarno conocia esta novela , mira que si siempre soy my ignorane... porque siempe creo me dejo llevar por lo que ya hizo un autor y sus "clasicos". Ahora bien me entusiasma que este situada en la era victoriana (epoca que me fascina) y sobre todo debe tener un lenguaje
exquisito! y eso ya es un plus
No he leído nada de Dickens, pero es algo que tengo pendiente.
ResponderEliminarYo creo que la filantropia si existe, aunque suele existen siempre un interés algo egoista y es que nos ayuda a sentirnos bien con nosotros mismos.
¡Un besito! :)
No lo he leído pero me encanta ya. Lectura obligada para mí. Me atrae muchísimo y sé que me va a encantar. No había leído nunca una reseña de este libro. Gracias y besos :)
ResponderEliminarCreo que hoy en día hay escasos exponentes de verdadera filantropía.
ResponderEliminarSí creo en la entrega desinteresasa y por amor que puede llegar a hacer alguien en algún momento de su vida, pero descreo de las grandes organizaciones que se venden como filantrópicas y que en realidad lo único que hacen es evadir impuestos o satisfacer sus propias necesidades disfrazados con la careta de la benevolencia.
Tendría que leer la novela...
Saludo.
Una propuesta muy a tener en cuenta, Silvia. La época victoriana me acompaña últimamente, en clave de humor, en Lucía y Mapp & Lucía, de E. F. Benson, esperando a que salga la tercera entrega de esta deliciosa saga. Y esta de Dickens, por supuesto que me la apunto. Saludos. Paco.
ResponderEliminarMe atrae la idea de encontrar un Dickens diferente en esta obra, aunque parece que sigue siendo maestro en describir su Inglaterra victoriana.
ResponderEliminarY la filantropía, pues claro que existe, aunque cada vez más es un rara avis. De ahí el triunfo de la publicidad que se aprovecha de ella se camufla de filantrópica, para tocarnos la fibra.
Besos
Lovely :X
ResponderEliminarMe encanta Dickens, aunque debo admitir que he leído muy poco sobre él.
ResponderEliminarIntentaré remediarlo.
Gracias por la reseña. Me ha gustado mucho.
Besitos.
Creo que existe.
ResponderEliminarO quiero creer que existe.
Aunque sea en muy pocas personas.
Pues había oído hablar de ella pero la verdad es que no sabía de qué iba hasta ahora =)
ResponderEliminarGracias por la reseña!
Besotes
Me gusta creer que existe la filantropía, aunque en último término siempre habrá un interés egoísta (el único egoísmo que debería haber), que puede ser hacer las cosas por los demás para sentirnos bien con nosotr@s mism@s.
ResponderEliminarMe gustaría esta obra, sobre todo, por su ambientación en el Londres victoriano.
Besos
¡Invitación aceptada! Hace mucho que quiero leer algo de Dickens (uno de los grandes clásicos que sigo teniendo pendiente), así que anotaré este título como prioritario cuando decida adentrarme en su narrativa. Un saludo.
ResponderEliminarConservo un excelente recuerdo de esa obra, una de las favoritas, por cierto, de uno de mis autores más queridos: Don Pio Baroja.
ResponderEliminarEs un placer verla recordada en tu cuaderno.
Salud
Una reseña fantástica de un libro que aún no he leído. Pero sólo por ser de Dickens sé que caerá tarde o temprano.
ResponderEliminarBesotes!!!
No he leído nada de Dickens, siendo otro autor clásico que tengo pendiente. Creo que hay algún libro en casa. Me voy a fijar para leer algo de él.
ResponderEliminarCon respecto a la pregunta, yo sí creo que hay gente que da su ayuda desinteresadamente, pero lamentablemente son pocas, sino el mundo no sería lo que es.
Besos.
Seguiré tu consejo y me lo apunto en la lista de libros para leer.
ResponderEliminarA pesar del refrán: "El que regala bien vende si el que lo recibe entiende" yo creo que hay personas que dan de verdad sin esperar nada a cambio.Saludos
Me encanta Dickens y en especial esta obra, me la regalaron en una edición bastante antigua y la leí en un plis plas, me gusta la narración costumbrista que nos brinda.
ResponderEliminarBesos.
Como dices, todo lo que suena a Dickens suena también a clásico por derecho propio.
ResponderEliminarYo sí creo que existe gente (muy poca, para qué engañarnos) que disfruta simplemente haciendo el bien sin esperar nada a cambio.
¡Besotes!
Creo que por desgracia el humano por instinto es egocéntrico, e incluso la filantropía esconde muy e nuestros corazones ese deseo irreflenable de sabernos admirados, pero bueno, que le vamos a hacer, por tratarse de Dickens me atrevería a leerlo, estoy seguro que me gustará.
ResponderEliminarHe leído varias obras de ese autor , pero no esta y si creo en la bondad humana y generosidad. Un beso y te me cuidas
ResponderEliminarHuau ! .interesante!
ResponderEliminarSí creo en la filantropía, aunque también es verdad que en la mayoría de los casos (en mi opinión y en mi caso, para que negarlo) esta se debe a la necesidad de las personas por sentirse bien consigo mismas, por ayudar como les gustaría que les ayudasen, por sentir que se hace algo de provecho al colaborar así sea de forma mínima.
ResponderEliminarEste libro me es desconocido y su escritor una asignatura pendiente. Miedo me da el “aire” con El Quijote, un clásico que pasen los años que pasen, yo sigo sin poder leer completo y eso que le pongo empeño.
Besos, me ha gustado mucho la reseña.
Hace muchos, muchos años que la leí y el recuedo es bueno, muy recomendable.
ResponderEliminarY en cuanto a la filantropía, quiero creer que existe, que hay personas que la practican con toda sinceridad, no todas, pero quiero creer que si algunas.
Besitos
Creo que siempre, aunque sea inconscientemente,buscamos una retribución a nuestros buenos actos.
ResponderEliminarDickens es un genio y lo será por muchos siglos, porque toca temas que siguen igual de vigentes, a pesar de los siglos pasados.
Yo estoy leyendo Tiempos difíciles y me río de lo poco que han cambiado las cosas.
Besos.
Creo que, cuando tenga tiempo, devoraré su lectura.
ResponderEliminarUn saludo.
Mira por dónde, esta vez la viajera en el tiempo eres tú y te aseguro que he disfrutado con la travesía en tu compañía y la del joven Dickens al que encontrado sorprendentemente optimista lo que es de agradecer, fracamente.
ResponderEliminarSobre si creo en el ser altruista y desinteresado... Cuando uno lo tiene todo o no tiene nada, no hay aspiraciones y es más fácil actuar por pura generosidad. Ojalá no fuera así pero creo que la envidia es inherente al lado oscuro de nuestra querida burguesía.
Gracias por este rato, besos
Buen día, espero se encuentre muy bien.
ResponderEliminarLe escribo porque realmente me gustó mucho su reseña de The Pickwick Papers para publicarla, bajo su autoría, en una aplicación móvil que ofrece descarga y recomendación de libros.
Por favor, escríbame a isabel.fernandez@educatablet.com para explicarle más al respecto.
Saludos y feliz día,
Isabel Fernández.