Páginas
▼
lunes, 16 de julio de 2012
Miau. Benito Pérez Galdós
"- Pero abuelito, parece que eres tonto. ¿Por qué estás pidiendo y pidiendo a esos tíos de los ministerios, que son unos cualesquiera y no hacen caso? Pídeselo a Dios, ve a la iglesia, reza mucho, y verás como Dios te da el destino.
Todos se echaron a reír; pero en el ánimo de Villaamil hizo efecto muy distinto la salida del inspirado niño. Por poco se le saltan al buen viejo las lágrimas, y dando un golpe en la mesa con el cabo del tenedor decía:
- Ese demonches de chiquillo sabe más que todos nosotros y que el mundo entero."
Hoy traigo un libro que por su título lleva a engaño. No es otro que el mote de las mujeres de la familia que lo protagonizan. Si me he decidido a desenterrar este título del baúl de los recuerdos es porque su temática nos dice que la historia que cuenta es la de muchos. Cuando nos referimos a libros clásicos pareciera que sus temas nos quedan ajenos, lejanos, y muchas veces al abrirlos descubrimos que no es así. Hoy traigo a mi estantería virtual, Miau.
Miau nos cuenta la historia de una familia, la Villaamil. Nos presenta a Luis Cadalso, un niño solitario con su visión particular de la vida y unas visiones que lo acompañan; Ramón Villaamil, abuelo del niño, un funcionario cesante que necesita trabajar dos meses más para asegurarse su pensión y no tener que pedir dinero prestado a amigos; y las Miau, abuela y tías del niño que se empeñan en vivir aparentando que todo sigue estupendamente en su casa. En su vida aparecerá un hombre llamado Víctor que parece tener una solución a sus problemas.
Este es uno de los títulos más conmovedores de Pérez Galdós. Dividido en capítulos cortos vamos siguiendo a Ramón a través de la España entrepartidos que provocaba que muchos fueran funcionarios cesantes a la espera de noticias. Logra exponer a la perfección el optimismo inicial a la espera de encontrar una solución a su situación y como no ver salida va minando a este hombre, se ve oprimido económicamente hasta tocar la pobreza, tiene que intentar acomodarse a la nueva realidad que le toca vivir y ha de hacerlo sin que nadie fuera de su casa lo note presionado por su propia familia que malgasta el poco dinero que les queda en aparentar y ni siquiera le permiten vender un mueble sólo porque pertenece a la sala donde reciben las visitas. Lo acompañamos por un amargo camino que nos emociona una y otra vez al asistir impotentes a su angustia.
No es el único personaje a resaltar, la inocencia del niño, el egoísmo y la crueldad de sus compañeros nos resultan estremecedores o conmovedores a partes iguales al verlos reaccionar ante situaciones serias con ojos infantiles. Y Víctor, que utilizando una apariencia y un lenguaje pomposo encarna el engaño, el aprovechado que siempre hay riesgo de encontrarse cuando uno está necesitado de aferrarse a cualquier esperanza. Todos ellos, a través de la brillante pluma del autor se nos desnudan a través de descripciones físicas y, sobre todo, de sus actos y reflexiones, obteniendo una visión de conjunto tanto de su situación como del contexto histórico en que se desarrolla la obra.
Como decía al comienzo de la entrada de hoy, es fácil aceptar la creencia de que los títulos clásicos nos pueden quedar desfasados, pero al leerlos nos encontramos situaciones que hoy en día se están dando en muchos hogares. Tal vez no medirán las apariencias en los trajes que se lleven a las óperas, pero si que conocen la desesperación de quien pierde el sustento que llevar a casa. Precisamente por eso, esta obra conmovedora se torna más aún, ganando fuerza en sus perfiles para el lector que no puede evitar sonreír y entristecerse con la lectura. Un lenguaje adaptado perfectamente a cada uno de los perfiles y un final que podría considerarse un broche de oro terminan de conformar este título de una de las grandes figuras de la literatura española que, como sucede muchas veces con los clásicos, se ha quedado para muchos en un nombre y una pequeña biografía que estudiar en las clases de literatura.
Hoy traigo uno de esos títulos que considero imprescindibles en toda biblioteca y que, si no habéis descubierto aún al autor, os recomendaría como toma de contacto. De hecho, empezar con sus archiconocidos Episodios Nacionales sería del todo contraproducente tanto por su densidad como por su extensión. En todo caso, decidáis el título que decidáis, no dejéis de echar un ojo a las letras de Benito Pérez Galdós, encontraréis personajes que no dejan indiferente y una forma de escribir muy especial, con un narrador diferenciado del autor y unos diálogos salpicados de pequeñas aclaraciones que hacen que al cerrar el libro, nos resuene el eco de las palabras de nuestros nuevos amigos. Pero, sobre todo, si tuviera que describirlo con unas pocas palabras, diría que es un libro que hace sentir.
Y vosotros, ¿os animáis alguna vez con estos clásicos o quedaron en las listas de autores escolares?
Gracias
PD. Mañana se publicará el resultado del sorteo, ¿Ya tenéis los dedos cruzados?
Algunos clásicos no envejecen bien y cuando los lees te dejan la sensación de estar leyendo un mundo muy lejando al tuyo. Pero pro lo que dices en este libro no ocurre eso. De Galdós hace mucho que no leo nada aunque con algunos de sus libros disfruté.
ResponderEliminarEstá en mi estantería, empezado, y también los Episodios Nacionales, de los que sólo he leído Trafalgar, y de eso hace tiempo.
ResponderEliminarCurioso que lo hayas traído. Me lo agencié en un mercadillo de segunda mano y lleva una dedicatoria y todo: "De un Desconocido a otro Desconocido", supongo que lo pondría el que lo vendió, tiene un punto romántico, pero no lo compré por eso, que conste.
Ah, y de los clásicos escolares, sólo me quedo con los poetas. Leer novelas por obligación a según y qué edad puede crear animadversión a ciertos autores.
Quiero leer este libro! besos
ResponderEliminarLa verdad es que aún no he leído nada de Galdós. Me da un poco de pereza ponerme con sus Episodios nacionales, así que quizá apunto tu recomendación y empiezo con este autor con Miau. ¡Gracias por descubrírmelo!
ResponderEliminarUn besito y feliz lunes.
A veces injustamente, a veces no tanto, este tipo de libros me han quedado anclados en el tiempo de las lecturas obligatorias escolares. Ahora ya veo casi imposible meterme con ellos.
ResponderEliminarPero tu, siempre les das la vuelta y los haces atractivos a mis ojos.
No he leído nada de este autor aunque tengo en casa los episodios nacionales, este libro no lo conocía pero lo he apuntado porque todas las novelas con familias en su argumento me atraen
ResponderEliminarbesos
Tenía enterrado al gran Galdós en las nieblas del olvido, pero hace poco una amiga me animó a leer "Tormento" y me quedé del todo rendida. Qué grande es don Benito!
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo contigo en que los clásicos nunca quedan desfasados y, tal y como apuntas, en "Miau", la situación de Ramón podría ser muy bien la de muchas personas en estos momentos.
Me viene bien tu advertencia sobre los Episodios Nacionales, porque quería hacer alguna incursión en ellos (bien acompañada) y no sabíamos por dónde empezar. Un besote!
Aunque aún no he leído esta obra, me he acercado a la prosa de Galdós en numerosas ocasiones y nunca me ha decepcionado; la verdad es que es uno de esos clásicos en los que te puedes encontrar situaciones que no son demasiado ajenas para la sociedad actual. Este lo tengo apuntado; me gusta leer clásicos de vez en cuando, aunque soy muy meticulosa eligiendo estos libros. 1beso!
ResponderEliminarAntes de leer tu recomendación final, ya estaba indagando sobre el autor y su extensa colección de publicaciones. Confieso que, en un principio, tenía esa sensación (o prejuicio) de que las historias de los clásicos quedan desfasadas, pero, poco a poco, estoy aprendiendo que no es así. Esa ha sido, en realidad, una de las grandes lecciones que he aprendido con esto de los blogs literarios. ¡Gracias! Un beso.
ResponderEliminarYo soy súper forofa de Galdós, de hecho soy la amiga que le recomendó "Tormento" a Mónica-Serendipia.
ResponderEliminarMe leído unos 12 libros suyos, y tengo previsto empezar con Los Episodios en septiembre.
Y nunca me ha parecido alejado de la actualidad.
Miau, no me lo he leído, quizá porque conozco el argumento y nunca encuentro el momento de enfrentarme a esta situación, desgracidamente tan presente hoy en día.
Ahhhh, es la primera vez que te lo digo: no lo he leído (...)
ResponderEliminarjeje
Y de tiempos de cole yo recuerdo las Rimas y Leyendas de Bécquer, me encantó.
Un beso
Ya lo creo que es un libro muy apropiado para leer en estos tiempos difíciles que nos toca vivir. Este es muy de tener en cuenta, desde luego. Mucha gente vive de las apariencias pero luego en casa se pasan estrecheces y en estos tiempos más todavía. Un buen acierto en traernos al maestro Galdós y esta novela suya. Besos.
ResponderEliminarNo he leído nada de Pérez Galdós, pero no me importaría darle una oportunidad. Yo intento leer clásicos de vez en cuando porque descubro libros muy buenos y es verdad que tratan temas que interesan en cualquier época, aunque de primeras me imponen un poco.
ResponderEliminarUn besito =)
De Galdós he leído un par de obras y me gustaron muchísimo, pero fíjate que no me animo con el resto que tengo en la estantería. Siempre que las veo me digo que voy a leer alguna más pero como la lista de pendientes es tan larguísima lo sigo posponiendo.
ResponderEliminarPD: los dedos los tengo cruzados, los de los pies porque si cruzo los de las manos no te podría estar escribiendo XD
Amiga Silvia; sigue teniendo plena vigencia y quizá huy mas que nunca.
ResponderEliminarBesos
De Galdós sólo he leído los Episodios Nacionales, que me gustaron mucho así que este seguro que me gustará. Me has recordado que debería leer más a los clásicos, que a veces se me olvida.
ResponderEliminarBesos
qué chiquillo, me gustó el diálogo con el abuelo :) yo recuerdo que empecé con Trafalgar..
ResponderEliminarMiau!! pues no lo tenía fichado pero tal evz me anime!!
ResponderEliminarDEDOS ULTRACRUZADOS!!
Ramón Villaamil es un ejemplo de lo que pueden llegar a ser los empleados públicos a partir de ahora. Galdós, uno de mis autores preferidos. Aparte de Miau o los Episodios Nacionales (para conocer un poquito de nuestra Historia) yo recomiendo "Misericordia", no solo por su calidad literaria, sino por la humanidad, ternura y valores humanos que desprenden sus dos personajes principales. Un beso.
ResponderEliminarMe gusta mucho cómo escribe el señor Galdós. Me ENCANTA Marianela aunque El abuelo me decepcionó un poco. Tengo que leer esta, que no la he leído.
ResponderEliminarBesos.
ufff... me has pillao!
ResponderEliminarBesitos
La verdad es que no me llama mucho pero este si que lo tengo por casa en la estantería perdida xDD.
ResponderEliminarAsí que lo leeré,
Y para tu sorteo...tengo los dedos cruzadísimos jajajaja
Un beso!
A mi me gusta ir intercalando los clásicos con las demás lecturas, como tu dices siempre tratan de temas muy vigentes. Galdós no es desconocido para mi, pero tengo que reconocer que este título no lo conocía, así que me lo apunto. Gracias por la recomendación, besos
ResponderEliminarPérez Galdos lo leí en mi etapa de bachillerato y me gustaba bastante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenos días.
ResponderEliminarDicen que la historia se puede medir por la literatura, los temas, las formas.... Galdós es un claro ejemplo de ello. Gran elección para estos tiempos.
Buen día.
El autor me suena, pero no he leído nada de él, así que me anoto este para leer.
ResponderEliminarA mí me gusta leer clásicos, aunque no llego a leer tanto como me gustaría.
Besos.
Ernesto Sábato decía que los clásicos jamás pasarán de modo porque, por mucho que cambien nuestras modas y nuestro estilo de vida, los sentimientos humanos no varían. Don Benito Pérez Galdós viene a ratificar ese decir.
ResponderEliminarAbrazos, mientrasleo!
no puede ser más actual! a mi me gustó mucho "tormento", lectura obligada de la asignatura de literatura española, en la universidad, pero que más que una obligación me pareció un verdadero regalo!
ResponderEliminarAdoro los clásicos pero mi relación con Benito Pérez Galdós es nula. La verdad es que nunca me ha llamado la atención y no creo que cambie.
ResponderEliminarBesitos.
Me encanta Pérez Galdós y tengo toda la obra aunque este no lo he leído, es una constante, compartimos muchos escritores pero en las reseñas suele aparecer alguno que no he leído jaja, recerdo el cas de Maupassant :D. Al leer tu reseña he recordado lo que me gusta el autor y creo que voy a sacar de la estanteria "Miau" en breve. Gracias y un beso :)
ResponderEliminarYo de momento tengo arrinconados a los clásicos........quizá algún día los saque a la luz.Besotes
ResponderEliminarhay libros e historias entrañables, otras diferentes pero que marcan y otros mas son los llamados clasicos que si bien es cierto a veces nos dejamos llevar por influencia
ResponderEliminaren fin, ... yo conocia al autor pero no este titulo y me sorprende....
clásico tipico caso que uno se queda instalado en algo obvio, recomendado sobre el autor y no averigua mas.
:) beso
Uno de mis autores preferidos, aunque hace tiempo que no me acerco a él. Este lo leí hace años y me encantó, como toda su obra. Ahora me dejas con ganas de empezar alguna novela suya. Mi favorita: Misericordia.
ResponderEliminarBesotes!!!
Yo si que tengo los dedos cruzados! Me fui de vacaciones y pensaba que no tenía internet allí así que le pedí a una amiga que estuviera pendiente del sorteo, pero al tener allí para meterme, me metía todos los días en tu blog para que no se me pasara!
ResponderEliminarAunque no he podido comentarte como me hubiera gustado por el poco tiempo que podía usar el pc, pero bueno...
Yo el partido lo vi en casa de mi hermano y su novia, que nos invitaron a mi y a Alex y lo pasamos muy bien, tranquilitos pero bien :)
Un besazo!
¿Sabes lo bueno de que se hayan acabado las vacaciones? De que a Alex le ha salido trabajo allí en Alicante, con sus primos :) Así que por fin dejará de estar en paro, aunque se tenga que ir a vivir allí... ese es el único inconveniente, que si ya de por si viviendo en la misma ciudad nos vemos poco, pues imagínate ahora viviendo él allí, pero todo sea por el trabajo...
ResponderEliminarSi que he leído algunos cuando estudiaba, Lazarillo de Tormes, Tristana, El árbol de la Ciencia, y alguno más que no me acuerdo mucho ahora de los títulos.
ResponderEliminarEste que reseñas parece muy interesante.
Un beso Silvia.
Oí hablar de él en el instituto. La verdad que no soy de clásicos, para que nos vamos a engañar.
ResponderEliminarMe lo leí hace mucho y me gustó, de hecho lo tengo en mi estantería.
ResponderEliminarHe leído algún que otro clásico a lo largo de mi vida y me gustan mucho, aunque tengo q reconocer q últimamente los tengo un poco abandonados.
Besotes
Tengo mis clásicos, pero soy algo mas fantasiosa, prefiero el teatro, o la mitologia, aunque reconozco que Tristana me cautivo y el Quijote me maravillo. Pero aún tengo uno de César Mallorquí por leer, me refrena el que se basa en la posguerra, y lloré demasiado con las historias de mi yaya y no me apetece mucho ponerme triste con penurias ^^ pero acabaré leyendolo, este sin embargo no lo creo, me has desvelado el engaño del título que creyendo ser de gatos lo habría leido jaajaja. Pero gran reseña como siempre. Un beso.
ResponderEliminarEn mi caso Galdós sí que se quedó en esas listas escolares. Pero si dices que es una buena novela para reengancharse, me lo apunto, que a veces me entra la vena clasiquera :)
ResponderEliminar¡Besotes!
Yo no he visto ninguna de las anteriores, no me llaman para nada la atención, pero estas de Chistian Bale me las he visto todas, aunque estoy dudando de verme la 3º que se estrena el 20 simplemente porque sale Catwoman... no me llama nada :S
ResponderEliminarMañana sale la lista de mi sorteo y no te has apuntado!
Espero tener suerte en el tuyo :)
Un besazo!
Me encanta el libro, lo leí en el instituto y analizamos su estructura, el estilo del autor así como su significado. Me gustó mucho...una gran novela como dices tú.
ResponderEliminarUn saludo
De este hombre he leído Marianela, está entre mis novelas favoritas =)
ResponderEliminarTengo pendiente catar otros, este entre ellos.
Besotes
Qué menos! Encima que me avisas (aunque llevo todo julio esperando tu sorteo) de cuando finaliza y cuando sale el ganador... :)
ResponderEliminarSi que me atrevo, estoy apuntada a un reto sobre Unamuno, y quería retomar también a Galdós, al leer la reseña tengo dudas de haberlo leido en el instituto, cosa que nunca me ha pasado, siempre recuerdo lo que he leído. En fin, quizás sea buen momento para salir de dudas :-)
ResponderEliminarUn beso!!
No he leído este libro de Galdos peros si Marianela , es un gran autor a ver si me animo en este genial reseña
ResponderEliminarDe mis autores favoritos ;)
ResponderEliminarbesooos!
Parece que fue ayer y qué actual es hoy... Bss
ResponderEliminarTengo que leer Miau, me ha gustado tu reseña. Solo he leído Fortunata y Jacinta y Tormento.
ResponderEliminarDe vez en cuando viene bien sumergirse en algún clásico, la mayoría de las veces me sorprenden por su actualidad.
Besitos
Fue la primera obra de Galdós que leí, en el cole, y me conmovió, me gustó tanto que empecé q deborar todo lo que me llegaba de Galdós. Episodios Nacionales (impresionante la primera entrega) y las novelas, que al margen de su valía innegable ofrecen un guiño al lector de Galdós con personajes que se repiten, unas veces como protagonistas de unas novelas y otras como secundarios de otras.
ResponderEliminarY la suerte es que Galdós fue un autor de lo más prolífico.
Besos
Lo unico que he leido completo de Pérez Galdoz fue Marianela, un libro que me marco por su sensibilidad y su tragedia, un buen escritor me parece, de el tengo tambien la Corte de Carlos IV, parte de los episodios nacionales..
ResponderEliminarMe llama la atención de lo que trata y además me apetece leer una obra conmovedora.
ResponderEliminarDe este autor he leído "Marianela", título que me gustó mucho.
Muchas Gracias por tu opinión.
Besitos ^.^
Estoy totalmente de acuerdo con tu recomendación, tanto en lo referente las grandes historias que esconden las letras del escritor canario, como con lo inadecuado de empezar a conocer su obra con los Episodios Nacionales. Galdós es el escritor del que he leído más novelas (junto con Stephen King, curioso contraste). Sin embargo, no me he acercado todavía a "Miau". ¡Tomo nota! Un abrazo.
ResponderEliminarPreciosa la entrada! Te ha quedado divina :)
ResponderEliminarPues yo a Galdós lo he empezado a leer este verano y nada más ni nada menos que a través de Marianela. Qué historia tan tierna la de esta chiquilla, me hizo saltar las lágrimas y todo. Ahora estoy leyendo a Tristana y me está gustando mucho también. Da por hecho que el de Miau me lo leeré, que me ha gustado mucho lo que has comentado en la entrada. Si es que las historias de Galdós tienen un algo que atrapan por lo maravillosas que son las tramas.
Y tienes razón con lo que dices sobre Galdós, que su figura se ha reducido a su nombre y cuatro datos. Recuerdo que en bachillerato (no hace mucho de esto, porque solo tengo 23 años) ni lo nombramos! La verdad es que tocamos muy pocos autores y leímos pocos libros. Recuerdo que me indigné bastante al saber que tocaríamos en todo un año a seis/siete autores. En fin, que la gran mayoría de escritores clásicos (ya sean de aquí o de otros países) los he ido leyendo y descubriendo yo solita. Gracias al colegio que me ha dado tan poco.
Besos!!!
Mika
Para más de un crítico, Galdós es, tras Cervantes, el mejor escritor en lengua castellana. Lo comparto. Empezar a leer cualquier novela suya es tener la seguridad de que vas a quedar atrapado, sin remisión. Leerlo es poder ver la historia. Realmente fue un genio, capaz de disfrazarse de mendigo con el fin de poder introducirse y conocer a fondo los ambientes marginales de las barriadas del Madrid decimonónico. Sus Episodios Nacionales, con el entrañable Gabriel de Araceli; su imperecedera amistad con Pereda, sólo rota tras la muerte de éste; su casona San Quintín, en Santander, que embarga a los que tenemos la suerte de pasear por donde en su día se erigió; el merecido Nobel que la política le negó; sus amoríos con Pardo Bazán, "miquiño mío"; su acreditada timidez acompañada de su inseparable cigarro puro canario; el amor por los animales de los que siempre se rodeó; su generosidad infinita, que le hizo estar siempre empeñado con prestamistas; los ojillos ratoniles que, en los últimos años de su vida quedaron ciegos...En fin, grande, inmensamente grande Pérez Galdós.
ResponderEliminar