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martes, 11 de diciembre de 2012
Otelo. William Shakespeare
"La reputación es un prejuicio inútil y engañoso, que se adquiere a menudo sin mérito y se pierde sin razón."
Pese a que leer teatro es complicado, hay obras que nos llegan hasta la puerta de casa. Bien sea en cine, en teatro o en listas escolares, acaban por ponerse delante de nuestra vista. Por cierto que si echo la vista atrás bien poco teatro se ha asomado a esta estantería, y es por eso que hoy traigo a mi estantería virtual, Otelo.
Otelo es un general moro al servicio de Venecia que enamora a Desdémona casándose en secreto. Desdémona ya tenía por enamorado a Rodrigo, un rico caballero, creándose así un enemigo el marido. Tenía Otelo a otro enemigo en casa, Iago, un hombre que estaba a su servicio y no se vio contento con el ascenso de un compañero. Así que ambos acuden al padre de la joven que lo acusa de brujería mientras Otelo lucha por la ciudad. Al ver que su plan no resulta, ideará Iago uno nuevo desencadenando una tragedia con él.
Decir a estas alturas que Otelo es una obra en la que se representan los celos es no descubrir nada nuevo. Os contaré que se basa en un cuento de Cintio recogido en Hecatónmitos, concretamente en Un capitán moro. Conocemos además de varias versiones cinematográficas hechas a partir de la obra de Shakespeare, una famosa ópera. Por eso decía antes, que hay títulos que se empeñan en ponérsenos delante.
Uno de los mayores placeres al acercarse a los personajes Shakespirianos, ya sea en su forma escrita o representada, es la riqueza con la que su autor los representa. En esta tragedia dominada por las pasiones, se desgrana el amor, la amistad y la desconfianza para dar paso a la venganza y el resentimiento y volver a morder la cola del remordimiento. El descenso de su personaje central a la desesperación hace que el lector o espectador no tenga tregua, adelantándose siempre un paso a unos acontecimientos que, lejos de sorprender, lo que buscan es que nos removamos incómodos en el sillón. A lo largo de cinco actos viviremos una acción ininterrumpida que culmina con un broche redondo que justifica las alabanzas de público y crítica.
Al igual que puede pasar hoy una lengua viperina que encuentra donde morder, empaña cualquier tipo de relación que toque. Esta vez no hablo de relaciones románticas, sino que cualquier relación puede sucumbir a esa desconfianza.
A fin de cuentas, la confianza es más fácil perderla que ganarla, ¿verdad?, ¿o no somos tan desconfiados como nos vendemos?
Gracias
Tienes toda la razón...Shakespeare siempre hizo grandes a sus personajes. Un beso y buen día
ResponderEliminarLeí Otelo hace muchas años y gran parte de las obras de Shakespeare. La verdad es que todas sus historias están muy conseguidas.
ResponderEliminarDe Shakespeare algo sí que leído pero Otelo, concretamente, no.
ResponderEliminarY en desconfianza, no creo venderme como muy desconfiada y es cierto que es más fácil perder la confianza que ganarla, aunque suene fatal, tengo esa misma impresión. Besos
Otelo es una obra estupenda,la verdad: la leí hace tiempo y me impactó el análisis que hacía sobre los celos y la desconfianza, que nunca me había encontrado en la literatura.... Y apoyo esa última frase que dices: la confianza es más fácil perderla que ganarla, precisamente porque es algo muy valioso. 1beso!
ResponderEliminarCreo que lo más difícil de la confianza es recuperarla. En cuanto a Shakespeare lo leí hace años, tal vez demasiado joven, y no congeniamos él y yo.
ResponderEliminarHoy nos traes uno de esos clásicos que me producen cierto temor. Como bien sabes, no soy una lectora de clásicos y, siendo una obra de teatro, todavía menos. En cualquier caso, no podría estar más de acuerdo contigo de que la confianza es más fácil perderla que ganarla. Y, en mi opinión, puede que no sea sólo una cuestión de desconfianza. Un besito.
ResponderEliminarDe entrada te confesaré que no me gusta leer teatro: creo que está escrito para vivirlo a través del arte del actor que le aporta sus matices. Pero como no siempre se tiene la oportunidad de verlo en directo pues...
ResponderEliminarEn cuanto a la confianza y la desconfianza: nacemos confiados y a medida que nos alejamos de esta edad bendita, de la infancia, nos volvemos desconfiados, es lógico ¿no?... Lo ideal es saber equilibrar las fuerzas. Me sigo comportando con 3/4 de confianza en mi interlocutor y 1/4 de desconfianza (en mi intuición ;) )
Beso en toda confianza. Y una sonrisa :)
Una relación que has tardado en construir años se pierde en segundos...
ResponderEliminarSi hay algo que he aprendido en la vida bien es esto...
Otelo era extranjero y amaba desesperadamente a esa mujer (2 grandes debilidades) Despertó envidias y se creó enemigos en una Venecia cruel y despiadada que habría acabado con él más pronto o más tarde... Yo no podría vivir así. Llámame ingenua si quieres, pero necesito pensar que la verdad prevalece, que el rencor nos corroe, que nos espera una sonrisa en alguna parte y nunca habrá un paso atrás que no permita otro hacia adelante. Un beso
ResponderEliminarOtelo representa que estamos siempre dispuestos a pensar mal. Y, tan importante como los celos de Otelo, es el rencor de Yago, que es lo que motiva toda la tragedia.
ResponderEliminarYo tengo pendiente leer Hamlet y Romeo y Julieta, si me gustan, me animaré con éste.
ResponderEliminarUn saludo.
¿Por qué soy incapaz de engancharme a Shakespeare? ¡¿Qué me pasa?!
ResponderEliminarLa confianza es mas facil perderla que ganarla. Que palabras tan sabias. Fantastica esta entrada sobre Otelo. Un saludo
ResponderEliminarCreo que he leído algo de Shakespeare pero hace mucho tiempo, esta obra no y ahora mismo el teatro no me llama como lectura
ResponderEliminarbesos
Ah, Shakespeare, grande entre los grandes. Me encanta!!! Ep, y te lo digo de toda confianza, pa que veas.
ResponderEliminarUn beso
Estoy de acuerdo con Kikas muy a mi pesar! besos
ResponderEliminarEsta es una obra que leí cuando estudiaba.
ResponderEliminarSe dice que si has hecho "cien", pero no haces "una" no has hecho "ninguna". Esto no es justo, tampoco es justo que sea más fácil perder la confianza que ganarla. Pero así ocurre.
Normalmente la desconfianza nace cuando te hace daño alguien en quien tú confiabas plenamente.
A veces, también existen personas demasiado exigentes a las que es muy sencillo decepcionar.
Bueno, confiar unos en otros es lo ideal.
Un abrazo.
Que al que es desconfiado le va mejor en la vida es una de esas verdades que te resistes a creer.
ResponderEliminarLa negación de que en la vida hay que sortear obstáculos es la negación de parte de la esencia de la propia vida y algunos (que no todas) de esas chinitas del camino son puestas por personas en las que has depositado un poca, mucha o infinita confianza; por celos o por los motivos más variopintos.
Y en consecuencia llegamos a un drama Shakespeariano: qué hace el ser humano?? aprender de la experiencia y normalmente volverse un pizquita desconfiado y a veces, recubrir el músculo que late en hierro y acero, como en una especie de cinturón de castidad sentimental.
Y quien no se expone no puede sufrir pero como nos dice el anverso, tampoco puede vivir.
Un drama :)
Hoy traes a uno de mis autores de teatro preferidos. Creo que Shakespeare y sus obras siempre están vigentes, no importa los siglos que hayan pasado desde que las escribió porque trata de sentimientos tan universales y eternos como el amor, los celos, la envidia, la ambición, el deseo, la locura,... "Otelo" es estupenda y la frase que has elegido me parece perfecta para resumirla, además de ser certera. Creo que Shakespeare era tan bueno en sus obras de teatro porque era un gran lector del alma humana. Me encanta!
ResponderEliminarHe visto Otelos de todos los tipos, pero no he llegado a leer la obra, y me gustaría dominar lo suficiente el inglés para poder leer sin traducir, pero me temo que mi inglés no me permitiría captar todos los matices.
ResponderEliminarBesos
Raquel
http://raqueljimenezbisuteria.blogspot.com.es/
Otelo, junto a Hamlet, son mis obras favoritas de este gran escritor. Aunque lamento el que muchos grandes amores sucumban ante la desconfianza y la duda, lo que me parece terrible, si nos ceñimos a la obra, te diré que el personaje de Yago es para mí de los más fascinantes que he leído.
ResponderEliminarBesos.
Estoy de acuerdo, Shakespeare sabe profundizar en las pasiones humanas, esas que a veces intentamos esconder o controlar, pero que a veces son incontrolables. Un beso
ResponderEliminarLo mejor de esta obra es la forma cíclica que tiene, el volver a los orígenes.
ResponderEliminarEs muy realista ya que es la evolución humana desde que nace hasta que muere, sin tapujos. Lo vivimos cerca todos.
Una de las mejores obras del autor y una referencia de las pocas que quedan de las de obligada lectura en la escuela.
Un abrazo amiga
Me encanta Shakespeare y su lectura me parece siempre llena de aprendizaje.
ResponderEliminarNo soy muy partidario del Refrán:"Desconfía y acertarás". Creo que hemos de confiar y, también, estar a la expectativa.
Un abrazo.
No he leído nada del autor xDDD ni siquiera Romeo y JUlieta...y no me apunto ni me dejo de apuntar porque debería de haberlo catado ya al menos xD
ResponderEliminarEl género del teatro si lo he probado...y la primera fue con 10 negritos de Agatha Christie que lo tenía en versión teatro.
Un beso!
Qué inmenso es Shakespeare. Cada día una frase, una palabra, una nueva adaptación. Un abrazo.
ResponderEliminarLo leí hace muchos años, a los 14-15, y me gustó bastante... pero creo que voy a hacer una relectura =)
ResponderEliminarBesotes
Espectacular blog. Me has dejado maravillado, te enlazo directamente en el mío. Una lástima que no puedas participar en el concurso de reseñas, aun que hubieras destronado a cualquiera. Un abrazo.
ResponderEliminarla lengua es blandita, no tiene huesos, pero puede golpear como el peor de los puñetazos, hacer mucho daño.
ResponderEliminarcon pena confieso que lo único que he leído de Shakespeare fue Romeo y Julieta...me propongo leer algo más de él el año que viene.
ResponderEliminarUn beso,
Ale.
Gran clásico el que traes hoy.
ResponderEliminarNo he leído mucho de Shakespeare y me gustaría probar con Otelo.
Besitos.
La confianza cuesta ganarla una barbaridad y se puede perder en un segundo.
ResponderEliminarOtelo es una gran tragedia de Shakespeare. Justamente, hace poco hice la reseña de este libro, pues me encanta, como muchas de sus tragedias y las releo, bastante a menudo.
ResponderEliminarSaludos
Hola!
ResponderEliminarAmo Otelo, lo lei mil veces. Shakespeare me parece todo un maestro.
Creo que vendemos que no damos confianza rápido, pero no es así.
Un beso
He leido este libro hace años y, a pesar de no estar acostumbrada a leer teatro, me encantó su historia y cómo está escrito. También he leido Hamlet y es otra obra maestra de este autor. Me gustaría leer Romeo y Julieta, pues, aunque conozco la historia y he visto alguna película, su lectura sería interesante. Todavía es un libro pendiente.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de la confianza... hay que ganársela y es normal que cueste darla porque una vez conseguida es un bien muy preciado que hay que cuidar.
Saludos.
Hola Silvia! Cuánto tiempo!! Por fin puedo leerte de nuevo, aunque sea un par de días a la semana ^^
ResponderEliminarMe da vergüenza admitir esto pero no me he leído ninguna obra de Shakespeare. Tengo que corregirlo sin falta! jeje. También admito que cada día soy más desconfiada; siempre es mejor prevenir que curar.
Me encanta, la tengo leída y releída. Es imprescindible, como hablábamos una vez, no puede ser que no se lea a Shakespeare y eso que yo leí Hamlet y MccBeth obligado én el instituto pero fue ahí donde surgió la chispa y ya leí todo lo que encontré. Me gusta muchísimo El rey Lear. Otelo también es de mis favoritas. Yo soy de anturaleza confiada, así me va a veces jajaja. Besos
ResponderEliminarAh Otelo de mi juventud.
ResponderEliminarTempranamente sentires de dudas ante tantas palabras zalameras, llegaron a mi vida de adolescente.
Cariños
Durante algunos años leì - y practiqué - mucho teatro, también de Shakespeare, y su "Sueño de una noche de verano" me ocupó bastantes horas. "Otelo" es una obra genial.
ResponderEliminarCuando nacemos apenas tenemos unos cuantos tics de autodefensa, el gesto de chupar, el parpadeo y poco mas por lo que la "desconfianza" es un elemento aprendido, cultural. Dependiendo de tus vivencias, así eres de desconfiado.
Creo.
Un abrazo.
CUANDO SE PIERDE LA CONFIANZA YA NO SE VUELVE A RECUPERAR...
ResponderEliminarOTELO, UN CLÁSICO, DE LOS MIOS.
UN BESITO
la confianza que frágil... a veces y no porque me guste el drama. me vi envuelta en una situaci{ion de celos. al menos yo nunca senti esa clase de cosquillas... sinceramente que las sientan por ti no es grato
ResponderEliminarnadie creo puede empoderar el ego con pasiones tan viles como esas,...
:(
La confianza se pierde muy rápido y se gana muy lento. Es como un espejo: puedes arreglarlo si está roto, pero no será igual que al principio.
ResponderEliminarNo he leido a William S., tengo un amigo al que le encanta, pero no me animo...
Besos.
La experiencia nos vuelve desconfiados en general. En una relación estrecha ya sea familiar, de amistad o de pareja creo que la confianza es básica y no debería romperse por la acción de una lengua viperina.
ResponderEliminarBesos
Amiga Silvia, la he leído y he visto opera.De las clásicas excepto de Cela que no me cae simpático he leído muchas.
ResponderEliminarBesos
No he leído Otelo, pero me animaría una vez que me anime a leer el clásico de Romeo y Julieta.
ResponderEliminarMuy cierto. La confianza a veces se vende por presentimientos mal parados y se gana costando años.
Hace poco fui a ver un musical basado en Otelo, muy bueno. Con la desconfianza con la que vivimos ahora, sería más difícil caer tan fácil.
ResponderEliminarLeí a Otelo hace algunos años, así conocí a Shakespeare.
ResponderEliminary cuanta razón en tus palabras: la confianza de alguien es como el amor, muy difícil de ganar y con un simple paso en falso o una acción desafortunada, puede desvanecerse...
Me encantó tu blog.
http://casildacasi.blogspot.com.es/
Esta es una de mis historias favoritas de Shakespeare y hace mucho que no la leo, gracias por compartirla ahora :)
ResponderEliminarUn besito !
Me apasiona Shakespeare y me gustó muchísimo Otelo, hasta dónde pueden llegar los celos. Pero es que Shakespare siempre da en el clavo.
ResponderEliminarBesos
No lo he leido, es una de mis grandes pendientes...Si que soy de las que pierdo la confianza a la primera de cambio :-) Un besote!!
ResponderEliminarHola!! Me alegro de que te haya gustado mi blog, porque a mí el tuyo me encanta! Me ha parecido muy interesante, así que yo también me quedo por aquí :)
ResponderEliminarQué de tiempo sin leer nada de este gran dramaturgo. A ver si lo soluciono pronto. Y si es con este libro, mejor, que me has dejado con ganas.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola! Soy yo otra vez. Estaba buscando dónde poner el comentario para que me "publicites" en tu pestaña dedicada a la propaganda de blogs y no lo encuentro! :@ soy tonta, verdad? xD
ResponderEliminarLo leí hace años pero tendré que volverlo a leer.......las lenguas viperinas pueden hacer mucho daño y por desgracia abundan de tal manera que no hay forma de liquidarlas.Besotes
ResponderEliminarNunca lo he leido y no sabia sobre su existencia pero cuando tenga tiempo lo leere porque este autor me gusta;) ¡Saludooos!
ResponderEliminarA mí Yago me parece EL personaje de esta obra, ensombrece a todos los demás.
ResponderEliminarComo siempre, uno cierra esta página sabiendo algo nuevo.
Un fuerte abrazo.
HD
Pues la última que nos trajiste de Shakespeare, "Mucho ruido y pocas nueces", me la llevé y me covenció. Creo que es buena ocasión para volver a hacerte caso y resolver de paso parte de mis lagunas literarias con Shakespeare.
ResponderEliminarLa confianza es complicadísimo obtenerla y puede perderse en cualquier momento y cualquier detalle, sin duda.
Besines
Yo creo que la desconfianza es algo que llevamos en nuestro interior y dados los tiempos que corren mejor no perderla e intentar ganar la confianza de los demas sin aprovecharse de ellos.
ResponderEliminarunos besotes
Conozco la historia, como dices es imposible no hacerlo, pero este es uno de esos libros que me intimidan.
ResponderEliminarDe la pregunta... es triste pero es asi.
Besos
Hola,
ResponderEliminaresta es mi tragedia favorita de Shakespeare, y de todas en realidad.
Me fascina he leído millones de versiones y hasta la he interpretado en teatro.
Un muy buena articulo.
Gracias y un beso.
Agradezco tu visita y claros conceptos.
ResponderEliminarTe soy sincera para mi una cosa es excusas y otra es mentir.
Personas que me siguen desde hace años saben que son clarisima defensora de la verdad, a veces aunque duela.
La mentira no solo empaña al que la dice sino que insulta la inteligencia de quien va dirigida.
Recibe un abrazo desde este lado del mar.
Muy buena reseña y cuando la confianza se pierde, también el respeto. Te mando un beso y te me cuidas
ResponderEliminarEl argentino es desconfiado por naturaleza. Eso no habla muy bien de nosotros.
ResponderEliminarSaludos.