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jueves, 21 de febrero de 2013
Sin noticias de Gurb. Eduardo Mendoza
"15.02 Me caigo en una zanja abierta por la Compañía Hidroeléctrica de Cataluña.
15.03 Me caigo en una zanja abierta por la Compañía de Aguas de Barcelona.
15.04 Me caigo en una zanja abierta por la Compañía Telefónica Nacional.
15.05 Me caigo en una zanja abierta por la asociación de vecinos de la calle Córcega."
Hace tiempo que llevo este blog como mis propias lecturas. De una forma un tanto desordenada, mezclando géneros sin un plan establecido, aunque os ahorro mis etapas eufóricas en las que descubro a un autor y me meto entre sus letras una novela tras otra hasta agotarlo, o agotarme yo. Esos también vienen, pero salteados. Precisamente buscando esa variedad ayer me tropezaba con un artículo que me ha recordado los buenísimos ratos que me hizo pasar el libro que hoy os traigo, las risas que no abundan demasiado en la literatura. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Sin noticias de Gurb.
Tenemos entre manos el diario de un extraterrestre. En realidad son dos los que han llegado a Barcelona poco antes de las olimpiadas. Ambos pueden adoptar el aspecto que quieran y así sucede que uno de ellos se pierde con el aspecto de Marta Sánchez y al otro, el autor del diario, le toca salir a buscarlo.
Visto así el argumento parece casi absurdo, y... lo es. Tenemos a dos seres que llegan por una avería en su nave, ambos se necesitan para volver y uno se pone a explorar, así que el otro lo tiene que salir a buscar durante 15 días en los que la mayor duda es si se irán y cuando a su planeta. Todo esto da lugar a una sucesión de situaciones disparatadas en una parodia que se disfraza de informe de literatura de ciencia ficción con precisión horaria. Y eso hace que se acentúe el tono paródico de un librito que se lee en un santiamén.
Dicen que hacer reír es casi más complicado que hacer llorar, desconozco si es cierto, pero explicar una gracia suele hacer que pierda el sentido... y la gracia. Así que en este caso os contaré que mientras movía la cabeza negando, pensando eso de "es tontería", me reí y mucho. En una época en la que me gustaba y podía pasar las tardes sentada debajo de un árbol cualquiera conocí a Gurb, y descubrí que cuando te ríes la gente te mira con curiosidad, incluso buscan el título de lo que estas leyendo. Y volví a casa mirando con otros ojos la ciudad en la que me encontraba, supongo que con ojos un poco más "extraterrestres". Ojos de Marta Sánchez, de Papa, de conde Duque... es lo bueno de ser incorpóreo. Ojos inocentes, sorprendidos, divertidos...
Hoy recomiendo un libro con sentido del humor que recuperó la tradición de las publicaciones por entregas en la prensa en el año 1990 y que un año más tarde ya se vendería en las librerías. Han pasado mas de veinte años, y sigue siendo divertido. Quien sabe, tal vez no hayamos avanzado tanto en algunas cosas como nos pensamos de la vida en las grandes ciudades y, tal vez, sigamos viviendo situaciones que rayan en lo absurdo. En todo caso, mi apuesta de hoy es por la risa.
Y vosotros, ¿os cuesta más reír o llorar ante un libro?
Gracias
Hola, este libro me gusta.
ResponderEliminarMe hace gracia que dos extraterrestres se paseen entre la gente.
Ante un libro me cuesta más llorar porque como me dé cuenta que me quiere entristecer... se acabó.
Besos
Hoy te he tenido que buscar por Twitter porque el feed no me ha actualizado tu entada... En fin. Resulta que este es uno de mis libros mas leidos, junto con mi hermana, que hace años cuando se lo descubri se partia de risa con el extraterrestre que se pone la cara de Marta Sanchez o come churros como si fueran pipas. Muy bueno y recomendable. A mi me cuesta mas llorar que reir, porque soy alegre (casi siempre) y porque yo la fibra sensible la tengo desplazada. Besos! Y de paso le echo un ojo a la de ayer, porque se me pasó...
ResponderEliminarAyer, leyendo en el metro, se me saltaron las lágrimas. Y ahí estaban todos mirándome en busca de drama... ¿no les vale con el culebrón de turno? Ejem, no sabía dónde meterme. Fue un momento maravilloso. Eso sí, eché en falta un poco de intimidad. Y ya puestos, cuando leo prefiero reír mil veces. Qué bonita reflexión nos brindas hoy, un beso
ResponderEliminarLo leí hace tiempo, en el instituto, y recuerdo que me gustó muchísimo. Me reí a carcahadas con él, como con todos los libros de este estilo que escribió Mendoza. Lo he recomendado muchísimo y lo he regalado mucho también. De este estilo me gustó especialmente 'El laberinto de las aceitunas', por si te apetece seguir con este Mendoza.
ResponderEliminarUn besote
Npi del libro que traes, pero...llorar ante un libro es que ni recuerdo haberlo hecho, pero partirme de risa, unas cuantas veces. Y no te cuento la última porque me pegarán, jajajaja...
ResponderEliminarUn beso
La risa es patrimonio de la inteligencia y el llanto de la emoción, y creo que siempre andamos más faltos de la primera que de la segunda. Sin noticias de Gurb es mi libro favorito de Eduardo Mendoza: me parece una sátira mordaz contra el ser humano que está por encima (aunque infravalorada) de otras obras del autor más celebradas como La verdad sobre el caso Savolta o La ciudad de los prodigios. A la altura de una La conjura de los necios, si fuésemos americanos o ingleses lo tendríamos en mejor estima, pero aquí en España ya despreciamos el humor como algo poco importante (pese a que nuestra mejor obra mundial es una parodia sobre los libros de caballerías).
ResponderEliminarEs bueno reír, ensancha los pulmones...feliz día...
ResponderEliminarUn abrazo...:)
Es un libro para desternillarse. Muy bueno y recomendable.
ResponderEliminarY también es muy gracioso El misterio de la cripta embrujada.
ResponderEliminarMe he leído Sin Noticias de Gurb, unas mil veces, sobre todo cuando necesito un empujoncito, en plan rescate.
ResponderEliminarGracias a Eduardo Mendoza sé que la raza superior es la negra, porque son más rápidos, más ágiles, más fuertes e igual de imbéciles.
Y es que es muchísimo más difícil reír (para mí por lo menos) que llorar, que con cualquier cachorrito abandonado se me salta la lágrima.
Reír, lo que se dice reír, con muy poquitos libros.
A mí no me gustó en su momento, aunque quizá fuera porque tuve que leerlo para clase. Tal vez si le diera una nueva oportunidad me parecería más simpático, pero con la ingente cantidad de pendientes que tengo...
ResponderEliminarUn besito y feliz jueves.
Y van dos días seguidos que hablas de libros que me interesan. Aunque éste no me lo has descubierto hoy, leí sobre él hace un mes o así en otro blog donde pedían nombres de libros divertidos y lo recomendaban mucho.
ResponderEliminarNi sabía de qué iba el argumento, pero ahora ya estoy decidida a comprarlo : )
Yo me río mucho leyendo, pero la mayoría de las veces no es con chistes, si no con alguna observación que hace un personaje en determinado momentos que me hace gracia. Por ejemplo, con Sherlock Holmes suelo reírme.
Sí yo también he llorado y he reído leyendo muchos libros, pero curiosamente con "Sin noticias de Gurb" no me pasó, sí que es verdad que el libro es de lo más original, pero debe ser que en su momento y por los comentarios de los demás había puesto tantas expectativas en él que al final no me gustó tanto.
ResponderEliminarUn abrazo
Le petit Chaperon Rouge
Yo también machaco a un autor cuando lo descubro y me encanta.
ResponderEliminarCreo que es más difícil conseguir que sonría, sobre todo porque evito los que me hacen llorar.
Un beso!
El humor, tan necesario...
ResponderEliminarQue sepas Silvia, que hace poco tropecé con una zanja semi-abierta de Aguas de Barcelona y me hice mucho daño, así que me ha gustado tu entrada de hoy. Lo de los marcianos no me llama mucho la atención. Y me cuesta menos soltar una carcajada con un libro que llorar.
ResponderEliminarUn beso.
Me encantooooo!! este sí me lo leí!!
ResponderEliminarla verdad que me gusta más reír con los libros pero se me hace más difícil conseguirlos de este estilo.
Besos!
Silvia, aunque no te lo creas hace unos meses yo también me caí en una zanja abierta por la Compañía de Aguas de Barcelona. El porrazo fue importante y me puse a llorar y todo sentada en el suelo yo sola en la oscuridad. No conozco el libro que comentas pero debe ser interesante. Y respondiendo a tu pregunta me cuesta menos reír que llorar con un libro.
ResponderEliminarUn beso.
A mi me cuesta más reir, y te digo que paso de puntillas por la entrada porque tengo este libro desde hace pco que lo encontré de segunda mano y tirado de precio, así que no quiero leer mucho para que no se me desvele nada. Besos.
ResponderEliminarQué bueno este libro, por favor!! Me reí un montón, lo recuerdo como uno de las novelas más divertidas que he leído nunca. Además, siempre que me encuentro con algún amigo de esos a los que no les gusta leer pero que me piden "algún libro que pueda gustarme", les recomiendo a Gurb. Todos quedan encantados, hasta a los no-lectores (que también los hay). Creo que es muy difícil conseguir que el lector suelte una carcajada y Eduardo Mendoza lo consigue casi siempre.
ResponderEliminarEste libro lo tengo en casa. Se lo mandaron leer a mi hijo hace unos años y le encantó.
ResponderEliminarA mi me cuesta más reír. Me gusta lo absurdo, no me río por cualquier cosa que, a lo mejor, pretender hacer reír.
En mi opinión es más difícil hacer reír que hacer llorar.
Saludos.
Me reí muchísimo con este libro, guardo un gran recuerdo de él por el buen rato que me hizo pasar.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que me cuesta más... diría que nada, soy una sensiblera y a la mínima me pongo a reír o a llorar mientras leo. Con razón la gente me mira raro cuando leo en el metro XD
Saludos!
Hola
ResponderEliminarHace pocas semanas reseñé Sin Noticias de Gurb y coincidimos en lo esencial.
Es una novela muy divertida, ideal si tienes ganas de reir sin complicarte la cabeza.
Muy recomendable.
A mi este libro me gustó bastante pero sí que he leído opiniones que no ponían del todo bien. Fue una de esas lecturas obligatorias de instituto y la verdad es que es muy gracioso. ¡Recomendable!
ResponderEliminarCuando me recomendaron el primer título que leí de Mendoza asegurándome las risas no lo creí y fueron carcajadas!...Prefiero eso a la tristeza de otros textos que si puedo abandonar, a veces la lectura es obligada, lo hago sin remordimientos.
ResponderEliminarSaludos, Vela.
No lo he leído pero me han hablado muy bien de él. Gracias por recordarlo.
ResponderEliminarA mi creo que me cuesta más llorar ante un libro que reír, me tienen que tocar muhco la fibra sensible para que llore. De hecho creo que sólo me ha pasado con un libro y fue con el final de "Paula" de Isabel Allende.
Tengo este libro en casa y no lo he leído, a pesar de que mi marido lleva años recomendándomelo. Y es que me cuesta más reir que llorar tanto con un libro como con una película, por eso me resisto, aunque hace años leí dos libros del autor y me hicieron gracia. Besos
ResponderEliminarCreo que es más difícil hacer reír que hacer llorar. Si Mendoza lo logra con este libro, ya es todo un éxito. No lo he leído, pero tu reseña me anima a hacerlo. Besos.
ResponderEliminarEste es un libro que por más recomendaciones que veo no me llama nada, estaba y estará en casa de mis padres pero no creo que me anime con él
ResponderEliminarbesos
Creo que tengo la misma facilidad para llorar que para reír, aunque reconozco que me gustan mucho los libros sentimentales sobre todo si están basados en hechos reales y ahí es donde ¡Sí! me llegan al alma.
ResponderEliminarBesos.
Un buen libro para reir no tiene precio! a mi me encantaria leerlo!
ResponderEliminarTiene buena pinta. Por la literatura que leo, pues, es más fácil llorar que reír, pero cada tanto una risa se me escapa cuando una situación o diálogo lo amerita.
ResponderEliminarMe reí muchísimo con el cómic «Antes conocidos como la Liga de la justicia».
Saludos.
Me encantó este libro y me pareció curioso que era el favorito de alguien a quien no le gustaba leer pero que tuvo todo el acierto de regalármelo.
ResponderEliminarMe resulta más fácil reír que llorar ante un libro, así de partida. Y aunque me gustan los libros con humor no cualquier humor me convence. Por eso creo que en esto, como en todo hay categorías. Y llorar, con libros, es poco frecuente en mi pese a que me encantan los dramas.
Besos
No lo conocía y si no hubiera leído tu opinión ni le habría prestado la más mínima atención pero ahora me parece super curioso ^^.
ResponderEliminarNo sabía nada de este libro y parece muy interesante, muchas gracias por la reseña. En lo personal, me resulta más difícil llorar con un libro, y es raro porque en el día a día me sucede todo lo contrario.
ResponderEliminarBesos.
aunque es más dificil reir... es paradójico que no pueda hacerlo si siempre rayo en lo simple..
ResponderEliminarno sé...
será que a mi se me da el drama ya de nacimiento?
;)
Tiene muy buena pinta! Yo ayer acabé uno de David Safier y esta lectura me ha permitido confirmar una cosa: me cuesta menos reír que llorar. A la mínima tontería me río, no necesito que sea un chiste demasiado inteligente. Eso explica porque me gustan tanto películas como Scary Movie o American Pie.
ResponderEliminarBesos,
Me cuesta más llorar, aunque soy de lágrima fácil, pero de risa aún más.
ResponderEliminarCon este libro me llegaste al alma. Creo que es el más veces he leído y me sigo riendo como la primera vez.
Besindios.
Hola cielo,
ResponderEliminarde Eduardo Mendoza me leí hace ya muchísimo,Riña de gatos y me encantó, así que debería leer algún que otro de este señor, me voy apuntar este, a ver si me lo leo pronto.
muy buena entrada, gracisas.
Un beso,
Hoy entro aquí y me huele a clásico. No es correcto concederle ese a atributo a una novela de la década de los noventa..pero tus palabras dejan esa sensación fluctuando en el aire. Todavía no he tenido el placer de leer a Mendoza, pero esta novela pinta bien. Un beso,
ResponderEliminarEste me lo apunto! Besos
ResponderEliminarEs un libro que me encanta. Me lo hicieron leer en el instituto. Y la verdad es que no lo cogí con muchas ganas. Me lo acabé en una tarde, ya que la lectura es bastante rápida, pero también porque no podía parar de leer y reírme con él.
ResponderEliminarLo he releído varias veces y cuando alguien tiene un mal día lo recomiendo.
Sí es verdad que es más difícil hacer reír que hacer llorar. Lo sé, porque yo lloro con casi cualquier cosa, soy una llorica, pero en cambio, lo de reír no es con todo, al contrario, tengo sentido del humor, pero está muy adentro, y pocas veces me he reído tanto como con este libro.
Es verdad que cuando lees un libro como este y vas por la calle, la gente te mira extrañada y miran que lees, lo mismo pasa, si vas escuchando la radio con los cascos y te ríes, la gente te mira raro, raro, raro.
BESOTES
Infinitamente más reír. Creo que es mejor escritor el que sabe hacer reír que el que sabe hacer llorar, pues es muy difícil adecuarse al humor de cada lector, es algo muy personal.
ResponderEliminarA mi esta novela, por ejemplo, no me gustó.
Besos.
"Sin noticias de Gurb" fue una lectura obligatoria en mis años de instituto y me reí tanto que ahora al ver tu reseña me han entrado ganas de volvérmela a leer. Qué risas...y cuánto te hace pensar también.
ResponderEliminarPues es curioso, con lo fácil que lloro y es más fácil hacerme reír con los libros que llorar. Fíjate tú.
Gracias por la reseña. Besitos!
A mí me cuesta menos llorar que reír cuando leo un libro. Sobre todo las lágrimas nublan mis ojos ante algún final inesperado.
ResponderEliminarAunque también es cierto que algunos libros me arrancan alguna que otra sonrisa, lo cual ¡me encanta! Pero son los menos. Quizás porque no abundan tanto o yo no he dado con ellos, no sé.
Este libro que nos traes hoy me llama la atención sobre todo, por eso, porque es capaz de sacar sonrisas. Y eso me gusta. Así que ya he dado con uno.
Besos.
Soy de las que río a carcajada limpia cuando estoy leyendo o viendo algo gracioso.Besotes
ResponderEliminarPues a mi me parece un libro menor. Para pasar el rato. Incluso pienso que si no Lo hubiera escrito E. Mendoza.... Y no me meto con el , tiene obras que me gustan mucho y otras que casi ni soporto, vease esta y El asombroso viaje de Pomponio Flato,"El último trayecto de Horacio Dos" ."Mauricio o las elecciones primarias" Tampoco me gusto demasiado. Pero hay otras como "la verdad del caso savolta "que me apasiona
ResponderEliminarA mí me encantan las lecturas que me hacen reír, no sé por qué, será porque para llorar ya está un poco la vida, la ficción me gusta que me saque de los problemas, siempre me tira el humor...
ResponderEliminarA mí este libro de Mendoza me encantó, lo leí hace un par de años y me reí un montón, lo cual se agradece, me encantan este tipo de libros que te tienen con la sonrisa en la boca y que de vez en cuando te roban una carcajada. Es verdad que la gente te mira raro cuando te ríes leyendo.
Hace unos días terminé un libro que te podría decir que es uno de los que más gracia me han hecho: El lamento de Portnoy, de Philip Roth. Será la temática o cómo está contado, me morí de risa con algunas partes...
Besito
Amiga Silvia, a mi me gusta reir hasta cuando debiera de llorar.
ResponderEliminarHe terminado Intemperie, y como te adelantaba ayer, me ha gustado, porque con escaso contenido le ha sabido imprimir intriga y quizá haya abusado de la descriptiva, pero no le quedaba otro remedio.
Besos
Un libro que esta leyendo mi hija...dice q me hara reir...y aunque el humor es algo muy peculiar en cada persona, se q lo leere....soy de lagrima facil..puede caerme por la mejilla pa'bajo la lagrima por cualquier cosa(un simple anuncio, un fragmento de una novela....) pero tb tengo una risa facil...por cualquier boberia suelto la carcajada(y bastante sonora q es)...es una de las cosas q mas valoro en un libro...q me haga emocionar..reir,llorar...sentir!
ResponderEliminarBesitos grandes!
A mí me cuesta mucho más reir que llorar con un libro.
ResponderEliminarCon éste reí y con ganas, imposible no hacerlo, es divertidísimo
Besos
Ay!! Cómo me gustó este libro! Es uno de mis favoritos. Abrazo!
ResponderEliminarEs cierto que muchas veces cuesta más hacer reír que llorar, es curioso, pero es una realidad. De todos modos, aunque reir es mucho ´más divertido, llorar también es muy necesario.
ResponderEliminarSin noticias de Gurb fue mi primera lectura de Mendoza, fue hace ya muchos años, y recuerdo que me había reído como nunca. Bicos.
Hacer reir es de las cosas mas complicadas del mundo....
ResponderEliminarLa verdad es que éste no me llama mucho, así que por esta vez no me lo apunto.
ResponderEliminarBesitos.
Me gusta muchísimo Eduardo Mendoza... convoluto y sibilino jajajjaja, con el permiso de Antonio muñoz Molina. A Vila Matas le daré otra oportunidad. No me cuesta nada jajaja, lloro y río que da gusto aunque me cuesta algoi menos reírme :) Un beso :)
ResponderEliminarCon este libro me estrené con el autor y me conquistó por completo. Creo que fue la primera vez que me reí tanto con un libro. Es genial!
ResponderEliminarBesotes!!!
Yo creo que me he reído más veces que llorar hasta ahora... Aunque cada vez me vuelvo más sensible así que puede que cambien las estadísticas. También me encantan los libros que me hacen ver el mundo como un extraterrestre. Es una sensación extraña como de estar soñando. Me pasa mucho además cuando salgo del cine de ver una buena película.
ResponderEliminarEste libro me suena de algo (no sólo de ser conocido), pero no consigo recordar de qué. Lo incluiré entre mis posibles lecturas, para algún momento...
Besos!
Mendoza me ha hecho reír tantas veces.... más que ningún otro!!! No dejo que me hagan llorar en ningún orden de mi vida :)
ResponderEliminarMe parece interesante, nunca oí hablar de él. Pero encuentro tu reseña divertida.Respondiendo a tu pregunta, para mi es más difícil hacer reír que llorar. Te mando un beso y cuídate.
ResponderEliminarQue un libro te haga reir creo que es algo inusual, si lo logra es bueno, Carlos Ruiz Zafón con su Romero de Torres bendito a logrado esto en La Sombre del Viento y El Prisionero del Cielo, este personaje es clásico con frases dignas de marco y ocurrencias imposibles es fenomenal.
ResponderEliminarAsí que est libro quizás lo lea si se atraviesa por que si disfruto además de rerime que mi madre me mire con preocupación cuando me rio con un libro en mis manos jajajaja
Por otro lado me he puesto al día con tus publicaciones, tu blog es un encanto....
No soy yo muy llorón con las historias, aunque sí hay alguna que me ha robado alguna que otra lágrima. Pero creo que son más las que me hacen reir, cosa que tampoco es demasiado fácil.
ResponderEliminarUna vez más, no conocía la que hoy nos traes, y una vez más me la llevo. Y si hay extraterrestres de por medio, más :)
Besines!
Una historia muy entretenida para pasar un buen rato. A veces nos hace falta reir.
ResponderEliminarNada hay como la risa, siempre nos acerca más a la gente y hace que se pueda abrir ante nosotros, mientras el llanto es como si los alejase de nosotros.
ResponderEliminartiene buena pinta este libro.
unos besotes
a mi me parece una pequeña gran obra maestra desde luego. no cuesta nada reír con este libro! :)
ResponderEliminarMendoza es un autor con el que todavía no me he puesto pese a lo recomendado que está. la verdad es que no sabría decir, he reído y llorado ante determinadas lecturas, pero puede que hacer reir sea más difícil, no sé...Un besote!!
ResponderEliminarEsta vez no estoy de acuerdo contigo: coincidimos en que el libro es una historia simpática, pero creo que ha envejecido bastante mal. Lo leí el año pasado y la mayoría de situaciones cómicas ya no tenían razón de ser... Creo que muchos lectores que se acerquen a la obra desconociendo el contexto social en el que se creó, se pueden llevar un chasco. Eso sí, el protagonista es un encanto! 1beso!
ResponderEliminarSupongo que reír, pero este que traes sí me lo llevo, creo por lo que cuentas que puede ser mi estilo de humor.
ResponderEliminarYa solo el comienzo me ha hecho muchísima gracia.
ResponderEliminarConocí a este escritor gracias a ti, con El enredo de la bolsa y la vida. Me gustó así que no dudo en anotarme este.
Sobre la pregunta, es más fácil que me haga reír, y bueno, también me gusta más que llorar.
Besos y gracias por la reseña.
No me cuestan ninguna de las dos cosas, para bien o para mal.
ResponderEliminarCon este libro, en concreto, vinieron a pedirme que riera "un poco más bajo, por favor" para no molestar...
Lo leí en el instituto y me encanto! ^^
ResponderEliminarMe cuesta mucho reír con un libro, pero llorar... lloro que da gusto. Ha habido libros con los que he soltado una buena carcajada. Pero son muchos los que me han hecho llorar.
ResponderEliminarEste en concreto, es mi tarea pendiente. Cada vez que lo empiezo, se me atraganta. No puedo con él. Supongo que es por ese tipo de humor que no va conmigo.
Sin embargo, me encantó otro de los libros de este autor. No se qué del laberinto (sí, hoy estoy espesa, jajajajjaja).
Muchos besos
Lo leí en el instituto y me gustó mucho. Es un libro diferente y con el que ríes un montón. a mi me cuesta más que un libro que me haga reír que llorar.
ResponderEliminarBesitos
Eduardo Mendoza... Tengo que dedicarle más tiempo a este autor!! Y me emociono y río con igual facilidad, la verdad.
ResponderEliminarBesos,
Con Eduardo Mendoza el absurdo alcanza la categoría de obra de arte. 'Sin noticias ...'es muy bueno. Pero la 'Sorprendente historia de Pomponio Flato' la supera con creces. (No sé si es 'sorprendente' o similar)
ResponderEliminarHay que leerla.
Con la parte de las zanjas precisamente no podía parar de reírme. Iba en el metro y me preguntaron qué libro leía. De tener que cerrarlo porque me lo imaginaba y me daba la risa floja xDDD
ResponderEliminarLo de las albóndigas en el bar, la que montan!!
Un libro muy entretenido, para releer =)
Besotes
Hacer reír en literatura es mucho más difícil que hacer emocionar o llorar. Y hacer a reír a carcajadas con en Sin Noticias de Gurg es complicadísimo.
ResponderEliminarEste libro es una obra maestra del absurdo y tendría que ser lectura obligatoria en colegios e institutos y seguro que fomentaría el amor por la lectura de los escolares.
Me cuesta que un libro me haga reír, pero en este caso lo consiguió y mucho y es cierto la gente se quedaba mirandome y hasta me preguntaban que estaba leyendo.
ResponderEliminarUna buena recomendación.
Besitos