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martes, 5 de marzo de 2013
El Buscón. Francisco de Quevedo
"Quien no hurta en el mundo, no vive. ¿Por qué piensas que los alguaciles y jueces nos aborrecen tanto? Unas veces nos destierran, otras nos azotan y otras nos cuelgan..., no lo puedo decir sin lágrimas (lloraba como un niño el buen viejo, acordándose de las que le habían batanado las costillas). Porque no querrían que donde están hubiese otros ladrones sino ellos y sus ministros. Mas de todo nos libró la buena astucia."
Lo se, ha tocado clasicazo. De esos de lista escolar, obligada referencia, literatura española de principios del siglo XVII sobre la que parece estar todo dicho y un libro además que se comienza con bastante respeto. Hoy traigo a mi estantería virtual La vida del buscón llamado Don Pablos, o El Buscón.
Pablos es hijo de un barbero más ladrón que barbero y de una bruja. Pronto entra a trabajar como criado de su amigo Diego con el que comienza una vida de engaños, primero a su lado y luego junto a las personas que se va topando en su camino. De este modo llega incluso a la corte, pasa por la cárcel, se enamora, sigue con su vida de engaños... la historia de su vida. La del Buscón.
La primera vez que se publicó oficialmente este libro fue en el año 1926 y se hizo sin el consentimiento del autor pese a que figuraba como tal en las copias. Se cree que usaron algunas copias manuscritas que llevaban un tiempo circulando. Lo cierto es, que pese a tener todos claro quien fue su autor, Quevedo jamás la reconoció como propia posiblemente para no tener problemas con la sombra de la Inquisición.
Me costó decidirme a leer este libro, la novela picaresca hace que rápidamente nos venga a la mente El lazarillo de Tormes, y me daba bastante pereza repetir por muy clásico que fuera. Supongo que su corta extensión fue lo que más me animó y pronto me encontré con este librito estructurado en tres partes entre las manos. La primera parte nos habla de la infancia y la vida de Pablos con Diego hasta que se separan, entrando así en el segundo libro que nos contará su intención de regresar a casa para cobrar la herencia y sus primeros momentos en la vida del pillaje hasta llegar a la Corte, momento en que comienza la tercera y última parte llena de farsas y consecuencias y en la que se incluye el amor.
Tengo que decir que pese al tiempo transcurrido la obra se lee con facilidad, su lenguaje no es demasiado enrevesado teniendo en cuenta los siglos que nos separan y pronto se le coge el ritmo. Es además un libro bastante rápido en el que la sociedad de la época viene reflejada en una ironía que llega al extremo, tanto en el sarcasmo como en las descripciones. Pocas cosas escapan de la pluma de Quevedo que nos habla de las apariencias, los estratos sociales diferenciados, las mentiras, los bajos fondos y los no tan bajos y, como no, de la Inquisición. Para Quevedo no hay miseria, hay protomisera, hay aventuras, chascarrillos y también hay, si me permitís la expresión, bastante "mala leche". Seguramente ese sea el motivo por el que incluso hoy siga provocando sonrisas.
Esta vez tengo que decir que no ha sido una mala experiencia y que, sin ser ningún reto de esos que tanto os admiro y me resisto a apuntarme supongo que por miedo escénico, me gustaría ir leyendo poco a poco todos estos grandes clásicos literarios. No por imprescindibles o por el nombre que los firma, sino simplemente por conocer un poco más la literatura que me otorga tantas horas de placer delante de las páginas de un libro. Y vosotros, ¿os gusta leer algún clásico de estos que se escriben con mayúsculas de vez en cuando?
Gracias
PD. Al menos esta vez no tengo que recordar una versión zombi del clásico como ya me pasó con Lazarillo de Tormes. ¿Os suena raro? mirad aquí.
Yo también me he propuesto leerme algún que otro clásico, el año pasado ya me anime y la experiencia es muy gratificante, son tan distintos de la literatura contemporánea, a mi me sorprenden siempre.
ResponderEliminarBesos
Me viene muy bien tu reseña. Ya estaba animada a leerlo y este mes lo haré sin dudarlo. Besos.
ResponderEliminarHola, este libro lo leí cuando estudiaba... no me parece mal darle un repaso a los clásicos.
ResponderEliminarHe mirado lo de la versión zombi, de eso no sé nada, no he leído nunca un libro zombi de un clásico.
Besos
Lo leí hace mucho y no me acuerdo muy bien de él pero si que no me gustó demasiado. Esta etapa literaria no encaja mucho con mis gustos.
ResponderEliminarseguro que los clásicos que alguna vez leímos (yo leí muchos, en la universidad) resultan muy distintos ahora, en nuevas lecturas, porque los textos se adaptan a cada fase vital, y nos alumbran con renovada luz, cada vez. por eso son obras maestras de la literatura!
ResponderEliminarjajaja!! Qué bueno lo de la versión zombi, qué surrealista. En fin, para gustos...
ResponderEliminarPues sí un clasicazo, pero creo que estos títulos los disfrutamos más ahora desde la distancia y con un bagaje algo más rico como lectores que no cuando tocaban (en el insti), ¿verdad? Los clásicos siempre dan respeto pero también sorprenden y se desmotan mitos cuando los leemos. Besos.
Yo intento leer clásicos de vez en cuando porque son cultura, me suelen imponer un poco pero luego hay algunos que me encantan. Yo en el cole leí el lazarillo de tormes y no estuvo mal, aunque ya casi no me acuerdo. Un beso =)
ResponderEliminarA mí me encantaría leer de vez en cuando algún clásico, pero al final con tantos pendientes en la lista se hace complicado. Este por su extensión y por esa "mala leche" es fiel candidato para este año.
ResponderEliminarBesos
Uno de los grandes títulos del género. Tiene algunas descripciones magníficas, con un humor espectacular. Mucha gente lo compara, por obvias similitudes, con El lazarillo de Tormes. Pero el talento de Quevedo para narrar las desventuras de Pablos es incuestionable, y en mi caso, me quedo con El Buscón.
ResponderEliminarSaludos.
Me lo obligaron a leer con 14 ó 15 años y me pareció tedioso. Ahora creo que es el momento para leerlo, no entonces.
ResponderEliminarUn beso.
Claro que sí, mientrasleo, hay que leer a los clásicos. Hoy día, y especialmente con la lectura por la que te has decantado (viendo la podredumbre moral y social del mundo en el que vivimos), no hay nada más actual que una buena dosis de picaresca española. Un saludo, Mike.
ResponderEliminarMe encanta, sobre todo cuando es la pintura de un tiempo y todavía, no ha perdido vigencia. Este es el caso. Un abrazo.
ResponderEliminarÉste no lo he leído, pero es uno de los clásicos que quiero/debo leer. Creo que hay que leerlos de vez en cuando, y eso de zombificarlos cada vez se está poniendo más de moda :-) Un beso.
ResponderEliminarMe encantan los clásicos, Silvia....casi todo lo que cae en mis manos comenzando por El Quijote que me lo he leido dos veces...
ResponderEliminarSí que es verdad que tengo ganas de ponerme con clasicazos, pero todo hay que decirlo, y es que este me llama más bien poco...
ResponderEliminarUn besito ^^
Me encantan los clásicos, los veo como si fueran los padres de la literatura...supongo que lo serán.
ResponderEliminarFenomenal entrada,...
Un abrazo.-
Los clásicos son obligada lectura en un momento de nuestra historia personal que a veces se nos atragantan. Con el tiempo, si somos capaces de releerlos, creo que los valoramos y disfrutamos mucho más aunque en versión zombi no lo tengo tan claro!!
ResponderEliminarSaludos, Vela.
De vez en cuando sienta muy bien un clásico, literatura de la buena garantizada.
ResponderEliminarBesos
Raquel
http://raqueljimenezbisuteria.blogspot.com.es/
Bravo, yo también tendría que recordar algunos clásicos del Instituto que seguro que hoy vueltos a leer los vería con otros ojos.
ResponderEliminarA los clásicos hay que volver una y otra vez y nunca debe de dar pereza, sobre todo si se trata de un autor tan grande como este. Voy a regalar un ebook de esos de traen tropecientos mil libros incorporados. Les eché un vistazo y todos son clásicos.. ¡¡me encantó la idea y me hice una copia!! Me apetece volver a leer a estos autores aunque poco a poco y más adelante. Besos
ResponderEliminarTan de lista escolar que lo leí en el instituto jajaja. Me he replanteado leerme este tipo de libros porque, cuado lo hice en su momento no era con una finalidad de ocio, y no los disfrutas igual.
ResponderEliminarSi hay algo por lo que me gusta Quevedo, es su mala leche en particular, sonará raro, pero es genial.
Y sí, de vez en cuando me gusta alternar mis lecturas con algún clásico. Piensoq ue hay novelas que hay que leer sí o sí, pero es cierto que, al ser clásicos también echan para atrás. De esta forma trato de motivarme leyéndolos.
¡Besos!
Este es uno de esos libros que me "obligaron" a leer en la escuela y del que guardo pocos recuerdos, lo que es una pena, espero leerlo de nuevo como adulta y apreciarlo un poco mejor, gracias por la reseña.
ResponderEliminar¿Zombies? Qué miedo...
Besos.
A mí me encantan los libros clásicos. Niebla me marcó especialmente, pero prácticamente cualquiera que leí me hizo disfrutar mucho.
ResponderEliminarEl Buscón no lo he leído, pero si que tengo curiosidad en hacerlo, así que con tu reseña terminaré de animarme ;)
Lo de los zombis es curioso, que bien adaptado puede ser muy entretenido. Pero puede que termine cansando en cuanto se vea que se hace sistemáticamente.
Yo lei el lazarillo siendo apenas una niña y me costo pero lo logre! la verdad es que este tambien quiero leerlo
ResponderEliminarNada como redescubrir un clásico de vez en cuando para elevar un poco el tono de nuestras lecturas. A mi me gusta dejarlos para el verano cuando dispongo de más tiempo. Un saludo
ResponderEliminarEste no lo he leído! besos
ResponderEliminarPues sí, me gustan los clásicos. Aunque cuando me apetecen voy siempre a lo mismo, al siglo XIX.
ResponderEliminarEn cuanto al Buscón me lo hicieron leer en el cole (con el Lazarillo, cómo no) y ya entonces me gustó. Aunque no soy de releer quizá algún día sería bueno revisarlo.
Claro que en el cole también me hicieron leer Arcipreste de Hita, Gonzalo de Berceo... y no. Y tampoco tengo ningunas ganas de hacerlo ahora.
Besos
Reconozco mi pereza ante éstos clásicos. Estoy casi segura de que pasaría buenos momentos pero tengo que vencer la inercia que me lleva a las últimas adquisiciones y novedades. Me he propuesto ir dando paso a alguno de vez en cuando, aunque de momento no voy a ir tan atrás. No descarto que si me lo echo a la cara no me anime pero de momento no voy a buscarlo.
ResponderEliminarBesos
Siempre me pongo como meta, acordarme y leer alguno de los clasicos...pero es q soy muy "vaga" jejejejjeje...pero juro y prometo q lo hare...espero jijijiji
ResponderEliminarBesitos
Pues yo lo leí fuera de la escuela, en esa época a saber qué clásicos me estaban enseñando a mí. Fue un libro curioso, recuerdo que luego me explicaron lo de la rivalidad entre Quevedo y Góngora y demás. Y de zombies, pues ayer tuvimos una muy mala experiencia por probar jajaja, ya te contaré. Un beso :)
ResponderEliminarSonará falta si digo que es la primera vez que me presentan al señor Buscón, ¿verdad? Pues eso; "clásico", "siglo XVII", "lista escolar" es una combinación que me resulta algo asustadora. Buena exposición. Un beso,
ResponderEliminarMaravillosa!! Lo leí dos veces, en la primera carrera universitaria y ahora en la segunda... Bueno, Quevedo es mucho Quevedo!
ResponderEliminarBesos,
Me gustan tus motivaciones para los clásicos, sí, hay que volver a ellos, se procura de vez en cuando. Y los retos sirven , pero este año no me embarco en ninguno del estilo.
ResponderEliminarLazarillo Z, jejeje, ahora también está Jane Austen con versión Z, jajaja
Besos
es curioso que cuando leo ese nombre de Quevedo
ResponderEliminarpienso en un lenguaje entrevesado, complicado y raro
;)
Con este no me animo...quiero leer muchos clásicos que tengo pendientes pero tengo algunos que tienen más preferencia jaja
ResponderEliminarUn beso!
Leí el Buscón en la adolescencia y lo recuerdo con mucho cariño.Para mí fue ,sobre todo,un libro muy divertido.Sobre todo ese capítulo tres de la primera parte donde hay una descripción -la del dómine Cabra-
ResponderEliminarque sin duda es una de las más famosas e hilarantes de la literatura clásica española.Además de las peripecias para lograr matar el hambre que pasaban en casa del dómine....
En fin,un libro que no parece clásico pero que,desde mi punto de vista,es una obra maestra,como casi todas las de Quevedo...
Gracias por acordarte de los clásicos,a mi me encantan.
Un abrazo.
Este es uno de esos que me obligaron a leer en el instituto. Me gustó, pero no tanto como Lázaro de Tormes, eso sí este autor es uno de esos raros casos en los que prefiero su obra en verso a la prosa :)
ResponderEliminarUn beso shakiano!!!
Últimamente no leo tanto clásico pero siempre que me puedo me gusta hacerlo. Es magistral dejarse llevar por esa clase de obras.
ResponderEliminarBuena reseña.
No es lo mismo leer un clásico obligad, en el instituto, que de mayor elegir un clásico para leer o releer.
ResponderEliminarUltimamente he releido La Regenta , y esta segunda vez ha merecido mucho más la pena.
Besos.
Lo leí hace tiempo pero cómo no lo recierdo bien tendré3 que volver a leerlo ya que me encanta Quevedo.Besotes
ResponderEliminarAmiga Silvia, para mi el autor con la critica mas sagaz de la literatura española, me encanta toda su obra tanto en prosa como en verso.
ResponderEliminarAún no me aclaro en facebook, llevo cuatro días dedicando tiempo a ello, pero lo intento.
Besos
Quevedo me encanta!!!!!
ResponderEliminarLa verdad que este lo leí hace mil años y podría ser hora de volver a releer!!!!!
Saludosss
conozco el libro por estudiarlo pero no lo he leído y ahora mismo tengo los clásicos un tanto abandonados
ResponderEliminarbesos
Un clasicazo traes hoy, lo leí en el instituto, hace un montón. Me encantó =)
ResponderEliminarMira que me gustan los zombies (ya sabes jejeje) pero me revienta que zombifiquen un clásico, el que sea. Qué modas!! Grrrr xD
Besotes
Como de costumbre, conocido pero no leido y la verdad es que no me llamaba nada hasta ahora. Me gusto el lazarillo asi que me animo que tambien tengo el reto personal de ponerme al dia en clasicos.
ResponderEliminarMuy buena reseña.
Besos.
no conocia de el pero lo tendre en cuenta:D gracias♥
ResponderEliminarLa verdad es que "El Buscón" no estaba en mi lista de clásicos que quiero leer, pero gracias a ti lo tendré en cuenta. Así, de paso, leo algo de Quevedo, que también lo tengo pendiente. A mí los clásicos me suelen gustar, excepto "El Quijote" que, aunque entretenido, me pareció tan repetitivo que acabé abandonándolo. Saludos
ResponderEliminarTodo depende a lo que se le llame clásico, porque soy de disfrutar mucho los autores ingleses del siglo XIX.
ResponderEliminarBesos.
la pequeña reseña que haces de la lectura del libro en si, me recuerda alguna situación actual del gobierno...jajajaj-
ResponderEliminarPor otra parte los clásicos son lo mejores de todos los tiempos, en su lectura, son ejemplares !! bueno quizás , porque leo tantos noveles actuales ,no ? jajajaja-
mil besos-
Con Quevedo no puedo, y si relacionas este libro con El lazarillo de Tormes menos, me costó horrores leerlo...
ResponderEliminarBesos.
A mi me mandaron el lazarillo de tormes y como lo odie ,no se si me atrevería con este. No sé si de animo leyera un clásico tal vez shaspeare. Un beso y cuídate
ResponderEliminarMe encantan los clásicos y las obras de otras épocas, los leería todos pero uf! no dispongo de mucho tiempo... que pena.
ResponderEliminarMis saludos.
A mí de vez en cuando sí que me gusta perderme entre algún que otro clásico, también dependiendo del género.
ResponderEliminarQuevedo se quedó en esos programas escolares, en algún fragmento suelto o en algún comentario de texto. Más allá nunca he llegado a animarme con él, es de esos que está entre mis eternos pendientes.
Besotes.
Debió ser un personaje curioso de conocer Quevedo. No me importaría saber más de él, pero no me atrevo aún a leer alguna de sus obras.
ResponderEliminarBesos.
¿Sobra decir que no soy de los clásicos? Aunque hace rato que yengo ganas de releer Juvenilia de Miguel Cané.
ResponderEliminarSaludos.
Lo leí hace años en mis tiempos de facultad y me gustó muchísimo. Esa crítica e ironía que siempre tienen las palabras de Quevedo me gustan mucho.
ResponderEliminarBesotes!!!
Sí que me gusta leer clásicos de vez en cuando, aunque cada vez los libros originales de mitos que se han hecho muy grandes y muy manidos: Frankenstein, Alicia en el País de las Maravillas, Cuentos de los Hermanos Grimm...
ResponderEliminarMe divertí mucho con El Buscón cuando lo leí hace unos añitos, aunque para mi El Lazarillo de Tormes es insuperables en cuanto a picaresca. Por cierto, el Lazarillo Z me pareció horroroso, no sabía que lo habías leído! 1beso!
ResponderEliminarLo recuerdo con cariño, me dieron una buena nota por un trabajo sobre este libro.
ResponderEliminarDe vez en cuando me gusta leer clásicos, creo que me desintoxican.
Besitos