Librería Molist. La de antes |
Por mucho que crezcamos, idealizamos. Idealizamos a quienes amamos, los lugares que recordamos de niños, Proust idealizó una magdalena, a quienes nos emocionan... a los artistas, pintores, idealizamos los libros. Y también, idealizamos las librerías.
Pensamos que son templos, queremos tener una, ser libreros de letras, no por venderlas sino por vivirlas. Como lo hizo tal o cual personaje en una librería que fue ambulante, o encantada, o de verano o abiertas 24 horas y nos imaginamos detrás de un mostrador en una suerte de tertulia permanente e interesante con lectores que irían llegando de todas partes. Tal vez, por qué no, es nuestro ideal, unas escaleras enormes de esas con ruedas en la parte inferior, que rueden para alcanzar los libros más lejanos. Pero la realidad es diferente... Las librerías, esos pequeños cofres repletos de tesoros al portador, son negocios. no en el sentido peyorativo de la palabra, no, sino en el más básico. Por eso ahora también se ven afectadas por esta maldita crisis que no termina de dejarnos espacio. Y como tales encontramos expositores con novedades, Best Seller y profesionales de la venta detrás del mostrador. Vemos muchas con luces frías, y títulos conocidos, en las que nos puede costar encontrar esa rareza que tenemos tantas ganas de leer. No les condenemos por ello, entendámoslo... se trata de su negocio, independientemente de si es o no su pasión y como tal han de tratarlo; no sólo eso sino que cuanto mayor es la pasión más difícil ha de ser convertirla en negocio. Estoy segura de ello.
Pero que nos entiendan también a nosotros, los enamorados de las letras, de las librerías pequeñas y de tonos cálidos, de los libros. Y de vez en cuando, nosotros que idealizamos, encontramos una librería o un librero. Tal vez un lugar cuya semilla fue un hombre colocando libros en el escaparate de un almacén fuera el germen que necesitaba su hijo Enrique para convertirse en un gran librero. Estamos en A Coruña, en la Librería Molist, uno de esos lugares que nos cuentan una gran historia en cada pequeño espacio. Allí estuvo hasta no hace mucho Enrique Molist, un hombre que conocía su trabajo y cuya mirada encerraba las mil historias que había leído y la pasión por las que le restaban por leer. Uno podía llegar allí con una idea y salir con un descubrimiento bajo el brazo. Allí estuvo muchos años ayudando a escritores que comenzaban, recomendando libros, hablando de historias ajenas. Y lo haría muchas veces bajo la atenta mirada de Mercedes Muñoz, quien a buen seguro nos podría contar como entró buscando material de arte a esa librería que acabó siendo como una segunda casa para ella . Un lugar que generó incluso leyendas mil veces desmentidas sobre libros de estraperlo y que tal vez, sólo tal vez, quedarían como indicativo de que el propio lugar y su propietario estaba destinado a tener su propia leyenda, esta vez cierta, de generaciones entre paredes de tonos cálidos forradas de libros. Hoy, si decidís acercaros, encontraréis allí a la hija de ambos, Mercedes, una mujer apasionada de la que me han dicho que, si miras de frente, con atención, mientras te dejas llevar por el encanto del lugar y sus historias, puedes ver en sus ojos el mismo brillo que se veían en los de su padre. Una de esas sonrisas que no necesitan labios y que nos dicen que estamos ante un librero, de esos que tanto apreciamos, de esos a los que deberíamos cuidar.
Este fin de semana me acercaré a a Librería Molist sabiendo que el primer tesoro será pisarla. Llevo tiempo hablando en Facebook de rutas libreras, mostrando sitios, diciendo que hay que cuidarlas, mimarlas, visitarlas, conservarlas...Hoy estaré justo aquí.
Y vosotros, ¿Qué librería me recomendáis visitar?
Gracias
La libreria Canuda, en la calle Canuda, que está a punto de cerrar. La leyenda urbana asegura que Carlos Ruiz Zafón se inspiró en ella para su "cementerio de los libros olvidados".
ResponderEliminarNo todo son malas noticias, un empleado de la Canuda quizás siga con la actividad en otra ubicación, con el fondo de material de la Canuda.
Están cerrando librerías históricas en Barcelona, pero también se están abriendo otras nuevas.
Un beso.
En cuestión de librerías en mi ciudad estoy perdida, parece que las de más abolengo han desaparecido. Me da rabia, porque me encantaría tener esa figura del librero que te conoce, que sabe que libro te tiene que recomendar porque a buen seguro te va a encantar.
ResponderEliminarBesos
Me gustaría visitar esta librería con tanta historia. Cada muy poco tiempo me voy enterando de una nueva librería que ha cerrado o las que no vemos como sus estantes se van vaciando. Me da mucha tristeza, pues para mí son lugares mágicos, ya que en sus estantes está la magia que me hace absolutamente feliz. Tengo una preferida en el presente, la DIEGO MARÍN en Murcia y del pasado THE SHAKESPEARE AND COMPANY regentada por Sylvia Beach y que era librería, pero también actuaba como biblioteca, pues para los que no podían adquirir los libros se los prestaba con sus fichas y todo.
ResponderEliminarBonita entrada que me deja un toque de tristeza! Un abrazo!
Tienes toda la razón, yo también he soñado muchas veces con tener mi propia librería, con mantener pequeñas tertulias con los clientes, recomendarles libros...
ResponderEliminarLa librería de la que hablas se nota que es especial, a mí me pilla un poco bastante lejos ir, pero si no iría encantada.
La verdad es que yo por mi ciudad no he visto ninguna librería así tan especial, pero conozco una cafetería con música antigua y que vende libros de segunda mano que está genial ^^
Creo que ya lo he comentado alguna vez que en mi ciudad ya casi no hay librerías y las que hay son estilo Casa del libro, corte inglés, eroski... pero bueno, el otro día descubrí una en mi calle pero era pequeña llena de novedades y la otra miktad dedicada a fotocopias y tal...
ResponderEliminarPor eso suelo aprovechar a visitar librerías cuando viajo...mientras tanto uso internet.
Un beso!
Me ha encantado esta entrada. Es verdad tendemos a idealizar la vida de una forma que, a veces, hasta duele. Yo descubrí hace poquito una libreria que se encuentra en la calle sierpe de sevilla. Se trata de un teatro convertido en libreria pero aun permanece el escenario, las escaleras... en definitiva la antigua estructura y es muy bonito.
ResponderEliminarBostezos ^^
Oh *.* yo voy a pasarme el mes que viene por Coruña! Me lo apunto y la visitaré ^-^ GRACIAS!!
ResponderEliminarCon lo que me gusta La Coruña y no conocía esta librería, sin duda en mi próxima visita la incluiré en mi ruta. Yo conozco muy poquitas así que no te puedo recomendar ninguna especial
ResponderEliminarbesos
Dicen que estas son las mejores de Bs. As.:
ResponderEliminarBuenos Aires ofrece a los locales y a los visitantes la posibilidad de visitar diferentes librerías, muchas de ellas se encuentran en edificios con un gran valor arquitectónico, cultural e histórico. Entre ellas vamos a mencionarte el Ateneo Grand Splendid y la librería Norte.
El edificio que hoy ocupa el Ateneo Grand Splendid fue en su momento un conocido cine y un teatro que abrió sus puertas en el año 1919, se ha convertido en una librería en el año 2000. Es considerada por muchos una de las librerías más bonitas del mundo, con una excelente arquitectura.
La librería se encuentra en la Avenida Santa Fe 1860 (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), tiene tres plantas en donde además de miles de libros incluye un café y sillones muy cómodos para que los lectores puedan sentarse a leer lo que deseen. La superficie total de la librería es de dos mil metros cuadrados.
No es solamente visitada por quienes buscan libros, también acuden a ella quienes busquen música y disfrutar de algún evento cultural.
Otra librería muy pintoresca es la Librería Norte, ubicada en la Avenida Las Heras 2225. Esta librería abrió sus puertas en el año 1967. Su creador fue Héctor Yánover, reconocido escritor y maestro librero, quien en su momento ha sido director de la Biblioteca Nacional (edificio muy cercano a su librería).
En la actualidad pese a que Héctor ha fallecido, la librería continúa funcionando en manos de su hija, Débora. En este lugar obtendrás todo el asesoramiento necesario sobre teatro, poesía, libros de ficción o ensayos.
Saludos.
Para aquellos que estén de paso por Buenos Aires, Argentina, recomiendo visitar Librería Hernández, en plena Av. Corrientes, a pocas cuadras del Obelisco. Otra importante está ubicada en el barrio de Palermo al que designamos 'Hollywood' -porque los multimedia se encuentran allí- y se llama Eterna Cadencia. Es una casona que cuenta hasta con un café en el patio. Otra, es su rival, en Palermo 'SOHO'; se llama Libros del Pasaje y también cuenta con servicio de cafetería. Y la mayor es de la cadena Yenny-El Ateneo, sita en el viejo teatro Grand Splendid, en Santa Fé y Callao. Hay más, pero éstas son las más completas. Que las disfruten!
ResponderEliminarYo ya paso mas de ocho horas diarias en una libreria asi que no conozco muchas mas jajaja.
ResponderEliminarSaludos
No me acostumbro al e-reader, no tiene vida como los libros de papel pero por lo menos me ayuda a pasar las horas muertas en el transporte. Besos.
ResponderEliminarPues espero que te lo pases bien, y sobre todo, ten cuidado con las escaleras esas de ruedas... siempre me han parecido un peligro ;P
ResponderEliminarJo, qué bonito... Es que ya casi no quedan librerías así. De hecho, yo no conozco ninguna. Un besote!!!
ResponderEliminarQué buena entrada, me ha encantado, y me ha conmovido bastante. Me gustan mucho las librerías, tengo un tablero de Pinterest repleto de imágenes que lo atestigua ;)
ResponderEliminar¿Sabes? Creo que toda librería tiene su magia, incluso las que quizá no sean tan impresionantes a simple vista. En realidad, a veces, más que la librería, lo que impresionan son los libreros, que cuando se nota aman lo que hacen irradian una luz que embellece todo. Ay, ya me puse poética, es que la entrada es muy linda :)
Un besote, feliz finde.
En cuanto vuelva a La Coruña, iré a visitar la librería que citas.
ResponderEliminarAquí, en Madrid, me gusta mucho Espasa Calpe. Es muy grande y en ella encuentras todo tipo de libros. Aquí, cerca de casa, hay una más pequeñita pero con gran encanto.
De cualquier modo, me gusta mucho visitarlas y disfruto un montón entre los libros.
Un beso y feliz domingo.
Hay una en Barcelona, para los enamorados de la novela negra, que se llama "Negra i criminal". Estando en mi misma ciudad, y siendo una enamorada de la novela negra, no la he visitado todavía, pero tengo previsto hacerlo pronto.. Es donde se celebran muchos actos de la "Setmana negra de Barcelona". Las que normalmente visito, son las librerías grandes, tipo Casa del libro.
ResponderEliminarBesos y ya nos contarás!!
La próxima vez que pase por Coruña ya tengo destino a tiro fijo, gracias por el hermoso homenaje. Por cierto que en mi ciudad cada año escasean más joyas de este tipo. Me lo pienso con cariño y te comento alguna que otra, para cuando te acerques. Besos.
ResponderEliminarMe encantan las librerías que guardaron su estilo antiguo. Por mi casa hay una biblioteca pública, en un parque, que guarda esos aires y me gusta desde que entro con su olor a madera y papel viejo.
ResponderEliminarFuerte abrazo y gracias por ya sabes.
te puse una respuesta petición, por si acaso... si pudieras verla.
Brillante.
ResponderEliminarNo puedo recomendarte ninguna que tengas accesible, aunque bueno,te comentaré la liberaría que visito. Por desgracia las librerias dde aca son todo y a veces ni siquiera venden libros, pero las que si lo hacen, atraen mi atención, tiene los escapartes bonitos y bien dispuestos, idoneos para que los lectores pasemos por horas sin interrupción decidiendo que libro llevar.
Una entrada maravillosa. Me alegra que me hicieras caso y lamento no haberme podido acercar hoy.
ResponderEliminarGracias por tenerme en cuenta.
Disfruta mucho de esa librería que conozco por su facebook. Seguro que es un lugar encantador
ResponderEliminarBesos
Tienes mucha razón. Pensar en una librería es eso, charlas animadas sobre libros en el mostrador, escaleras con ruedas, el hecho de compartir historias con decenas de desconocidos...
ResponderEliminarPero esas librerías (si es que alguna vez existieron, ya han desaparecido, para desgracia de nosotros, esos eternos soñadores de palabras.
Ahora, son solo empresas, lugares fríos que solo buscan obtener beneficio. ¿Qué fue de esos lugares mágicos, de sus guardianes, amables vendedores que vendían libros pero que regalaban historias?
Afortunadamente, aún queda una que otra librería como la que mencionas, pero son de cada vez más escasas. Yo misma, no sabría decirte de ninguna.
El Asilo del Libro. C/San Fernando, 14. En el centro histórico de VALENCIA. Una maravilla; y el nombre, magnífico.
ResponderEliminarDisfruta de tu visita a la librería!!! Abrazo!
ResponderEliminarEn Logroño vivito de vez en cuando las librerías Cerezo y Santos Ochoa.Besicos
ResponderEliminarAquí otra fan de las librerías. Me quedo con Babilonia en Montevideo y Bertrand en Lisboa. Me cautivaron ambas, sobre todo la primera. Aquí hablo de ellas: http://www.hoynomelibro.com/search/label/librer%C3%ADas
ResponderEliminarUn beso!
Me encantan las librerías, muchas gracias por la recomendación :)
ResponderEliminarSi alguna vez paso por A Coruña, prometo visitar a Mercedes y sus libros. ¡Cómo eludir una librería que un día se convirtió en leyenda! Sería como estar frente a un faro y desviar la mirada hacia abajo.
ResponderEliminarUn beso
Como hace falta ir a una buena libreria! yo quiero tener de nuevo la experiencia!
ResponderEliminar¡Anda! Que cerquita te tengo, bueno, mas cerca de lo normal jeje. Igual de cerca que la librería y no la conozco, me la apunto para mi siguiente visita al norte.
ResponderEliminarAqui en el sur quedan pocas, entre ellas Librouro.
Tu entrada de hoy es muy bonita, si que hay que conservarlas.
Un beso y espero que el temporal no te haya fastidiado el viaje!!
Yo me acuerdo que de niño me gustaba entrar en una librería anticuaria pequeñísima, me encantaba rebuscar entre libros apilados de maneras casi inimaginables. Un abrazo.
ResponderEliminarHace poco he descubierto un par de ellas, recónditas, pegueñas, con sabor añejo. Me pillan lejos de casa pero me gustaría mucho visitarlas. Sólo pasé por la puerta. Besos
ResponderEliminarVaya, no sé dónde fue a parar el comentario que te escribí ayer.
ResponderEliminarDecía que espero que te lo pases bien en la librería y que tengas cuidado con las escaleras con ruedas, que siempre me han parecido un peligro : )
Pues será visita obligada la próxima vez que pase por Coruña!
ResponderEliminarEn la última en la que he estado ha sido en una librería especializada en cine. Se llama 'Ocho y medio' en Madrid.
Como no podía ser de otra manera, en París 'Shakespeare and Company' es una delicia y 'Librería Lello' en Oporto también aunque supongo que ya las conocerás.
Saludos.
Preciosa entrada. Dan ganas de coger las maletas y visitar al instante esa librería. Curiosamente, en mi caso no tengo idealizada ninguna librería, y es algo que hecho en falta. Ese sitio al que volver siempre que necesite un libro, que me atrape por el entorno o por la atención de su gerente. Pero llegará, lo sé. En cualquier caso, si vienes por Cádiz te recomiendo que visites dos librerías: la de libros de ocasión "Raimundo" (en plaza San Francisco) y una de las más conocidas de la capital, "Manuel de Falla" (en Plaza de Mina). ¡Un abrazo!
ResponderEliminarA mi me gustan todas las librerías que contengan novelas. Me da igual que tengan renombre o no, o que sean grandes o pequeñas. Luego no me suelo llevar nada a casa porque mi economía está un tanto tocada, pero mientras sea pasear por los pasillos, ojear estantes y tocar portadas, soy feliz por un rato.
ResponderEliminarPásalo bien en esa librería :)
Besos.
Al no vivir en una ciudad grande, no puedo disfrutar de una librería en condiciones. Particularmente me gustan las antiguas con ese olor a tiempo.
ResponderEliminarUn beso.
Y a mí que me encantaría tener algo del rollo cafetería-librería... =)
ResponderEliminarBesotes
A mí una que me encanta es la librería Lé que está en Madrid. Quizás no tenga nada de especial para el resto pero a mí me transmite tanta paz entrar ahí... Antes había otra que me encantaba. Era una Crisol (franquicias que tuvieron que cerrar) y el local era maravilloso con escaleras que subían y bajaban. Siempre que me imagino de librera (que lo hago) es en ese sitio :-)
ResponderEliminarBonita entrada.
Besos!
Precisamente esta mañana estuve escuchando en el programa de Pepa Fernández "No es un día cualquiera" un espacio muy interesante sobre las librerías y los libreros, una tertulia que se reune con tu entrada tan interesante.
ResponderEliminarUna librería de esas para mí, fue La Librairie française de Henri Avellán en Madrid. Recuerdo unas largas conversaciones con su viuda hace años. Y hace años que no he vuelto... Lo solucionaré gracias a ti porque me ha entrado nostalgia de esos buenos ratos.
Un beso y una sonrisa.
Me gustaría poderte recomendar alguna pero aquí no hay ninguna de esas que te hagan sentir como en casa. Y no tienen el toque romántico que nos gusta a los lectores sino que parecen supermercados de libros.
ResponderEliminar¡ Qué bonita la entrada! Me encantan las librerías; puedo tirarme horas mirando y tocando libros. Siempre compro alguno. Las de mi ciudad no son especialmente bonitas, tampoco hay muchas... Me encanta ir a la Casa del libro cuando voy a Madrid. Pero he descubierto una en pleno centro, justo en frente de la chocolatería Valor, que tiene de todo. Ahí encuentras libros en versión original en muchos idiomas, tiene una cafetería en la planta baja y tiene varias salas ( algo laberínticas) llenas de libros. NO recuerdo el nombre, pero las dos veces que he estado allí, me he sentido como en casa. Besos.
ResponderEliminarBuenas tardes amiga, a mi me encantan las librerías, pero en el convento solo se leen vidas de santos y poco más. Así que he ido armando la mía con los libros que me han regalado.
ResponderEliminarcuando tenía 7 años entré en la biblioteca a pedir un libro que hablase de Dios y la bibliotecaria me dio el libro de Santo Tomás de Aquino La suma teológica y le protesté a la señorita que yo le había pedido un libro de Dios y no me matemáticas. Ella se rió de mí, y me quedé sentada leyéndolo y a duras penas entenderlo, pero me sirvió.
Gracias
Un abrazo
Sor.Cecilia
Me ha gustado mucho tu entrada de hoy ddicada a las Antiguas Librerias con solera, donde te puedes perder y pasar una tarde sin cansarte.
ResponderEliminarEn Madrid, todavía quedan, pero cada vez son menos.
Feliz fín de semana, y mi cariñoso abrazo Silvia.
Rosi
Bonita entrada y buen destino para el turista librero entre los que me incluyo. 1beso!
ResponderEliminarYa sé que es decir una y otra vez lo mismo pero me gustan este tipo de entradas que nos haces. Ya nos mostrarás el botín. Pasión y negocio bailan a dúo, a veces es cuestión de ingenio, creo... pero bueno entendamos y que nos entiendan, con eso me quedo.
ResponderEliminarUn besote
Pues librerías, ummmmm...quizá una de mi barrio, de esas antiguas y que le queda poco porque el dueño está casi en la jubilación (pero huele a tinta que lo flipas)
ResponderEliminarY de bibliotecas, aunque las hay de muy buenas y grandes, yo me quedo con la Trinity College Library, Dublin.
Un beso
La libreria que me ha enamorado completamente está en Escocia :) en Edimburgo así que si no vas a viajar hasta este país en España ya conoces mis favoritas jeje
ResponderEliminarBesotes
Por la ruta de las librerías de ensueño ...
ResponderEliminarMi recomendación está hecha; espero que no tardes mucho en descubrirla..aunque la de Oporto también parece de visita obligada. Un beso,
Pues en Torrevieja hay una libreria, Santos Ochoa que está algo surtidita, pero en tamaño deja que desear, porque aún podría abarcar mucho más. Pues apenas había oído hablar de la Molist, así que si algún día voy a Galicia, puede que me pase por allí.
ResponderEliminarMe ha enamorado esta entrada, hasta me emocioné! Y es que tienes razón en cada palabra, ¿quién de nosotros no ha soñado con ser dueños de una librería de ensueño como la que describes? Aún quedan algunas con ese encanto mágico que las hace especiales, pero ya son poquitas. Me apuntaré esa que comentas para cuando haga una visita por tierras gallegas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,
Nimue
Tienes razón, hay librerías que no han perdido su encanoó. Yo te aconsejo visitar en Valencia la librería París y no sólo esa, esa misma calle está llena de librerías pero de las antiguas, de las que puedes encontrar libros que no son muy comerciales, de las que si les llevas libros te los cambian por otros. En ellas necesitas una tarde entera para descubrir sus tesoros, pues la librería París por ejemplo es enorme. Puedes buscar libros por género, por autor, por lengua en el que está escrito y además encontrarás libros a uno y dos euros! Una maravilla. Siempre que voy salgo con algún libro, es imposible no hacerlo.
ResponderEliminarBesos!
Voy mucho a Coruña y no conocía la librería Molist! En la próxima visita pasaré a saludar a Mercedes y a perderme un poco por allí. Te recomiendo si no la conoces, la librería Hernández en Gijón, calle Casimiro Velasco. Una librería de una pareja de libreros, Eduardo y su esposa, con montones de libros apilados por todas partes. Te encantaría.
ResponderEliminarBueno, ya conoces mis favoritas de tres o cuatro países jajajaa. Me encanta el post, hemos hablado también de una costumbre que compartimos, la de descubrir las librerías de cualquier lugar nuevo que visitamos, lo hago siempre, hay algo de templo, de peregrinaje, casi como dices jejeje. Un beso :)
ResponderEliminarLa verdad es que cuando voy a una librería propiamente dicha, es porque necesito algún libro especializado en un tema en concreto (libros de la universidad, manuales). Así que no sabría que recomendarte.
ResponderEliminarSiempre voy al fnac, porque siempre termino comprando cosas de otras secciones (sobretodo de papelería).
Un beso
Pues hoy mismo voy a asistir a un encuentro literario en una librería que no conozco, cerca de la Plaza Mayor, en Madrid, se llama "Mujeres" y creo que es un sitio interesante. Un beso
ResponderEliminarHola ^-^
ResponderEliminarLa verdad es que me encantaría ir a esa librería, espero hacerlo algún día :)
Y la verdad es que no conozco muchas librerías quitando las dos de mi ciudad, ya que por desgracia no suelo viajar mucho :S
Un beso enorme :D
Qué pena no habernos visto...
ResponderEliminarEn Coruña había una preciosa y encantadora que estaba abierta cuando yo estudiaba allí...pena que fue una de las que cerró, esta era...Librería Colón, libros por el suelo, por la estanterias, encima de las mesas, sincontrol ni orden! ME encantaba entrar y descubrir libros!
ResponderEliminarAqui podéis ver lo que era la fachada
http://www.flickr.com/photos/52376257@N00/475004541/
Que entrada tan bonita Silvia, la verdad es que tienes toda la razón del mundo. Espero que disfrutes de esta visita. Yo te recomiendo una librería que hay delante del Palau de la Música de Barcelona, donde todavía hay un cesto en la acera y se pueden comprar los libros a peso.
ResponderEliminarUn beso.
La librería Molist es todo un icono en A Coruña. En Santiago de Compostela está Follas Novas, en la C/Montero Ríos, una liberaría de toda la vida. Cuando paso por su lado me trae buenos recuerdos. Besos.
ResponderEliminarNo sé cuando tendré la oportunidad de volver por La Coruña pero me llevo apuntado el nombre de esta librería como lugar de visita obligada.
ResponderEliminarCada vez quedan menos negocios familiares, las grandes cadenas acabarán comiéndoselo todo, ¡una pena! porque el olor de esas viejas librerías es insustituible y el calor y dedicación de sus dueños también.
Besos
Lo de las rutas libreras me llama mucho la atención, ¡estaré atenta!
ResponderEliminarEstá genial comprar libros, pero entrar en una librería y perderte en ella, es toda una delicia.
Pues qué te voy a decir, que aqui hay librerias, no tan maravillosas como las que ves por ahí, pero las hay, y además, está la socia, y yo, qué más quieres hija? :-P
ResponderEliminarGracias a Dios que tus intentos han dado resultado. Ignoro porque Brogger no me pone el vídeo en mi blog y sí en otras redes sociales, ni sé porque no se queda en azul el enlace.
ResponderEliminarEn fin..veremos el próximo como sale.
Gracias
un abrazo
Sor.Cecilia
Muchas gracias
ResponderEliminarEn la calle Santa Isabel, Teresa tenía su librería Calle 59. Vendía sobre todo libros de 2º mano, pero también podías encontrar marionetas, cuadernos de caligrafía Rubio, sellos antiguos, litografías, ... había sillas de madera por todas partes y ella se sentaba contigo y te hablaba de este y del otro autor, como si se trataran de su propia familia.
ResponderEliminarAhora vende por internet, supongo que la crisis acabó con su librería, pero se la puede llamar por teléfono y te encuentra todo lo que le pidas:
http://www.actiweb.es/calle59/
Un abrazo
Espero que te hayas divertido en la librería y que compraras muchos libros . Te mando un beso y te me cuidas
ResponderEliminarBueno yo creo que eso se siente con todo tipo de tiendas antiguas que es una cosa que tiende a desaparecer.
ResponderEliminarAqui donde yo vivo libreria de este tipo no hay ninguna pero estuvo bien el viaje por la que presentaste.
unos besotes
Le dejo aquí el testimonio que le mandé vía correo electrónico. Mi nombre es Luis y vivo en Salamanca hace bastantes años. Conozco la librería que dice y de hace años, allí compraba mis libros y guardo un gran recuerdo tanto del lugar como de las personas que atendían. El trabajo me hizo mudarme y por este texto he investigado y he descubierto que uno de ellos ha fallecido, lo lamento mucho. Como cliente conversador ocasional y como lector.
ResponderEliminarLa próxima vez que visite mi ciudad natal procuraré pasar por allí.
Muchas gracias por el recuerdo que me ha traído con sus palabras.
Luis
Qué bello saber que hay personas que aman todavía los libros y el acercarse a ellos a través de los que damos nuestro tiempo a ellos en estos tiempos revueltos.
ResponderEliminarMis libros y yo misma le damos las gracias a este blog, a las personas que aun aman al libro de papel y a Sonsoles que todavía me recuerda.
La vida te lleva y te trae y algún día volveremos a poner a los auténticos protagonistas dela historia, LOS LIBROS, en algún espacio donde sean felices y hagan felices a los lectores.
De momento están a la espera de todos vosotros en la web a salvo de polvo y humedades, en Santa Isabel en Madrid peligraban por las obras que les rodeaban.
Os mando un beso a todos los lectores y un cariño de mis libros que siempre esperan un recuerdo de todos vosotros.
Teresa