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sábado, 9 de noviembre de 2013
Una maleta. Libros. Un viaje
"Toda ciudad necesita una novela dedicada a ella. París tiene su novela, o Madrid, o Barcelona. Bilbao me di cuenta de que no la tenía, había que escribirla."
Félix G. Modroño
Autor de La ciudad de los ojos grises
Dicen que este año la gente ha podido viajar menos. La crisis. Mucha gente ve programas de viajes, documentales de la naturaleza, incluso el Google Earth nos echa un cable para que podamos visitar las ciudades a las que no llegamos. Pero claro, nos perdemos los olores, las gentes, las calles, los ambientes... no es lo mismo. Por eso yo cuando quiero viajar desde mi casa, acudo a los libros. No a esas aburridas guías de viaje que vienen repletas de mapas y fotos de monumentos y que sólo me sirven para hacerme creer que soy capaz de leer un mapa, sino a las novelas.
Este año comencé mi viaje en Santander. Leyendo La saga de los Longevos me pasee por sus calles, plazas y restaurantes hasta pararme en un monumento que recuerda el incendio que destruyó parte de la ciudad hace unos años, así que aproveché esa pequeña puerta en el tiempo para conocer el otro Santander, el añejo, de la mano de Galdós. Un imprescindible que además hizo que mis pasos terminasen frente a una cita suya en mi playa favorita. Pero había que seguir viajando, tantos lugares y destinos que me costó elegir. Y lo hice tímidamente, esta vez me fui a Oviedo, Vetusta, de la mano de La regenta para descubrir sus calles y costumbres, con ese sabor a obra maestra respetable, con clase. Avancé hasta Santiago de Compostela, porque me gustan las ciudades con misterios y me habían dicho que allí estaba El ángel perdido. Lo encontré entre estrechas calles y algún bar de tapas para hacer un descanso tras bajar las escaleras hasta la Plaza del Obradoiro. Y busqué entonces un cambio, aún sin alejar mis pasos demasiado, así que me tocaba ir a Bilbao y recorrer una ciudad en constante cambio. Lo hice con La ciudad de los ojos grises descubriendo anécdotas y restaurantes, bares y mercados y, como no, una ciudad que se abría paso con fuerza hacia la modernidad. Tantos lugares para visitar... tantas cosas por ver... que decidí hacer algo que no hubiera podido en la vida real y es asomarme a La Fiesta de los San Fermines, gracias a Hemingway para luego hacer una parada y descansar de tanta carrera junto a Zafón en Barcelona, una ciudad por cierto que tenía mucho por enseñarme. No en vano Mendoza nos había avisado que era La ciudad de los prodigios. Como prodigiosa se siente también Madrid, llena de historias, incluso con un Barrio de las Letras. Aquí puedo elegir si quiero conocer la ciudad de Fortunata y Jacinta o los barrios de Historias del Kronen. Puedo perderme en un museo buscando El maestro del Prado, puedo hacer casi de todo, menos parar. Porque me espera El hereje para enseñarme Valladolid y preguntarme si, tal vez, he pensado que en Valencia hay Cañas y Barro o en Sevilla La piel del tambor o mejor, tengo una guía excepcional si consulto a Matilde Asensi. Tantas ciudades, tantos lugares... tantas cosas por ver que empiezo a sentir que el tiempo se acorta y se acaba el día, que la maleta pesa cada vez menos y no me queda apenas espacio para almacenar las fotografías que quedan marcadas a fuego en pequeñas descripciones de apenas un puñado de párrafos.
Pero a estas alturas ya es tarde pensar en regresar. Ya me siento casi fugitiva de mi propia casa y cuando cierro el libro no soy capaz de reconocer las paredes que me rodean ni el lado de la cama en el que tengo que dormir. Así que busco viajes más largos, ya sin miedo a perderme y terminar en El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas porque sé que se trata de Tokio, y que allí me espera Murakami para mostrarme sus rincones y sus espacios secretos ocultos a la vista. Y también quiero conocer París, pero no ese París romántico que aún no me he decidido a abordar, sino el de Los tres mosqueteros lleno de intrigas y traiciones en cada callejón oscuro sabiendo que para los traidores hay un lugar perfecto: San Petersburgo, porque allí tienen una máxima, Crimen y castigo, y nadie se escapa. No como yo, que empiezo a echar en falta una cara amable. Cojo mi maleta, cada vez más pequeña, y me dirijo mapa en mano buscando una sonrisa de esas que hacen que salta el sol. La sonrisa Etrusca, estoy ahora en Milán, incluso triste pensando en La insoportable levedad del ser... que me lleva a abrir los ojos en una nueva ciudad: Praga, monumental, preciosa, como Venecia donde aún hay luto por lo que llamaron Muerte en Venecia y que ni siquiera La tempestad pudo borrar. Me paro un segundo mirando el mapa, dudando si conocer Nueva York, si llamar a Auster para que me enseñe Brooklyn Follies o dejarme caer por La frontera de McCarthy unos centímetros más abajo en México. Pero, como ya he dicho es tarde, y empiezo a estar cansada, así que me decido por un viaje en el tiempo para irme acercando a casa, parando en Londres con Dickens y tomando un té a media tarde para coger fuerzas y terminar mi viaje literario en Lisboa. Allí dicen que Sostiene Pereira se hizo un dicho conocido, pero creo que hoy, antes de acostarme sin saber donde amaneceré mañana, prefiero mirar un momento las letras de Pessoa. Esta noche, para descansar de mi viaje, quiero perderme por los barrios de esta hermosa ciudad.
Y vosotros, ¿Qué ciudad estáis visitando con vuestra actual lectura?
Gracias
Para los que tenemos el bolsillo vacío la literatura es una forma muy buena de viajar. Yo ando ahora mismo por Seúl
ResponderEliminar¡Qué bonita entrada Silvia! yo estoy ahora cerca de casa, en la Granada de antaño y tengo como guía a Mariana Pineda, una mujer que cada vez me gusta más. Besos
ResponderEliminarUna entrada preciosa Silvia. Me has recordado que tengo que leer La saga de los longevos, lo había olvidado.
ResponderEliminarNo me fío mucho de las descripciones que hacen los novelistas de las ciudades y lugares desde que Dan Brown, en El código Da Vinci, puso una estación de tren en Andorra... Je, je.
Besos.
Me ha encantado la entrada,viajar a través de los libros es maravilloso,yo ahora mismo estoy En los zapatos de Valeria!!besotes
ResponderEliminarBarcelona!
ResponderEliminarEstoy leyendo Victus.
...Creo que no salió publicado mi comentario :( Decía que acabo de viajar a Madrid y hace poco pude leer y pasear por la ciudad de Lugo, el primer libro que leo y que visito Lugo sin ser andando...Tengo muchas ganas de ver Marruecos por varios libros que leí ambientados en esa ciudad. Me gustan mucho los libros que me transportan a esas ciudades que no conoces para nada pero las letras hacen que pasees por las calles como si fueras de allí. Besos
ResponderEliminarComo se me frustró una escapadita real a Lisboa, hace muy poco releí unos capítulos de "El río que nos lleva" que me llevaron a unos paisajes otoñales de la Alcarria uniendo dos viajes: el literario y el tangible. Una delicia cuando puedes tocar y respirar un "libro" precioso.
ResponderEliminarBesos y sonrisas
Qué bonita!!!!yo ahora ando por Siberia, se acerca el frío ;)
ResponderEliminarUn beso!
La entrada te ha quedado genial, me ha gustado mucho ^^
ResponderEliminarYo acabo de dar la vuelta al mundo con Fogg y compañía, y tras un viaje tan largo me he parado ahora en Barcelona, pero no para descansar sino para resolver un caso de misterio ("los mares del sur") de Montalbán.
Besos
Es un sistema muy bueno y muy económico de viajar. Se cuenta (no se si es cierto) que el gran filósofo Kant podía describir cualquier ciudad importante europea y no salió nunca de la ciudad en la que vivía. Esto se puede conseguir con este tipo de lecturas.
ResponderEliminarUn beso.
Sí, tenemos muchos viajes pendientes pero toda una vida para irlos leyendo y trazando :)
ResponderEliminarGracias, Viajera, una entrada preciosa.
Un beso
Da gusto venir por aquí, siempre nos deslumbras con algo nuevo. ¡ Me encanta! Bueno pues yo ahora estoy en una isla desierta y pronto me iré a Kiruna (Suecia). Ya os daré noticias de mi viaje.
ResponderEliminarBesos y feliz finde.
Una muy buena entrada, para variar. Vaya que si la literatura es una clara manera de viajar y ver mundo cómodamente sentados en nuestro sillón favorito. Ahora mismo estoy paseando por A Coruña, en el último tercio del siglo XIX, de la mano de mi paisana y buena escritora como es Teresa Cameselle, y su novela El mapa de tus sueños, un título muy sugerente. ¿no?. Está ambientada, concretamente, en 1881, y os invito a leerla y veréis el porqué de la elección de esa época. Pero para que no se me celen otras ciudades de mi tierra os invito a recorrer Vigo de la mano de Pedro Feijoo y su ya reconocida novela Los hijos del mar; Orense la podemos conocer a través de Muerte sin resurrección, de Roberto Martínez Guzmán o Lugo, por ejemplo, la podemos visitar leyendo Nadie sabía, de Áurea Lamela. También podemos retrasarnos en el tiempo y visitar la Galicia medieval de la mano de Assur, de Francisco Narla o de La tierra dividida, de Ramón Muñoz, pues una parte de esta novela se desarrolla también en Galicia. Y, si nos trasladamos a la época de los césares, pues tenemos Las hijas del césar, de Pablo Núñez, donde nos llevará por Lucus Augusti. Sin olvidarnos, por supuesto, de la archiconocida La casa de la Troya, ambientada en Santiago. ¿Conocéis esta novela?.Para que veáis hay variedad literaria para hacer turismo literario por Galicia. Besos.
ResponderEliminarQué gran reseña!!. Pues después de regresar de Tanzania con "La reina de la lluvia", ahora mismo me estoy paseando por el Madrid de los años 20, junto con la protagonista de "El tiempo entre costuras", aunque creo que pronto me desplazaré más al sur. Besos.
ResponderEliminarYo estoy en la Barcelona más canalla de Mendoza, donde reside "El misterio de la cripta embrujada". Veo que tú también has pasado por allí...
ResponderEliminarA veces yo siento angustia por todos esos sitios que quiero visitar, mientras tengo que quedarme con ese estrechito camino que me lleva de mi casa al trabajo y del trabajo a casa de nuevo.
Muchas gracias por esta maravillosa entrada.
¡Un abrazo!
Es de los aspectos que más valoro en un libro, me encanta que me permitan viajar a otros sitios y por eso las lecturas que más me llaman son aquellas ambientadas en sitios que quiero visitar. Sin embargo mi lectura actual no encaja en este tipo
ResponderEliminarbesos
Tienes mucha razón con un libro viajamos a miles de ciudades y de mejor forma que con un guía, pero además también podemos viajar a otros mundos, mundos que no vienen en ninguna guía de viajes.
ResponderEliminarYo ahora mismo viajo por la mancomunidad a lado de Kvothe y busco a Nerea por Santander
Un beso imperfecto
Una ruta estupenda, mientrasleo. Y además, con el conocimiento de que podría ser casi infinita porque podrías haber viajado todavía más allá: Narnia, La Comarca, Rivendel, Wonderland, Fondo de Biquini... ;-))) Esta semana he estado en la comarca del Yorkshire de los años 40, y el NY y LA de los años 60, y ahora ando en un pueblecito medieval del sur de Italia en nuestros días. Bss.
ResponderEliminarUna buena manera de viajar :D. Ahora mismo acabo de estar en Alemania y me voy a Inglaterra.
ResponderEliminarBesitos<3
Felicidades por esta entrada. Yo estoy con La tabla esmeralda y sobre todo visito París. Un libro que me ha recordado tu entrada es Ventanas desde Manhattan de Muñoz Molina.
ResponderEliminarTienes toda la razón, leer es viajar y es increible. Yo ahora mismo vengo de russia xDDDDD Estoy mirando a donde hago la maleta jejejej seguramente iré a parís , pero bueno, esoty mirando a ver que hago jejejejeje
ResponderEliminarBuena entrada, si señor,me ha gustado mucho.
Un saludoooo
Gin
Me encanta esta entrada, yo ahora mismo estoy en Morella, un pueblo que no conozco, pero que me han entrado ganas de hacerlo. Y es que si bien una de las cosas más bonitas de los libros es su capacidad de transportarnos a distintos lugares, mi problema es que la mayoría de las veces me quedo con las ganas de ir físicamente allí. Esto pasa especialmente con las novelas en las que los escenarios son un protagonista más.
ResponderEliminar¡Un abrazo y a seguir viajando, tanto física como literariamente!
Qué entrada más bella, me ha gustado Mientras...
ResponderEliminarPues ahora mismo yo estoy en Ámsterdam, y recibiendo noticias de Italia e Inglaterra y otros lugares...
Feliz fin de semana...
Bsss
Me ha encantado esta entrada. Escribes muy bien ;D. Veo que eres más de viajar a tiempos pasados, y mucho en las entrañas de España. Yo soy más de viajar al extranjero con los libros, aunque en ocasiones me pare por algunas comunidades españolas. Ahora mismo estoy haciendo un pequeño recorrido por EE.UU. con "El pasaje".
ResponderEliminarMuy buena entrada, la explicación clara de los viajes que nos permiten realizar los viajes. Recién llegué de Nueva York, de la mano de Auster y ahora ando por Jubilee y Wawanash de Munro.Saludos
ResponderEliminarque bonita entrada! es que tienes razon! nada mejor que leer libros de lugares que no conoces
ResponderEliminarYo ahora mismo paso de una estancia de 5 días en Barcelona a un misterio oculto en la costa gallego; concretamente en Vigo.
ResponderEliminarQué maravilla de entrada, de verdad. Mi enhorabuena.
Un beso
Definitivamente, cuando los bolsillos flaquean, leer es una maravillosa forma de viajar. Dudo que alguna vez pueda conocer en persona los lugares que quisiera, pero gracias a los libros no me apena tanto porque de alguna forma siento que ya las conozco, al menos un poquito ;)
ResponderEliminarAhora mismo me estoy dando una vueltita por la Inglaterra victoriana, lo que es un lujo.
Besos, feliz fin de semana.
Desde luego que los libros nos hacen viajar. Y tanto!!! Según lo leía, me estaba acordando también de la Praga de "La insoportable levedad del ser". Ahora mismo estoy en una ciudad de Maine, aunque no aclaran cuál. Y no, milagrosamente, el libro no es de Stephen King. Jajajaja. Besotes.
ResponderEliminarSi es verdad, sin los libros nuestros viajes se ven limitados o casi nulos. Te mando saludos de la zona norte de Nueva York. Un abrazo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu entrada, te leo casi todos los días aunque casi nunca te lo comento, pero es bonito perderte por esas ciudades, a mi me gusta cuando he venido de un viaje leerme alguna novela de ese sitio (si la conozco claro)
ResponderEliminarPues yo ando en Barcelona intentando descubrir un crimen junto a un detective medio excentríco de apellido Carvallo enredado también en la busqueda de los mares del sur.
ResponderEliminarFantástica entrada. Ando por Madrid, pero en la época de piratas,a sí que está siendo interesante
ResponderEliminarBesos
Me encantó esta entrada. Preciosa como describes. En este momento estoy en Valencia, con Mientras pueda pensarte. Pero en mi anterior libro Lo que encontré bajo el sofá la ciudad de Toledo es un personaje más de la historia. Un beso !!!!
ResponderEliminarTe felicito por esta preciosa entrada.
ResponderEliminarViajar con la lectura es algo maravilloso.
Un beso.
Pues estoy en Mundodisco, ya sabes que este año ando en una especie de maratón Pratchiano... =)
ResponderEliminarBesotes
Ja, yo apenas puedo salir del barrio donde vivo :P
ResponderEliminarUn maravilloso recorrido por las ciudades a través de los libros.Algunos de los nombrados los he leído, como El Hereje, Crimen y castigo o La piel del tambor y de los otros,tomo nota.
ResponderEliminarYo ahora estoy repasando el Romancero Español, esa joya de la literatura española y viajando de Burgos a Zamora, de Valencia a Toledo,de Antequera a Alhama, en fin, un buen recorrido por la España medieval.
Un abrazo.
Vale, me repito, pero estas entradas son tremendas!! Hoy me ha gustado muchísimo.
ResponderEliminarEstoy con Stephen King asi que, lo llame como lo llame, tiene que ser Maine.
Besos y buen finde.
Acabo de salir del Londres de Sherlock Holmes y me voy para Escocia. Sin embargo, este año también he estado en varias de estas ciudades que mencionas. Qué casualidad!!
ResponderEliminarBesos
La mejor forma de viajar para los que tenemos el bolsillo escasito. Y cuánto disfrutamos! Otra magnífica entrada Mientrasleo! Qué pena no haber coincidido contigo en alguna de las escapadas, porque en muchos de estos sitios he estado yo también. Ahora mismo estoy en un viaje en el espacio y en el tiempo, que estoy conociendo la Grecia antigua de la mano de Marcos Chicot.
ResponderEliminarBesotes!!!
Barcelona, con "La ciudad de los prodigios" ;) Besos
ResponderEliminarUy siempre se puede echar una mano a la imaginación y a la lectura. Por el momento viajo a Texas de 1800. Te mando un beso y te me cuidas
ResponderEliminarQue genial lo que visitar cualquier cuidad del mundo, atraves de la lectura, de encontrar en un libro, una descripción no solo de las formas, sino también de los olores y gustos que tiene cada cuidad.."La vida es un sueño", que respalda lo dicho...
ResponderEliminarBendiciones
Yo me encuentro resolviendo unos crímenes en Dartmoor junto a D. Hunter.
ResponderEliminarDespués de haber estado encerrada en el Museo del Prado.
Por cierto, una entrada preciosa. Y gracias por la información de la saga de los longevos, debo de ser la única que no había escuchado este titulo.
saludos
Hola ^-^
ResponderEliminarA mí me encanta viajar a través de libros, ya que te sale más barato que si lo haces de verdad y puedes ir a mas lugares que en la vida real jajaja :)
Ahora mismo mi lectura actual está situada en Carolina del Sur.
Un beso enorme :D
Muy buenos días. Maravillosa entrada, que, como te he comentado, me recuerda el mini-librito que te enviaré muy pronto. Yo habría pensado empezado q leer hoy la novela de Salinger; pero si habllamos de viajar con un libro en las manos, este año me queso, sin duda, con Ciudad abierta. Un beso,
ResponderEliminarEstoy de acuerdo que con la lectura podemos viajar, no sólo en el espacio sino en el tiempo, e incluso visitar otros mundos... pero es una pena que ya la gente no pueda viajar tanto como antes porque es genial poder conocer otros sitios.
ResponderEliminarBesos.
Estoy de viaje por Boston del siglo XIX. Me encanta viajar con libros o en libros.
ResponderEliminarBesos
Lo mejor es que con los libros no sólo se viaja en el espacio, sino que como bien dices también se puede hacer en el tiempo, algo imposible fuera de la lectura por mucho dinero que se tenga.
ResponderEliminarYo ahora ando por el Japón del siglo XVII.
Una gran entrada.
¡Besos!
La Regenta lo tengo pendiente y La ciudad de los ojos grises me gustó mucho. Qué entrada más original, no me canso de decirte lo mucho que me gustan.
ResponderEliminarPaseo por varias ciudades de Japón, país que hacía tiempo al que no me acercaba. Leer se ha convertido en mi manera exclusiva de viajar hasta que vuelvan las vacas gordas. 1beso!
ResponderEliminarQue preciosa entrada, ¿qué mejor forma de viajar si no con un buen libro y haciendo soñar a tu mente? Ahora mismo me ha entrado ganas de viajar todo el día!
ResponderEliminarUn saludo!
Acabo de recorrer Europa con al Primera Guerra Mundial en pleno apogeo. Triste viaje!
ResponderEliminarBesos,
Ando por un libro extraño que me lleva de Australia a China y barrunto que por algún lado más...
ResponderEliminarMagnífica entrada, me ha encantado. A veces me pasa que cuando voy a un lugar luego busco libros que estén localizados en ese sitio. La primera vez que fui a Berlin (volví), me llené la maleta con libros que transcurrían en Berlin. Además de toda la historia que tiene esa ciudad, claro.
Y nada, que me quito el sombrero, con entradas así da gusto pasearse por la blogosfera.
Mis respetos ;) Besos!
Yep, Sil!!! Buenas tardes de domingo.
ResponderEliminarPues verás, precisamente ando leyendo desde hace unos 15 días y a ratos un libro de Ramiro A. Calle que nos sitúa en el corazón de la India. Es precioso y se huele a incienso con sólo pasar las páginas.
Un besazo!!
Empezaré porque voy a visitar Lisboa por culpa de un tweet, soy mujer de mundo, me gustan tus viajes, emocionantes hasta para ir a la vuelta de la esquina.
ResponderEliminarEstoy por el Saint Louis de 1904 algo que ver con un niño perdido.
Una entrada intrépida, aventurera y fascinante, como siempre. Me pido esa maleta!!
Un besote a lo Willy Fog
He vuelto a Barcelona de la mano de Ruiz Zafón, siempre una delicia.
ResponderEliminarGran ruta,tomo nota de alguna etapa.
Me ha encantado tu entrada! Me has animado a hacer repaso y ver las ciudades por las que he viajado en mis lecturas.
ResponderEliminarAhora me paseo por Madrid, pero no por el que conocemos ahora, sino el desbastado por la guerra en un futuro cercano.
Besos!!
¡Qué placer recorrer el mundo desde el sillón de casa! y cuando pasas de las páginas a respirar su aire y patear sus calles un nuevo placer al descubrir los rincones, las plazas, los barrios, los edificios.
ResponderEliminarHa sido un placer viajar contigo en tu entrada de hoy, yo llevo unos cuantos días en Barcelona.
Besos
Una entrada realmente preciosa, sin duda. Cuanta razón, porque ¿qué mejor manera (alternativa) de viajar sino a través de los libros? Incluso a lugares más allá de las fronteras de nuestro propio mundo. De allí vengo yo, de animar al pequeño Ender a seguir adelante. Ahora cojo un vuelo Ithania; espero que haga buen tiempo jajaja
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, y gracias por esta entrada!
Nimue
Yo he llegado a visitar ciudades gracias a libros que he leído y que me han provocado ganas de salir corriendo a verlas en persona, pero al revés también, es decir, conocer una ciudad y luego interesarme por un libro que está ambientado en ella y que sé que voy a disfrutar el doble porque voy a poder recordar los lugares que se describen en él. Ahora mismo me encuentro a bordo del crucero de los años 30 Valkirie y lo estoy pasando un poco mal por los sustos y sucesos extraños que se producen en él, pero no me bajo ni loca jaja (leo "el último pasajero")
ResponderEliminarBesos
Toma, qué pedazo de itinerario te has currado! :)
ResponderEliminarEs cierto que las historias nos invitan a otro tipo de viajes. No vemos las ciudades que nos enseña cualquier visita turística, vemos una vida más allá de la bonita fachada.
Yo he estado hasta esta noche con "Guardianas nazis" así que supongo que he estado un poco de campo de concentración en campo de concentración. Ahora me escogeré algún destino un poco más apetecible.
Un besazo, maravillosa esta entrada :)
Un precioso itinerario, es casi un mosaico de ciudades y de retazos de historia, un viaje condensado en una entrada magnífica. Besos :)
ResponderEliminarAhora mismo Paris, ando leyendo un libro que se titula El Mago.
ResponderEliminarBesotessssssssssssssss
Una entrada de esas que me gustan :-) aunque ta comenté en twitter que me faltaban los zombies de Sisí :-) Buen viaje, ya lo decía...no hay mejor nave que un libro. Un besote!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esta entrada, me encanta viajar con los libros, y si por casualidad conozco la ciudad, disfruto de la historia mucho más. Ahora no estoy viajando por ninguna porque leo una distopía que transcurre bajo tierra.
ResponderEliminarEstoy cerca de New Jersey, siguiendo las visicitudes de una joven periodista que se enfrenta al dolor por la pérdida de su madre asesinada .
ResponderEliminarY es verdad que hay ciudades que te enamoran desde la lectura y sobre todo, en mi caso, me quedo con las que nos transportan al alma de la ciudad de otras épocas. Se me ocurre el Madrid de Galdós y el Oviedo de La Regenta, o incluso la Barcelona de Zafón y Mendoza.
Besos
Estuve visitando Nueva York, pero hace unas semanas me hice una escapada furtiva a Dublin y me puse a leer "Dubliners" y madre miaaaa aissss <3 y me encataría pasearme por La Comarca ^^ por soñar pero lugares realistas....los mares que describe Matilde Asensi
ResponderEliminarbesos
Qué preciosidad de post, Silvia! Libros y viajes, hablas de las dos cosas que más me gustan. Para viajar no hay mejor nave que un libro y mis destinos favoritos son aquellos que no existen, Fantasía, Narnia... Ahora mismo estoy en un pueblecito de Jaén con Nino, el lector de Julio Verne. Besazos!
ResponderEliminarMe encantan estos viajes literarios!
ResponderEliminarPor culpa de Eloy Moreno, tendré que volver a Toledo
Por Luis Zueco tendré que ir a la zona del Languedoc, aunque no sé si iré antes a la Bretaña adonde viajé literariamente en verano!
Besos
Fantásticos tus viajes. Cuánto falta por conocer :D
ResponderEliminarEn otra entrada te decía que una de las fantásticas cosas que nos da la literatura es conocer a personajes que quedan en la memoria, pues aquí hay otra: viajar. Viajar a distintos lugares y épocas sin moverte del sillón. Yo ahora estoy en Londres, tierra de grandes escritoras victorianas. Ciudad que algún día espero poder ver en persona.
ResponderEliminarBesos.