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miércoles, 16 de julio de 2014
Al envejecer, los hombres lloran. Jean-Luc Seigle
"Hacía ya un calor agobiante. Desnudo, hundido en la cama,con los ojos abiertos, Albert Chassaing apretó el botón del ventilador de plástico azul que había en la mesilla. Una sensación de aire y frescor.El sudor se enfriaba en su cara, en su torso y en sus muslos. Por fin respiraba."
Dicen que las lágrimas provocadas por esos dolores que no se tratan con medicinas, más que mostrarnos vulnerables, nos muestran inofensivos, ya que quien tenemos delante percibe la opacidad de nuestra vista en ese momento. Otra teoría es que es un mecanismo de defensa, ya que desarman muchas veces a quien nos ve llorar. A saber,o tal vez ya se sabe pero yo no conozco la teoría más acertada. Si que es cierto que hay quien llora con más o menos facilidad y tal vez por eso me llamó la atención el título de este libro, por el acto íntimo que representan las lágrimas. Sin embargo,no fue hasta ver unas cuantas opiniones,que no me decidí por su lectura. Y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Al envejecer los hombres lloran.
Conocemos a Albert un 9 de julio de 1961. Un día importante para un pequeño pueblo en el que todos se conocen, porque llegará a su casa el primer televisor. No porque él tenga interés en esas cosas modernas, esa es su mujer que parece irse transformando en alguien diferente mientras espera la vuelta de su hijo mayor de la guerra. El mundo cambia, y con un hijo en Argelia y otro curiosamente aficionado a la literatura, con una madre que vive en un pasado en el que Albert se sentía mucho mejor y una hermana que parece haber olvidado el pasado tanto como su madre el presente, este hombre que se sigue viendo como un campesino no parece encontrar su sitio.
A veces, lo cotidiano puede también contarnos la historia de una época completa. Leía hace poco, que cada persona lleva en su memoria la historia más reciente de la humanidad, y posiblemente sea así. Cuando lo cotidiano se reduce a una familia y a esa familia se le otorgan veinticuatro horas... algo pasa. Un choque, un punto de inflexión, un cambio: siempre hay un detonante, una gota que hace rebosar el vaso, y esa gota es la llegada de un televisor a casa de Albert. Una familia en un pequeño pueblo que supone ese punto justo entre pasado y futuro que hace temblar el presente, y eso es justo lo que nos presenta Seigle en una novela calificada como minimalista y sentimental por la crítica.
Seigle nos habla de muchas cosas en esta novela corta. Nos habla de un excombatiente de la Segunda Guerra Mundial, incluso preso, que mira un futuro que no le convence mientras observa a su mujer avanzar hacia ese futuro. No encuentra su sitio en esa rutina cotidiana en la que se han instalado unas novedades impuestas con suavidad y otras sin haberle pedido opinión.Mira su familia y se descubre vacío en ella,hasta que la posa sobre su hijo pequeño. Tal vez sea ese hijo más que la llegada del televisor lo que le haga consciente de que las cosas ya no son como él las recuerda,como las quiere; su hijo lee. No sólo eso sino que se aferra a las páginas de Eugene Grandet como si pudieran decirle sobre la vida más que sus propios padres,dejándolo indefenso ante esa muestra de conocimiento infantil sobre su propia capacidad. Y ese es el camino por el que nos lleva la novela, el de Albert, un hombre que se busca y encuentra el camino que considera adecuado a lo largo de esas 24 horas que bien pueden resumir la historia de la época en un instante único. Y un epílogo redentor narrado por ese hijo que iba para literato, Giles, y que con una voz ya madura nos pone un broche.
Me ha gustado la historia, he encontrado personajes tratados de forma desigual y algún que otro cliché que encuentro hubiera podido ahorrárselos, pero en conjunto me ha gustado esta historia. Salvo el epílogo, que por tener fuerza propia consigue que pierda fuerza todo lo anterior, desequilibrando la novela, o al menos esa fue mi percepción. La de estar leyendo una historia a la que buscaron un final con el único objetivo de hacerla redonda. O no, tal vez simplemente no terminé de congeniar con la novela y por eso no conseguí dejarme arrastrar por las palabras de Seigle.
La verdad que me ha dado rabia no encontrarme el maravilloso libro que creía que era, pero supongo que muchas veces simplemente no congeniamos con las letras que tenemos delante. ¿Cuál es el último libro con el que os pasó?
Gracias
Da rabia que te pase eso. Yo no recuerdo con cual me ha pasado últimamente, pero con varios.
ResponderEliminarBesos!
Había leído alguna opinión más entusiasta que la tuya que hme hizo llevarmelo. Aún así lo leeré pero cederé un poco las espectativas.
ResponderEliminar"Los hilos de la memoria" de Victoria Hislop. Una novela muy bien ambientada pero con unos personajes tan planos como unos pancakes. A veces pasa. Saludos
ResponderEliminarEs una pena que no te haya gustado todo lo que esperabas, espero que tu siguiente lectura sea un poco mejor. Un besote :)
ResponderEliminarUna pena que el resultado final o tus sensaciones finales no hayan sido las que esperabas. De todas maneras a mi me ha gustado lo que contabas antes de la conclusión así que no lo descarto
ResponderEliminarBesos
No se.. a mi me pasa a menudo, no creas. Aunque ultimamente estoy empezando a cribar las lecturas mucho más y procuro que no me pase tanto (sobre todo cuando leo juvenil o algo mas o menos romantico con pretensiones, que no me va del todo). Pero sin que yo quisiera, por ejemplo, el dia que decidi leer algo mas del autor del Principito. Cogi una novelilla que hablaba sobre el ansia de superacion y el arriesgar la vida en los inicios de la aviacion... y no conseguí en ningun momento entender lo que queria explicarme. Cuestiones personales, supongo. En cuanto a esta novela, me lo pienso por el momento porque no la voy a descartar demasiado a la ligera. Besos
ResponderEliminarVaya, aunque te gustó no la disfrutaates tanto como pensabas, que rabia da eso, ahora mismo no recuerdo cual fue el último con el que me pasó algo parecido, pero recuerdo el de Care Santos con Respirar por la herida, que me llevé bastante chasco porque no era como yo pensaba....saludos
ResponderEliminarMe pasó con Caballo de Troya que entusiasmada con los dos primeros libros compré el tercero y no lo pude terminar. Me compré la Rebelión de Lucifer por cambiar y pasó lo mismo....sin embargo otros libros de JJ Benitez si que me han gustado mucho.Besicos
ResponderEliminarPues he sentido lo mismo con varios d elos libros que leí ultimamente, por ahora no creo que lo lea ^^
ResponderEliminargracias <3
Cada lector es un mundo y a veces parece que cada libro también es distinto según en qué manos se encuentre. Y a mí es algo que me gusta. Si a todos nos llegasen las historias del mismo modo, esto sería una coñazo.
ResponderEliminarEsta la tengo en digital. Aunque no está entre las prioritarias, seguro que me terminaré asomando a ella. Me gusta ese deje casi íntimo, y esa idea de condensar una porción de Historia en un instante.
Un besín! ;)
Sí que da rabia que pase eso...
ResponderEliminarAparte de tu opinión, el argumento no me llama, así que ni me lo planteo.
Besos!
Tiene buena pinta la verdad, aunque ahora tengo tantos libros que no sé cuánto tardaré hasta poder leerlo. Un beso cielo! Nos leemos!
ResponderEliminarA pesar de que no te haya convencido totalmente a mí sí que me llama la atención y si puedo le daré una oportunidad
ResponderEliminarBesos
Pienso que algunos libros son como esos productos que venden sólo en tv.
ResponderEliminarde vista nos los ponen tan maravillosos o nos lo imaginamos que una vez entre nuestras anos no resulta lo que esperamos.
aunque claro, perdonad mi osadía de comparar un libro con un objeto banal y a veces absurdo
Conocí este libro por la reseña de Meg y no tardé en hacerme con él, aunque sigue pendiente...
ResponderEliminarLamento que esta lectura no te diera las satisfacciones que esperabas; lamentablemente, pasa mucho. Creo que la obra que recuerdo con mayor tristeza es El Gran Gatsby porque pese a lo importante que es, a mí casi no me llegó, y fue una verdadera lástima. Supongo que cada lector es un universo y los libros no siempre llegan a nosotros de la misma forma. Espero que tu próxima lectura sea mejor :)
ResponderEliminarUn besazo.
¡Hola! Que pena que no consiguieras disfrutar con al lectura del libro, espero que con el siguiente tengas más suerte^^
ResponderEliminarA mi la verdad es que no me llama mucho la atención así que voy a dejarlo pasar :)
Besitos<3
Me gustan esas historias en las que de la vida cotidiana surge la novela, porque muchas veces son los pequeños gestos de cada día los que cuentan más que las grandes gestas. Tenía esta historia apuntada desde que leí la reseña en casa de Meg, pese a esa advertencia del final.
ResponderEliminar¿Un libro que me haya decepcionado al final? Pues ahora recuerdo "El tipo más raro del mundo" de Derek B. Miller, que prometía muchísimo y se fue apagando poco a poco.
Ya había leído otras reseñas desencantadas y aunque en principio me apetecía leer esta novela, la dejaré pasar por el desencanto que provoca.
ResponderEliminarUn beso.
Pues es una novela que me apetecía, pero por si acaso, no la descarto pero bajo mis expectativas.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues el título es de lo más sugerente. Veo que las buenas vibraciones que me transmitía no eran acertadas.
ResponderEliminarUn beso!
En esta ocasión no me llama la atención. Muchos besos.
ResponderEliminarLa verdad es que parece una lectura entrañable pero que vaya perdiendo intensidad, o quizás que el lector vaya perdiendo el interés, me desanima. Además, no sé si es la lectura más adecuada para mí, y que no te haya terminado de convencer, hace que no me lo apunte de momento.
ResponderEliminarMuchas gracias por la reseña :)
Un fuerte abrazo,
Nimue
Uy creo que luego de tu reseña pasare de ese libro y ultimamente me cuesta leer me aburro con facilidad de los libros. Tal vez deba cambiar de genero te mando un beso
ResponderEliminarCreo que en esta ocasión paso de este libro, y no porque no congeniaste, es porque creo que estoy en un momento de mi vida donde un libro así me bajonearía el ánimo mucho.
ResponderEliminarSobre lo que preguntas, me pasó con Bajo la misma estrella (sí, mismísimo best-seller). No sé si fue porque me lo estaban metiendo por los ojos a la fuerza, o porque el cáncer es de lejos mucho menos valeroso de lo que lo describe; pero me pareció un libro muy superfluo y realmente las metáforas de Green me parecían tontas. No lo odié, pero tampoco lo amé. Besoss! descansaste en tus vacaciones? las mías acaban dentro de 8 días y ya estoy entrando en caos hahaha
Qué rabia da cuando uno no termina de conectar con un libro... A pesar de todo, es una historia que atrae, aunque no creo que la lea en breve. 1beso!
ResponderEliminarHola! no sé si es moda o soy yo la ignorante pero esto de los epílogos que explican el final, juro no lo entiendo. ¿para qué?
ResponderEliminarSaludos.
A veces ocurre.
ResponderEliminarTe mando un beso y mi recuerdo.
Sensaciones muy similares a las tuyas. Albert es un gran personaje, lleno de complejidad y de angustia. Llorar para él es una manera de liberarse del estereotipo que siempre había asumido y del que está harto. El hijo pequeño y el maestro jubilado, una bella relación. El resto es bastante tópico.
ResponderEliminarPese a que es desigual, me parece que aporta dudas y preguntas sobre el avance del progreso y lo que supone. Y eso me vale.
Un abrazo!!
El otro día leí una buena crítica de este libro, así que ahora estoy en la disyuntiva. Pero últimamente me pasa eso con Murakami... Un abrazo.
ResponderEliminarYO SÓLO HE LEÍDO 3 LIBROS Y TODOS ME PARECIERON BUENOS. CREO! JEJEJEJE.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Si que da rabia cuando nos pasan esas cosas. Yo esta vez no me animo.
ResponderEliminarUn beso!
Hola Mientras Leo, no me termina de convencer así que por el momento lo dejo pasar. Me ha sucedido con varios libros eso de no terminar de congeniar con toda la historia que recuerde: "El hombre que saltó por la ventana y se largó" "22/11/63" de Stephen King, y alguno más. Son de esos libros que te gusta una parte, ya sea el principio o el final pero en su conjunto no te terminan de agradar. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarVaya, si que da rabia no congeniar. A mi me ha pasado con varios. Ahora que estoy con los relatos de Mañana todavía, hay algunos que me gustan, otros...
ResponderEliminarBesos
Pues ha habido muchos libros que no han superado o colmado del todo mis expectativas. Lamentablemente, soy exigente y me sucede más a menudo de lo que me gustaría. Si a ti no te ha convencido del todo, yo creo que no lo leeré.
ResponderEliminarBesos.
Me intereso primero el titulo pero tu reseña lo ha hecho más interesante.
ResponderEliminarLo apunto.
Cariños….
Siento que no congeniaras con la historia, aunque te haya gustado. Es verdad que tiene algún cliché, posiblemente innecesario, que yo perdoné porque Albert me robó el corazón. En cuanto al epílogo, descoloca, también es verdad, pero después de terminarlo me di cuenta que era necesario, no tanto para saber de la vida del hijo de Albert como para conocer la historia de la Línea Maginot.
ResponderEliminarbesos!
Avisada quedo, esperaba bastante de esta novela así que ir con preaviso no está de más. Ya te contaré cuando me decida, aunque estoy en otro tipo de lecturas últimamente, ya sabes; verano, neurona recalentada.
ResponderEliminarBesos
Lo tenía muy recomendado pero, a veces, estas cosas pasan. Una llega ilusionada y ¡plaf!, no te encuentras lo que esperas.
ResponderEliminarA mí me pasó el mes pasado con Banville. Y me acaba de pasar con otro que... en fin, que no ha habido chispas.
Me pasó de esperar más ciertas novelas de Peter Straub, pero para responder directamente a tu pregunta, el último fue Horror 4. Decepcionante.
ResponderEliminarSaludos.
La Casa de Hojas de Mark Z. Danielewski, no llegó a cumplir sus elevadísimas expectativas.
ResponderEliminarSi algien lo tiene y me lo vende de segunda mano mi correo es auromave@gmail.com gracias
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