Páginas
▼
martes, 29 de septiembre de 2015
El comensal. Gabriela Ybarra
"Cuentan que en mi familia siempre se sienta un comensal de más en cada comida. Es invisible, pero está ahí. Tiene plato, vaso y cubiertos. De vez en cuando aparece, proyecta su sombra sobre la mesa y borra a alguno de los presentes."
Hay libros que atraen al primer vistazo, amores a primera vista y lecturas que se persiguen. Es me sucedió con este libro, y como dicen que las pasiones se contagian, busqué compañía para leerlo, para buscarlo de librería en librería, para comentarlo frase a frase. No es la primera vez que leo con Cuentalibros, no será la última: nos dejamos tentar. Hoy traigo a mi estantería virtual, El comensal.
En 1977 cuatro encapuchados entraban en casa del empresario Ybarra. Comenzaba un secuestro finalizaría con la muerte de Javier Ybarra a manos de ETA. Era el abuelo la autora. En el año 2011 fallece la madre de Gabriela de cáncer abriendo un pasillo temporal entre ausencias. Será Gabriela, la autora del libro, quien nos acompañe por este viaje familiar de recuerdos.
Si hay un tema que nos sigue incomodando es la muerte. No la ajena, ni la televisada, sino la propia, la temida, la del ser querido, la del familiar, amigo o amante. Esa que nos deja desnudos y vulnerables. Que abre un hueco en nuestra vida que jamás llegamos a llenar. Si acaso a disimular como quien pone un jarrón donde antes hubo una lámpara de pie, esperando que no se note el espacio vacío pero sabiendo que jamás podrá utilizarlo para iluminar la estancia. Ese es precisamente el hilo de El comensal: la muerte.
Gabriela vive la muerte de su madre sin ser del todo consciente hasta última hora de que el fin se acerca. Nadie lo esperaba en realidad, y la familia se ve sacudida por ese dolor e incomprensión imposible de definir que hace que retumben las entrañas de quienes lo viven. Es precisamente en una de esas sacudidas, que la figura de un ausente empieza a tomar fuerza, como si un hilo invisible uniera dos momentos de dolor. De este modo, Gabriela comienza su historia hablando de su abuelo a partir del momento del secuestro. También habla de su madre a partir del momento que enferma. Construye una historia en la que las personas han tomado peso en su memoria a través de sus ausencias. Recorre el camino de un secuestro en el que ella no estuvo presente y lo desgrana frase a frase, evitando sentimentalismos que nos despisten del final último: la ausencia. Investiga sobre los hechos queriendo saber, pero tal vez no queriendo conocer. O puede que sea justo al contrario. O tal vez sea yo la que piensa que en su piel no hubiera querido saber. Y hace lo propio con la madre, por una senda que conoció perfectamente y que nos marca al detalle. No le interesan las reflexiones profundas ni las puestas de sol, sino que busca en la pequeña rutina la ausencia que golpea de repente. La realidad como meta en un libro en el que no se recoge una crónica, sino que se purga un sentimiento: el dolor. Como si cada lágrima no vertida se hubiera convertido en una gota de tinta que, lejos de hacer un obsceno exhibicionismo de dolor, lo normaliza en frases cortas, sentencias certeras, golpes de frente.
Con El comensal me he encontrado un magnífico libro que evita los sentimentalismos incómodos, las florituras en busca de un corazón débil que se encoja con facilidad. Por eso resulta una narración, no solo verosímil, sino también certera. Un libro corto, pero porque está poblado de silencios: los que se esconden entre líneas, los que se hacen al final de una frase, los que hacemos tras cada capítulo para respirar. Con cada frase, cada acto, cada gesto, identificamos un silencio y hacemos una pausa en la lectura. Me corrijo; no es un libro corto. Lo que sucede es que se oculta tras la apariencia de un librito. Y las apariencias engañan.
No es una lectura fácil, porque no es fácil hablar de la muerte. Pero ha merecido la pena descubrir a Gabriela Ybarra.
Y vosotros, ¿os fijáis en el grosor de los libros antes de decidiros por ellos?
Gracias
Antes si que me fijaba en el grosor. Mientras más gordos mejor porque aprovechaba la compra. La he ido viendo en tu FAcebook y me ha generado mucha curiosidad.
ResponderEliminarA mi la portada no es que me llame nada pero tu reseña me ha picado. Me lo voy a llevar anotado.
ResponderEliminarBesos
Parece muy interesante, pero por el tema me quedaré con el título para más adelante, ahora mismo no es el momento de leer algo así. No me suelo fijar demasiado en el grosor, si acaso me reservo los libros más tochos para cuando tengo más tiempo. Un beso!
ResponderEliminarAntes si me fijaba en el grosor sobre todo si el libro era caro XD
ResponderEliminarY este...pues me pica mucho la curiosidad.
Un beso!
Madre mía... Vaya libro me traes hoy. Seguro que es impactante. Me lo llevo.
ResponderEliminarA mí el grosor del libro me da igual, lo que sí que tengo en cuenta es el tamaño de la letra. Como sea minúscula... paso.
Besitos.
No sé, creo que lo dejo pasar por el momento...
ResponderEliminarBesos!
Me llamó la atención cuando lo vi en la foto que le hiciste. En un primer momento igual me fijo en el grosor, depende de cuanto me llame el libro, pero no me importa mucho.
ResponderEliminarBesos
La verdad es que parece interesante, así que puede que lo lea.
ResponderEliminarUn beso ^^
Me gustan las historias largas, lo que no quiere decir que me disgusten las cortas. Pocas páginas pueden concentrar una gran historia.
ResponderEliminarNo tengo nada claro que sea éste un buen momento para ponerme con una historia así pero me la llevo apuntada porque creo que en otra ocasión es muy probable que resulta una buena lectura.
Besos
Yo no me suelo fijar en el grosor sino en que la historia me llame. En este caso, parece interesante pero creo que es muy duro y no suelo leer cosas tan tristes. Un besote!!!
ResponderEliminarNo me fijo en el grosor de los libros, pero un drama así merece ser corto, quizá porque no es un género que me entusiasme mucho.
ResponderEliminarDebe ser difícil escribir sobre algo cercano y tan duro.
Saludos.
No conocía este libro, ni me sonaba
ResponderEliminarpero lo tendré en cuenta.. puede que me guste
un besote
Por lo general no me fijo en el grosor de los libros al escoger, solo voy por ellos ;) Este se ve interesante, y mira que de haberlo encontrado en una estantería quizá no le hubiera prestado mucha atención. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarBesos.
Hola :) La verdad que no me llama, creo que no es para mi. Un besin^^
ResponderEliminarsiempre que vengo, me haces pensar y acordarme en mis propias manías.
ResponderEliminarjamás escojo un libro por el grosor... me llama mas a veces el titulo primero, quiza luego me fijo en el autor (a veces si tiene o no trayectoria o referencias)
luego quizá la portada
soy una pecadora
...
a veces leo el prólogo. y decido o la tapa posterior
Hola!
ResponderEliminarLo cierto es que antes me fijaba más, ahora ya no tanto. Este lo dejo pasar, no es para mí. Besotes
Me apunto el libro para más adelante porque creo que merece la pena leerlo y sobre los tochos coincido con el comentario anterior suelo reservarlo para cuando tengo más tiempo para leer. Un beso
ResponderEliminarRecuerdo el hecho,aunque yo era muy joven.
ResponderEliminarUn libro así,además de ser un homenaje a los que se fueron,sirve como
terapia a la autora para echar fuera los posibles demonios.
Nunca elijo un libro por su tamaño o grosor,los libros largos no solo no me asustan sino que me atraen...
Un abrazo
No sé por qué tengo mucha aversión a todo lo relacionado con ETA y no me gusta ni leer libros sobre el tema ni ver películas.Besicos
ResponderEliminarHabía leído esta primera frase en algún sitio (no recuerdo donde) y me llamó la atención. Yo antes me fijaba en el grosor, cuánto más gordo mejor, pero ahora ya no tanto.
ResponderEliminarBesos!
No me llama mucho
ResponderEliminarBesos
Yo mas bien me fijo en la portada que en el grosor. Este libro no me llama mucho la atencion asi que lo dejo pasar.
ResponderEliminarSaludos
No es nada fácil hablar de la muerte... Me llevo este libro. Y a tu pregunta, no suelo fijarme en el grosor de un libro. La verdad es que a veces no sé ni en qué me fijo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola! Anoto el libro que me gusta lo que has contado de él. Yo si me fijo, por ejemplo los libros de menos de 100 páginas los dejo un poco pasar, a no ser que me llame mucho, mucho, porque siento que me voy a quedar con ganas de más.
ResponderEliminarBesos!
Pues no me fijo, la verdad, me llaman la atención otras cosas =)
ResponderEliminarBesotes
No,no me suelo fijar en el grosor del libro y menos tener en cuenta esto para comprarlo . La historia me tiene que atraer ya estas alturas después de leer todo todo lo que cae en tus manos ,una se vuelve muy exigente . Pero sabes algo que sí me puede influir en la compra :¡La letra! Porque esas letras pequeñitas no me atraen nada.
ResponderEliminarEste libro que comentas tiene muy buena pinta ,la trama que relatas me atrae.
Gracias por compartir.
Nunca me condiciona el grosor de una obra, así que uno breve en páginas como este me puede encandilar igual que otro más grueso.
ResponderEliminarEl lunes murió un compañero de trabajo de un infarto con 43 años. El tema de la muerte me pilla ahora mismo en pleno duelo, consternada por una muerte repentina. Lo que dices del libro me interesa.
Abrazos!!
No conocía este libro. No me llamaba nada ni el título ni la portada. Venía yo en plan de: esta vez no me apunto nada, ¡bien! Y leo la cita inicial y me dan ganas de echarme a llorar, no puede ser. Me echó un poco para atrás que toque un tema verídico y tan conocido, pero con tu reseña no puedo dejarlo pasar. Un libro 'poblado de silencios'. Me lo tengo que llevar.
ResponderEliminarBesos!!
Antes no me fijaba en el grosor pero llevo una racha en que sí, y mientras más finos más me gustan. No sé, valoro más que me cuenten una historia en pocas páginas. Tiene que ser todo muy bueno o no tener fallos porque llamaría más la atención. No sé si me explico o te estoy liando (y de paso a mí).
ResponderEliminarPor cierto, el libro, que lo quiero.
bsos!
¡Hola!
ResponderEliminarÚltimamente si me fijo que tan extenso es mas por el tiempo que tengo para leer que por otra cosa.
Me ha gustado tu reseña, me llama la atención que comentes que es un libro en el que la autora habla sobre su pérdida.
¡Saludos!
No lo conocía y me parece una propuesta muy interesante.
ResponderEliminarBesos.
Ya había visto en Instagram que estaban leyendo el libro y me había llamado la atención porque no lo conocía para nada... No creo que lo lea de inmediato pero me interesa mucho, así que lo dejo pendiente. 1beso!
ResponderEliminarCreo que depende un poco del momento lector que esté pasando. A veces me importa menos la extensión si tengo un tipod de hisotria que me apetece, o que preveo que me apetezca. Otras, como por ejemplo ahora, procuro meterme en novelas más bien breves.
ResponderEliminarCreo que algo por instagram y alguna reseña había visto del comensal de turno. La trama, y sobre todo ese tratamiento de la muerte, sí que parecen bastante interesantes. Me podría animar, fíjate :)
Un besín, S!
Tengo una cierta obsesión por, al poco tiempo de empezar un libro, saber cuantas páginas tiene. Aunque a la hora de elegir, el tamaño -en este caso- no siempre importe sí que confieso que tengo épocas de libros muchos más livianos y que pocas veces empalmo la lectura de 2 tochos.
ResponderEliminarBesos.
La verdad es que no suelo fijarme en el grosor.
ResponderEliminarEste libro que mencionas, lo anoto.
Un beso
No me asustan los libros así Silvia pero acudo a ellos muy contadas veces la verdad. Me resulta un montón de interesante y aun así, lo voy a dejar pasar. Besos.
ResponderEliminarMarilu y tu habéis despertado mi curiosidad, le echaré un vistazo
ResponderEliminarBesos
Tú y Marilú me provocasteis curiosidad con vuestros comentarios en twitter y el sábado viendo el programa PáginaDos me lo llevé anotado. Me llama mucho la atención y tu hablas de él como "magnífico libro"...Hay que leerlo!
ResponderEliminarGracias por tu reseña.
Besos
Muchas veces me guío por las recomendaciones de este blog pero he de decir que en este caso "El comensal" no me gustó nada, de hecho me decepcionó mucho, me pareció un libro sin alma y, sobre todo, muy mal escrito... Me temo que la popularidad que ha alcanzado se debe más al tema que trata (el del terrorismo etarra, que sigue vendiendo mucho en este país) que a sus verdaderas dotes literarias, prácticamente inexistentes (ya que se asemeja más a una crónica periodística que a un relato literario). Hay una novela que trata el mismo tema del duelo y que es, a mi juicio, todo lo contrario: "La pertenencia" (la autora se llama Gema Nieto y también es una chica muy joven). Me pareció brillante. Lírica, honesta, valiente y conmovedora. Trata infinidad de motivos con un manejo sobresaliente del estilo: el dolor de una familia rota, el descubrimiento del amor... todo contado de manera bellísima. Impresionante, de verdad, de lo mejor que he leído últimamente, me ha marcado. Viene avalada además por Belén Gopegui y Alberto Olmos. Desde que la devoré la recomiendo encarecidamente a todo el que puedo, así que aquí dejo mi apunte, que espero que no caiga en saco roto porque de verdad es un libro que vale la pena. Un saludo.
ResponderEliminar@Paula
ResponderEliminarHola, Paula. Lamento que te haya decepcionado, personalmente el duelo por la madre me parece mucho más demoledor en el Comensal que el manifestado por el abuelo.El libro me gustó sobre todo por contraposición de duelos, sobre el tema etarra he leído libros mucho mejores (y también má efectistas).
No he leído "La pertenencia" pero me llevo tu recomendación ya que puede ser francamente interesante por lo que recomiendas. Muchísimas gracias por tu aporte y un saludo.