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miércoles, 13 de enero de 2016
Paris-Austerlitz. Rafael Chirbes
"Bromeaba, le tomaba el pelo, me reía mientras caminábamos por le sendero de grava. Se prestaba al juego. Colaboraba buscando alguna anécdota divertida que hubiéramos compartido. Se le animaban los cortos pasos de viejo. Las tardes en que me acerqué a verlo al Hôspital Saint-Louis parecía que cicatrizaba la herida que habían dejado nuestros desencuentros (maintenant, on s'aime comme des bons, amis), y que incluso quedaba en suspenso la enfermedad."
Pocos motivos me restan de dar tras lo dicho en este espacio sobre Chirbes, para justificar la lectura del libro de hoy. Hoy traigo a mi estantería virtual, Paris-Austerlitz.
Un hombre, ya en Madrid, echa la vista atrás para recordar cómo hace años huyó de su familia a Paris, para pintar, y conoció a un hombre maduro del que se enamoró. Michel, se llamaba, de origen más humilde que él, sólido como un bloque de madera, obrero, que lo cobijó en sus brazos y su casa en la época en que más lo necesitó. Michel amparó a este joven apoyándolo de todas las formas posibles, mientras la relación avanzaba por los caminos del amor y de la pasión hacia las fisuras y las grietas entre paseos y bares. Y lo hace partiendo en su relato de una visita al hospital en que Michel se encuentra ingresado, víctima de lo que se diera por llamar "la plaga", el sida.
Las novelas póstumas entran dentro de ese territorio tan complejo como emocionante para el lector. Por un lado tenemos la duda de si el autor quiso realmente que se publicara, si estaba finalizada la obra y acaso ya se estaba revisando, o pertenece a uno de esos manuscritos que aparecen el los cajones porque la mano que dio forma a ese texto, decidió que no tendría que llegar a las librerías. O tal vez ni siquiera llegó a concluirlo, por una de esas cosas que tiene la vida. Entonces, fallece su autor y, al cabo de unos meses, vemos un nuevo título y dudamos aún sabiendo que lo leeremos en el caso de estar firmado por uno de esos nombres que seguimos desde hace años. Nos dice Anagrama, que la novela comenzó a escribirse allá por los noventa, y que tras años de escribir y borrar, quedó finalizada apenas unos meses antes de que Chirbes falleciera. Y yo decido creérmelo, y me embarco en su lectura para descubrir un texto escueto, como ya lo hiciera el autor otras veces, directo, y muy pulido, certero, preciso.
Esta vez el autor no hace una crónica social, o tal vez sí pero de hace unos años. Ese momento en que el sida era casi un tema tabú, y la gente lo veía como una sentencia segura mientras se buscaba en la piel algún signo de padecerlo. A través de un narrador honrado, nos deja un relato, una novelita, en la que se desgranan las fases de una relación que comienza con el ardor de la pasión enfebrecida y se enfría sin remedio camino de una caducidad ya vivida en el caso de Michel, en otras ocasiones. Y sin embargo es el narrador el que nos interesa, porque será él quien hable de sentimientos, de seguridad y progresivo alejamiento. Iremos con él por los bares, dándonos cuenta de que el relato que nos hace de quien fuera su pareja no termina de ser del todo justo, como si de algún modo estuviera quitándose una carga por lo sucedido, y lo hiciera palabra a palabra. Un relato que toma consistencia rápidamente a ritmo de frases cortas y directas, en el que se irán desnudando las verdades que en su momento no quiso reconocer, como la diferencia de clases, y las excusas que jamás expresó como tales en el momento de la enfermedad.
Me ha recordado en sus formas a la ya lejana Mimoun, a la que siempre recordó Chirbes por ser su entrada al mundo literario. Esta vez tenemos una historia intimista, de pasiones y oscuridad, de soledad, de hombres marcados por sus vidas y diferencias. Una novela que a ratos desgarra, en la que la enfermedad parece transformar la concepción de los sentimientos, y es ahí donde su narrador se desnuda totalmente dejando ver esa parte que siempre se oculta; el miedo.
Madrid-Chamartín, Paris-Austerlitz dicen en un momento determinado en el texto: como estación de partida y de llegada. Donde empieza y quizás también donde comenzó a terminar. Como símbolo y como legado póstumo para los lectores amantes de las letras de Chirbes, que nos acercamos sabiendo que ofrece pocas concesiones y mucho sobre lo que reflexionar. Y descubrimos a un Chirbes que nos sorprende y a otro, al de siempre, que sigue ahí.
Y vosotros, ¿qué opináis de los libros póstumos, cada vez más frecuentes?
Gracias
PD. Rafael Chribes ha sido uno de los grandes nombres de las letras españolas en los últimos años. Un hombre honesto y sincero que ha destacado por su saber hacer y pasado desapercibido por su discrección a nivel personal. Por eso he comenzado hablando sobre los libros póstumos (tema que desarrollaré sin tardar) y por eso me niego a entrar en si hay o no referencias personales. No está aquí para responder, todo quedaría en la más pura elucubración cuando de lo que se trata es de saber si hay una buena historia o no detrás de sus páginas. Y, en cualquier caso, lo que me interesa de un escritor es su obra, sus vidas inventadas por encima de la suya propia. Porque esa, no se vende en librerías, ya tiene propietario, y es personal.
No conocía la novela ni he leído nada del autoraaunque tampoco iría ahora mismo a buscarla. Quizás empezaría por otro título. Curiosa la reflexión que nos dejas sobre los libros póstumos y si te digo la verdad tendría que pensarlo un poco
ResponderEliminarLas novelas póstumas son un misterio que se lleva el autor a la tumba. Interrogantes que pululan sobre su recuerdo, preguntándonos si el autor deseaba que saliera a la luz o que un tercero cometiera un sacrilegio con su «hijo putativo». La reseña que nos traes, tan cuidada, es misteriosa. Besitos
ResponderEliminarPues no me he estrenado aún con este autor y tengo delito. Tengo un par de títulos pendientes y éste que nos traes hoy me llama también.
ResponderEliminarBesos
Yo soy muy escéptica con las novelas póstumas, la verdad, porque la editoriales al fin y al cabo son empresas que lo que buscan son beneficios, con lo cual no sé hasta que punto estas novelas son obras de los autores o de las editoriales...
ResponderEliminarNo conocía ni la novela ni el autor. Nunca había pensado en lo de los libros póstumos. Pensaré acerca de ello.
ResponderEliminarHola! Me ha gustado mucho tu reseña, pero no sé si le daría una oportunidad a este libro que, por cierto, no conocía. De momento lo anoto pero lo dejo en cuarentena, jejeje.
ResponderEliminarBesos!
Esta en concreto no me llama demasiado la atención. En cuanto a tu pregunta, pienso un poco como tú. Es difícil saber si el autor realmente tenía intención de publicarla o si, en realidad, alguien se está aprovechando para sacar tajada. Un besote!!!
ResponderEliminarNunca he leído a Chirbes, me gusta el libro que me traes hoy. Me lo anoto.
ResponderEliminarA mí póstumo o no, no me importa, siempre que esté bien estructurado y me haga disfrutar de su lectura.
Besotessss
¡Hola!
ResponderEliminarAún no he leído nada del autor, no sé a que estoy esperando. Sinceramente no tengo muy claro por donde empezar con el autor, pero espero poder hacerlo pronto. Me gusta leer las obras póstumas de los autores, así que igual me animo primero con este.
Un beso
Lo malo que le veo yo al asunto, es que ya no puedes conocer al autor. Si un libro se presenta póstumamente, tampoco él puede disfrutar de su éxito. No sé... Besos.
ResponderEliminarNo lo conocía. No pinta mal. Un beso
ResponderEliminarEste me lo ha pedido ya MitadOscura así que de momento que se vaya leyendo la reseña jajaja!
ResponderEliminarPienso igual que Martina... Esos interrogantes que se generan en mi mente con las novelas póstumas... A las que solo me acerco si el autor es de mis selectos. Chirbes está en ella así que a casa se vendrá.
Estupendas ganas las que me has hecho.
Besosssssss
No conocía la novela ni he leído nunca al autor pero me ha gustado lo que cuentas de la historia así que es un libro que tendré en cuenta :)
ResponderEliminarPienso que si los autores no los quisieron publicar en vida sus razones tendrían.....pero hay casos en que la familia se ve "obligada" por diferentes circunstancias a sacarlo a la luz pública.Besicos
ResponderEliminarNo me llama mucho la trama, aunque lo explicas tan bien que me he planteado por algún segundo leerlo...
ResponderEliminarPero creo que si lo hago, no será empezando por este libro.
Pues no he leído nada del autor. Esta novela, desde luego no creo que vaya a ser la primera.
ResponderEliminarSobre lo que preguntas sobre los libros póstumos no sé que decir. Me asalta una duda parecida con los diarios, acabo de terminar El diario de Thoreau, y no sé si es un poco indiscreto...
Besos!
No he leído nada del autor. Confieso que me da pereza...
ResponderEliminarBesos
Tengo pendiente ponerme con Chirbes desde hace tiempo. A ver si lo hago pronto.
ResponderEliminarBesos!
Como viene siendo habitual, me enseñas libros que no conozco y que pintan bastante bien :)
ResponderEliminarpues nada, apuntado queda
un beesito
Este libro no me llama la atencion ni el autor en general asi que no creo que lo lea.
ResponderEliminarSaludos
Debo reconocer que aún no leí nada de Chirbes. Sus historias no me llaman demasiado, pero no no hay que cerrar puertas. Buena reseña!
ResponderEliminarSaludos
Hola. Yo si conozco la novela y estoy deseando leerla, pero pienso que los libros póstumos son proyectos inacabados por sus autores, que las editoriales no deberían publicar. Gracias por acercarnos el libro con tu reseña. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarLo tengo pendiente. A ver cuando le llega su turno.
Besos.
Creo que es inevitable que todo libro póstumo suscite dudas, pero yo en este caso y en atención al autor también decidiría dejarlas de lado y darle la oportunidad de que su lectura termine de darme la razón.
ResponderEliminarSólo he leído un título de Chirves pero es suficiente para tener claro su calidad narrativa y tras tu reseña creo que esta también va a merecer la pena.
Besos
Me abruma esta novela... creo que es demasiado intimista... me atrae mucho que sea póstuma pero no se si voy a darle una oportunidad... ya te contaré¡¡ un beso y feliz semana. Una reseña fabulosa, gracias¡¡
ResponderEliminarLas novelas póstumas tienen su punto, teniendo en cuenta que si tienes dudas o algo que o te cuaja... ajo y agua xD
ResponderEliminarTienen su misterio en ese sentido, molan.
Por otra parte, es una putada. Me explico. Estoy como loca por pillar el último de Pratchett, aunque me quedan muchos suyos por leer... pero cundo tenga ese, sabré que no voy a tener más, por lo obvio. Y me da cierta tristeza.
Dulce Chacón, otra de mis escritoras favoritas, he leído todas sus novelas salvo una, que leeré este año... voy a una por año, porque sé que no hay más.
Momento drama xD
Tengo ganas de leer al autor y me llaman varios la atención, a ver por cuál empiezo =)
Besotes
uy no conocía al autor pero se ve interesante, gracias por la reseña la tendré en cuenta. Respondiendo a tu pregunta no me gustan mucho porque aveces no los termina el autor . Te mando un beso y te me cuidas
ResponderEliminarQué difícil es saber a ciencia cierta si la novela publicada es de nuestro autor favorito muerto. Como bien decís, uno quiere creer que sí, y la lee, pero con dudas. Es tan sencillo engañar a un pobre fan.
ResponderEliminarSobre esta historia... paso, pero te cuento que lo último que escribí trata sobre una relación homosexual. Una nueva rareza ;)
Saludos.
HOLAAAAAAAA
ResponderEliminarNo conocia este libro ni al autor. No es que me llama mucho la atencion pero he picado un poco! Ojala me gustee ;D
Saludoss
La verdad es que no conocia al autor jejeej.
ResponderEliminarSobre las obras postumas no sé si realmente el autor quería que las sacasen a la luz, ya no se le puede preguntar ejejej
Bueno Feliz año si no te lo desee ya.
Besotesssssssssssssss
Nunca me he puesto con Chirbes... mea culpa, tengo que leer algo de él. Un beso :)
ResponderEliminarHola :) El libro en si no me llama, creo que no es para mi. Respecto a lo de las novelas postumas, yo soy un gran detractor, al igual que con la música, por que creo que son productos inacabados que quizás solo van a ensuciar el nombre del artista o escritor. Tenemos el claro ejemplo con Tolkien, del cual no paran de salir relatos o cosas; o Michael Jackson, que de repente aparecen canciones que no tienen casi nada que ver con él. Un besin^^
ResponderEliminarQué ganas tengo de ponerme manos a la obra con Rafael Chirbes. De momento tengo CUATRO de sus libros en mi estantería, así que de momento no me pondré con este libro póstumo.
ResponderEliminarBesos,
Confieso que a día de hoy, aún no me he estrenado con el autor, aunque esta novela hace un par de días que ando viéndola en las redes.
ResponderEliminarMe gusta lo que cuentas sobre ella. Tomo nota ;)
Gracias por tu reseña. Besos
No conozco al autor.
ResponderEliminarLo apunto.
Un beso
A mí también lo que me interesa de un autor es su obra, no su vida (a no ser que el autor decida contarla en sus libros).
ResponderEliminarTengo muchísimas ganas de leer este libro, pero muchas.
Gracias por tu reseña.
Besos!!
No he leído anda del autor, en algún momento lo haré, pero esta no es de las que más me apetecen por el momento
ResponderEliminarBesos
Tu reseña muy buena. El libro no me llama. Respecto a los libros póstumos, es una cuestión de negocio, creó.
ResponderEliminarTu reseña muy buena. El libro no me llama. Respecto a los libros póstumos, es una cuestión de negocio, creó.
ResponderEliminarno me llama mucho la atención esta novela... y con respecto a los libros póstumos, pues sí, como bien apuntas cada vez son más 'frecuentes' y dudo que sea fruto de la casualidad. O bien se respetaba más la figura del escritor o bien hay gente dispuesta a pagar porque otro termine lo que uno comenzó.
ResponderEliminarbesos.