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martes, 9 de agosto de 2016
Corazón tan blanco. Javier Marías
"No he querido saber, pero he sabido, que una de las niñas, cuando ya no era niña y no hacía mucho que había regresado de su viaje de bodas, entró en el cuarto de baño, se puso frente al espejo, se abrió la blusa, se quitó el sostén y se buscó el corazón con la punta de la pistola de su propio padre, que estaba en el comedor con parte de la familia y tres invitados. Cuando se oyó la detonación, unos cinco minutos después de que la niña hubiera abandonado la mesa, el padre no se levantó en seguida, sino que se quedó durante algunos segundos paralizado con la boca llena, sin atreverse a masticar ni a tragar ni menos aún a devolver el bocado al plato; y cuando por fin se alzó y corrió hacia el cuarto de baño, los que lo siguieron vieron cómo mientras descubría el cuerpo ensangrentado de su hija y se echaba las manos a la cabeza iba pasando el bocado de carne de un lado a otro de la boca, sin saber todavía qué hacer con él. Llevaba la servilleta en la mano, y no la soltó hasta que al cabo de un rato reparó el en sostén tirado sobre el bidet."
No he querido saber pero he sabido, comienza este libro publicado en 1992 para éxito y gloria de su autor hoy encumbrado. Uno de los comienzos más impactantes que recuerdo haber leído, capaz de lograr que imaginemos la escena con total claridad. Hoy traigo a mi estantería virtual, Corazón tan blanco.
Conocemos a Juan Ranz, narrador de la historia que es, además, contada en primera persona. Ranz, llevado por la vida que le muestra que guarda secretos, o tal vez por los recovecos en los que se cuelan los resquicios de luz, como un consejo de su padre el día de su boda, es empujado a investigar un secreto que ha acompañado a su familia durante años. Luisa, su mujer, se irá covirtiendo en cómplice de esta búsqueda que les llevará a desempolvar la historia de su familia más reciente encontrando en ella muertes como la que abre el libro, dudas, culpa, y mucho silencio acumulado.
Hablar de la trama de esta novela, entretejida de una forma magistral con Macbeth, es relativamente complicado, ya que no quiero privar a ningún lector de ir descubriendo paso a paso lo descubierto por el narrador sobre su familia. Baste decir, por lo tanto, que Marías juega con la necesidad de saber que uno a veces siente, sobre todo si intuye que hay secretos importantes, y con la sensación de tal vez no querer saberlo, una vez los ha descubierto. Esto provoca que el lector se convierta en cómplice de quien guarda el secreto, ya que uno no puede evitar preguntarse si es realmente necesario saberlo todo, sin darnos cuenta de que nos traicionamos a nosotros mismos por llevar más de doscientas páginas sin soltar la historia buscando precisamente, ese secreto. Tres matrimonios más el del narrador, viajes, encuentros, historias secundarias que se tocan en amantes ocasionales y un torrente de reflexiones, es lo que ofrece Marías en esta novela en la que nada queda libre al azar. Incluso el matrimonio protagonista se dedica a la traducción, mostrando con su trabajo una curiosa capacidad para manipular la verdad. Tanto, como aquel que la oculta.
Con ello el autor consigue reforzar la idea principal de una trama capaz de ir envolviendo hasta al más indiferente de los lectores, que no puede hacer otra cosa que preguntarse qué sucedió para llegar al punto en el que comienza la novela. Y también sobre sus posteriores consecuencias. La elección, la del disparo, la del silencio, la de saber... son todas ellas conscientes, aunque no siempre razonables salvo para quien las argumenta. Y sin embargo, en este caso, somos capaces de comprender el camino recorrido por cada uno de los personajes, muchos de los cuales a la sombra de un sentimiento que tal vez desconozcan y es la culpa.
Os preguntaréis ahora el motivo por el cual el libro se teje con aires de Macbeth, y si existe en ambos, además del silencio, el secreto y la culpa ya nombrados, un asesinato. Y podría explicarlo, pero me temo que en caso de hacerlo, perdería la efectividad que supone el descubrir esta historia al ritmo lento que propone el autor. Podría ahora hablar de enamoramientos, secretos, mentiras y formas de engañar. De oyentes involuntarios y otros forzados y adjudicar estos mismos adjetivos a quienes confiesan.; y con todo ello azuzar la curiosidad por un libro ya casi convertido en clásico moderno. Pero incluso si dijera todo esto, me faltaría explicar el placer que supone leer a Javier Marías en sus divagaciones frente a temas como el matrimonio o cualquier otro que le pase por la cabeza y termine en la punta de su pluma.
Corazón tan blanco es un libro redondo. De esos cuyo concepto mejora en el lector a medida que transcurren días y la historia se asienta en nuestro interior, se pone cómoda y nos da otra perspectiva. Una fantástica lectura para todos y, posiblemente, el mejor libro para comenzar con este autor.
Comenzaba hablando del principio del libro, y es que hay principios inolvidables en la historia de la literatura. Y vosotros, ¿recordáis particularmente el comienzo de alguna lectura?
Gracias.
"Mis manos son de tu color, pero me avergüenzo de llevar el corazón tan blanco."
Macbeth
William Shakespeare
Pues a mí me dejó indiferente y aburrida. A lo mejor era demasiado joven cuando lo leí y debería volver a su lectura. Pero me da pereza. En cuanto a los comienzos, suelen ser impactantes los de las policíacas, ¿no? Besos
ResponderEliminarLo tengo en la mesita de noche, en la lista de los inmediatos, o sea que lo leeré este mes. Me gusta todo lo que he leído de Marías, y veo por tu reseña que éste no me va a defraudar.
ResponderEliminarEn cuanto a principios... tantos... Hoy,ahora, el primero que me viene a la mente es éste:
"Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía."
"Corazón tan blanco" me parece el mejor de los libros de Javier Marías. En él su peculiarísimo estilo (casi filosófico, fenomenológico) alcanza su plenitud. Te tiene que gustar porque Marías no se limita a narrar, sino que lo hace a su modo, desgranando, deteniendo el tiempo. Diría incluso que su sentido del humor (incluso en los dramas) es único en el panorama literario español.
ResponderEliminarPor cierto, siempre empieza sus libros de un modo absolutamente impactante, la historia posterior tiene otro ritmo.
Me gustan, como ya he dicho, todos los comienzos de los libros de Marías. Pero hay tres clásicos modernos que no puedo olvidar:
"Todas las familias felices se parecen unas a otras; cada familia desdichada lo es a su manera".
"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a ver el hielo".
"Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas".
Tengo muy mala memoria a la hora de recordar frases de libros, pero siempre que veo el comienzo de "Los pilares de la tierra" sé de qué libro de trata. Besos.
ResponderEliminarHace muchos años que leí este libro por primera vez. Después lo releí para una tertulia literaria. Es maravilloso. Estoy de acuerdo en todo lo que mencionas: el comienzo que te atrapa e impide que puedas dejar de leer; las reflexiones acerca de los secretos y la conveniencia o no de que dejen de serlo. Javier Marías es un escritor absolutamente imprescindible.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tengo que volver a ponerme con el autor. Lo intenté hace un tiempo y se me atravesó.
ResponderEliminarUn beso ;)
Hola! No conocía este libro pero la verdad es que lo que he leído al principio me ha impactado. Ahora mismo me es imposible leerlo, pero si lo buscaré para leerlo más adelante.
ResponderEliminarY sinceramente, no recuerdo ningún principio que me llamase mucho la atención.
Besos!
Lo leí hace mucho y no me gustó nada,me aburrí.
ResponderEliminarBesos
La verdad es que el comienzo me ha impactado.Besicos
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarEs verdad que el comienzo de este libro es muy impactante y te mete de lleno en la historia con ganas de saber más. Sin embargo, según avanzaba la novela se me iba atravesando. Pero la has puesto tan bien que igual le doy otra oportunidad. Quizás cuando la empecé no era el momento... ¡Gracias por la reseña!
Un saludo imaginativo...
Patt
No recuerdo si he leído algo del autor pero el comienzo que nos traes al principio de tu reseña me ha encantado, no descarto hacerme con el libro, apuntado queda.
ResponderEliminarUn beso
Pues me encanta ese comienzo, de los mejores que he leído desde luego (y eso que me es difícil decir que me gusta un comienzo así de primeras sin haber leído todo el libro). El título me sonaba mucho pero no lo asociaba a Javier Marías. Así que tomo nota de la recomendación.
ResponderEliminarQuiero leer algo del autor, sólo tengo que elegir título. Este no pinta mal
ResponderEliminarBesos
No es exactamente el comienzo de una lectura
ResponderEliminarPero en mis años adolscentes este poema (novela tragica) de mi tierra me acompaño
...."Cayó la flor al río!
Los temblorosos círculos concéntricos
Balancearon los verdes camalotes,
Y en el silencio del juncal murieron.".....
Poema de Tabare de Juan Zorrilla de San Martin
Me encantaria lo llegaras a leer
Cariños
Hola!!
ResponderEliminarPues por el momento tengo demasiados pendientes.
Gracias por la reseña.
Un saludo :)
Hola!!
ResponderEliminarPues por el momento tengo demasiados pendientes.
Gracias por la reseña.
Un saludo :)
El inicio es, desde luego, muy prometedor, y parece uno de esos libros de lectura obligatoria. Gracias por la reseña, porque, aunque conocía el libro, me lo has puesto en el itinerario de lectura.
ResponderEliminarUn beso!!
Muy buen libro. Me parece excelente que se hagan entradas acerca de libros publicados hace tiempo. Saludos.
ResponderEliminarMuy buen libro, lo leí hace tiempo y de ahí seguí leyendo a Marias. Me parece muy bien que se hagan entradas de libros que no son necesariamente novedades editoriales. Saludos.
ResponderEliminarRealmente es un principio impactante. Leí hace bastantes años "Mañana en la batalla piensa en mí" y me gustó mucho pero la verdad es que no he vuelto a leer ninguna novela suya, aunque sí sus artículos... Me llevo esta anotada.
ResponderEliminarAbrazo!
siempre volveré o querré estar con Marías
ResponderEliminarRecuerdo el comienzo de El hobbit, que me eeeeeeencanta.
ResponderEliminarEn general Pratchett tiene ese no-sé-qué que me engancha desde el principio =)
Besotes
Uy tal vez lo lea , me dejaste intrigada adore la cita Macbeth que recuerdos.
ResponderEliminarTu reseña esconde más se retos que la própia novela y eso hace que dé ganas de leerla.
ResponderEliminarUn comienzo que me pareció genial fue el de El retrato de Rose Madder.
Saludos.
Pues del que tengo ganas es de Macbeth, que siempre digo que tengo que leerlo pero no hay forma de que abra esa obra :-)
ResponderEliminarDe comienzos, recuerdo el de un clásido, el de Ana Karenina: Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada.
Besos.
Lo he leído hace un tiempo ya, y recuerdo que me había gustado. Marías es un autor con estilo soberbio y temas interesantes. Qué bueno ha sido verlo por aquí, S. Parece que a ti también te gustó.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
No he leído este libro. Es posible que me anime a conocerlo.
ResponderEliminarUn beso.
La última cita me ha matado de lo buenísima que es.
ResponderEliminarUn beso,
Noa
Sí, el inicio es muy impactante, pero la novela no termina de convencerme, no es mi estilo. Aún así, ha sido muy agradable leer tus palabras.
ResponderEliminarUn saludo,
Laura
Como dices, el inicio de la novela es impactante. Tanto, que todavía lo recuerdo. Con Corazón tan Blanco me enganché un tiempo a Javier Marías.
ResponderEliminarMe gustó muchísimo esta novela.
Besos.
je.
ResponderEliminar"no era el hombre mas honesto, ni el más piadoso, pero era un hombre valiente..."
un comienzo el de marías que me recuerda a la canción de ariel rot, después de brindar
Buen comienzo para un libro maravilloso... lo lei hace tanto q es bueno recordar el impacto
ResponderEliminarpues tiene buena pinta.
ResponderEliminarNo leo tu blog con regularidad, a pesar de su calidad, pero siempre paso a ver alguna reseña y me dejo llevar por tus consejos. Gracias por ello.
ResponderEliminar¿Comienzos? Muchos, elijamos alguno un poco al azar:
"El verano que cumplió quince años, Melanie descubrió que estaba hecha de carne y sangre". De "La juguetería mágica" de Ängela Carter.
"La casa estaba desierta y vacía. El frío penetraba por todos los rincones. En la bañera se había formado una fina membrana de hielo. Y ella había empezado a adquirir un ligero tono azulado. Pensó que, así tumbada, como estaba, parecía una princesa. Una princesa de hielo". De "La princesa de hielo" de Camilla Lackbërg.
Leyendo ahora "Ni lo ves, ni lo verás" de M.J. Arlidge.
Voy a seguir tu interesante blog.