"El interventor llegó a la ciudad en tren una noche de noviembre. En aquel momento no era todavía, en modo alguno, el interventor ni había adquirido los derechos o la propiedad del nombre. Se trataba sólo de un viajero anónimo al que las circunstancias del azar irían privando poco a poco de la condición de viajero y forastero hasta terminar convirtiéndolo en el interventor, el duelo exclusivo de la denominación."
El mundo está lleno de libros magníficos por descubrir y que, hasta ese momento, habitan rincones olvidados de las librerías hasta que alguien los recoge. En esta ocasión fue @Bernie quien me recomendó este título que hoy traigo a mi estantería virtual. Se trata de Paradoja del interventor.
Conocemos a un hombre, uno cualquiera, en una estación cualquiera del tren. Este viajero se apea para dirigirse a un bar y que le rellenen una botella de agua. Es educado, corresponde a la gratuidad de la cortesía solicitando un café mientras mira al interventor que parece no tener prisa para dar la salida al tren. Sin embargo, en tren sale de la estación dejando a nuestro hombre sin nombre abandonado en ella, sin documentos, sin maleta, sin dinero. Sin nada. Nuestro protagonista sin nombre emprenderá una búsqueda en este pueblo desconocido, la de una autoridad que pueda ayudarle, pongamos que es el interventor, y los habitantes, lugareños, es lo que oyen salir de la boca del desconocido. Tanto es así, que esa será la forma en que le llamen.
Comienza la Paradoja del interventor como Kafka en un Castillo hiciera hace ya muchos años, salvando claro las distancias. Y establece ya las pautas de esta extraordinaria novela sobre la búsqueda de un hombre, en una zona desconocida. Búsqueda en la que irá descubriendo esas vidas anónimas que conforman los microcosmos de las pequeñas realidades y en las que nos dejará sumergirnos acompañándole junto a su botella de agua. Pronto descubrimos, al igual que lo hace el protagonista, que el hombre al que miraba en la cantina de la estación, no sólo no es el interventor, sino que nos damos cuenta de que su conversación se reduce a frases en latín. Nos presenta también a un tal Cristo cuyas paradas procesionarias tienen más de alcohol que de otra cosa, un personaje que, pese a ser el más exagerado en sus padeceres, da buena muestra del pequeño elenco de personas sin importancia con el que nos tropezaremos en esta historia.
No deja de ser curiosa, además, la sensación de aislamiento que sobreviene al lector ante la zona cualquiera de provincias que nos es representada y que parece vivir al margen del caminar del mundo, tal vez anclada en la sombra de unos momentos mejores que ahora la dejaron en franca decadencia. Una decadencia que arrastra a sus habitantes y al propio interventor ante la atenta mirada de un lector embelesado con el cuidado lenguaje de Hidalgo Bayal. Porque esa es otra de las grandes bazas de esta novela cuya historia es aparentemente banal: las formas, lo escritor. Tienen sus letras algo de solemne, de cuidado extremo en el que cada sílaba ha sido cuidadosamente colocada, que deslumbra en las primeras letras y nos obliga a detenernos para paladear la novela. Y si habéis leído algo del autor, sabréis perfectamente a qué me refiero.
Se trata, por lo tanto, de un magnífico ejemplo de que no hacen falta grandes aventuras, ni crímenes, aunque cierto es que hay algún misterio y unas cuantas historias tejidas en estas páginas, para conseguir una lectura entregada. Y es que, como comentaba al principio de esta entrada, quedan muchos tesoros por descubrir en los estantes de una librería, y algunos no esconden al menos en apariencia nada deslumbrante. Esos, son los peligrosos, porque pueden esconder tesoros de esos que recomendamos como si fuéramos sus únicos descubridores, aún cuando hayamos llegado a ellos por una recomendación. Como hago yo hoy.
Y vosotros, ¿recordáis algún libro cuyo argumento,aparentemente gris, os haya marcado?
Gracias.
Si que es verdad que no hacen faltan a veces grandes tramas para que un libro te atrape. No lo conocía y no me importaría echarle un vistazo.
ResponderEliminarMmmm, este sí me gusta, aparte de la trama percibo tu entusiasmo. Besos.
ResponderEliminarPues no pinta nada mal...
ResponderEliminarUn beso :)
Pues la verdad es que hoy, a pesar de tus impresiones, no lo tengo nada claro. Creo que esta novela no es para mí.
ResponderEliminarBesos
Que razón llevas. No conocía este libro y me ha llamado la atención. Anotado queda
ResponderEliminarBesos
Me parece atractivo, ¿hasta que punto? pues lo sabré cuando lo vea en una librería y sienta deseo de llevármelo o no.
ResponderEliminarUn beso
Me resulta interesante tu reseña y seguro que si lo leo me gusta.Besicos
ResponderEliminarParce un libro estupendo!
ResponderEliminarTomo nota, aunque la lista de pendientes ya va siendo considerable.
Un abrazo!
La verdad es que ni me suena este título, pero me resulta muy atractivo lo que nos cuentas.
ResponderEliminarBesos
Uy, pues me has dejado intrigadilla. Un besote!!
ResponderEliminarMe descubres este libro y no me importaría nada leerlo, que pinta muy pero que muy bien.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues si te digo la verdad, no. Algunas noveas me han sorpredido para bien y otras para mal; pero ahora mismo no sabría darte un título. Está cabeza mía... Besos.
ResponderEliminarHola! No sé... no termina de llamarme la atención. Esta vez lo dejo pasar.
ResponderEliminarBesos!
Hola, por lo que cuentas tiene pinta de interesante y que hayas hablado de Kafka y de El Castillo lo hace aún más apetecible. Libros que me hayan marcado, pues yo te digo dos Ensayo sobre la ceguera de Saramago que me rompió los esquemas por completo y por supuesto Kafka ya sea con su Metamorfosis o con El Proceso, los tres me dejaron flipada. Así que me lo voy a apuntar porque estoy segura que me aportará mucho. Un saludo
ResponderEliminarPrecisamente vi en twitter que a Bernie le había gustado y me llamó la atención porque no lo conocía. Y hoy con tu reseña me confirmas que me podría gustar así que lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarBesitos
pues aun me decanto por algunos de cuentos cortos y recibí muy gratas sorpresas....
ResponderEliminarcuentos de escritores mexicanos...
como elena garro
o vasconcelos
No creo que lo lea , pero se ve interesante, te mando un beso
ResponderEliminarEs lindo eso de descubrir tesoros gracias a la recomendación de un buen amigo; le da un valor aún mayor. Tomo nota del título, que no lo conocía y me gusta lo que cuentas; gracias.
ResponderEliminarBesos.
La premisa del del tipo varado en un pueblo por culpa del tren que se marcha es excelente. Da para mucho.
ResponderEliminarNo recuerdo una novela que me haya resultado gris.
Saludos.
Creo que no, este no me lo llevo anotado.
ResponderEliminarBesos.
Sin duda uno de esos libros por descubrir. No me importaría nada echarle el ojo. Besos
ResponderEliminarEste no termina de convencerme, no se si lo disfrutaría
ResponderEliminarBesos
De momento no estoy muy convencida, veremos como lo maduro.
ResponderEliminarUn beso ;)
Tiens razon cuantos libros a descubrir
ResponderEliminarA mi edad ya no es posible pero agradezco a la vida que desde muy pequeña pude leer muchisimo
Creo que cada libro algo deja dentro nuestro, claro si son de buenos autores
Cada uno me ha dejado algo
Pero siempre recomiendo leert a Jose Ingenieron especialmente en sus clarlas recopiladas en el libro El hombre mediocre
Recibe mi cariños
Este me mola, buena recomendación de Bernie, entonces. Me lo llevo a mi wish ;)
ResponderEliminarPues lo voy a tener en cuenta. Creo me puede gustar.
ResponderEliminarUn beso.
No lo conocía, creo que podría gustarme...
ResponderEliminarBesotes