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lunes, 14 de agosto de 2017
En un bosque muy oscuro. Ruth Ware
"Corro.
Corro a través de los bosques iluminados por la luna: las ramas me desgarran la ropa y los pies se me enredan en los helechos cargados de nieve."
Este año parezco empeñada en encontrar el boom del verano antes de que me lo cuenten, y por eso voy leyendo aquí y allá esas novelas que se venden como adictivas con mayor o menor fortuna. Hoy traigo a mi estantería virtual, En un bosque muy oscuro.
Leonor se despierta arañada y magullada en un hospital. No tiene muy claro lo que le ha sucedido, pero sabe que ha sido algo serio. Su cerebro le envía recuerdos fragmentados de una despedida de soltera en una casa extraña con gente a la que apenas conocía. A la novia hacía diez años que no la veía. Y sin embargo fue. Y ahora está en un hospital escuchando hablar en voz baja sobre un muerto.
Esta novela, contada en dos tiempos, comienza en el hospital y va utilizando el recurso del flash back para relatarnos la historia hasta llegar al punto de partida y, a partir de ahí, dar la resolución. Sigue la moda actual de poner personajes femeninos (y en este caso un hombre homosexual también), que empiezan a superpoblar este tipo de libros, como si de este modo, consiguieran más lectores del género aunque sean novelas que suelan quedarte en la superficie de lo que yo considero un argumento sólido. En este caso, la historia es intrigante y el misterio es desvelado en las últimas páginas, buscando así que el lector necesite un capítulo más antes de cerrar el libro. De hecho, la autora juega a los misterios, empezando por el de "qué es lo que realmente sucedió", pasando por "a quién le sucede qué" y finalizando por "quién es responsable de cada cosa". Los personajes, definidos a golpe de cliché y con una clara intención de captar al público joven en una novela adulta, satisfacen al lector poco exigente que pronto conoce lo necesario para diferenciarlos y avanzar, aunque en realidad sus motivaciones no son más que pequeños bocetos superficiales. De este modo, y como si estuviéramos en el último curso de instituto, tenemos a la popular, su sombra, el gay, la sarcástica gay y la apocada. Y con eso y unas referencias poco sutiles a Hitchkock y Christie, Ware consigue la atmósfera teatral que parece ir buscando desde el principio. Y es que, evita deliberadamente el realismo, utilizando un escenario con una casa a medio describir que no terminamos de comprender del todo y que a mi me ha recordado a aquella llena de cristales que salía en una película titulada 13 fantasmas.
Tengo que decir que el argumento no está mal llevado y que Ware busca, desde las primeras páginas, ir dejando pistas para que no tengamos la sensación de estar ante un final de esos que parecen sacados de la chistera de un mago. Y lo consigue, apetece leer y continuar página tras páginas desvelando los misterios sobre lo acontecido ante una protagonista que parece no poder recuperar la memoria sobre sus últimas horas. Incluso el final es matemáticamente correcto. Sin embargo, la literatura y las matemáticas son materias diferentes y no podemos evitar la sensación de que la autora alarga esa pérdida de memoria para conseguir veinte o treinta páginas extra en un libro, por lo demás correcto. Exactamente igual que sucede con su final, ya que, una vez terminado, cuando uno hace esa revisión general de la novela y piensa en el conjunto... ahí es cuando pierde puntos. No por agujeros en la trama, sino por credibilidad. La historia de Ware se tambalea y su novela se queda en una lectura más para pasar los días estivales junto a la piscina. Uno de esos libros que salen todos los años, y que en algunos casos incluso podemos ver en la gran pantalla, pero que se leen con la misma facilidad con la que pasan al olvido..
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias.
A mí últimamente me pasa mucho con estos thrillers que son todos el mejor del verano y del último cuarto de siglo. Que los leo bien, cómoda, me gustan, me entretienen, pero cuando se acaban y se enfrían, tienen más lagunas que hay en Ciudad Real. Y la cosa se queda en nada.
ResponderEliminarYo esta semana sigo dándole al thriller con Tana French, que es una autora que me encanta.
Besos.
Ni de broma. Estos libros que buscan complacer a la gran masa no me convencen nada y suelo acabar cabreada con tanto cliché. Me ha hecho gracia lo de que aun pasando diez años va, es la típica acción incoherente para dar pie a una historia.
ResponderEliminarEmpiezo la semana con El universo en tu mano.
Este si es de los míos, lo tengo ya en el ebook :)
ResponderEliminarLa verdad es que no me ha llamado la atención, no se que me ocurre que me estoy apartando de la lectura pues llevo ya cómo tres meses que no he leído ninguna novela, leo otras cosas, sobre todo lo que publican en sus blogs mis amigos blogueros que todos los días los visito y leo todo lo que ponen.Besicos
ResponderEliminarEstoy leyendo "El año del diluvio ", de Eduardo Mendoza.
ResponderEliminarGracias por tu reseña.
Un beso.
Ahora estoy con uno de autoayuda. Ya os hablaré de él más adelante. Un beso.
ResponderEliminarEs triste decirlo pero es verdad que cada vez hay más historias que buscan el recurso fácil...y al final eso el lector lo nota. Se nota con el tiempo, con el olvido de sus historias.
ResponderEliminarYo estoy empezando a saturar con este género, leeré algo que tengo pendiente y que me han prestado y buscaré otro tipo de historias. Este lo dejo pasar...
Besitos
No me termina de convencer asi que lo voy a dejar pasar. Esta semana la empiezo con Arena negra de Gema Bonnin, que ya tengo curiosidad de saber como cierra la bilogia.
ResponderEliminarSaludos
Hola! No me han hablado muy bien de este libro y si tú lo consideras una lectura más sin nada especial, mejor lo dejo pasar que tengo muchos libros así.
ResponderEliminarYo esta semana estoy con Por una cama de princesa, Centinela y sigo con una corte de niebla y furia.
Besos!
Gracias por la recomendación se ve un libro muy divertido. Te una buena semana
ResponderEliminarHa sido ver el título y pensar en piscinero. He de reconocer que aunque coincido contigo en que son libros que entretienen y pasan al olvido, a veces como que apetecen en verano, no? Para despejar un poco el cerebro.
ResponderEliminarY chica, despertarte en un hospital magullada..... Me llama, me llama!!!
Me lo anoto tb.
Besos
Acabo de finalizar Estrella Roja de Alexander Bolgánov y me pongo con Mi idea de la diversión de Will Self.
ResponderEliminarBesos
¡Hola!
ResponderEliminarVaya. Pues pintaba bien, pero... ahora mismo no me apetece algo así, en especial después del chasco reciente que me he llevado. Ahora mismo estoy leyendo "El color púrpura" y la verdad es que está siendo de lo más interesante.
Un saludo imaginativo...
Patt
Aunque la reseña es algo dudosa con respecto a si es buena o no, a mí el argumento me convence mucho.
ResponderEliminarEsta semana comencé Una hamburguesa para cenar, de Javier Martos.
Saludos.
acabo de terminar a "El canto del cisne" una negra de Edmund Crispin muy entrañable, como todos los suyos. Yo con la policial y los thrillers prefiero leer los clásicos, porque como dijo alguien allí arrriba, estas efectistas se quedan en eso, y al final tienes la sensación de que solo te quedas pensando pero en las lagunas.
ResponderEliminarHe seguido con la "Fiesta de la insignificancia" de Kundera.