Páginas
▼
lunes, 6 de noviembre de 2017
Alias Grace. Margaret Atwood
Este fin de semana me tropecé en Netflix con una serie basada en este título que lleva el mismo nombre. Me puse a verla y no pude evitar buscar la novela original. Hoy traigo a mi estantería virtual, Alias Grace.
Grace es una chica de dieciséis años huérfana que ha llegado a Canadá para trabajar sirviendo. Ahora está condenada por asesinato. Recibe diariamente la visita del doctor Simon, quien intentará desentrañar lo sucedido y, con un poco de suerte y tal y como esperan un grupo de liberales, ayudar a que sea declarada inocente.
Comenzaba hablando de la serie que me llamó la atención y me recordó a un libro leído hace un par de años aproximadamente y titulado "Sitos funerarios". Investigando un poco, esta historia era anterior y no me iba a quedar con las ganas de leerla, máxime cuando me había gustado la miniserie tanto. Y tengo que decir, que no se parece tanto y que tiene que ser una labor casi imposible contar todo lo que Atwood dice en un libro. No solo eso, sino que es, además, una escritora camaleónica capaz de sorprendernos con cada lectura, al menos a mi.
En esta ocasión utiliza dos voces, dos casas, dos situaciones, dos vidas, que no pueden ser más diferentes. El doctor, acomodado, con una madre terrible que se cierne permanentemente sobre él y Grace, una joven sin madre que, lejos de darnos pena, nos intriga por esa aparente incapacidad para mostrar sentimientos o empatía. De hecho, los mejores momentos de la novela son aquellos en los que Grace toma la palabra y observamos como mide cada cosa que va relatando, cada palabra, cada frase, hasta dónde llegar. Ella afirma no recordar nada de los asesinatos y su historia comienza realmente cuando comparte vida con la joven Mary y cómo le marca lo que le sucede. Su vida no es fácil, y termina en otro lugar, otra casa. Nadie esperaría que seis meses después, dos personas de esa casa estarían muertas, dice. Y al lector se le ponen los pelos de punta mientras comienza a plantearse realmente si ella es culpable, si tanta frialdad no esconderá una incapacidad para sentir amor o compasión. Y el doctor sigue escuchando la historia, buscando la manera de desenterrar los recuerdos de aquél día. Y Mary sigue cosiendo. Porquemi8entras habla, no deja de coser una colcha. De hecho cada capítulo comienza con el cuadro que Mary cose en ese momento, y aquí he echado en falta ver esos cuadros y una pequeña explicación, ya que el patchwork se basa en las historias que se cuentan en cada cuadrante. No descuida tampoco mostrarnos el ambiente de época, marcando diferencias entre los sexos, las clases sociales y los prejuicios y las desigualdades incluidas excéntricas aficiones como el espiritismo en algunas personas de clases altas, aburridas.
Atwood parte de un suceso real para inspirarse en la novela, y quizás por eso opta por darle al lector una visión completa de lo sucedido mostrando noticias, cartas y opiniones de distintas voces. De este modo poco a poco vamos formándonos la nuestra propia, esperando llegar a un final que nos de una gran explicación. Y ahí, y pese a que no soy partidaria de las novelas con finales demasiado abiertos, Atwood opta por cerrar la acción de una forma un tanto precipitada tras una novela de ritmo calmado y constante. Y no lo hace, apostaría, por tener prisa, sino por dejar un cierto aroma de duda en el aire que se mantiene dentro del lector durante un rato. Nos preguntamos, ¿quién es Grace? Y eso, justamente eso, es lo que convierte a esta novela en una magnífica opción.
Alias Grace es un libro duro sobre una vida dura, con algún momento para el humor y ningún hueco para la compasión. Introspectivo, magnífico.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias.
PD. Volvemos el lunes.
Lo encontré en una librería de segunda mano y lo tengo en la estantería. Lo recuperaré.
ResponderEliminarSaludos
No conocía el libro ni la miniserie, pero no me importaría leerlo, me gusta lo que cuentas.
ResponderEliminarBesos
He empezado a ver este libro, y la serie, hace poco. Iré buscando más opiniones. Me intriga, pero no sé...
ResponderEliminarBesos.
tengo muchísimas ganas de leerlo, la serie la veré después. Besos
ResponderEliminarLo tengo desde hace muchísimo tiempo en casa, y me ha pasado un poco como a ti. Al ver que Netflix tenía la serie, me han entrado ganas de leerlo :) A ver si lo hago pronto.
ResponderEliminarBesos!
No he leído nada de Margaret Atwood, una de mis eternas pendientes, y no sé si me animaría a comenzar por este, aunque por lo que he leído todos parecen igual de terribles, veré con cual me inicio y cuando. Besinos.
ResponderEliminarHolaa
ResponderEliminarDe la autora solo he leído El cuento de la criada y me encantó. Este tiene una pinta estupenda.
Un besito^^
Hola! Me gusta lo que cuentas y creo que me puede gustar, así que me lo voy a llevar anotado. Esta semana sigo con La hermana perla y estoy también con Desafiando las normas.
ResponderEliminarBesos!
Parece que es una autora que está pegando fuerte y a mí personalmente me atrae mucho más esta historia que "El cuento de la criada". Eso sí, yo esperaré a leer el libro para ver la miniserie ;)
ResponderEliminarBesitos
Interesante reseña aunque no me agrada quedarme con la duda con el final de una novela y cuando ocurre esto yo misma le pongo el final que me conviene y me gusta:-) Besicos
ResponderEliminar¡Hola! No sabía que habían hecho una serie de este libro que todavía no leí (para variar). Tengo una relación rara con Margaret Atwood, leí dos libros de ella que no me sorprendieron demasiado (no son los más reconocidos). Por lo que contás este sí me puede llegar a gustar.
ResponderEliminarBesos.
Tiene muy buena pinta. Yo estoy con "En la mente del hipnotista". Es larguito, así que me va a durar, al ritmillo que voy. Besotes!!!
ResponderEliminar¿Sitos???
ResponderEliminar¡RITOS FUNERARIOS!
Antonia, cómo andamosss.
YA sabes que voy a leerlo, y si puedo, en el mes gratis de NEtflix, ver la serie también. Jijij.
BEsotesss
Esta noche decido lectura. también he llegado a este libro por la serie, pero en mi caso todavía no he decidido qué hacer, je. Un beso!
ResponderEliminarNo sabía de la serie ni del libro. Así que hoy dos cositas más a la lista de pendientes.
ResponderEliminarBesotes!!!
No creo que lea este libro, no me convence.
ResponderEliminarSaludos
Uy yo iba ver la miniserie y creo que lo haré y ademas leeré el libro . Te mando un beso
ResponderEliminarPara mí, Margaret Atwood siempre ha sido una de mis autoras imprescindibles. Al margen de las modas que corren ahora debido a la adaptación de "El cuento de la criada" o de "Alias Grace", Atwood es siempre recomendable por muchos motivo (y ojalá le otorguen de una vez el Nobel de literatura ¡hombre ya!) (aunque temo que como se ha puesto de moda, no lo consiga jamás).
ResponderEliminarEs cierto que tiene ciertas similitudes con "Ritos funerarios", pero quizás por la temática.
De Margaret Atwood mi preferida sigue siendo "Penélope y las doce criadas", que recomiendo muchísimo. Y tengo debilidad por una de ciencia ficción, "El año del diluvio".
Empiezo la semana con "Instrumental", de James Rhodes. Un beso.
Quiero leerlo antes de ponerme con la serie que han estrenado hace poco
ResponderEliminarBesos
Tengo que leer esta novela, El cuento de la criada y Ritos funerarios... Demasiadas lecturas pendientes!!!!
ResponderEliminarGracias por la reseña!
Tomo buena nota,
ResponderEliminarUn beso.
Es curioso como a veces llegamos a los libros, o los libros llegan a nosotros. No conocía ni la serie ni la novela. Que pueden estar bien.
ResponderEliminarYo acabo de empezar a leer "Por encima de la lluvia" de Víctor del Árbol.
Un abrazo
Pues pinta interesante, tal vez le dé una oportunidad al libro o a la serie.
ResponderEliminarBesos!
También la he visto por Netflix, aunque no me atreví a verla. El libro debe de ser increíble. Es cierto que Atwood es camaleónica. Tengo en casa otro libro suyo, que nada tiene que ver con las historias que últimamente la están llevando a ser más conocida. Espero poder dar con tiempo para ella. De momento elijo lecturas menos intensas.
ResponderEliminarUn placer pasar por aquí, como siempre.