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jueves, 11 de enero de 2018
Los dieciséis árboles del Somme. Lars Mytting
"Mi madre era para mi un olor. Era un calor, una pierna a la que me aferraba, un soplo de algo azulado, un vestido que creía recordar que usaba. Me decía a mi mismo que mi madre me había lanzado a la vida con un arco y, cuando moldeaba mis recuerdos sobre ella, no estaba seguro de si eran correctos ni verdaderos, sencillamente la recreaba tal como creía que un hijo debe recordar a su madre.
Era en ella en quien pensaba cuando ponía a prueba mi añoranza, rara vez en mi padre."
El libro de la madera fue uno de esos descubrimientos literarios que nos pillaron por sorpresa el año pasado dejándonos con ganas de leer algo más del autor. Hoy traigo a mi estantería virtual la segunda novela de Lars Mytting, se trata de Los dieciséis árboles del Somme.
En el año 1971 una pareja noruego/francesa muere en circunstancias cuestionables. Se sabe que iban en el coche con su hijo de tres años, y que estuvo desaparecido cuatro días, hasta que fue encontrado en un hospital a varias millas de distancia. Nosotros conoceremos a ese hijo, Edvard, ya crecido. Ha sido criado por su abuelo, siempre bajo la sombra de lo sucedido a sus padres en una familia que ha visto la muerte demasiado cerca. Cuando su abuelo muere a principios de los 90 a Edvard se le presenta la oportunidad de excavar en su historia familiar y tal vez en su memoria.
Siempre he opinado que un éxito lo tiene cualquiera: una buena idea, un día inspirado, suerte... es en el siguiente paso en el que uno sabe si fue suerte o es algo más. Por eso siempre me interesan casi más las segundas obras que las primeras. Y por eso me fijé en este título, del que me llamó la atención que también estuviera relacionado con la madera. Qué tendrá este hombre con los árboles, pensé sabiendo ya la respuesta tras haber leído el primer título. Y me sumergí en la lectura.
No tarda una mucho en quedar inmersa en esta historia y sentir una corriente de empatía hacia Edvard, pese a que es un personaje que no siempre actúa bien y cuyo temperamento le lleva a precipitarse en algunas ocasiones. De hecho, eso es precisamente lo que provoca la empatía: la credibilidad de su protagonista, del que Mytting no oculta ninguna arista. Con 23 años y al morir su abuelo, descubre que hay algo que se oculta en la muerte de sus padres, y lo une a ese hermano de su abuelo Einar, cuyo nombre dejó de pronunciarse y que pasó de poner argollas en los árboles dejándolos heridos, a desaparecer en Francia. De este modo son varias las incógnitas que se nos abren en la novela, y somos incapaces de no bucear en ellas junto al protagonista, que parece sentirse incompleto y necesita saber más. Quizás no sea una tontería pensar que es como uno de esos abedules de fuego que, heridos, no les queda otra que deformarse para envolver su herida generando una cicatriz en el dibujo de sus anillos que solo será descubierta al convertirlos en madera. Y esa imagen, la fuerza de esa imagen unida a la belleza de las palabras utilizadas por Mytting, es lo que sorprende al lector dejándole con la necesidad de releer alguno de los párrafos. Yo reconozco haberme enamorado de ese bosque de abedules que restallan y de esa metáfora palpable entre los árboles y Edvard. Hacía tiempo que no me tropezaba algo tan hermoso como esa unión entre persona y paisaje herido, casi podía oír restallar los aros al romperse y me preguntaba también tumbada en el suelo por qué habría que dañar un árbol.
Sin embargo la historia de Mytting va mucho más allá de ese bosque. Se interna en el pueblo también presentando pecados que no se purgan y culpas que quedan al descubierto por una guerra ya pasada o un secreto oculto. Con ello el autor consigue dejar un rastro profundamente humano en todos ellos, incluso tierno en muchos momentos, y convierte la historia en algo cercano para el lector.
Los dieciséis árboles del Somme me ha parecido una gran lectura. Uno de esos libros que se leen con calma, dejándose impregnar por las sensaciones, los olores y sonidos que desprenden sus páginas. Me ha gustado. Empiezo bien el año.
Y vosotros, ¿sois de los que desconfiáis de un único éxito hasta que leéis la siguiente novela del autor, o ni os fijáis en esas cosas?
Gracias.
Tenía curiosidad por esta lectura aunque no he leído el anterior. Me llevo tus buenas impresiones.
ResponderEliminarYo si uno me sale muy bueno, confío.
Besos
Así ha priori no es un libre que me llame la atención, pero después de leerte me ha entrado curiosidad por la historia de Edvard.
ResponderEliminarBesos
Desde luego el párrafo que has puesto es precioso. Dan ganas de correr a buscar el libro. No conocía al autor, pero a partir de ahora lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarBesos!
La verdad es que siempre leo muy al tuntún... suelo ser reacia a premios en general, pero también caen.
ResponderEliminarAnoto este, no lo conocía =)
Besotes
Anotó este título y lo tendré muy en cuenta.
ResponderEliminarUn beso y muchas gracias.
No me llama mucho. Lo dejo correr. Besotes!!!
ResponderEliminarHola! La verdad es que no me fijo en esas cosas, si el libro me llama la atención lo leo con ganas, no con miedo de que no me vaya a gustar tanto como el primero.
ResponderEliminarEste libro en concreto tengo ganas de leerlo. No he podido hacerme todavía con él pero espero hacerlo muy pronto.
Besos!
Pues nos parece interesante a pesar de que no sea exactamente el tipo de lectura que estamos acostumbradas a hacer :O
ResponderEliminarLa verdad es que no solemos hacer muy a menudo esa reflexión que comentas, pero sí que es cierto que a veces se trata de simplemente suerte, como a veces no tiene que ver con ella.
¡Saludos! :)
Es verdad que su autor parece obsesionado con la madera! A mí el anterior me pareció un título curioso y de hecho, no me importaría probar. Pero este también pinta francamente bien, así que me animaré con el primero que me cruce ;)
ResponderEliminarBesitos
Una reseña muy interesante, me ha tentado mucho.Besicos
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarLa verdad es que no me fijo mucho en eso, si me llama el libro lo leo y ya está. Lo que has puesto del libro me gusta pero por el momento creo que lo dejo de lado.
Saludos Infinitos.
¿Qué tiene este hombre con los árboles? Pues que es noruego. Los árboles están en su ADN. Cuando estás a 30 bajo cero y se va la luz, lo único que te salva de morir es tener madera y una chimenea. Me encantó "El libro de la madera", pero como era ensayo y este nuevo es una novela de ficción... No sé, no sé si atreverme a leerlo. Es que no es lo mismo Mytting en ensayo que en ficción. Por eso, en este caso, no creo que sea tanto una cuestión de primer libro exitoso y segundo a ver qué tal; creo que es más "voy a ver cómo se le da la novela a este escritor". Tu reseña me anima a darle una oportunidad. Besos.
ResponderEliminarMe lo apunto, por supuesto, pero antes tengo que leer "El libro de la madera" , que lo anoté en el blog de Marilú, y aún no me he puesto con él.
ResponderEliminarBesitos.
Me llama la atención, pero no me decido. No sé si me gustará.
ResponderEliminarun beso ;)
Hola,
ResponderEliminarMe dejas muy tentada. Este libro tiene algo que me llama mucho, de por sí iría por él de topármelo en una librería, pero viendo que además te ha convencido, voy con más ganas :)
Besos.
Si el primero me gusta mucho, suelo dar el voto de confianza, ya habrá tiempo de retirarlo si es necesario. Este lo tengo en el punto de mira, le tengo ganas. Un beso!
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