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lunes, 13 de agosto de 2018
Oeste. Carys Davies
"Por lo que ella alcanzaba a ver llevaba dos pistolas, un hacha de mano, un cuchillo, su manta enrollada, aquel enorme cofre de latón, diversos bultos y bolsas, una de las cuales, supuso, contenía las cosas de su madre".
Ya he confesado alguna vez que mi idilio con el western comenzó con Marcial Lafuente Estefanía, y digo idilio porque es cierto que salto al cine el placer del género, y que siempre me ha seguido gustando. Hoy traigo a mi estantería virtual, Oeste.
Conocemos a Cy Bellman, un hombre viudo de 35 años años que cría mulas. Vive junto a su hija de 10 años, Bess. Un día ve una noticia sobre unos huesos enormes encontrados en tierras lejanas al oeste y decide abandonarlo todo en su búsqueda. "Dos años" le dice a su hija mientras la deja al cuidado de la tía Julie.
Contar una historia en menos de doscientas páginas requiere la pericia de saber elegir sin sonar demasiado áspero o despegado para que el lector se sienta cómodo en las letras. Davies no nos cuenta una historia en doscientas páginas, nos cuenta dos. Por un lado da voz a la niña que crece, que busca a su padre y vive su ausencia con la esperanza de volver a ver como aparece en el horizonte. Y lo hace en un relato directo aunque con tono protegido, sin sonar demasiado brusca pese a lo difícil que es esa vida rural para una joven que ha quedado a cargo de una persona que no comprende el viaje de su padre. Porque eso significa que nadie comprende a Bess. De otro lado, y alternándose con la historia de Bess, está el viaje de su padre, ese hombre enorme pelirrojo y con chistera que decide partir al sur buscando una leyenda tras el hallazgo de unos huesos. Así le acompañaremos por los parajes, sabremos de la compañía de un indio en su viaje y también de sus vivencias y esperanzas. Y seguiremos ambas historias entre la esperanza y el temor de que uno u otro vayan a cumplir su sueño.
Davies escribe una historia sencilla que esconde más de lo que parece en un primer momento. Es casi un cuento, no en vano es autora de cuentos y esta es su primera novela, ya que descubrimos entre sus letras no solo la aventura, sino también el retrato de una sociedad rural. Se desprende de esta novela ese realismo habitual en las novelas sobre América, aunque sin la necesidad de hacerlo tan descarnado. Vemos los prejuicios y temores contra los nativos, el papel femenino tanto en la juventud de Bess como en la edad ya avanzada para el matrimonio de la tía Julie, y los efectos en el carácter. También los juicios en una población pequeña, las esperanzas en el futuro y los peligros que acechaban. Y todo ello mientras consigue intrigarnos y contagiarnos del sueño de Cy. Y manteniendo el tono sencillo, la estructura simple, la agilidad en un texto que no dura más allá de una mañana o tarde entre las manos del lector.
Oeste no es, ni lo pretende, una novela con pretensiones de pasar a la historia de la literatura, pero si es un libro ameno que me ha gustado descubrir. Y también un nombre apuntado en la lista de mis futuras lecturas, el de Carys Davies.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias.
¡Hola!
ResponderEliminarLa verdad es que nunca antes había visto este libro, solo en una reseña de otro blog, y la verdad es que me parece muy curiosa una novela del oeste. No me llama especialmente la atención pero me alegra que te haya gustado a pesar de no haber sido una gran lectura, aunque yo no lo voy a leer.
¡Nos leemos!
Lua.
Mira que yo con el western no me termino de entender, ni en cine ni en literatura...
ResponderEliminarUn besote :)
Lo vi donde Fernan pero dudé, no sabía con qué me podía topar. Vista tu opinión, creo que quizá me equivoqué.
ResponderEliminarLo anoto entonces.
Besos.
Sí, es libro para leer tranquilamente por lo visto y entretenerse. Tampoco hay que estar todo el día leyendo las grandes novelas del Universo, que la masa gris se agota. Además tipo cuento. Me lo apunto.
ResponderEliminarBesos
hubo una época en que me gustaban muchísimo las nov elas del oeste y me leía todas las que caían en mis manos,pasó ese tiempo y ahora hace años que no leo ninguna.Besicos
ResponderEliminarA veces los libros sin pretensiones son los que más huella nos dejan... Un besote!!!
ResponderEliminarEn mi casa también había novelas de Marcial Lafuente Estefanía, pero nunca me entraron las ganas de leerlas, para mí el oeste solo era cuestión de cine. La verdad es que no me veo con este género; estoy entregada a los clásicos del cine, pero gracias por la recomendación. Abrazos.
ResponderEliminarNo termina de tentarme. Este género, en literatura, no termino de disfrutarlo. Esta semana me pillas con Violetas para Olivia y Todos los veranos del mundo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Por ahora no entra en mis planes de lectura.
ResponderEliminarSaludos
Uy se ve interesante, lo tendré en cuenta. Te deseo una buena semana
ResponderEliminarNo pinta mal el libro, no había oído hablar de él.
ResponderEliminarYo acabo de terminar "Homicidio de un enfermo", de Julián Rodríguez (un hecho real desgarrador) y empiezo "Cartas a una extraña", de Mercedes Pinto Maldonado. A ver qué tal.
¡Saludos!
Totalmente de acuerdo, una historia sin pretensiones que se queda flojita si has leído "Butcher's crossing" de John Williams o "Ángulo de reposo", De Wallace Stegner... Pero, me parece perfecta para las vacaciones de verano ;-) Besos
ResponderEliminarPues no está mal lo que nos cuentas sobre esta novela, en un principio no le tenía el ojo puesto, pero a veces creo que novelas así, sin pretensiones, son necesarias. Un beso
ResponderEliminarLo tenía apuntado... y me gusta lo que cuentas sobre él =)
ResponderEliminarBesotes
Hola!hemos conocido.leído y casi vivido marcial la fuente. Cuantos recuerdos con tu reseña.gracias!el western tiene un encanto como el mismo desierto.saludos uhos😊
ResponderEliminarTe ha gustado más que a mí, no conseguí implicarme en la historia ni despertó tanto mi interés
ResponderEliminarBesos
Gracias por la reseña porque no lo conocía :P
ResponderEliminarBesooooooos =)