"Me mudé a este lugar con mi marido a finales de mayo, cuando le anunciaron en el trabajo que lo destinarían a otra oficina, dentro de la misma provincia pero casi en la frontera, en pleno campo. Como en ese mismo municipio viven sus padres, llamó a mi suegra para preguntarle si no conocía alguna casa que pudiésemos alquilar. «¿Y por qué no vivís en la que tenemos justo al lado?» «¿Al lado?» «Sí, ya sabes, en la casa que tenemos en alquiler. Se acaba de vaciar.» Yo estaba sentada junto a mi marido y la voz de mi suegra me llegó con nitidez. ¿Desde cuándo tenían una casa en alquiler al lado de la suya? ¿Por qué nunca había oído hablar de ella?"
Este es uno de esos libros que compré atraída por la sinopsis pero que, a la vez, no tenía claro de qué iba. Normalmente cuando eso me pasa la novela se convierte en un gran éxito para mi o en una tremenda decepción, sin medias tintas. Hoy traigo a mi estantería virtual, Agujero.
Conocemos a Asa cuando se muda con su marido por motivos laborales. Se da además la casualidad de que sus suegros tienen una casa vacía junto a la suya que les pueden dejar sin cobrarles un alquiler, lo que en ese momento les vendría mejor que bien a la pareja. Y allí van.
Vaya sinopsis más leve os hice pero es que Asa no recuerda que junto a la casa de sus suegros hubiera otra como tampoco parece saber exactamente un montón de cosas que debería. y que incluyen casi cualquier cosa relacionada con ella. Sin embargo no tiene amnesia, es más bien una sensación de estar dejándose llevar por rutinas de una vida sin importancia de la que realmente no sabe mucho, como pasando "sin pena ni gloria" que dicen las generaciones de antaño. O como si realmente fuera cierto eso de que vemos solo lo que queremos ver, algo que expresa claramente un personaje a la protagonista de la novela. Y entonces, en esa rutina tan aburrida que es imposible de recordar, un animal se cruza en el camino de Asa y, como si fuera el conejo de Alicia, ella lo sigue por un paraje que parece irse transformando y ser más visual, más llamativo. Y, cómo no, cae por un agujero. Y entonces la novela cambia pero no de la forma en que estáis pensando. Oyamada presenta un mundo real aburrido, una mujer pasa a ser ama de casa en las afueras y su vida es tan aburrida que el silencio ante la ausencia de su marido trabajador, hace que hasta las cigarras sean atronadoras. Por otro lado el mundo comienza a llenarse de anomalías en una sucesión de imágenes a ratos pesadillescas que, al más puro estilo Murakami, rompen la realidad para expresar el pensamiento o sentimiento de esa mujer tanto como sus necesidades. Quizás por eso uno de los grandes aciertos de la novela es la narración en sí, el aburrimiento y la apatía se transmiten no solo en la vida de Asa, también en el propio personaje y en la manera en que es descrito y que contrasta con las rupturas de realidad que la autora introduce.
Como novela me ha resultado atractiva e interesante en el personaje femenino de una cultura distante pero como experiencia de lectura me ha gustado incluso más.
Agujero es una novela interesante y entretenida cuya lectura he disfrutado.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias.
¡Hola! Me encantan este tipo de novelas y es que la literatura japonesa, es tan misteriosa y llena de sentimientos. Me la llevo apuntada. ¡Besos!
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ResponderEliminarMe gusta la novela japonesa por que es muy sentimental e intima,este parece ser interesante , o buscare,,gracias
ResponderEliminarUna obra curiosa, pero no termina de llamarme la atención
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