"El fuego se elevaba en un cono perfecto, como suspendido de la voluta de humo que ascendía en línea recta hacia el despejado cielo primaveral. Mim y John sacaban a rastras arbolillos secos de entre la maleza amontonada junto al muro de piedra y los arrojaban a las llamas, y daban un rápido paso atrás cada vez que las hojas secas empezaban a chisporrotear".
Esa cara que se nos queda cuando nos encontramos con un libro que no es precisamente un secreto pero del que no habíamos oído hablar, es la que se me quedó a mi al encontrarme con este. Hoy traigo a mi estantería virtual, El subastador.
Nos vamos a los años 70, a Harlowe, New Hampshire. Un lugar tradicional y poco avanzado con apenas electricidad. Allí es donde Dunsmore aterriza y lo hace con la idea de la subasta para apoyar a la policía. Pero esa es solo la primera, luego hay otra, y otra... y Dunsmore pide a la gente del pueblo que done cosas para subastar y, claro, la gente acaba sin tener nada que dar. Pero la policía ahora está mucho mejor y apoya a este hombre que está claro no ha traído nada bueno al pueblo. Deberían de echarlo en realidad. Y seguir como estaban antes.
Si no vas a leer esta novela con la mente abierta y teniendo en cuenta su contexto de escritura y de escrito, no lo hagas. Y, si os he dicho que está ambientado en los setenta ahora os digo que lo publicaron en el 75. Tal y como explicaría G Hendrix, la novela utilizó el terror que avisaba que la vida rural que la gente creía, esa vida tranquila e idílica, solo era una ilusión. Y por eso, por esa ambientación, puede sentirse la novela como atrasada, ya que la familia central resulta un tanto anacrónica; abuela con problemas de movilidad, menos hijos que la familia numerosa soñada, pocos recursos, menos comodidades y mirando de reojo lo que tienen en la ciudad casi como si hablaran de otro planeta. Por eso las subastas atraen a forasteros que pareciera están comprando cosas de museo. Y es que hay mucho de esa representación rural peliculera que casi parece una secta o una comunidad retorcida anclada en el pasado. Solo que en la novela de Samson lo rural no es lo que da miedo, es lo amenazado. El terror no está basado en una secta sangrienta o costumbres retorcidas. Este terror es forastero, restrictivo y amenazador ya que el lector ve como los habitantes son privados de sus cosas: primero los trastos, luego las que no importan, después las que son más valiosas... y más y más... Lo que aterra es como una sola persona puede llegar y hacerse con el poder hasta lograr que los habitantes pierdan su control y autonomía para decidir. El dominio, el miedo bajo la piel hubiera sido lo fácil. Sin embargo el éxito de Samson es que el miedo lo tiene el lector al ver el conformismo de los habitantes. Hay un libro de LJDH, o tal vez sean varios, en los que los tributos se plantean por qué los distritos no se alzan contra el Capitolio si claramente son muchos más. Ese es el terror real en la novela de Samson, el conformismo o, al menos, el silencio de los habitantes. Les van quitando cosas y "aún así, me quedé".
Más allá de eso la novela tiene un ritmo pausado que logra hacer sudar al lector y está escrito casi con precisión quirúrgica para lograr una inmersión en la que todo se siente como real. Uno no puede evitar pensar si vivimos algo parecido hoy en día en una retorcida y moderna visión de la alarma que estaba dando la autora y, quizás por eso, por esa capacidad para remover, la novela brilla.
El terror, el bueno, adopta muchas formas. Y siempre digo que si uno quiere pasar miedo no necesita ver sangre ni llevarse sustos, es el monstruo bajo la cama al que nunca vemos el que nos da más miedo. Porque ese miedo ya lo llevábamos dentro.
Después de haber comenzado diciendo que no leáis El Subastador si lleváis ciertas ideas preconcebidas solo puedo terminar añadiendo que: para todos los demás, leedlo.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias.
Yo soy de esas lectoras que no han disfrutado de esta novela tanto como esperaban. A pesar de tener en mente esas cuestiones que señalas, simplemente no he podido entrar en la historia, lo siento. Menos mal que en la diversidad está el gusto :-D
ResponderEliminarUn beso y feliz semana lectora, Mientras Leo.
Pues con cierta curiosidad me dejas, pero como no se cruce, no creo que me anime, que se me acumulan los pendientes.
ResponderEliminarBesotes!!!