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lunes, 1 de agosto de 2011
Moby Dick. Herman Melville
"Las aguas que le rodeaban se iban hinchando en amplios círculos; luego se levantaron raudas, como si se deslizaran de una montaña de hielo sumergida que emergiera rápidamente a la superficie. Se intuía un rumor sordo, un zumbido subterráneo...Todos contuvieron el aliento al surgir oblicuamente de las aguas una mole enorme, que llevaba encima cabos enmarañados, arpones y lanzas. Se elevó un instante en la atmósfera irisada, como envuelta en una grasa de finísima textura, y volvió a sumergirse en el océano. Las aguas, lanzadas a treinta pies de altura, fulgieron como enjambres de surtidores, para caer luego en una vorágine que circuía el cuerpo marmóreo de la ballena. "
Leí en alguna parte que las cosas que nos emocionan en la infancia debemos de dejarlas tal y como las recordamos. Corren el riesgo de decepcionarnos si profundizamos en ellas. Algo así me ha pasado con Moby Dick. Yo tenía el recuerdo en forma de película de dibujos animados de capitán que va en pos de la ballena, recuerdo incluso no tener demasiado claro si el malo era el capitán o la ballena. Me encantaba esa película, era emocionante, tenía aventuras y, aunque ya me conocía el final, procuraba olvidarlo cada vez.
Después descubrí que era una historia clásica, un poema épico que hablaba de la lucha entre un hombre y una bestia, laureadísimo. La venganza de un capitán que lo lleva a seguir a la ballena que le arrebató una pierna. Nos lo cuenta desde el punto de vista de un marinero novato, Ismael, que embarca en el Pequod y es testigo directo de la autodestrucción del capitán provocada por su obsesión con Moby Dick. Y sí, eso es más o menos lo que yo recordaba de la película, aunque, evidentemente estaba muchísimo más simplificado en la historia que me gustaba a mí de niña.
Así que me lancé a cometer mi error, leer la novela.
Y digo esto porque el libro es básicamente eso, una novela de aventuras que narra lo que he contado, pero para llegar a descubrir de lo que trata, hay que leer página tras página de una especie de tratado sobre las ballenas y sus modos de caza que, seamos sinceros, no me importaron en absoluto. Mucho se dice ahora de las películas a las que les sobra metraje o de los libros que tienen páginas extra. Una vez resuelta la historia, ¿para qué dilatar su final?. bien, no es esto lo que sucede en Moby Dick. De hecho, tanto su principio como su final son divertidos, impecables en su forma de contarnos la historia y en la historia en sí. El problema está en casi toda su parte central, ahí el autor se pierde entre zoología, pesca y artes de navegación pretendiendo hacernos una suerte de "expertos" en la materia o, tal vez, creyendo que ya lo somos y que por eso nos va a resultar interesante esa carga extra de datos que poca o ninguna relevancia tienen para el desarrollo del libro. Al final, si somos de esos lectores que se hacen la firme promesa de no pasar jamás una página sin leer para continuar en la siguiente, llegamos al final tan aburridos y cansados como para no disfrutar de sus últimas 50 hojas. Y terminamos, o al menos yo lo hice, con una gran duda: ¿Nadie se ha leído este libro? Mucha gente habla de Moby Dick, pero nadie te explica lo que te vas a encontrar, ¿estamos, tal vez, ante uno de esos libros que todo el mundo comenta como si lo hubiera leído cuando apenas nadie lo hizo? Empiezo a pensar que sí.
Gracias
Precisamente es una de mis lecturas pendientes desde hace años. Mi pareja me está siempre insistiendo para que vea la película (el clásico de John Huston), pero siempre tengo que negarme, aunque estoy deseando verla, porque me quiero leer el libro antes... con tu crítica (y las primeras páginas que me leí hace meses y no pude continuar) me has convencido para no leerlo, y sí disfrutar en cambio de la película ^_^
ResponderEliminar¡Gracias!
Un abrazo.
Acabo de terminarlo
ResponderEliminarComparto totalmente tu opinión.
Me hubiera encantado haber leído una edición acotada.
Quitando la Ballenapedia me ha encantado.
Te dejo enlace a mi reseña, me gustaría saber tu opinión.
Como siempre, gracias.
Salud
http://noninaclasicosdeaventura.blogspot.com.es/2015/04/11-moby-dick-herman-melville.html