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miércoles, 26 de agosto de 2015

Unos días


    Cuando yo iba a la universidad, (allá cuando la vida era en blanco y negro) había una ley no escrita que decía: "La primera no se da y la última se dispensa". Bien, la primera semana de verano me tomé unos días, y hoy aunque no es la última, haré lo propio, ya que Invernalia acorta muchísimo esto del verano.
     Nos vemos el miércoles de la semana que viene. Pero seguimos en contacto si os apetece en twitter, aquí, donde seguiré hablando de libros. Porque si algo tiene de bueno eso de tomarse unos días libres, es el aumento de tiempo lector.

     Gracias

martes, 25 de agosto de 2015

El día que vendrá. Rhidian Brook



     "- La Bestia ya está aquí. La he visto. Berti también la ha visto. Y Dietmar. Con el pelaje negro como un elegante abrigo de señora. Y unos dientes como teclas de piano. Tenemos que matarla. Si no hacemos nosotros, ¿quién lo hará? ¿Los tommies? ¿Los yanquis? ¿Los franceses? Ellos no querrán, están demasiado ocupados buscando otras cosas. Quieren esto y lo de más allá. Son como perros peleándose por un hueso sin carne. Tenemos que hacerlo nosotros. Atrapar a la Bestia antes de que ella nos atrape. Entonces todo irá mejor."

     Hay épocas habituales en la literatura, y una de ellas es la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, pocas veces se habla de lo que sucedió justo después, por eso me interesó tanto esta novela y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual El día que vendrá.

     Estamos en Hamburgo en septiembre de 1946, la guerra ha terminado, Alemania ha sido vencida y comienza el largo proceso de reconstrucción por parte de los aliados. Así conocemos a Lewis, un soldado inglés destinado en Alemania para ayudar con este proceso, es un hombre con un marcado sentimiento de la justicia, casi un idealista, que se niega a ver a los alemanes como unas sombras perfiladas en blanco, negro o gris según las dudas que existan sobre su afiliación. Quizás por eso, cuando se le asigna vivienda para ocupar, opta por compartir la enorme casa con los dueños, el señor Lubert, que ha perdido a su mujer, y su hija Frieda que parece llena de rabia y empeñada en no pasar página. A esta casa llegan la mujer de Lewis, una mujer cuyo corazón se ha visto endurecido hacia los alemanes al perder a su hijo mayor en un bombardeo, y su hijo Edmund. La convivencia entre las cuatro paredes de esta casa parece que va a ser todo menos fácil, ya que bajo cada uno de sus habitantes se esconde una pasión, una herida.

     Hamburgo fue una ciudad muy castigada durante la Guerra; calles y edificios destrozados, cascotes por todas partes y bandas de niños que corrían entre los escombros. Esa fue el panorama dejado por una guerra terrible. Y ese es el panorama que nos muestra el autor, una ciudad en la que los niños se descuelgan de los puentes, palo en mano, para golpear el carbón de los trenes que pasan para que las mujeres puedan recogerlo y calentarse, una ciudad en la que los niños de más de 14 años son reclutados para quitar escombros entre los que muchas veces aparecían cuerpos sin nombre. Una ciudad en la que los residentes se sabían vencidos y quienes llegaban a ayudar no tenían muy claro como deberían de tratarlos, así que parecía mejor opción el recelo y la falta de trato.

     Muchas veces, caemos en la tentación de pensar que una vez finalizado un conflicto, la paz trae consigo todo lo bueno, pero normalmente trae un periodo difícil y lleno de heridas en el que ambas partes han de adecuarse al nuevo papel asignado; vencedores o vencidos. Y ese es justo el escenario que se desarrolla en la casa que protagoniza este libro. Dos familias, una casi reflejo de la otra, en distintos bandos. El alemán, un hombre educado, tranquilo, que ha perdido a su esposa y se encuentra con una hija adolescente llena de ira y resentimiento. Unos sentimientos que parecen conducirla hacia la peligrosísima resistencia. Y otra familia inglesa, con Lewis, razonable, tolerante, su esposa Rachael una mujer herida que ve en sus compañeros de residencia una presencia hostil hasta que comienza a sentir interés por ellos, por quien ya no está, por Lubert y su saber estar... ,y finalmente  Edmund, la visión del niño que llega a un lugar totalmente nuevo y lo hace cargado de preguntas en lugar de prejuicios. Con este interesante escenario y unos cuidados personajes que se complementan con alguna pandilla, compañeros de traslados y también de resentimientos, el autor construye una historia muy solvente además de entretenida. Es una ficción real, ya que no sólo esa época existió, sino que parece ser que el abuelo del autor estuvo precisamente destinado en Alemania y compartió vivienda con una familia local. Quizás por eso nos encontramos una novela llena de pequeños detalles que conforma un universo en el que resulta muy fácil integrarse.

     El día que vendrá ha resultado todo un descubrimiento; una historia cuidada y bien escrita sobre un momento histórico que parece haber sido olvidado en la literatura. Un país diezmado, dividido, que se sabía vencido e intentaba sobreponerse, y unos personajes llenos de sentimientos y pasiones a flor de piel. En definitiva, una buena historia en la que, pese a desarrollarse a un ritmo pausado, nunca dejan de suceder cosas ante la atenta mirada del lector ávido por saber. Os recomiendo que le deis una oportunidad.

     Y vosotros, ¿también elegís vuestras lecturas por el contexto en el que se desarrollan?

     Gracias

lunes, 24 de agosto de 2015

El invierno más frío. Brendan Kiely


     "Para contar lo que pasó de verdad, lo que nadie sabe, lo que no dijeron los periódicos, tengo que empezar por la fiesta de Nochebuena de mi madre. Dos noches antes, como si el universo fuera el coproductor de su gran espectáculo, una tormenta de nieve había blanqueado nuestro rincón de Connecticut. Mi madre estaba encantada."

     Hay veces que cuando vemos un libro nos enamoramos de la cubierta. Da igual si la sinopsis nos advierte de la dureza del argumento, nos hemos enamorado. Y nos lo tenemos que llevar. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El invierno más frío.

     Conocemos a Aidan, un adolescente de una familia acomodada cuyo padre ha decidido abandonar la casa para irse con otra mujer, dejando que vive con una madre que no le presta la más mínima atención. Se refugia entonces en la parroquia, echando una mano a uno de los sacerdotes que parece arroparle. En realidad el padre Greg se le acerca demasiado, aprovechándose de la soledad y vulnerabilidad de Aidan.

    La adolescencia es una época complicada, incluso muy complicada. Por eso cuando comenzamos el libro en una fiesta, con este casi niño esnifando pastillas y buscando la atención de la mujer del servicio doméstico, ya sabemos que algo no va bien. Algo sucede cuando su padre no está, su madre no se da cuenta y Aidan, el joven, no tiene amigos. Hasta que recibe el abrazo protector de uno de los párrocos de la zona, que asiste a la fiesta: el padre Greg. Así comienza una novela en la que el autor se dirige con paso firme a una desgracia anunciada. No hay victimismo, ni sensiblerías, tampoco hay escenas explícitas ni una caza de brujas frente a este tipo de organizaciones religiosas. Simplemente da cuenta de una terrible realidad que todos hemos visto en la prensa. Kiely compone una historia en la que el refugio buscado se convierte en una tortura. Manipular al indefenso es fácil, hacer sentir especial, y con ello disfrutar de un poder sobre él que puede ponerlo a merced de quien lo ostenta. Aidan no se rebelará si al fin se siente especial, querido. Sin embargo su presencia silenciosa le convertirá en testigo de los actos del sacerdote con otro niño. Y es entonces cuando la novela gana todo su peso, cuando vemos como Aidan se siente dolido y eso nos hace conscientes, más allá de los hechos, de la manipulación a la que ha sido sometido.
      Asistimos a una historia en la que el peso de los silencios, de los secretos y de la propia sociedad en la que vivimos, puede ser un lastre imposible de llevar. Aidan se enfrentará  de este modo a toda una serie de decisiones propias de un adulto, en un mundo que le cierra las puertas a la posibilidad de seguir siendo niño. Cerrar los ojos y esconderse no siempre es una opción. Y Aidan, que había comenzado incluso a hacer amigos negándose a aceptar que algo no iba bien en su interior, se ve empujado a enfrentarse a demasiadas cosas: la soledad, sus dudas, sus secretos, la parroquia, la mirada inquisitiva del mundo...

     El invierno más frío es una novela que se mueve en un tema complicado y lo hace una forma elegante cuidando mucho, muchísimo, las formas. Habla de traiciones y manipulación, de secretos y confianza y, sobre todo, de la fragilidad del interior de las personas y las opciones para enfrentarse a la vida. El autor consigue escribir una historia demoledora sin matar la esperanza, de hecho logra una novela con un regusto optimista contra todo pronóstico. Me ha gustado, me ha hecho estremecer, me ha conmovido y, sobre todo, no me he despegado de ella hasta terminarla.

    Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias

sábado, 22 de agosto de 2015

Entrevista a Thomas Rydahl


Imagen europapress
   Thomas Rydahl nace en Dinamarca, estudió escritura creativa en la escuela de Dorfatterskolen, un lugar que selecciona cuidadosamente a sus alumnos en base a sus escritos y se les forma durante dos años. Se gradua en 1999 y su primera novela corta obtiene el premio Politikens of Gyldedals. Conocido por su trabajo como traductor, con El ermitaño ha obtenido el Premio a la mejor novela danesa en 2015.



- ¿Qué te inspiró para escribir El ermitaño?
- Quería escribir sobre un hombre que despierta a la vida. Me interesa mucho la condición humana -y cómo hacer frente a los desafíos de la vida -.Cuando estuve en Fuerteventura en el año 2010, concebí a Erhard. Se me representó como un taxista danés que huye de Dinamarca y se esconde de la vida. Comencé a desarrollar la trama, las circunstancias que le rodean y lo que le empuja a madurar y avanzar. Y me inspiré en el paisaje, la cultura y la poesía de la isla. Un espejo perfecto para mi personaje principal.
- Entonces conoces Fuerteventura.
- Como he comentado, estuve en Fuerteventura con mi familia en el año 2010 durante dos semanas. Me llevé una fuerte impresión de la isla, y cuando llegué a casa comencé a investigar sobre la isla y sus características e historia. Aún hoy siguen apareciendo nuevas cosas y sucesos, y eso es fantástico.
- Háblanos un poco de Erhard
- En cierto modo, es un símbolo de la forma en que a veces queremos ocultarnos de la vida -y del verdadero reto que supone dejar de esconderse y ser parte de la misma. Cuando empecé a escribir sobre él, yo quería que fuera un personaje rico, alguien capaz de amar y odiar, una persona universal y única al mismo tiempo. Pero como tu y como yo, también es capaz de hacer grandes cosas - y de marcar una diferencia. En esta novela, se enfrenta a una misión que tal vez sea demasiado grande o difícil para él, pero no ceja en su empeño. Para mí es un verdadero héroe.
- ¿Y por qué elegir un personaje de edad tan avanzada?
- Para mí era importante que Erhard tuviera un pasado, y que este pasado fuera oscuro. Con un personaje joven su pasado siempre parece menos amenazante y más fácil de dejar atrás. Me gusta el hecho de que no confíe en la tecnología moderna, que tenga una peculiar capacidad con las personas para que le ayuden en sus esfuerzos por encontrar a los padres del niño. Y también me parece un plus que no tenga experiencia como investigador o policía. Él tendrá que resolverlo todo a su modo.
- ¿Cuáles fueron los mayores desafíos a la hora de crear la historia?
- Siendo Danés y viviendo tan lejos de Fuerteventura, sentí mucha libertad a la hora de recrear la isla. Me dio la oportunidad de crear la mía propia. Pero también quería satisfacer la curiosidad de los lectores por la verdadera isla. Hay un equilibrio en ese sentido que he procurado que no se rompa en ningún momento. He investigado mucho, pero es una obra de cuidada ficción. Es la única manera de la que se escribir.
- ¿Cuál fue el proceso hasta ver publicada la novela?
- Con las anteriores, estuve hablando con varios editores antes. Pero con este manuscrito fue diferente; sólo hablé con dos editores y me decidí por una editorial pequeña. Ellos entendieron y apreciaron la historia desde el principio, así que fue una elección fácil.
- ¿Cómo recuerdas el día que viste por primera vez tu libro a la venta?
- Llevo escribiendo cuentos y novelas desde los 7 años. Han tenido que pasar 22 años, antes de que este libro, mi debut, viera la luz. Para mí, ver el libro en las estanterías de una librería ha sido una inmensa satisfacción, emocionante. En cierto modo, me alegra no haber publicado mis primeras obras. Necesitaba el paso de estos años para llegar a madurar mi escritura y ver como se desarrollaba.
- ¿Eres escritor a tiempo completo o lo compaginas con otra actividad?
- Todavía no soy un escritor a tiempo completo. Pero es mi ambición, el sueño de toda una vida por el que trabajo. He tenido la suerte de tener un gran debut con esta novela, y espero estar a la altura de la atención recibida. 
- ¿Cómo ves el futuro de la literatura?
- Muy buena pregunta. Lo que sé con seguridad es que hay demanda de historias. Nos encantan y hay muchas y muy buenas en la actualidad. Las novelas gráficas, en la televisión, el cine, los juegos, los libros... Cada vez consumimos más historias y exigimos una mayor calidad y nuevas experiencias. Como artista diría que estamos en tiempos emocionantes y llenos de desafíos. Quizás ganarse la vida como artista es más difícil que nunca, pero también es el momento de experimentar con nuevas formas para encontrar y atraer a un público que es más reducido y escogido. Personalmente, me siento obligado a contar historias que homenajeen el espíritu y la fuerza que tiene dentro el ser humano, y no limitarme a representar un mundo desesperado.
- ¿Nos puedes adelantar algo de tu actual trabajo?
- Actualmente, estoy terminando la segunda novela de la trilogía, cuyo título provisional es "The missing". Este segundo libro también está protagonizado por Erhard, pero hay otro personaje que llegará a Fuerteventura. Es perfecto para poder llevar la historia de Erhard a un nuevo punto que me permita desarrollar más su carácter. Poco a poco, la verdad sobre su pasado en Dinamarca se revela. Y el misterio, el crimen, es aún más oscuro y más peligroso para un taxista de su edad.
- Por último me gustaría saber qué estás leyendo ahora.
- Acabo de terminar de leer una recopilación de relatos de George Saunders, "Diez de diciembre". Una lectura increíble. Hermoso y diferente.

     Tengo que dar las gracias a Thomas por su amabilidad y cercanía, y también a todos los qu e pasáis por el blog habitualmente.

     Gracias

     Bibliografía:

     - El ermitaño

viernes, 21 de agosto de 2015

Cuentos de los Mares del Sur. Jack London


     "El Pyrenees, cuyo casco de hierro estaba muy húmedo por su carga de trigo, bogaba perezosamente, lo que facilitó la tarea al hombre que subía a bordo desde una pequeña canoa con flotadores. Cuando sus ojos llegaron a la altura de la borda y pudo ver la cubierta, le pareció que había una tenue neblina, casi invisible."

     Siempre me ha gustado la palabra cuento. Ya sé que ahora parece que es palabra queda reducida a los cuentos infantiles, y que los adultos, si acaso, leemos relatos. Pero yo sigo utilizando el término cuento que muchos prefieren dejar de lado como si sonara demasiado ligero, y decir a quien los escribe, cuentista. De hecho es un género que me parece complicadísimo y del que disfruto mucho. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Cuentos de los Mares del Sur.

    Hacer un resumen de un libro de relatos siempre parece complicado. Se puede pasar de la enumeración a un breve apunte de cada uno, y acabar teniendo la sensación de que se ha contado demasiado. Baste entonces decir que este libro contiene ocho estupendos relatos en los que London nos habla de viajes y de naturalezas salvajes, bien por tratar de misioneros, caníbales y codiciosos, o de fuerzas de la naturaleza que pasan por fuego y, evidentemente, agua.

     Si hace apenas unos días hablaba de autores que parece que sólo conocemos por un título, hay otros a los que hemos recluido a las lecturas infantiles o juveniles y en los que no reparamos en la vida adulta. Una misma editorial es la que parece empeñada, en ambos casos, en ampliar las miras del lector y descubrirnos nuevos textos, lo cual siempre es de agradecer. Y así nos encontramos esta recopilación de relatos de un hombre cuya vida ya parece una novela en sí.
     London fue un hombre vital cuya azarosa vida estaba en un movimiento constante en busca de aventuras. Vagabundo, traficante de perlas, patrullero, periodista o eterno viajero, fue capaz de pasmar todo ello en la extensa obra que nos dejó a su muerte.

     En sus Cuentos de los Mares del Sur nos encontramos con historias cuyas aventuras no querríamos vivir, pero que se disfrutan terriblemente durante su lectura. La naturaleza de London es terrible, hay huracanes que parecen empeñadas en matar isleños subidos a árboles, aferrados a la vida que les es arrebatada por un viento que no deja nada a su paso. Se puede rezar en sus cuentos por seguir vivo ante la tragedia o por la muerte de un bebedor que parece ser odiado por todos. Si Steinbeck nos hablaba de una perla y sus consecuencias, London en La casa de Mapuchi encuentra la suya, dejándonos un desolador paisaje y la tenue esperanza de un sueño. Sus historias tienen una fuerza arrolladora que consigue que el lector se sumerja de lleno en cada cuento, con la sensación de ser testigo presencial de escenas apenas esbozadas muchas veces. No necesita un gran despliegue descriptivo, no es el único que ha pasado por esos mares y nos ha dejado sus relatos. Pero cada uno es una nueva vivencia que merece ser descubierta por el lector. Por eso es importante regresar a estos autores con una mirada adulta. Porque reducir la obra de London a literatura de aventuras es perderse gran parte de su contenido, quedarse en la superficie de lo que nos relata con esa particular crudeza que provoca que el lector no sea capaz de levantar la vista.
     Leí hace tiempo que hay autores que no se limitan a escribir libros, si no que crean lectores. Jack London es uno de esos escritores, que provoca con sus personajes, algunos de ellos realmente inolvidables, que despierte la pasión del lector por las buenas historias.

     Y vosotros, ¿sois aficionados a los cuentos o relatos?

     Gracias

jueves, 20 de agosto de 2015

Las mil y una historias de A. J. Fikry. Gabrielle Zevin


     "En el ferry de Hyannis a Alice Island, Amelia Loman se pinta las uñas de amarillo y, mientras espera a que se sequen, ojea las notas de su predecesor: "Island Books, facturación anual aproximada: 350.000 dólares, principalmente durante los meses estivales gracias a los veraneantes -informa Harvey Rhodes-. Seiscientos pies cuadrados de espacio de ventas. Ningún empleado a jornada completa salvo el propietario."

     Libros sobre libros, sobre amor a los libros para ser más exacto. Sólo con esta máxima, ya nos tienen contentos a los lectores empedernidos que no podemos resistirnos a ellos. Por eso me fijé en este libro y por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Las mil y una historias de A. J. Fikry.

     Conocemos a  A. J. un librero viudo que reside en la parte de arriba de la librería que regentaba con su, ahora difunta, esposa. Es un hombre huraño y poco diplomático en el trato que parece empeñado en beber hasta arruinarse y, si acaso, morir. Una mañana tras una solitaria borrachera se da cuenta de que le han robado un libro muy valioso que guardaba en casa, y apenas unas horas después, ya no le roban si no que le dejan en  la librería un bebé. Fikry, el huraño, decide quedarse con esta preciosa niña que sin saberlo le cambiará la vida devolviéndole la ilusión a un mundo lleno de hojas de papel.

     Hoy traigo una historia hermosa adornada de referencias literarias que harán las delicias de los amantes de los libros y que tampoco perderán al lector novato, sin demasiado fondo leído. Se trata de una novela marcada por el amor a los libros y protagonizada por A. J., un hombre de lo más peculiar. Viudo, rondando la cuarentena, regenta una librería que parece no cuidar demasiado. Lo que si cuida son sus pasiones literarias y nos regala reflexiones abriendo cada capítulo como si de un diario de lecturas se tratara dirigido, eso sí, a su hija Maya. Vamos leyendo su historia mientras no podemos evitar sonreír antes las frases de esta suerte de Sheldon Cooper literario que compara el momento en que denuncia un robo con una novela policíaca estableciendo quién, si policía o él mismo, hace de protagonista en la historia. Cuando esta niña irrumpe en su vida, él no sabe nada de niños. Sus relaciones sociales se limitan a un puñado escaso de personas y no le quedará más remedio que buscar en google qué hacer con un bebé. Acompañado en la historia por su cuñada, el marido de esta, un escrito mujeriego cuyo moderado éxito se limitó a su primera obra y por Amelia, la comercial de una editorial. Esta niña irá ablandando el carácter de A. J. consiguiendo que vea un poquito de luz en esa oscura vida cuyas relaciones se limitaban a los textos escritos y comience a abrirse a la comunidad, y también a los sentimientos. De hecho el policía al que puso la denuncia por robo se convertirá en uno de sus mejores amigos. Y con estos datos, y el puñado de personajes que acabo de dibujaros, la autora nos regala una amable historia de ágil lectura que, pese a caer en alguna que otra sensiblería, se degusta con placer.

     Alguna vez he comentado que los libros sobre libros parecen haberse convertido en una apuesta segura. Tanto es así, que casi cualquier editorial que se precie incluye al menos uno en su catálogo anual. Sin embargo, no todo vale, y por eso me ha gustado esta novela. Con un argumento sencillo y apenas un par de giros argumentales, consigue hacernos salir de la historia con una sonrisa. Se trata casi de una pequeña joya, a la que podemos achacar como único defecto su brevedad. Porque es cierto que podía haber sido un poco más larga, y la historia un poquito más complicada, con menos clichés... pero entonces tal vez no la hubiéramos disfrutado tanto. Y este libro se disfruta página a página. Se trata de una de esas novelas que cogemos normalmente en verano y cerramos con expresión satisfecha, amable, incluso los más sensibles descubrirán entre sus páginas algún momento en el que se les empañe la mirada.

      No nos engañemos; nos gustan los libros y nos gusta compartir esa afición. Nos gusta hablar de ellos con los amigos y también leer sobre personas que son apasionadas de ellos. Por eso A. J. nos resulta irresistible, en una vieja librería, con una asidua comercial con la que comparte esta pasión literaria y una niña que crecerá rodeada de letras... Y pasamos por esta sencilla trama deseando encontrar un lugar así y conocerlos. Gabrielle Zevin sabe ganarnos el corazón. Ni bueno ni malo, no nos importa, el libro es entrañable.

     Y vosotros, ¿sois de los que disfrutáis de los libros sobre libros?

     Gracias

martes, 18 de agosto de 2015

Los confines del silencio. C. L. Taylor


     "Coma. Hay algo inocuo en esta palabra, casi tranquilizador por el hecho de evocar la imagen de un sueño sin sueños. Sólo que no me da a impresión de que Charlotte esté durmiendo. o hay ningún peso suave en sus párpados cerrados. No veo su mano cerrada contra su sien. De sus labios levemente entreabiertos no sale ningún aliento cálido. No hay nada apacible en la inmovilidad de su cuerpo postrado en la cama sin edredón; de su garganta brota un tubo transparente de traqueotomía y tiene el pecho tachonado de electrodos multicolores."

     Últimamente me tropiezo mucho con un perfil: persona, particularmente del género femenino, que se lanza al mundo literario con un thriller protagonizado por una mujer y triunfa. Tal vez son casualidades, pero me ha llamado la atención. Y eso no significa que no vaya a leerlos, es más, hoy traigo a mi estantería virtual un ejemplo de lo que acabo de comentar, se trata de Los confines del silencio.

     Conocemos a Sue a los pies de la cama de su hija Charlotte, ya que está en coma tras sufrir un accidente. Pero lo que atormenta a Sue va más allá de que a su hija la atropellara un autobús dejándola postrada, lo que no puede quitarse de la cabeza es que el conductor dijera que fue directa hacia él, caminando. Por eso lee su diario y descubre que tal vez tenga razón ese hombre, y el peso de un secreto haya provocado un impulso suicida a su hija. Es en ese momento cuando Sue decide que lo único que puede hacer para ayudarla es descubrir qué estaba pasando en la vida de Charlotte.

     Los confines del silencio es un thriller con un comienzo que consigue captar la atención del lector, despertar el interés por esta casi niña en coma, y su preocupada familia. Y también por esa sombra de duda que acecha en sus padres.Pero más allá de ese secreto que esconde Charlotte, es una historia sobre su madre, Sue. Mediante una cuidada estructura que divide a la novela en dos hilos temporales que se van alternando, conoceremos la vida de Sue hace veinte años, y su situación actual. Así descubriremos que es una persona marcada por una relación anterior con un hombre llamado James, cuya sombra se sigue alargando. Y comprenderemos también sus miedos y angustias en el presente, así como las reacciones de su marido a las preocupaciones de ella.

     Taylor nos deja una novela entretenida que no sorprende por su argumento, pero en cambio si va generando tensión y da un par de piruetas, no demasiado imprevisibles, en su parte final. El personaje de Sue se va perfilando a medida que avanzamos, y lejos de sentirla como una víctima, incluso acaba por resultar irritante en algunos momentos. Al menos a mi me irritaba esa parte suya que luchaba por descubrir el secreto de su hija para terminar sin preguntar cualquier dato importante con un, " lo dejaré para otra vez". Soy consciente de que eso puede dar mayor credibilidad a un personaje, ya que somo humanos y hacerlo todo de la forma perfecta es imposible, sin embargo me costaba quitarme esa molesta sensación. Junto a ella, va ganando cada vez más fuerza el fantasma de un hombre de su pasado James. De hecho es casi el personaje al que mejor llegamos a conocer, puesto que la hija de Charlotte está en coma y el marido apenas queda dibujado a grandes trazos, suficientes, eso sí, para plantearnos una oscura posibilidad. Y a partir de esta trama y con estos personajes y apenas tres o cuatro más, nos embarcamos en una novela que poco tiene de novedoso pero aún así resulta entretenida. No será de mis favoritas este año, y los aficionados al género le podrán sacar una buena lista de "taras", pero aún así se lee con muchísima rapidez y consigue hacer al lector pasar las horas entretenido sin querer salir de sus páginas. Una novela ligera, para el verano, perfectamente apta para una adaptación a la pequeña pantalla.

     Y vosotros, ¿hay algún tipo de tendencia que os parezca que se viene repitiendo últimamente en las mesas libreras?

     Gracias

lunes, 17 de agosto de 2015

La habitación de invitados. Helen Garner


     "Para empezar orienté la cama de la habitación de invitados en dirección norte-sur. ¿No quedaba así alineada con el flujo de energía positiva del planeta la persona que dormía allí, o algo por el estilo? Eso pensaría ella. Hice la cama con esmero, ajustando bien la sábana bajera, la de tono rosa claro, porque todos conocíamos sus sensibilidad para el color, y el rosa sienta bien incluso a las pieles que se han vuelto amarillentas."

     La fragilidad de la vida, la muerte, la lucha contra la enfermedad son temas universales en la literatura. Sin embargo no me había encontrado aún ningún libro como el que os traigo hoy. Hoy traigo a mi estantería virtual, Habitación de invitados.

     Conocemos a Helen, una mujer fuerte que vive en una casa junto a su familia, cuando espera la visita de Nicola, una vieja amiga. Nicola se trasladará a su casa durante tres semanas, el tiempo que dura lo que espera será un tratamiento milagroso para curar su cáncer, ya en fase terminal. Esta visita, recibida con entusiasmo, no será ni mucho menos, tan fácil como esperaba Helen, de hecho poco tendrá que ver con el tiempo que pasaban juntas ambas amigas años atrás.

     Hay palabras que asustan, una de ellas es cáncer. Una enfermedad durísima para quien la sufre y también para el entorno del enfermo. Tal vez por eso la autora escribió este libro, basado en una experiencia personal. En él no vamos a encontrar sentimentalismos, ni tampoco se trata del testimonio de quien lo padece contando su lucha diaria. Aquí la voz la toma Helen: una mujer que esperaba poder ser de ayuda y que se encuentra a todas luces sobrepasada por la situación que la toca vivir. En el libro vemos como repasa cada gesto para poder ser de ayuda a su amiga y también viviremos su escrutadora mirada a la terapia que Nicola ha decidido realizar. Una terapia alternativa con la que Helen no está de acuerdo desde los primeros momentos. Esto y el sufrimiento de su amiga la desbordan. Helen no tiene ningún problema en ayudar a su amiga, en ser cuidadora y ayudarla en lo necesario, pero su disgusto con la terapia y la actitud de su amiga va haciendo mella en la relación de ambas. Helen se calla, hasta que no puede más y explota y patalea. Patalea contra la vida, contra aquéllos que parecen aprovecharse dando esperanzas a quien no la tiene, y también contra su amiga, que parece no querer ver lo que realmente le está sucediendo.

     De eso trata la novela, más que de la enfermedad en sí. De los límites de esta mujer acompañando a su amiga, de la línea entre la generosidad y el egoísmo, de los sentimientos que se reprimen y de lo que no se dice en voz alta en estas situaciones. Un tema francamente complicado explicado con destreza en algo más de cien páginas en las que la autora da una visión lúcida de una de las situaciones más difíciles a las que nos podemos enfrentar. Y lo hace de forma personal, sin miedo a exponer a su protagonista a la escrutadora mirada del lector, dejando que la juzguemos. Una novela que nos apena, nos enfada, pero no hace un melodrama.
     Nos encontraremos analizando la situación, recogiendo la denuncia clarísima ante determinado tipo de terapias sin base científica real que usan las esperanzas de los enfermos. Algo terrible que sabemos sucede. Y también pensando en cada paso que dan ambas mujeres que parecen vivir en una lucha constante, la una por no nombrar la muerte, la otra por intentar que su amiga se enfrente a esa palabra: cada palabra, cada gesto... todos humanos, no siempre acertados.

    La habitación de invitados es una novela lúcida que explora una parte difícil de la naturaleza humana a través de sus protagonistas. Su lectura se antoja realista, parcial en su narración: es como la vida misma. No puedo dejar de recomendarla.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias

viernes, 14 de agosto de 2015

La huella del pájaro. Max Benton


     "Los vio bailar alocadamente. Agitaban la cabeza, sus manos trazaban símbolos en el aire, la piel perlada de sudor. Se fijó sobre todo en las chicas: intentó captar sus miradas, pero ellas no le prestaban atención. Se quedó sentado en silencio, en un rincón aparte de los demás, con una sonrisa helada en los labios. A veces movía el pie al ritmo de la música, pero, en cuanto lo advertía, detenía el gesto, erguía la espalda e inspiraba con aire desdeñoso."

     Tengo este libro hace una eternidad en casa, de hecho no me acordaba hasta que apareció al colocar los estantes. Se había deslizado por detrás, y lo perdí la pista olvidándome de él. Visto y leído, hoy traigo a mi estantería virtual, La huella del pájaro.

     Conocemos al comisario Nils Trojan, un hombre divorciado con una hija, meticuloso en su trabajo y que vive atormentado por pesadillas en las que no es capaz de salvar a quienes aparecen en ellas. Le llaman cuando aparece el cuerpo desnudo de una mujer, sin ojos, sin pelo, llena de cortes y con un pájaro muerto. Parece un caso enrevesado en el que los cadáveres se le amontonan acercándosele poco a poco, la única pista, una niña...

   La huella del pájaro es un thriller con visos de novela negra que destaca por su ritmo. Desde las primeras páginas nos vemos sumergidos en una acción constante que el autor tiñe de angustia al proporcionarnos una posición privilegiada como observadores. Ya en el prólogo nos damos cuenta de que estamos ante un libro en el que hay que abrocharse el cinturón de seguridad y, una vez comienza la historia, seremos incapaces de dejarla hasta el final. Así es el primer libro de lo que será la saga Nils Trojan.

     El precio de la velocidad lo percibimos pronto, salvo de lo imprescindible, es decir, los escenarios de los crímenes, las descripciones no abundan. Los personajes tampoco llevan más que unos pequeños trazos que nos permiten situarlos diferenciándolos, y eso que tampoco hace mucha falta ya que el autor no duda en recurrir a clichés como el del detective atormentado de mediana edad. Pero no nos importa, porque no reparamos en ello hasta el final. La lectura consigue atrapar toda nuestra atención, y las páginas vuelan en una historia que tiene mucho de teatral.
     El autor nos coloca en las escenas segundos antes de que se cometan los asesinatos, y eso supone una angustia lectora para quien ya sabe lo que va a suceder y no puede hacer nada por evitarlo. Además, pese a esa anticipación, no nos otorga más datos sobre el asesino que los que tiene la policía, así que nos deja pensar libremente y hacer nuestras cábalas para llevarnos a una resolución solvente que se produce unas cuantas páginas antes de finalizar el libro. Hacer esto es siempre una osadía ya que el libro suele verse afectado. Y, efectivamente, será en estas páginas en las que se aminore el ritmo como si se tratara de una zona de frenado de emergencia antes de parar totalmente al cerrarlo. Deje abiertos los frentes personales, la relación que el protagonista parece que quiere mantener con una mujer que va ganando importancia en la trama, alguna confidencia de sus compañeros... pero en lo que se refiere a la parte policíaca todo queda atado, y bien atado.

     La huella del pájaro es una novela francamente entretenida y que nos deja una sensación satisfactoria al finalizar su lectura. Es cierto que no se trata de un novelón que destaque por su calidad, pero si buscamos algo ligero que nos haga pasar unas cuantas horas sin despegar los ojos de sus páginas, posiblemente esta sea la elección adecuada.

     Y vosotros, ¿también buscáis de vez en cuando este tipo de lecturas que nos llevan en vilo entre sus páginas?

     Gracias

miércoles, 12 de agosto de 2015

Y todo a media luz. Maurizio de Giovanni



     "Dime, ¿tú sabes qué es el amor?
     ¿Tú que lo vendes a dos liras el servicio, cinco minutos para echarte encima mí aliento, sin tiempo para mirarte a los ojos, murmurar tu nombre, crees acaso que sabes qué es el amor?¿Qué sabrás tú de las largas esperas, de los silencios amarrados a la angustia, esperando una palabra, una sonrisa?"

     Esta vez fue el precioso dibujo, porque las cosas hermosas no han de ser alegres, lo que me atrajo. Luego el título, que me recordaba a un bonito bolero de Gardel, y el resto vino rodado. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Y todo a media luz.

     Corre en Nápoles el año 1932 cuando conocemos a Ricciardi, un comisario de policía con el dudoso don de escuchar las últimas palabras que pronuncian los muertos. Como por ejemplo Víbora, su último caso. Una hermosísima mujer asesinada en un prostíbulo llamado El paraíso conocida por todos y frecuentada por tan solo dos clientes. Junto a su ayudante Maione se encargará de intentar resolver un caso sabiendo que al tratarse de una prostituta, para muchos tal vez no tenga tanta relevancia, pero a él las últimas palabras de los muertos le torturan.

     Como siempre que se trata de un libro perteneciente a una saga comienzo situándoos. Y todo a media luz es la sexta entrega perteneciente al comisario Ricciardi, no obstante, no sólo se puede leer por separado, sino que yo me he enterado de que había más tras hacer su lectura, así que no es necesario leer los anteriores, ni nos deja una trama abierta que exija que leamos el siguiente.

     Explicado esto, estamos ante una novela que se aparta un poco de los cauces habituales en la novela negra. Al igual que lleva el título de un bolero, la forma en que está escrita es muy plástica. De hecho hay algunos capítulos que están puestos por su musicalidad, que es casi lirismo, a la hora de ser leídos. Hacía mucho tiempo que no me tropezaba con un libro en el que fuera tan palpable la plasticidad de cada palabra, de cada expresión. Y aún así eso no es motivo para que no corra la sangre, porque sigue comenzando, como tantas novelas del género, con un cadáver en las primeras páginas.
     Para resolver el crimen, el autor nos introducirá en una trama marcada por las pasiones y el hambre, él mismo nos lo repite a lo largo de una historia en la que conoceremos mejor a Ricciardi, un hombre atormentado que parece no querer abrirse al mundo ni a ninguna de las dos mujeres que lo aman; Maione, su ayudante, un hombre de familia que no duda en acudir a un travesti al que aprecia más de lo que quiere reconocer para obtener información, y a Bruno, un doctor que es tan buena persona como bocazas. Y si ya perfilamos a los personajes principales que van acompañados de el aya del comisario y las dos mujeres que esperan ser capaces de resquebrajar la coraza que protege al comisario, sólo nos queda conocer a los secundarios de esta historia. Unos secundarios perfilados para conseguir introducirnos en el Nápoles de los años treinta, en sus calles y sus pasiones, en la vida de las chicas de un burdel y sus familias, amores y rencillas... y también en sus miserias. Y una vez más destaca el cuidado, casi mimo, con el que trata el autor a cada personaje, como si fuera un objeto preciado que presentarnos para que podamos comprender su importancia, para que podamos ir deshaciendo el embrollo que nos propone con esta muerte aparentemente poco importante.

     Hay muchas cosas a destacar en Y todo a media luz, pero quizás lo más importante sea ese rasgo atípico que la convierte en un objeto bello, hermoso. Y también que el autor procura que nos importen más los sentimientos de cada personaje que el asesinato en sí, incluso atrapar al asesino parecerá secundario cuando descubramos que la víctima era amada por uno y venerada por otro, que fue envidiada e ignorada... y también que poseía su propio corazón. Pero no os preocupéis, el crimen queda resuelto y explicado, y el autor introduce tramas secundarias y da un par de giros, porque estamos, no se nos olvide, ante una novela negra.

     Me ha gustado Maurizio de Giovanni, buscaré más libros firmados con ese estilo tan personal.

     Y vosotros, ¿recordáis alguna novela cuyo estilo os haya marcado tanto como la trama o sois de los que no reparáis en esos detalles?

     Gracias

martes, 11 de agosto de 2015

Código Rojo. Luis Gonzalo Segura



     "Eran cerca de las tres de la tarde y el día había sido agotador. Martina, exhausta, caminaba cargada con el cubo de basura mientras el aire helado que cabalgaba enfurecido por la calle del Arsenal lanzaba con toda su furia una descarga de agua que la hizo refugiarse en sí misma, amurallarse. Aquella andanada de frío y agua le pareció un mal augurio. Todo sucedió junto al vertedero al que tantas veces tenía que irse a lo largo del día."

     Debe de haber un millón de motivos para acercarse a un libro, siendo la curiosidad el más común de todos. Y fue precisamente la curiosidad tras Un paso al frente, la que hizo que me acercara a este título. Hoy traigo a mi estantería virtual, Código Rojo.

     Tras una primera muerte espeluznante con nota que avisa de la posibilidad de una segunda, conocemos a Sira y Fernando. Las muertes son dentro del ejército así que los investigadores también. Sira es una teniente brillante que se ha visto frenada en su ascenso por su condición femenina y Fernando es un hombre cuyas condiciones de homosexual y sindicalista tampoco le han sido de gran ayuda. En un primer momento, parece que hay más interés en tapar estas muertes que en descubrir al asesino, sin embargo, la pareja protagonista ayudados por un antiguo militar expulsado llamado Guillermo, no cejarán en su empeño relacionando estas muertes con una historia de corrupción actual y tragedias pasadas.

     Es algo común el uso de la literatura para realizar denuncias sociales. De hecho, hoy en día es muy común en el género negro que los autores reflejen realidades que de otro modo no veríamos mezcladas en sus tramas. Por eso, y por su anterior obra, Un paso al frente, decir que el autor utiliza este nuevo título para poner sobre la mesa hechos desconocidos que bien podrían ponernos los pelos de punta, no resulta una novedad. Luis Gonzalo Segura avisa al final del libro, es un ejercicio de ficción y sus personajes son ficticios, pero eso no implica que haya un tono de denuncia durante prácticamente toda la narración. Pero dejemos de lado este punto y concentrémonos en la trama.

     Código Rojo es, ante todo, una novela negra ambientada en el ejército. Aparentemente y tras una primera muerte, puede existir un asesino en serie. Una nota hallada junto al cadáver parece indicar que será el primero de una cadena de, posiblemente, cinco. Y así conocemos a la pareja protagonista que se dedicará a investigar el crimen. Hay una lucha por el protagonismo entre Sira y Fernando, cuyos movimientos y reacciones están perfectamente equilibrados a lo largo de la novela para que el lector consiga verlos como un todo: ella más escéptica, él más temperamental, y ambos un equipo. Equipo que aumenta al colaborar Guillermo, un joven militar expulsado por sus declaraciones (punto este que nos recuerda al autor). Será además por boca de Guillermo, por quien conoceremos casos de corrupción, suicidios o abusos que las Fuerzas Armadas se encargan de que no salgan a la luz.

     No nos olvidemos que es una novela, y por lo tanto ficción, y así debemos de leerla. Luego ya que cada cual dude de lo que hay de verdad en el libro, que investigue y que opine. Pero dirigirse a ella buscando un ensayo testimonial es un error que impediría disfrutar de una historia que recuerda a los asesinos norteamericanos escrupulosos en las puestas en escena. Además, es excepcional prácticamente el entorno en el que el autor ha decidido situar los hechos, no abundan las novelas ambientadas en las Fuerzas Armadas, y esta nos da opción de asomarnos un poco a ese mundo. La trama contiene datos del pasado, pistas perdidas que hay que buscar en la historia (o google, no olvidemos que estamos en el siglo XXI) y también los giros necesarios como para mantener al lector entretenido hasta sus últimas páginas en una novela que, por ponerle un pero, a veces se ve un poco lastrada por el exceso de datos que quiere darnos el autor en sus razonamientos.

     Código Rojo es una novela entretenida con una trama bien urdida y una base de denuncia a la que ya nos tiene acostumbrados el autor.

    Y vosotros, que ayer no os pregunté, ¿con qué libro estáis esta semana?

     Gracias

lunes, 10 de agosto de 2015

House of Cards. Michael Dobbs


     "Nada dura para siempre. Ni la risa, ni la lujuria, ni siquiera la vida en sí. Para siempre, no. Por eso le sacamos el máximo jugo a lo que tenemos.
¿Por qué desperdiciar la vida buscando un epitafio? "Te recordamos con cariño." ¿Quién salvo un idiota quiere algo así cincelado sobre su cabeza? No es más que incontinencia sentimental. Enfrentémonos a los hechos: la vida es un juego que suma cero y es mediante la política como decidimos quién gana y quién pierde. Y, nos guste o no, todos somos jugadores.
"Respetado por cuantos le conocían." Otro lloriqueo monumental. No quiero eso en mi lápida. No es el respeto, sino el miedo lo que motiva a un hombre; así se construyen imperios y se ponen en marcha revoluciones. Ése es el secreto de los grandes hombres. Cuando un hombre tiene miedo de que lo aplastes, de que lo destruyas por completo, su respeto siempre vendrá detrás. El temor más elemental siempre es embriagador, abrumador, liberador. Siempre es más intenso que el respeto.
Siempre."
   
     A veces, conocemos una novela siguiendo la estela de su éxito en el cine o la televisión. A veces, suponemos que haber visto esa adaptación, va a provocar que no disfrutemos igual del libro. Y, a veces, nos equivocamos al creerlo. Hoy traigo a mi estantería virtual, House of Cards.

     Conocemos a Francis Urqhart, whip del partido Conservador inglés. Su trabajo como whip consiste en asegurar la disciplina entre los diputados del propio partido, lo que en la práctica suele significar conocer sus secretos. La reelección como Primer Ministro de Collingridge parece su gran oportunidad para conseguir un puesto relevante en el partido, cuenta con la promesa del propio Collingrigde. Sin embargo, éste se ampara en los pocos votos conseguidos en lo que ha sido una victoria con tintes de réquiem para faltar a su palabra. Francis se siente engañado, ultrajado, desposeído de un puesto que no llegó a disfrutar, y tiene una cosa clara; merece dejar de estar en un segundo plano. Se lo deben. La ambición y el poder que le proporciona su puesto serán sus armas para conseguir su propósito. Sólo tiene que comenzar el juego que mejor domina; los secretos políticos.

    Esta novela aparece originalmente en 1989 con un éxito más que considerable. De hecho, poco tardó en ver la luz una adaptación en forma de miniserie para la BBC que se vio recompensada con varios premios. Hace poco, esta vez desde Estados Unidos, ha llegado una nueva adaptación del libro protagonizada por Kevin Spacey. Una cosa estaba clara, la historia es buena. Como no voy a hacer de esta reseña una comparación entre adaptación y libro, me limitaré a decir que sería una pena perderse el texto escrito por haber visto la serie. Tiene muchas diferencias. Las suficientes.

     La novela es un thriller político llevado con un pulso magistral por un protagonista como pocas veces me he encontrado. Francis es sencillamente maestro, uno de esos personajes difíciles de olvidar que cruza la línea de lo maquiavélico a lo malvado y aún así consigue poner de su parte a un lector que es plenamente consciente de la naturaleza de sus acciones. Cuajado de frases a modo de reflexiones del propio protagonista, pronto nos descubrimos sonriendo ante la mordacidad de las flechas que lanza sobre un mundo político que reconocemos perfectamente como nuestro. Comenzamos el libro con cautela, temerosos de perdernos en la maraña de cargos que van quedando despejados y colocados con una eficacia milimétrica  para ahorrarnos el camino, y vamos descubriendo las flaquezas de cada uno. Francis es malo, sí, pero no un malo cualquiera... es malo de verdad, de esos que serán capaces de lo que haga falta por conseguir su propósito: un tiburón en un mundo de tiburones. Y nos enseña los dientes mientras comenzamos a dudar de si queremos que triunfe realmente el bien, porque a fin de cuentas ¿qué es el bien dentro de ese mundo podrido?, ¿quién no haría lo mismo ante una traición?
      La historia crece a un ritmo endiablado mientras comenzamos a temer que se desmorone ese castillo de naipes que nos anunciaban en los títulos, aunque en realidad ya no lo tememos, lo deseamos. Una trama que nos hipnotiza, llena de letras magnéticas que nos obligan a avanzar un poco más. Francis estará además acompañado por Mattie, una mujer que comienza en el mundo del periodismo y que lucha con otro tipo de ambición por abrirse paso en un difícil mundo de hombres. Dispuesta a todo, como él, dispuesta a llegar a él, nos llevará a preguntarnos quién usa a quién. Pero no nos confundamos buscando buenos... porque posiblemente nuestra búsqueda será en vano.
     El juego a comenzado, y como decía un famoso locutor: si parpadeas te lo pierdes.

     House of Cards es una novela que no puedo dejar de recomendaros. Olvidad las series, olvidad lo que habéis visto, porque os sorprenderá igualmente. No hay que dejarla pasar.

      Y vosotros, ¿os resulta difícil acudir a un libro si antes habéis visto su adaptación a la pequeña o gran pantalla?

     Gracias

viernes, 7 de agosto de 2015

Invasión. David Monteagudo


     "La primera vez que vio a un gigante, García estaba tomando una cerveza en la terraza de un bar. Entonces no lo identificó como tal, tan sólo pensó que se trataba de una persona anormalmente alta; pero lo cierto es que, ya aquella primera vez, la visión le produjo un indenifible malestar, no tanto por la desmesurada altura del gigante, como por el hecho, insólito y sorprendente, de que nadie pareció rearar en su presencia."

     Así comienza la nueva novela del autor de Fin, un libro que cosechó éxito literario y cinematográfico y cuyo final me resultó decepcionante. Monteagudo había publicado algún título más, todos anteriores, pero cuando apareció su nueva novela "de verdad" me picó la curiosidad. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Invasión.

     Conocemos a García, un hombre normal que vive en una ciudad cualquiera, con una pareja rutinaria y un trabajo aún más rutinario. Su vida se ve profundamente trastocada desde el momento en que comienza a ver gigantes, o más concretamente cuando empieza a percibir como gigantes a personas de su entorno. Al darse cuenta de que él es el único al que le sucede, le hará pensar que se está volviendo loco mientras su mundo se ve invadido por estas personas de enorme tamaño.

     Vivimos en un mundo terriblemente rutinario que nos vuelve grises e indiferenciables. Somos presas de unos horarios y unos convencionalismos a los que incluso llamamos hobbies, que nos hacen previsibles en nuestras vidas, aficiones, horarios, amistades... y eso nos hace sentir cómodos. Es como un caparazón que nos envuelve y protege de posibles eventualidades. O al menos esa es la percepción del mundo que nos presenta Monteagudo y en el que García, su protagonista de apellido poco singular, se siente cómodo y feliz. O al menos, eso que uno entiende por felicidad y que puede acompañarle toda una vida si no descubre por el camino que hay algo mejor. Pero García, un día, ve un gigante. Dicho así parece una tontería, pero la visión de este ser en el que nadie parece reparar le resulta intranquilizadora hasta el punto de llegar a dudar de si es cierto lo que vio. Eso hasta que ve al siguiente, y luego otro más y otro... que van desestabilizando ese mundo seguro en el que se encontraba. Porque el autor lo que realmente nos propone no es una invasión de extraños seres, ni siquiera esa transformación en sí, no, lo que nos pone delante es la mente de su protagonista, García.
     Un hombre que comienza a dudar de su cordura, a verse empequeñecido en su entorno a medida que le van rodeando estos seres de tamaño colosal que parecen no reparar en su tamaño enorme. Y entonces se agarra a la lógica y llega a la más terrible de las conclusiones; ¿y si me estoy volviendo loco? Y decide acudir a un psiquiatra, enfrentarse a ese profundo terror que lleva atado la palabra locura. Una palabra tan terrible que le hace plantearse si no es mejor llegar a ella en solitario para no verse marcado, somo si su locura fuera tan visible para los demás, como lo son para él esas personas que superan los tres metros de altura.
     García lucha con el terror que le producen estas visiones, se intenta integrar nuevamente en ese mundo en el que vivía hasta hace poco mientras analiza qué parte de su vida ha podido llevar a su cerebro a imaginar eso. su trabajo, su pareja.. todo parece verse afectado por este estado mental. Y García recuerda ese tiempo en el que vivía feliz, y busca desesperadamente volver a integrarse en una sociedad que se mueve como una manada. Se angustia ante su nuevo estado logrando hacer lo propio con el lector.

     En su nueva novela, David Monteagudo enreda al lector en una trama fantástica, o en una alucinación con tintes murakanianos, en la que el lector se revuelve incómodo buscando una solución lógica a lo que allí sucede. Es imposible permanecer ajeno a la mente de García, no preguntarse qué está pasando realmente, sobre todo cuando se nos pone a prueba aumentando poco a poco la fiabilidad de esas "visiones", aportando datos, detalles puestos específicamente para que nosotros reparemos en ellos preguntándonos si esta vez el final estará a la altura. Y resuelve, ahora sí, de una forma tan lógica como impecable, que parece puesta allí para hacernos pensar una vez cerrado el libro si era eso lo que queríamos realmente. Lo que queremos realmente. Y lo pensamos mientras cerramos el libro mirando con suspicacia nuestro entorno, porque Invasión es un libro que intranquiliza durante su lectura y cuya sombra se proyecta durante varios días después de haberlo terminado.

     Invasión es una lectura diferente, más que recomendable y que nos deja regusto a algún título ya clásico.

     Si hay algo que no perdono a un libro, es un final que no esté a la altura de lo relatado, me siento como si me hubieran robado el tiempo que dediqué a esa lectura. Por eso esta vez ha sido tan satisfactorio el título que os traigo. Pero si pienso justo en el lado contrario, y casi por curarme en salud... ¿recordáis algún título cuyo final os pareciera decepcionante?

     Gracias

jueves, 6 de agosto de 2015

Cenital. Emilio Bueso


     "Toda revolución comienza con el sueño de un hombre corriente. Todo hombre corriente despierta a menudo de una pesadilla.
     Esta es la historia de un hombre excepcional, de su sueño. De su pesadilla. De su fortaleza.
     Comienza con un despertar. Con el día en que Destral abre los ojos y descubre que la pesadilla es real."

     Muchas veces digo que me gusta dar tiempo a algunos libros. Bien, pues ahora que ha sido Celsius, me he leído el premio de 2013. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Cenital.

     Conocemos a Destral, un hombre que empezó a creer hace años en la posibilidad de que las energías no renovables se terminen. Todos lo hemos escuchado alguna vez, pero el lo creyó y se dedicó a prepararse para el momento en que dejaran de ser viables.
No demasiado tiempo después, Destral y un grupo de personas viven en una de las pocas ecoaldeas que se autoabastecen. Parece que tenía razón y el futuro no es nada halagüeño. Ni siquiera el futuro inmediato.

     Hay que reciclar, hay que cuidar el planeta, hay que hacer un consumo responsable, apaga la luz, usa bolsas reutilizables, papel reciclado...  estoy segura de una cosa: a todos nos suenan esas cantinelas. Las llevamos escuchando desde pequeños. El mundo se agota, dicen los apocalípticos, y empieza el juego de fechas. Y también hace años que se viene jugando con estos mundos post apocalípticos en la literatura, presentando futuros desalentadores en los que ha sucedido alguna desgracia natural para dar una lección al ser humano.
      Bien, Emilio Bueso se coloca del lado de quienes afirman que la tierra puede agotarse en la trama de este libro. Y lo hace de una forma realmente aterradora. Porque, ¿que hay más terrorífico que la realidad? Podemos asustarnos de sombras o fantasmas, pero sabemos que no existen. El autor lo sabe, y por eso nos plantea un mundo que se agota. Las reservas de crudo se agotan y no estamos preparados para ello, las energías renovables con caras y no proporcionan energía suficiente. Por no hablar de todo lo que lleva este producto en su fabricación. La humanidad se ha hecho dependiente de un producto agonizante y Bueso nos lo pone delante de los ojos sin contemplaciones.

     El libro presenta una estructura lejos de ser lineal. Tenemos por un lado a Destral, que comienza a escribir en un blog sobre algo que él cree que es inminente. Con un tono casi mesiánico avisa de lo que se avecina buscando que más personas se unan a él. Esta parte queda enfatizada con fragmentos de obras reales, de recortes, de estudios, que poco a poco dotan de un intranquilizador realismo a la trama. La historia actual, se desarrolla en la ecoaldea que han formado y que Destral parece dirigir, es la parte más rápida del libro, con una acción corta y directa que comienza con la llegada a las puertas de dos personas tras mucho tiempo sin ver a nadie. Y finalmente, tenemos fragmentos en los que se van presentando a los miembros más destacados de dicha ecoaldea: cómo llegaron, cómo evolucionaron y cómo son en la actualidad. Al igual que sucede con las dos primeras partes, estas también se complementan, ya que la mejor forma de comprender los hechos presentes, es conociendo un poco del pasado.

     Estas partes se alternan barajadas en un desorden perfectamente ordenado que evita que incluso el lector menos avezado se pierda. Realmente es sencillo ir avanzando con el corazón encogido por la duda que nos recuerda a cada paso Bueso: "Y si...." Una duda que nos va martilleando a lo largo de una historia que bien puede catalogarse dentro del terror. Supongo que ahora debería de decir que aprendemos, y que la vida es fantástica... pero en ese caso no estaríamos ante una novela de terror. El autor nos deja una novela hostil, pero de la que es imposible apartar la mirada; como una pequeña catástrofe que nos vuelve morbosos. Es más, ni siquiera los personajes nos dan un respiro para la sonrisa y el relax; están demasiado ocupados en el día tras día. De no ser así, no nos los creeríamos.

     Y vosotros, ¿sois de los que dais tiempo a los libros que resuenan mucho u os lanzáis en plancha a los éxitos que aparecen en cada escaparate?

     Gracias

martes, 4 de agosto de 2015

El pequeño Arquímedes. Aldous Huxley



     "Al final fue la vista lo que nos hizo escoger aquel sitio. Cierto, la casa tenía sus inconvenientes. Quedaba muy lejos de la ciudad y carecía de teléfono. El alquiler era desproporcionadamente algo, la fontanería funcionaba mal. Por la noche, si había viento, cuando las hijas de las ventanas, que no terminaban de cerrar bien, temblaban con tal furia que te parecía estar en el ómnibus de transporte del hotel, la luz eléctrica se desconectaba invariablemente por alguna razón misteriosa y nos dejaba en la más ruidosa oscuridad."

     Hay escritores a los que conocemos por un título o dos y casi nos sorprende descubrir algún otro libro suyo. Una tontería, si uno lo piensa, ya que si el título que conocemos ha alcanzado una determinada cota de notoriedad, lógico sería que hubiéramos buscado otro. Hoy traigo a mi estantería virtual uno de esos títulos que se descubren de casualidad y cuyo autor sorprende por ese motivo. Se trata de El pequeño Arquímedes.
  
    El protagonista de nuestra historia nos cuenta lo vivido hace un tiempo. Recuerda como su mujer y él alquilaron una casa, motivados por las magníficas vistas, a la que se mudaron con su hijo pequeño. Nos habla de esas vistas, de los caseros, las rencillas, y también del hijo de unos campesinos. El niño, llamado Guido y de apenas un par de años más que su propio hijo, les pareció singular desde el primer momento. Ya a primera vista era guapo y paciente, pero no se esperaban que además se tratara de un pequeño genio.

      Hoy traigo uno de esos libritos de apenas ochenta páginas que consiguen conmover al lector casi por sorpresa. El autor da la palabra a uno de los protagonistas de la historia, convirtiéndolo en un narrador que comienza hablando en tono ligero de una casa que alquiló con su familia tiempo atrás. Es fácil imaginar la emoción, la casa y los pequeños problemas y rencillas con los caseros que nos relata, y hacerlo además con una sonrisa. Sin embargo en su relato se cuela pronto un pequeño de seis años llamado Guido que capta nuestra atención. Guido es la flor que crece entre la nieve y nadie está allí para apreciarla. Un pequeño genio que siente fascinación por la música y en el que nadie había reparado  hasta llegar esta familia. Un niño modélico, quizás un poco retraído, que se hace amigo del hijo de la pareja protagonista. Imposible no caer rendidos a los pies de Guido cuando incluso el narrador lo hace, se fija en él, y descubre su increíble capacidad. Y si nosotros nos fijamos en él, imaginaos el resto de los presentes en la historia. Cómo no mirar a Guido...

     La historia se torna tierna, después de todo tal vez las cosas cambien para este niño. Se convierte en un relato entrañable que consigue abrirse paso al corazón del lector que, incapaz de levantar la vista de las letras, termina la historia el mismo día que la comienza. Es inevitable caer rendido ante esta historia relatada de una forma que se antoja sencilla. Porque no hay nada más complicado, que conseguir que una historia parezca sencilla al lector. Bueno sí, es más complicado conseguir además conmover a quien lo está leyendo.

     El pequeño Arquímedes es un relato conmovedor sobre los talentos ocultos y la fragilidad de las cosas. Una pequeña joya narrada con sumo cuidado que no podemos perdernos.

    Y vosotros, ¿también hay escritores a los que conocéis por una obra y no se os ha ocurrido acercaros a más?

    Gracias

lunes, 3 de agosto de 2015

La casa de las miniaturas. Jessie Burton


     "El entierro debería haber sido una ceremonia íntima, ya que la difunta no tenía amigos. Sin embargo, en Ámsterdam las palabras son como el agua, inundan los oídos y ceden paso a la podredumbre, de modo que el rincón oriental de la iglesia está abarrotado. La mujer presencia la escena desde una silla del coro, sin que nadie la vea, mientras los miembros de los gremios y sus esposas se acercan a la tumba abierta como hormigas atraídas por la miel."

     Hay libros que parecen partir con un halo de misterio y éxito, y eso hace que nos fijemos en ellos directamente. Por eso me fijé en este título y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual La casa de las miniaturas.

     Conocemos a Nella Oortman en 1686, el día que llama a la puerta de su nuevo hogar en Ámsterdam. Con 18 años se ha casado con un comerciante llamado Johannes Brandt y se presenta en el que será su nuevo hogar sin conocer ni a su marido, ni a ninguno de los moradores de esa vivienda. Sintiéndose como una extraña, recibe de su marido una casa de muñecas colosal que copia a la perfección su nueva residencia, un regalo de boda que parece decir a Nella que sigue siendo una niña. Sin embargo, cuando comienza a recibir miniaturas para decorar la casa, el pasatiempo que no pidió parece ir avisando de peligros que acechan a Nella en su nueva vida.

     Hubo una época en la que las mujeres regalaban a sus hijas casas de muñecas como si, con ello, pudieran entrenarlas para su futura vida de amas de casas. En otras ocasiones fueron las propias damas quienes competían para tener en su salón la casa de muñecas más ostentosa como si se tratara de una magnífica y lujosa segunda residencia que mostrar a las visitas. De entre todos los creadores de casas de muñecas, destacó Petronella Oortman, a quien rinde un claro homenaje la autora en esta obra. De hecho, aún se pueden admirar creaciones suyas en el museo Rijksmuseum de Ámsterdam.

      La autora, dando el nombre de esta famosa mujer a la protagonista del libro, nos regala un relato vibrante que refleja la sociedad gremial de la época en una ciudad y un momento en el que parecía que cualquiera podía enriquecerse. Una ciudad que hubiera debido ser moderna y abierta para la época, pero que seguía reprimida en muchos modos por convencionalismos y viejas creencias; con calles en las que las mujeres podían pasear sin compañía, pero que luego no toleraba comportamientos mucho más ordinarios en aquel momento.
     Y es en este interesante contexto en el que Nella llega a su nuevo hogar. Un hogar marcado por la distancia y los secretos, que la demostrará que estaba muy equivocada con las ideas que traía del pueblo. Un marido que parece no saber cómo tratarla, una cuñada distante y un servicio que sabe más que ella serán quienes la reciban en una casa que dista mucho de parecerle un hogar. Y, como si un juego de muñecas rusas se tratara, aparece una casa dentro de la casa. Un juguete para niñas para una mujer que se niega a que la traten como una niña. Un juguete que pronto deja de serlo para convertirse en algo muy diferente. Será a partir de este regalo, que la autora comience a dar forma a una trama llena de secretos por descubrir. El lector, tan ciego como la propia protagonista, asistirá a la entrega de unos paquetes que portan pistas sobre esa nueva vida y el misterio de cómo es posible que exista alguien capaz de realizarlos. Paso a paso, pista a pista y misterio a misterio nos meteremos dentro de una historia intranquilizadora con tintes de novelón en el que no faltan las tragedias.

     La novela está marcada por personajes femeninos en un mundo que, paradójicamente, bien hubiéramos podido pensar que es de hombres. Su protagonista, Petronella es una mujer que descubre una fortaleza que desconocía tener, convirtiéndose en una heroína que nos recuerda a esos personajes femeninos de Jane Austen; Marin, la cuñada, es una mujer fuerte llena de claroscuros por descubrir; la criada parece esconder también su propia marca... Todas mujeres, todas luchadoras. Y luego está el Miniaturista, el enigma de la historia que parece encerrar algún tipo de clave.

     La casa de las miniaturas es una novela francamente entretenida, un mosaico cubierto de pequeños detalles que conducen al lector, sin apenas darse cuenta, por un entramado que le muestra la sociedad del siglo XVII como si se tratara de un juego en el que presentar la vida dentro de una casa de muñecas.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias

Pd. Os dejo una imagen de la casa de muñecas que construyó Petronella Oortman.


sábado, 1 de agosto de 2015

Entrevista a Jordi Llobregat

    Jordi Llobregat es un apasionado por la historia relacionada con la evolución y transformación de las ciudades. Se inició en la escritura con doce años tras ver la película Le magnifique. En la actualidad, compagina la escritura con la dirección de una empresa dedicada a la realización de proyectos de investigación y desarrollo comunitario y empresarial. Es, además co-creador y director de Valencia Negra.
     El secreto de Vesalio, debut literario del autor ya ha vendido los derechos a 18 países.

- Lo primero de todo, cuéntanos la historia de El secreto de Vesalio, en qué momento comienza a formarse la idea de escribir un libro, ese instante en que ves lo que quieres hacer.
- Todo empieza en un aeropuerto de Londres. En los aeropuertos me encanta meterme en las librerías y cotillear. Allí me doy cuenta de la importante cantidad de títulos de género gótico, colonial o sobre la época victoriana..., que se editan en inglés. Se trata de lecturas que a mi me apasionan y que creo que le gustan a mucha gente en nuestro país. Entonces, empiezo a preguntarme por qué no escribir una novela de ese estilo pero que ocurra aquí. Más o menos ;-), así fue el principio, aunque en realidad es una anécdota que no conforma por si sola el inicio de la novela. Hay muchos otros "principios" (por ejemplo, cuando decido que la acción transcurra en Barcelona, o cuando descubro a Vesalio, o cuando decido que sean tres y no un protagonista...). Escribir resulta siempre una toma de decisiones continua, un empezar una y otra vez, que termina solo cuando escribes la palabra fin en el manuscrito.
- Por qué Barcelona, y, sobre todo, por qué ese momento tan particular de la historia de la ciudad. ¿No te dio miedo perderte entre tanto cambio que reflejar?
- Hay varios motivos por los cuales elijo Barcelona. Uno de ellos es personal. Yo soy valenciano, pero mi madre era de Barcelona. Para mi, visitar la ciudad para documentarme es algo muy especial pues, cada vez que voy, vuelvo a encontrarme con mi madre en los gestos de la gente, el ambiente de las calles, en cada conversación,... Por otro lado, es justamente ese momento histórico peculiar, tan de transición, el que realmente me importa y me atrae para construir la novela. Barcelona a final  del siglo XIX es una ciudad que está dando los primeros pasos hacia la modernidad, al tiempo que todavía vive entre las tinieblas propias de la época. Se dan circunstancias tan antagónicas como la pujante burguesía y la miseria de la clase obrera, la iluminación de la ciencia frente a la superstición más oscura... Elijo Barcelona por todo eso. Y desde luego, he estado muy preocupado por no cometer algún desliz. Ha supuesto muchas horas de revisión.
- Cómo se siente uno cuando le dicen que su primera novela será publicada en 18 países, ¿recuerdas el momento?
- Muy feliz, por supuesto. La mayoría de las ofertas llegaron en el transcurso de un par de meses. Me encanta viajar, conocer nuevas culturas..., con lo que se trata de un sueño hecho realidad. ¡Menuda frase tópica! Pero no por ello menos cierta. Algo así solo lo sueñas y cuando ocurre te parece que sigue siendo un sueño. Ahora me sirve de motivación para intentar escribir más y mejor.
- Has dicho alguna vez que en tu historia tenía que estar presente la medicina, ¿por qué?
- Me atrae mucho esa frontera entre la vida y la muerte que tanto visita la medicina. Actualmente, a pesar de todos los avances de la ciencia, la muerte sigue siendo igual de terrible y definitiva. Del mismo modo que ocurre con la historia de la ciudad, a finales de siglo XIX, la medicina se encuentra también en un momento de transición muy interesante: se avanza enormemente en el conocimiento del cuerpo humano, se empieza a consolidar la práctica quirúrgica de la asepsia y la antisepsia, está a punto de descubrirse los Rayos X.
- Un pequeño apunte, para quien aún duda, ¿quién fue Vesalio?
- Alguien excepcional. Un anatomista del siglo XVI que puso en cuestión el status quo del conocimiento médico de su época y que, con ello, marcó el principio de la Anatomía moderna a través de su obra De Humanis Corporis Fabrica. Y lo hizo poniendo en peligro su posición, prestigio y casi su vida. Gracias a personas como él, la humanidad ha conseguido progresar. Le debemos mucho. Desde luego, animo a cualquiera que sienta curiosidad, a que se adentre en su obra y en el personaje. Es fascinante.
- El secreto de Vesalio es más que un secreto, también es el de Pau o el de cualquiera de sus personajes, ¿cuesta mucho conseguir plasmar estos grises que definen el interior de las personas, no hacer buenos y malos simplemente?
- Los secretos me fascinan. ¿Te das cuenta de que cualquier persona con la que nos relacionamos esconde algún secreto? Es una idea muy sugerente y que me gusta mucho desarrollar en la novela. Relacionado con esto, yo creo que todos somos capaces de ejercer el Mal, depende de las circunstancias. Por ese motivo, las circunstancias de los personajes de mi novela son muy importantes e intento justificar sus acciones, por muy rechazables que parezcan. En consecuencia, eso me obliga a dibujar los "grises" que comentas, en caso contrario los personajes pierden credibilidad.
- La documentación para una novela como la tuya ha debido de ser tremenda, ¿cuánto tiempo ha podido llevarte desde el proceso de documentación hasta el día que decides no revisar más?
- No estoy seguro, quizás un par de años. Aunque empiezo unos meses antes de ponerte a escribir, luego te acompaña la tarea de documentación durante toda la redacción y más allá incluso. No dejé de documentarme ni cuando la novela ya estaba en la imprenta. Es difícil detenerse pues los temas son muchos y lógicamente, me siguen resultando atractivos.
- Conoces el mundo de la literatura, por ejemplo estás detrás de Valencia Negra, un festival con cada vez más público, ¿eso te ha hecho sentirte más seguro a la hora de entrar en este mundo?
- La verdad es que no. El Festival, que es algo maravilloso, siempre lo he considerado de manera independiente y en paralelo a mi actividad como escritor. Yo empecé a escribir antes de que existiera VLC NEGRA y posiblemente lo siga haciendo cuando no tenga nada que ver con él (dentro, de más o menos, de cien años).
- Precisamente por Valencia Negra y ahora también como escritor me gustaría saber tu opinión sobre el género en nuestro país, ya que hay quien empieza a señalar que las modas pasan que es una moda, ¿goza la novela negra, el thriller, de buena salud?
- Yo creo que las buenas historias siempre gozan de  excelente salud. Ahora mismo podemos disfrutar de autores españoles ( y también internacionales) sobresalientes, increíbles, y no paran de surgir nuevos talentos... Deberíamos celebrarlo, disfrutarlo y dejar de preguntarnos cuándo va a desfallecer este fenómeno. En realidad, las modas duran bastante menos que lo que está durando esta gran época del género, por lo que lo descarto totalmente. Esto no es una moda, el género negro "ha llegado" (al igual que el género histórico), para quedarse.
- Y el público lector, ¿es tan pasivo como lo pintan?, ¿qué respuesta estás teniendo con ellos en las redes o presentaciones?
- Jamás pensaría en los lectores como alguien pasivo. Suelen ser muy exigentes (como es natural, pues, ni más ni menos, van a dedicar unas horas de su vida a leerte) y ahora, gracias a las redes, pueden ser más participativos. Yo tengo una web de la novela y mantengo personalmente una página de Facebook, una cuenta de Twitter y otra de Instagram. A través de estos canales observo, comparto, intercambio la experiencia de la lectura de El secreto de Vesalio con mucha gente. Y también me permite compartir anécdotas, datos curiosos, documentación que tengo de la novela, pero que no aparece en ella... Es una gozada, además de muy enriquecedor como escritor. La respuesta a la novela está siendo maravillosa. Reseñas preciosas y comentarios fabulosos. Sólo puedo dar las gracias y ponerme a escribir.
- Cuando uno lee El secreto de Vesalio, se da cuenta de que sobre todo es una novela divertida, difícil de soltar, llena de acción, ¿es difícil encontrar ese punto dinámico que hace que el lector quiera avanzar un poco más cada vez?
- Como lector, me gusta mucho la sensación de estar en el trabajo u ocupado con alguna gestión matutina y pensar con una sonrisa en el libro que me espera al finalizar el día. Deseo volver a casa para ponerme a leer y continuar la aventura que dejé inacabada la noche anterior. Creo que cualquier escritor debe aspirar a provocar esa sensación. Para mi es fundamental.
- Sé que ahora apenas dispondrás de tiempo, pero dicen que cuando uno se convierte en escritor, comienza a vivir historias, ¿piensas en la siguiente novela?
- Sí, en la siguiente, y en la siguiente de la siguiente... :-) Siempre estoy pensando en otras historias. Además soy un lector muy ecléctico, es decir, que me gusta leer casi de todo y en consecuencia, también escribirlo, lo que amplía mucho las posibilidades de nuevas historias.
- Me gustaría, por último, saber qué libro estás leyendo en este momento y en tu caso, que pasan tantos autores y libros por delante de tus ojos, saber si me puedes recomendar un título, bajo palabra de hacerte caso.
- Ahora mismo estoy leyendo 22/11/63 de Stephen King (lo tenía pendiente) tras terminar el último de Connolly, que fue estupendo. 
Las recomendaciones son una gran responsabilidad, pero puedo intentarlo. Si deseas leer una novela negra con tintes clásicos y con un personaje muy singular, te puedo recomendar La Ciudad de la Memoria de Santiago Álvarez, en el apartado de autores del Festival, cualquiera de sus obras son más que recomendables. En caso contrario, no los traeríamos ;-)

     Tengo que agradecer a Jordi su amabilidad conmigo desde el primer momento en que le propuse esta entrevista que fue, si no recuerdo mal, incluso antes de que El secreto de Vesalio viera la luz. También sus comentarios en las redes a la lectura a medida que se realizaba.
     Y, como siempre, gracias a todos los que pasáis por aquí.

     Bibliografía:

     - El secreto de Vesalio