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lunes, 19 de junio de 2017
El cielo es azul, la tierra blanca. Hiromi Kawakami
"Oficialmente se llamaba profesor Harutsuna Matsumoto, pero yo lo llamaba maestro."
No me suelen gustar las historias de amor, pero intuía algo más en esta novela. Por eso me atrajo. Y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El cielo es azul, la tierra blanca.
Conocemos a Tsukiko na mujer soltera de 38 años que lleva una vida solitaria, sin amor. Un día se encuentra en una taberna a su maestro de japonés de la escuela y juntos comienzan a compatir vidas y soledades, experiencias: la mujer que se va, el compañero que se quiere acercar... sin saber que eso les va acercando a ellos.
Resulta interesante que este libro esté escrito por una mujer ya que plantea situaciones peculiares de la sociedad japonesa. La protagonista es una mujer, por un lado liberada, que admite sin ningún problema su soltería, la pasión laboral sin importarle no tener tiempo ni ganas para el amor, y también su afición al sake que la lleva por tabernas en las que apenas comenta que haya mujeres. Una mujer liberada que se rebela contra algunos actos sociales, como el momento en que se turba al negar el acercamiento de un hombre de su edad, pero que sin embargo sucumbe al maestro con el que se encuentra. Sucumbe porque retrocede en todo lo ganado, y lo hace desde esa primera persona, ya que ella es la narradora. Desde los regaños mínimos, como el no saber servir la bebida, hasta temer ofender al hombre al que acompaña en un punto que oscila entre el respeto y el bajar la cabeza más que la mirada. Hay una suerte de rebeldía latente en la historia que lucha con el costumbrismo centenario que resulta francamente interesante.
La novela en sí habla de esos encuentros que pasan por casuales y que tienen dos personas que parecen negarse la amistad que va aflorando entre ellos, ya que están acostumbrados a vivir en una soledad que reivindican pese a que ya dependan uno del otro. Dos personas que, narrado en la voz de ella, se añoran cuando están un par de días sin verse, y que descubren los sentimientos que pueden aparecer entre ellos, con más extrañeza que ilusión y, sobre todo, con mucha precaución, no sabemos muy bien si porque les asusta a ellos o porque temen asustar al otro. Y ello viene contado de la mano de Hiromi, que lo hace con las palabras justas, medidas como esos haikus que aparecen y desaparecen a lo largo de la novela. Da así la sensación de plasticidad, de hermosura en las letras, que parece ser habitual en la literatura oriental en la que el lirismo se desprende incluso de los títulos.
Una historia de amor, reza el subtítulo de esta novela. Y lo es. Quizás no al uso, no de la forma acostumbrada, pero si es una historia honesta. Más que del amor convencional, lo es del acercamiento, de las barreras, de los ciegos que ven y también de quienes no quieren ver, una historia de los primeros momentos y también de lo últimos, ya que la primera frase nos revela el final, inevitable, necesario. Porque hay historias de amor, que ganan al mirar atrás desde un futuro.
El cielo es azul, la tierra blanca me ha parecido una novela hermosa, podría decir muchas cosas más, hablar de lo estático de algunas escenas, del ritmo lento, casi una cadencia, pero prefiero quedarme con lo hermoso que cuenta, y también en la forma de contarlo. Echad un vistazo, es diferente.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias.
La literatura japonesa no termina de encajar conmigo.
ResponderEliminarUn beso ^^
El cine japonés está compuesta de imagenes estáticas, lentas, y he leído a autores japoneses que demuestran que en todo su arte es válido ese estilo de contar algo.
ResponderEliminarNo es una historia que vaya a leer.
Saludos.
Puede ser muy interesante, aunque en estos momentos no es una lectura que me apetezca mucho.
ResponderEliminarEsta semana empiezo "Visado para Shanghai", de Qiu Xiaolong.
Besos.
Con este no creo que me anime, no conecto demasiado con los escritores orientales.
ResponderEliminarBesos!
Podría animarme con ella pero en otro momento, ahora no creo que la disfrutase
ResponderEliminarBesos
Pues si que parece que va más allá de una historia de amor!
ResponderEliminarBesos
Esta novela lleva tiempo en mi lista de deseos, a mi sí me gustan las historias de amor, sobre todo si son como intuyo aquí, honestas y peculiares.
ResponderEliminarBesos.
Es precioso. Lo leí hace años, la verdad es que dudé al ver la portada pero luego cuando contaste la historia me di cuenta de que era el mismo. Es literatura oriental de la que más me gusta, sensible, contemplativa a ratos, muy honesta pero muy pendiente también de la estética.
ResponderEliminarBesos
¡Hola!
ResponderEliminarPues sí que me ha llamado, me has convencido con tu reseña. Eso de que sea diferente y que cuente una historia de amor, aunque tal vez no como estamos acostumbrados...
¡muchos besos!
Pues con esta opinión como no apuntarla, besotes preciosa.
ResponderEliminarMe ha parecido muy interesante esta reseña.Besicos
ResponderEliminarA mí es que la literatura oriental me cansa mucho. Y mira que lo he intentado... Besotes!!!
ResponderEliminarTendré muy en cuenta esta lectura.
ResponderEliminarUn beso.
Esta vez no me lo llevo, no suelo conectar con los autores orientales
ResponderEliminarBesos
Leí hace mucho la edición de Acantilado y la disfruté, me identifico bastante con tus sensaciones.
ResponderEliminarPues suena muy bien lo que nos cuentas, creo que le daré una oportunidad a ver qué tal.
ResponderEliminarGracias por la reseña, ¡un saludo!
No es un libro que me llame a primera vista, no es mi tipo de historia, pero me gusta mucho cómo describes a los protagonistas y su relación... así que me lo apunto, quizá en algún momento en el que me apetezca salir de mi zona de confort le dé una oportunidad ;)
ResponderEliminarBesos!
Tengo algo de miedo con la literatura japonesa...no tuve una buena experiencia y no he vuelto a repetir. Pero esta historia me atrae sobre todo por lo diferente que parece su protagonista. Me ha gustado mucho lo que has contado, me la llevo ;)
ResponderEliminarBesitos
Hola, no conocía tu blog, pero desde ahora ya tienes una nueva seguidora.
ResponderEliminarNo he leído nada de literatura japonesa, pero me lo apunto por si las moscas.
Gracias por la reseña.
Si te apetece conocer mi blog te espero en: Bibliotecaria recomienda…
Pues no lo conocía y suena bastante tentador. NO me importaría leerlo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Este libro no es para mi, lo dejo pasar. Esta semana la empiezo con Meretrice de Lola P. Nieva.
ResponderEliminarSaludos
Hola! Igual no te lo veo reseñado y hubiese pasado de este libro pero con lo que cuentas me ha llamado la atención. Lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarEsta semana estoy con Divina Lola, orgullo y prejuicio y cada día te espero a ti.
Besos!
Uy me convenciste creo que la leeré te mando un beso
ResponderEliminarHola!!!! Tal vez me anime y lo lea. Besos
ResponderEliminarEso iba a decirte precisamente. A mí, si es de amor pero está contado hermoso, bello, y me transmite ese amor, me enamora a mí también.
ResponderEliminarVale, no es mi punto fuerte la literatura japonesa, china, etc, pero... me has tentado. Me ha gustado lo que cuentas.
Anotado.
Besotes
Está anotado, pero siempre que voy a la librería me dejo engatusar por algún otro...me asusta un poco que se trate de una relación demasiado romántica...pero por lo visto suele gustar mucho. Seguirá en mi lista un tiempo, porque he dejado de comprar libros durante un tiempo...bueno...llevo unos días...solo por el hecho de ver que tengo demasiados en casa...y creo que hay dejar salir (no a todos, los hay que forman parte de la piel de una)...para que entren los nuevos.
ResponderEliminarUn abrazo gigante...