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viernes, 16 de junio de 2017
Mi maravillosa librería. Petra Hartlieb
"Hemos comprado una librería. En Viena. Escribimos un email con unas cifras, ofreciendo una cantidad que no teníamos, y al cabo de unas semanas llegó la respuesta: acaba usted de comprar una librería... Hemos pujado con un dinero que no tenemos, y por una librería que está en una ciudad que no vivimos. Y la hemos conseguido. ¿Y ahora qué? Pues ahora tenemos que apechugar con el asunto."
¿Quién, de todos los lectores empedernidos que circulan y paran delante de este espacio, no ha soñado aunque sea en ficción, con tener una librería? Pues por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Mi maravillosa librería.
Petra Hartlieb es una mujer normal, con familia y perro incluidos en el lote, que un día se enteró de que un negocio se ponía a la venta y decidió pujar. Y así, casi sin darse cuenta, o al menos sin haberlo reflexionado fríamente, se vio con una librería en una ciudad ajena a la suya, una deuda y un montón de trabajo por delante. Y esta es su historia.
Poco sabía yo cuando estuve en Hartiebs Bücher, en Viena, que tiempo después iba a leer su historia en este amable librito de Periférica. Y supongo que poco sabía su autora cuando visitaba la ciudad, que se iba a encontrar como poseedora de una librería que se ha abierto con los años un hueco en el tejido cultural de esta gran ciudad.
Comenzaba diciendo, y es así, que casi cualquier lector empedernido ha fantaseado alguna vez con tener una librería y convertirse en una suerte de Mendel capaz de recomendar el libro perfecto a cada lector, o haber leído al menos cada título por el que le preguntan. Y esta es la historia de quien tuvo que hacer realidad ese sueño. Y no, no estamos ante uno de esos libros de amor a la literatura, o pan y libro, en la que solo importa la satisfacción de recuperar un incunable o conseguir tal o cual título. Esta vez de lo que se trata es del proceso para formar una librería, narrado de una forma amable y sin esquivar algunos temas periféricos para el argumento, pero vitales para la vida de cualquiera. Es fácil, supongo, contar la vida con una sonrisa cuando ha pasado ya todo, las luchas y, aunque no lo diga, las noches de insomnio y vértigo, y ese es justo el tono que decide adoptar Hartlieb en esta novelita. Desde la aceptación que relata un poco rápida, hasta el banco que les otorga el dinero sin problema, pasando por la mudanza, las noches en casas ajenas, y la ausencia de tiempo que dedicar a la familia (tema que no suele presentarse en los libros, pero sí en la vida cotidiana de cualquiera que trabaje), la autora parece no despegar la sonrisa del lápiz en ninguna de sus líneas. Da además, la dosis de realidad de quien busca empleados, y la literaria de quien deja nombres y alguna que otra anécdota con la que calmar la sed de esos lectores que se ven atraídos por este tipo de títulos como polillas a la luz.
Pese a contar una historia real y poder visitar el lugar si se visita la ciudad, no he conseguido despegarme una cierta sensación de fábula, precisamente por ese tono que deja fuera disgustos y contratiempos serios que hubieran borrado el aire positivo de la historia. Y es esa amabilidad la que provoca que uno no se detenga en su lectura y, en mi caso, bucee en las carpetas de fotos hasta encontrar aquella en la que aparece en el interior de una librería que un día visitó y hoy, sin haber sido buscado, estaba leyendo.
Mi maravillosa librería es una novela entretenida y amable para amantes, y no tanto, de los libros.
Y vosotros, ¿alguna vez habéis soñado con tener una librería?
Gracias.
La metaliteratura me gusta, así que no lo descarto.
ResponderEliminarUn beso ^^
Yo he soñado con librerías desde que tengo uso de razón, jajaja, no sólo con tenerla, también con enamorarme en una librería y casarme con un librero con gafitas. xD
ResponderEliminarEstoy segura de que disfrutaría de esta lectura.
Besos.
¡Cierto! Yo creo que soñamos con tener una librería tradicional, de las que quedan pocas, o una biblioteca inmensa. Y ahora además muchos soñamos con un blog sobre libros, cosa que algunos han conseguido llevar a cabo, y con un resultado estupendo por cierto ;)
ResponderEliminarSiiii. Me parece un sueño maravilloso.... Tiene una pinta estupenda tu consejo. Tomo nota. GRACIAS por meternos y pasearnos entre libros y lecturas. Un abrazo y buen fin de semana
ResponderEliminarA mi también me dejó la sensación de un tono demasiado optimista. Desde luego consiguió su sueño. Pero la realidad debió ser un tanto más dura y compleja de lo que transmite en este libro.
ResponderEliminarY yo también he soñado en tener una librería.
Un abrazo
Yo sí, no me importaría tener una...
ResponderEliminarEs un libro que no me importaría leer, lo tengo en mi lista de wishlist desde hace un tiempo, y después de leerte me apetece mucho más.
Besos
Por supuesto que he soñado con tener una librería jajaja
ResponderEliminarParece una lectura muy amena como dices pero no creo que sea un libro para mí. Gracias por la reseña :D
Parece un libro perfecto para estas tardes de verano, besotes
ResponderEliminarMe gustó mucho este título de Periférica. Pero no creo que ese aire de fábula del que hablas sea porque a pesar de todos los contratiempos todo sale bien y sigue adelante; creo que eso es culpa de la narradora, de la propietaria de la librería, Petra Hartlieb, por su carácter optimista y flexible, por su talante feelgood y la inteligencia emocional de saber recoger lo mejor de su vida. O, dicho de otra forma, que es una de esas personas que hacen limonada fresquita cuando la vida se empeña en darle limones. Bss
ResponderEliminarEste libro ya lo he leído. Me encantó.
ResponderEliminarSí, claro que alguna vez he soñado con tener una librería, o con una habitación forrada de estanterías llenas de libros. Librerías o bibliotecas, mis lugares predilectos. Gracias por la reseña. Besis
Pues creo que me gustaría!
ResponderEliminarBesos
La verdad es que entre mis sueños no ha estado nunca el tener una librería.Besicos
ResponderEliminarVaya pregunta nos haces...
ResponderEliminarYo también tengo la sensación de que colorean mucho este tipo de historias. Parece que si no tienes una librería es porque no quieres. Este tipo de libros los guardo para cuando me apetece lectura amable.
Besos
Vaya... le tenía muchas ganas a este libro y ahora, tras tu reseña, más aún, no tenía ni idea de que la librería era real (me había fijado en el título y ya, jaja). Y es que yo soy de las que sueñan despierta que cuando me toque lo lotería montará un librería, sin duda.
ResponderEliminarBuen fin de semana!
Fíjate, a mi la mayoría de libros que tratan el tema de las librerías y los "presuntos" milagros que ocurren en ellas no me suelen atraer, pero esta historia me apetece un montón y estoy convencida que me va a gustar, así que te agradezco el "trabajito" que te has tomado, porque no conocía esta historia.
ResponderEliminarUn beso.
Pues sí he pensado lo de tener una librería, sí. También me haría ilusión una papelería. Me encantan los artículos de escritorio. Aunque, ahora que lo pienso, no son productos incompatibles para vender juntos. Besotes!!!
ResponderEliminarConocía ya este título y me había llamado la atención al ser una historia real...aunque supongo que las cosas no serán tan idílicas como las que todos nos imaginamos siendo libreros.
ResponderEliminarYo he soñado mucho con tener una librería...ojalá pudiera.
Besitos
La vida me dio esa oportunidad de niña, adolescente y joven, lo disfrute maravillosamenteeeeeeeeeee
ResponderEliminarLamentablemente mi abuelo paterno tomo la decision de vender y no tuvo la idea de hablarlo con los nietos
Agendare este libro
Cariños y buen fin de semana
Qué atractiva historia!! Me la apunto, ya!!
ResponderEliminarSaludos.
En muchas ocasiones. Y sigo soñando... Y no me importaría nada leer este libro.
ResponderEliminarBesotes!!!
Claro que he soñado con tener una librería, ¿quién no? Sería alucinante. Sobra decir que me llevo el libro bien anotado, es ver la palabra "librería" en un título para que se me disparen las alertas, pero luego de leer tu reseña le tengo aún más ganas.
ResponderEliminarBesotes.
Uy creo queme encantará el libro de ley lo leo y respondiendo a tu pregunta
ResponderEliminarno, pero si de tener una editorial. Te mando un beso
Parec una historia amena de leer. Siempre me asombra que gente humilde tenga el dinero suficiente de hacerce con un negocio teniendo deudas todo el tiempo.
ResponderEliminarYo soñaba con tener um videoclub, ja, ahora estaría muerto de hambre.
Saludos.
Yo he soñado con escribir muchos libros, lástima que no sepa escribir...Saludos
ResponderEliminarSuena muy apetecible, yo, como casi todos a los que nos gustan los libros claro que he soñado (y sigo soñando) con tener una librería... Y si ya es en Viena... :) buena reseña, un beso.
ResponderEliminarEs mi sueño actual. Estoy dándole vueltas a la cabeza, pero aun estoy en ello. Como dices es algo difícil, no un fábula en la que todo sale bien.
ResponderEliminarEn fin.. algún día.
Besos
Hola! Pinta bien, no descarto leerlo más adelante, creo que me puede gustar. Y sí, siempre he soñado con tener una librería, jejeje.
ResponderEliminarBesos!
Un libro al que le había echado el ojo, creo que puede resultar una lectura de lo más amable
ResponderEliminarBesos
¡Hola!
ResponderEliminarMi respuesta es SÍ. O bien trabajar en una, aunque no sea propia. Creo que es algo que a la mayoría de los lectores se nos ha pasado por la cabeza.
En cuanto he visto el título de esta entrada en mi feed no he podido sino pasarme por aquí para averiguar de qué iba esta novelita. A pesar del tono excesivamente amable y esquivo de los obstáculos, me la llevo apuntada porque me has creado la curiosidad por saber más de este lugar que podemos visitar en la realidad.
Un saludo imaginativo...
Patt
La verdad es que me hubiese gustado tener una librería.
ResponderEliminarRodearse de libros está muy bien.
Un beso.
Alguna que otra vez sí que lo he pensado, sí :-P Otro que tengo desde hace algún tiempo en mi lista de deseos. Un besote!
ResponderEliminar¿Tener una librería?? ooohh sería genial.
ResponderEliminarMe llama este libro, lo tendré en cuenta
Es verdad que todo parece encadenarse de manera milagrosa para resolver los momentos más difíciles. O quizás sea que en otros países la gente es más amable y solidaria. Pero aún así, la sensación de cansancio, de trabajo, mucho trabajo, lo transmite bien. Eso sí, como dices tú, siempre con una sonrisa. A mí se me habría caído de la cara al poco :)
ResponderEliminarUn abrazo
¡¡¡¡Lo quiero!!!
ResponderEliminarAdoro la metaliteratura, punto 1.
Quién no quisiera una librería, uafff, punto 2.
ME regalaron uno de Periférica que me enamoró, se titulaba Pornografía, no sé si te suena... ja. Punto 3.
LO QUIEROOOO
Lo leí, y me sentí un poco como cuentas...lejos de que fuera una historia real. Sin embargo, parece ser que lo fue. No me metí mucho en el libro...y lo dejé, pero tengo pendiente retomarlo...un poco por saber qué sucedió y cómo se organizó...no me gustó tanto con una librería encantada o la librería ambulante...Ese tipo de librerías, son las que yo querría tener...¡¡a quienes no nos gustaría!!
ResponderEliminarAbrazos
Exacto, qué lector no ha soñado con...
ResponderEliminarMe ha gustado el fragmento que nos dejas y el tema me llama la atención. Aún así, lo que comentas que tiene un tono demasiado idílico hace que me lo repiense. Es una lástima, pensaba que sería completamente realista al estar basado en hechos reales (qué guay que exista de verdad la librería) pero veo que en ese aspecto defrauda un poco. Va a ser que no.
Un saludo,
Laura.