Páginas

viernes, 28 de mayo de 2021

No oigo a los niños jugar. Mónica Rouanet

 


     "¿Recuerdas la primera vez que la vimos?".

     Tenía curiosidad por el motivo del título, por la llamativa cubierta y más sabiendo que mis experiencias con Rouanet habían sido buenas. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, "No oigo a los niños jugar".

     Conocemos a Alma, una joven de 17 años que sufre un trastorno postraumático al ser la única superviviente del accidente de tráfico que acabo con la vida de sus padres y su hermana. Asediada por el sentimiento de culpa intenta acabar con su vida y eso la lleva a ser internada en una clínica para menores. Allí conoce a Luna, hija secreta de una celebridad y ansiosa por llamar la atención, Mario, un joven con rasgos esquizofránicos, Claudia, anoréxica... y también al doctor Castro y a los distintos cuidadores que, cada uno a su manera, cuidan de estos niños como si se tratase de huérfanos abandonados. 

     Pero lo importante de aquí, por encima de sus personajes, es el sanatorio. Un lugar que ha cambiado de manos tras pasar varios años cerrado y que aún mantiene cerradas sus plantas superiores. Y eso nos lleva a la presentación del segundo grupo de alumnos: Conocemos a un reducido grupo de niños que han sido ingresados en un hospital para niños sordos. Se sienten marginados frente a aquellos que no lo están, particularmente dos de ellos. Allí les cuida una mujer a la que estos dos niños llaman Mamá Luisa y que ha decidido convertir el sanatorio en su hogar y el de su hijo Diego, que causó la separación de Luisa con su entorno al concebirlo estando soltera y de un hombre casado. Cuando el sanatorio cierra los niños son recogidos por sus familias... excepto los sordos, de los que nadie parece acordarse y que se quedan con Mamá Luisa y con Diego, encerrados en silencio entre las paredes del único hogar que han conocido. 

     Bien, ese sanatorio que fue cerrado y cuya actividad cambió es el que ahora ocupa Alma, llave de dos hilos temporales que se unen en sus ojos. Unos ojos capaces de ver a esos niños a los que la autora da voz en forma de monólogo entre ellos. Y así es como nace la historia de un lugar para niños solitarios que necesitan cuidados y, sobre todo cariño. De una zona cero para almas frágiles que esconde secretos que se han mantenido en silencio durante años y que son desveladas a un lector que poco a poco va hilando pistas y empieza a preguntarse qué parte es real y cuál es su sombra. Y frente a Alma, Diego, que se convirtió para mi en la duda, la pregunta eterna que me llevaba una y otra vez a Luna y de Luna a Mario y de Mario al muro y del muro al ordenador y volvía a Mama Luisa y a ese señor que era el padre de su hijo. Y de todos ellos a la leyenda urbana, ese término del que todos hemos sido víctimas consentidas y consentidoras y que podría explicar pero no qué escondía exactamente el libro de Rouanet.

     No os voy a decir la clave, por supuesto. El secreto es suyo y de todos los que se animen a leer el libro. 

     No oigo a los niños jugar es una novela entretenida marcada por unos personajes sensibles a los que la autora deja contar sus historias y que se van ganando poco a poco al lector.

     Y sigo diciendo que me encanta la cubierta, ¿qué libro os ha llamado la atención por su cubierta últimamente?

     Gracias.


 

10 comentarios:

  1. ¡Hoooola!

    Muchas gracias por compartir tus impresiones, aunque creo que esta vez lo voy a dejar pasar. No me llama lo suficiente, así y en general, y encima no es nada el género que me apetece leer ahora así que nada, creo que no va a ser para mí jajaj

    ¡muchos besos!

    ResponderEliminar
  2. Gracias por la reseña, me parece interesante y tomo nota aunque de momento la lista de pendientes la tengo a tope.
    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Gracias por la reseña que me ha parecido interesante.Besicos

    ResponderEliminar
  4. He leído reseñas más tibias que la tuya, así que no estoy muy animada con este libro. Pero me alegra que lo hayas disfrutado. En mi caso, si se cruza, puede que me anime. Si no...
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  5. No conocía el libro, pero por ahora no me voy a animar. Besos.

    ResponderEliminar

  6. Me parece una temática muy interesante esta de los niños que por alguna razón de esas que uno no se explica , terminan en un sanatorio , es un tema fuerte pero me interesaría ver como lo narra la autora. Buena propuesta de lectura. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Lo tengo entre mis pendientes. Me gustó mucho Despiértame cuando acabe septiembre y me dejó con ganas de otra novela de Mónica. Por lo que cuentas, esta también me gustará.
    Una portada que me ha gustado mucho ha sido Misery por Mai Ly Degnan. Es muy minimalista y te dan ganas de abrir el libro.
    Besos

    ResponderEliminar
  8. Disculpa pero aunque me gustan tus reseñas, casi siempre desvelas muchos detalles de la trama. Por favor, háblanos más del estilo y no nos destripes tanto. Un saludo.

    ResponderEliminar
  9. Bueno, a este le tengo ganazas, me llaman un montón tanto la temática como la ambientación.

    Besotes

    ResponderEliminar

Deja tu comentario con respeto hacia todos y recuerda:
NO hace falta verificar.
Al dejar un comentario estás aceptando La nueva LOPD y Privacidad
http://entremontonesdelibros.blogspot.com.es/p/aviso-legal-privacidad-y-lopd_59.html
Gracias por venir.