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lunes, 30 de marzo de 2015
Paranoia. Franck Thilliez
"Todo el equipo médico que se ocupaba de Lucas Chardon se reunió alrededor de su cama. En cuanto despertó, le retiraron los diferentes electrodos del electroencefalograma que tenía fijado en el cuero cabelludo. El electrocardiograma y los diversos aparatos conectados aún a su cuerpo indicaban que su estado era estable.
El paciente, con las muñecas y los tobillos atados, manifestó su exasperación.
- Quiero hablar a solas con mi psiquiatra. Los demás, salgan por favor."
Decir a estas alturas que me gustan las novelas de Thilliez no es ninguna novedad para muchos de los que pasáis por aquí. Me suponen un entretenimiento del que disfruto sin levantar apenas la vista del libro hasta que lo he finalizado. Por eso tenía ganas que que este título viera la luz, y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Paranoia.
Conocemos a Ilan, un joven que vive intentando superarla muerte de sus padres. Con la treintenta encima, su vida cambió con este suceso hace un año, cuando su novia puso fin a su relación dejándolo solo con la idea de que había sombras alrededor de este suceso. Un año después ella regresa para hablarle del juego que hace tiempo ocupara su vida: Paranoia. Un juego que se esconde en el límite entre lo real y lo virtual y cuyo ganador se llevará 300.000 euros: un juego que parece estar llegando a su fin.
Cualquier cosa que se diga sobre este libro, ha de ser cuidada y repasada antes de convertirla en algo público, ya que la pista más pequeña, puede hacer que el lector descubra antes de tiempo los secretos que tiene Thilliez en la manga. Así que habrá que tener cuidado.
Narrada en dos tonos, y dos historias, nos encontramos primero con un asesino, el que toma la novela justo al comienzo, al despertar, y después con Ilan, quien llevará el peso de la mayor parte de la narración. El autor nos va situando poco a poco en el mundo de los jugadores en red que se dedican a resolver enigmas, personas que pasan horas delante de los ordenadores buscando avanzar un paso más; y avanzando un paso más consigue mezclar lo virtual con lo real en un juego opresivo que se lleva a cabo en un ya clásico de los escenarios de angustia: un hospital psiquiátrico abandonado. Allí, página tras página y pieza a pieza, irá desgranando su historia a una velocidad endiablada que hará que el lector sea incapaz de detener la lectura. No nos da tiempo a echar en falta a Sharko esta vez, ya que estaremos ocupados con ese pequeño grupo de jugadores que acompañan a Ilan y su ex novia, de hecho no les quitaremos la vista de encima mientras intentamos resolver el enigma nosotros mismos, aunque nuestro premio no sea una nutrida suma de dinero.
Thilliez consigue una atmósfera muy lograda, opresiva y negrísima que, si bien recuerda a clásicos del terror más psicológico (no puedo evitar pensar que tiene un momento Silent Hill tremendo), lo hace procurando no cruzar esa barrera convirtiendo su novela en un libro de género. Como es habitual en sus libros, la narración tiene un componente técnico, médico, en el que apoya gran parte de sus acciones. Y lo hace con las explicaciones justas para no aburrirnos. Va dejando pistas poco a poco y cierra la trama dando una explicación en la que no hay cabos sueltos que molesten al lector, lo cual es de agradecer. Y aunque, en mi caso tengo que decir que no fue una sorpresa, eso no me quitó de disfrutar la lectura ni por un segundo. De hecho, si me paro a pensarlo, creo que el fin último de Thilliez no es dejar de piedra al lector: hay pistas suficientes para que consigamos ponernos por delante, para darnos el tesoro del jugador que gana durante la lectura terminando así de convertirnos en jugadores de su macabro invento.
He dicho al principio que en esta novela hay que tener cuidado con lo que se cuenta, para dejar que cada uno vaya paso a paso por los distintos niveles. Me he dejado muchas cosas que contar, no por olvido, sino porque esas os corresponde ir descubriéndolas a vosotros: ¿Wanna play?
Paranoia es un juego retorcido en el que es fácil entrar, una novela en la que iremos recogiendo pistas y pasando páginas sin darnos cuenta. Francamente entretenida.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias
sábado, 28 de marzo de 2015
Entrevista Jordi Ledesma
Imagen de la red |
Autor del poemario Agua de mayo, entra en la novela con Narcolepsia, finalista de los premios literarios de la XXV Semana Negra de Gijón en la categoría de mejor primera novela negra y finalista también de los premios leermisterio.com en 2012.
- ¿Cómo se pasa de escribir poemas a la novela negra, dos géneros que no tienen nada que ver?
- Creo que es compatible. Y no es que no tengan nada que ver, es que no se pueden comparar desde esa óptica; la negra es un género novelesco; la poesía es mucho más que eso, es un campo dentro de la literatura. Por otro lado hay pasajes muy poéticos dentro de muchas novelas negras, incluidas las mías. Aún escribo poemas, pocos, pero alguno que otro escribo. Vázquez Montalbán escribía poesía, Carlos Zanón escribe poesía. No es nada raro.
- Me ha llamado la atención que el tema recurrente tanto en Narcolepsia como en El diablo en cada esquina es la naturaleza humana, y esa tendencia hacia la maldad, ¿son más interesantes los malos?
- Como narrador me resulta más divertido crear personalidades malvadas, pero intento hacer creíbles a todos los personajes sea cuál sea su naturaleza. En Narcolepsia hay personajes en los que encontramos un fondo bondadoso y está presente durante toda la historia, aunque gran parte de los actos que se narran se cometan desde la maldad. En esta novela la bondad queda de lado, pero son los propios protagonistas quienes se desprenden de ella desde el principio, y todas sus decisiones están razonadas, primero desde un instinto avaricioso, y después desde la necesidad de supervivencia.
- Leyendo El diablo en cada esquina, se aprecia desde la primera página que la maldad, la que tú pones delante del lector, es vil, inunda sus páginas. Ahora te pido que elijas, ¿quién es realmente el malo de tu historia?
- Todos son culpables, pero sí es cierto que hay dos grupos de personajes, y diferencias entre ellos: los cuatro principales que desde el egoísmo, los caminos fáciles, el dinero o las adicciones se han dejado arrastrar por una esfera delincuente consecuencia de cierta pasividad social ante el abuso y la corrupción. Y luego está el otro grupo de personajes, los cuatro secundarios, y que tienen el control de determinados círculos, los dominan y aportan lo necesario para envenenar la ciudad que devora a los del primer grupo. Digamos que, los cuatro primeros, y sin justificar ni una de sus acciones, son menos malos que los cuatro segundos, quienes lo que tratan de obtener es más poder con el que ampliar su capacidad dañina.
- En tus novelas, con el realismo de las calles y las conversaciones, los personajes casi respiran. Eso hace que piense que hay una labor de documentación y pulido que muchas veces los lectores no vemos. ¿Cuánto tiempo te llevó escribir El diablo en cada esquina?
- Alrededor de un año. La verdad es que me halaga la pregunta, porque la novela, a nivel de estructura e intención visual, está muy trabajada. Además la he reescrito varias veces, y he creído haberla acabado otras tantas, eso le ha dado mucha consistencia a la trama.
- No hay bondad, tu ciudad parece condenada a dejarse caer en las zonas más oscuras y lo haces con personajes que nos pueden resultar incluso familiares. ¿Crees en la novela negra como denuncia?
- Por supuesto, la novela negra siempre fue un instrumento recurrente para reflejar el abuso, las injusticias sociales, y muchas marginalidades que como sociedad nos incomoda mirar. En mis novelas sí existe esa carga de crítica social, y una predisposición a mostrar y protestar por determinadas cosas.
- De la autoedición, a la edición con Alrevés . Y dos novelas ya, ¿cómo es ese salto al mundo editorial?
- Yo siempre deseé ser escritor, por eso en ambas novelas he vivido el proceso con mucha ilusión, agradezco a mi editores dejarme participar en cada paso, y querer conocer siempre mi opinión respecto a cualquier tema, ya fuera de diseño o formato, o de otros aspectos que iban más allá de mi aportación, que era el texto en sí, sin cubierta ni solapas.
- Cada vez sois más los autores de novela negra que resonáis con fuerza en las librerías, apartando poco a poco esa moda que vino del frío, ¿cómo ves el panorama actual en nuestro país para un género que ya ha demostrado que es más que una moda?
- Hay una hornada de escritores y escritoras nacionales, menores de cincuenta años, con títulos muy buenos, tanto o más que muchos extranjeros que venden miles y miles de libros en España. En el campo de la creación el futuro está salvado, pero tenemos que leerlos para descubrir lo buenos que son, y para que editores y libreros sigan apostando por ellos.
- Me gustaría que en un puñado de palabras dijeras al lector, más allá de una sinopsis, qué es lo que puede encontrarse en tu novela.
- Una novela muy rápida, trepidante, sin pausa. Un relato con una estructura coral que, a pesar de acercarnos a unos personajes muy extremos, deja claro que todo sucede a dos cuadras de casa; la maldad más despiadada en la escalera de enfrente. Un estilo muy directo, y podríamos decir que, en ocasiones, descarado. Una trama brutal con algunos giros muy buenos, y un final demoledor.
- De historia a historia... ¿ya ronda algo en la cabeza de Jordi Ledesma?
- Trabajo en una novela. Y de tanto en tanto escribo cuentos, y algún poema.
- Y por último y de forma nada original, la pregunta obligada. Me gustaría saber qué estás leyendo en este momento.
- No me gusta leer otras novelas mientras estoy desarrollando la mía, las lecturas me influyen en el proceso creativo. Pero lo último que he leído y me ha gustado ha sido Un buen invierno para Garrapata de Leo Coyote.
- Muchísimas gracias por tu tiempo y gentileza, he visto que además vas de mesa en mesa con las promociones y es todo un detalle que te hayas acercado al blog. Y por cierto: Felicidades por esa segunda edición.
- Gracias a ti por leer y recomendar la novela.
Y, como iempre, gracias a todos los amantes de los libros que os pasáis por aquí.
Bibliografía:
- El diablo en cada esquina
- Narcolepsia
- Agua de mayo
viernes, 27 de marzo de 2015
El diablo en cada esquina. Jordi Ledesma
"El hierro corta la hierba que aguanta la bola, el golpe suena diseminado y el eco lo devuelve de inmediato. La pequeña esfera sube. Una nube espesa y oscura le da a la mañana un aire de tarde terminada. Un soplo helado golpea los árboles. A la bola le falta un empujón para atravesar esa racha de cierzo envenenado, la carencia la hace bajar antes de lo necesario y es engullida por el lago. Con ella se desvanece la posibilidad de ganar dinero. Solo queda esperar a que llame Mariscal, el argentino."
Tras leer Narcolepsia hace ya tiempo me fijé en este autor, por eso no me costó decidirme a acercarme a su segunda novela. Y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El diablo en cada esquina.
Conocemos a Esteban, un niño de esos que vienen de una familia con dinero y que opta por una vida sin futuro ni porvenir. Las malas compañías y peores decisiones hacen que termine en los bajos fondos alejado de sus propios hermanos. Así es como conoce a Mariscal, un hombre peligroso que le llama de vez en cuando para realizar algún trabajo. El último es un robo que parece bien orquestado y dinero fácil; sin embargo algo más hay porque nada sale como le habían dicho a Esteban, muere gente y él termina por huir.
Es fácil al comenzar la novela pensar que hay muchos casos como el de Esteban, y automáticamente sentir una corriente negativa hacia él y la vida que lleva. No es una buena persona, está claro. Sin embargo, a medida que avanza la historia nos damos cuenta de que no es el único malo, ni siquiera tiene por qué ser el peor del puñado de personajes que pueblan esta historia. Ledesma escribe una historia coral en la que los destinos de sus personajes se entrelazan hasta constituir una buena historia.No hay caso peligroso sin policía, ni mafioso sin matón peligroso y ninguno de sus personajes buscan excusar lo que hacen. El peso femenino de la historia lo lleva Dulce, una mujer convertida en prostituta que, lejos de vendernos un drama (que también lo hay) convierte la supervivencia en ambición. Y así, y con estas voces y un Esteban huido arranca la nueva novela de Jordi Ledesma. Lo hace además con un buen ritmo, que permanecerá constante a lo largo de la novela, y sin perder el tiempo en grandes descripciones. El autor opta por ir al grano para no perder el interés de un lector que ya en el primer capítulo, se ha preguntado qué ha sucedido realmente en esa casa que iban a robar.
Ledesma puede decirse que escribe un pequeño tratado sobre la naturaleza humana y lo fácil que le resulta corromperse ante algo tan habitual como el dinero. Dicho así parece sencillo, en realidad toda la novela se esconde bajo una sencilla apariencia, cuando en realidad hay un gran trabajo depurando la historia, recortando para conseguir un texto efectivo. Un lenguaje cuidado y una prosa llena de afirmaciones casi categóricas sobre decisiones ya tomadas, nos revelan que la maldad es algo que está apenas escondido a pie de calle en el interior de las personas.
Hay una remesa de autores que parece empeñada en mostrarnos que la novela negra se escribe dentro de nuestras fronteras, y cada vez somos más los lectores que nos acercamos a este grupo de escritores sabiendo que es, además, novela de calidad. Me ha gustado este segundo título del autor, no me cabe duda de una cosa: repetiré con él.
Y vosotros, ¿os gusta la novela negra?
Gracias
PD. Os dejo el book tráiler
jueves, 26 de marzo de 2015
Charlotte. David Foenkinos
"Charlotte aprendió a leer su nombre en una tumba.
Así que no es la primera Charlotte.
Antes existió su tía, la hermana de su madre.
Las dos hermanas están muy unidas hasta una tarde de noviembre de 1913.
Franzisca y Charlotte cantan juntas, bailan y ríen también.
Y es algo que nunca resulta extravagante.
Hay pudor en esa forma de practicar la dicha.
Quizá tiene que ver con la personalidad del padre.
Un intelectual rígido, aficionado al arte y a las antigüedades.
Opina que nada hay que importe más que una mota de polvo romano.
La madre es más dulce.
Pero de una dulzura rayana en la tristeza.
Su vida ha sido una secuencia de dramas.
Resultará de gran utilidad enumerarlos más adelante."
Conocía la historia que se iba a relatar, desgarradora, real, olvidada... eso hizo que el libro me resultara imprescindible sin apenas saber nada sobre cómo estaba escrito. Me bastaban la historia, la cubierta y la firma. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Charlotte.
Conocemos a Charlotte Salomon en un comienzo que ya es un adelanto de lo que será una vida trágica. Una mujer cuya vida estuvo marcada por la muerte y en la que el arte marcó su vida, tal vez porque la muerte también marcó su arte. Una mujer que también murió, en 1943. Ella lo hizo en Auschwitz, en una cámara de gas. En aquel momento estaba embarazada. Dejó su obra, nos queda Vida o teatro.
Foenkinos escribe un libro singular, en el que no me cabe duda de que es cierto todo lo que cuenta. Lo que hace singular al libro, más allá de la historia, es la forma en que está escrito. A primera vista, un poema, pero no, o al menos yo no he encontrado poesía. Experimenta con las formas dejándonos una historia narrada como una sucesión de frases cortas escritas de forma directa, en las que el autor se dirige al lector. Rinde homenaje, un gran homenaje, a una mujer que descubrió por casualidad, según sus propias palabras, y cuya vida estaba plasmada en cada una de las pinceladas de su obra. Y Foenkinos se pone a ello frase a frase. Desgranando una vida con una cadencia en la que parece necesitar pararse a tomar aire antes de dar el siguiente paso en el camino de lo ya recorrido por Charlotte. Y quién no lo necesitaría con una vida como la de esta mujer.
Charlotte es una mujer marcada incluso antes de saberlo: marcada por una larga cadena de suicidios en su familia. Gripes que no lo fueron, ángeles, ahogadas... Incluso su madre fallece, aunque tardaría tiempo en descubrir la causa, de esta terrible "maldición familiar". Para cuando lo hace, la niña con diez años ya está acostumbrada a los periodos depresivos de su progenitora y ni siquiera el segundo matrimonio del padre con una cantante, que introdujo la cultura a manos llenas en casa de Charlotte, consigue eliminar las sombras que pueblan a la protagonista. Charlotte descubre que es judía, judíos en Alemania, años treinta... en final ya le sabemos, pero no el camino. Y eso es lo que nos deja el autor. No entra en grandes detalles, reconozco que me hubiera gustado saber más, se limita a contar una vida como si la estuviera recordando de memoria y fuera dictando apuntes. Quizás la mayor sensiblería de la novela sea como trasciende la admiración del autor por quien la protagoniza. Una admiración que tampoco oculta ni lo pretende, la expone al contarnos que visitó lugares en los que estuvo la artista convirtiendo de este modo su libro en algo un poco más privado.
Poco queda salvo el cuidado a la hora de elegir las palabras, de las novelas anteriores del autor. El tema es serio, casi solemne, pero Foenkinos parece empeñado en evitarlo, no quiere que los nazis se adueñen de su historia, tal vez porque la muerte de su protagonista quedó en un lugar desconocido para muchos perdida entre tanta sangre derramada. Su objetivo es una mujer, no el Holocausto.
Comenzaba hablando de las formas, algo que no me cabe duda que será tan alabado como temido por crítica y lectores. Experimentar es de valientes, y en la literatura, pese a que pocos se animen, hay todo un campo abierto listo para probar. A mi no me ha resultado una traba a la hora de leer el libro, me acostumbré rápido, aunque no puedo evitar salir de la lectura con la sensación de ligereza, de que en una novela se hubiera podido desarrollar más esta historia. Porque la vida de la protagonista merece muchas páginas, o tal vez sea culpa de Foenkinos, cuya intención siempre fue dejarnos con ganas de más.
Y vosotros, ¿os dejáis intimidar por libros que, a primera vista, están escritos de forma poco convencional (o simplemente no son novelas)?
Gracias
miércoles, 25 de marzo de 2015
Éxodo. D.J.Stalingrad
"Durante la primera mitad de mi vida no entendía nada. Crecí rodeado de estantes llenos de libros, sin comprender por qué mi abuelo, un profesor universitario, era pobre de solemnidad, ni por qué la gente de mi edad esnifaba pegamento y de mayor quería ser gángster."
Conocía la existencia del libro. Un autor que escribe pajo seudónimo y que ha sido buscado y detenido en nuestro país y un libro que refleja un punto de realidad que me es totalmente desconocido en las calles de Rusia. Con eso tenía ya más que suficiente para llamarme la atención. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Éxodo.
Un narrador sin nombre, apuntado por muchos como una versión novelada del autor, nos relata unos momentos de furia en las calles en las que la violencia por la violencia parecía ser la ley imperante. Viajes a conciertos en los que el único objetivo era la bronca. Grupos neonazis, vandalismo llevado al último término, ultras, posiciones políticas y palizas a pie de calle.
Éxodo es la historia del margen de una generación; un margen que recibe una educación y que vive sumida en la desesperanza y la ira y cuya reacción es la lucha. Y si hay muchos modos de luchar, ellos optan por la fuerza bruta, desmedida y además indiscriminada. Parece que la violencia es la única manera de la que pueden ver sus actos, o las consecuencias directas de sus actos, como si el resto de su vida no importara a nadie. Su narrador sin nombre nos habla de que forma parte de una guerra, guerra que se libra en las calles, en los vagones del tren, a las puertas de un club cualquiera... barras de hierro, policía y huesos que se rompen mientras se nos pone delante una generación a la que no le importa el dolor, casi al contrario. Grupos que no guardan recuerdos de la URSS y que viven en grupos marcados por las subculturas y las tendencias políticas y las militancias extremas.
Todo eso nos cuenta este librito en el que además de no buscar justificar esa violencia cruda y desmedida, de hecho en un momento dado incluso admite que al final todo se reducía en violencia por violencia como fin, se nos presenta a algún personaje con nombre propio. Y con todo, lo más llamativo es esa vocación de sinceridad que parece tener la historia. Por encima de lo que nos relata, lo más escalofriante ha sido comprobar que habla de lugares y hechos que sucedieron en realidad no hace tanto. Una mirada atrás a un momento en el que vivió de ese modo y lo hizo con todas las consecuencias y sin un momento de duda, con mirada desafiaste. Casi una crónica en la que hablando de lucha lo que se hace es comenzar una guerra calle a calle, noche a noche, guiados por consignas que suenan a viejos eslóganes mil veces usados en esas u otras calles.
Un libro que ha sido publicado con éxito en los países por los que ha pasado y que ahora llega al nuestro para enseñarnos, al menos a mi, un lado que me era desconocido. Cosas cuya existencia conocemos, pero de una forma difusa, pero que no son ficción. Ha resultado una lectura francamente interesante.
Para eso también sirve la literatura, para descubrirnos lugares y situaciones que suceden en otras partes del mundo. Y a vosotros, ¿Qué lugares o momentos os resultan llamativos a la hora de elegir un libro?
Gracias
J.D. Stalingrad es el seudónimo utilizado por Piotr Silaev.
lunes, 23 de marzo de 2015
Khïmera. César Pérez Gellida
"Cuenta la leyenda que en aquel reino vivía el príncipe Iván, el último de tres hermanos pero el más aguerrido y audaz.
Una aciaga noche, el cruel Koschéi Bessmertnii se valió de trucos y argucias para raptar a su madre y llevársela más allá de los treinta y nueve reinos. Impotente, el zar enloqueció y todos sus dominios se vieron contagiados por el caos y las tinieblas. Entonces, el mayor de los tres hermanos partió en su búsqueda."
No me gustan las etiquetas. Normalmente me pasa como con los cromos repes cuando era pequeña, se me acumulan tantas que se me desordenan. Un ejemplo es el libro que hoy traigo, una distopía que es un thriller, o tal vez una ucronía.... no, distopía, va a ser mejor distopía, aunque ahora que lo pienso, parece bastante real. Lo único que tengo claro, es que es ficción. En fin, narrativa de ficción. Hoy traigo a mi estantería virtual, Khïmera.
El 27 de mayo de 2036 sería recordado como el día que todo cambió. El mundo se sumió en una gran guerra, la Guerra de Devastación Global que diezmaría la población y terminaría con la sociedad conocida hasta el momento. El planeta cambia y hay quien se aprovecha de ello para tomar posiciones en este nuevo orden, aunque hay cosas que parecen estar unidas a la naturaleza humana: los secretos, los estratos sociales, los privilegios... todo eso existe en el año 2054. La población vive adaptándose al nuevo orden, la nueva división geopolítica y su nuevo status. En este mundo controlado por La Lupa solo queda un cabo suelo: Khïmera.
Me gusta cuando un escritor decide probar a salir de su zona de confort. Y eso hace Gellida en este libro, en el que abandona el género negro que le hiciera estar entre los más leídos para adentrarse en la aventura de crear un mundo. Podemos, por supuesto, encontrar algún rasgo significativo de lo que parece va a formar parte de su sello personal, como los nombres que da a cada una de las partes o movimientos de su historia, y alguna referencia a la música escondida entre sus letras durante la lectura. Pero además de eso y del estilo directo y desprovisto de adornos, estamos ante un nuevo Gellida. Gellida crece y una ciudad se le queda pequeña, necesita un mundo para contar su historia.
Khïmera es una novela ambiciosa que avanza dando unos primeros pasos lentos, para permitir al lector situarse en un mundo que no se nos antoja ni tan lejano, ni tan desconocido. Los conflictos bélicos están al cabo del día y por eso su futuro no es otra cosa que una vía (oscura, eso sí) que podría tomar nuestro presente. Reconocemos la ambición, la tecnología que va dominando poco a poco nuestras vidas y también los distintos rumbos que nos describe antes de entrar de lleno en el año 2054 y comenzar con el thriller. Porque a partir de ese momento la novela cambia de ritmo, conocemos a personas influyentes, hijos que sangran el recuerdo de sus padres, periodistas que investigan, secretos... y corremos página tras página detrás del secreto mejor guardado; el de Khïmera. Un descubrimiento tal vez al azar, un hombre empeñado en encontrar la sombra de otro, zonas limpias y otras que no lo son, escalas de valores; todo tiene cabida en esta historia relatada casi a modo de crónica de sucesos que depara alguna sorpresa al lector más incauto.
Poco he desvelado en realidad del argumento, es complicado en esta novela ya que todo queda tejido de tal forma, que enseñando un hilo corres el riesgo de estropear alguno de los movimientos descritos. Lo que si os puedo decir es que la intriga está servida, y nosotros mismos seremos los primeros interesados en descubrir lo que se esconde y eso hará que una vez comenzado el libro, tire del lector hasta terminarlo.
Gellida nos ha dejado esta vez una historia en la que no pretende dejar con la boca abierta con ingenios tecnológicos, sino todo lo contrario. Lo que sigue buscando es divertirse y mantener a sus lectores enganchados al hilo de sus letras.
Ha resonado por las redes, está en las librerías y acabáis de leer una opinión sobre ella. Y estaréis en este momento preguntándoos: Pero, ¿qué es Khïmera?
"...en realidad, nadie tiene ni puta idea de lo que fue Khïmera." (pg. 135)
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias
PD. El book tráiler
sábado, 21 de marzo de 2015
Entrevista a Fernando Marías
Imagen: web del autor |
Con novelas y guiones de calidad más que reconocida por crítica y púlbico, Fernando Marías es una de las voces literarias más potentes del panorama actual.
- En primer lugar permítame que le felicite por el Premio Biblioteca Breve obtenido hace apenas unos días por su novela La isla del padre. Si uno echa un vistazo a su trayectoria, vemos que no es ni de lejos la primera vez que ve su trabajo recompensado, ¿qué sintió cuando se lo notificaron?¿se acostumbra uno a los premios o cada vez es diferente?
- Cada vez es diferente, como tantas cosas buenas de la vida. Y en este caso más. Escribí este libro, intimista y autobiográfico, para mi padre muerto, y el objetivo era por tanto ajeno a cualquier afán de notoriedad. Ignoraba si este libro iba a interesar o a resultar críptico, lejano para cualquier lector que no fuera yo mismo. Y resultó todo lo contrario. Es un libro cargado de magia, lo fue desde el principio.
- Cuando uno ve lo poco que ha trascendido de su última novela antes de su publicación, no puede evitar pensar que estamos ante algo privado, ¿fue difícil encarar el tema?
- Más que fácil o difícil fue irrenunciable. El libro comenzó a gestarse en 2009, cuando enfermó mi padre: ahí comencé a escribir. Entonces el libro casi surgió solo. Creo que se estaba armando dentro de mi cabeza, esperando el momento de trasladarse al papel, a la realidad. Creo que estaba vivo.
- ¿Cómo recuerda la relación con su padre, un hombre con una profesión tan llamativa para un niño como la de marino mercante?
- Buena, apacible, aunque con recelos provocados por sus largas ausencias. Era el único padre de mis amigos del colegio que no estaba casi nunca. A cambio, cuando regresaba, traía un baúl de historias: viajes, aventuras...
- Para los que no tengan muy claro de lo que hablo en la pregunta anterior, me gustaría que nos diera un pequeño resumen en un puñado de palabras de lo que nos vamos a encontrar en La isla del padre.
- Es una novela de aventuras (aunque parezca difícil en un libro autobiográfico) sobre la relación entre mi padre marino mercante y yo, niño amante del cine de aventuras y del western. Una novela sobre la infancia, una reflexión sobre la muerte y por qué no hay que tenerle miedo, una novela sobre Bilbao... Todo eso y alguna cosa más.
- Todos los libros tienen un punto de partida exacto en la mente del escritor, ¿en qué momento decide usted que hay que escribir sobre ello?
- Más o menos lo cuento más arriba. Pero se puede concretar más: el día de la agonía final de mi padre, cuando nos cogemos las manos, yo le digo en un minuto lo que no le he dicho en una vida y él literalmente, regresa de la muerte para intentar decirme algo y la enfermedad ya no le deja. Este libro es el intento de traer a la realidad esa palabra nunca pronunciada.
- ¿Se presenta uno confiado con el paso del tiempo a este tipo de premios, más tranquilo?, ¿cómo decide presentar su manuscrito y por qué?
- Cuando mi agente lo lee y me dice que es lo mejor que he escrito nunca y me lo propone.
- Recuerdo que hace unos años, al preguntarle por alguna idea sobre literatura que incluir en los catálogos, habló de algo que hoy está en todas las mesas y es acercar la literatura al cómic o la ilustración, ¿qué opina entonces de los libros ilustrados que están apareciendo cada vez con más frecuencia?
- Me gustan, los apoyo, los he hecho. Uno de mis libros favoritos está hecho a medias con el gran ilustrador Javier Olivares. Hicimos un libro mitad ilustración mitad texto, Prisioneros de Zenda, y pensamos en otro proyecto similar ahora. Todos los caminos nuevos han de ser explorados. En eso consiste ser aventurero: en explorar lo desconocido.
- Usted también escribe con éxito literatura juvenil, ¿Qué diferencia hay a la hora de escribir entre un libro para adultos y uno para el público más joven?
- Escribir para jóvenes da una extraña libertad, creo que el escritor adulto regresa durante esa escritura a la adolescencia, se siente dueño de sus actos, incluso levemente irresponsable, gloriosamente irresponsable. Además, es una especie de autopsicoanálisis.
- Unos dicen que la gente jovel lee más, otros que cada vez se lee menos porque la competencia con tablets, móviles y videojuegos es complicada. ¿Cómo ve usted el panorama lector actual en nuestro país?
- Siempre hemos sido un puñado de lectores escasos y afanosos, incansables. Cuando era un chaval de quince años en mi clase de veinticinco alumnos leíamos cinco. Hoy es más o menos lo mismo. La lectura no es mayoritaria. Tampoco el jazz. La diferencia es que al jazz le da igual.
- En muchos de sus libros se encuentran perfiles psicológicos muy cuidados que dan la impresión de que el autor de ellos ha de ser un observador nato, ¿es una característica inherente al escritor el ser observador?
- Escribir exige observar previamente. La misma curiosidad que mata al gato hace al escritor.
- Dicen que un escritor siempre tiene una historia en la cabeza: ¿Le ronda algo nuevo ya a Fernando Marías?
- Sí, tengo otro libro autobiográfico en marcha. Es negro, sucio, doloroso. Nada que ver con La isla del padre, aunque para mí igualmente necesario.
- Por último, y en un blog dedicado a los libros, no puede faltar esta pregunta. Me gustaría saber qué está usted leyendo en este momento.
- Una novela juvenil: Sombras de la plaza mayor, de RosaHuertas (Edelvives) y una adulta: Subsuelo de Marcelo Luján (Salto de Página)
- Muchísimas gracias por su tiempo, ha sido un verdadero placer poder preguntar a quien se lleva leyendo años.
Y, como siempre, gracias a todos los que os pasáis por este espacio cada día o de forma esporádica. Perdonadme que en esta ocasión insista... hay que descubrir La isla del padre.
Bibliografía:
viernes, 20 de marzo de 2015
La isla del padre. Fernando Marías
"Los recuerdos son como los libros. Solo importan los que permanecen.
Este relato comenzó a escribirse el 16 de febrero de 2009,. aunque estuviera yo entonces lejos de poder llegar a imaginarlo."
Ayer fue el día del Padre. Una fecha señalada en el calendario, de esas que no deberían de hacer falta, porque los padres son padres cada día y cada día merecerían ese reconocimiento. Sin embargo ponemos fechas a todo, y a ellos les tocó ayer (las madres aún deberán esperar unas semanas). Por eso me ha parecido que no hay libro más adecuado que este para esa fecha, y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La isla del padre.
Desde la fotografía que ilustra la cubierta del libro, hasta las palabras que llenan sus páginas, en este libro conocemos a Fernando Marías y la relación intermitente que tuvo con su padre desde que, la primera vez que lo viera, volviendo de uno de sus viajes y cuando Fernando niño contaba con poco más de un año preguntase: ¿Quién es ese hombre?
Fernando Marías se alzó este año con el Premio Biblioteca Breve con esta obra que es mucho más que una novela de poco más de 250 páginas. Escrita desde el dolor del duelo reciente, ese dolor sordo que muchas veces impulsa al aislamiento y que a él lo llevó a permanecer en la casa familiar antes de dar las llaves al nuevo propietario, si por algo se caracteriza es por el tono sincero. Ya he comentado alguna vez que lo hermoso no ha de ser necesariamente bello, y en este caso, pese a estar asistiendo a un duelo, nos deja un libro lleno de momentos hermosos, con una prosa serena y cuidada que resuena casi al oído del lector.
Al morir su padre, se descubre echando la vista atrás para mantener esa suerte de diálogo imposible en el que rememora su vida con un padre que escapó de la muerte en varias ocasiones, un padre marino al que veía de forma intermitente para ser después el hijo quien decidiera dejar su Bilbao natal para irse a Madrid. Nos habla de su relación, de los momentos tensos y también de esas tradiciones que se alzan como símbolos de la infancia, el cine y, sobre todas ellas, las excursiones al monte Pagasarri, lugar casi olvidado de tantos domingos infantiles que de repente se alza con fuerza, casi como un símbolo. Es imposible que el lector no se reconozca a si mismo en muchos de los pasajes que nos relata, pequeños momentos hilados a modo de álbum de recuerdos, de momentos de vida, que compartimos muchos con nuestras familias. Las películas, los rituales, las conversaciones jamás tenidas que se dejan de lado como si no importaran, platos de huevos rellenos esperando ser devorados sobre la mesa... recuerdos, reflexiones y, como no puede ser de otro modo en la voz de un escritor: libros. Recupera esos héroes de cine y literatura que nos fascinaban en la infancia, salidos de western e historias de piratas, y como de algún modo colocábamos a nuestros padres en su lugar, luchando contra los malos, ganando una y otra vez.
Y emociona. Al menos a mi me ha llegado a emocionar, encogiéndome el corazón por sorpresa al escuchar más que leer, un tono que se me antojaba sincero. Porque La isla del padre, no tengo duda alguna, está escrito desde el corazón. Y por eso también se dirige a cualquier lector incitándolo a pronunciar las palabras que nunca dijo antes de que sea tarde, lo hace consciente de la vida y la muerte en los círculos más íntimos. Esa para la que no estamos preparados aunque avise de su pronta llegada.
Decía Delphine De Vigan a propósito de su obra Nada se opone a la noche en la que habla de su madre fallecida, que es un ataúd de papel. Sin embargo, Marias hace justamente lo contrario, nos deja un libro sobre la vida, demostrando que los hijos también pueden dar vida a sus padres, en este caso a partir de un magnífico título. No dejéis de leerlo.
Y vosotros, ¿alguna vez os acercáis a este tipo de libros de tono más privado, casi íntimo?
Gracias
miércoles, 18 de marzo de 2015
El peso del corazón. Rosa Montero
"Los humanos eran lentos y pesados paquidermos mientras que los replicantes eran rápido y desesperados tigres, pensó Bruna Husky, consumida por la impaciencia de tener que aguardar en la cola. Recordó una vez más aquella frase de un autor antigua que un día citó su amigo el archivero: El ininterrumpido ir y venir del tigre ante los barrotes de su jaula para que no se le escape el único y brevísimo instante de la salvación."
Sí comienza la nueva novela de Rosa Montero en la que rescata a su heroína Bruna Husky, a quien conocimos hace cuatro años en Lágrimas de lluvia. Sin embargo, ya comienzo diciendo que no es necesario haber leído su anterior título para entregarse a este, aunque siempre es preferible hacerlo en orden.En mi caso así ha sido, y tras haber conocido a Bruna se me antojaba irresistible volver a saber de ella. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El peso del corazón.
Conocemos a Bruna Husky, replicante, un androide con una vida limitada en el tiempo desde su fabricación que vive empeñada en no olvidar la fugacidad de su propia existencia, pisando una línea muy fina que dividiría el sentimiento humano de la programación de una máquina. Tras prestar su servicio obligatorio ahora es detective privada, y la contratan para investigar el robo de un diamante realizado con los restos de un importante hombre muerto en un accidente. Sin embargo, pronto se da cuenta de que nada es tan sencillo y que este caso puede ser algo mucho más importante de lo que pudiera parecer.
Bruna aparece permanentemente dividida entre su naturaleza replicante y sus pensamientos y sentimientos humanos. Parece no poder discernir, o no ser capaz de resignarse a ser un producto creado por el ser humano. Y no me extraña, ya que al lector también le resultará imposible considerarla como un simple robot. Eso es precisamente lo que da fuerza al personaje, el hacernos partícipes de todas sus luchas interiores. Con ello, junto a su fuerte carácter y su tendencia a dejarse llevar por esos estallidos para los que está programada, y a reprimir aquellos que cree que no debería de tener, Bruna se convierte en una gran protagonista a la que seguimos sin pensar por este mundo del siglo XXII, un mundo que pese a estar mucho más avanzado, sigue teniendo sus miserias, en el que hay desfavorecidos, corruptos y asesinos exactamente igual que existen en el nuestro.
Montero consigue en este libro, que el término distopía se diluya en su mundo del futuro, un mundo en el que viajaremos a zonas con fronteras que intentan ser asaltadas, periodistas que son directamente carroñeros e islas flotantes con sus propios sistemas de gobierno que miran desde su altura superior lo que sucede en la tierra. Este mundo se nos antoja cercano, real, y consigue que el lector disfrute de una historia llena de intrigas, con una niña como detonante que me ganó desde las primeras palabras (y os aseguro que no fueron nada amables, pero me ganó). La prosa huye de tecnicismos que ralenticen la historia y queda salpicada de descripciones, muchas veces aprovechando movimientos, que consiguen que pronto seamos capaces de imaginar cada uno de los lugares por los que vamos pasando, de hecho cuando habla de las culturas de una isla flotante que visita la protagonista junto a su improvisado acompañante, nuestros sentimientos se ven perfectamente reflejados en los pensamientos de Husky. Una trama perfectamente urdida en la que hay buenos y malos, pequeñas y grandes sorpresas que completan esta entretenidísima novela en la que no falta tampoco un toque romántico. A fin de cuentas, no hay nada más humano que las pasiones, y si nuestra Husky se encuentra justo en esa línea... era inevitable. Además de que este libro, pese a tener una protagonista solitaria, también trata de las relaciones entre las personas, quizás por eso he evitado hablaros del resto de personajes que completan la historia, merecen ser descubiertos por cada lector.
Me gusta Rosa Montero, me gusta cuando escribe sobre lo privado y también cuando lo camufla en historias futuristas. Sus novelas son francamente entretenidas y siempre estoy segura de ir a pasar un buen rato con ellas, y Bruna Husky... bueno, espero volver a tener noticias suyas.
Y vosotros, ¿ a qué género recurrís cuando queréis una historia que os entretenga y apostáis sobre seguro?
Gracias
martes, 17 de marzo de 2015
El marciano. Andy Weir
"Estoy bien jodido.
Esa es mi considerada opinión.
Jodido.
Llevo seis días de lo que deberían ser los dos meses más extraordinarios de mi vida y que se han convertido en una pesadilla.
Ni siquiera sé quién leerá esto. Supongo que alguien lo encontrará, tarde o temprano. Tal vez dentro de cien años.
Para que conste: yo no fallecí en sol 6."
Hace pocos días comentaba en las redes que había comenzado la lectura de este libro, y Antoni Herrero me apuntaba: McGyver en Marte. Muy acertado el comentario, compartido por muchos lectores entre los que ahora me incluyo. Hoy traigo a mi estantería virtual, El marciano.
Mark Watney iba a ser uno de los primeros hombres en pisar Marte. No el primero ni el segundo, ni siquiera el quinto, pero iba a pisar Marte. Lo que no sabía es que sería el primero en colonizar el país. Cuando sus compañeros de expedición dan por muerto a este astronauta, en medio de una tormenta y se ven obligados de dejar el planeta. Pero Mark está vivo y atrapado en tierra extraña sin posibilidad alguna de avisar de su situación, además... aunque avisara moriría mucho antes de que pudieran rescatarlo. Esa es la situación a la que se enfrenta Mark, un hombre cuyo instinto de supervivencia le llevará a avivar su ingenio para mantenerse con vida intentando por todos los medios que su fin no sea en el llamado Planeta Rojo.
Weir parte de una situación imposible para demostrar que, además de una documentación impecable, tiene una imaginación sin límites, tejiendo con ambas partes una historia que consigue que leamos sin plantearnos a dudar lo que nos está contando. Lejos de lo que pudiera parecer, consigue dotar a la novela de un tono divertido gracias al peculiar sentido del humor de su protagonista, que parece encontrar en la mordacidad una salida al estrés que le provoca su situación. Y eso se agradece a lo largo de la lectura. La novela, que es cierto sigue una estructura fija que pronto conocemos (problema, solución), consigue mantener un ritmo ágil mientras acompañamos a su protagonista a lo largo de un sin fin de problemas para los que necesitará utilizar todo su ingenio. Pongámonos en situación: sin aire, sin agua, sin comida, con desperfectos en el equipo, sin comunicaciones... y con mucha, mucha iniciativa. Tanta, que estoy segura que cualquiera de los miembros de la NASA que controlan misiones, se tirarían de los pelos ante cualquiera de sus soluciones.
Watney además, tiene dos prioridades para sobrevivir; contactar con la NASA, o librar una distancia imposible para llegar al siguiente punto al que llegará una misión espacial. Con estas prioridades, tantas y tan complejas, nos deslizamos por las páginas en las que vierte sus pensamientos seguros de no estar ante un texto sombrío, sino todo lo contrario, una novela en la que avanzamos con una sonrisa a grandes ratos para llegar, eso sí, a un final que nos mantendrá en tensión durante sus últimos capítulos. no diré que el final haya sido toda una sorpresa, pero es cierto que tampoco me ha importado demasiado y es que, si os soy sincera, empiezo a pensar que se abusa demasiado de esos finales que dejan al lector de piedra. Casi pareciera que si una historia no consigue eso, no merece la pena ser leída, y no es así, el libro de hoy es buen ejemplo de ello.
Una lectura diferente que parte de una premisa que me ha resultado novedosa: Un Robinson Crussoe del espacio. Un libro más que recomendable tanto para los aficionados a este género como para quienes no suelan acercarse a él.En este caso Marte es... su circunstancia.
Por cierto que ayer no os pregunté: ¿qué libro tenéis entre manos esta semana?
Gracias
PD. El book tráiler, en VO
lunes, 16 de marzo de 2015
La transformación. Franz Kafka
"Una mañana, cuando Gregor Samsa despertó, de un sueño intranquilo, se encontró en su cama transformado en un monstruoso insecto. Estaba tumbado sobre su dura espalda con forma de caparazón y vio, al levantar un poco la cabeza, su vientre abultado, negro, hendido por franjas duras y abombadas, y sobre el cual apenas podía mantenerse en equilibrio el cobertor que, desde lo alto, empezaba a deslizarse hacia el suelo."
Die Verwandlung
La Transformación
Así comienza La transformación de Kafka, más veces traducido como La metamorfosis pese a que su traducción literal sería precisamente la que hoy nos ocupa. No suelo reseñar los libros más que una vez, pero en este caso, y precisamente por las dudas que han surgido tras el título de esta edición de Navona (y porque colecciono, lo confieso, ediciones de algunos títulos que son importantes por lo que me hicieron sentir), traigo a mi estantería virtual, La transformación.
Gregor se despierta una mañana convertido en un insecto. Un cambio que parece no aceptar al seguir pensando en su vida normal, de hecho incluso valora que se trate de un sueño. Sin embargo no lo es, y tiene que aceptar en lo que se ha convertido. Hasta ese momento la vida de Gregor había sido algo gris y rutinario, hasta que este cambio sucedido sin previo aviso explota en su vida cotidiana trastocando todo su universo.
La lectura es pausada, de esas con el terror subyacente de reconocer lo escrito, el reflejo, la sombra. La transformación que se produce en Gregor provoca que su exclusión acabe por ser total, el universo lo aísla condenándolo a una habitación y desperdicios. Poco más. Pero eso no es lo terrorífico, sino la facilidad con la que vemos la insignificancia de un ser humano en la sociedad, lo poco importante que es la vida de una persona cualquiera ( descubrimos con terror, que incluso la nuestra carece de importancia en realidad) y cómo se puede llegar a aceptar esa condición hasta el punto de desaparecer. Y si nos revolvemos contra eso, si nos centramos en el insecto en que se transforma, lo que percibimos es el rechazo a lo diferente, el mismo aislamiento como muestra de ello que acaba provocando incluso la sombra de la culpa sobre la víctima. No deja consuelo, porque parece que nadie lo necesita en su entorno tampoco.
Y así cerramos el libro, sintiendo el corazón encogido y preguntándonos qué es lo que nos ha sucedido realmente.
A Kafka en realidad no le interesa siquiera la causa final, sino el proceso, los cambios que se van produciendo en el cuerpo como símbolo de los que se producen en el espíritu. Por eso al autor no le interesaba si Gregor se convierte en escarabajo, hormiga o cucaracha, de hecho es conocido que intervino para evitar que se dibujase en la cubierta una cucaracha, para evitar que nos quedásemos con la simple identificación. Lo importante es la transformación, la deshumanización del individuo que no encaja en la sociedad, que en este caso se refleja en la familia del protagonista, y plasma esa deshumanización como el proceso hasta convertirse en un insignificante insecto, la toma de conciencia de lo que es. Evidentemente esto es sólo una interpretación y hay tantas como lectores.
Cada libro depende de quién lo lee y también del momento en que se lee, y más en las historias de Kafka. Sin embargo es difícil que ante una primera lectura no se encuentre al lector casi sobrecogido en su asiento, con la mirada fija en esa puerta que se abre para que miremos dentro, para que nos respondamos a esa pregunta que martillea. Una pregunta que puede variar según la lectura, pero la respuesta no lo hace. La transformación como signo del diferente, del que estorba, del parásito social; la transformación como símbolo de la parte más oculta de las personas que poco a poco asoma en sus vidas; la transformación como muestra de la toma de conciencia de nuestra propia insignificancia en el mundo que nos rodea.
Una primera lectura, una segunda, una quinta... ni sé las que llevo. Pero os digo una cosa, a mi no me importa en qué insecto se convierte Gregor, porque antes de exteriorizarlo... ya lo era, y lo único que estaba esperando, acechando, es el momento para emerger del mundo de las sombras. Y es eso precisamente lo que hace que sea terriblemente humano, aunque pueda parecer una contradicción.
Confieso que me hubiera gustado es preguntar al autor en qué se transformaría la terrible familia de Gregor, a la que terminamos de conocer al final de la historia, dejándonos un final que invita a la reflexión y que me resultó tan impactante como el comienzo. Porque lo que no quiero preguntarme es, en este mundo en el que vivimos, que da muestras cada día de una mayor deshumanización, en qué podría despertarme convertida, tras una noche de sueño intranquilo...
He comentado antes que hay libros en particular de los que incluso colecciono ediciones. En este caso la labor editorial, el diseño, la traducción, el texto que es lo que en realidad forma un libro, es impecable. Un tesoro en formato pequeño, imprescindible.
Y vosotros, ¿me podéis decir un título imprescindible en vuestra biblioteca ideal?
Gracias
sábado, 14 de marzo de 2015
Entrevista a J. M. Mulet
Imagen: La Vanguardia |
Últimamente ha saltado al mundo literario y de la comunicación con títulos como Medicina sin engaños.
- Con tu libro Comer sin miedo, ya conseguiste levantar opiniones encontradas, ¿no temes que digan que buscas la polémica?
- Si me preocupara lo que dicen de mi no saldría de casa. Supongo que el secreto de por qué soy muy feliz y escribo muy tranquilo, es que no me tomo nada demasiado en serio, ni las críticas ni los halagos. Por lo demás no he hecho ningún libro buscando la polémica, sólo hablo de ciencia y he tratado de buscar la base científica de muchas afirmaciones que se hacen sobre la alimentación y la salud. El problema es que en estos dos ámbitos se dan como ciertas cosas que no lo son, a partir de ahí, si alguien se enfada es problema suyo... que pruebe a no contar mentiras.
- Considero que tu libro es una voz necesaria en un momento en el que parece que todo el mundo está a favor de estas terapias alternativas, ¿qué te llevó a escribirlo?
- Es un tema que he tocado varias veces en el blog y que siempre ha despertado mucho interés entre los lectores. Como cuento en la introducción de Medicina sin engaños, también me han llegado comentarios de los lectores al respeto, por lo que me apetecía escribir del tema y a la editorial le gustó la idea.
- Hay una gran dosis de frescura que provocan una sonrisa en el lector al ir pasando páginas, ¿ por qué te decides por dejar un cierto tono de humor en el libro?
- No lo hago a propósito, me sale así. Me gusta mucho escribir y lo hago de forma muy relajada. Además no tengo ninguna presión porque no vivo de ello. Eso me permite ir escribiendo las cosas como se me ocurren. Y realmente me gusta ver el lado divertido de todo, aunque sean temas serios. En mis clases los alumnos se ríen mucho... luego a veces yo también me río corrigiendo los exámenes, pero bueno, reírse es sano.
- Lo cierto es que cuando enfermamos, muchas veces nos hacemos caso del amigo, del vecino, del primo,,, antes de ir al médico. ¿A qué crees que se debe?
- En España tenemos una institución sacrosanta que son los cuñados, una especie de expertos en todo y que sus consejos parecen una verdad revelada. a veces no nos paramos a pensar si la gente que nos da el consejo es la más indicada. Y en temas de salud, hay que buscar la opinión cualificada.
- Esta pregunta es tan sencilla como complicada. Hemos pasado por pulseras magnéticas, plantillas de silicona, homeopatía... ¿Lo alternativo está de moda?
- El pensamiento mágico e irracional siempre ha existido, y al no tener base científica está sujeto a modas. Si ya no hay pulseras magnéticas en las farmacias como hace veinte años es porque realmente no funcionan, como pasa con la homeopatía que ha estado a punto de desaparecer varias veces, en cambio lo que funciona se queda... hace veinte años teníamos aspirinas en las farmacias y ahora seguimos teniéndolas.
- Y la nueva moda, no vacunar, ¿qué le dirías a todas estas personas que se plantean no vacunar a sus hijos?
- Que se planteen si realmente quieren a sus hijos, ya que están anteponiendo las tonterías que han visto por Internet a su seguridad y a la de los niños de su entorno.
- ¿Qué opinas de la atención que dedican habitualmente los medios de comunicación a estas terapias alternativas?
- Pues que están fallando en su función de aportar una información veraz a su público, ¿tu te imaginas que dijeran en la sección de deportes que el Real Madrid juega en 3ª división? Todo el mundo diría que el hecho de que el Madrid juega en 1ª es incuestionable. Pues lo mismo. Si una periodista dice que oler un limón previene el cáncer, es incuestionable que no tiene ni idea de lo que habla.
- Hablemos de pruebas, los ensayos y controles que pasan los medicamentos y los que pueden pasar este otro tipo de productos, ¿Puedes explicar brevemente la diferencia entre unos y otros?
- Aprobar un medicamento es un proceso largo y caro. Primero hay una fase preclínica, luego hay ensayos con pacientes, en los que se utiliza un placebo, es decir, algo que simula ser el medicamento sin serlo. Normalmente con doble ciego, es decir, que ni el médico ni el paciente sabe quién tiene el medicamento y quién el placebo. Solo así podemos estar seguros de si el medicamento funciona o no. Las medicinas alternativas (complementarias o integrativas) no son medicinas porque nunca han pasado estos controles.
- Mucha gente que se acerca a este tipo de alternativas lo hace amparándose en eso de mal no me vendrá lo peor que puede pasar es que no me haga nada. ¿Qué les dirías?
- Si tienen una afección benigna, de esas que luego se va a ir igual, les están cobrando por nada, lo que viene siendo un tiempo. Si tienen algo serio lo que pueden perder, además de dinero, es la salud o la vida.
- Muchas medicinas actuales han sido sintetizadas a partir de componentes vegetales y hay terapias basadas precisamente en infusiones que pueden tener una relación con esas plantas. Y hay personas que se agarran a este hecho para justificar la eficacia precisamente de esos preparados, ¿qué opinas de este punto?
- Estamos confunciendo dos cosas. Por una parte, es cierto que hay plantas que tienen compuestos activos, con actividad farmacológica y que han superado los ensayos clínicos. Pero esto tiene dos problemas, por una parte la planta no acumula siempre ese compuesto en las mismas cantidades y por otro que la planta puede tener un montón de compuestos más con actividades farmacológicas diferentes. Si te tomas una planta te medicas a ciegas. Es mejor tomarte el compuesto derivado de la planta, que sabes la dosis precisa.
- De todas estas alternativas que desarrollas en el libro, ¿cuál crees que es la más peligrosa?
- En el momento que te dan algo alegando unas propiedades que no tiene ya es un fraude. Las peores son las que te instan a que dejes el tratamiento efectivo y te pongas con un tratamiento que no sirve para nada.
- Supongo que ahora la pregunta se impone, ¿piensas seguir en esta línea, desmontando mitos?
- Pues no lo sé. Para empezar hay que ver el recorrido que tiene este libro (parece que ha arrancado muy bien) luego hay que ver qué me apetece escribir el año que viene y si a la editorial le gusta la idea y se compromete a publicarlo. Yo me siento muy cómodo escribiendo de lo que escribo que es divulgación científica, pero de la misma forma que me gusta cambiar de tema dentro de la divulgación (saludo, alimentación), no descarto algún día cambiar de género (literario quiero decir)... igual un día de estos dibujo un poemario.
- Por último termino con una pregunta que en un espacio en el que se recomiendan libros, se impone. ¿Qué estás leyendo?
- Soy un lector voraz. Leo alguna novela y muchísimos ensayos. Ahora estoy con un libro de cine titulado, Estrellas estrelladas, sobre las peores elecciones de cásting de la historia. Es muy divertido. También estoy con Rayuela de Julio Cortázar.
- Muchas gracias por tu tiempo, ha sido un verdadero placer leerte.
- Y para mi contestarte a las preguntas, si algún lector tiene alguna otra pregunta soy muy activo en twitter en @jmmulet o en el blog Tomates con genes (jmmulet.naukas.com)
Y, como siempre, gracias a todos los que pasáis por aquí ya sea a diario o de forma esporádica.
Bibliografía:
- Medicina sin engaños
- Comer sin miedo
viernes, 13 de marzo de 2015
Medicina sin engaños. J.M. Mulet
"No soy médico. Por tanto, en esta obra no vas a encontrar ninguna indicación sobre qué tratamiento seguir para una enfermedad, ningún consejo para que tomes tal o cual medicamento ni ninguna pauta para prevenir una determinada dolencia. Este libro no va de eso"
Así comienza el nuevo libro de Mulet que, reconozco, me llamó la atención desde que vi la portada. Por eso decidí leerlo en cuanto me coincidiera en una librería, y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Medicina sin engaños.
La nota al comienzo del libro es clara, el autor no es médico y este no es un libro que contenga remedios saludables. Lo que Mulet nos deja es, en realidad, un completo tratado en el que alza la voz avisando sobre lo que él denomina pseudomedicinas. El libro, dividido en dos partes que se completan con la introducción y las notas finales, está marcado por el tono divertido y desenfadado de Mulet (no hay más que ver los títulos de los capítulos, que no os pongo para que descubráis por vuestra cuenta), que no duda en convertir la ironía en sonrisa en los labios del lector independientemente de si está o no de acuerdo con lo que lee. Por eso quizás decir completo tratado queda demasiado envarado para el texto del que hablo. No es esa la sensación que se tiene durante su lectura, pese a que está lleno de ejemplos usados como referencias en casos reales que ilustran las afirmaciones del escritor. En las novelas, lo importante es que sepan construir la historia, que no queden fisuras. Bien, en este caso y como si estuviéramos ante un plato de cocina moderna, lo que hace el autor es una deconstrucción mirando atrás en muchas de estas terapias para así poder someterlas a una pequeña inspección. Y estas inspecciones dan como resultado la crítica
En ningún momento carga tintas contra quien acude a ellas, pero si que explica que quien las dispensa no ha de ser médico (aunque en ocasiones lo sean) y de los peligros que conlleva la sustitución de unos tratamientos por otros.
En un momento en que la homeopatía, la medicina natural o la osteopatía parecen estar de moda, Mulet se coloca en el lado contrario para defender la medicina basada en la ciencia. La polémica está servida, es evidente, pero el tema es interesante. A nivel personal, creo que es necesario que se alcen voces en ambos lados de la línea ya que es la mejor forma para informarnos sobre lo que realmente vamos a hacer, no lo olvidemos hablamos de salud. Y yo con este texto me he enterado de un montón de datos que desconocía y que me han parecido sumamente interesantes.
El resultado es, ante todo, un texto divertido que invita a la reflexión y al escepticismo frente a cualquier tipo de terapia no avalada por un procedimiento científico. Una lectura que se disfruta con facilidad y en la que os garantizo alguna carcajada, incluso puede que os sorprendáis riéndoos de vosotros mismos al ser parte interesada a uno u otro lado. Libros que generan debate y temas con opiniones encontradas, sólo eso ya me parece algo irresistible, y más si se trata de cosas que están a pie de la calle. Por lo tanto no puedo hacer otra cosa que recomendar su lectura y luego, que cada cual opine, pero sabiendo un poquito más. Añadiré, por último, que me duró un suspiro.
Y vosotros, ¿alguna vez os acercáis a este tipo de libros sobre temas de vuestro interés?
Gracias
jueves, 12 de marzo de 2015
Diario del búnker. Kevin Brooks
"10.00 de la mañana.
Esto es todo lo que sé. Que estoy en una vivienda de techo bajo, rectangular, toda ella de hormigón encalado. Debe de medir unos doce metros de ancho y dieciocho de largo. Un pasillo la divide en dos, y de la mitad de este sale un segundo pasillo que termina en un ascensor. A lo largo del pasillo principal hay seis habitaciones, tres a cada lado. Todas tienen el mismo tamaño, tres metros por cinco, y en todas ellas hay una cama de armazón de hierro, una silla de respaldo rígido y un pequeño armario."
Ves un libro, te atrae, cruzas los dedos mientras te lo llevas y al ponerlo en el estante tras haberlo leído te das cuenta de un detalle; es de una colección infantil y juvenil... y reflexionas sobre ello. Yo he hecho una lectura para adultos, aunque tal vez, no, en realidad seguro que es una buena lectura juvenil. Como un jarro de agua fría o abrir los ojos a una realidad que parecen empeñados en poblarles de hombres lobo, y no, no hay hombres lobo pero si hombres malos ahí fuera. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Diario del búnker.
Conocemos a Liam, un joven escapado de su casa que un día se despierta en un recinto cerrado situado bajo tierra. Pronto comprende que está secuestrado, sin comida ni posibilidades de escapar. Encerrado con un ascensor como única conexión con el exterior. Pronto descubre que hay seis habitaciones, e irá conociendo a las otras 5 personas que lo acompañarán en su terrible cautiverio. No sabe quién lo retiene, pero sí que va a tener que intentar sobrevivir al macabro juego que parece querer llevar a cabo con ellos.
Claustrofobia: sensación de angustia o temor provocada por la permanencia en lugares cerrados.
Esa es la sensación que va a tener el lector de este diario escrito por el joven Liam.
Kevin Brooks nos sumerge en la oscuridad de un cautiverio relatado en primera persona. Pronto nos damos cuenta de la terrible situación a la que se enfrenta su protagonista y también de los cambios que experimenta a consecuencia del mismo. Recibiremos junto a él a los otros ocupantes, una niña con la que entablará una relación fraternal particularmente hermosa, un hombre de las calles, otro de negocios, una chica de esas que hacen girar cabezas y un conocido escritor que ya cuenta muchos años. Todos ellos distintos, todos con demonios que afloran en esta situación límite y una situación insostenible en la que se ven vigilados por cámaras y castigados una y otra vez cuando no cumplen las normas no escritas. Unas normas que nos hacen pensar que son vigilados por un hombre morboso que se divierte experimentando con las reacciones humanas hasta límites insospechados.
Lo mismo castiga un intento de fuga, que vemos un animal terrible entrando. Provoca unión exactamente igual que enfrenta a los obligados inquilinos de este terrible lugar.
Con lo que he contado bien podéis pensar en películas como Cube o Saw, pero no estamos ante una novela de terror marcada por la sangre. Es en realidad una claustrofobia que nos va atrapando, asfixiando poco a poco mientras no podemos dejar de leer sin saber algo sobre lo que allí sucede. Y vamos contando hojas y sopesando al mismo tiempo los posibles finales... y yo soy muy quisquillosa con los finales en este tipo de libros. En este caso es perfecto, coherente y adecuado a la historia. El autor opta por olvidarse de que hay un lector que se angustia, incluso sufre con algunos pasajes, y da voz a su personaje para dejarnos ver por sus ojos cada momento. Y así construye una historia que se aleja mucho de los cautiverios de Hansel y Grettel a base de bizcocho y regalices. Esta vez nos habla de un mundo oscuro, duro y húmedo. Un mundo que es, ni más ni menos, que el que nos rodea.
Me ha gustado. El diario está muy bien llevado, escrito con un tono uniforme que evoluciona a la vez que lo hace la situación que vive el protagonista. Escrito en presente, es realmente fácil dejarse llevar por la historia y ponernos en la piel de Linus. Curioso nombre, por cierto, como el personaje de las historietas de Snoopy.
Y vosotros, ¿cuál fue la última historia que os angustió?
Gracias
PD: Os dejo el book tráiler
martes, 10 de marzo de 2015
La palabra contraria. Erri de Luca
"Voy a ser procesado por ejercer mi derecho a la palabra contraria.
Si mi opinión es delito, no voy a dejar de cometerlo."
Así de tajante es Erri de Luca en su nuevo libro, un librito de menos de 100 páginas en el que abandona sus cursos habituales para contar una historia muy diferente: la que está viviendo ahora. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La palabra contraria.
Entre Turin y Lyon se está construyendo una línea de tren de alta velocidad. El proyecto tendría que pasar por el valle de Susa, en los Alpes italianos, perforando en sus montañas. Hace ya muchos años que el pueblo se opone, ya que la montaña está llena de amianto, un material altamente peligroso cuyo uso prohibió la Unión Europea en 2005. Años de manifestaciones, y Erri de Luca siempre tuvo claro del lado de quien estaba, a quién defendía. En 2013 el escritor hizo unas declaraciones públicas a The Huffington Post en las que animaba al pueblo a coger cizallas, al sabotaje. La constructora del tren se querelló contra él y hoy el autor ha visto como sus palabras lo sientan en el banquillo, lo que le ha llevado a escribir su historia.
Erri de Luca cuenta una historia que no nos es desconocida. Tal vez esta en particular sí, pero no el concepto de fondo. Un acto injusto, una voz que se alza, una consecuencia. Y sin embargo, no busca colocarse en la posición de víctima, sino que opta por defender su postura. Su derecho a opinar diferente y decirlo en alta voz. Su derecho a decir la palabra contraria. Nos encontramos de este modo con un librito en el que, además de los hechos y las explicaciones, están los principios del autor. Si la literatura sirve para comunicarse y denunciar injusticias, por qué no seguir haciéndolo. Qué sentido tendría no hacerlo en realidad. Erri sigue defendiendo su derecho.
La palabra sabotaje, explica, puede ser difusa en algunos momentos. Lo que él defendía es lo mismo que ha estado defendiendo desde la primera manifestación, que la gente se movilice, que se le de visibilidad a algo tan importante y perjudicial para la salud, y de lo que seguramente no teníais noticias. De Luca no se retracta, y nos dice Aparte del daño material, existe todo este otro significado que hace que el verbo sabotear sea una idea bella y justa. Un significado que va unido a la protesta civil, a la movilización popular que no está dispuesta a dejar que unos intereses económicos se antepongan a la salud de toda una zona. Una obra que debería de ir (va) en contra de todas las leyes y que parece aún así imparable, y una movilización que lleva realizándose años para mostrar el rechazo de todo el valle a que se realice... sin ser escuchados, sin que apenas trascienda.
Lo que tal vez no tuvieron en cuenta a la hora de realizar esta acusación, es la trascendencia que podía tener. No pensaron que ese derecho podría ser plasmado por escrito y convertirse en un éxito de ventas, en conversaciones en mil lugares diferentes y en reflexiones en voz alta o baja de quienes conocen o han vivido situaciones parecidas. Si de Luca incitaba al movimiento, tal vez esta demanda haya espoleado a los ciudadanos mucho más que las palabras que lo llevan al banquillo de los acusados.
El juicio contra de Luca comenzó el 28 de enero y será en tres vistas. La segunda este mismo mes, el 16 de marzo y las consecuencias pueden llegar incluso a los 5 años de cárcel. De todo esto, me llama la atención que sea precisamente a un escritor, al que el uso de la palabra le haya llevado a semejante situación.
La palabra contraria es un dardo certero que se clava en la sociedad. Podemos opinar libremente sobre lo sucedido y si tiene o no razón, pero aguijonea al lector, de eso no me cabe duda, a pararse a pensar en esa situación, en ese valle y en esa obra que no se detiene pese a los riesgos que puede acarrear para la salud. Es un libro cortito, tiene un buen estilo, acorde con quien lo firma, irónico incluso a ratos. Y merece la pena a ser leído.
Ayer os hablaba de chascos que uno sufre y me quedé con las ganas de que me dijérais un título que no estuvo a la altura de lo que esperabais, ¿me lo decís hoy?
Gracias
lunes, 9 de marzo de 2015
Cierra los ojos. Sophie McKenzie
"Llego tarde.
Odio llegar tarde.
He quedado con Art a las cinco y ya son menos cuarto."
Me habían regalado este libro hace ya un tiempo, y lo olvidé entre mis estantes. Me da mucha rabia cuando eso sucede, así que al tropezármelo hace unos días no lo dudé un instante; me puse a leer. Hoy traigo a mi estantería virtual, Cierra los ojos.
Conocemos a Geniver Loxley, una mujer que aparentemente lo tiene todo; una vida acomodada, un marido que la quiere, amigos... Sin embargo, su vida se detuvo hace ocho años cuando dio a luz a una niña muerta, Beth, y no consigue volver a ponerla en marcha, exactamente igual que tampoco consigue volver a quedarse embarazada. Un día cualquiera llaman a su puerta y se encuentra con una mujer que afirma que su hija está viva, que alguien se la robó y que, tal vez, su marido, Art, ya lo sepa.
Gen piensa que todo eso es una locura, no puede ser cierto; ¿o sí?
Vista la sinopsis, la novela es un thriller psicológico que parte de una situación de pesadilla. Una mujer destrozada por una pérdida que no logra superar, descubre que puede ser aún peor que lo que conoce. Tal vez su hija no esté muerte y toda su tristeza y depresión haya sido una mentira: tal vez se la robaran. Es evidente que con esta premisa, se puede construir una trama, cuanto menos, dinámica y atractiva. Sin embargo no he podido evitar tener la sensación de estar ante una historia desaprovechada. No por el argumento, sino por los personajes. Si bien la autora, salvo la parte romántica, es capaz de conducir la novela relativamente bien y a un ritmo constante, los personajes me ponían a prueba constantemente con sus actos. Gen, la protagonista, vive angustiada por una pérdida y con el temor de que la consideren desequilibrada quienes la rodean. Sin embargo, una vez descubre que tal vez su hija siga con vida, y pese a que es lo que ha marcado toda su vida, duda una y mil veces de sí misma y de su propia historia, consiguiendo que incluso yo llegase a dudar de su estabilidad mental. Ni sus pasiones me arrastraron, ni sus temores llegaron realmente a preocuparme porque, a fin de cuentas, pasada una página seguro que ya se había despistado con cualquier cosa. Esto supone, que toda la simpatía que tienes por ella en las primeras páginas se vaya desvaneciendo hasta convertirla en una mujer irritante. Y lo mismo le sucede a la mayoría de los personajes que pueblan la novela; el marido oscila entre un yuppie manipulador y un príncipe azul relleno de caramelo; el héroe surgido de la nada que decide ayudar a Gen... bueno, a ese reconozco que me dieron ganas de pegarle un par de veces.
Cuando me sucede esto con una novela, suelo tomarme tiempo para pensar en los motivos; muchas veces no conseguimos llevarnos bien con una historia simplemente porque no es el momento adecuado. Sin embargo, en esta ocasión creo que el problema es la falta de determinación a la hora de trazarla. Una novela en la que la protagonista no sufre una persecución y asedio, que no necesita tirar del lector una y otra vez, tiene que aportar una historia sólida para que apetezca seguir leyendo. Y en mi caso no la encontré, no conseguí subirme al hilo del argumento y acabé irritada en algunos momentos (la parte romántica consiguió sacarme de quicio). De hecho, si yo ahora fuera un poco más puntillosa, explicaría que no hace falta poner Ay en todas las páginas, en boca de cualquier personaje.
El final, por volver al hilo argumental, me pareció predecible. Si lo pienso, muy acorde con el resto de la novela.
El resultado, como podéis imaginar, no ha sido positivo. Cierra los ojos es una novela entretenida a ratos, que parte de una buena idea pero que consiguió frustrarme al no ser capaz de disfrutarla. Me topé con demasiados obstáculos durante su lectura.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias
sábado, 7 de marzo de 2015
Entrevista a Juan Eslava Galán. Premio Primavera 2015
Juan Eslava Galán nace en Jaén en 1948, es licenciado en Filología Inglesa por la Universidad de Granada y se doctoró en Letras con una tesis sobre Historia Medieval. Continuó sus estudios en el Reino Unido, ha sido primero alumno y más tarde profesor en la Universidad de Ashton para, posteriormente, desempeñar su trabajo de profesor de bachillerato durante más de treinta años en nuestro país. Esta profesión la ha compaginado con la literatura y ha obtenido los premios Planeta (1978), Ateneo de Sevilla (1991), Fernando Lara (1998), Premio de la Crítica Andaluza (1998) y más recientemente el Premio Primavera (2015) por su novela, Misterioso asesinato en casa de Cervantes.
- En primer lugar permítame que lo felicite por el recientemente obtenido Premio Primavera con su novela Misterioso Asesinato en casa de Cervantes. ¿Cómo se sintió al recibir la noticia?
- Me sentí muy feliz, lógicamente, por dos motivos: por el premio en sí y por el hecho de que sea a una novela cervantina. Soy un gran admirador de Cervantes y siempre aprendo de él.
- ¿Qué tiene Cervantes para usted que se ha declarado cervantino? Y le pregunto esto porque pese a ser nuestro escritor más conocido es, quizás, uno de los menos leídos por el público más joven.
- Cervantes tiene algo que falta a otros grandes de su tiempo; humanidad, compasión, y se puede considerar un adelantado en el tratamiento de los tema femeninos en un siglo que era bastante misógino.
- La novela Misterioso asesinado en casa de Cervantes, parte de un hecho real, que sí sucedió. Nos puede comentar un poco cómo llega este caso tan desconocido para la inmensa mayoría.
- Bueno, los aficionados a Cervantes conocemos el caso. No es ningún misterio. Un hombre aparece malherido a su puerta y los justicias metieron en la cárcel a Cervantes, a sus hermanas y a otros vecinos de la casa mientras se esclarecía el caso.
- Y siguiendo con Cervantes, permítame una pregunta sobre un tema que ha dado mucho que hablar últimamente. ¿Qué opina de las adaptaciones de los clásicos al público más joven?
- Me parece muy bien que se hagan esas adaptaciones siempre que sean sensatas y trabajadas.
- Mezcla después personajes reales y ficticios en la trama, ¿es difícil conseguir una homogeneidad entre realidad y ficción?
- El novelista debe trabajar la trama hasta que termina creyéndosela (la verdad de las mentiras). Es el paso previo para que se la crea el lector.
- Ahora que parece que no puede existir un libro sin etiqueta dígame, ¿estamos ante una novela negra, histórica...?
- Yo la definiría como una novela negra con fondo histórico.
- Me gustaría que nos resumiera esta obra en un pequeño puñado de palabras que den una pista al lector que busca una buena lectura.
- Una duquesa lectora de Cervantes encarga a una pesquisidora que descubra la identidad del asesino para exculpar a Cervantes y a sus hermanas de toda sospecha.
- Me cuento entre los lectores de sus libros "para escépticos", una forma de contar historia con un tono sarcástico muy personal. Y siempre me he preguntado qué mira con escepticismo Juan Eslava Galán.
- Tengo sesenta y siete años. A esta edad es difícil no mirar con escepticismo casi todo, empezando por la política.
- Quizás este sea un buen momento para echar la vista atrás, ¿recuerda cómo fueron sus primeros pasos en la literatura?
- Creo que como casi todo el que escribe; comencé haciendo poesías, después relatos breves y cuentos y finalmente me salieron novelas.
- Y los pasos venideros... me gustaría saber si ya tiene alguna historia rondándole la cabeza.
- Tengo varias ideas para ensayos y para novelas, más de las que podré desarrollar en la vida que me quede, me temo.
- En un espacio que se habla de libros, y en el que se recomiendan libros, no puede faltar la curiosidad por saber qué es lo que está leyendo en este momento.
- Estoy leyendo la próxima novela de Arturo Pérez Reverte que se titulará Hombres buenos. Todavía no está publicada. Leo sobre el manuscrito porque somos amigos y yo se la presentaré en Madrid. Es para mí su mejor novela. Magnífica.
- Muchas gracias por su tiempo y amabilidad, quedamos a la espera de la salida de Misterioso asesinato en casa de Cervantes.
- Muchas gracias
Y, como siempre, gracias a todos los que os pasáis por aquí para compartir vuestra pasión por la lectura.
Bibliografía:
viernes, 6 de marzo de 2015
En busca del unicornio. Juan Eslava Galán
"En el nombre de Dios Todopoderoso, yo, Juan de Olid, empiezo este libro del día de Navidad de 1498, y porque de toda obra son comienzo y fundamente Dios y la Fe Católica, como dice la primera Decretal de las Clamentinas, que comienza Fidei Catholicae fundamento, así yo comencé mi libro en nombre de Dios y en sus manos, que han de juzgarnos estrechamente, deposito cuanto en él se dice y cuenta y a Dios y a Santa María pongo por testigos de la verdad que aquí se contiene y encierra, cuanto más que las maravillas aquí expuestas vistas fueron de estos mis ojos, oídas de estos mis oídos, sentidas de este mi corazón, y si en algo mintiera o me apartase de la verdad, páguelo luego con el estipendio de la eterna condenación de mi alma."
Muchas veces que aun escritor reciba un premio nos sirve como excusa para acercarnos a su obra que teníamos pendiente o en el baúl de los recuerdos. Por eso, tras haber recibido el Premio Primavera de Novela, hoy traigo un título con el que Juan Eslava Galán consiguió otro galardón de renombre, El Premio Planeta. Hoy traigo a mi estantería virtual, En busca del unicornio.
En pleno siglo XV el rey Enrique IV es conocido como El Impotente. Por eso escogerá a un caballero llamado Juan de Olid al que dotará con un ejército y una mujer virgen para lograr capturar un unicornio y obtener así un remedio para su problema. El ejército será para ayudarlo, y la doncella virgen, para aplacar la ira del mítico animal. En este libro conoceremos las aventuras y peripecias que le sucede a esta comitiva durante el viaje.
En esta novela nos embarcamos en una historia de aventuras con momentos francamente divertidos que se alternan con toques fantásticos y dramáticos, acompañando a Juan, un hombre orgulloso del servicio encomendado, que parte a la aventura esperando tener éxito y renombre tras su expedición. Tal vez nos resulte chocante la prosa elegida por el autor, que decide adecuarse a las formas en que se ambienta la historia, pero aún así, no utiliza un lenguaje intrincado en extremo y no tardamos más de un par de páginas en sentirnos cómodos con él. Y de este modo nos embarcamos a leer una suerte de crónica en primera persona sobre lo que sucedió a tan curiosa expedición.
Llegamos a África, país de negros y las aventuras se suceden sin cesar mientras que nuestro protagonista sigue empeñado en el éxito de su expedición para poder regresar a un país en el que no deja de pensar ni por un instante. Un país que debería recibirle casi con honores tras su éxito y así lo imagina él. Un hombre empeñado en luchar por su honor, por la consecución del encargo y que, a través de él, deja una muestra de los mundos opuestos que existen tan cerca del nuestro.Sin embargo el autor no lo etiqueta de héroe por ello, sino que deja que el lector reflexione sobre el precio que se paga.
Con unas descripciones que nos ayudan a situarnos, la fantasía del unicornio y reflexiones sobre la vida, Juan Eslava Galán deja una novela completa que sobresale tanto por lo entretenido de la trama como por las diferentes interpretaciones que se le pueden dar finalizada su lectura. Y si hago referencia al final precisamente, es porque constituye el broche perfecto para esta magnífica novela. ¿Al final? Una novela que habla sobre la vida.
Y vosotros, ¿sois de los que descubrís autores gracias a los premios que se les otorgan?
Gracias