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miércoles, 13 de agosto de 2025
La chica de Kyushu. Seisho Matsumoto
lunes, 11 de agosto de 2025
Suave es la furia. Sash Bischoff
"Cuando todo ha pasado, continúa allí de pie, atrapada tras un muro de cristal, sacudida por un horror mudo, sísmico.
miércoles, 30 de julio de 2025
La tienda de hechizos . Sarah Beth Durst
Tengo que reconocer que me compré el libro por su cubierta y es que sí, a veces somos un poco superficiales. Hoy traigo a mi estantería virtual, La tienda de hechizos.
Viajamos a Alyssium,. Allí vive Kiela donde es bibliotecaria cuando se produce una revolución que incluye destrucción de libros y decide salvar todos los que puede e ir a su lugar de origen, Caltrey, que parece diseñado basándose en las fantasías más dulces de cualquier lector. Kiela huye con Caz, que estoy segura imaginaréis en una versión un poco diferente de la mía, pero que os encantará, y los libros que se llevaron son de hechizos. Pronto ven que en su nuevo hogar no es todo perfección y maravillas, porque a ver, no hay mermelada. Así que deciden usar uno de los libros...y aparecen en el jardín un montón de plantas cuyo fruto es perfecto. La historia es que, como he dicho, ni Kiela ni Caz son hechiceras y eso supone que su magia puede parecer ilegal. Así que abren una tienda de mermeladas y comienzan a probar con los hechizos con la mejor intención de ir ayudando.
En un momento en el que los libros de romantasy están de moda y en el que los lectores preguntan por el picante, La tienda de hechizos es una fantasía romántica en el más amplio sentido de la palabra. Esto significa que incluso nos sobra el romance que hay, porque la historia no lo necesitaba. En las primeras páginas queda claro lo que hay: una trama de baja intensidad con un alto contenido cozy en el que todo va a terminar bien y que se usa como excusa para enseñar al lector un mundo absolutamente maravilloso. La autora incluso se permite incluir escenas cómicas en su afán de lograr un ambiente confortable que ponga de buen humor al lector. Tengo que reconocer que la protagonista a veces me ponía nerviosa y que el vecino.. bueno, yo lo hubiera echado lejos, pero eso no significa que no me haya quedado con la magia que destila la historia. La autora no invierte mucho tiempo en la creación del mundo y es más la interacción con los personajes y la atmósfera lo que van tirando de esta lectura amable.
Como decía, llega en un momento de modas, en el que gente de todas las edades quiere unirse a ellas y en el que uno no siempre sabe cuánto sexo tiene una novela. Y a veces hay que regalar. Y por eso, más allá de por el rato de magia blanca que regala, es interesante La tienda de los hechizos, porque es perfecta para cualquier edad. Un libro que sirve para leer o regalar sin tener miedo a que cruce líneas que no debe. Uno de esos que uno puede situar cerca de, por ejemplo, Caraval. Pero en su versión más cozy.
Y vosotros, ¿os influyen las modas?
Gracias.
lunes, 28 de julio de 2025
Estás en mis ojos. Angélica Morales
"París, 27 de enero de 1985
miércoles, 16 de julio de 2025
La flor de sal. Tabea Bach
"Julia probó la salsa, cerró los ojos y, por un momento, la reluciente cocina de acero cromado y su equipo pasaron a un segundo plano. En la lengua de Julia estalló un verdadero ramillete de sabores: pimienta, frutas y un sutil toque amargo que solo percibían los que sabían distinguirlo. Luego, una pizca de canela, cilantro y (ahí estaba el secreto) vainilla. La pulpa de medio tomate ananás aportaba el mismo grado de acidez que de dulzura. Tenía que saber así, justo así. La cantidad de sal, de la mejor variedad procedente del Himalaya, por supuesto, también era de lo más adecuada. El término salsa, al fin y al cabo, provenía del latín salsus y significaba «salado». Aunque las que preparaba Julia eran mucho más que simplemente saladas, puesto que daban a sus platos un matiz inconfundible".
lunes, 14 de julio de 2025
Las abandonadas. J. D. Barker
"El frío de la noche se le clavaba en la piel ante el aullido del viento que pasaba en un quejido entre las ramas desnudas justo al otro lado de la ventana. Rachael tiró de las sábanas, se las ciñó alrededor del cuello y se deslizó hacia el lado de su marido en la cama en busca de su calor. No estaba allí, sin embargo. Descubrió que estaba sola.
jueves, 10 de julio de 2025
Carl el mazmorrero. Matt Dinniman
Conocemos a Carl. Se acaba de enterar de que su novia no era tan fiel como le hubiera gustado y ha puesto fin a la relación. O casi, porque el gato de su novia aún está con él. Gata en realidad, Dónut, con un carácter muy especial. Cuando lo conocemos está intentando convencerla de que vuelva a casa con él. Y justo ahí da comienzo el apocalipsis. Como en las pelis. En una primera ola muere un montón enorme de gente. Y después... hay un comunicado y las personas que han sobrevivido (y no os diré el motivo) pueden elegir entre quedarse en la tierra que no tiene absolutamente nada, o entrar por unas puertas que se abren a unas escaleras. Y sí, Carl bajó.
A partir de ahí Matt Dinnman construye una historia divertida y demencial sobre un apocalipsis televisado en una suerte de videojuego del que Carl, acompañado de su inseparable (y a ratos insoportable gata) es protagonista frente al resto de supervivientes. Y es que sí, al grito de solo puede llegar uno (al final del juego) la novela se convierte en un tributo a los videojuegos y a los jugadores (no olvidemos que haber jugado otorga puntos de experiencia) y veremos "jefes", enemigos de distintos niveles, logros, cofres, pociones y casi cualquier otra cosa que imaginemos. Con la única diferencia de que todo se ha vuelto muy real.
Dinniman nos da juego, nos da lucha, nos da humor y nos da seres creados especialmente para la novela. Y nosotros nos quedamos. La narración está bien llevada, es muy divertida y, donde otros se empeñan en seguir el formato clásico del antihéroe, Dinniman opta por hacer que sude mientras el lector se debate entre comprender cómo piensa Carl/ sentirse identificado con él en algunos momentos. Porque el gran mérito del libro es que logra que el lector sienta la pasión por el juego. Sobre todo si en algún momento de su vida ha sido, o ahora lo es, jugador.
Carl el mazmorrero es una lectura divertida que se vive de forma inmersiva a poco enfermo que estés.
Y a vosotros, ¿os apetece jugar?
Gracias.
lunes, 7 de julio de 2025
Noventa y nueve cuentos divinos. Joy Williams
"Una mujer que sentía devoción por su madre y había llorado su muerte todos los días durante años encontró unas postales en una tienda de antigüedades y trastos viejos. Las postales mostraban panorámicas sin mayor interés, pero aún así le llamaron la atención y compró unas cuantas con playas vírgenes y caminos de bosque. Al llegar a casa, sintió la irrefrenable necesidad de enviarle una postal a su madre.
miércoles, 2 de julio de 2025
La biblioteca de la niebla. Kai Meyer
"Sentía a Mara en toda la casa, aunque se había marchado hacía tiempo. Sentía su presencia en los pasillos de techos altos igual que notaría una corriente de aire, veía su silueta en los pliegues de las cortinas de brocado, oía sus pasos en las salas barrocas y en la escalinata de mármol.
lunes, 30 de junio de 2025
Donde está enterrada el hacha. Ray Nayler
miércoles, 25 de junio de 2025
Lluvia pequeña. Garth Greenwell
"Me pidieron que describiera el dolor pero el dolor era indescriptible, en una escala del uno al diez requería otra escala".
Greenwell es un escritor que descubrí hace relativamente poco pero cuya pluma me ganó en Lo que te pertenece. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La lluvia pequeña.
El protagonista de esta novela es también su narrador. Un escritor, poeta, que está enseñando cuando el dolor le sobreviene arrasándolo todo. Y donde dicen que el dolor es indescriptible y que incluso somos incapaces de recordar cómo fue exactamente un dolor pasado más allá de la intensidad con la que lo padecimos, Greenwell pone a su narrador a cuatro patas, lo dobla y le hace sentir que lo agarran las tripas. Su dolor es visceral y su pareja le pide que acuda a un hospital. Pero corre el año 2020 y los hospitales eran lugares aterradores en los que la gente moría por una pandemia. Finalmente acude, qué remedio, y es diagnosticado de una disección de aorta, algo terrible y potencialmente mortal.
Ahora el narrador se convierte en paciente, su caso atrae la atención, le miran y hacen pruebas. Su piel pasa por muchas manos y su mente divaga entre presente, pasado y poesía. Y aquí el libro se despega de lo habitual. No se trata de una novela de hospitales, ni de qué sucedió exactamente en ese difícil momento. Tampoco una novela sobre el enfermo y quien lo acompaña (su pareja no podrá hacerlo durante semanas). Es una novela sobre el redescubrimiento de la propia conciencia en una situación extrema y el dolor vuelve en oleadas que el autor gira una y otra vez buscando su descripción. El protagonista se redescubre por dentro y por fuera, salen a flote viejos complejos a partir de nuevas situaciones y, exactamente igual, esta nueva situación desempolva viejos sentimientos. L, su pareja, el añorado, el que cuida, el que tal vez ha sido descuidado por él y, frente a tanta soledad, el narrador parece redescubrir quién es su punto de anclaje con el mundo.
Greenwell en sus novelas lleva al protagonista, presumiblemente el mismo, a situaciones difíciles de describir, viscerales. Y quizás, de todas ellas, la más incapacitante para ser plasmada es el dolor. Por eso, y no solo por el sentimiento, vuelve a ella una y otra vez en un intento de desesperarnos tanto como lo está el propio protagonista al que sentimos desnudo frente al mundo, vulnerable. Y en pandemia.
Lluvia pequeña es una gran novela. Y poco más hay que añadir. Salvo que quizás no sea para todos.
Contadme, ¿os gusta leer temas torturados como a mi?
Gracias.
lunes, 23 de junio de 2025
La muy catastrófica visita al zoo. Joël Dicker
Tras La verdad sobre el caso Harry Quebert, poca gente hay que no conozca el nombre de Joël Dicker. Te gustará más o menos, pero conocerlo, lo conoces. Hoy traigo a mi estantería virtual su última novela, La muy catastrófica visita al zoo.
Conocemos a Josephine mientras recuerda lo sucedido en un zoo local un viernes. Allí estaban también sus amigas: una hija de divorciados, una hipocondríaca, una que practica karate, otra que va con camisa y la que no habla. Y también hay en el libro un atasco por culpa de plastilina. Y, por supuesto, el misterio. Me váis a permitir que no entre mucho más en detalle porque es un libro de doscientas páginas y si desvelo incluso alguno de los dos misterios... pues os podría fastidiar la lectura. Así que vamos con la novela.
Dicker ha escrito una novela para todas las edades porque oye, ya que enganchó a la lectura a un montón de adultos, pues por qué no va a poder hacerlo también con los más jóvenes. Así que nos deja este cuento con misterio, que si eres adulto no debes olvidar está pensado también para el público infantil o se te podría quedar realmente muy corto. Y es que tiene de recuerdo permanente sobre lo especial que es tal o cual personaje, el misterio simple y ese tono levemente condescendiente que nos encontramos en algunos libros con personajes jóvenes que, vistos desde el prisma de un adulto, se basan en el clásico cliché de los niños son más listos de lo que parecen y además no tienen filtro alguno para decir las cosas. Por supuesto, la narradora y el colegio especial son de importancia vital para la narración en sí. El caso es que el libro que comienza con un desastre va enlazando uno tras otro sin abandonar la costumbre de giros y sorpresas mientras yo iba pensando que lo que le iba fallando al libro es la originalidad. Y claro, me topé con la moralina en la que se reflexiona sobre el mundo digital y el real, las personas especiales y tantas otras cosas que parece tener que haber metido con calzador para que la novela encajase con la idea que tuvo de lo que iba a escribir. Porque esa es la sensación que no logré despegarme durante la lectura: la de estar ante un producto prefabricado. Es como si el autor hubiera creado las normas de lo que quería lograr y se hubiera dedicado después a ir rellenando espacios hasta meter todos los ingredientes para poder llegar al epílogo.
Es cierto que la novela es entretenida y que mantiene ese nosequé que engancha y que posee la pluma del autor, pero si vamos a ponernos serios, la época de pandillas como Los Cinco, ya pasó hace tiempo y ahora si se escriben se hace de una forma más cercana a la vida que llevan los niños hoy. En este caso tengo que decir que la novela tiene a su favor la novedad, la reinvención, que no haya un muerto y que el autor haya decidido salir, como ya hiciera en El tigre, de su zona de confort asegurado. La parte negativa es que, si bien admiro la seguridad en uno mismo, en este caso como en otras lecturas suyas (capitaneadas por una cuyo protagonista es El Escritor), uno tiene la sensación de estar recibiendo un mira que bien lo hago que trasciende al argumento de la propia novela.
La muy catastrófica visita al zoo es, efectivamente, una novela que puede leer un público muy amplio y que seguramente sea mejor aprovechada por los lectores más jóvenes. Y, si eres un adulto y vas a leerla, descubrirás que te gusta más desde la nostalgia que desde el momento lector.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias.
lunes, 16 de junio de 2025
El caso de la víctima silenciada. Pierre Martin
"En el periodo napoleónico, a un asesino le podían condonar la pena de muerte si, en el momento de cometer el crimen, había perdido la cabeza por culpa del mistral. Y si se engendraba un niño en una noche estrellada mientras el fuerte viento provenzal sacudía los postigos, la gente temía que pudiese nacer con retraso mental".
miércoles, 4 de junio de 2025
La espada fulgurante. Lev Grossman
"Con la espada bien asida en el guantelete, Collum golpeó con el pomo en el rostro del otro caballero, tan fuerte que dejó marcados los nudillos en el metal oscuro labrado. Aun así, su oponente no dio la menor muestra de tambalearse ni de rendirse ante él. Susurró un juramento e insistió con una patada hacia el tobillo, pero falló, estuvo a punto de caerse, y el otro caballero giró con elegancia y le arreó tal mamporro en la cabeza que le zumbaron los oídos. Habría dado un millar de libras por poder enjugarse el sudor de los ojos, pero tampoco es que las tuviese. Sus posesiones sumaban tres chelines y dos peniques de plata, exactamente".
lunes, 2 de junio de 2025
El subastador. Joan Samson
"El fuego se elevaba en un cono perfecto, como suspendido de la voluta de humo que ascendía en línea recta hacia el despejado cielo primaveral. Mim y John sacaban a rastras arbolillos secos de entre la maleza amontonada junto al muro de piedra y los arrojaban a las llamas, y daban un rápido paso atrás cada vez que las hojas secas empezaban a chisporrotear".
lunes, 26 de mayo de 2025
Vikingos. Bjørn Andreas Bull Hansen
"No me acuerdo mucho de los años anteriores a mi captura. Pero prefiero pensar que fueron tiempos felices. Soy capaz de sentarme un rato largo y seguir los senderos con mi ojo interior, porque todavía los recuerdo. Me paro al lado de uno de los tejos y huelo la hierba y el cálido pantano. Veo brillar el sol entre el follaje, y la luz que se filtra tiene una nota de verde. Hace calor, lo siento en la piel desnuda mientras me abro paso por el sotobosque. Los helechos me acarician las pantorrillas, y noto que tengo el arco en la mano y el carcaj me golpea contra la cadera. Me adentro en un bosquecillo frondoso, se me hunden los pies en el musgo húmedo, y sé que el mar a veces llega hasta aquí con las mareas primaverales y deja algas y conchas y cangrejos que se apresuran a esconderse bajo la arena. Llego a la playa, veo las olas que riegan la orilla y las gaviotas, allá en lo alto bajo el firmamento, están como clavadas en la cúpula del cielo, hasta que sacuden las alas y se lanzan hacia el horizonte o hacia el bosque detrás de mí".
miércoles, 21 de mayo de 2025
PIMP. Memorias de un chulo. Iceberg Slim
Bueno, pues parece que la no ficción o lo que se acerque a ella, está de moda por aquí. Hoy traigo a mi estantería virtual, PIMP.
Os diré que Robert Beck, AKA Iceberg Slim, fue un proxeneta afroamericano que acabó por convertirse en escritor, así que supongo que sí, habéis leído bien el título. Y es que fue proxeneta durante los años 40, 50 y parte de los 60, es decir, hasta que se retiró más que nada por jubilación. Y entonces empezó a escribir haciéndose sorprendentemente notorio al fijarse en una marginalidad que era pocas veces expuesta. Y, por supuesto, llegó a la ficción.
Com PIMP el lector viaja a Chicago, pero a una ciudad distinta a la que estamos acostumbrados. Más por la honestidad que desprenden las palabras del autor, que por lo que cuenta en sí mismo, y es que no duda en dejar claro que su meta es la de ser proxeneta, el mejor de todos ellos. Usar el deseo en su propio beneficio mediante el comercio sexual. Y creedme si os digo que no ahorra palabras para que todo ello quede claro. Tampoco lo hace a la hora de contar sus propias experiencias, y es que no esconde ni las agresiones que él mismo sufre por mucho que sean en su más tierna infancia. No es fácil. no es una lectura fácil. Es compleja en distintos puntos y lo es principalmente porque nos la creemos. Creemos en este hombre, en su resentimiento, ambición y carácter y también en esa suerte de "lo siento pero esto es lo que hay" que se esconde entre líneas en muchos momentos de la lectura. Slim no era bueno en nada, no destacaba, y quería dinero y, a poder ser, algo de poder, lo que significaba que estaba condenado al mundo criminal. Y eligió el proxenetismo. Una profesión que no era fácil, no le dejaba apenas tiempo libre y, para regocijo del lector, le puso delante a personajes variados que aparecen en la novela.
Por supuesto que encontraremos otros puntos comunes a este tipo de libro, ya que no escapa del racismo un negro en aquella época. Zambullirse en la marginalidad es además complicado sin que todo parezca un gran y grotesco escenario, pero Slim lo consigue y el libro aparece teñido con un humor narrativo que le otorga el punto de ligereza necesario como para convertirlo en una lectura rápida. También hay humanidad, no vayáis a creer lo contrario, y lo mejor es que ni siquiera busca justificación. Slim se siente mal por algunas cosas de su vida, pero no va a culpar ni a justificar a lo que se dedicaba, porque no solo era su profesión o su vida, además se trataba de un mundo que le resultaba fascinante y en el que estaba decidido a destacar.
PIMP me ha gustado. Mucho en realidad. Voy a seguir buscando títulos de Iceberg Slim.
Y vosotros, ¿sois lectores de no ficción?
Gracias.
lunes, 19 de mayo de 2025
Léxico familiar. Natalia Ginzburg
"Me llamo Natalia Ginzburg.
miércoles, 14 de mayo de 2025
Vidas ante el abismo. Alemania 1943. Oliver Hilmes
Hay muchas maneras de contar una misma historia, y la de la IIGGM es una prueba de ello. Quizás, uniendo todas, sabríamos qué sucedió. Hoy traigo a mi estantería virtual Vidas ante el abismo.
En 1943 Alemania vivía un momento difícil. Tanto, que Goebbels hizo un llamamiento a la población: guerra total. Los judíos malviven hacinados y observados un futuro que será inevitable, los alemanes intentan no mirar lo que sucede y los bombardeos resuenan en la noche. Kreiten sabe todo eso cuando habla sobre la situación en voz alta dando una opinión personal crítica. Lo que no sabe es que sus palabras harán que abandone una carrera prometedora al piano para dirigirse al cuartel de la Gestapo donde será duramente interrogado.
Lo primero que hay que decir es que estamos ante una obra de no ficción. El autor tiene más libros al respecto, tengo puesta la mirada en otro ambientado varios años antes durante los JJ.OO., y puede ser un buen camino tras tanta ficción como para hacernos olvidar por un momento que la IIGM fue una monstruosidad real. En esta ocasión el autor se centra en la vida del prometedor pianista tras comentar a una amiga de su madre lo que piensa de Hitler. No solo eso, también dice que ve en esta guerra la caída de Alemania llegando a recomendar que se retire el apoyo directo a Hitler de lugares visibles, ante de que acabe la guerra y esas obras les lleven a ser ejecutados, como posiblemente sucederá con el mandatario. La verdad, se quedó a gusto. También es cierto que lo hizo de esa forma inconsciente que va unida a la juventud, ya que cuando las SS.SS. aparecen a su puerta, ni siquiera recuerda sus propias palabras y está convencido de que su detención es un error. Sus palabras fueron pronunciadas ante una fiel seguidora de Hitler y terminaron por condenar al pianista a ser una de las 250 víctimas del régimen del terror sucedidas en apenas tres días de septiembre de 1943. Realmente es una historia apasionante y un final trágico y terrible. El autor lo mezcla con otras pequeñas historias que van dando una visión general de lo sucedido en aquel año, aunque para el lector este siempre será el libro del pianista. Y esto es lo que provoca un desequilibrio durante la lectura. Por un lado tenemos una historia apasionante, narrada de forma magnífica y conmovedora, y por otro tenemos un conjunto de situaciones que no llegan a estar a la altura; una pena. La novela podría haber sido magnífica y se queda en un estado intermedio no exento de cierta confusión, no sobre el significado pero sí sobre la percepción general de la obra, al que no le hace un favor que el autor decidiera avanzar en el tiempo en lugar de cumplir la promesa del título y circunscribirse al 43.
Me hubiera gustado una obra de una única historia: la del pianista prometedor detenido por haberse expresado en contra del régimen que acaba siendo condenado por un delito que sus propias leyes no contemplaban. Una muerte que no era previsible ya que su discurso no fue público, pero que pronto es percibida como inevitable, ejemplar o disuasoria para otros, como lo quisieran llamar. Esa historia, la ejecución y los trágicos sucesos en los días siguientes, hubieran bastado para que fuera la novela perfecta. Así... pierde un poco de fuerza. No obstante está escrita de forma magistral, eso también hay que decirlo.
Vidas ante el abismo me ha descubierto una historia real de las que merecen la pena.
Y vosotros, ¿pensáis que la IIGM está sobreexplotada en la literatura?
Gracias.
lunes, 12 de mayo de 2025
Tengo un nombre. Chanel Miller
lunes, 5 de mayo de 2025
El día de mi muerte. Federico Axat
"Tengo los ojos cerrados. Un hombre y una mujer hablan en voz baja acerca de una tal Anna, así que ese debe de ser mi nombre. Están muy cerca.
lunes, 28 de abril de 2025
Resolvemos asesinatos. Richard Osman
"Había ocurrido por fin.