lunes, 6 de octubre de 2025

Brujería para chicas descarriadas. Grady Hendrix


      "Ya creía que las cosas no podían empeorar, cuando vio el letrero. «Bienvenidos a Florida. El Estado del Sol». 
     Sabía que no debía preguntar. Sabía que estaba encima de un charco de gasolina y que cualquier palabra que saliera de su boca sería una cerilla encendida que caería de sus labios. Sabía que su padre la odiaba. Pero ese letrero hizo que se le cerrara tanto la garganta que no podía respirar, y su estómago hinchado le presionaba los pulmones con tanta fuerza que era incapaz de introducir el aire necesario y se asfixiaría si no decía algo".

    Después del "Club de lectura para matar vampiros"y "Cömo vender una casa encantada" estaba claro que iba a leerme esta novela. Hoy traigo a mi estantería virtual, Brujería para chicas descarriadas.
 
    Conocemos a las chicas descarriadas, esas que tuvieron un problema del que deshacerse, esas que... acaban en Hellwood, Florida. Allí es donde nacen sus hijos y luego son dados en adopción, como si nunca hubiera pasado. Y ahí llega a Fern, con 15 años, para conocer a otras chicas en su misma situación pese a que cada una tiene una historia propia e incluso las hay que quieren conservar al bebé. Y en este lugar de disciplina castrense es donde Fern consigue un libro sobre brujería. Poder a quien no puede decidir.

     Hay que decir antes de nada que todos sabemos que este tipo de lugares han existido. Iban chicas a deshacerse de sus problemas y regresaban fingiendo haber estado de visita en casa de n familiar. Como Hellwood, solo que este está lleno de historias horribles sobre cómo ha terminado allí esta o aquella y, seamos sinceros, esto es lo que le da realismo (y una pizca de horror). Y es que la brujería es un instrumento utilizado por Hendrix para relatar una situación dejando al descubierto el horror que supone, ya que hablamos de privación de libertad para lo que sea. Hendrix se vale principalmente de Fern y tres chicas más y consigue que el lector se involucre de la metáfora, que participe de esta novela en la que pone los pelos de punta en más de una ocasión.
 
     Por si no se ha notado; la novela me encantó. Posiblemente la que más del autor. Y recordad, los peores monstruos son los que pasan a nuestro lado sin levantar alarmas.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias

miércoles, 1 de octubre de 2025

El enigma de Anne Wallace. Alfonso del Río

 


     Me llamó la atención de esta novela, sobre todo la ambientación más directa de la trama: el entorno. Hoy traigo a mi estantería virtual, El enigma de Anne Wallace.

     Conocemos a Anne Wallace, pianista excéntrica, enferma peculiar y amenazada por un grupo terrorista que no teme a la muerte, sino que encara la vida con cierta indiferencia. Cuando se le otorga el Premio Príncipe de Asturias acude sin saber que se producirá un atentado en la misma sala en la que se encuentra el heredero al trono. Bieda, al que ya conocíamos de la primera novela del autor, es encargado de un caso en el que se reencontrará con viejas compañeras y dilemas ya conocidos bajo distinta piel.

     Lo primero que tengo que decir es que la novela está bien escrita. El autor utiliza un lenguaje rico que es de agradable lectura. Y la trama es llamativa. Además mezcla lo que ya os he contado con hilos personales, aparece un famoso escultor conocido por todos y sabe unir a todos los premiados en subtramas que pasan de la ambición al sexo sin olvidarse del espionaje. Esto hace que se sienta como una lectura pensada para entretener al lector sin darle tiempo a respirar entre página y página ante un texto concebido para ser puro divertimento. Sin embargo algo hay que no termina de encajar. La exageración permanente en la que cae la trama provoca que el disfrute no sea sostenido. Desde la teatralización del comienzo hasta la investigación, que hubiera estado bien (incluso muy bien) en el caso de no caer precisamente en esta ceremonia, van fragmentando la credibilidad del lector y provocando que su disfrute se ponga en entredicho. Anne me ha generado rechazo con sus paseos, sus peculiaridades amontonadas en una única persona y con esa forma tan peculiar de relacionarse con el resto que no sabe reaccionar si no es de forma exagerada.

     Lo mejor de la novela, sin duda, es la relación policial entre dos de sus personajes, y entre otras cosas lo es porque no pasa por la cama ni interés tienen, pero si deja constancia de esa línea difusa entre el bien y el mal cuando uno tiene razones más que suficientes que son, además, entendibles. Esa parte de conflicto generado y explotado es lo mejor de una novela que abre la puerta a continuar la historia de este peculiar policía capaz de ser llamado para una investigación que debería de haber sido llevada por un cuerpo específico de seguridad.

     El enigma de Anne Wallace no me ha terminado de convencer, aunque la prosa del autor me sigue pareciendo muy cuidada. Lo mejor de la novela.

     Y vosotros, ¿necesitáis creeros un libro para disfrutarlo?

     Gracias.

lunes, 22 de septiembre de 2025

Catábasis. R. F. Kuang

 

     "El catedrático Jacob Grimes había muerto en un accidente terrible y, desde cierto punto de vista, había sido culpa de Alice. Así que, tanto por obligación moral como por interés propio (ya que sin él la joven no contaba con ningún presidente del comité y sin presidente del comité no podía defender su tesis, graduarse ni solicitar con éxito un puesto de titular en Magia Analítica), consideró necesario suplicarle al rey Yama el Misericordioso, gobernante del inframundo, que le devolviera el alma de su tutor".

     Tenía muchas ganas de leer esta novela. Kuang me gusta porque tiene mala leche y lo demostró en Babel a la que muchos pusieron nombre de universidad, o en Amarilla donde demostró tres o cuatro cosas del uno de los mundos más idealizados: el editorial. Así que, como decía, me moría de ganas. Hoy traigo a mi estantería virtual, Catábasis.

     Conocemos a Alice, estudiante de postgrado en Cambridge que parece disfrutar de la dureza de sus estudios. De hecho admira a su tutor de tesis, Grimes, aunque tampoco es que le caiga demasiado bien. La cosa es que Grimes ha explotado, por así decirlo. Está muerto. Y Alice, que tal vez se sienta un poco responsable decide rescatarlo. Del infierno. Y allí que vamos y con esto ya tendríamos el argumento, pero también conocemos a Peter, rival de Alice que también necesita al odiado profesor, y que ha tenido la misma idea que ella. Y ahora sí, descendemos a los infiernos, y que nadie me hable ahora de Orfeo rescatando a su Eurídice, por favor.

     El infierno de Kuang es como el de Dante o el de Woody Allen, está dividido en partes que tendrán que ir recorriendo y mostrando al lector, pero también es académico, y es que aquí la autora lo que hace es poner al descubierto el mundo universitario en el que las envidias, zancadillas y manipulaciones están a la orden del día y la rivalidad es un germen que te implantan cuando no miras y del que luego cuesta mucho deshacerse. Como si donde tendrían que abrir tu mente la cerraran dejando una única vía por la que ver la vida. Y es que el infierno en realidad es Cambridge, Oxford o cualquier campus que uno pueda imaginar, sufrir o haber sufrido y si alguien esperaba algo más complejo o sutil es que no ha leído demasiado sobre esta autora. Y luego están las relaciones personales. Alice es un personaje complejo tanto a nivel emocional como social. Parece disfrutar del ambiente académico y admirar a Grimes, pero tampoco lo soporta. Sufre determinadas actitudes por ser mujer, pero tampoco es que sea feminista y presenta, en definitiva, una personalidad llena de aristas. Y bueno, está la historia de amor, aunque yo hablaría de distintos tipos de amor en la novela. Está el amor del deslumbramiento y lo que queda de él una vez somos capaz de enfocar la vista y luego ya el amor que va apareciendo y que era de esperar en la novela, ese que muchos van a catalogar como enemies to lovers para con esas tres palabras dejar claras todas las pistas.

     Sin embargo, y sin entrar más en la trama porque creo que lo disfrutable del libro pasa por dejar que sea la propia Kuang la que de pistas de lo que te vas a ir encontrando, si tuviera que destacar algo como característica más relevante de la novela, diría que son sus descripciones. Si alguien ha visto el libro y le ha parecido grueso, que tenga en cuenta que es debido a la capacidad de observación de Kuan y su necesidad de explicarlo todo, citar a todos y dar referencias más o menos veladas (como la relacionada con el nombre del profesor desaparecido) que convierten Catábasis en una novela a capas que disfrutarán de distintos modos los lectores en función de la cantidad de conocimientos previos con los que lleguen a sus páginas. Ninguno necesario realmente, pero sí un buen complemento para recoger todo lo que se dice pero allí no ha quedado escrito.

     Catábasis es una novela que he disfrutado mucho y, si me permitís y sin que sirva de precedente, hay que destacar lo bonita que la hicieron.

     Y vosotros, ¿con qué título comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 10 de septiembre de 2025

Santos como nosotros. Niamh Ní Mhaoileoin

      «¿Te lo puedes creer? —le diría—. ¿Me imaginas allí, en la plaza de San Pedro, en primera fila? A la hermana lesbiana de un santo, literalmente».

     Hoy es uno de esos días que llego pensando que he descubierto un libro, así que si ya lo conocéis y lo habéis leído todos, pues no me lo digáis que me hace ilusión. Hoy traigo a mi estantería virtual, Santos como nosotros.

     Jay perdió a su hermano Ferdia cuando él tenía 24 años y estaba a punto de convertirse en sacerdote. Pero eso fue hace años, de hecho en ese momento Jay estaba a punto de darse el primer beso con una chica. Desde entonces han sucedido muchas cosas, muchas además relacionadas con abusos e iglesia que han producido grietas y cambios. Jay, por ejemplo, que viene de una educación ultracatólica, ya no tiene fé. La cosa es que ahora, diez años después de la muerte de Ferdia, Jay recibe una llamada de sus padres que hacen que su mundo se sacuda: quieren que su hermano sea santo. Pero santo de verdad, como San Patricio. Y Jay es lesbiana y la posición del catolicismo más cerrado ante la homosexualidad es la que es, por poner un ejemplo, aunque claro, entre el Papa actual (en la novela) y el anterior han canonizado a mucha gente.

     Para ser una primera novela, hay que reconocer que la autora se ha metido en un gran jardín: el de la protagonista lesbiana que viene de una cuna ultracatólica y ve a su querido hermano mayor entregar su vida a la misma iglesia que no acepta la homosexualidad. Guau. Y luego va el chico y tiene un accidente. Aún así ese no es el único tema, es una novela equilibrada en la que la identidad, el duelo, la emigración o la depresión tienen un espacio más que considerable en la novela. De hecho, la identidad podría decirse que es el tema más importante ya que la protagonista ve chocar su mundo actual con aquel otro en el que se formó, algo para lo que la autora se ayuda de la novia de Jay. Se ve representado el sentimiento irlandés hacia la iglesia, la vergüenza incluso ante el fallo y, pese a la postura y la época, la autora hay un gran trabajo de comprensión a todos los niveles, defendiendo las posturas individuales ya sean a favor o en contra de aciertos o errores de la iglesia. No señala, como pudiera preconcebir un lector de sinopsis, solo habla de tender manos y comprender a quienes no piensan igual, y, si no se puede, respetar. Así de sencillo y así de complicado al mismo tiempo.
     Jay es un personaje brutal, el lector se siente arrollado por sus emociones y no puede evitar pensar en cómo se tiene que estar sintiendo con todo lo que vive. La novela es queer, es católica, un drama, te hace reír. Es una novela rápida y a la vez hace que uno se quede pensando en algunas de las llaves que plantea. Habla de la Iglesia y de Irlanda y también del peligroso ultraconservadurismo que hizo que se viviera en muchas familias una suerte de represión que provocó un efecto rebote hacia el lado opuesto. Y por eso es tan importante la gran pregunta: ¿qué querría Ferdia? ¿El chico que murió hace trece años querría, no ya ser santo, sino convertirse en una imagen utilizada para predicar a la nueva generación unos valores extremistas que provocan que se alejen de la Iglesia? Pensadlo porque es una pregunta con muchas aristas, nadie querría alejar.

     Santos como nosotros me ha parecido una gran novela. Toda una experiencia lectora firmada por una mujer cuyo nombre, y de esto estoy segura, más me vale ir aprendiendo a pronunciar.

     Una cosa, ¿no os encanta la cubierta del libro?

     Gracias.


lunes, 8 de septiembre de 2025

La esposa joven. Alessandro Baricco

     
     "Desde hace ciento trece años, todo hay que decirlo, en nuestra familia todos han muerto de noche.
Esto lo explica todo".

      Adoro a este hombre. Cada libro es una experiencia y a la vez encuentras lo mismo. En cada libro de Baricco encuentro la frase más bonita del mundo, el momento más extraño, el romanticismo (no hablo de amor) más puro. Y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La Esposa joven.

     Conocemos a la esposa joven cuando, al cumplir 18, tiene que regresar de Argentina para presentarse ante la familia del hombre con el que prometió casarse. En algún lugar del sur de Italia. En algún momento del siglo pasado. La familia: padre, madre, hija e hijo, tiene dinero gracias a las telas. Son distantes, temerosos de la noche y, sobre todo, muy desapegados. Adoran la calma y los desayunos y ninguno de ellos tiene nombre. El hijo ahora no está, entra en mayordomo, Modesto. Este si que tiene nombre. No son infelices, no se permite. Y tampoco se permiten los libros, de hecho leer está prohibido. Esto a la novia no le termina de parecer bien. Se relaciona con la familia en la que también hay un tío. Empecemos de nuevo: Modesto es quien la explica, la madre es una presencia hermosa, al padre le sucede algo, eso está claro, la hermana está lisiada y el hermano, no está. Ahora quizás se ha comprendido mejor, o tal vez no y por eso el propio Baricco se asoma a la novela un momento. Hay mucho que explicar...

     "La infelicidad roba tiempo a la alegría, y en la alegría se construye la prosperidad".

     Lo primero que hay que decir es que si vas a leer a Baricco, tiene que gustarte Baricco. En caso contrario, lo odiarás. Por eso uno empieza con Seda y se empalaga con palabras rebuscadas y situaciones imposibles en las que eso que otros llaman verosimilitud saltan por los aires. Sus libros son poesía y a la vez un cuento para adultos, fantasía alfombrando las calles de ciudades conocidas cuyas gentes no reconocemos pero a las que no gustaría encontrar. Yo por ejemplo, llevo años soñando con encontrarme al maestro que hace bombillas a mano, personalizadas en color, intensidad y duración para la persona que la encargaba. Lo cierto es que ni siquiera recuerdo de qué iba esa novela. Creo que había una cama y unos amantes, quizás uno posaba para el otro, qué más da... a mi, quien me enamoró, fue el hombre que hacía bombillas. Eso es leer a Baricco, enamorarse de una letra colgante, de un personaje escondido, un supuesto npc que te roba el corazón al apoderarse de un trocito de tu alma.

     "Un jugador profesional, que ganaba con cartas invisibles".

      La esposa joven es más de lo mismo y a la vez muy diferente. Un cuento a ratos retorcido, se le ha criticado mucho la cantidad de sexo que tiene, supongo que por la falta de costumbre, pero yo he entendido que forma parte del proceso de cambio en la novia (y aquí me planto que no quiero dar detalles). La novela trata sobre la superioridad moral, la indiferencia, pero no para el lector quien no puede quedarse a un lado de lo que se relata. Los sueños son vitales, un personajes solo vive ahí y es, junto con el ausente, parte más que vital de esta extraña novela de la que lo peor que uno podría decir es que es original, ya que limitarse a eso será casi prejuzgarla. Ahora podría explicaros lo que pasa con el narrador, algo absolutamente desconcertante, mutante y dos o tres -antes más que ahora no se me ocurren, pero también os lo dejo, por si lo queréis descubrir. 

     "Heredó de su familia un nudo enredado en el que nadie parecía ser ya capaz de distinguir cuál era el hilo de la vida y cuál el hilo de la muerte, y dijo que él se planteó deshacerlo".

     La esposa joven no es la mejor novela de Baricco, pero es una novela de Baricco. Se disfruta, como tantas otras suyas, si se lee dos veces; una para entender y otra para atesorar. Pero, sobre todo, se recuerda. Porque Baricco se mete bajo la piel. Por si no se ha notado: vivo enamorada de la forma en que se retuercen las letras de Baricco.

     "No habría podido decir qué estaba viviendo. Era un sortilegio. Lo sentí cerniéndose sobre nosotros, y cuando en el mundo no hubo nada más, a excepción de mi voz, intuí que en realidad no estaba pasando nada de lo que estaba pasando, ni nunca iba a suceder".

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     "No voy a morir de noche, lo haré a la luz del sol".

     Gracias.

     "Y luego oyó un crujido en su corazón de cristal, percibió un olor dulzón que reconoció  y supo con certeza que en ese momento había empezado a morir".

     

lunes, 1 de septiembre de 2025

La desconocida. J. D. Barker & James Patterson

 


     Las vacaciones son para el verano y el verano para las novelas de no pensar. Al menos la parte del verano que se pasa en la piscina. Hoy traigo a mi estantería virtual, La desconocida.

     Viajamos a Hollows Bend. Todo empezó un día cualquiera, bastante antes de la grabación del primer capítulo en realidad. Empezó con la aparición de una chica desnuda y sucia en el bar local más popular. Además de aparecer ella, un montón de cuervos empezaron a chocar contra las ventanas. A partir de ahí todo fue de mal en peor en ese pequeño pueblo de New Hampshire, ya que sus habitantes entraron en una suerte de terrorífica espiral marcada por la sangre. El sheriff desaparece y la joven Riley quiere saber qué sucede en un pueblo en el que madres matan a sus hijos, se suicidan o automutilan. Mientras, la joven muda aparecida, tiene unas marcas en los brazos. Y recordemos, todo empezó con ella.

     Bueno, vayamos por partes. En esta novela el dúo de actores han demostrando haber leído mucho terror en los años 70/80. Tanto, que la lectura nos traslada a esa época, lo cual no sería malo salvo porque las escenas de impacto ya las hemos visto muchas veces (la entrada es muy teatral en plan Carrie, seamos serios) y ahora nos sentimos ante una película de serie Z. Para paliar esto, no olvidemos que sus autores son pesos pesados, lo único que tienen que hacer es el tándem habitual de capítulos cortos y siempre-están-pasando-cosas como si de este modo el lector no fuera capaz de pensar en lo que está leyendo. Sin embargo logran el efecto contrario y uno se encuentra pensando eso de "ya solo falta que me digan que..." (¿lluevan pájaros muertos?) para adelantarse justo a lo que sucede en el siguiente capítulo. O dentro de dos. Y es que si la primera premisa es pueblo idílico en el que llega alguien y empieza a pasar todo malo (¿Salem's Lot, dices?) ya partimos de una base poco original. La comparación con King se veía venir de lejos en este batiburrillo con aspiraciones a terror leído en la postadolescencia y recordado con nostalgia que llega, cuanto menos, con década y media de retraso a las librerías. (Por cierto, el pueblo... La Cúpula...).

     Supongo que lo fácil es decir que es una novela impredecible, pero es que hay cosas que son imposibles de adivinar y, seamos sinceros, no se puede ni se debe sacrificar una novela buscando esa palabra. El final acaba siendo más desconcertante que otra cosa. Como en este caso.

     La desconocida es una novela perfectamente prescindible. Y mira que me gustan mucho ambos escritores pero todo el mundo puede echar un borrón.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 20 de agosto de 2025

Figuras ocultas. Jason Rekulak

 


     Si a mi me preguntasen, diría que el verano es para el terror. Porque uno tiene más tiempo, porque leerlo por la noche, sabiendo que es demasiado tarde como para que haya personas normales despiertas le da un plus... los grillos... verano. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Figuras ocultas.

     Cuando conocemos a Mallorie lleva año y medio sin beber y acaba de conseguir un trabajo aparentemente fácil y que le puede venir al pelo: será la niñera del hijo de Ted y Caroline, Teddy, un niño con el que encaja desde el primer momento. Ahora Mallorie usa piscina, pasea por un barrio seguro y tiene a un niño artista que es feliz mostrándole sus dibujos: palotes de niño de 5 años. Todo parece perfecto hasta que el niño dibuja a un hombre arrastrando un cuerpo con unos detalles impropios de alguien de su edad. Dibujos turbios que llevan a Mallorie a descubrir un suceso muy cerca de ella. Y a otros a pensar que quizás su salud mental no es la que debiera para ese trabajo.

    Tengo que decir en primer lugar que la novela, si bien es cierto que comienza como una historia de terror, poco a poco va derivando hacia un thriller en su última parte. El autor, que había realizado un buen trabajo de ambientación, comienza a perder pie a medida que sacrifica elementos importantes de la novela bajo una premisa que se va volviendo cada vez más habitual: sorprender al lector.

Me gustó mucho el patrón de la relación Mallorie y Teddy, la existencia de los dibujos, lo que la protagonista ve en ellos y la forma de presentarlo al lector, que se siente en todo momento parte de la historia, así que en ese sentido todo iba estupendo. Sin embargo los problemas comenzaron con las sorpresas, y es una faena ya que no puedo desvelar ninguna sin estropear el libro. Así que me limitaré a decir que hay puntos de Mallorie que son "demasiado adecuados" y otros que aparecen por cómodos para luego resultar olvidados. En cuanto a otros personajes, hay uno particularmente que me ha chirriado de forma salvaje desde que comenzó a desarrollarse la sorpresa. Ví las pistas, claro, pero aún así me ha parecido un cambio oportunista que poco o nada tenía que aportar a la historia principal.

     Al final Figuras ocultas no me ha convencido. Vi que fue elegido como uno de los libros del años en 2022 en GR así que tal vez sea yo que soy más polilla o simplemente no me ha pillado en el momento adecuado para disfrutar de él. 

     Y vosotros, ¿seguís los premios GR de lectores?

     Gracias.

lunes, 18 de agosto de 2025

Quién mató a mi padre. Édouard Louis

 


     "Cuando se le pregunta qué significa para ella la palabra racismo, la intelectual estadounidense Ruth Gilmore responde que el racismo es la exposición de determinados colectivos a una muerte prematura".

     Con mis momentos mejores y peores creo que poco a poco me he ido leyendo toda la obra de este autor. Hoy traigo a mi estantería virtual, Quién mató a mi padre.

     Supongo que esta vez es fácil y es que si el libro es de Édouard Louis, de un modo u otro, conocemos a Édouard Louis.

     La novela comienza de frente, con una fuerte crítica social a los privilegios masculinos, la opresión social y el uso de la política como cuchillo, para inmediatamente después llevar al narrador a visitar a su padre tras mucho tiempo, al que encuentra muy deteriorado y en el que refleja una parte de los problemas sociales existentes. Descubrimos además que el padre no fue tal, nos presenta una historia de fracasos permanentes que provocan daños en el narrador, así que nada nuevo por este lado.

    Louise es conocido por manejar la autoficción y llevar su activismo y su mirada crítica a la sociedad al terreno propio. En esta ocasión nos habla de su padre, al que disecciona como un hombre con sus defectos que es víctima de la época que le ha tocado vivir y al que incluso permite un punto de cambio. Sin embargo, y posiblemente este sea el punto que hace que la novela gane interés, esta vez hay una crítica más directa, una reflexión acusatoria que trasciende la no ficción y eso hace que el lector no se sienta tan preso de una historia personal que, por lo dramáticamente adecuada a los fines de Louise, muchas veces se ha puesto en duda. Era evidente que la masculinidad y la violencia iban a estar en el centro del foco de atención, pero en esta ocasión y acertadamente, el autor sabe hacerse un poco a un lado para permitir el protagonismo a su padre (algo que no supo hacer con la historia materna). Esto suaviza la sensación de leer algo ya contado, la enésima historia de la misma vida en un panorama literario que tiene todas las opciones para un hombre que triunfó ya con su primera novela.

     Quién mató a mi padre me ha parecido una buena opción para quien ya haya leído al autor. Sin embargo deja el regusto agridulce de quien lee a alguien que no se arriesga.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 13 de agosto de 2025

La chica de Kyushu. Seisho Matsumoto

 

     "Kiriko Yanagida salió de su ryokan en Kanda a las diez de la mañana. 
     Habría salido antes, pero había oído decir que los abogados de renombre nunca llegaban a sus bufetes a primera hora. Por eso había decidido esperar hasta las diez. 
     El abogado al que Kiriko había ido a ver expresamente desde Kyushu se llamaba Kinzo Otsuka. Kiriko, una mecanógrafa de veinte años, no tenía por qué saber que Otsuka era el mejor abogado en derecho penal. De hecho, no lo sabía hasta que ocurrieron los hechos que le cambiaron la vida para siempre".

     El verano es buen momento para rescatar libros de la pila de pendientes. Con las novedades en paro no hay tentaciones y uno puede dedicarse a aligerar a viejos conocidos que han estado meses mirándonos desde los estantes. Hoy traigo a mi estantería virtual, La chica de Kyushu.

     Esta vez el argumento es sencillo: Conocemos a Kiriko, una chica humilde que viaja desde Kyushu a Tokio para encontrarse con un abogado famoso. En resumen, este es el título de la obra.
Bien, sigo, la chica viaja porque su hermano ha sido acusado de asesinato y ella está convencida de su inocencia. El abogado le dice que no va a representarlo porque bueno, él es caro, y la recomienda que se quede con el abogado típico de oficio. Total, que sin la defensa de un buen abogado, el hermano de Kiriko acaba en la cárcel, donde muere. Kiriko ha seguido con su vida y ahora vive en Tokio, lo que le da la fácil oportunidad de contar al abogado lo que ha sucedido y eso hace que el abogado tenga remordimientos de conciencia.

      Es fácil pensar que estamos ante una novela negra, pero en realidad la identidad del asesino no va a ser lo que mueva toda la historia. Lo que hay aquí es, sobre todo, denuncia social. La falta de oportunidades ligada a la falta de recursos y sus consecuencias, una de las cuales es la indiferencia ante lo que te suceda si eres alguien olvidable. Eso ya se percibe en las primeras páginas del libro. También hay, por supuesto, una parte de ambientación y costumbres, y lo que para mi ha sido una gran sorpresa. Estamos acostumbrados a la fortaleza femenina en las protagonistas y la novela asiática, suele hacer gala de dicha fortaleza en diferentes formas de manifestación, pero es que aquí, además, juega con que la trama se desarrolla hace más de medio siglo, y consigue que no se sienta como algo que fue moderno y ahora queda trasnochado. 
     Esto en cuanto a lo que es la novela de manera formal. A la lectura, ya que aquí no ha sido todo positivo, tengo que reconocer que le encontré distintos problemas. En primer lugar el autor se repite mucho: pareciera que cada vez que aparece alguien hubiera que ponerle al día no sea se haya perdido de qué va la historia. Y, la verdad, al final me lo aprendí y se convirtió un poco en soniquete. Por otro lado, y para la escasa división capitular que presenta la novela, parece que se va desdibujando a medida que avanza y, aunque el último capítulo se encarga de colocar la historia, los que lo preceden de forma inmediata se han encargado de estropearla un poco. La trama se resuelve, sí, e incluso hay un pequeño giro, pero como decía al principio, aquí la identidad del asesino no es lo verdaderamente importante, la historia de Kiriko, sí. Desde el periodista que muestra la historia hasta el abogado que tenía que ir a jugar al golf y no le hizo caso, todo se mueve para demostrar que vales aquello que puedes pagar.

     A La chica de Kyushu le he visto sus virtudes, pero también sus defectos.

    Y vosotros, ¿tenéis una gran pila de pendientes?

     Gracias.
      

lunes, 11 de agosto de 2025

Suave es la furia. Sash Bischoff

 


     "Cuando todo ha pasado, continúa allí de pie, atrapada tras un muro de cristal, sacudida por un horror mudo, sísmico. 
      Fuera, el amanecer apenas ribetea el horizonte de dorado; el cielo sobre el Hudson es un morado incipiente, la epidermis de pizarra se vuelve plata líquida mientras la niebla retrae los dedos. El mundo permanece en una calma lechosa, ajeno aún a la carnicería del interior. Sin embargo, ella lo sabe: nada volverá a ser igual. 
      Aturdida, recorre con la mirada su vestido, moteado de rojo oscuro. Las manos inocentes, no sabe cómo, pegajosas por la sangre. Hay tanta por todas partes, es tan vívida…"

     Cuando uno pasa días sin moverse, lo que hace es leer. Por eso me he puesto al día de novedades que iréis viendo. Hoy traigo a mi estantería virtual, Suave es la furia.

     Conocemos a Lila, actriz famosa y prometida a un cineasta que ahora va a rodar una adaptación de Suave es la noche. Para prepararse para el papel comienza a acudir a un terapeuta que desenterrará su pasado.

     Me gusta Fitzgerald y me gustan sus excesos, por eso esta novela atrajo mi atención. La adaptación de corte feminista de una de sus obras bajo el prisma de la sociedad actual me pareció interesante. En este caso más allá de la adaptación en la que va a trabajar la protagonista, Bischoff deja perlas para ser recogidas por los lectores de F, en su mayor parte fáciles de identificar, así que en ese sentido tengo que reconocer que la novela superó lo que esperaba. 
     En cuanto a la trama formal estamos ante una novela de misterio marcada por la narración de Lila, la protagonista que se irá moviendo en un hilo pasado en el que descubriremos su llegada al mundo del cine, y el presente, y la narrativa de su terapeuta Jonah. Lila es presentada como una actriz ambiciosa, de esas que llaman de método, que ahora está convencida de que está ante la oportunidad de su vida de consolidarse como actriz y también como pareja de éxito dentro del mundo del cine. Sin embargo, dentro de cada oropel, hay un rastro podrido que se intenta ocultar con el brillo, y la autora no tarda en mostrarlo. La novela se adentra en el glamour del celuloide de ese modo ambiguo que hace sospechar que todo puede estar podrido y, poco a poco, va tejiendo una historia retorcida marcada por la venganza. Es además importante, o al menos a mi me lo parece, señalar la estupenda forma que tiene de enfocar el hilo del terapeuta, marcado por las sesiones y anotaciones de la propia protagonista, logrando que la fiabilidad del narrador se ponga en duda para ambas partes ya que, más que enrevesar las propias palabras, lo que hace es aprovecharse de la experiencia lectora que proporcionan muchos de los títulos que han ido apareciendo en el mercado literario en los últimos años.
     
     Suave es la furia es una novela muy entretenida que se ayuda de giros y momentos inesperados para el lector que, de este modo, ve como las páginas vuelan. Y hoy es bastante complicado encontrar una novela que logre eso. En definitiva, una buena lectura para llevar este verano encima a la piscina.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 30 de julio de 2025

La tienda de hechizos . Sarah Beth Durst


     "Si eso llegara a ocurrir, yo me encargaría de leer en voz alta para ti. Jamás perderás los libros".

     Tengo que reconocer que me compré el libro por su cubierta y es que sí, a veces somos un poco superficiales. Hoy traigo a mi estantería virtual, La tienda de hechizos.

     Viajamos a Alyssium,. Allí vive Kiela donde es bibliotecaria cuando se produce una revolución que incluye destrucción de libros y decide salvar todos los que puede e ir a su lugar de origen, Caltrey, que parece diseñado basándose en las fantasías más dulces de cualquier lector. Kiela huye con Caz, que estoy segura imaginaréis en una versión un poco diferente de la mía, pero que os encantará, y los libros que se llevaron son de hechizos. Pronto ven que en su nuevo hogar no es todo perfección y maravillas, porque a ver, no hay mermelada. Así que deciden usar uno de los libros...y aparecen en el jardín un montón de plantas cuyo fruto es perfecto. La historia es que, como he dicho, ni Kiela ni Caz son hechiceras y eso supone que su magia puede parecer ilegal. Así que abren una tienda de mermeladas y comienzan a probar con los hechizos con la mejor intención de ir ayudando.

     En un momento en el que los libros de romantasy están de moda y en el que los lectores preguntan por el picante, La tienda de hechizos es una fantasía romántica en el más amplio sentido de la palabra. Esto significa que incluso nos sobra el romance que hay, porque la historia no lo necesitaba. En las primeras páginas queda claro lo que hay: una trama de baja intensidad con un alto contenido cozy en el que todo va a terminar bien y que se usa como excusa para enseñar al lector un mundo absolutamente maravilloso. La autora incluso se permite incluir escenas cómicas en su afán de lograr un ambiente confortable que ponga de buen humor al lector. Tengo que reconocer que la protagonista a veces me ponía nerviosa y que el vecino.. bueno, yo lo hubiera echado lejos, pero eso no significa que no me haya quedado con la magia que destila la historia. La autora no invierte mucho tiempo en la creación del mundo y es más la interacción con los personajes y la atmósfera lo que van tirando de esta lectura amable.

     Como decía, llega en un momento de modas, en el que gente de todas las edades quiere unirse a ellas y en el que uno no siempre sabe cuánto sexo tiene una novela. Y a veces hay que regalar. Y por eso, más allá de por el rato de magia blanca que regala, es interesante La tienda de los hechizos, porque es perfecta para cualquier edad. Un libro que sirve para leer o regalar sin tener miedo a que cruce líneas que no debe. Uno de esos que uno puede situar cerca de, por ejemplo, Caraval. Pero en su versión más cozy.

     Y vosotros, ¿os influyen las modas?

     Gracias.

     

lunes, 28 de julio de 2025

Estás en mis ojos. Angélica Morales

 


     "París, 27 de enero de 1985 
     En los labios de Hélène Roger-Viollet bailaba una sonrisa. 
     Estaba un poco ebria porque se había pasado la mañana mezclando los ansiolíticos con la ginebra y moviéndose al compás de las canciones de Édith Piaf. El vaso medio vacío sobre la mesa; en el aire, el olor del sudor y ese aroma rancio de las casas mal ventiladas, que se mezclaba con las voces de Los tres mosqueteros que surgían de la televisión. Hélène había puesto un vídeo de una de sus películas favoritas; la versión clásica, naturalmente, ya que le horrorizaba la crudeza del color. Desde niña había navegado en la melancolía del blanco y negro y nadie podía sacarla de allí. Por eso todas las fotografías de la agencia Roger-Viollet eran eso, luces y sombras que se habían multiplicado en el tiempo hasta convertirse en ese patrimonio ingente que amenazaba con devorarlos".

     Suelo acercarme a los libros que novelan biografías que me parecen interesantes, de personas desconocidas que, tal vez, hicieron algo sorprendente. Hoy traigo a mi estantería virtual, Estás en mis ojos.

     Conocemos a Hélène Roger. O, para ser exactos, se encuentra su cuerpo. Hélène es una fotógrafa muy conocida con una brillante trayectoria y fundadora de una prestigiosa agencia de noticias. Casada en un matrimonio un poco peculiar, la investigación sobre su muerte recae sobre Isabel, que se ve fascinada por la figura de la difunta. Y, ahora sí, conocemos a Hélène, ya que serán sus memorias las que recorran las páginas de la novela más allá de la investigación del asesinato.

     Siempre resulta interesante descubrir cómo figuras internacionales llegaron a serlo. En mi caso reconozco que no conocía a la protagonista de la novela, pero aún así me ha gustado transitar por su pasión, el momento en que decide abrir un estudio fotográfico y la transición del estudio a agencia. Hélène acompañada de su amor, que como suele pasar no es tan idílico como dejan ver a un mero observador, lucha contra las adversidades casi de forma literal. Y la primera de ellas es, por supuesto, ser mujer. La novela torna casi en novela de aventuras por distintos escenarios y con secundarios que llegan a brillar más que los protagonistas, que la autora va desnudando poco a poco en una tormentosa intimidad. Y, sin embargo, lo que más me ha gustado es ver el tránsito a una concepción moderna de la fotografía, un mundo que cambió y que sigue cambiando ahora con los programas de edición. Ahí crece Hélène casi como una última romántica, lo que provoca reacciones encontradas y muestra una cara quizás no tan benévola pero en  la que la credibilidad aumenta, porque somos personas y nos reconocemos entre nosotros.
     La novela es amena, hay que tener claro que no se trata de una investigación trepidante para coger al asesino con la lengua fuera tras una carrera y dos luchas, aquí se trata de descubrir la figura protagonista de una forma más pausada y dominada por la narración. Si el lector llega esperando la trama policial, algo que puede pasar tras la escenificación del hallazgo del cuerpo, posiblemente se lleve una decepción, así que mejor ir sabiendo que se trata de un viaje muy diferente para rescatar un nombre del olvido que, si uno lo pone en Google, seguramente le de un par de pequeñas sorpresas.

     Estás en mis ojos es una novela entretenida que deja ese regusto a haber descubierto algo. Seguiré leyendo a Angélica Morales.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 16 de julio de 2025

La flor de sal. Tabea Bach

 


      "Julia probó la salsa, cerró los ojos y, por un momento, la reluciente cocina de acero cromado y su equipo pasaron a un segundo plano. En la lengua de Julia estalló un verdadero ramillete de sabores: pimienta, frutas y un sutil toque amargo que solo percibían los que sabían distinguirlo. Luego, una pizca de canela, cilantro y (ahí estaba el secreto) vainilla. La pulpa de medio tomate ananás aportaba el mismo grado de acidez que de dulzura. Tenía que saber así, justo así. La cantidad de sal, de la mejor variedad procedente del Himalaya, por supuesto, también era de lo más adecuada. El término salsa, al fin y al cabo, provenía del latín salsus y significaba «salado». Aunque las que preparaba Julia eran mucho más que simplemente saladas, puesto que daban a sus platos un matiz inconfundible".

     Por una vez me apetecía llegar la primera, no como con otras trilogías de esta línea que acabo cansada de ver reseñas y se me acumulan a la espera de verlas por todas partes. Además, que estuviera ambientada en Canarias, me llamaba la atención. Hoy traigo a mi estantería virtual, La flor de sal.

     Conocemos a Julia, chef de un restaurante con estrella Michelin que, si bien ha alcanzado la fama por los platos que ella crea, no es suyo. Esto supone un ambiente con rencillas, celos y todo lo que uno pueda imaginar. Julia está a punto de romperse, no tiene vida. Y entonces recibe una llamada de auxilio de su sobrino, que está muy a disgusto en el internado en el que su padre le ha metido para así poder empezar una nueva vida junto a su nueva pareja. Esto hace que Julia decida irse unos días para llevar a su sobrino a La Palma, donde reside el padre, e intentar limar asperezas entre ellos. Lo que Julia no sabe es que su sobrino la necesita tanto, que su hermano se ha vuelto una persona hostil y que La Palma será el oxígeno que necesita. Allí el azar la lleva hasta un restaurante abandonado maravilloso que está a la venta por un precio razonable y también a conocer a un hombre que llama su atención. Él único problema es que algo parece escapar de las manos de Julia porque, cuando cree que ha encontrado su sitio, todo se vuelve hostil. 

     Esta novela es un paseo por La Palma dejando de lado los lugares turísticos. Es conocer la tradición de los jardines de sal, esos lugares en los que la sal queda sobre tocas planas y forma cristales únicos, las flores, cuando el agua se evapora. Entra en una tradición totalmente desconocida que recuerda a Un paseo por las nubes, con anocheceres llenos de un romanticismo que viene de antaño que se mezcla con un trabajo tan duro como frágil que nos es desconocido. También presenta los lugares que siguen a parte de los complejos turísticos, esos pueblos que siguen a la sombra de tradiciones; unas hermosas y otras duras de sobrellevar, que hablan en lenguas propias, resuenan en cuevas naturales y ven como el turismo amenaza con arrasarlos igual que hizo con tantas zonas costeras.
     Frente a ello está la parte desconocida del trabajo de un chef. No todos tienen su propio restaurante, el estrés, la autoexigencia que choca con la que pide el propietario y el miedo a no estar a la altura ante la mesa equivocada se mezcla con la rivalidad entre el personal de un equipo que sabe hacia donde se dirige pero, muchas veces, también se agrieta debido a las ambiciones personales de cada uno de sus integrantes.
     Y luego está la novela de Julia, la de una mujer que ha alcanzado el éxito con el que todos sueñan para darse cuenta de que no es feliz. Si el dinero no da la felicidad, el éxito puede transformarse en soledad. Es la historia de una mujer que busca su sitio y necesita del calor humano más que de los aplausos y de cómo descubre lo que necesita mientras se descubre a sí misma.

     La flor de sal es una novela para viajar sin moverse del sillón y también para descubrir una isla, La Palma, totalmente desconocida para la mayor parte de nosotros.

    Y vosotros, ¿también dejáis enfriar las novedades que se ven por todas partes?

     Gracias.

lunes, 14 de julio de 2025

Las abandonadas. J. D. Barker

 


     "El frío de la noche se le clavaba en la piel ante el aullido del viento que pasaba en un quejido entre las ramas desnudas justo al otro lado de la ventana. Rachael tiró de las sábanas, se las ciñó alrededor del cuello y se deslizó hacia el lado de su marido en la cama en busca de su calor. No estaba allí, sin embargo. Descubrió que estaba sola. 
     —¿Thad? — dijo en un suspiro. 
     "La habitación le respondió con otro susurro cargado con toda la furia de la tormenta en aquella noche, un susurro duro y amargo teñido del tono hueco de un lugar que carece de vida, desprovisto de la seguridad que proporciona el hecho de saber que tienes cerca a un ser querido".

     Aunque la mayor parte de nosotros llegamos a este autor por El cuarto mono, lo cierto es que hubo vida antes de esa novela. Hoy traigo a mi estantería virtual su primera novela, que llega ahora a nuestras librerías. Se trata de Las abandonadas.

     Conocemos a Thad, escritor. Acaba de terminar su última novela y la verdad, le ha resultado casi que demasiado fácil escribirla. Trata de los juicios de Salem y ahora se va a Nueva York a promocionarla sin saber el peligro que corre. Y también conocemos a Rachel, su esposa. No lo acompaña porque va a tener a su segundo hijo, así que se queda con la que será su hija mayor. Tampoco saben el peligro que corren. Y finalmente conoceremos el peligro, que data de la época en la que se ambienta la novela de Thad.

     Barker en esta novela se acerca más al terror, no olvidemos que escribió una continuación de Drácula por estas fechas. Y así se nota desde las primeras páginas con las pesadillas de corte clásico en el género. Mujer embarazada sueña que le reclaman a su futuro hijo... bien, lo que destaca es obviamente la capacidad descriptiva del autor, que logra crear una atmósfera adecuada en apenas un puñado de páginas. Esta historia presente se desarrolla en unos pocos días y se alterna con el hilo pasado que corresponde no solo a la novela que ha escrito Thad, también es el origen de todo lo que sucede (amén de una promesa realizada).
     Como podéis ver, nada original en realidad, pero lo cierto es que la novela es  un ejercicio muy visual con personajes trabajados para que encajen en el papel que representan, particularmente el narrador de los juicios, y con un ritmo que hace que las páginas vuelen sin que uno apenas se de cuenta.
No se si os pasa como a mi, pero Barker me gustaba más cuando lo descubrí que en sus últimas historias, que he visto más convencionales y en las que apenas corre riesgos. Si os pasa, descubriréis aquí que no solo se trata de correr riesgos, hay algo más en la frescura con la que está escrita esta novela que ahora se le escurre entre las manos.

     Las abandonadas me ha parecido una novela francamente entretenida para leer este verano a la sombra.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias,

jueves, 10 de julio de 2025

Carl el mazmorrero. Matt Dinniman

 


     "La transformación tuvo lugar sobre las dos y veintitrés de la mañana, hora estándar del Pacífico. Hasta donde yo sé, todos los que se encontraban en el interior de algo murieron al instante. Tener un techo de cualquier tipo sobre ti, significó una muerte segura. Eso incluía a las personas que estaban dentro de coches, aviones o del metro. Incluso de tiendas de campaña o de cajas de cartón. Mira, quizá hasta de una sombrilla también. Aunque lo cierto es que en este último caso no lo tengo tan claro".

     Estaréis diciendo, ¡pero si no es miércoles! Y tenéis toda la razón. Lo que pasa es que a veces es necesario hacer excepciones y hoy es el día que ve la luz Carl el mazmorrero, ese libro con el que os he dado la paliza la última semana. Y, claro, quería traerlo a mi estantería virtual.

     Conocemos a Carl. Se acaba de enterar de que su novia no era tan fiel como le hubiera gustado y ha puesto fin a la relación. O casi, porque el gato de su novia aún está con él. Gata en realidad, Dónut, con un carácter muy especial. Cuando lo conocemos está intentando convencerla de que vuelva a casa con él. Y justo ahí da comienzo el apocalipsis. Como en las pelis. En una primera ola muere un montón enorme de gente. Y después... hay un comunicado y las personas que han sobrevivido (y no os diré el motivo) pueden elegir entre quedarse en la tierra que no tiene absolutamente nada, o entrar por unas puertas que se abren a unas escaleras. Y sí, Carl bajó.

     A partir de ahí Matt Dinnman construye una historia divertida y demencial sobre un apocalipsis televisado en una suerte de videojuego del que Carl, acompañado de su inseparable (y a ratos insoportable gata) es protagonista frente al resto de supervivientes. Y es que sí, al grito de solo puede llegar uno (al final del juego) la novela se convierte en un tributo a los videojuegos y a los jugadores (no olvidemos que haber jugado otorga puntos de experiencia) y veremos "jefes", enemigos de distintos niveles, logros, cofres, pociones y casi cualquier otra cosa que imaginemos. Con la única diferencia de que todo se ha vuelto muy real.

     Dinniman nos da juego, nos da lucha, nos da humor y nos da seres creados especialmente para la novela. Y nosotros nos quedamos. La narración está bien llevada, es muy divertida y, donde otros se empeñan en seguir el formato clásico del antihéroe, Dinniman opta por hacer que sude mientras el lector se debate entre comprender cómo piensa Carl/ sentirse identificado con él en algunos momentos. Porque el gran mérito del libro es que logra que el lector sienta la pasión por el juego. Sobre todo si en algún momento de su vida ha sido, o ahora lo es, jugador.

     Carl el mazmorrero es una lectura divertida que se vive de forma inmersiva a poco enfermo que estés.

     Y a vosotros, ¿os apetece jugar?

     Gracias.



lunes, 7 de julio de 2025

Noventa y nueve cuentos divinos. Joy Williams

 


     "Una mujer que sentía devoción por su madre y había llorado su muerte todos los días durante años encontró unas postales en una tienda de antigüedades y trastos viejos. Las postales mostraban panorámicas sin mayor interés, pero aún así le llamaron la atención y compró unas cuantas con playas vírgenes y caminos de bosque. Al llegar a casa, sintió la irrefrenable necesidad de enviarle una postal a su madre. 
     Lo que le escribió no era importante. La necesidad de hacerlo sí lo era. 
     Metió la postal en un sobre y la envió a la última dirección terrenal de su madre, una humilde casa de labranza que se había vendido hacía años y que con toda probabilidad ya había vuelto a cambiar de manos. En el plazo de una semana recibió una carta; la letra del sobre era sin lugar a dudas la de su madre. Hasta la tinta verde que tanto le gustaba a su madre era la misma. 
     La mujer nunca abrió la carta y tampoco envió más postales a esa dirección. 
     La carta, andando el tiempo, si bien su existencia solo era un rumor, provocó entre sus hijos, si bien ya eran mayores, una gran preocupación.

     LA POSTAL"

     Joy Williams es una de las mejores cuentistas del panorama literario. Hoy traigo a mi estantería virtual, Noventa y nueve cuentos divinos.

     Supongo que muchos estaréis pensando cómo se habla de 99 cuentos o cómo se publican sin que se convierta en un pesado volumen casi imposible de levantar del suelo. Y además el divinos ese, ¿qué pinta ahí?
     Noventa y nueve cuentos divinos tiene media verdad en su título y es la palabra cuentos. Joy Williams escribe cuentos, sí, pero brevísimos y que en muchos casos funcionan como aforismos, ideas que encienden una mecha en la mente del lector, que le hacen pensar. Puntos a unir en nuestra cabeza que no necesitan ser desarrollados. Como en el que os puse en la cabecera: lo que escribió no era importante. La necesidad de hacerlo sí lo era. Hay otra historia sobre un cerdo que salva una vida que se mezcla con un matadero. La idea, la vida. Y es que los cuentos de Williams son divinos por definición más que por la calidad, que también. Es un divino basado en creencias y en naturalezas. Y si hablamos de naturalezas tal vez sea la naturalez humana aquella a la que muestra menos agrado e interés. Dios aparece porque es importante para el pensamiento, también para el individual, sin importar el nombre que se le de. La metafísica de Williams, tan común a toda su obra en la que no hace falta ponerle un nombre para que exista. El todo repartido en este caso en forma de relatos mínimos que están pensados para durar en el tiempo, no para ser consumidos del tirón. No es un menú degustación, es el plato completo. Por eso a medida que se avanza en la lectura se descubren patrones, ideas generales que sobreviven a textos con personajes cuyo nombre no nos importa. Las ideas, los pensamientos, no tienen fronteras, pero quizás se las ponen aquellos que los reciben, por eso hay locos.
     También hay relatos un poco más largos, da para mucho el libro. Hay referencias literarias más o menos encubiertas en los títulos o acciones y otras mucho más directas que se aprecian a simple vista durante la lectura. Hay, en realidad, un poco de todo. Y aún así es capaz de dar la sensación de unidad en un gran collage resumible en una cadena formada por el final en mayúsculas de cada uno de sus cuentos.

     Noventa y nueve cuentos divinos es una pequeña joya que esconde mucho más de lo que soy capaz de explicar.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.
     

     

miércoles, 2 de julio de 2025

La biblioteca de la niebla. Kai Meyer

 


     "Sentía a Mara en toda la casa, aunque se había marchado hacía tiempo. Sentía su presencia en los pasillos de techos altos igual que notaría una corriente de aire, veía su silueta en los pliegues de las cortinas de brocado, oía sus pasos en las salas barrocas y en la escalinata de mármol. 
     Pero en ningún sitio se me antojaba tan cerca como en la biblioteca de mi tío, un fantasma en el laberinto de libros".

     Ya lo he dicho más veces, pero es que es cierto que los aficionados a la lectura nos sentimos particularmente atraídos por aquellos libros que tratan sobre libros o bibliotecas. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La biblioteca de la niebla.

     Conocemos a Arthur en 1917. Es un joven apasionado de los libros en un país convulso. Hay manifestantes y saqueadores por todas partes y la Orjana no tarda en poner la vista sobre su familia. Un día llega a casa y se los han llevado a todos, él sabe que están muertos pero no quiere creerlo. Pero si quiere salvarse tendrá que huir y así lo hace con ayuda de un amigo que le pide a cambio que lleve un manuscrito a Alemania y lo entregue sin hacer preguntas. Arthur acepta en parte movido por la necesidad de volver a ver a la mujer que ama, solo que cuando llega la situación es un poco diferente a la que él esperaba.
     En otro lugar y otra época, 1928, conocemos a una niña llamada Liette que vive con su tío en el hotel familiar tras haber perdido a sus padres en un accidente. Liette solo se relaciona con un librero ambulante y apenas sale salvo a una casa abandonada en la que hay una biblioteca que llama poderosamente su atención. Hasta que otra cosa lo hace, una maleta que encuentra en el desván del hotel. Su tío le dice que muchas familias rusas veranearon durante un tiempo allí y que dejaban sus cosas de un año a otro. Cosas que quedaron abandonadas cuando la situación de su país hizo que no regresaran.

     Visto hasta aquí tenemos dos historias interesantes que el autor sabe equilibrar para mantener el interés en ambas. Por un lado está Arthur y su disfuncional familia, particularmente su tía. La relación que tiene con su prima y la aparición de Mara, una virtuosa de la pintura y cómo afecta a todos los que la conocen. Como ya habréis supuesto, veranean en el hotel del segundo hilo. En este Liette pronto se gana el cariño del lector gracias a una historia de corte clásico sobre una huérfana en peligro que mantiene un punto de romántica inocencia.
Entonces, ¿cuál es el verdadero punto de unión?
Para llegar a él el autor nos abre un tercer hilo en los años 50 en el que Liette, ya adulta, es la propietaria del hotel familiar. Sigue obsesionada con la casa, que está aún más en ruinas, y con su biblioteca, que siempre percibe entre niebla. Necesita encontrar a Mara, y para eso contrata a un periodista llamado Thomas Jansen especialista en usar los medios que sean necesarios en sus investigaciones.

      Como podéis ver el misterio está servido y hay que tener mucho cuidado con no desvelar nada para que el lector se vaya sorprendiendo con cada una de las revelaciones. Si os puedo decir que los tres hilos tienen su propia trama con misterios correspondientes que, ya sea unidos o bien parte de la forja de los personajes, mantienen siempre al lector pegado a las páginas y que, si bien hay partes que el autor permite anticipar, hay otras que al ser reveladas generan un aluvión de piezas sueltas encajando hasta llegar a un final que se mueve entre lo perturbador y la tranquilidad.
     Lo sé, no he dicho nada en sí. Pero si hubiese explicado que hay muertes, asesinatos, encubrimiento, política, relaciones turbias, envidias, problemas mentales, libros y un colgante, tampoco creáis que os hubiera aclarado demasiado.

     En definitiva, La biblioteca de la niebla es una novela entretenida que se siente en muchos momentos como un homenaje a aquellas películas americanas de los años 70.

      Y vosotros, ¿os sentís atraídos por libros que tratan sobre libros?

     Gracias.

lunes, 30 de junio de 2025

Donde está enterrada el hacha. Ray Nayler

 


     "En Norteamérica, en el otro extremo del mundo, crece un arbusto de creosota que brotó de una semilla hace casi doce mil años. Estos arbustos no son un organismo único y continuo, sino una colonia clonal. El tallo original se ha dividido y fragmentado a lo largo de los siglos en segmentos genéticamente idénticos, un anillo de tejido vivo que reemplaza al tallo original al morir".

     Creo que todos los que leímos la primera novela de Nayler nos quedamos con su nombre. Y es más que posible que todos vengamos a por esta segunda. Hoy traigo a mi estantería virtual, Donde está enterrada el hacha.

     Una de las cosas que tiene la ciencia ficción es que, más allá de lo que pueda parecer por la etiqueta, suele esconder una crítica más que directa a diferentes tipos de problemas de la sociedad, de la política o incluso reflejar males históricos de la humanidad. Sabido esto no va a sorprender si digo que esta novela resulta demasiado cercana, pero quizás ya la miréis de un modo diferente si os digo que hablo en el sentido más literal de la expresión. 
     Nayler se ambienta en la Tierra y, por lejano que pueda parecer, si tenemos en cuenta la situación actual y a Trump, Putin y compañía, y les sumamos los avances tecnológicos que ya están aquí y aquellos otros que sentimos a puertas, bien pudiera parecer que nos están contando lo que viene (este es el punto en el que siempre digo que el terror entra en el chat, o en la ecuación si preferís).

     Bien, viajamos al futuro, allí el presidente ha permanecido en su puesto mediante el paso de su mente de cuerpo en cuerpo (esto solo ya da miedo, que no estamos ante Mickey17). El caso es que ahora alguien planea asesinarlo. Además sabemos que en una parte de Europa la IA ha llegado al gobierno y no es precisamente perfecta. Y también conocemos a Lilia, una científica que quiere evitar la vigilancia de la Federación y además recuperar a una activista.

     Puede parecer un batiburrillo visto así pero es porque la intencionalidad de la novela es que lo parezca, ya que podría hablaros de más personajes como de la situación del padre de Lilia, el sistema de puntuaje social o la forma en que la IA se va degradando y fallando ante la mirada de un funcionario. 
     La ciencia ficción política tiene mucho de incómodo para la lectura ya que tiene también mucho de reivindicativo y de poner el foco donde muchas veces es más cómodo no mirar. Aquí no se trata solo de autoritarismo, también se trata de tecnología, de corporativismo, del Gran Hermano como elemento común al género y, sobre todo, de revolución.

     Donde está enterrada el hacha es una novela que merece la pena, seas o no aficionado al género.

     Gracias.

miércoles, 25 de junio de 2025

Lluvia pequeña. Garth Greenwell

 


     "Me pidieron que describiera el dolor pero el dolor era indescriptible, en una escala del uno al diez requería otra escala".

     Greenwell es un escritor que descubrí hace relativamente poco pero cuya pluma me ganó en Lo que te pertenece. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La lluvia pequeña.

     El protagonista de esta novela es también su narrador. Un escritor, poeta, que está enseñando cuando el dolor le sobreviene arrasándolo todo. Y donde dicen que el dolor es indescriptible y que incluso somos incapaces de recordar cómo fue exactamente un dolor pasado más allá de la intensidad con la que lo padecimos, Greenwell pone a su narrador a cuatro patas, lo dobla y le hace sentir que lo agarran las tripas. Su dolor es visceral y su pareja le pide que acuda a un hospital. Pero corre el año 2020 y los hospitales eran lugares aterradores en los que la gente moría por una pandemia. Finalmente acude, qué remedio, y es diagnosticado de una disección de aorta, algo terrible y potencialmente mortal. 

     Ahora el narrador se convierte en paciente, su caso atrae la atención, le miran y hacen pruebas. Su piel pasa por muchas manos y su mente divaga entre presente, pasado y poesía. Y aquí el libro se despega de lo habitual. No se trata de una novela de hospitales, ni de qué sucedió exactamente en ese difícil momento. Tampoco una novela sobre el enfermo y quien lo acompaña (su pareja no podrá hacerlo durante semanas). Es una novela sobre el redescubrimiento de la propia conciencia en una situación extrema y el dolor vuelve en oleadas que el autor gira una y otra vez buscando su descripción.  El protagonista se redescubre por dentro y por fuera, salen a flote viejos complejos a partir de nuevas situaciones y, exactamente igual, esta nueva situación desempolva viejos sentimientos. L, su pareja, el añorado, el que cuida, el que tal vez ha sido descuidado por él y, frente a tanta soledad, el narrador parece redescubrir quién es su punto de anclaje con el mundo.

     Greenwell en sus novelas lleva al protagonista, presumiblemente el mismo, a situaciones difíciles de describir, viscerales. Y quizás, de todas ellas, la más incapacitante para ser plasmada es el dolor. Por eso, y no solo por el sentimiento, vuelve a ella una y otra vez en un intento de desesperarnos tanto como lo está el propio protagonista al que sentimos desnudo frente al mundo, vulnerable. Y en pandemia.

     Lluvia pequeña es una gran novela. Y poco más hay que añadir. Salvo que quizás no sea para todos.

     Contadme, ¿os gusta leer temas torturados como a mi?

     Gracias.

lunes, 23 de junio de 2025

La muy catastrófica visita al zoo. Joël Dicker


     "Esta noche me han castigado sin postre. Por culpa de lo que ha pasado en el zoo. Papá se ha tirado toda la cena repitiéndome: 
      —¡Es que no puede ser, Joséphine! ¡No puede ser! 
      Mamá, en cambio, no abría la boca. Me lanzaba miradas de desaprobación. Al final se limitó a decir:      
     —Mañana iremos al hospital a ver cómo está. Y, ahora, cómete las judías"

      Tras La verdad sobre el caso Harry Quebert, poca gente hay que no conozca el nombre de Joël Dicker. Te gustará más o menos, pero conocerlo, lo conoces. Hoy traigo a mi estantería virtual su última novela, La muy catastrófica visita al zoo.

     Conocemos a Josephine mientras recuerda lo sucedido en un zoo local un viernes. Allí estaban también sus amigas: una hija de divorciados, una hipocondríaca, una que practica karate, otra que va con camisa y la que no habla. Y también hay en el libro un atasco por culpa de plastilina. Y, por supuesto, el misterio. Me váis a permitir que no entre mucho más en detalle porque es un libro de doscientas páginas y si desvelo incluso alguno de los dos misterios... pues os podría fastidiar la lectura. Así que vamos con la novela.

    Dicker ha escrito una novela para todas las edades porque oye, ya que enganchó a la lectura a un montón de adultos, pues por qué no va a poder hacerlo también con los más jóvenes. Así que nos deja este cuento con misterio, que si eres adulto no debes olvidar está pensado también para el público infantil o se te podría quedar realmente muy corto. Y es que tiene de recuerdo permanente sobre lo especial que es tal o cual personaje, el misterio simple y ese tono levemente condescendiente que nos encontramos en algunos libros con personajes jóvenes que, vistos desde el prisma de un adulto, se basan en el clásico cliché de los niños son más listos de lo que parecen y además no tienen filtro alguno para decir las cosas. Por supuesto, la narradora y el colegio especial son de importancia vital para la narración en sí. El caso es que el libro que comienza con un desastre va enlazando uno tras otro sin abandonar la costumbre de giros y sorpresas mientras yo iba pensando que lo que le iba fallando al libro es la originalidad. Y claro, me topé con la moralina en la que se reflexiona sobre el mundo digital y el real, las personas especiales y tantas otras cosas que parece tener que haber metido con calzador para que la novela encajase con la idea que tuvo de lo que iba a escribir. Porque esa es la sensación que no logré despegarme durante la lectura: la de estar ante un producto prefabricado. Es como si el autor hubiera creado las normas de lo que quería lograr y se hubiera dedicado después a ir rellenando espacios hasta meter todos los ingredientes para poder llegar al epílogo.

     Es cierto que la novela es entretenida y que mantiene ese nosequé que engancha y que posee la pluma del autor, pero si vamos a ponernos serios, la época de pandillas como Los Cinco, ya pasó hace tiempo y ahora si se escriben se hace de una forma más cercana a la vida que llevan los niños hoy. En este caso tengo que decir que la novela tiene a su favor la novedad, la reinvención, que no haya un muerto y que el autor haya decidido salir, como ya hiciera en El tigre, de su zona de confort asegurado. La parte negativa es que, si bien admiro la seguridad en uno mismo, en este caso como en otras lecturas suyas (capitaneadas por una cuyo protagonista es El Escritor), uno tiene la sensación de estar recibiendo un mira que bien lo hago que trasciende al argumento de la propia novela.

     La muy catastrófica visita al zoo es, efectivamente, una novela que puede leer un público muy amplio y que seguramente sea mejor aprovechada por los lectores más jóvenes. Y, si eres un adulto y vas a leerla, descubrirás que te gusta más desde la nostalgia que desde el momento lector.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.


lunes, 16 de junio de 2025

El caso de la víctima silenciada. Pierre Martin

 


     "En el periodo napoleónico, a un asesino le podían condonar la pena de muerte si, en el momento de cometer el crimen, había perdido la cabeza por culpa del mistral. Y si se engendraba un niño en una noche estrellada mientras el fuerte viento provenzal sacudía los postigos, la gente temía que pudiese nacer con retraso mental".

     El desembarco de Isabelle en Fragolín me resultó agradable (podéis ver la reseña aquí), tengo que decir que en gran parte por Apollinaire, por eso me traje a casa la segunda entrega. Hoy traigo a mi estantería virtual. El caso de la víctima silenciada.

      Para quienes no la conozcan Isabelle tenía un puesto importante en París, estaba de hecho a cargo de la seguridad del presidente. Tras un feo incidente que costó la vida a uno de sus hombres y que la dejó herida, se tomó un periodo de descanso en Fragolín, un lugar al que la une su infancia pero al que no ha regresado desde la muerte de sus padres siendo niña. Poco después de llegar, un amigo, y alto cargo del gobierno, le pide que dirija un caso, para lo que la otorgará el cargo de comisaria. Y así es como aparecen las rencillas con la policía local, con la nacional porque ella ha llegado de la nada, y aparece Apollinaire como el torpe ayudante que la envían para que la "desayude".
Y aún así, se quedó.
     En esta ocasión aparece un cadáver salvajemente mutilado que da a entender algo sexual. La comisaria será la encargada del caso, para lo que reclamará en este caso para siempre (gracias Isabelle), a Apollinaire y se ponen manos a la obra. Y sí, también aparece su amigo para solicitar un favor: que permita la envíen a un hombre que se encuentra bajo protección porque es testigo vital en un juicio importante. Y ella, por supuesto, acepta, lo que supone la llegada de un personaje muy particular y que parece difícil vaya a pasar desapercibido. Y con estos dos puntos, tenemos montado el argumento.

     Por supuesto en la novela hay más muertes, hay una investigación en la que irán apareciendo más vecinos, algunos la conocen de su infancia y otros no, y el caso se enroscará y se retorcerá mientras el huésped misterioso le complica la vida a la comisaria (una especie de galán trasnochado con aires de truhán simpático). Y para cuando uno se quiere dar cuenta, se ha terminado el libro como quien ha visto una película de sobremesa. Sin embargo hay que decir que pese a la ligereza la novela contiene una fuerte denuncia social respecto a las agresiones sexuales. Desde las mujeres que viven en poblaciones pequeñas y no denuncian para no ser señaladas, a la denominación de "sobón" que se escuchaba hace unos años normalizando un comportamiento que tiene de todo menos de normalidad. Porque el "ya sabes cómo es" suele cambiar dependiendo de la cercanía del culo que haya tocado. Además, y por si eso fuera poco, el autor deja que el lector decida y juzgue, componiendo de este modo una situación realista en la que se desdibujan los límites de la justicia y también, porque eso es la vida, los del castigo. ¿Quién te dice a ti que si crees que la justicia no hace nada y te la tomas tú por tu mano no va a pensar otra persona exactamente lo mismo del acto que has cometido? Como digo, es interesante. Sobre todo en el quiebro final, del que por supuesto no os hablaré.
     El resultado de todo esto es una novela ligera de esas destinadas a bolsa de playa o piscina porque mantienen el ritmo sin hacer pensar y se disfrutan entre sol y baño. 

     El caso de la víctima silenciada me ha parecido una historia entretenida y, como siempre digo, eso ya es muchísimo habida cuenta de con todo lo que un libro tiene que competir hoy en día.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 4 de junio de 2025

La espada fulgurante. Lev Grossman

 


     "Con la espada bien asida en el guantelete, Collum golpeó con el pomo en el rostro del otro caballero, tan fuerte que dejó marcados los nudillos en el metal oscuro labrado. Aun así, su oponente no dio la menor muestra de tambalearse ni de rendirse ante él. Susurró un juramento e insistió con una patada hacia el tobillo, pero falló, estuvo a punto de caerse, y el otro caballero giró con elegancia y le arreó tal mamporro en la cabeza que le zumbaron los oídos. Habría dado un millar de libras por poder enjugarse el sudor de los ojos, pero tampoco es que las tuviese. Sus posesiones sumaban tres chelines y dos peniques de plata, exactamente".

     Estoy bastante segura de que el tema de los Caballeros de la Mesa Redonda tiene tantos seguidores como detractores, yo estoy entre los primeros, y es que se ha tratado muchas veces en todos los formatos. sin embargo fue leer que Lev Grossman se iba a meter de lleno y querer tener el libro en mis manos. Hoy traigo a mi estantería virtual, La espada fulgurante.

     Conocemos a Collum, férreo admirador de Arturo y los Caballeros de su Mesa Redonda. No puede desear otra cosa que pertenecer a ella, así que decide seguir su sueño e ir a Camelot. El problema es que llega tarde, Arturo ha muerto hace un par de semanas en Camlann sin designar heredero y los caballeros que quedan, que no son precisamente los mejores, parecen un grupo decrépito sin interés en nada y están acompañados de Nimue, una aprendiz que tuvo el mago Merlín. Y, contra todo pronóstico, acogen a Collum. A fin de cuentas Arturo llegó de una forma un tanto peculiar y todos saben en quién se convirtió. El caso es que ahora Gran Bretaña se ha dividido y la magia parece regresar por culpa de Morgan mientras el trono sigue a la espera de ser ocupado. Quizás sea hora de una última misión de los caballeros y tal vez Collum sea vital para el devenir del mundo.

     La novela combina las leyendas artúricas con la mitología británica para dar al lector una novela diferente sobre una historia habitual, con un pie anclado en el género fantástico. Si estamos cada vez más habituados a novelas de este género que recrean mundos medievales, en esta ocasión la historia lo hace por derecho propio ya que las gestas de caballeros son vitales para la historia. El autor, en sus más de 700 páginas, no da tregua al lector en esta historia clásica de niño con un sueño, antihéroe o como cada lector lo quiera ver, que sigue los pasos del que fuera considerado casi un dios, logrando que dudemos de si la historia tal vez vaya a repetirse. Y es que uno de los puntos fuertes de la novela, es el lograr hacer algo distinto con los mismos elementos. 
     Me voy a mover en el pantanoso terreno de intentar contar lo más posible sin desvelar nada y os voy a decir que la primera imagen de los caballeros me pareció francamente divertida. Viejas peleas de viejas glorias que hacen que parezcan todos gruñones, casi caballeros de asilo, a los que llega Collum que parece llevar la intención de hacerles mover el culo. Hasta ahí, bien. Pero es que para ese momento ya hemos tenido dos encuentros que dan el aviso de que estamos ante algo bueno: uno con un caballero extraño y otro con una joven más extraña todavía. Y el viaje no ha hecho más que comenzar. A partir de ahí descubriremos la verdadera cara de Merlín, las luchas internas y externas, el rostro de Arturo y qué pasó con el famoso caballero Lancelot y esos amores de los que todos hemos oído hablar. También tendremos la historia de Bedivere, porque todos los grandes hombres tienen una mano derecha ejecutora, y Bedivere se convierte en el perfecto acompañante que todo lo sabe y todo lo ve.
Los personajes despiertan y se desarrollan negándose a permanecer en los márgenes que todos conocemos, con claroscuros que cambian en función del momento y de los intereses propios, a los que se unen los ficticios que llevan el peso de la narración.

     La espada fulgurante es más que una buena historia, es una novela entretenida con un buen equilibrio entre sus dos voces que me mantuvo pegada a sus hojas y me llevó a un viaje imposible para dejarme con ganas de más. Porque hasta ahora no lo había dicho, pero esta es, evidentemente, una novela en la  que hay un viaje. Y he disfrutado el camino.

     "Hace una hora no era nadie, después fui un héroe y ahora soy un asesino".
     Os presento a Collum, haced buen uso de esta amistad.

     Y vosotros, ¿os gusta la novela fantástica?

     Gracias.

lunes, 2 de junio de 2025

El subastador. Joan Samson

 


     "El fuego se elevaba en un cono perfecto, como suspendido de la voluta de humo que ascendía en línea recta hacia el despejado cielo primaveral. Mim y John sacaban a rastras arbolillos secos de entre la maleza amontonada junto al muro de piedra y los arrojaban a las llamas, y daban un rápido paso atrás cada vez que las hojas secas empezaban a chisporrotear".

     Esa cara que se nos queda cuando nos encontramos con un libro que no es precisamente un secreto pero del que no habíamos oído hablar, es la que se me quedó a mi al encontrarme con este. Hoy traigo a mi estantería virtual, El subastador.

     Nos vamos a los años 70, a Harlowe, New Hampshire. Un lugar tradicional y poco avanzado con apenas electricidad. Allí es donde Dunsmore aterriza y lo hace con la idea de la subasta para apoyar a la policía. Pero esa es solo la primera, luego hay otra, y otra... y Dunsmore pide a la gente del pueblo que done cosas para subastar y, claro, la gente acaba sin tener nada que dar. Pero la policía ahora está mucho mejor y apoya a este hombre que está claro no ha traído nada bueno al pueblo. Deberían de echarlo en realidad. Y seguir como estaban antes.

     Si no vas a leer esta novela con la mente abierta y teniendo en cuenta su contexto de escritura y de escrito, no lo hagas. Y, si os he dicho que está ambientado en los setenta ahora os digo que lo publicaron en el 75. Tal y como explicaría G Hendrix, la novela utilizó el terror que avisaba que la vida rural que la gente creía, esa vida tranquila e idílica, solo era una ilusión. Y por eso, por esa ambientación, puede sentirse la novela como atrasada, ya que la familia central resulta un tanto anacrónica; abuela con problemas de movilidad, menos hijos que la familia numerosa soñada, pocos recursos, menos comodidades y mirando de reojo lo que tienen en la ciudad casi como si hablaran de otro planeta. Por eso las subastas atraen a forasteros que pareciera están comprando cosas de museo. Y es que hay mucho de esa representación rural peliculera que casi parece una secta o una comunidad retorcida anclada en el pasado. Solo que en la novela de Samson lo rural no es lo que da miedo, es lo amenazado. El terror no está basado en una secta sangrienta o costumbres retorcidas. Este terror es forastero, restrictivo y amenazador ya que el lector ve como los habitantes son privados de sus cosas: primero los trastos, luego las que no importan, después las que son más valiosas... y más y más... Lo que aterra es como una sola persona puede llegar y hacerse con el poder hasta lograr que los habitantes pierdan su control y autonomía para decidir. El dominio, el miedo bajo la piel hubiera sido lo fácil. Sin embargo el éxito de Samson es que el miedo lo tiene el lector al ver el conformismo de los habitantes. Hay un libro de LJDH, o tal vez sean varios, en los que los tributos se plantean por qué los distritos no se alzan contra el Capitolio si claramente son muchos más. Ese es el terror real en la novela de Samson, el conformismo o, al menos, el silencio de los habitantes. Les van quitando cosas y "aún así, me quedé".
     Más allá de eso la novela tiene un ritmo pausado que logra hacer sudar al lector y está escrito casi con precisión quirúrgica para lograr una inmersión en la que todo se siente como real. Uno no puede evitar pensar si vivimos algo parecido hoy en día en una retorcida y moderna visión de la alarma que estaba dando la autora y, quizás por eso, por esa capacidad para remover, la novela brilla.

     El terror, el bueno, adopta muchas formas. Y siempre digo que si uno quiere pasar miedo no necesita ver sangre ni llevarse sustos, es el monstruo bajo la cama al que nunca vemos el que nos da más miedo. Porque ese miedo ya lo llevábamos dentro.

     Después de haber comenzado diciendo que no leáis El Subastador si lleváis ciertas ideas preconcebidas solo puedo terminar añadiendo que: para todos los demás, leedlo.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.