lunes, 22 de septiembre de 2025

Catábasis. R. F. Kuang

 

     "El catedrático Jacob Grimes había muerto en un accidente terrible y, desde cierto punto de vista, había sido culpa de Alice. Así que, tanto por obligación moral como por interés propio (ya que sin él la joven no contaba con ningún presidente del comité y sin presidente del comité no podía defender su tesis, graduarse ni solicitar con éxito un puesto de titular en Magia Analítica), consideró necesario suplicarle al rey Yama el Misericordioso, gobernante del inframundo, que le devolviera el alma de su tutor".

     Tenía muchas ganas de leer esta novela. Kuang me gusta porque tiene mala leche y lo demostró en Babel a la que muchos pusieron nombre de universidad, o en Amarilla donde demostró tres o cuatro cosas del uno de los mundos más idealizados: el editorial. Así que, como decía, me moría de ganas. Hoy traigo a mi estantería virtual, Catábasis.

     Conocemos a Alice, estudiante de postgrado en Cambridge que parece disfrutar de la dureza de sus estudios. De hecho admira a su tutor de tesis, Grimes, aunque tampoco es que le caiga demasiado bien. La cosa es que Grimes ha explotado, por así decirlo. Está muerto. Y Alice, que tal vez se sienta un poco responsable decide rescatarlo. Del infierno. Y allí que vamos y con esto ya tendríamos el argumento, pero también conocemos a Peter, rival de Alice que también necesita al odiado profesor, y que ha tenido la misma idea que ella. Y ahora sí, descendemos a los infiernos, y que nadie me hable ahora de Orfeo rescatando a su Eurídice, por favor.

     El infierno de Kuang es como el de Dante o el de Woody Allen, está dividido en partes que tendrán que ir recorriendo y mostrando al lector, pero también es académico, y es que aquí la autora lo que hace es poner al descubierto el mundo universitario en el que las envidias, zancadillas y manipulaciones están a la orden del día y la rivalidad es un germen que te implantan cuando no miras y del que luego cuesta mucho deshacerse. Como si donde tendrían que abrir tu mente la cerraran dejando una única vía por la que ver la vida. Y es que el infierno en realidad es Cambridge, Oxford o cualquier campus que uno pueda imaginar, sufrir o haber sufrido y si alguien esperaba algo más complejo o sutil es que no ha leído demasiado sobre esta autora. Y luego están las relaciones personales. Alice es un personaje complejo tanto a nivel emocional como social. Parece disfrutar del ambiente académico y admirar a Grimes, pero tampoco lo soporta. Sufre determinadas actitudes por ser mujer, pero tampoco es que sea feminista y presenta, en definitiva, una personalidad llena de aristas. Y bueno, está la historia de amor, aunque yo hablaría de distintos tipos de amor en la novela. Está el amor del deslumbramiento y lo que queda de él una vez somos capaz de enfocar la vista y luego ya el amor que va apareciendo y que era de esperar en la novela, ese que muchos van a catalogar como enemies to lovers para con esas tres palabras dejar claras todas las pistas.

     Sin embargo, y sin entrar más en la trama porque creo que lo disfrutable del libro pasa por dejar que sea la propia Kuang la que de pistas de lo que te vas a ir encontrando, si tuviera que destacar algo como característica más relevante de la novela, diría que son sus descripciones. Si alguien ha visto el libro y le ha parecido grueso, que tenga en cuenta que es debido a la capacidad de observación de Kuan y su necesidad de explicarlo todo, citar a todos y dar referencias más o menos veladas (como la relacionada con el nombre del profesor desaparecido) que convierten Catábasis en una novela a capas que disfrutarán de distintos modos los lectores en función de la cantidad de conocimientos previos con los que lleguen a sus páginas. Ninguno necesario realmente, pero sí un buen complemento para recoger todo lo que se dice pero allí no ha quedado escrito.

     Catábasis es una novela que he disfrutado mucho y, si me permitís y sin que sirva de precedente, hay que destacar lo bonita que la hicieron.

     Y vosotros, ¿con qué título comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 10 de septiembre de 2025

Santos como nosotros. Niamh Ní Mhaoileoin

      «¿Te lo puedes creer? —le diría—. ¿Me imaginas allí, en la plaza de San Pedro, en primera fila? A la hermana lesbiana de un santo, literalmente».

     Hoy es uno de esos días que llego pensando que he descubierto un libro, así que si ya lo conocéis y lo habéis leído todos, pues no me lo digáis que me hace ilusión. Hoy traigo a mi estantería virtual, Santos como nosotros.

     Jay perdió a su hermano Ferdia cuando él tenía 24 años y estaba a punto de convertirse en sacerdote. Pero eso fue hace años, de hecho en ese momento Jay estaba a punto de darse el primer beso con una chica. Desde entonces han sucedido muchas cosas, muchas además relacionadas con abusos e iglesia que han producido grietas y cambios. Jay, por ejemplo, que viene de una educación ultracatólica, ya no tiene fé. La cosa es que ahora, diez años después de la muerte de Ferdia, Jay recibe una llamada de sus padres que hacen que su mundo se sacuda: quieren que su hermano sea santo. Pero santo de verdad, como San Patricio. Y Jay es lesbiana y la posición del catolicismo más cerrado ante la homosexualidad es la que es, por poner un ejemplo, aunque claro, entre el Papa actual (en la novela) y el anterior han canonizado a mucha gente.

     Para ser una primera novela, hay que reconocer que la autora se ha metido en un gran jardín: el de la protagonista lesbiana que viene de una cuna ultracatólica y ve a su querido hermano mayor entregar su vida a la misma iglesia que no acepta la homosexualidad. Guau. Y luego va el chico y tiene un accidente. Aún así ese no es el único tema, es una novela equilibrada en la que la identidad, el duelo, la emigración o la depresión tienen un espacio más que considerable en la novela. De hecho, la identidad podría decirse que es el tema más importante ya que la protagonista ve chocar su mundo actual con aquel otro en el que se formó, algo para lo que la autora se ayuda de la novia de Jay. Se ve representado el sentimiento irlandés hacia la iglesia, la vergüenza incluso ante el fallo y, pese a la postura y la época, la autora hay un gran trabajo de comprensión a todos los niveles, defendiendo las posturas individuales ya sean a favor o en contra de aciertos o errores de la iglesia. No señala, como pudiera preconcebir un lector de sinopsis, solo habla de tender manos y comprender a quienes no piensan igual, y, si no se puede, respetar. Así de sencillo y así de complicado al mismo tiempo.
     Jay es un personaje brutal, el lector se siente arrollado por sus emociones y no puede evitar pensar en cómo se tiene que estar sintiendo con todo lo que vive. La novela es queer, es católica, un drama, te hace reír. Es una novela rápida y a la vez hace que uno se quede pensando en algunas de las llaves que plantea. Habla de la Iglesia y de Irlanda y también del peligroso ultraconservadurismo que hizo que se viviera en muchas familias una suerte de represión que provocó un efecto rebote hacia el lado opuesto. Y por eso es tan importante la gran pregunta: ¿qué querría Ferdia? ¿El chico que murió hace trece años querría, no ya ser santo, sino convertirse en una imagen utilizada para predicar a la nueva generación unos valores extremistas que provocan que se alejen de la Iglesia? Pensadlo porque es una pregunta con muchas aristas, nadie querría alejar.

     Santos como nosotros me ha parecido una gran novela. Toda una experiencia lectora firmada por una mujer cuyo nombre, y de esto estoy segura, más me vale ir aprendiendo a pronunciar.

     Una cosa, ¿no os encanta la cubierta del libro?

     Gracias.


lunes, 8 de septiembre de 2025

La esposa joven. Alessandro Baricco

     
     "Desde hace ciento trece años, todo hay que decirlo, en nuestra familia todos han muerto de noche.
Esto lo explica todo".

      Adoro a este hombre. Cada libro es una experiencia y a la vez encuentras lo mismo. En cada libro de Baricco encuentro la frase más bonita del mundo, el momento más extraño, el romanticismo (no hablo de amor) más puro. Y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La Esposa joven.

     Conocemos a la esposa joven cuando, al cumplir 18, tiene que regresar de Argentina para presentarse ante la familia del hombre con el que prometió casarse. En algún lugar del sur de Italia. En algún momento del siglo pasado. La familia: padre, madre, hija e hijo, tiene dinero gracias a las telas. Son distantes, temerosos de la noche y, sobre todo, muy desapegados. Adoran la calma y los desayunos y ninguno de ellos tiene nombre. El hijo ahora no está, entra en mayordomo, Modesto. Este si que tiene nombre. No son infelices, no se permite. Y tampoco se permiten los libros, de hecho leer está prohibido. Esto a la novia no le termina de parecer bien. Se relaciona con la familia en la que también hay un tío. Empecemos de nuevo: Modesto es quien la explica, la madre es una presencia hermosa, al padre le sucede algo, eso está claro, la hermana está lisiada y el hermano, no está. Ahora quizás se ha comprendido mejor, o tal vez no y por eso el propio Baricco se asoma a la novela un momento. Hay mucho que explicar...

     "La infelicidad roba tiempo a la alegría, y en la alegría se construye la prosperidad".

     Lo primero que hay que decir es que si vas a leer a Baricco, tiene que gustarte Baricco. En caso contrario, lo odiarás. Por eso uno empieza con Seda y se empalaga con palabras rebuscadas y situaciones imposibles en las que eso que otros llaman verosimilitud saltan por los aires. Sus libros son poesía y a la vez un cuento para adultos, fantasía alfombrando las calles de ciudades conocidas cuyas gentes no reconocemos pero a las que no gustaría encontrar. Yo por ejemplo, llevo años soñando con encontrarme al maestro que hace bombillas a mano, personalizadas en color, intensidad y duración para la persona que la encargaba. Lo cierto es que ni siquiera recuerdo de qué iba esa novela. Creo que había una cama y unos amantes, quizás uno posaba para el otro, qué más da... a mi, quien me enamoró, fue el hombre que hacía bombillas. Eso es leer a Baricco, enamorarse de una letra colgante, de un personaje escondido, un supuesto npc que te roba el corazón al apoderarse de un trocito de tu alma.

     "Un jugador profesional, que ganaba con cartas invisibles".

      La esposa joven es más de lo mismo y a la vez muy diferente. Un cuento a ratos retorcido, se le ha criticado mucho la cantidad de sexo que tiene, supongo que por la falta de costumbre, pero yo he entendido que forma parte del proceso de cambio en la novia (y aquí me planto que no quiero dar detalles). La novela trata sobre la superioridad moral, la indiferencia, pero no para el lector quien no puede quedarse a un lado de lo que se relata. Los sueños son vitales, un personajes solo vive ahí y es, junto con el ausente, parte más que vital de esta extraña novela de la que lo peor que uno podría decir es que es original, ya que limitarse a eso será casi prejuzgarla. Ahora podría explicaros lo que pasa con el narrador, algo absolutamente desconcertante, mutante y dos o tres -antes más que ahora no se me ocurren, pero también os lo dejo, por si lo queréis descubrir. 

     "Heredó de su familia un nudo enredado en el que nadie parecía ser ya capaz de distinguir cuál era el hilo de la vida y cuál el hilo de la muerte, y dijo que él se planteó deshacerlo".

     La esposa joven no es la mejor novela de Baricco, pero es una novela de Baricco. Se disfruta, como tantas otras suyas, si se lee dos veces; una para entender y otra para atesorar. Pero, sobre todo, se recuerda. Porque Baricco se mete bajo la piel. Por si no se ha notado: vivo enamorada de la forma en que se retuercen las letras de Baricco.

     "No habría podido decir qué estaba viviendo. Era un sortilegio. Lo sentí cerniéndose sobre nosotros, y cuando en el mundo no hubo nada más, a excepción de mi voz, intuí que en realidad no estaba pasando nada de lo que estaba pasando, ni nunca iba a suceder".

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     "No voy a morir de noche, lo haré a la luz del sol".

     Gracias.

     "Y luego oyó un crujido en su corazón de cristal, percibió un olor dulzón que reconoció  y supo con certeza que en ese momento había empezado a morir".

     

lunes, 1 de septiembre de 2025

La desconocida. J. D. Barker & James Patterson

 


     Las vacaciones son para el verano y el verano para las novelas de no pensar. Al menos la parte del verano que se pasa en la piscina. Hoy traigo a mi estantería virtual, La desconocida.

     Viajamos a Hollows Bend. Todo empezó un día cualquiera, bastante antes de la grabación del primer capítulo en realidad. Empezó con la aparición de una chica desnuda y sucia en el bar local más popular. Además de aparecer ella, un montón de cuervos empezaron a chocar contra las ventanas. A partir de ahí todo fue de mal en peor en ese pequeño pueblo de New Hampshire, ya que sus habitantes entraron en una suerte de terrorífica espiral marcada por la sangre. El sheriff desaparece y la joven Riley quiere saber qué sucede en un pueblo en el que madres matan a sus hijos, se suicidan o automutilan. Mientras, la joven muda aparecida, tiene unas marcas en los brazos. Y recordemos, todo empezó con ella.

     Bueno, vayamos por partes. En esta novela el dúo de actores han demostrando haber leído mucho terror en los años 70/80. Tanto, que la lectura nos traslada a esa época, lo cual no sería malo salvo porque las escenas de impacto ya las hemos visto muchas veces (la entrada es muy teatral en plan Carrie, seamos serios) y ahora nos sentimos ante una película de serie Z. Para paliar esto, no olvidemos que sus autores son pesos pesados, lo único que tienen que hacer es el tándem habitual de capítulos cortos y siempre-están-pasando-cosas como si de este modo el lector no fuera capaz de pensar en lo que está leyendo. Sin embargo logran el efecto contrario y uno se encuentra pensando eso de "ya solo falta que me digan que..." (¿lluevan pájaros muertos?) para adelantarse justo a lo que sucede en el siguiente capítulo. O dentro de dos. Y es que si la primera premisa es pueblo idílico en el que llega alguien y empieza a pasar todo malo (¿Salem's Lot, dices?) ya partimos de una base poco original. La comparación con King se veía venir de lejos en este batiburrillo con aspiraciones a terror leído en la postadolescencia y recordado con nostalgia que llega, cuanto menos, con década y media de retraso a las librerías. (Por cierto, el pueblo... La Cúpula...).

     Supongo que lo fácil es decir que es una novela impredecible, pero es que hay cosas que son imposibles de adivinar y, seamos sinceros, no se puede ni se debe sacrificar una novela buscando esa palabra. El final acaba siendo más desconcertante que otra cosa. Como en este caso.

     La desconocida es una novela perfectamente prescindible. Y mira que me gustan mucho ambos escritores pero todo el mundo puede echar un borrón.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.