domingo, 7 de agosto de 2011

Austerlitz. W. G. Sebald



     "No me parece, dijo Austerlitz, que comprendamos las leyes que rigen el retorno del pasado, pero cada vez me parece más como si no hubiera tiempo, sino diversos espacios, imbricados entre sí, entre los que los vivos y los muertos, según el talante en que se encuentren, van de un lado al otro, y cuanto más lo pienso tanto más me parece que nosotros, los que todavía nos encontramos con vida, a los ojos de los muertos somos irreales y sólo en determinadas condiciones de luz y requisitos atmosféricos, resultamos visibles."

     Hoy os presento a Jacques. Recuerdo que la primera vez que lo ví ya me atrajo, se produjo una especie de fascinación ante la imagen de este hombre rubio, ropa gastada y mochila de excursionista, que llevaba en plena estación de Amberes un cuaderno y un lápiz que movía rápidamente tomando apuntes, tal vez dibujando. Me enteré de su nombre, Jacques Austerlitz, y con el paso del tiempo, también de su historia. vive en Londres, aunque no nació allí; de hecho llegó a Gales en los años 40, como tantos otros niños judios refugiados, y se crió con el predicador y su mujer que lo educaron con buena intención. Con el tiempo, este niño solitario descubre su origen en forma de dato y también su diferencia, la que lo hace a día de hoy sentirse desarraigado, trastornado, buscador de su propia historia que siente le fue arrebatada. ¿Cómo no sentirme fascinada por Jacques?

     Austerlitz se va encerrando en sí mismo tras un muro, como si fuera una fortaleza, que Sebald nos presenta ya a comienzo de la obra, colocando este concepto en el punto de mira del lector. Lo aisla conviertiéndolo en el extranjero por antonomasia, recorre orígenes sin tener uno propio y aún así sigue buscando. A esto hay que sumarle que Austerlitz no es un libro al uso, como ninguno de los libros de Sebald. Nos da bocados de realidad en forma de una suerte de guía de viaje en la que incluye fotografías o datos exactos que rompen con la imagen de narración clásica. De esta forma el protagonista va recorriendo un itinerario que lo lleve a descubrir quien es con escaso éxito, y eso desemboca en la melancolía que nos embarga a medida que avanzamos en la lectura. Melancolía tal vez acrecentada por el hecho de tener ante nosotros a un narrador del que tampoco sabemos nada, tampoco tiene identidad, ni nombre. Es quien nos transmite la historia contada en cada encuentro sin importar el tiempo transcurrido entre ellos, es quien hace uso de la memoria, es.. a veces un mero instrumento.

     Y ahora, si no lo conocéis, os presentaré a Sebald. Un autor convertido en clásico desde su muerte, pese a que su obra rompía con todas las reglas de la literatura. Pesimista reconocido siempre buscaba desarrollar en su obra el tema de la memoria, el olvido, siempre con la compañía del lector al que insta a pesar. Culmina esta búsqueda, opino, en el libro que traigo hoy, donde consigue presentarnos a su personaje ideal, aislado tras un muro en forma de fortaleza, sin origen, sin nada salvo su historia y su cuaderno. Es, hasta cierto punto, un "lo que pudo ser y no es" o, tal vez, "lo que haya sido". Y, al mismo tiempo, frente a esto que podría cosiderarse un entorno de incertidumbre, nos sitúa con sus fotografías y datos en un marco tremendamente real que no pretende hacernos pasar por estudio o documental. Con razón es tan admirado como odiado por los lectores y tan respetado por los autores.

     Si no lo conocéis.. seguramente parece más complejo en la explicación de lo que resulta la lectura, aunque, precisamente por eso, por las formas, las ideas recurrentes, deberíais acercaros a una de sus obras para comprobarlo por vosotros mismos. Y luego contadme si os ha dejado indiferentes.

     Gracias

5 comentarios:

Tabuyo Alonso dijo... [Responder]

Como bien dices da la impresión de ser una novela de difícil lectura, pero si dices que no lo es tanto, y me topo con él, le daré una oportunidad.
Saludos.

Andrés dijo... [Responder]

De mis autores favoritos, fantastico, lo he releído mil veces.
Buena reseña
Un saludo

Anónimo dijo... [Responder]

Me lo apunto... tiene una pinta estupenda

Xula dijo... [Responder]

Lo cierto es que no conocia a este autor. Por lo que cuentras suena genial. Si cae en mis manos lo leere sin duda. Saludos!

Anónimo dijo... [Responder]

me parece algo interesante lo leere