jueves, 14 de septiembre de 2017

El niño que robó el caballo de Atila. Iván Repila


     "—Parece imposible salir, dice. Y también: Pero saldremos. El bosque limita al norte con una cordillera y está rodeado de lagos tan grandes que parecen océanos. En el centro del bosque hay un pozo. El pozo tiene unos siete metros de profundidad y sus paredes irregulares son un muro de tierra húmeda y raíces que se angosta en la boca y se ensancha en la base, como una pirámide desocupada y roma. Su lecho gorgotea el agua oscura que se filtra desde venas remotas hasta las galerías que afluyen al río, dejando un poso terrizo que nunca se detiene y un fango moteado por burbujas cuyo chasquido devuelve al aire el perfume de los eucaliptos."

     Leí esta novela hace ya unos cuantos años. Tiempo después la editorial que la publicaba desapareció y, cuando me enteré de su reedición revisada, me anoté la fecha. Hoy traigo a mi estantería virtual, El niño que robó el caballo de Atila.

     Grande y Pequeño es una forma habitual para situar el puesto de los hermanos en la jerarquía del hogar y así llama el autor a los protagonistas de la novela. Están en el fondo de un pozo y así les conocemos. Un lugar terrible del que parece imposible salir, pero en el que tampoco quieren morir, así que se alimentan como pueden.

     Iván Repila tiene tres títulos que yo conozca en su cartera de escritor. Los tres distintos, al menos en líneas generales. Aunque luego en una búsqueda de esas que vienen siendo habituales entre los lectores encontremos que este y Prólogo para una guerra tienen protagonistas masculinos, dos, o que su estilo siempre vendrá marcado por lo visual, lo directo... pero en sus argumentos, trama..nada que ver.

     Esta es una historia de supervivencia, de superación de instintos y de pérdida. El autor no da tregua a un lector que comienza conociendo la situación en las primeras líneas: hay dos niños en el fondo de un pozo. Nos convierte en espectadores de ese cautiverio, impotentes, consiguiendo que perdamos la esperanza antes que los niños. Aunque ellos irán perdiendo por el camino otras cosas, como su inocencia, su infancia. Más Grande que Pequeño, casi podemos ver como se apaga aquello que fue: un niño.Y también vemos como su infantil naturaleza parece negarse a desaparecer del todo, y como afloran los instintos más básicos de los seres humanos; las necesidades, la supervivencia, los anclajes al mundo para evitar...
     Iván Repila no necesita muchas páginas y tampoco adornos para contar su fábula. Y nos da una bolsa, la bosa de comida de dos niños que comen gusanos y raíces, pero que es la bolsa de mamá. Y de este modo esta novelita se convierte en un cuento para adultos en el que cada cual es libre de hacer su propia lectura y también su propia interpretación. Una vez hecha la interpretación, a la que iremos llegando sin problemas hacia la mitad de la novela, nos encaminaremos hacia un final en el que el autor opta por dar una última sacudida y que ha provocado tantas filias como fobias. Yo lo tengo claro, es una novela de naturalezas y miserias que, pese a lo claustrofóbico del escenario, podríamos representar en una visión mucho más ámplia. Lo que no os diré es qué fue mi clave durante la lectura, creo que es uno de esos libros en los que cada cual tiene la suya. E Iván no hace trampas, todas están siempre a la vista.

     El niño que robó el caballo de Atila me gustó en una primera lectura y ha ganado en esta segunda. Animáos. Olvidad las comparaciones que siempre se hacen en este tipo de novelas, con los mismos nombres, los mismos títulos, casi hasta el mismo orden. En este caso, dejad todo eso de lado porque estamos ante una novela que lo vale por sí misma.

     Comentaba que hace años leí este libro en una edición diferente y que ahora me he comprado esta nueva edición. Es uno de mis placeres lectores, comprar distintas ediciones de algunos libros. Y vosotros, ¿podéis confesar alguna manía lectora?

     Gracias.

     PD: El caballo de Atila se llamaba Othar, pero pocos lo saben y en realidad a casi nadie le importa cuál era su nombre.

18 comentarios:

AMALIA dijo... [Responder]

No he leído este libro y parece interesante. Lo tendré en cuenta


UN beso

Marcelo Z dijo... [Responder]

Yo también lo leí hace algunos años en la edición de Libros del Silencio, y me gustó mucho. Lo bueno del caso es que esta nueva edición me permite seguir recomendándolo. Sólo espero que llegue a estas costas en breve.
Gracias por rescatarlo del paso del tiempo.
Un beso para ti, S.

Xavier Beltrán dijo... [Responder]

No es del todo mi estilo, pero si con una relectura todavía te ha gustado más quizá sí merezca que le dé una oportunidad.

Un besito.

Mi tarde junto a un libro dijo... [Responder]

Hola! No descarto esta lectura, creo que me puede gustar. Tengo varias manías, entre ellas no doblar ni escribir en el libro y como vea que alguien lo hace corre peligro, jejeje.
Besos!

Mi Álter Ego dijo... [Responder]

Pinta muy requetebien. Me gustan los libros que ahondan en la naturaleza humana con todas sus miserias y sus bondades. Besotes!!!

Margari dijo... [Responder]

Pues no conocía este libro y ahora me dejas con mucha curiosidad. Habrá que apuntarlo en la lista de pendientes.
Besotes!!!

lagarto verde dijo... [Responder]

¿Alguna? La mía más rara es que cada vez que empiezo libro nuevo en papel (obv.) lo hago con un marcapáginas distinto al anterior. Que es una chorrada... pero lo hago así.

Me lo recomendaste hace mucho, mucho. Ahora no lo puedo dejar escapar.
Además es tan simpático Repila........ me cae bien. xD

Besossss

CHARO dijo... [Responder]

El título me ha gustado mucho, seguro que es también muy interesante.Besicos

Ángela dijo... [Responder]

No he leído nada de este autor, tampoco había oído hablar de él, así que tomo buena nota pues por lo que cuentas tengo la impresión de que es de las que cuesta olvidar.
Ahh, yo tengo alguna pequeña y tonta manía como por ejemplo forrar las novelas mientras las estoy leyendo; esto viene de cuando iba a trabajar en el metro y aprovechaba los viajes para leer y es que no me gustaba que la gente mirará que es lo que estaba leyendo, ahora ya no viajo en metro, pero la mantengo porque me gusta cuidarlas.
Besos

J.P. Alexander dijo... [Responder]

Uy ami si me importa el nombre de caballo adoro los animales y parece un buen libro te mando un beso

Mónica-serendipia dijo... [Responder]

Sí, recordaba tu reseña de hace años. La recordaba por el título, porque como soy historiadora me llamó mucho la atención eso del caballo de Atila del título. Por eso me he asomado hoy, diciéndome "esta Mientrasleo se ha despistado y nos repite reseñas". Pero no, es que era nueva edición, anotada. Y encima sigo sin leer al señor Repila. Me despiertas mala conciencia. Un beso.

jfbmurcia dijo... [Responder]

Tomo buena nota. Gracias por tus siempre acertadas recomendaciones. Saludos.

Alicia dijo... [Responder]

Me pica la curiosidad con este libro aunque de momento tendrá que esperar. Comprar diferentes ediciones también me gusta en algunos libros :)
Besos!

Alejandra (Acabo de Leer) dijo... [Responder]

Mi pregunta es ¿qué tiene que ver el caballo de Atila con esta historia? Pues quizás habrá que leer la novela para saberlo :)

Carla dijo... [Responder]

Me alegro que te haya gustado todavía más, yo lo tendré en cuenta pero ya se irá viendo
Besos

Ariel dijo... [Responder]

Tengo ganas de leer a Iván Repila y me lo has recordado. Pronto me estrenaré con él.

Tengo pocas manías lectoras: intentar leer las libros que conforman una serie por orden y, prácticamente, no leo nunca un libro si hay un boom promocional detrás, me espero un poco.

Besos

Raúl Ógar dijo... [Responder]

Debe ser complicado narrar una historia con dos niños en un pozo desde el inicio y mantener entretenido al lector. Punto a favor con este título.
Saludos.

Paseando entre páginas dijo... [Responder]

Pese que te ha gustado mucho, este tipo de historias de supervivencia pueden conmigo. No me gustan porque me dan escalofríos. Lo siento, va a ser que no.