miércoles, 10 de abril de 2024

El sanatorio. Sarah Pears

 


     En la búsqueda de la novela entretenida hay baches y aciertos. Hoy traigo a mi estantería virtual, El sanatorio.

     Conocemos a Isaac que va a celebrar el compromiso con Laure en un hotel en los Alpes. Un precioso lugar que tiene detrás la historia de haber sido un sanatorio y en el que todo se complica cuando la prometida desaparece sin dejar rastro. A partir de ese momento todos son sospechosos y la que parece encargada de resolver el misterio es la hermana de Isaac, Elin Warner. Policía.

     Pertenezco y participo con más o menos asiduidad a varios clubes de lectura dentro y fuera de mi país. Este título sale del club de Reese, que me suele servir para encontrar títulos que pueden ser atractivos una vez se publican en castellano (ya sabéis, la incansable búsqueda del lector y todo eso que hacemos en las librerías mirando portadas y en el transporte público mirando lecturas ajenas). El caso es que me llevó a El sanatorio que partía de elementos bastante habituales para, quizás, darme una lectura con elementos góticos que fuera atractiva. La historia es un misterio típico de habitación cerrada que se ambienta en un hotel que ha mantenido elementos decorativos de su anterior actividad, por esto de atraer a gente con gustos macabros, algo que seguramente tendría éxito hoy en día, y que recuerda vagamente a otros tantos que protagonizan estas historias. En los Alpes por supuesto hay un alud, y un cadáver, que la desaparición no lo puede ser todo. Y ahí comienza el periplo de Elin con su novio un tanto pavisoso para descubrir qué es lo que ha pasado y quién es el asesino. Bien, no voy a avanzar más de la trama, si os fijáis ni siquiera he dicho la identidad del cuerpo, para que nadie pueda quejarse de que le he destripado la novela.

     El caso es que la lectura no ha funcionado conmigo. Me he encontrado con un escenario manido y una protagonista apática que arrastra, por supuesto, una cicatriz del pasado que la autora no siempre recuerda que debería de compartir con su hermano vivo. Sus deducciones son claramente pensadas para que el lector se sienta inteligente, pero a veces esto hace que la protagonista nos resulte un tanto... digamos poco hábil, y nos va distanciando poco a poco de toda la historia. La autora decide entonces adelantar el ritmo y poner todo de su parte, se acumulan las cosas, las personas, las carreras y los clichés en un intento de salvar una novela que a mi, personalmente, me ha aburrido.

     El sanatorio es una novela con intención de best seller que se acoge a muchas de sus normas y con la que yo, personalmente, no he conseguido conectar.

     Y vosotros, ¿sois de algún club de lectura?

     Gracias

2 comentarios:

Emilio Manuel dijo... [Responder]

Yo si me encuentro participando en un club de lectura llamado "entre rios" (rios Genil y Monachil), el libro que próximamento tenemos que comentar es "1793" del nordico Niklas Natt Och Dag, una novela historico-negra que refleja un periodo noruego entre la revolución francesa y sus guerras con Rusia, el autor manifiesta que se inspiró en la novela de Eco "El nombre de la rosa".
Saludos

Margari dijo... [Responder]

No termina de llamarme esta vez así que voy a dejarlo pasar, cosa que a mi lista de pendientes le viene muy bien.
Besotes!!!