miércoles, 24 de febrero de 2021

Solo la noche. John Williams

 


     Ya ni recuerdo el tiempo que hace que leí "Stoner". Sí recuerdo el fenómeno Stoner un par de años más tarde que recorrió librerías lectores y libreros y que aún no ha desaparecido alimentándose de nuevos descubridores. Imaginad mi cara al tropezarme con el libro que hoy traigo a mi estantería virtual. Se trata de "Solo la noche".

     Conocemos a Arthur Maxley en mitad de un sueño que es casi pesadilla. Su vida transcurre con más pena que gloria entre clubes y pensamientos poco agradables. Ha dejado la universidad para sumergirse en la ciudad, en la parte más negra de la misma. Y por si fuera poco este camino infeliz su padre ha llegado a la ciudad para verlo. Arthur no tiene ganas ni intención, no le guarda buen recuerdo ni siquiera a la palabra que designa el cargo que ese hombre ostenta en su árbol familiar. Y ahora quiere cenar con él. Se resiste. Va...

     "Solo la noche" se sitúa en los comienzos de la obra de Williams. Solo por eso ya no debe ser comparada con el título que lo alzó a la fama. Aunque supongo que es inevitable. De todos modos es una lectura interesante. Maxley es a ratos Holden si Holden hubiera vivido en las páginas del Centeno para llegar a la edad de Maxley. Aquí el protagonista se siente desapegado de todo lo que le rodea, incómodo con las mujeres y proclive a la reflexión un tanto taciturna  sobre todo cuanto le rodea. sus problemas no se quedan ahí y tampoco en la relación con su padre. Avanzan hasta que el lector se pregunta si este inadaptado no padece en realidad un trastorno de esos que hoy llevan nombre y receta adosada. O tal vez terapia. En el caso de Arthur la terapia se limita a su habitación de hotel convertida casi en su mundo... y en la bebida.

     La cosa es que ahora todos llegamos a las 24h de Arthur tras haber leído el resto de la obra de Williams o, al menos, tras haber leído Stoner. Recomendaría entonces al lector dejarse llevar hasta notar a ratos al novelista que será, que aprecie esta suerte de novela psicológica protagonizada por un hombre taciturno que mezcla la realidad y los sueños por lo que es, sin buscar a aquel profesor que fue capaz de ganar su corazón. Aquí lo que el autor nos deja es la caída absoluta del protagonista. Un protagonista que recuerda y reprime, que desprecia y cae una y otra vez en la trampa del sueño más o menos consciente que lo va despegando de la realidad. Tiene momentos magistrales en los que uno ni siquiera es capaz de saber en qué género encuadrar la historia, y otros que no son más que hilos con los que el autor a buen seguro hubiera sido capaz de deleitarnos años más tarde.

     No nos engañemos, Arthur no nos va a agradar. Lo vamos a ver torturarse y despreciar a todos por lo que son, por lo que fueron... le vamos a ver sumergirse en recuerdos y también buscar no recordar. Y caer una y otra vez. Pero Arthur, al que ya he comparado con Holden, no nos va a permitir la indiferencia. Y todo el mundo sabe que lo único que no le perdono a un libro es que me deje indiferente.

    Y vosotros, ¿sucumbísteis ante Stoner?

     Gracias.

4 comentarios:

Rosa Berros Canuria dijo... [Responder]

Acabo de sucumbir ante Stoner hace unos días. Una gran novela. Tengo apuntada "El hijo del César" y creo que ahora apuntaré esta también.
Un saludo.

Margari dijo... [Responder]

Sucumbí a Stoner pero no he leído nada más del autor. Y ahora me tientas con esta novela.
Beseotes!!!

CHARO dijo... [Responder]

Buena reseña, es increíble todo lo que puedes llegar a leer.Besicos

Shorby dijo... [Responder]

Tengo pendiente Stoner desde hace mil, anoto este, que me llama también.

Besotes