jueves, 28 de marzo de 2013

El abrigo de Proust. Lorenza Foschini












     "PREMISA
     Este no es un relato imaginario. todo lo que se consigna en él ocurrió en realidad. Los protagonistas de esta historia existieron de verdad, pero mientras reconstruía los pasajes, leía las cartas y conocía más de cerca a las personas que habían participado en ella, descubrí la importancia que revisten los detalles mínimos: los objetos sin valor, los muebles de gusto dudoso, hasta los viejos abrigos descosidos. Las cosas más comunes, de hecho, pueden revelar escenarios de inusitada pasión."

     Hace no mucho traje al blog Por el camino de Swann entre otros motivos porque este año se celebra su centenario. Y digo entre otros motivos porque Proust es un autor imprescindible al que muchos imaginamos en su sofá, tapado con mantas y con su abrigo gris/casi negro escribiendo en cuadernos lo que luego sería su gran obra En busca del tiempo perdido. Siguiendo un poco con Proust persona más que con su obra, hoy traigo a mi estantería virtual El abrigo de Proust.

     Conocemos a Jacques Guérin, perfumista, coleccionista, aficionado a la literatura y también a los literatos y, como no, apasionado de Proust. Su fijación con Proust le vino al conocer a su hermano, Robert, un médico parisino que le reveló poseer muchos objetos de su hermano. De este modo comienza la obsesión por una vida, por pequeños detalles y objetos que irá recopilando, primero a la muerte de Robert, luego siguiendo pistas colándose en su familia, acercándose sin prisa a un hombre que vamos conociendo a través de sus pequeños retazos recogidos por nuestro amigo Guérin con el que, poco a poco, vamos compartiendo esa obsesión por la persona que estuvo detrás de unas letras. Un abrigo, un bastón, una fotografía...

     No suelo hablar de editoriales, pero esta vez hay que destacar la edición que nos presenta Impedimenta, una edición cuidada que, al quitar la sobrecubierta nos descubre una ilustración bellísima de Proust con el abrigo puesto. Un abrigo que veremos en su caja, entre papeles de seda, apenas abramos el librito. Porque incluye fotografías, retratos con su hermano, de sus parientes... todo es poco para hacernos partícipes de esta historia que comienza con un abrigo que pudo ver la autora al realizar una entrevista a un diseñador a propósito de convertir en película la vida del autor. Uno nunca sabe donde se esconde una historia, y en esa caja, junto al abrigo, estaba Guérin.

     Estamos ante un libro cortito, de apenas ciento cincuenta páginas, en las que nos hablan de pasión por libros y por autores. Siempre digo que los lectores nos sentimos atraídos por temas literarios: bibliotecas, librerías... esta vez, en esta pequeña joya, se ha dado un pasito más y se busca al autor a través del protagonista. Casi pareciera una suerte de ritual en la que, conseguidos todos los objetos, el propio Proust se materializaría para agradecer el esfuerzo en conocerle posiblemente mucho más de lo que le llegó a conocer la mayor parte de la gente mientras estaba vivo. Y esto lo haría, claro está, con su abrigo puesto. Aunque cada vez menos, hasta hace bien poco quedaba raro hablar de fenómeno fan en la literatura, de autores a los que volvemos sabiendo que no nos decepcionan, que son apuesta segura. Pero también se da.

     Y también hay colecciones para todos los gustos, mi colección más literaria es de marcapáginas o postales firmados por autores. Me gusta ver la letra de quienes me gustan sus letras, aunque suene casi a trabalenguas. Y vosotros, ¿sois coleccionistas?

     Gracias

     PD. Volveré el domingo, así que la próxima entrada será el lunes, espero que lo disfrutéis tanto como lo pienso hacer yo.
   

miércoles, 27 de marzo de 2013

La reina descalza. Ildefonso Falcones




     "En el momento en que iba a poner el pie en el muelle de Cádiz, Caridad dudó. Se encontraba justo al final de la pasarela de la Falúa que los había desembarcado de La Reina, el navío de la armada con caudales que había acompañado a los seis mercantes de registro con preciadas mercaderías del otro lado del océano. La mujer alzó la vista al sol de invierno que iluminaba el bullicio y el ajetreo que se vivía en el puerto: uno de los mercantes que habían navegado con ellos desde La Habana estaba siendo descargado. El sol se coló por las rendijas de su raído sombrero de paja y la deslumbró. El escándalo la sobresaltó y se encogió asustada, como si los gritos fueran con ella."

     Hay autores que desde su desembarco en las librerías son acogidos por el público con los brazos abiertos. Entonces una se pregunta si sobrevivirán a ese primer éxito y espera su siguiente libro, y luego al tercero. Cuando llega ese tercer libro, para mí el decisivo sin lugar a dudas, desembarca exactamente igual y echa de los primeros puestos a títulos que parecían pegados a ellos. Hoy traigo a mi estantería virtual un libro que ha conseguido eso en apenas unos días, traigo La reina descalza.

     Conocemos a Caridad, una joven esclava negra que viene en un barco mercante a España. Durante la travesía su amo muere concediéndole la libertad y llega a Andalucía sin saber muy bien dónde ir o qué hacer. Una vez allí sus pasos la llevan a conocer la vida de los gitanos, un pueblo racial, orgulloso y perseguido en el siglo XVII. Es en ese pueblo en el que surgirá su amistad con la que sería llamada La Descalza, una gitanilla luchadora llamada Milagros cuyo porte siempre fue el de una reina.

     Casi cualquier sinopsis que se haga de este libro se quedará corta. Habla de esclavos libres, de pueblos perseguidos, de tradiciones, orgullos, sentimientos encendidos, mujeres despechadas y amores descubiertos y, sobre todo, habla de música. De la música como forma de expresión, de estilos, de fusiones y de flamenco. Y para todo eso, es evidente que el autor necesita muchas páginas, unas setecientas cincuenta. Y se hace corto, adelanto.
     la primera sorpresa que nos da el autor es al situarnos protagonistas femeninas, mujeres complejas llenas de rabia, dudas y pasiones que sabe llevar a la perfección para integrarnos en sus vivencias en un momento en el que la situación de las minorías era socialmente complicado.Recorremos los muelles, las calles de Sevilla, la gitanería... rodeados de los vivos colores de las vestimentas gitanas entre contrabandos de tabaco, tradiciones, buena fortuna y, tristemente  persecuciones y encierros. Y es en este ambiente en el que nace el amor y la amistad. Y si tenemos dos tipos de mujer también tenemos dos tipos de amor, el pasional y el sosegado, entregados amos. Y también tenemos personajes masculinos dignos de mencionar: un fraile que se ve tentado por sus sentimientos hacia una guapa gitana, el abuelo de Milagros que cuida y controla a la familia y es respetado por todos y el joven del que se enamora, perteneciente a un clan distinto y que reúne las peores condiciones en un ser humano. Personajes fuertes también, incluso viscerales, porque así es el libro que nos ha dejado Falcones esta vez.
     Hoy traigo una novela histórica muy entretenida en la que el autor nos propone un viaje que yo, como ya hice con sus anteriores trabajos, no he dudado en aceptar. Todo un novelón.

     Y vosotros, ¿habéis leído ya algo de Ildefonso Falcones?

     Gracias

     PD. Este libro se sortea en este blog. Sólo hay que pinchar aquí o en el banner.

martes, 26 de marzo de 2013

Una reina en el estrado. Hilary Mantel




     "Sus hijas caen del cielo. Él observa desde la silla del caballo, atrás se extienden acres y más acres de Inglaterra; caen, las alas doradas, una mirada llena de sangre cada una, Grace Cromwell revolotea en el aire tenue. Es silenciosa cuando atrapa su presa, y silenciosa cuando se desliza en su puño. Pero los ruidos que hace entonces, el susurrar y el crujir de plumas, el suspiro y el roce del ala, el pequeño cloqueo de la garganta, ésos son sonidos de reconocimiento, íntimos, filiales, casi reprobatorios. Tiene franjas de sangre en el pecho y le cuelga carne de las garras."

     Me gusta la novela histórica y hay épocas que me atraen especialmente. La verdad, es leer Tudor o Plantagenet y no puedo evitar fijar la vista en el título del libro. Hoy traigo uno al que tenía ganas especialmente, ya que su autora ha ganado el Man Booker Prize a la mejor novela original en lengua inglesa en dos ocasiones, la última vez con este título. Ante un hecho tan poco habitual, es imposible no tener curiosidad. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Una reina en el estrado.

     Conocemos a Thomas Cornwell, estadista y hombre de confianza del rey Enrique VIII. Un hombre que goza de su posición se ha visto favorecido por el rey y ha jugado un papel crucial en la historia de su país. En este caso lo acompañaremos durante las últimas semanas de vida de Ana Bolena y seremos testigos de sus movimientos para cuidar al monarca en todo momento y facilitarle el camino.

     Estamos ante un libro cuidado, extremadamente cuidado, casi medido en sus palabras. Eso hace que tengamos la sensación de estar leyendo un testimonio real ya que no se trata de los amoríos de turno de un rey que tuvo fama de imponente y conquistador entre el género femenino. Mantel da un paso más y nos sitúa junto a Cornwell, al que vamos tomando simpatía en su ingrata profesión. Lo vemos orientar al nuevo capricho del rey para poder subirla al trono, orquestar a la perfección la caída de Bolena, a la que también él habia ayudado a reinar, e intentar tranquilizar los rumores de la corte. Evitar escándalos no previstos o programados era la mayor de sus labores, junto con escuchar al rey. Este particular punto de vista hace que no se nos antoje un libro ya conocido, no. En realidad tenemos la sensación de estar ante una historia real punto por punto y coma a coma, pese a que sabemos que es una época poco documentada  Asistimos a las intrigas y estrategias, las preocupaciones y estratagemas para cuidar y "dirigir al rey" como espectadores de primera fila. Y la autora consigue que, pese a ser una historia entre dos mujeres, nos alejemos de chismorreos y frufrú de sedas al entrar en bailes.

     Posiblemente ese sea uno de los rasgos mas destacables de la historia. Esta vez no hablaré de ritmo ni de intrigas cuyas soluciones nos llevan corriendo entre páginas. Esta vez se trata de una historia seria que nos creemos como si realmente estuviéramos detrás de cada cortina. Y eso, en una novela histórica, tiene para mí un valor importantísimo. La verosimilitud de los hechos que nos cuentan.

     Hoy os invito a conocer las últimas semanas de una reina en el estrado, hasta que le tocó conocer a un verdugo que le sesgó su vida, sus ilusiones y, por qué no decirlo, sus esperanzas. Y de uno de los periodos históricos que nos han dejado más versiones noveladas. Y a vosotros, ¿Os gusta o disgusta especialmente algún período histórico para elegir un libro?

     Gracias

lunes, 25 de marzo de 2013

La fiesta. Luis Gutiérrez Maluenda



    "Aquella fiesta estaba resultando una mierda hasta que apareció el cadáver de aquella chica. Estaba en el cuarto de aseo del primer piso y alguien la había degollado. Nos anunció su presencia un chillido agudo y prolongado que bajó rebotando por la escalera, luego subió y quedó prendido del techo del salón como una nube ominosa. Al menos esa era la impresión que daba vernos a todos mirando hacia arriba, buscando al autor del alboroto."

     Hay libros que llaman la atención por las portadas y este es uno de ellos, en realidad la colección entera. No son demasiado grandes, puedes doblar las portadas, algo que no hago nunca pero que estos libros parecen incitar a doblarla no tengo claro el motivo, que el libro no se estropea, y esas portadas con un toque un tanto retro me resultan muy atractivas. Así que hoy traigo a mi estantería virtual, La fiesta, un libro que, os adelanto, se sale de lo común.

     Conocemos a Raúl, médico, vive aún con su mujer, pero está en proceso de divorcio y lleva con ella un acuerdo en el que no pasa nada si tienen amantes, él por ejemplo, tiene a Zuleima. Marta, es la futura exmujer de Raúl, aunque siguen viviendo juntos, y pese a tener un proceso civilizado con él... disfruta afilando su lengua y arremetiendo contra su todavía marido. Y eso que Marta tiene una relación con Salvio, un hombre que empezó con ella una cómoda relación basada en el sexo y que, poco a poco se ha visto enredado en la vida de Marta y Raúl. Cuando comienza el libro, por ejemplo, está en una fiesta a la que lo invitó Marta y en la que le junta con Raúl... con una sonrisa radiante (ella, claro). Por último conocemos a Susana, una joven llamativa con aspiraciones de actriz que también acude a dicha fiesta y se ve relacionada con el trío anterior. Ella es la persona que encuentra el cadáver.

     Porque esta novela, aunque no lo haya parecido de entrada, es un thriller. En plena fiesta aparece una joven degollada en el cuarto de baño, y nuestros cuatro protagonistas se ven implicados en la investigación. Susana encuentra el cadáver y se pone a chillar, así que Raúl acude a tranquilizarla convirtiéndose en la segunda persona en ver el cuerpo. Los otros dos... bueno, eran inevitables. Como también lo era la aparición de Colomer, un peculiar policía con un punto oscuro que desmonta refranes, a investigar a los asistentes a la fiesta incluído el propietario de la mansión y jefe de Marta. Porque la historia se enreda por momentos y descubrimos una enrevesada trama en la que nos llevaremos más de una sorpresa a la caza del asesino.

     La historia está contada a cuatro voces, y lo hacen de una forma cotidiana, con muchísima cercanía dejando que nos colemos en sus cabezas para que sepamos perfectamente como se sienten y cuales son sus filias y sus fobias con el resto de los participantes. Avanzar en esta investigación a cuatro voces ha resultado una experiencia divertidísima, al menos para mí. Porque me he reído con sus reflexiones, tan cotidianas y tan... auténticas.  Al final no pude evitar tomarles simpatía a los cuatro mientras los acompañaba entre fotos oscuras y ruedas de reconocimiento. Y eso que ninguno de ellos es un virtuoso, o precisamente por eso se me antojaron más reales. Pero lo cierto es que es un libro que apetece seguir leyendo ya desde el primer párrafo en el que descubrimos que nos van a contar una historia a ritmo de "lo que se piensa pero no se debe decir". Las dudas se acumulan y sentimos la necesidad de saber más, de descubrir más y sorteamos el reloj como si fuera un obstáculo para terminar el libro.

     Mención especial tiene el final, en el que el autor pone orden, o lo intenta, dejándonos al pasar la última página, con una sonrisa y sabiendo que es un libro que podemos recomendar sin temor a equivocarnos a cualquier persona que se acerque a los libros con la sana intención de pasar un buen rato. En mi caso, tengo que reconocer que lo he disfrutado muchísimo y que repetiré con estas apuestas por la novela negra dentro de nuestras fronteras.

     Y vosotros, ¿Con qué historia estáis comenzando la semana?

     Gracias

sábado, 23 de marzo de 2013

Esqueletos en las librerías



     Comunicado librería Catalònia 7 de enero de 2013 pinchando aquí

     A tí lector, viandante que caminas como yo con un pie en este mundo y el otro en la última página del libro que acabas de cerrar. Que identificas escenarios de libros en las calles que pisas y buscas cafés literarios para sentarte en la mesa del fondo aspirando de la taza el olor a viejas letras que, tal vez, fueron concebidas en ese lugar. Que viajas en la medida de lo posible y siempre detienes tus pasos ante una biblioteca, o en el escaparate de alguna vieja librería, o monumento a un autor ya reconocido, lo mismo me da. Que paseas por el Barrio de las letras, o recorres el Barcelona de Zafón o buscas a Kafka en tus viajes. Sabes que me refiero a tí, y sabes que nos reconocemos, porque tenemos dos formas de ver el mundo con los ojos; una que mira y otra que lo hace leyendo. Y nos empeñamos en ir a librerías hermosas que llenan las páginas de cultura sólo por disfrutar del hecho de que existan... aunque nos llevemos algo a casa.
     Sí... a ti te digo, no mires a otro lado y escucha atento porque te he reconocido, eres de los míos. Hazme un favor y cuando camines dando un paseo, mira a tu alrededor y luego dime lo que ves.
     Tal vez a simple vista no hayas notado grandes cambios, una tienda nueva, un local cerrado, un McDonalds. Pequeños cambios que apenas se notan, pero que están ahí. ¿Recuerdas lo que había en muchos de esos locales? Yo sí... recuerdo que estaban mis librerías. Esas que siempre tenían el libro que buscaba, porque si no lo tenían me llamaban pasados unos días, una semana como mucho en la que me tenían impaciente esperando al teléfono. Esas en las que los libreros te aconsejaban un par de títulos cuando veían los que ibas a pagar, o te preguntaban en la siguiente visita por los que habías comprado unas semanas antes. Las que se nutren de editoriales conocidas y también desconocidas, las que nos descubren pequeñas joyas que corremos a compartir con quienes nos rodean... Esas son las librerías que empiezan a faltarme.
Ya no está la librería Rumor a la que vimos apagarse en una agonía de estantes que se fueron quedando vacíos. Tampoco está Keta en Chueca, la Biblioketa cerró sus puertas dejando un espacio vacío para muchos, y El Tragaluz, por esa ni me he querido pasar, durante mucho tiempo fue un constante en mi campo visual y prefiero mantenerlo así, con su cartel verde y las letras giradas. Tampoco está la librería Catalònia, esa que había sobrevivido a un incendio vendiendo sus libros en una carpa, sucumbía hace poco a la necesidad de echar la persiana. Otras resucitan, se reubican luchadoras como La Pau en Valencia o la librería Renacimiento en Sevilla. Pero ya ha cambiado el paisaje. Metrópolis también ha sucumbido y echado la persiana, cambiando el paisaje.  Podría seguir enumerando, hablar de autores que se reunían en mesas que ya no están, de presentaciones y tertulias improvisadas cuyo eco ha quedado atrapado entre paredes que estuvieron cubiertas de papel y que ahora solo devuelven el eco de las persianas al cerrarse.

     Otras abren, sí. Y se reinventan entre vinos, exposiciones, pasteles, cambios, libros al peso... pero no olvidemos las de siempre, las librerías que llevan toda la vida en nuestros paisajes, las de viejo, los puestos. Pensemos por un momento en nuestras calles hace unos años pobladas de videoclubs ahora practicamente extintos.

     Por eso me dirijo a tí, lector, para que recuerdes tus compras, tus libros y a tus libreros. Da igual si es una gran superficie o si le tienes cariño a uno más modesto por el que te sueles pasar, o si ya empiezan a faltarte algunos de estos lugares. Te invito a que des un paseo por ellas, seguro que hay algún libro esperándote para que lo lleves a casa. Y comparte, como si esto fuera nuestra particular ruta de las letras, virtuales, pero letras al fin de al cabo, ¿cuál es tu librería favorita? o cuál te gustaría ver, lo mismo me da. Yo quiero ver... todas las que pongáis. Por querer..

     Gracias
     * Los esqueletos de las librerías son sus estantes vacíos

viernes, 22 de marzo de 2013

Fortunata y Jacinta. Benito Pérez Galdós




     "El tiempo se les puso muy malo, y en todo el trayecto hasta Barcelona no cesó de llover. Arrimados marido y mujer a la ventanilla, miraban la lluvia, aquella cortina de menudas líneas oblicuas que descendían del cielo sin acabar de descender. Cuando el tren paraba, sentía el gotear del agua que los techos de los coches arrojaban sobre los estribos. Hacía frío y aunque no lo hiciera, los viajeros lo tendrían sólo de ver las estaciones encharcadas, los empleados calados y los campesinos que venían a tomar el tren con un saco por la cabeza."

     Hace tiempo tuve una fase de "novelones" creo que empezó con Lo que el viento se llevó, o con Middlemarch tal vez. La cosa es que en esa época pasaron por mis manos títulos como Ana Karenina y como el que hoy os traigo. Todos clásicos, todos representativos por algún motivo y todos disfrutados. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual una de las novelas más representativas de Galdós, de esas que me gusta decir que nos asustan tanto por su nombre como por su peso. Hoy traigo Fortunata y Jacinta.

     Conocemos a Juanito Santacruz, un joven bien situado que mantiene una relación con una mujer de clase baja hasta casarse, como Dios manda, con su prima Jacinta. La mujer de clase baja se llama Fortunata, enamorada de Juan termina casándose con Maximiliano, aunque sin olvidar al primero como se demuestra cuando abandona al marido al ser llamada por el primero. Se da además la casualidad de que una no puede tener familia, no parece poder conseguirlo, mientras que la otra se queda embarazada sin problema alguno...

     Con un gran clásico hemos topado, además con uno con sabor castizo, los paseos, los cafés, las caracterizaciones... bien podríamos conocer los lugares que nos cuentan hoy mismo. Y nos encontramos con un tema clásico también en la literatura, las pasiones humanas. Tenemos un triángulo amoroso formado por el supuesto caballero llamado Juan, luego a la amante pobre y que se nos antoja sensual dentro de su pobreza, entregada, llamada Fortunada, y por fin a la mujer que ocupa el cargo de esposa, Jacinta, una mujer seria, religiosa  un modelo para Fortunata. Pero no son los únicos personajes que aparecen en la novela, no. Está salpicada de secundarios con sus historias que nos van ganado terreno y que construyen esta magistral obra.

     No es un libro complicado de leer una vez nos acostumbramos a los años que han pasado desde que se escribió y, posiblemente, el mayor de sus problemas a la hora de empezarlo, sea la extensión, que algo impone. Sin embargo una vez comenzado ni nos acordamos, estamos demasiado ocupados preguntándonos qué tiene Juan para que todo se le perdone, para volverlas locas. Mirando a Fortunata condenada a no tener más que principios, condenada al uso y al desuso, deseada pero no querida y mirado a Jacinta y cómo mira a Juan, y como le va la vida con ese fantasma delante. Anhelando saber cual es el final de esta historia en la que el deseo les lleva a transgredir.

     Dicen que la obra es una magistral representación y crítica social en la que Juan es España y las dos mujeres son los liberales y los republicanos... pero no me voy a meter a valorar esa parte. Aunque reconozco que me dio que pensar un rato, dando vueltas a las posibilidades que se abrían con semejante lectura.
     Yo me limitaré a repetir lo que ya dije: hoy traigo un clásico imprescindible que he disfrutado muchísimo. Hay clases sociales, reuniones tipo, cuernos, pasiones, hijos deseados y aparecidos, más pasiones, mentiras, deseos... Lo dicho, un novelón, en el buen sentido de la palabra. De esos que de vez en cuando todos gustamos leer.
     Porque decidme una cosa, ¿vosotros también os dejáis arrastrar de vez en cuando por este tipo de libros? Si no es así... Galdós ofrece una buena opción.

     Gracias

jueves, 21 de marzo de 2013

El sol de los Scorta. Lauren Gaudé




     "El calor del sol parecía hender la tierra. Ni un soplo de brisa estremecía los olivos. Todo estaba inmóvil. El aroma de las colinas se había desvanecido y la piedra gemía de calor. El mes de agosto pesaba sobre el macizo del Gargano con la seguridad de un señor. Parecía imposible que en aquellas tierras hubiera llovido alguna vez, que el agua hubiera regado los campos y aliviado la sed de los olivos. Parecía imposible que bajo aquel cielo seco alguna vida animal o vegetal hubiera encontrado algo para sustentarse. Eran las dos de la tarde y la tierra estaba condenada a arder."

     A veces mi subconsciente elige por mí. Oigo sobre libros, salen en la prensa, en na conversación... y no tengo donde apuntar, así que tiendo a olvidarlos. Soy bastante despistada. Pero luego paso por mi librería habitual y ahí están y siento el deseo irremediable de llevármelos a casa, y cuando llego veo el lugar en que lo apunté o los empiezo a leer y algo hace click. Así llegan muchos títulos a mi casa y así llegó el que os traigo hoy. Hoy traigo a mi estantería virtual El sol de los Scorta.

     Viajemos hasta Montepuccio, un pueblo entre colinas y olivares del sur de Italia situado sobre el mar... un pueblo reseco por el sol que lo abrasa día tras día, un lugar mísero y pobre que no consigue librarse del calor y en el que los olivares están calcinados. A este pueblo llega un hombre que ha estado en la cárcel muchos años, y lo hace para poseer a la mujer que lo ha obsesionado tantas noches. Y lo hará por las buenas o por las malas... difícilmente por las buenas, pero lo hace. Ya se puede ir huyendo de un pueblo que no lo dejará marchar con vida, y que le revelará que tampoco ha estado con la mujer que pensaba, sino con su hermana. Así se concibe a Rocco Scorta que tampoco será un hombre bueno. Un hombre que legará su dinero dejando a su mujer y sus hijos en la más profunda de las miserias. Comienza la saga de los Scorta y su lucha por sobrevivir bajo ese sol abrasador.

     El sol de los Scorta es una novela que abarca generaciones, y lo hace en poco mas de doscientas páginas. Para hacer eso y hacerlo bien se necesita no sólo mucha rapidez, sino también mucha fuerza. Y la tiene en cada palabra, no hay más que ver su comienzo. Narrada a dos voces, el narrador habitual y uno de los personajes, Carmela, nos relata las relaciones familiares y el afán por superarse y salir de la pobreza. Por demostrar que pueden hacerlo y por dejar una herencia. Tal vez no sea dinero, pero es una memoria, una palabra... cuando todos se esfuerzan cada día, algo aprenden, y de ese proceso de aprendizaje siempre se saca una lección que podemos contar a nuestros descendientes, convertirlo en una herencia "para no ser simples animales que viven y mueren"

     Es una historia dura, la de varias generaciones, en la que nos encontramos algunos saltos temporales para los que hay que ir prevenidos. La historia de la leyenda de los Scorta, que sin ser trepidante va suscitando el interés del lector por el día a día de unos personajes que no consiguen evolucionar, como si el sol también les hubiera dejado resecos a ellos. Un libro de orgullo, linaje, tierra, calor, hambre... Una historia que me ha gustado descubrir, y que me ha alejado de ese concepto de sagas familiares que empezaba a tomar siempre un tono de intrigas y amores, de novela habitual. Porque hay muchos tipos de familias y yo recordaré al menos durante un tiempo a la familia Scorta.

     Y vosotros, ¿sois de los aficionados a las sagas familiares? Eso sí, no olvidemos que los Corleone también eran una familia, y muy unida.

     Gracias

miércoles, 20 de marzo de 2013

Sorteo La reina descalza




     Ayer comentaba que habíamos llegado a los 1500 seguidores y alguien me dijo que si estaba de celebración. No supe bien como responder puesto que tampoco me lo había planteado mucho. Al final si que estoy de celebración, un tanto azorada pensando en la cantidad de gente que llega y lee lo que os voy dejando con mejor o peor mano. Pero si algo estoy, es agradecida. Cada día he terminado cada una de las entradas poniendo un "gracias" porque me parece que es lo más adecuado que puedo decir para despedirme y lo que mejor resume lo que pienso cuando veo los que pasáis por aquí.

     Al final haré un par de sorteos por separado, de libros que me han gustado. El primero La reina descalza de Ildefonso Falcones, una de las novedades que han desembarcado en las librerías pisando fuerte y cuya reseña no tardará en salir en el blog y que, adelanto, me ha gustado mucho.

     La reina descalza nos cuenta una historia ambientada en la España del siglo XVIII. Nos cuenta la historia de una mujer, Caridad, que llega tras haber sido esclava de Cuba a España encontrándose perdida y sin dinero. En España conoce a Milagros Carmona, una joven gitana llena de orgullo y raza. Entre ambas surgirá una amistad que las ayudará a superar desgracias y pasiones, amores y sentimientos que luchan por aflorar en los corazones.

     El sorteo terminará el 30 de mayo y es internacional. Los puntos se adjudicarán:
1 punto por seguir el blog
1 punto por llevarse el banner
1 punto por cada anuncio que se haga en una red o blog, twitter, facebook...



     Un comentario con vuestros puntos, por favor y mucha suerte a todos. He procurado que sea sencillo.

    Gracias
   

martes, 19 de marzo de 2013

Padres y literatura


Imagen tomada de: http://reflexionesdiarias.wordpress.com/category/padres/


     "Queridísimo padre:
     Hace poco me preguntaste por qué digo que te tengo miedo. Como de costumbre, no supe darte una respuesta, en parte precisamente por el miedo que te tengo, en parte porque para explicar los motivos de ese miedo necesito muchos pormenores que no puedo tener medianamente resueltos cuando hablo. Y si intento aquí responderte por escrito, sólo será de un modo muy imperfecto, porque el miedo y sus secuelas me disminuyen frente a tí, incluso escribiendo, y porque la amplitud de la materia supera mi memoria y mi capacidad de raciocinio."
Carta al padre. Franz Kafka

     Estuve pensando un rato como hacer una entrada a la figura del padre, puesto que hoy se celebra el día en que todos nos acordamos de ellos. Padres de la literatura, padres literarios. Si me quedaba en la literatura española tenía dos posibilidades: hablar de Cervantes como padre de nuestras letras o bien dirigirme a los escritos en los que se hace referencia directa a ellos, Coplas a la muerte de mi padre, de Jorge Manrique, La mortaja, de Delibes... tristes homenajes que esperan a la muerte para hablar de ellos. Si salgo de nuestras fronteras me pasa lo mismo Shakespeare, padre de la literatura inglesa. Autores que hablan de padres, Philip Roth en Patrimonio, más muertes... no me parece una buena idea para hacer de ello una fiesta. Kafka en su carta iracunda, tampoco lo es... casi prefiero pensar en padres de libros, tal vez ahí encuentre lo que busco.

     Pienso ahora en el padre de La carretera que huye salvaguardando la vida de su hijo a toda costa, aunque no sepamos su nombre ni hacia dónde se dirigen, ni nos importa. O piense en Dedo polvoriento de Corazón de tinta, dispuesto a cuidar a su hija y salvar a su mujer entrando en un mundo literario. O tal vez, por qué no, en Papá Goriot, que dará todo por lo que quiere. Incluso en El gran Gatsby nos hablaban de los consejos paternos a la hora de hacer o recibir críticas. Pienso también en La sonrisa etrusca y ese padre que ya es abuelo y consigue acercarse al nieto, padres que sacan sonrisas, que abrazan que cuidan. MAUS también nos da el testimonio de un padre. Y más padres literarios, autores otra vez: los griegos, o de Sherlock y la novela de detectives, Doyle. O King que dicen es el padre de la novela moderna de terror porque de la clásica se ha quedado el título Poe y de la gótica, por ejemplo Hawthorne. Porque las paternidades literarias, las de los géneros, las generaciones, los realismos sucios y escritores malditos, esas son para ser discutidas y compartidas. Para el debate. Pero siempre vuelve la misma figura y la misma palabra; Padre.

      Hoy celebramos los que tenemos y recordamos los que no tenemos. Hoy no hay libro diario, sólo un recuerdo, o un homenaje un tanto peculiar, a mi manera, entre libros.

     Feliz día del padre.

     Yo este año no he comprado una corbata sino un libro, El invierno del mundo. Y vosotros, ¿lo celebráis?

     Gracias

 

lunes, 18 de marzo de 2013

El ladrón de céntimos. Christophe Paul




     "Mientras el agua se deslizaba suavemente sobre la superficie de su cuerpo para luego escaparse sin prisa en un remolino enjabonado por el desagüe de la ducha, Henri Pinchon contemplaba desde el pequeño tragaluz del cuarto de baño, los tejados de Montmartre que libraban su último combate con las sombras de la noche.
    Las campanas de Saint Jean de Montmartre lo sacaron de sus ensueños.
    Las siete de la mañana, hora de volver a la realidad."

     Conocí a este autor con Mapamundi, una historia escrita a ritmo de Bestseller que, de haber tenido el soporte y la publicidad adecuados, no dudo que hoy sería conocida por todos. Ya he comentado alguna vez que es un tipo de lecturas que me gusta reservar para las vacaciones, y así hice con su siguiente historia. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, El ladrón de céntimos.

     Conocemos a Henri Pinchon desayunando en un café francés, poco se imagina que un accidente lo dejará en coma durante apenas unos días. Un niño en bici y una chica con prisa serán suficientes para cambiar la vida de Henri, cuyo robo maestro será descubierto por el marido de quien fuera su primer amor. Y quien sabe, tal vez lo siga siendo.

     Cuando abres este libro y te cuentan la posibilidad de realizar un robo perfecto, te sorprende ver lo fácil que resulta. Las redes informáticas, los redondeos, los céntimos.. conceptos con los que vivimos cada día y que alguna vez tiramos de ellos pensando en las posibilidades que ofrecen. Christophe también las baraja y, no sólo eso, sino que nos las coloca delante explicándonos la estafa perfecta, delante del mundo y detrás de todos. Así son los genios y así es Henri, un hombre sin fisuras al que lo único que se le escapa es el destino. A partir de esta idea nos va tejiendo una trama en la que lo personal juega un papel directo, su jefe, el director, es el padre de la que fuera su primer amor y ésta está casada con quien lo sustituye... Como podéis ver es casi un enredo en el que los hilos se mantienen perfectamente diferenciados para trenzarse con las investigaciones, las sospechas y lo asesinatos. Porque también se guarda el autor un par de ases en la manga, de esos que nos hacen seguir leyendo pese a que se nos echa el tiempo encima.

     La historia nos la cuenta con un lenguaje fácil, sin perderse en terminologías informáticas ni tampoco bancarias, cosa que se agradece. Y la salpica con algunos detalles de París, breves apuntes y descripciones que nos hacen rememorar escenas como si se tratara de postales. Se trata, en definitiva, de un libro concebido para hacer pasar un rato entretenido al lector con la particularidad de partir de una trama que, inicialmente, nos resulta creíble a todos, logrando así engancharnos a una historia cuyo ritmo va en aumento hasta sus últimas páginas.

     Y vosotros, ¿con qué lectura comenzáis la semana?

     Gracias

sábado, 16 de marzo de 2013

Entrevista a Blanca Busquets.


http://www.blancabusquets.cat/
La vida de Blanca Busquets está marcada por las letras, ya que pronto supo qué era lo que quería hacer en su vida. Trabaja como periodista radiofónica realizando programas como El Club de la Bona Lletra  y Lletres d'Or y ha sido redactora de televisión durante siete años. Con su novela La nevada del cuco obtuvo el premio Llibreter 2011 y recientemente ha publicado en catalán y castellano La casa del silencio. Hoy conocemos un poco mas a Blanca Busquets.

     - La casa del silencio es un libro especial que cuenta una historia muy especial también, ¿nos puedes explicar cómo surge esta historia?
     - Esta historia surge de la idea de crear un paralelismo de ficción entre lo que parece una persecución de los dos violines solistas del primer movimiento del doble concierto de Bach y las dos mujeres que lo interpretan y que son amantes del director de orquesta. También surge de las ganas que tenía de poner música en una novela mía, después de tantos libros. Y también, una vez más, de hablar de los sentimientos humanos y de las relaciones entre personas que tienen una vida que no es fácil
     - De algún modo parece inevitable pensar que la autora siente un nexo especial con la música al leer el libro, ¿es así?
     - Sí. Es así. Cuando tenía tres años, mi padre me enseñó a leer una partitura y, a partir de ahí todo fue música: piano, armonía, coros, una orquesta... Hasta hice unos cursos de violoncelo. He vivido siempre relacionada con músicos y yo misma pensé que iba a ser músico durante un tiempo, aunque al final me dí cuenta de que realmente era escritora.
     - Es una novela de personajes fuertes, donde la música une y protagoniza. Y de una casa silenciosa en la que siempre hay música y de una criada con la que me quedo sin lugar a dudas porque tiene un toque especial, ¿de dónde sale un personaje así?
     - De mis ganas de pasármelo bien. De mis ganas de introducirme en un personaje que lo controla todo aunque parece que, por su procedencia, realmente no tendría que controlar nada. Del deseo de crear un personaje con una inteligencia y una sensibilidad naturales que la ayudan a convertir su inocencia inicial en un camino seguro hacia una felicidad que ella sí que consigue tener.
     - Siguiendo con este personaje, si miro atrás me ha recordado hasta cierto punto a Dolores, esa mujer que todo lo ve en El jersey. ¿Están sus historias marcadas por mujeres?
     - Efectivamente  María tiene mucho de Dolores de El jersey. Es el mismo tipo de personaje. Y sí, mis historias están marcadas por algunas mujeres que lo ven todo. Aunque a veces hablo desde el punto de vista de un hombre, siempre acabo centrándolo todo en alguna mujer. Eso es inconsciente, naturalmente, pero me doy cuenta de que me sale así.
    - Y sin embargo no son libros "para mujeres" un concepto que dicho sea de paso no me gusta demasiado, sino que llegan a un público cada vez más ámplio, ¿hay un secreto para contar historias como tu lo haces con ese toque que no necesita llenarse de diálogos para que los personajes nos hablen?
     - No hay ningún secreto. La verdad es simplemente que no se escribir de otra manera. Si que sé escribir artículos, guiones o trabajos académicos de manera más "normal", con guiones para los diálogos y todo eso. Pero las novelas son para mí una terapia y las escribo de corrido y así, con todo metido dentro de los párrafos. No se hacerlo de otro modo.
     - Háblanos de tus comienzos, ¿en qué momento empiezas a escribir y por qué?
     - Yo leía muchísimo cuando era una niña. A los nueve años ya quería ser escritora, y a los doce, ya no tenía bastante con lo que leía. Tenía que escribir. Y lo hice. Empecé a esa edad con un cuento dedicado a las matemáticas- que no comprendía en absoluto- y continué escribiendo ya siempre.
     - Y los comienzos a la hora de publicar, ¿es tan difícil como parece?, ¿Cómo empezaste tú?
     - Yo no pude publicar hasta los cuarenta y dos años. Toda la vida escribiendo y, ya ves... Era mi sueño pero no creía que escribiera nada que se pudiera publicar, no sé, creía que no era lo suficientemente bueno. Me presenté a concursos de narración corta y gané algunos... A partir de los treinta, escribí tres o cuatro novelas que nadie quiso publicarme por suerte para mí, porque ahora me doy cuenta de que no eran lo suficientemente maduras. Sí, publicar es muy difícil, pero si tú estas seguro de que lo que has escrito tiene suficiente calidad como para ser publicado, tienes que estar muy, pero muy seguro de que lo que has escrito tiene calidad. Yo no lo estaba, por eso guardé las novelas que no me publicaron y no pensé más en ellas.
     - ¿Qué le recomendarías a la gente que está empezando ahora?
     - Que escriban siempre, que vivan para adquirir experiencia, que lean muchísimo (indispensable) y que no se olviden de estudiar la técnica más y más. El resto... lo pone el alma.
     - Un lector nunca deja de leer, y me gusta pensar que un autor nunca deja de escribir. ¿Ya tienes alguna historia en mente o hace alta despedirse antes de pensar en más?
     - Un autor tampoco deja de leer, sólo faltaría. Y en cuanto a la historia en mente, tengo alguna idea, pero ahora estoy colapsada con trabajo y promoción... ¡Hablaremos de eso en verano!
     - Por último me gustaría saber qué estas leyendo ahora. Tus gustos literarios.
     - No hay que olvidar nunca los clásicos, y eso es lo que yo estoy haciendo ahora leyendo Drácula, de Bran Stocker. También estoy leyendo un libro de Mendoza. Leo de Todo y, con preferencia, los clásicos, historia y biografías
     - Muchas gracias por acercarte un poco más al responder a nuestras preguntas, somos muchos los lectores que buscamos al autor entre las letras de sus libros y ha sido toda una oportunidad para mí el traspasarlas.
     - Muchas gracias a tí y a vosotros! Un placer, de verdad.

     Y, como siempre, gracias a todos los que os pasáis por aquí dejando vuestros pareceres. O simplemente leyendo.

     Bibliografía:
     -Tren a Puigcerdá
     - A saber dónde está el cielo
     - La nevada del cuco
     - El jersey
     - La casa del silencio


viernes, 15 de marzo de 2013

La casa del silencio. Blanca Busquets




     "Encontré mi primer violín en un vertedero. Y era un violín buenísimo, aunque, claro, yo todavía no lo sabía. Lo que sabía era que se trataba de un violín mágico. De eso me di cuenta enseguida, con solo mirarlo, porque, aunque casi había anochecido, brillaba, y lo que brilla normalmente es mágico. No me lo invento, no. Mi madre y yo nos dedicábamos a menudo a rebuscar en el vertedero a ver qué encontrábamos para vender. Si ahora se lo contara a algunos de los que están aquí conmigo, se quedarían estupefactos."

     Conocí a esta autora con El jersey, un libro en el que me enamoró la forma de contar las cosas y cuya protagonista me pareció toda una mujer. Así que era inevitable que repitiera con ella. Y más con este título, y con esta portada tan hermosa. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, La casa del silencio.

     Karl ha muerto hace diez años y se va a dar un concierto en su Alemania natal en el que se juntan las personas que le fueron más cercanas en vida. Ellas son las que nos cuentan la historia de este hombre que vivía en una casa en la que reinaba el silencio, pero que rebosaba música. Así conocemos a Teresa, una joven que pone el alma en las notas, a María, esa mujer que lo acompaña de criada en casa durante cuarenta años y que es el alma de la casa, a Mark, un hijo al que conoce ya adulto y a Anna, la virtuosa violinista que carece de corazón para interpretar la música, o tal vez la vida. Todos ellos se conocen, todos se relacionan y todas sus vidas giran en torno a unas notas musicales, y a un violín, el Stainer.

     Lo primero que llama la atención de esta novela coral es la sencillez con la que está escrito. Es un libro principalmente hermoso en el que nos cuentan una historia coral, con capítulos que alternan las vivencias y recuerdos de cada una de estas personas. Comienza en la sala de concierto aún vacía y siguiendo los sentimientos que les despierta estar allí, vamos viajando por sus recuerdos encadenados que construyen toda una vida dedicada a las notas musicales. Principalmente a Bach. Me ha parecido un libro hermoso, creo que es la mejor forma de definirlo. Y cargado de sentimientos que se van entrelazando formando una tela que envuelve al lector con sabor a ese chocolate que come María en la cocina mezclado con nata. Blanca habla mucho de la soledad y la compañía, de los sentimientos que nos guardamos por miedo a compartirlos, o tal vez por no tener con quien.
     Podría deciros que es la historia de un violín heredado que se perdió y apareció en un vertedero despertando la vocación de su nueva propietaria y su pasión por la música: pero me quedaría corta. También podría hablaros de una mujer blindada por sus miedos que un día fue una niña que buscaba en una bofetada la única posibilidad de contacto físico con su madre: pero también me quedaría corta. Incluso os podría hablar de una mujer que llegó a trabajar a una casa y descubrió una pasión. Pero lo cierto es que La casa del silencio esconde mucho más como sólo pueden hacerlo esos tonos íntimos que nos desvelan confidencias a media voz.

     Hoy traigo una historia de pasiones, de música y sobre todo, una historia de personas unidas y separadas por una misma canción y cuya vida viene firmada por una S, la misma letra que aparecía grabada en el violín Stainer con el que arranca la narración. Una historia reposada que, pese a serlo, me duró tan solo unas horas. Y vosotros, ¿os animáis de vez en cuando con este tipo de historias más íntimas?

     Gracias

     PD. En La casa del silencio suena El concierto para dos violines de Bach que podéis escuchar aquí. Blogger no me ha dejado subirlo, así que me conformaré con enseñaros un Stainer. Y mañana, entrevistamos a su autora.


jueves, 14 de marzo de 2013

Viaje al centro de la Tierra. Julio Verne




     "No era la luz del sol con sus haces brillantes y la espléndida irradiación de sus rayos ni la claridad vaga y pálida del astro de la noche, que es sólo una reflexión sin color. No. El poder iluminador de aquella luz, su difusión temblorosa, su blancura clara y seca, la escasa elevación de su temperatura, su brillo superior en realidad al de la luna, acusaban evidentemente un origen puramente eléctrico. Era una especia de aurora boreal, un fenómeno cósmico continuo que alumbraba aquella caverna capaz de albergar en su interior un océano."

     Si ayer hablaba de modas y literatura Young Adult, hoy habló de literatura juvenil de esa de toda la vida. La que lleva años enganchando a la lectura a jóvenes de cualquier lugar del mundo. Y para eso, nada mejor que recurrir a Julio Verne. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Viaje al centro de la Tierra.

     Conocemos a Axel, éste nos cuenta como su tío, el profesor Otto Lindenbrock, compra un libro en la tienda de un judío y descubre en su interior un pergamino de un hombre que afirma haber viajado hasta el centro de la tierra. El profesor decide seguir sus pasos acompañado por su sobrino y un guía llamado Hans, así que se internan en un volcán hacia el interior del globo terráqueo entre infinidad de descubrimientos, ingenio y aventuras.

     Hablar de Verne es comenzar a explicar que fue un hombre visionario, que sus libros son casi tratados de ciencia muchas veces combinando lógica e imaginación y que aún hoy nos impresiona que hablase con tanta exactitud de cosas que aún no existían. Es cierto también que muchos de sus libros se llenan de terminologías, pero Viaje al centro de la Tierra es quizás uno de loss más fantásticos. Tal vez por eso me gustó tanto... o porque fue el primero, el que me hizo conocer a este autor hace ya unos cuantos años (ya sabéis, cuando la vida era en blanco y negro).

     Nos encontramos ante un libro de aventuras en el que los protagonistas se embarcan en un imaginativo viaje al centro del planeta entrando por un volcán. Es sorprendente como Verne no tiene que luchar contra el escepticismo del lector ya que nos embauca desde el primer momento para creerlo mirando la sombra de dicho volcán. El libro, acompañado de descripciones que provocan que caminemos por grutas en esta expedición, nos da cuenta del viaje mientras nos muestra mundos interiores, peligros, sed, problemas y soluciones salpicadas de datos sobre minerales y geología, que van provocando esa credibilidad tan necesaria en las historias de ciencia ficción. Incluso años después, al recuperar el libro y comenzarlo con una sonrisa al leer la palabra locura, ha conseguido que me sumerja en el viaje y me pierda entre brújulas que marcan lo que les place y pasadizos por los que, tal vez, suenan aguas subterráneas. Pese al tiempo que ha pasado no se hace difícil de leer, y tampoco es de los que sentimos más atrasados en sus ideas, de hecho pasados los primeros capítulos ni reparamos en esos detalles, estamos mucho más pendientes del entorno que nos presenta y de los tres personajes que participan en la expedición. Y, por cierto, tampoco nos parece que sean pocos. De hecho os confieso que Axel siempre tendrá un hueco en mi corazón por ese tono casi cariñoso, y por invitarme a este viaje.

     Hoy os invito a soñar un poco, a ser un poco más niños y a pensar, ¿por qué no?. Dicen que todos tenemos un poco de niño en nuestro interior, y de ser así os aseguro que el mío sigue disfrutando con las historias de Verne; con su facilidad de palabra, con sus personajes que se tornan amigos improvisados, con sus historias. Es un autor que todos nosotros conocemos y con el que muchos tenemos una deuda de lectura. Por eso os pregunto: ¿Habéis leído algo de Verne? y siendo así, ¿cuál es vuestra obra favorita?

     Gracias

     PD. Una de las características de este autor es hacer dudar sobre lo imposible. Hoy no os dejo un book tráiler, os dejo algo muchísimo mejor. La puerta a la aventura, el volcán Sneffels.

Fuente: http://www.waynewilliamsstudio.com/


miércoles, 13 de marzo de 2013

Maravilloso desastre. Jamie McGuire




     "Todo en la sala proclamaba a gritos que yo no pintaba nada allí. Las escaleras se caían a pedazos; los ruidosos asistentes estaban muy juntos, codo con codo, en un ambiente que era mezcla de sudor, sangre y moho. Sus voces se confundían mientras gritaban números y nombres una y otra vez, y movían los brazos en el aire, intercambiando dinero y gestos para comunicarse en medio del estruendo."

     Cada cosa hay que valorarla en su justa medida, y las sombras han vendido. Es cierto que no me gustaron, pero hay que reconocer que han hecho leer a un montón de gente (mujeres en su mayoría). Y si ayer nos íbamos con un clásico hoy toca libro de consumo. Hoy traigo a mi estantería virtual, Maravilloso desastre.

     Conocemos a Abby y Travis, dos jóvenes universitarios con un carácter opuesto que parecen condenados a estar juntos entre peleas de estudiantes, peleas entre ambos y pasados que intentan ocultar.

     La historia en sí es bastante sencilla, y es que el mérito de este tipo de libros es precisamente ese. Su sencillez. Una trama simple con algún giro, una prosa cercana, más de amiga que de autora, y escenarios relativamente comunes, al menos para los que vimos determinado tipo de series americanas en algún momento lejanísimo ya. Ahora que hay una etiqueta para casi cualquier libro, este se encuadra en lo que han dado por llamar Young Adult, es decir un poco más que juvenil, supongo que aproximadamente serían veinteañeros los destinatarios principales de la novela. A diferencia de las sombras, no hablamos de una novela de contenido erótico relevante, sino de una historia romántica contada con un punto de picardía en la que priman las peleas típicas de la edad de los protagonistas, las indecisiones y los dramas personales que muchas veces no son tan serios, y otras si que nos sorprenden.

     Para los que soléis pasar por aquí resulta evidente que no es mi tipo de literatura, pero también es cierto que me gusta ir probando y, puesto que esperaba una serie de libros siguiendo la estela del señor Grey, tengo que decir que me ha gustado que haya sido este precisamente el que me he topado, porque no le sigue. Hoy traigo un libro entretenido que bien puede leerse en un par de tardes en lugar de pegarnos al televisor a ver las mencionadas series. Y, además, hay que añadir que cualquier tipo de libro que acerque a personas a la literatura, merece un punto de respeto por mi parte. Los lectores nos vamos puliendo con el tiempo, vamos tomando el timón y decidiendo qué puertos nos gustan y cuales nos dejan indiferentes. En este caso no se trata de una novela para recordar, pero si que puede ser una puerta para que a determinadas edades, muchos jóvenes se acerquen a las letras impresas.

     Y vosotros, sin entrar en si os han gustado esos libros, ¿qué opinión os merece un libro que ha pasado tanto tiempo en la cabeza de los más vendidos?, ¿y si ese libro son las 50 sombras de Grey?

     Gracias

martes, 12 de marzo de 2013

Por el camino de Swann. Marcel Proust



   
     "Mucho tiempo he estado acostándome temprano. A veces, apenas había apagado la bujía, cerrábanse mis ojos tan presto, que ni tiempo tenía para decirme: Ya me duermo. Y media hora después despertábame la idea de que ya era hora de ir a buscar el sueño; quería dejar el libro que me figuraba tener aún entre las manos, y agarrar de un soplo la luz; durante mi sueño no había cesado de reflexionar sobre lo recién leído, pero era muy particular el tono que tomaban esas reflexiones, porque me parecía que yo pasaba a convertirme en el tema de la obra, en una iglesia, en un cuarteto, en la rivalidad de Francisco I y Carlos V."

     Hubo un momento en que me dio por lo que yo llamo literatura magna. Es decir,  las series de libros que se antojan inmensas y con nombres rimbombantes. Así que los fui leyendo espacio, intercalados para disfrutarlos. Empecé por las Greguerías que me enseñaron por ejemplo que Las bellotas nacen con huevera, pasó por los Episodios Nacionales, y ahora por En busca del tiempo perdido, que aún no he terminado pero lo haré. Precisamente por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Por el camino de Swann.

     Por el camino de Swann es el primer volumen de un total de siete que forman En busca del tiempo perdido, convirtiéndose en una especie de introducción con un Marcel niño y joven que evoca recuerdos del pasado. Con tres partes marcadas comienza por su infancia y su vida en Combray para pasar a conocer a Swann en la segunda parte, un hombre digno de conocer sin lugar a duda, y terminamos con Marcel y su primera pasión, la hija del señor Swann.

     Proust es un autor que describe como quien hace un informe, nos lo cuenta todo, evoca cada detalle en frases largas que hacen que sea una obra lenta. Sin embargo se aprovecha de lo que muchos pueden considerar un problema para convertirlo en un sello característico, y pronto nos damos cuenta que estamos ante un libro que nos llevará tiempo porque es mejor leerlo a sorbitos que nos permitan disfrutar. Si no se hace os pasará como a mi, que me costó engancharme porque me había empeñado en leerlo prácticamente del tirón y se me antojaba que este camino era cuesta arriba. Y entonces llegué a la famosa magdalena de Proust, y me quedé parada, primero disfrutando de la conexión que existe en el cerebro de una persona cuando un detalle hace que de repente algo encaje y afloren recuerdos, y luego sonriendo por entender eso que tantas veces había oído de "es la parte en la que conectas" y casi lamentando mi falta de originalidad a la vez que admirándome por encontrar un párrafo que ha sido llamativo para miles de lectores. El mismo párrafo que os dejo consciente de que extraerlo puede hacer que pierda encanto:

     "En el mismo instante en que ese sorbo de té mezclando con sabor a pastel tocó mi paladar... el recuerdo se hizo presente. Era el mismo sabor de aquella magdalena que mi tía me daba los sábados por la mañana. Tan pronto reconocí los sabores de aquella magdalena... apareció la casa gris y su fachada, y con la casa la ciudad, la plaza a la que se me enviaba antes del mediodía, sus calles..."

     No me cabe duda de una cosa, el camino a Swann es interior, es un viaje del protagonista a lo largo de su vida recordando cada detalle, hablándonos de su infinito amor hacia una madre que no lo besa antes de acostarse y retratando un entorno de forma casi perfecta. Tiene un punto de ternura perfectamente reconocible en cualquier niño, sobre todo cuando nos habla de su tía, o de las personas de su casa. Pese a se la parte más lenta, echamos de menos al narrador cuando conocemos a Swann y su relación con Odette, pero se hacía necesario conocerlo y posiblemente establecer una opinión no demasiado positiva sobre él. Porque este es un libro que habla de relaciones, como lo hacen todos se diga lo que se diga. Relaciones entre personas, entre recuerdos, entre experiencias y consecuencias...

     Me gustó leer a Proust y descubrir esa gran obra que su autor no llegó a ver publicada en su totalidad, ya que pasaron cinco años de su muerte hasta que estuvo completa su publicación. Leer esta obra es comenzar con eso que llaman la gran novela francesa, y yo disfruté de su lectura, pero recomendarlo es complicado. Hay que saber perfectamente en el viaje que se está embarcando el lector o, en otro caso, es mejor dejarlo para un poco más adelante. A fin de cuentas es un libro, nos va a seguir esperando. Y no sólo eso, sino que pertenece a uno de esos títulos imprescidibles y magníficos que tienden a hacer que nos pongamos en guardia.

     Hoy, pese a que espero haber animado al menos a una persona a su lectura, lo que me gustaría saber es de todos estos grandes títulos: Swann, El Quijote, Los Episodios Nacionales... siempre hay alguno que ya "sabemos" que no vamos a leer por muy "imprescindible" que sea. Normalmente por pereza o por hartura, o por tener preconcebido el tedio entre sus páginas. ¿Cuál es el vuestro?

     Gracias

lunes, 11 de marzo de 2013

El maestro del Prado. Javier Sierra




     "Este relato comienza con los primeros fríos de diciembre de 1990. He dudado mucho, muchísimo, sobre la conveniencia de publicarlo, sobre todo porque se trata de una aventura de fuertes connotaciones personales. Es, en definitiva, la pequeña historia de cómo un aprendiz de escritor fue enseñado a mirar un cuadro."

     Cuando abrí el libro que os traigo lo hice al azar, es una costumbre. Esta vez el libro viene no sólo con ilustraciones, sino también con láminas de cuadros a color en brillo. Precisamente la fiel reproducción de una de esas láminas hizo que se abriera justamente en ella, El jardín de las delicias, uno de mis cuadros favoritos. En ese momento supe que el autor ya tenía media partida ganada conmigo. Hoy traigo a mi estantería virtual, El maestro del Prado.

     Un jovencísimo Javier Sierra aún estudiante se pasea por el Prado admirando cuadros. Ya tiene las inquietudes que hoy lo han hecho famoso y un carácter inquisitivo. Parado delante de un cuadro junto a un hombre, escucha como su acompañante le dice: "¿Conoces esa frase que dice que el buen maestro llega sólo cuando el discípulo está preparado?". Esa frase será el comienzo de una aventura hacia el significado de las imágenes estáticas que muestran los cuadros de mano de ese improvisado maestro. Sin embargo, la curiosidad de Javier también se dirigirá hacia la identidad de su improvisado mentor.

     Esta vez Javier Sierra no pretende que corramos detrás de un misterio, no se trata de eso. Tampoco hay perseguidores y perseguidos portadores de un secreto que vaya a cambiar el mundo, no. Esta vez no. En El maestro del Prado Javier juega con el lector hasta convertirlo en protagonista de sus historias. Nos invita a compartir una pasión por las historias que se esconden detrás de los libros y, en este caso, los cuadros. A través de las palabras de Luis Fovel conoceremos los secretos que se esconden entre las paredes del museo, lo que no vemos de los cuadros, las miradas perdidas de las figuras que nos resultan esquivas al ponernos delante. Y sus significados. Nos dice Javier que es una historia real, que le sucedió a él hace años; y nos lo creemos. Y nos enseña autorretratos escondidos, gemelos en lugar de un niño en las Sagradas Familias, y nos habla de campanas y elegidos en las escrituras que también son representados. Y nos lo argumenta de tal forma que también nos lo creemos. Y nos pregunta si queremos creer, si queremos saber... porque él mismo sabe el juego que nos está proponiendo y sabe que estamos deseosos de sumergirnos en él.

     Como ya he dicho no se trata de una trama trepidante. Hay un verdadero alud de datos y un misterio en torno a la figura del maestro que Javier quiere resolver, pero sin dejar de aprender los secretos del museo, descubrir sus "arcanos". Es un libro que desvela una pasión que va más allá por la pintura, y es la pasión por saber, por no quedarse en lo habitual sino en buscar más allá. Escrito de una forma ágil, sin vocabulario complejo ni tecnicismos nos permite seguir perfectamente el curso de su investigación en este libro que es más Javier Sierra que nunca mientras nos vamos preguntando cuánto puede haber de cierto en estas letras.

     Un libro de pasiones, que no son todas sentimentales. Yo dibujo, me ha gustado siempre la pintura y de hecho comparto un momento con el protagonista del libro, que es el momento en que te muestran el exterior cerrado de El jardín de las delicias consiguiendo que tu visión del cuadro cambie radicalmente.Y vosotros, ¿cuáles son vuestras "otras" pasiones?

     Gracias

      PD. Os invito al museo, el book tráiler


sábado, 9 de marzo de 2013

El fin del mundo tal y como lo conocemos




     Ayer leía una frase en twitter puesta por @ORTOGRAFIA que decía: Cada vez que abres un libro y te dispones a leerlo, un árbol sonríe al ver que sí hay vida después de la muerte.
    Me gustó la cita, me quedé con ella, y miré de reojo el lector con relativa mala cara. A fin de cuentas, muchos son los que hablan de un cambio y del fin del mundo literario para dar paso a nuevas generaciones digitales. Pero si os digo la verdad, yo no lo veo así. A fin de cuentas, el enemigo del libro en papel es el digital y del digital la piratería, ¿no? Bien, entonces en lugar de mirar al frente echaremos la vista atrás.
     Antes los libros se escribían a mano, hasta que llegó la imprenta, que los iba a destruir ya que, evidentemente, las copias iban a salir muy baratas y eso iba a abaratar costes: pero milagrosamente el libro sobrevivió. Después llegó la fotocopiadora, aún recuerdo el cartel que decía: "Queda terminantemente prohibido fotocopiar libros completos" a la entrada de la copistería de la universidad... y a la gente repartiéndose los libros y las fotocopias que podían pedir para tenerlos íntegros sin que los pillaran. Y luego se puso incluso más fácil, llegaron las impresoras personales con fotocopia y escáner. Y el libro también sobrevivió... Y ahora le ha tocado lidiar con un enemigo que también viene para quedarse: el lector.Parecía que la cosa se iba a poner complicada, el lector admite cualquier formato y sus libros son más económicos que en papel, no ocupan espacio físico, ni cogen polvo ni nos ocasionan problemas de peso en los equipajes de mano. Efectivamente pintaba francamente mal... de hecho... no hay más que ver la prensa; ¿quién compra el periódico pudiendo leerlo on line gratis prácticamente entero o por una suscripción mínima? Ah, que es cierto, se siguen vendiendo. Tal vez con más cartillas, cupones y regalos, pero la prensa no ha desaparecido y ha aprendido a convivir. Y los libros harán igual, asumo, regularse. Porque frente a la diferencia de precios está la oferta de libros como El maestro del Prado que ofrece ilustraciones, algunas desplegables, que no se verían ni parecido en una pantalla de móvil  La diferencia está en las presentaciones y en los libros dedicados, en las portadas cuidadas de fotos que terminan por ser casi retratos de un pariente lejano a fuerza de verlas y en los marcapáginas que necesitan justo eso, páginas, para ser utilizados. Frente a ello el espacio, el peso y el precio, que en esta época que nos toca parece crucial, y los prejuicios y las sospechas. Porque en formato digital los libros son más baratos hasta el punto de bajar de los tres euros, incluso del euro provocando muchas veces una avalancha de compras por ver una supuesta ganga sin preocuparnos demasiado de si lo que estamos comprando es de nuestro gusto (me ha pasado), y luego juzgamos por el mismo rasero a todos cuando en realidad hicimos una compra poco responsable o, simplemente no era un título para nosotros, que eso pasa con títulos de cualquier precio (no me hagáis recordar tres o cuatro trilogías famosas que me han costado sudores). Claro que hay libros autoeditados en Amazon, como también los hay en papel, solo que ahora están al alcance de todos y también hay rarezas, libros en otros idiomas, géneros... sólo tenemos que tranquilizarnos ante tanta novedad, y saber encontrar nuestro sitio. Cada uno el suyo sin mirar al de al lado.
     Y la piratería... bueno, supongo que tardará un poco más, aunque ya se pueden prestar libros en formato digital, incluso hay bibliotecas que prestan lector y libros. Pero esto ya es algo más personal. Yo tengo la mayor parte de mis libros en papel, y los presto sin problemas, incluso en cadenas en las que un libro pasa por tres o cuatro manos antes de volver. En digital pasa un poco lo mismo, no debería importar que se presten, incluso que se "pasen" libros, si se hace con la misma frecuencia que se hizo primero en papel. El problema viene cuando la copia es indiscriminada bajando libros que la mayor parte de las veces ni siquiera se van a leer. Porque seamos serios, no se vosotros, pero yo cuando trabajo, me gusta que me paguen, y si trabajo horas extraordinarias... me gusta luego descansar, o cobrar, o tener la retribución y reconocimiento adecuados por ello. Bien, pues escribir es exactamente igual, salvo que suele ser un pluriempleo. Es muy difícil que un autor viva de lo que escribe, normalmente lo compagina con puestos relacionados o no con la literatura. Supongo que esta es la parte más complicada, pero poco a poco se irá normalizando y ambos formatos coexistirán. De hecho yo me niego a pensar en un futuro sin papel, en el que los libros sean como las enciclopedias que antes poblaban los estantes de las casas y que han ido desapareciendo sin hacer ruido hasta no ser más que una sombra en el recuerdo.

     ¿Mi caso? me gusta el libro en papel, porque pesa, es consistente, se dedica,
     ¿Mi caso? me gusta el libro digital porque no pesan lleve los que lleve, se 
puedo coleccionar marca-páginas, me aprendo la portada, el olor.. y lo veo ahí posado en
dedica, nunca pierde la página,  puedo marcar mis partes favoritas sin
el estante una vez leído. Porque lo puedo prestar fácilmente y regalar en un
 remordimientos, se puede regalar y cambiar incluso sin que nadie salga  de  
paquete que espero a que abran con ilusión, tiene desplegables, portadas y
casa, los precios de los lectores se han moderado y nos acercan una oferta de 
 ediciones espectaculares que recordaré siempre y, sobre todo, porque
forma inmediata imposible de igualar en forma física. Y, sobre todo, porque 
me gusta vivir entre montones de libros.
me gusta vivir entre montones de libros.

     Y vosotros, ¿creéis que es el fin del mundo literario tradicional realmente?

     Gracias

jueves, 7 de marzo de 2013

El curioso caso de Benjamin Button. Francis Scott Fitzgerald




     "Hasta 1860 lo correcto era nacer en tu propia casa. Hoy, según me dicen, los grandes dioses de la medicina han establecido que los primeros llantos del recién nacido deben ser emitidos en la atmósfera aséptica de un hospital, preferiblemente en un hospital elegante. Así que el señor y la señora Button se adelantaron cincuenta años a la moda cuando decidieron, un día de verano de 1860, que su primer hijo nacería en un hospital. Nunca sabremos si este anacronismo tuvo alguna influencia en la asombrosa historia que estoy a punto de referirles. Les contaré lo que ocurrió, y dejaré que juzguen por sí mismos."

     Esta vez fue la película la que atrajo mi atención y me llevó a buscar el libro, sin saber que pertenecía a Fitzgerald, un autor que ya me había conquistado hace tiempo con El gran Gatsby. Así llegué a este librito, y por eso hoy traigo a mi estantería virtual, El curioso caso de Benjamin Button.

     Cuando Roger Button va al hospital a conocer a su hijo lo que menos se espera es el lío que se va a encontrar. Benjamin ha nacido sí, pero no es un niño normal sino que habla, y no sólo eso, sino que aparenta más de setenta años. Benjamin que acaba de nacer, disfruta de la vida de adulto más que de la propia de un niño, y sus gustos irán cambiando a medida que cumpla años para realizar el recorrido inverso en un mundo que no le comprende.

     Según el propio autor, la historia la inspiró Mark Twain al comentar que era una pena que lo mejor de la vida estuviera al principio mientras que la peor parte estaba al final. Partiendo de esa idea realizó este relato que ha sido pensado y repetido en el tiempo por varios autores. Y así nació nuestro Benjamin Button con aspecto de viejo, en un relato que el autor calificaba también como su mejor y mas divertida obra. Es difícil resistirse a ella teniendo en cuenta sus palabras.

     Lo primero que me sorprendió fue la brevedad del relato, vista la película esperaba algo más extenso. Además, y pese a que giran sobre la misma idea, la historia se diferencia lo suficiente de la película como para que no interfiera en uno haber visto la otra. Está contada de una forma rápida, apresurada incluso, y no da una explicación sobre el nacimiento de Benjamin con esta "extraña enfermedad", y tampoco nos importa demasiado. Nos quedamos con esa vida realizada de forma inversa y con las situaciones que provoca en un mundo normal, algunas de las cuales son trágicas como el rechazo por parte de su padre y otras son cómicas, como que quisiera ponerle de nombre Matusalén. En conjunto me ha parecido un relato sumamente original que merece la pena descubrir. Aunque tengo que reconocer que eché en falta un poco más de desarrollo en algunas partes, creo que me hubiera gustado más una novela puesto que el argumento daba de sí, y algún personaje, como a la madre de Benjamin. En todo caso he disfrutado mucho de esta historia en la que la vida comienza con reflexiones y termina jugando de forma despreocupada. Quien sabe, tal vez Mark Twain tuviera razón.

     Si aún no conocéis a la familia Button os aseguro que no tiene desperdicio, ya sea en su versión literaria o en la cinematográfica. Aunque si me preguntáis a mi, me quedo con ambas. Esta vez lo digo sin sombra de duda: ambas merecen la pena ser descubiertas. Porque vosotros... ¿ya conocéis a Benjamin Button?

     Gracias

PD. El trailer de la película:



miércoles, 6 de marzo de 2013

Gentes del Club. Fernando García Pañeda



     "El Club Knut es una suerte de museo viviente cuyas piezas son seres- más o menos humanos- a quienes la modernidad y la posmodernidad han ido dejando de lado en el camino de la vida, abandonados a su suerte y abocados a su extinción. Es un anacronismo. El vestigio de un mundo desaparecido en el pozo de las transformaciones sociales. Una isla perdida en el espacio-tiempo de la Historia."

     Hoy traigo un libro que he ido viendo por los blogs poco a poco hasta conseguir que su título me resultara familiar. Se da además la casualidad de que la fotografía de la portada me resultó muy atractiva por parecerse a un edificio que hay en mi ciudad y que me gusta mucho, así que pronto le presté atención, Finalmente también ha llegado a mis estantes, y por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Gentes del Club.

     Este libro es una colección de relatos en la que, tras presentarnos el Club Knut como un club social que pronto imaginamos con salones de sillones de cuero, humo, y presencias masculinas (pese a que las mujeres pueden circular libremente por casi todas las salas). Como no, la mejor manera de conocer un club, es a través de sus miembros, y por eso el narrador de irnos presentando a los más relevantes a través de estos relatos como si se tratasen de una ventana por la que mirar el Club sin ser vistos mientras dichos miembros se encuentran en su "pose" más habitual.
     Y así conocemos a los Meunier y sus manías con el transporte, a Eyzaguirre y sus aventuras, a Juan y su afición por el deporte, a Jacobo y las finanzas, a Pepe y sus libros... y así hasta once miembros que se van presentando a través de sus historias más habituales. Esas que se repiten cada vez que uno tiene oportunidad hasta conseguir que sean casi definitorias de su protagonista.

     Siempre digo que la ventaja de los libros de relatos es que permiten que paremos la lectura sin temor a dejar la historia a medias, pasando unas pocas páginas sabemos que llegará la siguiente y no detendremos la acción. Sin embargo en este caso, tras haber leído una introducción que nos habla de forma más directa del club, serán los relatos los que nos vayan dando una imagen global de ese lugar un poco clásico, un tanto conservador y anclado en el siglo pasado para disfrute de sus miembros. Todos ellos están íntimamente conectados por sus relaciones y sus puntos en común y eso, unido a su escasa extensión, me llevó a terminarlo en apenas un rato.
     Hoy traigo un librito que está escrito con un lenguaje sencillo, teñido con un cierto sentido del humor, con un "tonillo" que no busca la risa del lector sino más bien su camaradería integrándolo en una suerte de pandilla. Una lectura ligera y amena que no requiere esfuerzo y en la que nos podemos sorprender mirando con cierta ternura a sus protagonistas, porque cuando lo cerramos, ya somo un miembro más del Club Knut.

     Y vosotros, ¿sois aficionados a los libros de relatos?

     Gracias

   

martes, 5 de marzo de 2013

El Buscón. Francisco de Quevedo




     "Quien no hurta en el mundo, no vive. ¿Por qué piensas que los alguaciles y jueces nos aborrecen tanto? Unas veces nos destierran, otras nos azotan y otras nos cuelgan..., no lo puedo decir sin lágrimas (lloraba como un niño el buen viejo, acordándose de las que le habían batanado las costillas). Porque no querrían que donde están hubiese otros ladrones sino ellos y sus ministros. Mas de todo nos libró la buena astucia."

     Lo se, ha tocado clasicazo. De esos de lista escolar, obligada referencia, literatura española de principios del siglo XVII sobre la que parece estar todo dicho y un libro además que se comienza con bastante respeto. Hoy traigo a mi estantería virtual La vida del buscón llamado Don  Pablos, o El Buscón.

     Pablos es hijo de un barbero más ladrón que barbero y de una bruja. Pronto entra a trabajar como criado de su amigo Diego con el que comienza una vida de engaños, primero a su lado y luego junto a las personas que se va topando en su camino. De este modo llega incluso a la corte, pasa por la cárcel, se enamora, sigue con su vida de engaños... la historia de su vida. La del Buscón.

     La primera vez que se publicó oficialmente este libro fue en el año 1926 y se hizo sin el consentimiento del autor pese a que figuraba como tal en las copias. Se cree que usaron algunas copias manuscritas que llevaban un tiempo circulando. Lo cierto es, que pese a tener todos claro quien fue su autor, Quevedo jamás la reconoció como propia posiblemente para no tener problemas con la sombra de la Inquisición.

     Me costó decidirme a leer este libro, la novela picaresca hace que rápidamente nos venga a la mente El lazarillo de Tormes, y me daba bastante pereza repetir por muy clásico que fuera. Supongo que su corta extensión fue lo que más me animó y pronto me encontré con este librito estructurado en tres partes entre las manos. La primera parte nos habla de la infancia y la vida de Pablos con Diego hasta que se separan, entrando así en el segundo libro que nos contará su intención de regresar a casa para cobrar la herencia y sus primeros momentos en la vida del pillaje hasta llegar a la Corte, momento en que comienza la tercera y última parte llena de farsas y consecuencias y en la que se incluye el amor.
     Tengo que decir que pese al tiempo transcurrido la obra se lee con facilidad, su lenguaje no es demasiado enrevesado teniendo en cuenta los siglos que nos separan y pronto se le coge el ritmo. Es además un libro bastante rápido en el que la sociedad de la época viene reflejada en una ironía que llega al extremo, tanto en el sarcasmo como en las descripciones. Pocas cosas escapan de la pluma de Quevedo que nos habla de las apariencias, los estratos sociales diferenciados, las mentiras, los bajos fondos y los no tan bajos y, como no, de la Inquisición. Para Quevedo no hay miseria, hay protomisera, hay aventuras, chascarrillos y también hay, si me permitís la expresión, bastante "mala leche". Seguramente ese sea el motivo por el que incluso hoy siga provocando sonrisas.

     Esta vez tengo que decir que no ha sido una mala experiencia y que, sin ser ningún reto de esos que tanto os admiro y me resisto a apuntarme supongo que por miedo escénico, me gustaría ir leyendo poco a poco todos estos grandes clásicos literarios. No por imprescindibles o por el nombre que los firma, sino simplemente por conocer un poco más la literatura que me otorga tantas horas de placer delante de las páginas de un libro. Y vosotros, ¿os gusta leer algún clásico de estos que se escriben con mayúsculas de vez en cuando?

     Gracias

     PD. Al menos esta vez no tengo que recordar una versión zombi del clásico como ya me pasó con Lazarillo de Tormes. ¿Os suena raro? mirad aquí.

lunes, 4 de marzo de 2013

Quien mate al dragón. Leif GW Persson




     "Una corbata manchada de salsa, la tapadera de una olla de hierro y un martillo normal de tapicero con el mango partido. Esos fueron los hallazgos mas llamativos que los técnicos de la policía de Solna hicieron durante la inspección del lugar de los hechos. Y no había que ser técnico criminalista para comprender que esos fueron los objetos utilizados para quitarle la vida a la víctima. Bastaba con tener ojos para ver y un estómago lo bastante resistente para aguantar el espectáculo."

     Hace unos meses descubrí Linda, como en el asesinato de Linda. Me llamó la atención la forma descarada que tenía el autor de escribir y esa curiosa mezcla entre novela negra e ironía, incuso irreverencia, de su protagonista. Así que no se me podía resistir su siguiente entrega. Hoy traigo a mi estantería virtual Quien mate al dragón.

     Evert Bäckström tiene un nuevo caso. Parece un asesinato poco interesante, un borracho de mediana edad. A priori, nada de interés. De hecho inicialmente le preocupa más su nuevo médico; ese que ha decidido que tiene que caminar y comer verduras, y ¡dejar de beber! Sin embargo, el caso al que se enfrenta parece que le hará investigar un poco más de lo que pensaba.

     Esta vez vemos a Evert sobrio, andarín y comiendo verduras.Y tampoco él parece estar muy conforme con la idea. Como el dice, está en la edad perfecta para un hombre (55), el cuerpo perfecto, la altura perfecta y... estilismo de camisas de flores. Y con todo, e incluso mas en este segundo libro, me cae bien Evert, me gustan sus pensamientos furtivos que no se atreve a expresar en voz alta. Y me gusta la visión de la investigación que aporta el autor, donde todos colaboran en algo y todos cojean, como la vida misma. Tal vez por eso lo he visto con un prisma mas real en el que hay sentimientos y prejuicios y simpatías entre los componentes del equipo, porque como ya he comentado, me canso del detective estereotipado. Pero claro, eso es ya una apreciación personal.

     El libro es ágil, no busca palabras complicadas ni se pierde en razonamientos densos que nos tengan que explicar, sino que nos permite estar al cabo de la investigación como si fuéramos un miembro más. Un libro muy entretenido que sorprende a ratos y que, cuando ya estaba pensando que no iba a ser tan divertido, me sorprendió en la última página al hacerme soltar una sonora carcajada con un final (ya con el caso resuelto) cuanto menos, curioso. Me ha gustado, me gusta la estética de las portadas que pese a contener gris van dominadas por colores vistosos, primero el rojo y ahora el amarillo, y me ha gustado descubrir a este autor que me ha llevado a pasar un par de días divertidos intentando resolver un asesinato antes que un equipo, a priori, nada perfecto.

     Y vosotros, ¿qué opináis de la figura del detective "torturado"?, ¿también os empieza a cansar?

     Gracias


sábado, 2 de marzo de 2013

Entrevista a María Zaragoza



María Zaragoza. Fuente: conocer al autor.
     María Zaragoza ha sabido desde siempre que quería escribir. Ya a los diecisiete años publicó su primer libro, y tres años después un cuento suyo sería seleccionado para una antología. Ha colaborado en revistas, relatos y antologías y en el año 2.010 obtuvo el XV Premio Ateneo joven de Sevilla por dicen que estás muerta, el premio Arroz Negro por el cuento Una bota de postre y un sin fin de reconocimientos que han culminado con la obtención del LVIII Premio de Novela Ateneo-Ciudad de Valladolid con Los alemanes se vuelan la cabeza por amor. Hoy nos acercamos a hacerle unas preguntas para conocer un poco más a María.

     - Viendo tu currículum, has tocado relato, novela, incluso cómic. Si tuvieras que decantarte, ¿cuál es el género en el que te sientes más cómoda?
     - Creo que cada historia busca su camino y su formato ideal para ser contada, con lo que resulta bastante difícil elegir. Supongo que en novela me siento más a gusto porque creo que se me da mejor y el resto de los formatos me asaltan siempre con inseguridades cuando trabajo con ellos
     - Empiezas a escribir con 17 años, varios premios, becas... parece sencillo pensar que tuviste un comienzo fácil. Cuéntanos cómo fue.
     - Nadie tiene un comienzo fácil, aunque no niego que tengo mucha suerte. El primer libro que publiqué fue por casualidad. Llevaba participando en los típicos certámenes de relato escolares desde los siete años y un día me dió por hacer un libro. Ya tenía mentalidad de novela aunque no lo supiera y escribí una colección de relatos que estaban conectados entre sí por diversas pistas. Hice dos copias con una máquina de escribir, y por una carambola del destino, una cayó en manos de un empresario que tenía el capricho de montar una editorial, ni siquiera lo mandé yo. Fue TAU y el libro Ensayos sobre un personaje incompleto (2000); en principio no tenía intención de publicarlo y la prueba está en que no volví a publicar hasta siete años después. La razón por la que acumulo éxitos es una mezcla de mucho esfuerzo y muy poca capacidad para desalentarme. Yo lo intento todo, mando a todos los concursos, a todas las editoriales, trabajo muchas horas en cada historia y otras tantas en dejarlo presentable para mandar. Por cada éxito que he tenido hay una historia de diez o quince fracasos que no salen a la luz. Yo lo único que recomiendo es que la gente no se rinda. Si haces cien cosas, estadísticamente saldrá algo.
     - Y llega el Ateneo Joven de Sevilla, ¿cómo decides presentarte y cómo viviste el premio?
     - Esta historia tiene una parte tierna y otra terrible. Tengo un amigo que es un magnífico escritor con el que siempre me intercambio los originales para criticarnos y corregir. En esos momentos los dos teníamos novela y nos habíamos leído la del otro. Él iba a presentarse al premio y me animó para que me presentara con la mía porque le gustó. Al principio me pareció mal competir con un amigo, pero accedí. Y sí, seguimos siendo amigos, que es lo que todo el mundo pregunta después.
    - Háblanos un poco de Dicen que estás muerta, ¿cómo surge una historia sobre la muerte de una canción?
     - Recuerdo que en una época bastante mala de mi vida, descubrí esa canción. Y me la ponía una y otra vez porque sabía que en Donde estás de Jaima Urrutia había algo, una historia que no se estaba contando y que tenía que ser contada. Aquello fue como en 2003, antes de pedir la beca de la Fundación Antonio Gala, y creo que incluso me animó a probar el saber que esa idea podía nacer. Sin embargo, la idea definitiva de escribir una novela negra en la que lo importante fuera componer la identidad de la muerta (siempre me pareció muy injusto que olvidaran al cadáver en pos del asesino), surgió en 2009, como si se hubiera quedado congelada todo ese tiempo. Supongo que no estábamos preparados para contar todas las historias y que cada una espera su momento para salir.
     - Va a parecer que me repito, pero de Sevilla a Valladolid, y premio por Los alemanes se vuelan la cabeza por amor, un libro que confieso aún no he leído pero sobre el que he oído hablar bastante, ¿nos puedes resumir un poco lo que nos encontramos en este título?
     - La verdad es que quedé muy contenta con el trabajo de Algaida durante la promoción de Dicen que estás muerta, y como siempre arrastro proyectos durante años, tenía Los alemanes se vuelan la cabeza por amor en un cajón y decidí presentarla a un concurso que publicara la misma editorial para testarla, así que corregí y miré cual era el siguiente en cerrar el plazo. Era el Ateneo de Valladolid. Y me sorprendió que gustara porque es una novela que habla de las nuevas tecnologías y de las redes sociales sin nombrarlas y me parecía bastante arriesgado. Los personajes de la novela, desde sus ubicaciones en diferentes países del mundo (Londres, Tokio, Madrid, Colonia...) llegan y se reúnen misteriosamente en una Plaza de una Ciudad donde no existe el tiempo y el espacio. Allí tratan de resolver sus problemas cotidianos y al final incluso participan en conflictos mundiales. Los problemas surgen cuando se quieren llevar a la realidad sus relaciones en este espacio aparte. Si entendemos la Ciudad como internet, la Plaza como una red social y las mesas donde ser reúnen los personajes como los grupos que se forman en estas redes, la metáfora está completa. Decidí no usar referencias reales porque no quería que el libro quedase obsolteto. Cuando empecé a escribirla todo cuadraba para los blogs, después para messenger y por último para facebook por poner un ejemplo. Me interesaba el factor de convertir algo pequeño como un tweet en un fenómeno mundial. Y eso es lo que intenté con esta novela.
     - Viendo un poco la temática de tu último libro, se hace inevitable preguntar tu opinión sobre la presencia de las redes sociales en el mundo literario y los nuevos formatos digitales, ¿crees que estamos ante un cambio inminente?
     - No creo que estemos ante un cambio total. Creo que todo suma. Si el abaratamiento de costes en el formato digital o el placer que produce enredar en un aparatito consigue que haya nuevos lectores, bienvenidos sean. Si las redes sociales ayudan a difundir la cultura, bienvenidas sean. No creo que nada sea tan dramático como nos lo intentan vender. Me parece que todos podremos encontrar nuestro lugar, tanto en las redes sociales, como en los libros de papel, como en los digitales. Creo que es enriquecedor aumentar el espectro de lectores, de intereses y, ¿por qué no?, de formatos.
     - He leído que tienes varios proyectos en mente, ¿qué será lo próximo?
     - Sinceramente, lo próximo siempre es el proyecto que sale adelante y eso es imposible de prever. Tengo entre manos una novela en estos momentos y he entregado o mandado a concursos cómic, relato e infantil. La mayoría de las veces, desde que proyecto un trabajo hasta que lo veo (si es que lo veo) publicado, pasan años. Lo que me gustaría es que lo siguiente fuera un cómic humorístico de zombis que tengo proyectado desde hace un año y medio con un dibujante catalán maravilloso que se llama Didac Pla, pero el factor suerte hay que tenerlo siempre en cuenta y no sé si podrá ser.
     - Y echando la vista atrás, ¿cómo ves tus letras comparadas con las de tus comienzos?¿Hacia dónde camina María Zaragoza?
     - No me avergüenzo de lo que he hecho antes como no me avergüenzo de haber llevado cresta. Creo que todo lo que he hecho en mi vida me ha servido y me sigue sirviendo para seguir caminando. En algunas cosas de antes veo las semillas de lo que estoy haciendo ahora y de otras estoy recogiendo los frutos maduros. Hay cosas que estoy sembrando que no sé dónde me llevarán. Creo que lo que más me ha gustado siempre de escribir es la sorpresa, no saber hacia dónde camino. A veces me contamino de una idea que no surge hasta años después en forma de texto. Hay veces que no surge. O quizá surja cuando tenga ochenta años y sea una viejecita venerable. Creo que lo único que sé que algún día haré y todavía no he intentado es el cine, que me fascina.
     - ¿Qué le recomendarías a la gente que empieza ahora y se fija en personas como tú, que van consiguiendo su sitio?
     - Pues mira, ojalá me hagan caso en lo que voy a decir porque creo que son tres ingredientes indispensables: trabajar muy duro te digan lo que te digan, intentarlo todo por muy improbable que parezca y no darse nunca por vencido ante los fracasos porque aquí sólo sobreviven los inasequibles al desaliento. He pasado épocas malísimas, como todo el mundo, he trabajado en las cosas más peregrinas, he tenido que pelear (y sigo)contra todos los que piensan que escribir no es un trabajo de verdad o que han esperado que cambie lo que me apetecía escribir por algo más jugoso para el público. Y lo único que me ha mantenido ahí es la confianza en mi trabajo, en las horas que he empleado en él y el pensar que alguien en algún sitio lo valoraría. Eso es lo que ha hecho que no me diera por vencida y creo que es lo que salva a todo el que consigue algo.
     - Tengo la sensación de que no has cumplido aún tu sueño. ¿Dónde te gustaría estar en 15 años?
     Bueno, en quince años me gustaría haber hecho alguna película, seguir escribiendo lo que me guste y haber tenido hijos. Pero también creo que lo que me mueve es crearme sueños nuevos cada vez que consigo alguno de los que tengo, así que no sé qué podré soñar en todo este tiempo.
     - Por último me gustaría saber lo que estás leyendo ahora mismo.
     - Escribo varias cosas a la vez y leo varias cosas a la vez. En estos momentos tengo en la mesita de noche El truco preferido de Satán de Walter Benjamin en la edición de Salto de Página con fotografías de Alberto García Álix, el segundo tomo de La liga de los hombres extraordinarios, de Alan Moore (en realidad el epílogo porque ya había leído el cómic), el segundo tomo de Hollywood Babilonia de Kenneth Anger y Némesis de Juan Miguel Aguilera y Javier Redal.

     Como siempre darle las gracias a María Zaragoza por haberse acercado a responder nuestras preguntas y, por supuesto, gracias a todos los que os seguís pasando por aquí.

     Bibliografía:
     - Ensayos sobre un personaje incompleto
     - Realidades de humo
     - Tiempos gemelos
     - Cuna de cuervos
     - Dicen que estás muerta
     - Los alemanes se vuelan la cabeza por amor

     PD. Dónde estás. De Urrutia, pero con unos amigos