lunes, 12 de agosto de 2024

La asistenta te vigila. Freida McFadden


     "Porque, seamos realistas, yo nunca tengo suerte en nada".

      Uno de los fenómenos editoriales de los últimos meses ha sido La asistenta, algo que además ha potenciado la editorial al poner la trilogía en manos de los lectores con bastante celeridad. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual su tercera entrega y cierre, La asistenta te vigila.

     Conocemos a Millie. Ya la conocíamos en realidad. Pero ahora el tiempo ha avanzado y la vamos a conocer en su nueva etapa familiar y en su nueva casa. Y en su nuevo vecindario.

     Una de las dificultades a la hora de hablar de un cierre en una trilogía es no destripar los dos primeros por lo que en general se termina hablando del conjunto. En este caso, hay que decir que lo más llamativo fue la llegada de La asistenta, volumen con el que abre la trilogía y que descubría a los lectores como un libro en apariencia bastante simple se convertía pasado el momento X en una novela que era difícil de soltar por lo entretenida y las sorpresas que la autora había ido dejando y que parecían agolparse en las páginas de la novela. Los lectores, que llegamos esperando un thriller al uso, descubríamos una forma especial de narrar que no dejaba ni siquiera el epílogo para la tranquilidad y que nos obligaba a esperar si habría, previsiblemente sí, una segunda parte. Como todo, la novedad en una segunda entrega es difícil de mantener y la autora tenía que elegir entre repetir fórmula perdiendo originalidad o volver a reinventarse y optó, evidentemente, por lo primero. Aún así seguía siendo una lectura atractiva capaz de hacer pasar unas cuantas horas de buen entretenimiento a los lectores que ya le habíamos cogido cariño a Millie.

     En esta entrega la autora recupera a Millie, como no podía ser de otra manera y, tal y como apunta la contra, Millie está casada (no diré con quién), tiene familia, y ha llegado a un nuevo vecindario (uno de los puntos fuertes de esta historia es precisamente el vecindario y la forma en que lo usa McFadden). La novela comienza con un prólogo que no sabemos quién nos cuenta pero nos dice claramente que, por mucho que toda la primera parte de la novela nos parezca una narrativa bastante convencional de un vecindario con sus secretos y una fachada de perfección que se agrieta, algo va a pasar. Y, al igual que sucede en sus anteriores entregas, veremos aparecer a un muerto (aunque tardará bastante, algo que sería agotador si no fuera porque la autora mantiene el ritmo a base de capítulos cortos y esa constante sensación de que pasan pequeñas cosas constantemente y que todas las frases que se dicen, van a significar algo mayor). A partir de ese momento comienzan los giros que tanto éxito han dado a la trilogía y veremos como las sospechas de cuernos, el dinero que puede ser caído del cielo para la ambición de unos, el regreso de personajes y las acusaciones cercanas, toman posesión de la novela para que el lector llegue, sin apenas darse cuenta, a la parte final. Es cierto que el lector se inmuniza y que eso significa que cuando empieza a leer la novela ya lo hace con un cartelito de advertencia "nada es lo que parece, nadie es quien dice ser y todos ocultan algo incluso mientras te lo están contando", lo que lleva en ocasiones a descubrir de antemano alguno de los momentos clímax de la historia, pero es más porque nos entretenemos buscando todas las posibilidades que por la pericia a la hora de vaticinar el curso de la narración, seamos sinceros. 

     Sin embargo y pese a ello tengo que decir que la historia es entretenida. ¿Carece del frescor de entregas anteriores? Sí. Por eso celebro que la siguiente novela de la autora sea independiente. Bastante me ha costado escribir esta reseña sin dar un solo nombre o una sola pista de lo que en ella sucede. Bueno, salvo la primera línea, esa que no es del principio de la novela pero pertenece a ella y he colocado en cursiva.

     La asistenta te vigila es el cierre a un auténtico fenómeno de lecturas. No diré que es alta literatura, pero sí que es muy entretenida. Si no habéis conocido aún a McFadden, acercaos a La asistenta. No decepciona.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

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