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jueves, 2 de agosto de 2012
Momo. Michael Ende
"Cada hombre tiene su tiempo. Y sólo mientras siga siendo suyo se mantiene vivo."
Aún recuerdo como llegó este ejemplar a casa. Formaba parte de una de esas colecciones de las que comprábamos los dos primeros libros que resultaban ser tres, con el primero regalaban el segundo, y luego olvidábamos seguirla porque subían de precio. Por supuesto, en pesetas, nada de euros. Momo se vino con La historia interminable, un libro que estaba deseando leer, y acabó en el fondo de una estantería hasta que terminé el resto de las lecturas que tenía en casa. Entonces le tocó el turno al libro que os traigo hoy . Hoy traigo a mi estantería virtual, Momo, o Momo, o la extraña historia de los ladrones de tiempo y la niña que devolvió el tiempo a los hombres, o Los caballeros de gris, o Los hombres de gris.... o simplemente a ella, Momo.
En una ciudad italiana sin nombre, en unas ruinas, vive una niña huérfana llamada Momo cuya principal virtud es escuchar. Lo hace con tanto interés que sirve de ayuda a quien habla con ella, inventa juegos y es bastante conocida. Tiene muchos amigos como Beppo y Gigi y le toca vivir la llegada de los Hombres Grises, trabajadores de el Banco del Tiempo, que parecen haber llegado para convencer a la población de la importancia de ahorrar tiempo. Estos van afectando la vida de toda la ciudad mientras consumen el tiempo que ahorra la gente.
Este libro tratado como literatura juvenil, casi infantil, abarca mucho más que eso. Si que es cierto que lo protagoniza una niña, no tiene superpoderes ni es especialmente sobresaliente, lo que la hace más atractiva aún. a partir de ella el autor reflexiona sobre el tiempo y el uso que les damos, criticando el consumismo y la concepción de la sociedad en que vivimos del uso del tiempo de que disponemos. Nos muestra como la carencia de tiempo también implica menos tiempo para soñar, para proyectar e imaginar colocándonos así delante su orden de prioridades. Las riquezas no sirven, no explica Ende, si no pueden compartirse, y el aburrimiento es un mal frente al que tenemos que luchar. Es importante saber lo que se quiere hacer con el tiempo del que dispone cada uno.
Escrito a modo de cuento está lleno de metáforas sobre el egoísmo y la codicia, personificados en estos hombres grises que pueblan la ciudad y es curioso como no se ha quedado desfasado pese a que han pasado más de 40 años desde que viera la luz. Utilizando a niños se libra de los prejuicios que podemos tener ya de adultos y nos muestra la importancia de las cosas que hacemos, en qué invertimos nuestro tiempo y lo que nos va a reportar, en él tienen cabida sentimientos cono el amor o la amistad, y eso por eso entrañable a ratos. Son los niños quienes explican la situación a los adultos, y lo hacen con humildad y con sencillez en un texto casi mágico que me alegra haber reencontrado en mi etapa adulta para captar la historia que nos cuenta.
No os voy a preguntar si os gustan los cuentos o si conocéis a Momo, esta vez no. Prefiero saber qué os gustaría hacer si dispusiérais 24 horas de tiempo a vuestro antojo. En mi caso es fácil, estaría en la librería.
Gracias
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