lunes, 23 de diciembre de 2024

La hora azul. Paula Hawkins

 


     "En el severo frío de una resplandeciente mañana de octubre, James Becker se detiene en el puente peatonal y, apoyando la cadera en la barandilla, se lía un cigarrillo. Bajo él, la corriente avanza negra y lenta, con el agua ya próxima a la congelación deslizándose cual melaza sobre piedras de un herrumbroso color anaranjado. El puente se encuentra a medio camino de su trayecto diario de casa al trabajo, que le lleva doce minutos desde la antigua caseta del guarda en la que vive hasta la Casa Fairburn, donde trabaja. Quince minutos si se detiene a fumarse un cigarrillo".
  
     Dicen que hay escritores que son comidos por el éxito de una novela, y puede ser en el caso de Drácula, ya que a muchos les costaría decir otro título del mismo autor. Pero también sucede otro caso y es que cuando un escritor tiene mucho éxito con su primera novela, o la primera que nos llega en el caso de las traducciones, con las siguientes se tiene que enfrentar a una de las palabras más temidas: expectativas. Hoy traigo a mi estantería virtual, La hora azul.

     Conocemos a James, que es conservador de la colección Fairburn. Ahora agarrémonos porque la esposa de James, Helen, fue prometida de Sebastian, son grandes amigos y aquí no ha pasado nada. Bueno, sí, que la madre de Sebastian es un dolor de muelas, pero nada más. El caso es que hay una mujer, Vanessa Capman, bellísima, hermosísima y artista, que cuando estaba en la cumbre se retiró a la isla de Eris, con la que James está un poco obsesionado, cuya obra es muy valorada. Y ahora se descubre que en una de sus esculturas hay un hueso aparentemente humano. James quiere evitar el escándalo, pero investiga mucho, tanto que sabremos que esta mujer fue amante del padre de Sebastian al que puso en su testamento en lugar de a Grace, que la cuidó hasta el final. Y ahora esta mujer se niega a dar documentos sobre la artista y eso lleva a que todos viajemos a la isla de Eris a ver qué pasó allí. Y es que en el camino hay quien desapareció, cosas que no se dijeron y algunos secretos que, como hemos visto en esta sinopsis mínima, pueden involucrar a cualquiera de los participantes.

     Una cosa que no le voy a perdonar a Hawkins es que escribiera La chica del tren. No por la novela en sí, esta te podía gustar o no gustar y no pasaba nada. Pero dio el pistoletazo de salida a un montón de gente que optó por seguir su estela barriendo como una ola salvaje mi interés. Dicho esto, vamos con la novela de hoy. 
     Cuando uno se enfrenta a una lectura de Hawkins ni busca alta literatura ni la espera. Es más bien la búsqueda de entretenimiento por entretenimiento. El bestseller que parece fácil pero detrás del cual están todos los escritores del mundo, lo reconozcan o no. Y es que aquí todos quieren escribir como Shakespeare pero aspiran a vender como Rowling. Y nadie me apea de ese burro.
En esta novela Hawkins repite formulismo de narrador poco fiable, aunque tal vez quede más camuflado al utilizar el recurso de los recuerdos, no hace falta que sea el alcohol ya que la propia memoria es traicionera, y se enfrenta con bastante éxito a un lector ya acostumbrado que recela hasta del nombre de la protagonista. Sin embargo tiene bastantes diferencias con ella, las suficientes como para no parecerse en absoluto, algo que agradezo. Hawkins escribe una novela con una cadencia pausada en la que va dejando pistas que son recogidas por el lector poco a poco, o incluso una vez resuelto el enigma las recordará identificándolas como tales. Muestra la naturaleza de Eris, la inspiración que provocó en la artista y deja que se sienta como parte de la novela mientras se van desarrollando una serie de acontecimientos que mantienen la atención entre lo personal (lo que vienen a ser triángulos amorosos) y lo formal de la trama de misterio. Es evidente que no estamos ante una novela policíaca, ni siquiera se aproxima, y hablo del misterio porque es realmente de lo que trata: un misterio. Pero estaría más cerca de Evelyn Hugo que de Perdida, si tengo que ser sincera. 
     Es verdad que no perdona las sorpresas y revelaciones finales, pero estamos ante una historia concebida para ser leída en más de un rato y creo que, sobre todo, para despegarse de estar ligada siempre al mismo tipo de novelas.

     En lo personal me ha gustado más La hora azul que La chica del tren. Me lo he pasado mejor. Pero es una novela a la que hay que llegar sabiendo qué no es, porque, como decía al comienzo, las expectativas son un arma peligrosa. Y no solo para el autor.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

lunes, 2 de diciembre de 2024

La saga de los longevos. La vieja familia. Eva García Sáenz de Urturi

 


     "Me despertó la sensación angustiosa del agua raspando mis fosas nasales, colonizándome la boca e inundando la garganta, camino de los pulmones. El suelo blanco resbaló a mis pies, y me agarré desesperado a los bordes de la bañera para salir a la superficie. Aire. Por suerte el aire vino a salvarme y tosí como lo haría un anciano. Después me alcé y quedé de pie, desnudo, con el agua que por poco acaba conmigo chorreando por mi espalda." 

      Hay libros que son la historia de un sueño. Este es uno de ellos, con el que la autora llegó al mundo editorial a través de Amazon, donde estuvo muy poco tiempo, y que ahora se reedita tras una carrera de éxito que incluye un Premio Planeta. Hoy traigo a mi estantería virtual, La saga de los longevos.

     Conocemos a Adriana, una historiadora que regresa a Santander contratada por el Museo de Arqueología; pero no viene sólo a trabajar sino también marcada por el suicidio de su madre y dispuesta a rehacer su vida. En el museo se encuentra Iago del Castillo, que dirige una investigación genética que incluye a sus dos hermanos. Todos ellos de edades inusitadas. La relación entre ambos será crucial en esta historia. 

      Lo cierto es que leí este libro hace ya tiempo y es con motivo de su reedición que me decido a volver a ponerlo en mi estantería virtual ya que ahora es cuando tiene la difusión para llegar a más gente. La trama me pareció en su momento, original, eso de entrada. No hablamos de inmortales, sino de longevos. Personas que no envejecen y que tienen miles de años y están viviendo entre nosotros mientras se adaptan a los cambios. Y ahí la autora sobresale dando pequeños detalles, de esos en los que no piensas a no ser que te los pongan delante pero, una vez que te los explican, contribuyen a convertir una historia en una buena historia. Un ejemplo es el desgaste dental que puede tener una persona de determinada edad. Recuerdo que al leerlo no pude evitar sonreír pensando "Claro, es normal". Ese tipo de detalles. No nos encontramos esta vez seres paranormales cargados de poderes, sino personas que intentan llevar una vida normal en contra de la moda literaria de los últimos tiempos. Eso me gustó, captó mi interés puesto que ya podía tachar el camino habitual de estas historias.
     Protagonizada por Adriana y Iago, los acompañamos en sus vivencias mientras observamos como confluyen de forma irremediable sin temer que el libro se convierta en una simple historia romántica. Porque tampoco es eso. En realidad, Eva nos ofrece un libro que se lee con rapidez, en el que buscamos el motivo, el gen que determina que unas personas sean longevos y otras no. Buscamos también la causa de la muerte de la madre de la protagonista y asistimos a las tiranteces familiares de los protagonistas. Si tuviera que poner una etiqueta al libro diría que es una historia familiar con todas las pequeñas ramificaciones que eso implica. Una historia de las que gusta leer, que nos atrapa curiosos entre sus páginas para proporcionarnos horas de entretenimiento y que, llegado el final... nos obliga a hacer cábalas sobre una posible segunda parte. A estas alturas todos sabemos que hay una segunda e incluso una tercera parte de la historia, pero si conseguís llegar a esta lectura sin saber nada de la trama a largo plazo uno de los placeres del libro es pensar en cómo puede continuar la historia. Y es que las sagas, cuando se leen sabiéndose que lo son, a veces llevan el pequeño spoiler incluido de tener el conocimiento de quiénes tienen todas las posibilidades de, por ejemplo, permanecer con vida.

      La saga de los longevos es una novela que se repesca para quienes quieran leer algo diferente a lo habitual. A fin de cuentas, un libro es novedad para quien no lo haya leído independientemente del momento en el que se publicara por primera vez. Aunque tengo que decir que por motivos personales me gusta muchísimo más la cubierta de la edición antigua.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

      Gracias