sábado, 31 de mayo de 2014
Ojos y manos y libros
Se viene hablando desde hace ya días de la Feria del libro de Madrid, normal, allí las casetas se cuentan por cientos y los visitantes... bueno, no quiero aventurarme pero supongo que os podéis hacer una idea. Sin embargo no todos podemos acercarnos a esta feria y, quien más y quien menos, tiene una cerca de casa a la que una vez al año nos asomamos. Y esa es la nuestra, nuestra Feria.
No soy una persona especialmente mitómana y la cosa no cambia cuando hablo de escritores, a fin de cuentas ¿qué es un escritor sino una persona en cuyas manos pongo mis cinco sentidos durante unas cuantas horas? Espera, dicho así... bueno, tal vez si que haya alguno que otro al que mire de una forma especial. Y tal vez por eso, durante unos días me una al gentío que recorre casetas aún sabiendo que no realizaré apenas compras. Porque en mi feria del libro lo que me importa es mirar. Y sí, miro mucho a los escritores cuyas obras he leído. Supongo que si tuviera que explicarlo me pasaría un poco como a quien le preguntas qué es lo primero que mira en alguien del sexo opuesto y te contesta que los ojos cuanto en realidad le mira el culo o las tetas o un palmo por debajo de los abdominales. Mentimos. Y yo reconozco que tampoco les miro los ojos sino las manos. Ahí va una manía, pero me llama la atención ver como sujetan el bolígrafo a la hora de firmar o si colocan el libro más o menos inclinado para escribir la dedicatoria de turno. No me preguntéis el motivo. Y también observo las caras de quienes esperan asomándose por encima del hombro de quien tienen delante para poder llevarse una mirada, incluso una sonrisa del autor de moda o de aquel que compraron porque en sus estantes no puede faltar un título suyo que haya salido al mercado. O la mirada del escritor que acude por primera vez a una caseta y le ves los nervios pensando en si habrá alguien dispuesto a dejarles un libro para que estampe en él su marca personal; o la del futuro autor que acude soñando que tal vez, y sólo tal vez, dentro de un tiempo pueda ser él quien se siente a sudar bajo el sol y sonreír a quienes se animan a acercarse.
Y así una feria que debiera de ser de libros se convierte para mi en algo muy distinto. Es un mundo de ojos y manos y pies que se estiran hasta apoyar sólo la punta y así aparecen otros ojos que se asoman. Miradas que van de silla en silla, de mesa en mesa, y que luego se deslizan por títulos que conocían o por otros que quieren descubrir. Ojos que buscan un título, un nombre; manos que se alargan deslizando los dedos por portadas que muchas veces no pueden llevarse a casa (la economía siempre manda en estos casos) pero que en una suerte de movimiento reflejo nos desobedecen y se dejan guiar por los ojos. Y manos, y ojos, y libros, y manos...
Como comentaba al principio, tal vez no podamos acudir a una feria del libro repleta de casetas, pero estoy segura de que todos tenemos una feria, una librería, biblioteca... en la que nos adelantamos a lo que será un placer seguro.
Este año os propongo disfrutar de la feria con los cinco sentido: ver todo lo que nos ofrece, degustar las palabras, oler a libro nuevo y papel, escuchar las conversaciones, la recomendación del librero y tocar, tocar libros, lomos, páginas. Y sobre todo, recordad que no es algo que suceda un día. Tal vez las ventas de estos días ayuden a que muchas librerías puedan salir adelante un tiempo, pero las librerías pueden ser lugares mágicos todos los días del año.
Y vosotros, ¿acudís a las ferias que os cogen cerca?
Gracias
viernes, 30 de mayo de 2014
Ávidas pretensiones. Fernando Aramburu
"El coche fúnebre entró en Morilla del Pinar por la única carretera del pueblo. Juanjo Changa, que lo conducía escuchando canciones mexicanas a todo volumen, redujo la velocidad por si se terciaba comprobar en el semblante de algún lugareño los efectos de la ocurrencia. La ranchera que sonaba en aquellos momentos coincidió con el tintineo camparil, pueblerino, chiquitito, de las nueve."
Fernando Aramburu es una de las voces sólidas de nuestra literatura. Lo mismo consigue meterte en una triste historia reciente, que te lleva a imaginar agencias de viajes con destinos como Antíbula y también consigue hacer reír. Al menos a mi. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Ávidas pretensiones.
Viajamos a Morilla del Pinar, allí se celebran unas jornadas poéticas de tres días de duración. Un convento como sede y casi una treintena de poetas serán los ingredientes de esta novela galardonada con el Premio Biblioteca Breve en la que iremos conociendo a estos poetas y sus historias personales y enredos mientras dura el congreso.
Alguna vez he comentado que no soy una persona que se ría con facilidad leyendo un libro. Bien, con este me he reído. Aramburu nos coloca un narrador que, evidentemente, tiene muy poco aprecio por sus personajes. Así que no puede evitar un soniquete a sorna en casi todas sus palabras que hace que incluso las partes dramáticas nos lleven la sonrisa a los labios. De este modo consigue que el narrador se convierta en una suerte de protagonista fantasma de una historia, en la que nos demuestra sus filias y sus fobias sin pudor alguno. Ya nos avisa nada más comenzar la novela de que no nos dirá que poetas se esconden tras los nombres, consiguiendo que fijemos nuestra atenta mirada en los detalles desde la primera página y provocando que nos preguntemos en quién pensaba el autor: no os molestéis, ya dijo que simplemente vio una convención así (o no así, simplemente eran poetas) en Alemania y de ahí partió la idea.
Sumemos al tono y la ironía que destila, las rarezas, las historias y el ego que pueden destilar estos protagonistas y ya empezaremos a comprender lo que nos cuenta Aramburu. Pero no es simplemente eso, sino que también nos habla de las personas. No sé si habéis acudido a un congreso alguna vez, yo sí. Por supuesto no era un congreso tan lírico como este... pero algo tiene de verdad ese reflejo de microcosmos por unos días, ese mirarse unos a otros y hacer corrillos, reírse y meterse el dedo en el ojo y contar chistes y anécdotas sabiendo que otras nuevas se están fabricando en ese momento. Todo esto mezclado con las fantásticas formas que el autor ya nos ha demostrado que tiene más de una vez, es lo que nos deja en Ávidas pretensiones. Y unas cuantas cosas más, si nos paramos entre sus afiladas letras.
Es viernes y os propongo conocer a Changa, Susana, Charli o La Nivea en una historia que entre tonos de humor, chistes incluidos, nos deja ver momentos dramáticos. Una novela francamente divertida que, os aviso, puede hacer que soltéis una carcajada en mitad de una sala de espera, por poner un ejemplo. Pero digo yo, ¿a quién no le gusta reír?
Y vosotros, ¿me podéis decir un libro que os haya hecho reír?
Gracias
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jueves, 29 de mayo de 2014
La pequeña Dorrit. Charles Dickens
"Un día, hace años, un sol abrasador caía sobre Marsella.
Un sol ardiente en un implacable día de agosto no era algo extraordinario en el sur de Francia; no lo había sido hasta la fecha ni lo sería después. Nada en Marsella ni alrededor de Marsella había dejado de mirar el fiero cielo que, a su vez, todo lo había mirado, hasta tal punto que el hábito de mirar había llegado a generalizarse."
Ya es público el placer que encuentro en los clásicos, volver a ellos de forma periódica muchas veces para desintoxicarme de novedades, otras por releer algo ya conocido o por reconciliarme conmigo misma tras alguna lectura de esas que preferimos no confesar. Hoy traigo a mi estantería virtual uno de esos libros que sabes te van a dejar satisfecho incluso antes de comenzarlo, se trata de La pequeña Dorrit.
Conocemos a la pequeña Dorrit, Amy, con 22 años, aunque pronto nos damos cuenta de que no es su edad sino su aspecto el que le ha deparado ese sobrenombre. Vive en Marshalsea, en una cárcel de deudores que la vio nacer, ya que no era extraño que los hombres que iban a estos lugares decidieran llevarse a su familia con ellos. Amy está allí con sus hermanos y además trabaja para la señora Clennam y es esto último lo que provoca que el hijo de la misma se comience a fijar en ella y decida ayudar a su familia.
Dickens y sus grandes historias. Novelas que muchas veces son valoradas por sus lectores en función de su extensión sin tener en cuenta todo lo que nos deja dentro de cada historia. Porque una vez más Dickens no se limita a una buena historia y unos personajes dibujados a la perfección, sino que vuelve a tomar el término novelón y hacerlo suyo para hablar de familias, secretos, herencias, lazos, traiciones y todo lo que se nos pueda ocurrir bajo un marco que retrata a la perfección la vida de época.
Publicada en un primer momento por entregas mensuales entre 1855 y 1857, se concibió para llevar el título Culpa de Nadie aunque terminara siendo La pequeña Dorrit, y ya en 1857 vería la luz en un único tomo.
Tengo que decir que si no nos dejamos asustar por un puñado (grande) de páginas, nos encontraremos ante una de las mejores novelas del autor. Lo primero que me llamó la atención fue el concepto de Cárcel de deudores que yo no conocía, pero al ir leyendo sus descripciones, sus rutinas plasmadas de forma minuciosa, decidí investigar para encontrarme conque el autor podía hablar muy bien de un lugar que había pisado su propio padre, primera sorpresa durante la lectura. Hay más, ya es sabido que el autor usa vivencias cercanas o propias a pequeños sorbos en muchos de sus libros.
Sin embargo no es minucioso sólo en este punto sino que uno termina conociendo perfectamente cada personaje y lugar en los que se desarrolla la obra, como si nosotros mismos nos estuviéramos paseando, testigos de lo que allí sucede. Y esto en una novela corriente puede parecer incluso fácil, pero aquí hablamos de una trama principal alrededor de Amy y Arthur y un sinfín de subtramas que se van entrelazando hasta formar un tejido irrompible por el que subimos y bajamos entre la curiosidad, el interés y la sorpresa. Aún así, de todas ellas y de todos los personajes, me quedo con Amy y su forma de actuar y pensar. Es de esos inolvidables que por mucho tiempo que pase seguiré recordando con cariño.
Se podrían decir mil cosas más de este libro, de los momentos que pasas con él y de las sensaciones que despierta. Es lo que tiene la buena literatura: uno se pone a hablar y siempre se le queda algo en el tintero. Por eso os recomiendo que aprovechando cualquier excusa os acerquéis a él para descubrirlo con vuestros propios ojos. Merece la pena, es Dickens.
Ahora que miro mi última frase... Charles Dickens es un autor conocido por todos, de esos que se supone todo el mundo tiene que leer pero también de los que ya conocemos lo que sucede en muchas de sus obras sin haberlas leído, ¿eso os impide leerlas o en estos casos os acercáis a ellas sin que afecte a vuestra decisión?
Gracias
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miércoles, 28 de mayo de 2014
El cumpleaños secreto. Kate Morton
"La Inglaterra rural, una casa de labranza en medio de ninguna parte, un día de verano a comienzos de los años sesenta. Es una casa modesta: entramado de madera, pintura blanca medio descascarillada en la fachada oeste y una planta trepadora que se encarama por las paredes. De la chimenea surge una columna de humo y basta una mirada para saber que algo sabroso se cuece a fuego lento en la cocina."
Hay autores que parecen encontrar la fórmula del éxito y todas sus novelas son leídas por un gran porcentaje de lectores, por eso no es difícil que alguien te regale un libro suyo sea o no lector, porque se ven en todas las librerías. Hoy traigo a mi estantería virtual un claro ejemplo de esto: traigo El cumpleaños secreto.
Conocemos a Laurel cuando tiene 17 años y es una joven que sueña con grandes planes de futuro. en ese momento es testigo de un hecho que no podrá olvidar ni siquiera a fecha de hoy, cincuenta años después. Ha llegado a ser una actriz famosa y vuelve a casa por el cumpleaños de su ya anciana madre
Dorothy, momento en que se empieza a remover el pasado.
Kate Morton no es una de mis autoras favoritas. Me entretiene, pero no llega a entusiasmarme. Por eso esperé un tiempo antes de leer esta novela, para dejar enfriar las mil opiniones que se vertían en cualquier parte a la que mirase. Posiblemente lo que me sucede es que se me antoja repetitiva: novelas con varios hilos temporales, secretos del pasado que se destapan y mujeres que buscan en su vida. Está claro que uno ya sabe lo que va a encontrar cuando abre una novela de esta mujer. Pero hay que ser justos y reconocer también que construye historias sólidas, con personajes cuidados que despiertan sentimientos directos en el lector y que son fáciles de leer, logrando picar la curiosidad del lector que se deja engullir por la historia.
En esta ocasión se mantiene fiel a su estructura la historia del presente y la del pasado se entremezclan entre recuerdos y dudas de una forma que, aunque os haya podido sonar caótica, no despista al lector. Una vez más los personajes son el punto fuerte, no solo Laurel, sino Vivien y Dorothy me han parecido magníficas. De hecho, si tuviera que quedarme con un personaje no dudaría en hacerlo con Dorothy sin apenas pararme a pensar.
Nos moveremos además en 2011 para buscar en 1959, encontrándonos con guerra y costumbres que han ido cambiando con el tiempo.
Creo que ya he comentado en alguna ocasión que las novelas de Morton me han ido pareciendo más elaboradas a medida que va escribiendo y esta es una prueba de ello. Con un arranque lento pero que asegura al lector en la historia, consigue enganchar y que busquemos ese secreto familiar: que sospechemos, recojamos pistas y nos sorprendamos con alguno de sus giros hasta llegar a un final que consigue dejar satisfecho al lector. Una novela, en definitiva, muy entretenida en la que tengo que decir he echado de menos un poco de originalidad por parte de la autoraf.
Y vosotros, ¿habéis caído ya en las letras de Kate Morton?
Gracias
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martes, 27 de mayo de 2014
Skagboys. Irvine Welsh
"Ni siquiera la rigidez de tabla de este viejo e inflexible sofá puede impedir que mi cuerpo se escabulla hacia la salvación. Me recuerda las residencias universitarias de Aberdeen; tendido en la oscuridad, y regodeándome en la gloriosa ausencia de ese miedo que se acumulaba en mi pecho como las espesas flemas en el suyo. Porque ahora, oiga lo que oiga ahí fuera, el chirrido de los neumáticos de los coches en las estrechas calles de bloques de viviendas de protección oficial (que a veces barren con sus faros el aire rancio de esta habitación), borrachos desafiando al mundo o cantándole serenatas, o los desgarradores maullidos de gatos entregados a sus angustiantes placeres, ese ruido sé que no lo voy a oír.
Ni una tos."
Trainspotting no cabe duda que fue una obra seguida por miles de personas casi desde su publicación. era transgresora, era diferente y estaba bien construída. Tiempo después apareció Porno que se ambientaba años más tarde y ahora le tocaba el turno a un viaje un poco más largo para situarnos justo antes de Trainspotting. Era muy difícil resistirse así que hoy traigo a mi estantería virtual, Skagboys.
Estamos en Edimburgo a principios de los años ochenta. El país se convulsiona bajo la mano de Margaret Thatcher y las huelgas de mineros y el aumento de la tasa del paro son una constante en las calles. La clase obrera se hunde mientras las drogas parecen tomar fuerza en las zonas más deprimidas y el sida comienza a aparecer. En este ambiente muchos fueron los que se dejaron tentar por esa sensación de vacía felicidad que les podían proporcionar este tipo de sustancias.
Los chicos de la heroína, nos titula Welsh a esta novela, que es justamente eso, un descenso lento al infierno de las drogas y todo lo que eso puede traer consigo en unos jóvenes. Ahí encontramos a Renton, un universitario del que se sienten orgullosos en su familia por ser el primer, a Sick Boy que vive bajo la sombra familiar, a Spud y a Begbie y a través de ellos darnos un reflejo social. Porque sobre todo, los capítulos a modo de distintas voces que componen este libro, lo que hacen es ir dándonos una imagen social muy completa de un momento complicado en muchos aspectos que me parecía especialmente interesante ver tratado. Y también hace que reflexionemos. Me encontré pensando sobre las drogas y como caen en ellas en los peores momentos, casi buscando un motivo aún a sabiendas de que no lo iba a justificar.
Me gusta como escribe Welsh y ya no sólo por ese concepto de tentación y caída, de primeras veces que luego se convierten en costumbres y que no deja de ser interesante; sino también por la época social a todos los niveles; las reacciones de la población: adultos indignados en las calles, jóvenes que miran buscando su sitio sin darse cuenta de que tal vez, estén pensando que lo han encontrado en el lugar equivocado. Todo ese entorno que se convierte casi en una bomba hace que al leerlo también nos preguntemos lo que ha cambiado en los últimos treinta años. Hoy os invito a conocer a un grupo de jóvenes y a olvidaros casi de sus caras si habéis pasado ya por Trainspotting antes de abrir el libro, porque esta vez serán un grupo de amigos tomando decisiones equivocadas, muy equivocadas. Si no conseguís despegaros de eso, tampoco lo haréis de la incómoda sensación de estar ante un libro que existe porque tira de un éxito como me ha pasado a mi.
En conjunto la novela me ha gustado, aunque no tanto como Trainspotting. He tenido la sensación de que le sobraban algunas páginas y me quedé aún así con las ganas de que profundizase más en algunos aspectos como las familias. Habrá que esperar a saber si esta obra también se convertirá en un éxito de la gran pantalla.
Y vosotros, ¿alguna vez os animáis con esto de las precuelas o sois de los que las miráis con suspicacia pensando en el motivo de su aparición?
Gracias
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lunes, 26 de mayo de 2014
Identidades secretas. Daniel Estorach
A mi y a unos cuantos malnacidos. Post-it ha vuelto a la ciudad. ¿Y esta vez para quedarse!"
Hace ya tiempo que traje al blog Hoy me ha pasado algo muy bestia una novela que partía de una idea original: un hombre llamado Dani, al descubrir que tiene poderes, los usa para salir a la calle y combatir la delincuencia dejando constancia de su vida en un blog secreto. Por eso, y sabiendo que es una trilogía,. estaba claro que iba a leerme los siguientes, así que hoy traigo a mi estantería virtual, Identidades secretas.
Cuando dejamos Hoy me ha pasado algo muy bestia, su protagonista partía con rumbo incierto y es apenas un mes después que retomamos la historia. La gente sigue recordando al hombre apodado el héroe del Post-it (dejaba un post-it en la frente de los futuros detenidos, para la policía) y un artículo en un periódico recuerda como las calles eran mejores mientras estuvo actuando. Así es como Xavier decide continuar lo que su amigo Dani había empezado, pese a que no tiene más poder que una buena condición física provocada por años de duro entrenamiento. Una vez más será Carmen quien lo ayude, al comunicarse con él de forma telepática indicándole qué hacer.
Si la primera parte de la historia nos hablaba de un héroe de una forma más cotidiana a lo que estamos acostumbrados, en esta segunda parte el autor hace un pequeño giro para conservar originalidad: es casi como si nos dijera; mira, mira, ahora sin poderes. De este modo y manteniendo la idea del testimonio en el blog, el amigo de Dani decide continuar su obra. Con ello nos habla de los problemas con los que desayunamos todos los días en las noticias, la delincuencia, los robos, la violencia doméstica... y hacen que comencemos a ver una parte de denuncia en la historia. Y también las voces que se alzan en este caso ayudando a nuestro héroe, consiguiendo que pensemos que pese a todo aún queda esperanza.
En la trama acompañaremos a sus protagonistas mientras vamos conociendo un poco mejor a Carmen y a personajes que ya nos habían presentado como Perro Negro o Sara y que ganan peso en la historia. Lo que no os voy a desvelar, es nada de la trama, ya que en este tipo de novelas es importante llegar sin pistas, pero si os adelanto que hay sorpresas y alguna que otra respuesta.
Con un tono cercano y un especial cuidado en el vocabulario, lo cual ya me llamó la atención en su antecesora, Estorach nos cuenta una historia que se nos antoja francamente entretenida. Xavier es como cualquier lector y eso hace que comprendamos perfectamente lo que piensa y siente y también, por qué no, sus motivaciones. Para llegar a este libro os recomendaría pasar por la primera parte, leerlos en orden es importante para saber dónde estamos y poder situarnos a la perfección. Y también os digo una cosa, os quedaréis con ganas de continuar ya que, si bien Estorach nos va dando respuestas y claves que hacen que la trama funcione, nos falta ponerle el broche de cierre.
Me gusta esta originalidad que demuestra que no todo está escrito o inventado y me sigue pareciendo refrescante sacar una idea que parece más propia de un cómic y construir con ella una trilogía (y que sea tras la novela cuando se piense en sacar la versión cómic).
Esta vez comenzamos la semana con un libro diferente. Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias
viernes, 23 de mayo de 2014
Aniquilación. Jeff VanderMeer
"La torre, que en principio no debía estar ahí, penetra en el suelo justo antes de que el bosque de pinos negros empiece a dar paso a la marisma, , y luego a los juncos y a los árboles torcidos por el viento de los llanos pantanosos. Más allá de estos y de los canales naturales están el océano y, algo más lejos siguiendo la costa, un faro deshabitado."
Hoy cambiamos de género y entramos en un mundo desconocido con el primer volumen de una trilogía que ha llegado haciendo ruido, un éxito en su país. Hoy traigo a mi estantería virtual la primera parte de la trilogía Southern Reach: Aniquilación.
Imagina que tu marido va a una expedición al llamado Área X, un lugar extraño, aislado del resto del continente al que se llevan años mandando expediciones con resultados irregulares. Y regresa, pero no regresa. Imagina que te apuntas a la siguiente expedición como bióloga. Y te cogen. La tuya será la duodécima expedición. Irás junto a una antropóloga, una topógrafa y una psicóloga que será quien asuma el mando. Sus nombres no importan, como tampoco importa el tuyo. Hay una frontera que no tienes claro como se pasa, te hipnotizan para hacerlo y ya estás allí. En ese mundo que está en el tuyo pero no es el tuyo donde todo es extraño y hay un faro y una torre que en realidad tampoco es una torre porque es un agujero. Empiezas tu expedición.
Estas son las reglas de la expedición que nos cuenta la bióloga como narradora y así es como entramos en este territorio desconocido que nos resulta tremendamente atractivo desde las primeras páginas. Éramos cuatro, nos dice en la primera página, y ya intuimos que algo ha sucedido en ese lugar que imaginamos poco a poco a la perfección gracias a los trazos que nos va dejando el autor. Así que tenemos que buscar la amenaza, ya sabemos lo que ha sucedido en otras ocasiones así que somos un par de ojos más que vigilamos cada sombra, cada gemido al anochecer, cada gesto de los integrantes... porque sabemos lo que ha sucedido otras veces. Y en este pequeño espacio con apenas un faro, una torre, un bosque, agua.. empezamos a ahogarnos.
Esa es la baza que juega el autor, la claustrofobia. Claustrofobia de no saber cómo se llega y pensar en cómo se sale, de pensarse vigilado, de tener que vigilar y te tener también que vigilarnos a nosotros mismos. Claustrofobia de mirar y respirar un aire desconocido y un paisaje que no sabemos reconocer. Él nos lo describe, nos habla de biología sin perder el tono cercano, sin hacernos buscar diccionarios que nos den la imagen de lo descrito: lo vemos. Y llega el momento en que lo sentimos y somos parte de esa expedición una vez más mientras caminamos buscando algo que nos explique más, queriendo saber. Por eso avanzamos en la lectura sin descanso, porque necesitamos saber el lugar en el que estamos, y lo que ha sucedido allí. Por eso vamos recogiendo pequeños detalles, sin apenas darnos cuenta. Y terminamos el libro sin querer, pero queriendo seguir leyendo. Aunque la historia tiene un buen broche, necesitamos el siguiente. Y después de eso nos sentamos a esperar. Porque esta vez, sabemos que hay más.
Aniquilación es una historia que no da tregua, esta vez no hay un malo del que huir ni un cementerio encantado. Pero aún así, es difícil dormir tranquilo entre sus páginas. Y para aquellos que piensen que este tipo de libros suelen caracterizarse por su extensión: apenas supera las 230 páginas. Todo ventajas para unirse a esta expedición.
Y vosotros, ¿os animáis con los géneros fantásticos?
Gracias
PD: Os dejo el book trailer
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jueves, 22 de mayo de 2014
Un millón de gotas. Víctor del Árbol
"Después de la lluvia el paisaje tomaba un trazo grueso y los colores del bosque se volvían más contundentes. El limpiaparabrisas seguía batiendo de derecha a izquierda con menos desesperación que al salir de Barcelona, una hora antes. Por delante quedaban las montañas que ahora, mientras anochecía, no eran más que un volumen oscuro a lo lejos."
Todas las personas tienen un secreto. Eso no significa que sea un secreto importante para el mundo, puede ser el lugar en el que esconden su diario o tal vez que un día se colaron en el autobús. Pero suele ser así, y no pasa nada, les hace humanos. Y eso es justo lo que les pasa a los personajes de Víctor del Árbol y lo que los humaniza y los convierte en imanes. Por eso tenía ganas de que llegase su último libro, y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Un millón de gotas.
Conocemos a Gonzalo Gil, un hombre condenado a vivir bajo sombras: la de su suegro un abogado todopoderoso, la de un matrimonio monótono, la de una familia que se ha visto distanciada durante años... Sin embargo todo cambia cuando se entera de la muerte de su hermana. Tras años sin saber de ella se entera de su suicidio y de su relación con la muerte de un hombre cuyo nombre le era desconocido. A partir de ese momento comenzará a indagar en un mundo que hará tambalearse tanto su vida familiar actual como sus propios recuerdos.
He dado muchas vueltas sobre la forma en que convenía encarar este libro. Es cierto que tiene una fuerte historia detrás en la que hay amor, hay venganza, hay pasiones, desengaños, mafia.. pero no me quería quedar en la superficie. Porque todo eso que forma parte de esta novela, no es más que la superficie. Y es precisamente eso lo que la hace especial.
Narrada en dos tiempos, uno en el presente y otro que se sitúa a finales de los años treinta recuperando una historia terrible de guerras y gulag en la que nos presenta al padre del protagonista, Víctor encuentra la excusa para hacer lo que mejor sabe: hablarnos de personas. Personas como Gonzalo, un buen hombre que sobrevive su día a día sin hacer ruido, conservando algún reflejo de lo que lleva dentro pero pasando desapercibido y que es empujado a salir de esa cáscara que ha llevado puesta durante años. O como Laura, jamás tuvo tanta fuerza un muerto, que se negó a quedarse quieta cuando todo el mundo se empeñaba en avisarle del lugar en el que se metía. Personas que se dejaron arrastrar por la corriente para conseguir un poder ficticio basando en el dinero sin preguntar el lugar del que venía y otras cuyo mayor valor es la vida que les tocó en suerte y que guardan como un tesoro. Y nos presenta también la herencia de estas personas, la recibida de sus padres, destacando Elías, un personaje tan complejo como la vida que le tocó que se movía muchas veces entre luces y sombras, de héroe a caído, de voluntario en la Unión Soviética a esclavo, héroe o víctima, en un hilo apasionante que va encajando poco a poco con la historia actual. Porque todas estas personas, todos sus secretos, sus deseos de venganza, sus pasiones... no son más que gotas en una novela que no puedo dejar de recomendaros.
Víctor escribe de una forma frontal, y eso hace que el lector se encuentre tan desnudo como sus personajes, sin poder apartar la vista de ellos y dejando que la historia le vaya calando. Porque sus novelas no se pueden leer desde la distancia, nos acompañan, nos empujan a seguir entre sus páginas, a sentir todo lo que nos cuenta como propio. Lo mejor en estos casos es dejarse llevar y llegar al final con los ojos bien abiertos y los sentidos alerta para no perder detalle. Un final que tememos y deseamos y dudamos... y que pone un broche perfecto a una buena novela negra. Me quedo, como me ha sucedido antes, esperando al siguiente título del autor.
Y vosotros, ¿cuáles son las historias que os hacen vivir sus letras?
Gracias
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martes, 20 de mayo de 2014
La tumba de las luciérnagas. Akiyuri Nosaka
"Estaba en la estación Sannomiyam, lado playa, de los ferrocarriles nacionales, el cuerpo hecho un ovillo, recostado en una columna de hormigón desnuda, desprovista de azulejos, sentado en el suelo, las piernas extendidas; aunque el sol le había requemado la piel, aunque no se había lavado en un mes, las mejillas demacradas de Seita se hundían en la palidez..."
Esta vez confieso que conocí el libro tras haber visto su adaptación a la pantalla, una película de animación que me dejó pensando durante mucho tiempo. No sería hasta hace unos meses que me enteré de la existencia de este libro que incluye dos relatos del autor, así que tenía que hacerme con él. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La tumba de las luciérnagas.
Como comentaba, este libro contiene dos relatos del autor. En uno de ellos, Las algas americanas, nos cuenta la visita de un matrimonio de jubilados estadounidenses a Japón. Han pasado veinte años desde el fin de la guerra y será el anfitrión japones de este matrimonio quien nos cuente la visita y las diferencias culturales que van tropezándose durante la misma mientras que la sombra de la guerra no deja de planear entre recuerdos. El otro relato es ya La tumba de las luciérnagas. Es la historia de dos niños durante la guerra. Dos niños que pierden a su familia y que padecen hambre hasta sus extremos más trágicos mientras pierden motivos por sobrevivir. Es, en definitiva, la historia de Seita y Setsuko, dos nombres difíciles de olvidar para quien lea la historia.
Una de las cosas que más me han llamado la atención de este libro es la naturalidad con la que escribe su autor. No necesita buscar dramatismos para que el lector se sienta conmovido por sus historias. Percibimos perfectamente los sentimientos que despiertan sus palabras y, en el caso de La tumba, eso lo hace más terrible aún. Un niño que acepta con naturalidad una guerra y sus consecuencias es con toda seguridad una de las cosas más trágicas que pueden suceder en nuestra sociedad. Es cierto que soy crítica muchas veces con este tipo de historias claramente enfocadas para buscar la sensiblería, pero en este caso, y posiblemente por el paralelismo con la vida del autor cuya hermana murió de hambre, huye de dramatismos innecesarios. Supongo que pensó que bastantes encerraban los hechos y por eso no los adornó creando esa sensación de irrealidad que destilan muchas obras.
Nos habla también de costumbres japonesas, de la mirada que ponían en la forma de vida norteamericana y de las heridas de la guerra en una sociedad que sigue dando importancia a costumbres y cortesías. Nos habla en realidad e muchas cosas y aún así serán las que no dice sino que muestra las que permanecerán en nuestra memoria durante mucho tiempo.
Puede que os parezca una historia dura, pero indudablemente han pasado mil como esta en el mundo, y mirar hacia otro lado no hace que desaparezcan. Y esa es una de las reflexiones que, como lectora, tuve una y otra vez mientras leía estos relatos. Un descubrimiento, incluso conociendo la historia de antemano. No puedo dejar de recomendaros que os acerquéis a este título.
Ayer no os pregunté, así que decidme, ¿qué libro tenéis entre manos?
Gracias
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lunes, 19 de mayo de 2014
Wakefield. Nathaniel Hawthorne
"Recuerdo haber leído en alguna revista o periódico viejo la historia, relatada como verdadera, de un hombre -llamémoslo Wakefield- que abandonó a su mujer durante un largo tiempo. El hecho, expuesto así en abstracto, no es muy infrecuente, ni tampoco -sin una adecuada discriminación de las circunstancias- debe ser censurado por díscolo o absurdo."
Hay autores que me enamoran con sus letras y cuya obra busco de forma incansable. Por eso cuando encuentro un nuevo título, aunque sea de un relato, me siento igual que si hubiera descubierto un tesoro. Eso me pasa por ejemplo con Hawthorne, así que imaginaros mi alegría al descubrir el libro que hoy traigo a mi estantería virtual. Se trata de Wakefield.
Hawthorne nos cuenta que ha leído en la prensa la noticia de un hombre que salió de su casa afirmando volver lo más tarde en unos días, y que no lo hizo hasta pasados veinte años. Lo llama Wakefield y nos lo presenta, nos cuenta su mente y sus pensamientos para indagar lo que pasa por su cabeza para haber estado veinte años fuera de casa, en otra que estaba al final de la misma calle.
Más allá de la trama que el propio autor nos resume en una línea, la historia nos habla de un hombre inseguro y peculiar. Un hombre que decide irse de casa para observar si la vida sigue en ella tras su ausencia. Así, sacrifica en vida su existencia para comprobar como su mujer sigue avanzando pese a tener que hacerlo sola, y se da cuenta de la escasa importancia que tiene un hombre para el universo. Desde su punto de observación nos relata una historia que pasa de curiosa a angustiosa incluso, en la que no tenemos claro cual va a ser el desenlace. Una vez más no hablo del hecho en sí, ya nos ha dicho en las primeras líneas que vuelve, lo que no sabemos es la acogida que puede tener este hombre huido en el Londres victoriano.
Hawthorne construye una historia que invita a la reflexión en menos de cien páginas y que se complementa con unas ilustraciones francamente hermosas. De un tiempo a esta parte empiezan a verse más los libros ilustrados y lo cierto es que esta editorial se caracteriza precisamente por sus trabajos cuidados, convirtiendo títulos como Wakefield, en joyas.
Empezamos la semana con un libro ilustrado. Y vosotros, ¿os animáis con los ilustrados que parecen estar tomando las mesas de las librerías?
Gracias
PD. Aprovecho para recomendaros al escritor. Merece la pena que os acerquéis a él.
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sábado, 17 de mayo de 2014
Entrevista a Sagar Prakash Khatnani
- Entonces, ¿antes de Amagi ya habías escrito algo?
- Bueno, antes de Amagi había ganado concursos locales, en el colegio de demás, pero todos con cuentos. También algún concurso del ayuntamiento que incluía un premio en metálico y su posterior publicación.
- Y además de una hermosa historia, ¿podrías decirnos qué es Amagi?
- Amagi es el núcleo emocional de lo que yo aprendí en una etapa de mi vida, pero novelado. Es un canto a la libertad individual, al paso de la adolescencia a la madurez.
Yo creo además que los libros deben ser entretenidos, porque ese es el medio de captar la atención del lector, pero también considero que los libros han de aportar algo, han de enriquecer, han de esclarecer en la medida de lo posible, y por eso sabía que quería que fuese un libro trepidante, pero también emocional, espiritual, que hablase sobre las verdades de la vida.
Al final es la historia sobre un muchacho que se hace un hombre, sobre un aprendiz que se convierte en maestro, sobre el esclavo que quiso dominar el mundo.
- Esa sinopsis es impresionante, pero condénsalo un poco para futuros lectores. ¿Qué es amagi en una sola frase?
- Amagi en una frase es una fábula sobre la búsqueda de los sueños.
- ¿Tu sueño pasa por la literatura?
- Mi cima siempre ha pasado por la literatura. Mis padres dicen que incluso cuando no sabía leer me sentaba ante los libros y me inventaba las historias. Con el tiempo, empecé a dictar a la profesora mis ideas y ella me las grapaba como libritos, hasta que aprendí a escribir por mí mismo y me puse a ello.
- Esta historia tiene mucho de Las mil y una noches. Cada noche un cuento y siempre queriendo saber más. Cada día una enseñanza, una reflexión...¿Es un reflejo de como ves tú la vida?
- Yo creo que la vida es una prueba constante, y cuando uno se sabe todas las respuestas, va la vida y te cambia las preguntas. En ese sentido el mundo es impredecible y no hay manual que valga. Sin embargo creo que es importante reflexionar sobre el misterio de la existencia, no solo en un plano espiritual, como plantea Amagi sino también científico. Creo que la cultura debe acercarnos al conocimiento, al respeto y la comprensión. No entiendo la cultura como una herramienta de segregación, ni para distinguirse unos de otros, sino de unión.
- Normalmente pregunto por la documentación. Y Amagi es un caso particular en este tema debido a los escenarios y acciones que nos encontramos, ¿cómo lo hiciste?
- Pues mira, yo al ser de origen indio, podría haberlo ubicado en Jaipur de donde es mi padre o en Calcuta de donde es mi madre, pero me parecía un cliché, algo muy fácil y manido, algo muy conocido. Y yo lo que quería era viajar, soñar, disfrutar de un mundo nuevo. Así que busqué en el mundo árabe donde podía ubicar la novela. Leí sobre el país, las costumbres y demás y también sobre las rutas de esclavos, sobre las embarcaciones... luego por supuesto de lo que leí, en el libro solo salió un cinco por ciento, el restante 95% lo había utilizado yo para ubicarme.
No quería saturar el libro con información que no venía al caso.
-Una historia con un gran protagonista y llena de personajes. Muchos hombres y también mujeres inolvidables.
- Sí, las hay mezquinas, fuertes, hay una red de personajes secundarios tremenda. Luego hay mujeres muy sabias como Maya o Aisha que son fundamentales en su vida, y otros personajes que lo apoyan y le ayudan como Aliena.
- Y ahora con el libro ya en la calle, ¿tienes algo en mente?
- Pues ahora tengo en mente dar a conocer el libro, porque después de tanto trabajo, si uno no está pendiente de moverlo, se pierde en el maremágnum de novedades. También estoy recopilando muchas ideas para una historia muy muy bonita, pero que aún necesita ser bien pulida. Sin embargo, yo no tengo prisa, no soy alguien que escriba rápido, sino todo lo contrario, tardo muchísimo y por tanto solo vendré con un nuevo proyecto cuando crea que esté a mi gusto.
- Y por último, ¿puedes decirnos lo que estás leyendo ahora?
- Pues ahora estoy leyendo El fantasma de la Ópera de Gastón Leroux, pero en la mesilla tengo para todas las noches Autobiografía de un Yogui.
Ayer comentaba que este libro da para horas de lectura y muchas más de conversación. Eso es lo que me pasó con el autor, que una pregunta me fue llevando a otra y me quedaron otras tantas en el tintero. De hecho... la entrevista que os dejo es una pequeña muestra de todo lo hablado. Tengo que darle por ello las gracias a Sagar Prakash.
Y, como siempre, gracias a todos vosotros por pasar por aquí.
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Sagar Prakash Khatnani
viernes, 16 de mayo de 2014
Amagi. Sagar Prakash Khatnani
"¡Amagi!- gritó Yuseph, despertando en mitad del alba.
Aún jadeaba y, como cada noche, el catre el catre estaba empapado en sudor. Otra vez había tenido el mismo sueño, el mismo que en las últimas siete mil trescientas noches, desde el día en que había nacido."
No sabría decir si fue la cubierta, la edición o el título lo que más me llamó la atención de este libro. Lo que si os aseguro es que me pareció diferente, y eso ya provoca mi curiosidad. Así que no tardé mucho en decidirme a leerlo. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Amagi.
Conocemos a Yuseph, un joven con un sueño recurrente y una palabra que lo persigue, "Amagi". Se acerca a esas edad en la que un joven decide el rumbo de su vida, y la suya parece tener un camino marcado; seguirá a su padre. Sin embargo una serie de acontecimientos lo embarcarán en un viaje lleno de aventuras demostrándole que la vida misma es un viaje.
Supongo que si tuviera que definirlo en pocas palabras diría que Amagi es un cuento para adultos. Así lo percibimos en cada una de sus páginas mientras seguimos la vida del joven que lo protagoniza. Con un estilo envolvente que nos hace sentirnos como ese sultán que escuchaba cada noche los cuentos de Sherezade, asistimos a un viaje de aprendizaje que parece no terminar nunca. Nos embarca el autor en una historia Bildusngsronan marcada por las reflexiones y las aventuras. No os voy a sorprender ahora si os digo que no me gustan los libros de autoayuda, y este título ha sido asociado unas cuantas veces con ese concepto aunque yo no lo he leído como tal. Me he encontrado con una historia de amor en muchos sentidos: el amor de un padre por un hijo, del hijo por la vida, de amor apasionado, de amistad... y eso ha hecho de este libro una lectura francamente entretenida además de interesante. Es cierto que está salpicada de reflexiones, y que posiblemente muchos lectores se pararán en ellas mirándose a si mismos, pero en ningún momento me ha parecido una "lectura dirigida".
Me ha gustado. La ambientación y el estilo son tan diferentes a mis lecturas habituales que me hicieron disfrutar de cada palabra. La historia, mucho más compleja de lo que parece en un primer momento, está llena de personajes secundarios inolvidables; mujeres que van marcando la vida y los sentimientos de Yuseph, adultos clasistas que llevan a esclavizarlo, compañeros de dichas y de desdichas que lo menosprecian, lo valoran o se aprovechan de Yuseph junto a otros que lo tienden la mano sin conocerlo, y personas con las que se reencuentra una y otra vez. Cada uno de ellos, va dejando una pequeña impronta en nuestro protagonista, acompañándolo ya para siempre.
Y así es como asistimos a su vida, una vida que lo empuja a moverse una y otra vez, y que nos mueve con él deseosos de saber como terminará su historia.
Terminaré diciendo que he disfrutado de Amagi como lectura, pero infinitamente más, como tema de conversación.
Y vosotros, ¿sois de los que os sentís atraídos de vez en cuando por lecturas que se desmarquen de vuestra línea habitual?
Gracias
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Sagar Prakash Khatnani
miércoles, 14 de mayo de 2014
La mirada de los ángeles. Camilla Läckberg
"Habían pensado aliviar el dolor reformando la casa. Ninguno de ellos estaba seguro de que fuese un buen plan, pero era el único que tenían. La otra opción era dejarse consumir."
Ya he comentado alguna vez que no me gusta engancharme a muchas sagas, sobre todo por no estar pendiente de la salida al mercado del siguiente, ni dejar la historia colgando. Esta es un ejemplo de ello y, aunque la autora saca libros con bastante velocidad, muchos son los fans que están pendientes de las fechas. Hoy traigo a mi estantería virtual, La mirada de los ángeles.
A Erika y su marido, el comisario Patrik, ya los conocemos. No en vano estamos en la octava entrega de su historia en Fjällbacka. Así que a quienes conocemos es a Ebba y a Marten, un matrimonio que ha perdido a su hijo pequeño. En un intento por remontar sus vidas llegan a la isla de Välo, a la granja en la que creció la mujer. Sin embargo, como si el destino la tuviera tomada con ellos, habrá un gran incendio que irá dejando al descubierto la intrigante historia de Ebba, sin familia. Patrik se encargará de investigar el incendio mientras Erika descubre que tal vez esté ante un buen argumento.
Siempre he pensado que este tipo de sagas de rápido consumo se desgastan pronto. La autora nos ofrece en ese caso una historia entretenida que sigue la misma pauta que sus novelas anteriores, aunque esta vez no hay un asesinato que perseguir, sino un incendio. Mediante la cuidada mezcla de la historia personal de la pareja protagonista y los misterios que tienen que desvelar nos irá desgranando de forma lenta un argumento que, siguiendo su costumbre, desarrolla en dos líneas temporales. Sin embargo, tengo que decir que esta vez me ha parecido mucho más elaborado, adentrándose en la Segunda Guerra Mundial incluso.
De este modo, mediante alguna sorpresa y bastantes deducciones que no siempre nos cuentan, iremos conociendo la triste historia familiar de Ebba, y buscaremos una misteriosa firma en tarjetas de cumpleaños... y descubriremos la relación del título con el argumento (una relación que es fácil de despejar ya que la misma editorial nos lo dice). Läckberg ha encontrado una buena veta para crear historias y está demostrando que sabe aprovecharla, ya que sus lectores se cuentan por miles e incluso ya hay una adaptación cinematográfica. La sencillez narrativa, procurar tratar en sus libros algún tema social relevante, la posibilidad que da al lector de buscar a los culpables y el tirón de la historia personal de los protagonistas así como lo exótico que nos resulta ese entorno tienen mucho que ver. De hecho, yo pensaba que un lugar como Fjällbacka debía de ser tranquilo, incluso aburrido, y me he dado cuenta de que es justo lo contrario a juzgar por su índice de criminalidad. Es más, ahora que lo digo, es una de las dos cosas que me gustaría preguntarle a la autora; la otra es sobre Anna, la hermana de Erika. Tengo curiosidad por saber si se inspiró en alguien real y, en caso de ser así, qué es lo que le hizo ya que a la pobre mujer parece que le suceda todo.
Hoy os dejo una novela que se disfruta en un rato, de una saga que siempre he tenido la sensación de que va de más a menos. Una historia entretenida que, por lo que he podido leer, continuará a finales de año, y que es perfecta para esos ratos de piscina en los que se busca una lectura fácil. Sin más.
Y vosotros, ¿termináis las sagas aunque pierdan fuerza por el camino?
Gracias
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martes, 13 de mayo de 2014
From Hell. Alan Moore & Eddie Campbell
"Desde el infierno
Mr Lusk
Señor
Os envío la mitad del riñón que saqué a una mujer y he conservado para vosotros. La otra pieza la freí y comí con gran deleite. Quizá os envíe el cuchillo ensangrentado que lo sacó si aguardáis un poco más.
firma
Atrapadme cuando podáis"
Traducción de la carta enviada por correo el 15 de octubre de 1888 a George Lusk, presidente del Comité de vigilancia de Whitechapel.
El cómic es escaso en mi estantería virtual. Más que en mis estantes reales. Me he dado cuenta esta semana pasada tras enseñaros el libro ilustrado de Bukowski, y hay cómics que merecen estar tanto más que muchas novelas. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual From Hell.
Tomando el título del encabezamiento de esa carta recibida, y presuntamente escrita por Jack El Destripador, Alan Moore nos deja una obra impresionante en la que busca reconstruir los hechos a partir de una serie de hipótesis que documenta perfectamente al final del libro. No es un cómic al uso, no es para ser leído de un tirón sin pararse en los detalles y eso ya se nota desde los dibujos. Campbell nos deja su firma en una obra oscura mediante dibujos construídos por infinidad de trazos negros que crean una atmósfera de comunicación en callejones siniestros con el lector, de intranquilidad. Un lector que es incapaz de perder de vista un detalle: Jack el Destripador existió.
El autor de cómics como Watchmen se mete de lleno en una historia que es casi leyenda, sobre la que se han escrito más de mil líneas a la que le restan otras tantas por escribir, y sale más que airoso de ello. Nos paseamos por las frías calles de Londres siguiendo las pistas que nos va dejando con un ritmo pausado (no en vano estamos hablando de más de 500 páginas) y disfrutamos de esta otra manera de contarnos la historia, el cómic. Y sin embargo entra en profundidad más de lo que pudiéramos pensar, el libro se complementa con las explicaciones del propio Moore, con los detalles de sus fuentes, dando solvencia y peso a lo leído. Consigue con ello el golpe de efecto final para conseguir que el lector salga más que sorprendido de esta incursión en un cómic nada común y con la sensación de haber leído una obra especial.
Llegué a este libro gracias a @Offuscatio y me encontré con un completísimo retrato londinense de época. Un retrato oscuro, tenebroso, marcado por la ausencia de color en el que el dibujo pareciera un simple medio para relatar una historia y acaba siendo una forma más de meternos en ella. Hoy os invito a conocer la historia de Jack el Destripador y a descubrir lo que sucedió allí. Porque, desde luego, no puedo dejar de recomendároslo. Eso sí, hay que llegar sin pensar en las otras obras de Moore, From Hell es la prueba de que hay muchos tipos de cómic.
Decidme, que ayer no os pregunté, ¿qué estáis leyendo esta semana?
Gracias
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lunes, 12 de mayo de 2014
La rubia de ojos negros. Benjamin Black
"Era martes, una de esas tardes de verano en que la Tierra parece haberse detenido. El teléfono, sobre la mesa de mi despacho, tenía aspecto de sentirse observado. Por la ventana polvorienta de la oficina se veía un lento reguero de coches y a un puñado de buenos ciudadanos de nuestra encantadora ciudad, la mayoría hombres con sombrero, que deambulaban sin rumbo por la acera. Me fijé en una mujer que, en la esquina de Cahuenga y Hollywood, aguardaba a que cambiara la luz del semáforo."
Un puñado de palabras le bastan para conseguir situarnos, ambientarnos y que deseemos ver a Marlowe otra vez. Era imposible resistirse y saber si merecía la pena o si era otro de esos intentos por recuperar libros de éxito por parte de autores actuales. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual La rubia de ojos negros.
A Philip Marlowe ya lo conocemos, solitario, inquiero... y esta vez se le cruza como clienta una joven más que hermosa llamada Clare Cavendish, además de una rica heredera. ¿El encargo? encontrar a su antiguo amante, al que ha visto de pasada cuando éste había muerto atropellado. Así que Marlowe, bajo la mirada de esta bella rubia de ojos negros, se dispondrá a investigar.
Me cuesta entender esta moda de continuar historias, o hacer secuelas, o resucitar personajes, o como quieran llamarlo. Picotee con La muerte llega a Pemberley y también con el último Holmes, movida sobre todo por la curiosidad. Y en este caso he mirado el libro con cierta desconfianza. No por nada, el autor me gusta, pero era Marlowe. Y si lo pienso elegir a John Banville, que ya se había desdoblado en Benajmin Black para ser Chandler, no era tan mala idea. Pero vamos con el libro.
La historia rezuma años cincuenta y Black es impecable en su ambientación. El caso es interesante, una hermosa mujer cae rendida a un Marlowe solitario y la trama se complica dejando un rastro con el inconfundible olor a novela negra que tanto nos gusta. Peleas, cine, pubs y muertos con guiños a obras pasadas de Chandler terminan de componer una historia de la que se disfruta página a página mientras descubrimos a quien es quien en esta novela y, sobre todo, qué ha pasado con Nico Petersen. Pero... y era imposible saltarse el "pero", Marlowe es distinto a nuestro detective de siempre. Supongo que en estos casos los autores tienen que optar por no salirse del camino o por dejar su propio sello personal, y está clara la opción de Black cuando nos deja a un Marlowe que sigue siendo solitario, y sigue haciéndonos sonreír con alguna de sus respuestas, pero que nos da la sensación de abrirse perdiendo una parte de esa esencia de tipo duro que, personalmente, tanto me gustaba.
Iría situado justo después de El largo adiós, aunque podemos leerlo de forma independiente, y considero que su lectura se disfrutaría mucho más habiendo leído este título pese a que no es un requisito imprescindible. Black nos muestra a un Marlowe que reconocemos, pero que tiene sus diferencias con el original, en un libro que merece la pena ser descubierto. en este libro una rubia cree ver a un hombre que había muerto... y los lectores podremos hacer justo eso con un detective que creíamos ya desaparecido y que es uno de los grandes del género.
Y vosotros, ¿qué opináis de esta moda de resucitar clásicos?
Gracias
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viernes, 9 de mayo de 2014
Tráeme tu amor y otros relatos. Charles Bukowski & Robert Crumb
"-¿Eres el revisor? -preguntó.
-¿El revisor de qué?
- El revisor de la verosimilitud.
- No, no lo soy."
Posiblemente Bukowski sea de los últimos escritores que han llevado con orgullo el cartel de "maldito". Maldito él y su actitud y sus escandalosas letras, sus personajes, en su mayoría también malditos, y sus novelas, por qué no. Bukowski era auténtico o vulgar, sincero u ofensivo, un genio o acaso un farsante, pero en lo que si se ha convertido es en uno de los nombres más importantes de la literatura contemporánea. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Tráeme tu amor y otros relatos.
Este libro está compuesto por Tráeme tu amor, No funciona el negocio y Bop, bop, contra el telón, así como de las ilustraciones realizadas por Crumb para los mismos. En los relatos descubrimos a una mujer consumida por los celos hasta perder la cordura, a un cómico venido a menos que está tambaleándose ya en el fango del fracaso y también la vida de los niños en las calles. Y Crumb, que coincidiera con Charles una sola vez, lo ilustra de forma recargada, consiguiendo adaptarse a las letras en forma y estética de una forma realmente brillante convirtiendo así este título en una joya.
Muchas veces nos tenemos que pensar dos veces si acercarnos a un determinado escritor. Posiblemente Bukowski pertenece a ese tipo de autores que intimidan por sus letras o sus títulos, que miramos de reojo tras haber escuchado un par de poemas, con cierto temor por lo que podemos encontrarnos si llevamos a casa el libro. Por eso comenzar con tres relatos me parece una forma muy acertada, una buena toma de contacto, como un entremés. Nos encontramos con sus personajes perdedores, su realismo directo y esos mundos bajos que tanto le gusta explorar. Aquí todo es justamente lo que parece y nos lo cuenta sin dar rodeos.
Esta vez son cincuenta páginas las que nos dejan una buena muestra de la sociedad marginal y del dibujo que busca la expresividad por encima de la belleza. Y así tiene que ser ya que los relatos no son bellos, son historias de fracasos, y putas, y borrachos, y viejas, y locales sucios, y moteles. Y tengo que decir, que son terriblemente buenos, porque por encima de saber si provoca, si busca hacerlo, si no lo hace... tenemos la sensación al tropezarnos con sus letras, de estar leyendo un texto visceral ante el que somos incapaces de no sentir nada. Y si hay algo que no me gusta, son los libros que me dejan indiferente.
Como ya comentaba al comienzo de la entrada, la edición es una joya, para conservar. Y los relatos una muy buena opción para iniciarse con Bukowski.
Y vosotros, ¿a qué escritor no os atrevéis a acercaros?
Gracias
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jueves, 8 de mayo de 2014
El paciente. Juan Gómez-Jurado
"Todos ustedes creen conocerme. Se equivocan.
Han visto mi rostro incontables veces: desde la primera vez que apareció en televisión la foto de mi carnet de conducir, cuando la policía comenzó a perseguirme, hasta el momento en que el jurado me declaró culpable, en directo ante cientos de millones de espectadores. El mundo entero sabe mi nombre. El mundo entero tiene una opinión sobre lo que hice. Me resultan tan indiferentes las condenas como los aplausos."
Ya había comentado que este libro me parecía perfecto para unas vacaciones y estos días he aprovechado. vacaciones y literatura de recreo. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El paciente.
Conocemos a David Evans, un cirujano de renombre que nos cuenta desde el corredor de la muerte su historia. Hace más de un año este hombre viudo y con una hija vive el secuestro de esta última y la exigencia del secuestrador: ha de matar al presidente de los Estados Unidos para recuperarla. Cierto es que ya está enfermo y que lo tiene que operar en unos días, pero ¿matarlo? así que David decide llamar a su cuñada.
Visto el argumento lo primero que notamos es que no es de una gran originalidad, al menos de entrada. Ya hemos visto libros y, sobre todo, películas que parten de la misma idea. y precisamente por eso ya sabemos que estamos ante un libro concebido para entretener. Y así lo hace el autor desde las primeras páginas con una acción trepidante con una historia en la que distinguimos dos partes: la primera persona del neurocirujano, dominada por un amor infinito e incondicional a su hija y por su propia conciencia, y la tercera persona cuando nos hablan de su cuñada, cuyo personaje no me gustó tanto, que es agente y tía de la niña, y a quien vemos en esa lucha contrarreloj.
La novela es dinámica, busca sorprendernos y se agarra con fuerza a los dilemas ya mencionados para mantener la tensión en todo momento. Un padre que se debate entre lo que quiere y lo que debe mientras nos preguntamos si en este caso no es lo mismo que nos hará llegar al final con la lengua fuera. Está claro que la novela cumple con creces su cometido, escrita a pulso casi cinematográfico en algunas escenas, no es de extrañar que ya se hable de película. El final... bueno, en este tipo de libros los finales siempre tienen alguna crítica, en mi caso me ha parecido un final correcto que pone un broche muy adecuado a la novela y que cierra perfectamente ese comienzo tan abrupto que tiene el libro, que coge desprevenido al lector conviertiéndose en uno de sus puntos fuertes. Reconozco que habiendo leído la sinopsis no me esperaba en absoluto un comienzo como el que os he puesto al principio de la entrada y eso ya hizo que simpatizara con el protagonista y el título. Un protagonista que está muy logrado, con el que simpatizamos con facilidad y que sobresale a lo largo de toda la narración.
Una historia recomendable para pasar un rato entretenido. Sin más pretensiones. Pero ojo, nadie dijo que conseguir eso fuera fácil.
Y vosotros, ¿os lanzáis de vez en cuando a este tipo de historias que sólo buscan el puro divertimento del lector?
Gracias
PD. Hoy sí, book tráiler:
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miércoles, 7 de mayo de 2014
El secreto. Donna Tartt
"¿Existe, fuera de la literatura, ese defecto fatal, esa hendidura aparatosa y oscura que marca una vida? Antes creía que no. Ahora creo que sí. Y creo que el mío es este: un deseo enfermizo de lo pintoresco a cualquier precio."
No me he confundido, no. Y no es que no haya leído El jilguero, libro que ahora está en todas partes y que pareciera que todo aficionado a la lectura ociosa ha de adquirir y leer. Simplemente me he decidido a comenzar por el principio, la primera obra de Tartt, y además y bajo mi modesta opinión, la mejor. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, El secreto.
Conocemos a Richard Papen y al grupo que forma al ser admitido en un curso de literatura clásica, así como a su profesor Julian Morrow. En este grupo de jóvenes que experimenta con sensaciones se comete un crimen, alrededor del cual se teje un secreto que empieza a amenazar con ser desvelado. Las consecuencias de ello se irán desgranando ante los ojos del lector.
El libro está contado por el propio Richard Papen, quien recuerda la historia de una forma tan vívida que nos parece presente. A través de sus palabras y conociendo desde el primer momento el crimen y quien hizo qué nos sumergiremos en esta historia de más de setecientas páginas que son capaces de enganchar desde el principio. Es un libro que genera intranquilidad en el lector , tanta como un buen thriller, y que tiene una buena dosis de intriga. Vamos viendo como se desgranan los hechos de forma tranquila, entre descripciones medidas al milímetro y no podemos evitar juzgar el mundo que nos enseña, ni preguntarnos muchas veces el por qué, pararnos a reflexionar sobre lo que está sucediendo. Los jóvenes y sus reacciones, sus fascinaciones, miedos y curiosidad por la experimentación son expuestos al escrutinio del lector que ávido de palabras, ve consumirse la historia casi sorprendido por la velocidad a la que pasa las páginas del libro.
El punto fuerte del libro son sus personajes, y eso la autora lo sabe y se entretiene en ellos hasta que los conocemos perfectamente. Los desnuda, al igual que a su profesor que se muestra como una persona manipuladora, una clara influencia en este grupo que no deja de estar un tanto desorientado y del que destacaría a Henry. Asistimos a un ambiente en el que se abusa de sustancias, en el que la preocupación por uno mismo es la ley imperante y en el que Tartt busca reflejar un determinado ambiente elitista de determinados colleges durante la década de los noventa y que salpica con detalles de la cultura griega. Ya desde las primeras páginas nos damos cuenta del buen hacer de su autora, y es que si hay algo sobresaliente en este libro es lo bien escrito que está. Dicho así puede parecer una tontería, incluso osado por mi parte el atreverme a juzgar la calidad de un escrito, pero cuando nos movemos en este tipo de novelas, pronto nos damos cuenta del "tirón" que tiene el autor al escribir. De las ganas y lo fácilmente que avanzamos o no. Y tengo que decir que es un placer leer a Tartt, aunque luego sus tramas nos puedan gustar más o menos.
En el caso de El secreto, yo disfruté mucho de su lectura, así que no puedo dejar de recomendároslo. Aunque soy consciente de que lo que hubiera tocado en esta entrada, era hablar de El jilguero. Pero eso, será otro día.
Y vosotros, ¿os animaréis a acercaros a la obra de Donna Tartt?
Gracias
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martes, 6 de mayo de 2014
Ritos funerarios. Hannah Kent
"Dicen que debo morir. Dicen que le robé el aliento a unos hombres y que ahora ellos deben robarme el mío. Supongo, entonces, que todos somos llamas de vela, brillantes de grasa, parpadeando en la oscuridad y en el aullido del viento, y en la quietud de la habitación escucho pisadas, pisadas espantosas que se acercan, que vienen a apagarme y sacarme la vida del cuerpo en forma de corona de humo gris. Me fundiré con el aire y con la noche. Nos apagarán a todos, uno a uno, hasta que quede únicamente su luz, bajo la que se ven ellos. ¿Dónde estaré yo entonces?"
Pocas veces puedo decir que he acertado con las lecturas de un viaje. Esta ha sido una de ellas, y los libros que me acompañaron durante kilómetros constituyeron por si mismos, otro viaje que igualaba a las propias vacaciones. Hoy traigo a mi estantería virtual, Ritos funerarios.
Conocemos a Agnes, condenada a muerte por el asesinato de dos hombres espera la ejecución de su sentencia en casa de un alguacil y su familia mientras desgrana su historia al joven ayudante de un pastor, que intenta comprenderla.
Dicho así, el resumen de esta obra es más bien pobre, por eso me voy a explicar un poquito más.
Este libro nos cuenta la historia de la última condenada a muerte en Islandia. Se trataba de una zona tan pobre, que la mujer tuvo que ser custodiada en una casa en la que las ventanas en lugar de cristales tenían vejigas y apenas se sabía lo que era el café. En un pueblo que no sólo era frío, sino que tuvo que esperar a poder conseguir un hacha y un verdugo para ejecutar una sentencia. Un pueblo temeroso de Dios, pero que también conocían de la superstición y en el que las historias corrían a la misma velocidad que los fríos vientos del invierno. Esta historia nos habla de una casa y de su propietario, que fallecería asesinado junto a un amigo en un crimen que se intentó ocultar con fuego y del que fueron acusados tres criados, mirados como monstruos por las gentes temerosas de ver en ellos alguna marca del diablo. Y es aquí, en este frío país, en este pueblo y en esta casa en la que viven el alguacil, su mujer y sus dos hijas, el lugar en el que se desarrolla la historia.
Contada a tres voces, escucharemos a Agnes, al joven ayudante que no sabe si está preparado para ayudarla y también al narrador que todo lo ve para saber las reacciones de esa familia ante la situación que les es impuesta. Desprovista de todo sentimentalismo fácil, conocemos a esta mujer y su historia sabiendo ya el desenlace y preguntándonos lo que realmente sucedió aquella noche. Pero eso sólo al principio. Pronto nos vemos atraídos por la situación y nos arrimamos al fuego de una vieja chimenea para escuchar resguardándonos del frío y la miseria humana. Empezamos a vivir y a escuchar igual que hace la familia del alguacil en una pequeña estancia y nuestras impresiones cambian, para terminar estando atentos a cada palabra, a cada pensamiento, a cada reacción. Incluso deja de importarnos si es culpable, la que nos importa es ella y como vive cada uno de los momentos que le restan de una cuenta atrás anunciada. Letra a letra, semana a semana avanzamos a su lado por una novela que me ha parecido tan abrumadora como fascinante. No penséis que es un libro triste, no busca que tengamos el corazón encogido sino relatarnos una historia de un modo sencillo. Y posiblemente eso sea lo que la convierte en una gran novela.
Y vosotros, ¿sois de los que leéis cuando vais de viaje?
Gracias
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lunes, 5 de mayo de 2014
Cartas de amor. Dylan Thomas
"Empezar esta carta de la manera en la que lo estoy haciendo acaba con la necesidad de utilizar el demasiado formal señora, el estirado Miss Johnson (tal vez algo ambiguo, pero sin intención) y el descarado Pamela (ambiguo y sin intención, una vez más). Acaba también con el mismo obstáculo en su caso.
Si es horroroso contestar a las cartas entonces me considero tan malvado como usted."
Si hay un ejercicio privado en el mundo, es amar. Cada uno lo hace a su manera, muchas veces incomprendida por los demás, pero es como sabe hacerlo, como le sienta bien. Por eso mismo, siempre he pensando que escribir una carta de amor ha de ser a la fuerza un ejercicio tan personal como el sexo; se desnudan las almas y no los cuerpos y se anhela la respuesta que nos diga que hemos estado a la altura en nuestras letras. Hoy traigo a mi estantería virtual justo eso, un desnudo de Dylan Thomas en su libro, Cartas de amor.
Conocemos en este libro a Dylan Thomas en su faceta más privada. Se nos descubre como un hombre enamorado de distintas mujeres, y por encima de todas la suya. Lo vemos adorarla, echarla de menos y sufrir estando lejos de su familia y también lo vemos enamorado de otras, con ese amor que dicen solo se siente una vez y que enloquece al hombre y provoca unas letras enfervorecidas, caóticas, repetitivas... y hermosas. Porque en eso tenemos a la fuerza que coincidir todos, y es que siempre ha sido hermoso observar a una persona enamorada.
Sin embargo en este libro encontramos mucho más que a un hombre dejándose llevar por sus pasiones. Están llenas de pequeños detalles, de sus sueños, sus miedos, sus críticas a quien lo rodea y sus opiniones sobre la poesía del momento. Nos habla de poemas propios y ajenos, de publicaciones literarias de mayor o menor valor y también de su situación económica personal. Dylan Thomas se desnuda mostrando una prosa en la que se percibe la poesía que lo hizo famoso y nos enseña también sus flaquezas; sus miedos, la bebida como una constante, su salud... todo él queda reflejado en este puñado de cartas.
Dicen que las personas que se dejan llevar por sus pasiones viven más, las que sienten todo a flor de piel y sufren, aman, ríen o patalean. Y si es es cierto, Dylan Thomas murió siendo un joven anciano que se dejó llevar en su vida por los excesos y falleció precisamente por ello. Y aún así, y aún sabiendo que era capaz de amar a una y otra mientras dudaba si beberse una copa más, es capaz de enamorarnos con sus letras, con sus quejas, sus reflexiones, y su sentido del humor. Un hombre torturado que a ratos nos deja la sensación de sentirse solo y necesitarse querido, y que poco a poco, letra a letra va calando en el lector entre enfervorecidas declaraciones y súplicas, aunque ya sepamos que posiblemente sean sentimientos olvidados demasiado pronto y sustituidos por otros igualmente abrasadores, igualmente verdaderos.
No se trata en este libro de leer una correspondencia que nos muestre una historia o que nos exponga una relación. Aquí lo que tenemos es a Dylan Thomas; que finalmente nos deja con la sensación de que, al igual que sus mujeres, tampoco nosotros lo hemos tenido del todo en sus letras. Así que cerramos el libro y vamos corriendo a buscar uno de sus poemas. Es difícil no querer más exactamente igual que es difícil no sonreír leyendo una carta de amor. A fin de cuentas, ¿a quién no le gusta una carta de amor?
Tras unos días retomo la actividad, y lo hago haciendo una pregunta que no se me había ocurrido hasta ahora. ¿Con qué libro comenzáis la semana?
Gracias
PD: Dicen que estas fueron sus últimas palabras, en noviembre de 1.953:
"He tomado dieciocho whiskies seguidos. Creo que es todo un récord."
Dylan Thomas
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jueves, 1 de mayo de 2014
Madres
Imagen: http://fundacionbalms.org/ |
Mi madre
Richard Ford
Cuando uno escucha la palabra madre tiende a pensar en la propia. Jamás se nos ocurre pensar en una madre cualquiera. Siempre en la nuestra; con su mirada y sus gestos, sus abrazos y sus guisos, en los momentos que compartimos con ella. Si algo tienen las madres es que son únicas incluso para cada uno de sus hijos, y deberían precisamente por este motivo tener derecho a no envejecer, a no enfermar, a no faltar jamás y a no tener nunca falta de nuestros abrazos. Por eso suele sorprenderme en este punto la literatura, ya que pocas veces hablan de madres si no es para completarnos a los hijos. Este fin de semana, entre fiestas, puentes, o días laborables, se celebra el Día de la Madre y si el año pasado lo celebramos haciendo un repaso por esas madres que moran en el mundo literario, hoy lo haremos con las madres del mundo menos virtual de todos.
Si a estas alturas os cuento que una de mis pasiones son los libros, no voy a sorprender a nadie. Por eso, si tuviera que recomendar un regalo para este día, sería un libro. Y me diréis ahora que es porque no veo más allá, que un libro no puede uno echárselo encima para oler mejor, ni tampoco ponerlo al cuello y combinarlo con los zapatos a juego. Pero en cambio es el complemento perfecto y personalizable al cien por cien. Tenemos Perdida para las madres aficionadas a los misterios, La nieta del señor Linh para las que saben entenderse sin palabras, 50 sombras para... para... parece ser que para muchas a juzgar por las cifgras de ventas y el corte de la lectora habitual. Pero sigamos: Criadas y señoras para las amantes de buenas historias entre fogones, Respirar por la herida para las reservadas, Cien años de soledad para las que disponen de tiempo y ganas de enamorarse de letras, Benedetti para las que gustan de la buena poesía, Rosas en el cielo para quienes escuchan historias familiares y las recuerdan, el de Belén Esteb... no, este no, no.
Si nos fijamos hay para todas y en todos los formatos. Así que lo único que nos queda es pensar en la destinataria y buscar. Y no sé vosotros, pero yo siempre he disfrutado pensando en el regalo adecuado para la persona adecuada. A fin de cuentas, seamos sinceros; pocas personas son la adecuada.
He cargado una maleta con libros y paso el puente fuera, así que espero que disfrutéis mucho de estos días. Espero que me ayudéis a completar la lista con sugerencias para regalar a una madre. Os iré leyendo, a ver si le compro algo a la mía.
Gracias
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