lunes, 30 de abril de 2012

El enredo de la bolsa y la vida. Eduardo Mendoza.


     "Llamaron. Abrí. Nunca lo hiciera. En el rellano, con la mirada fiera y el gesto intrépido adquiridos tras largos años de férreo adiestramiento bajo la férula de inhumanos sargentos, un funcionario de correos blandía una carta certificada dirigida a mi nombre y domicilio. Antes de coger el sobre, acreditar mi identidad y firmar el volante, traté de zafarme alegando que allí no vivía tal persona, que si hubiera vivido allí, ahora estaría muerta y que, por si eso fuera poco, el difunto se había ido de vacaciones la semana anterior. Ni por esas."

     Cuando hablé de Riña de gatos ya comenté que este autor me gustaba mucho. Lo conocí a través de su curioso detective residente en un manicomio. El sin nombre, salvo el intento de su madre de llamarle como una afamada película, quedó siempre en mi recuerdo esperando saber si tras El misterio de la cripta embrujada,  El laberinto de las aceitunas y La aventura del tocador de señoras, volvería. Y así ha sido, por eso hoy os traigo su última obra y pongo en mi estantería virtual El enredo de la bolsa y la vida.

     Esta vez está viviendo en la peluquería en la que lo dejamos. Nuestro amigo se encuentra en Barcelona y se ve inmerso en la investigación sobre la desaparición de un amigo del sanatorio mental. A partir de aquí y con un dudoso equipo de informadores entraremos en un caso con hilos internacionales.

     Recuperamos al Mendoza conocido, con todo su humor, cayendo incansablemente en la sátira que usa como afilado azote de la sociedad y los poderes políticos. Recupera a su detective de dudosa cordura y enganchado a la pepsi para recordarnos su relación con Sugrañes y el manicomio del que parece nunca termina de salir. Con tintes de novela negra de detective vestido de antihéroe, Mendoza logra convertir su novela en una divertida parodia de la novela negra más actual. No se trata de jugar a la cordura como ya hiciera Torcuato Luca de Tena con sus Renglones torcidos de Dios, no. Nada tiene que ver.

     Contada en primera persona por el propio detective, al que ya iba echando de menos, tengo que decir que me he reído. Unas veces por su exageración del chiste bien armado llevado casi hasta el extremo, totalmente reconocible, y otras por la fina ironía que se destila de sus afirmaciones sobre el mundo que nos presenta en pleno boom inmobiliario. Me leí su libro practicamente de un tirón, con la satisfacción de encontrar una novela bien hilvanada que se sale de cualquiera de los géneros etiquetables. Una saga que cada vez cuenta con más adeptos y que, cuando muchos ya creíamos finalizada, resurge para hacernos cerrar el libro con media sonrisa. Esa que te provocan las buenas dosis de humor que te dejan reflexivo pensando en el objeto de chiste. Porque no se nos olvide, que el sentido del humor bien llevado, siempre encierra mucha crítica social, así viene siendo en la historia de nuestra literatura y así nos lo recuerda el autor con esta nueva entrega a manos del detective que una vez pudo llamarse Loquelvientosellevó.
     Os diré, ahora que nadie me lee, que dudo mucho de la locura de este detective que a ratos parece destinadoa embrollarse. Pero no se lo digáis a nadie.

     Y vosotros ¿alguna vez os decantáis por leer libros que os hagan reir?

     Gracias

domingo, 29 de abril de 2012

El príncipe y el mendigo. Mark Twain


     "En la antigua ciudad de Londres, cierto día de otoño del segundo cuarto del siglo m, nació un niño en el hogar de una familia pobre, apellidada Canty, que no lo deseaba. El mismo día nació otro niño inglés en una familia acaudalada conocida por el nombre de Tudor, que sí lo deseaba. Y no lo esperaba con menos anhelo todo Inglaterra. Gran Bretaña lo había ansiado y lo había pedido a Dios durante tanto tiempo, que el pueblo, al ver su ilusión realizada, se volvió medio loco de alegría."


     ¿Quien no ha visto alguna película que trate de eso? Sobre todo en el cine de adolescentes, chica rica, chica pobre, un gran parecido, un baño público... y voilá, tenemos historia. Pero si nos vamos a los clásicos, nos encontramos con esta que os traigo hoy, y de la pluma de un Mark Twain en pleno esplendor. Hoy rescato una historia que se ha repetido mil veces para echar un vistazo al original. Hoy traigo a mi estantería virtual El príncipe y el mendigo.

     Tom Canty es un niño pobre con una infancia difícil mientras que el príncipe Eduardo es... eso, un príncipe. Su gran parecido físico propicia que Eduardo, aburrido de su vida en palacio, proponga un intercambio entre ambos que le permita ver a su pueblo desde el anonimato. El príncipe descubre una vida entre maltrato y lo que significa ser "nadie" mientras que el niño pobre, ambiciona quedarse con esta vida recién descubierta. Pero una vez realizado el intercambio ¿quién va a creer que ese mendigo es en realidad el heredero de la corona? Y menos cuando la fecha de la coronación está tan próxima.

     He comenzado hablando de novelas juveniles y con este libro pasa como con tantos otros, leídos de adulto, en su versión completa, nos damos cuenta de que hay muchos pasajes crudos que tal vez, en la almibarada versión infantil, se omitieron directamente. El trato que recibe el niño del padre y la abuela de Tom nos resulta casi sobrecogedor cuando hacemos una lectura completa. Empieza a dejar de ser una fábula para convertirse en una historia mucho más plena. Una historia que no omite detalles a la hora de contarnos las partes más crueles, porque así es la vida que quiere que descubra el príncipe, la que está más allá de los muros de un palacio.

     La documentación y descripciones de los hechos y lugares son totalmente realistas así que poco a poco y sin dejar de lado la ironía que tanto caracteriza a este autor vemos como el clásico "ir de menos a más es fácil" reflejado en el mendigo que, una vez ascendido a príncipe reniega de lo que fue, se cumple. Mientras que el cambio inverso sirve para que el futuro gobernante madure. No sólo eso, sino que salimos de la lectura con el convencimiento de la necesidad de que todo gobernante sepa lo que es vivir como pueblo llano, para así ser consciente no ya de las comodidades que lo rodean, sino de las necesidades que tienen aquellos que no están cerca para que pueda verlos.

     Me gustó mucho el toque personal que le da al autor, extremando los personajes en su camino y como los va llevando al momento decisivo. Uno de ellos va a ser coronado, se deshaga o no el entuerto y todos tenemos la sensación de que no va a haber vuelta atrás una vez llegue ese momento. Esta novela, de algún modo explica el reinado justo que tuvo Eduardo VI, situándolo históricamente rodeado de personajes reales, dando tangibilidad a la historia. Además de ello, resalta los valores clásicos de honestidad, lealtad y familia. Premiando el trabajo y afirmando que aquellos que tienen algo de lo que arrepentirse, tarde o temprano les llegará el momento.

     Una novela histórica vista muchas veces como una fábula que tiene mucho que aportar en su lectura, merece la pena darle una oportunidad y descubrir los hechos reales y la tensión que el autor es capaz de provocar en el lector. Yo la disfruté muchísimo, de hecho... por eso la traigo.

     Decidme una cosa ¿No os suena la historia a adaptaciones mil?
     En caso afirmativo, dejadme que os diga que sería una pena que no le diérais por ese motivo una oportunidad.
 
     Gracias

sábado, 28 de abril de 2012

Entrevista a Christiane Gohl. Sarah Lark

   

  Hoy tengo el placer de acercaros a Christiane Gohl, Chris como me dijo ella misma, aunque seguramente si os hablo de Ricarda Jordan, autora de La doctora de Maguncia, ya os irá sonando más. Y si digo Sarah Lark… es seguro que todos la conocemos. En realidad es la misma mujer, una alemana afincada en España desde hace años que lleva escribiendo prácticamente una vida. Estudió Educación y ha trabajado como periodista y guía turístico entre otros. En su país es conocida autora de libros sobre caballos y, de hecho, vive en un rancho rodeada de estos animales. Una mujer cercana y amable a la que tengo que agradecer su predisposición.

     - Christiane Gohl nació en una época complicada en una zona complicada, ¿Cómo recuerda su infancia? ¿Cuándo empezó su amor por las letras?
     - Nunca tuve la sensación de haber nacido en una época o lugar complicados. No me gusto mi infancia porque vivíamos en una ciudad grande, en la región de Ruhr, una zona famosa por las minas de carbón. Hubiera preferido vivir en el campo rodeada de animales. Rara vez se me permitía salir a jugar así que pasaba el rato leyendo y vivía en mi propio mundo de fantasía. Empecé muy pronto a escribir, de hecho escribí mi primer poema antes de conocer todas las letras del alfabeto. Eso fue un poco difícil, pero lo conseguí.
     -  ¿Por qué Nueva Zelanda? 
     - Nueva Zelanda es un país muy especial con una naturaleza única y una historia muy interesante. Estaba fascinada por este país, así que se convirtió en protagonista de mis novelas.
     - ¿La idea ya parte como una saga o es algo que va surgiendo?
     - Al principio iba a ser solo un libro, pero como tuvo tanto éxito pronto decidimos convertirlo en una trilogía. Pero cuando empiezo a escribir la primera parte, nunca sé qué ocurrirá en la segunda y ni siquiera pienso en la tercera.
     - ¿Cómo fue la documentación? Tengo entendido que estuvo usted en contacto con maoríes autóctonos durante el proceso.
     - Sí, hablé con un científico maorí. Pero la mayor parte de la información la saco de internet. Nueva Zelanda tiene su historia muy bien documentada, y los archivos de casi cada pueblo están en la red. Incluso los maoríes tienen sus páginas web con toda la información sobre su cultura. Las documentan para sus propios hijos, pues temen que las generaciones más jóvenes pierdan las tradiciones. Así que la información es toda muy auténtica.
      - Tenemos dos mujeres protagonistas en ambos libros, ¿Hay algún motivo en concreto para que eso sea así?
     - Siempre creo 2 protagonistas para hacer el libro más interesante para más lectores. Siempre hay quienes se identifican más con Gwyneira o Elaine y otros prefieren a Helen o a Kura.  También hay veces donde la historia de una de las protagonistas es muy triste, en esos casos viene bien relajar un poco la historia cambiando a la otra protagonista, quien es más feliz o divertida.
     -  ¿Veremos su País de la nube blanca en la pantalla?
     - Eso espero. Una productora alemana está interesada, pero estas cosas siempre se mueven muy despacio.
     -  Echemos la vista atrás, su primera novela histórica la escribió en Alemania y estaba ambientada en España,  ya le gustaba entonces España se puede deducir. ¿La veremos publicada en nuestro país o nos puede, al menos, decir el título para poderlo buscar?
     - Mi primer libro se tituló ‘Indalo’, aunque más tarde también lo publicaron con el título ‘Der Palast der Sonne’.  Pero nunca se vendió a otros países, por tanto no ha sido traducido ni al español ni al inglés.
     - Lleva años viviendo en España, cerca de Turre, en una finca que se llama Molino de la Higuera y que ha convertido en un refugio para caballos. De hecho el grueso de su obra, firmado con su nombre, trata sobre caballos. ¿Cómo empieza a escribir sobre caballos?
     - Escribí un artículo para una revista de caballos hace muchos años y más tarde una editor me pidió que escribiera un manual sobre montar a caballo para niños. El libro tuvo mucho éxito, así que continué escribiendo sobre el tema, tanto para niños como para adultos.
     - Es cierto entonces que recoge caballos a los que trata y da cuidados, ¿Cómo es un día en la vida de Christiane Gohl y qué le aportan los caballos a usted?
     - Generalmente empiezo a trabajar con los caballos entre las 8 y las 9 de la mañana. Algunos de ellos necesitan tratamiento y comida especial. Después de atenderles a todos empiezo a montar, ya que no todos son de acogida, también los tengo jóvenes y sanos, a los que entreno y monto. Normalmente, doy paseos por el campo con uno de ellos y con todos los perros y a la vuelta, trabajo con algún otro en el picadero, hago doma clásica. Mientras monto suelo pensar en las historias que voy a escribir por la tarde. Al medio día, después de dar de comer a los caballos descanso un poco y sobre las 3 de la tarde empiezo a trabajar en el libro que esté escribiendo en ese momento.
     Se habla mucho de terapias con caballos, pero cuando son ellos los que han sufrido.. ¿se recuperan?
     - Depende de cómo de mal estén – tanto física como mentalmente. No obstante, la mayoría vuelven a tener una vida feliz.
     -  Y sin embargo y pese a estar de moda, no habla en su obra sobre caballos o sanadores o susurradores, ¿por qué?
     - Porque esta gente suelen ser charlatanes y mentirosos, que sólo están interesados en ganar dinero. Traicionan a sus fansO reducir la psicoterapia a diez minutos.
     - Me gustaría saber si ahora está escribiendo algo y en qué consiste
     - Claro. Estoy trabajando en un libro que transcurre en el siglo XVIII.
     - Y finalmente, ¿qué está leyendo?
     - Siempre leo libros de géneros que yo no soy capaz de escribir. Me gustan las historias de terror y crímenes. A veces también de fantasía. Mis autores favoritos son Stephen King y Marion Zimmer Bradley.

     Quería darle las gracias por su amabilidad al responder a mis preguntas, reconozco que esta vez he tenido que acortarla ya que, a medida que iba sabiendo cosas sobre su vida, crecía mi admiración y curiosidad por la persona que se oculta detrás del fenómeno literario en el que se ha convertido su trilogía.

     Y, como siempre os digo, y no por eso deja de ser cierto, muchas gracias a todos por pasar por aquí.

     Bibliografía (marca y ve a su reseña):


     Aclaración:


     Tras hablar con la autora después de ver los comentarios, tengo que añadir que sí que estuvo en Nueva Zelanda, de hecho nos comenta que habló con maoríes, así que no es toda vía internet. Me explicaba hace un momento que la documentación de un libro dura todo el proceso creativo, y no se puede estar en el país durante todo el tiempo. Además en el caso de un país como Nueva Zelanda cuya historia es reciente, hay muy buena documentación y muy detallada en la red.


     Explico esto porque es una labor larga y complicada que, en el caso de los libros de la Trilogía (y esto ya es mi cosecha), hay muchas partes que nos permiten adentrarnos en la vida y las costumbres de la época y lugar, para muestra las minas de la mano de Tim en La canción de los maoríes.


     Gracias

viernes, 27 de abril de 2012

La doctora de Maguncia. Ricarda Jordán.



     "La cortina de lluvia se alzó como un muro ante Rachel cuando esta abandonó la casa de la familia Metz. Cansada y abatida se cubrió la cabeza con la capucha del manto de lana, que no la protegería mucho tiempo del diluvio que azotaba esa tarde de otoño el barrio judío de Maguncia. Rachel salió a la humedad y la oscuridad y añoró la estancia caldeada, iluminada por el hogar, de la parturienta que acababa de dejar. Sin embargo, ese día no le sería dado pasar una tarde apacible y seca en una de las primeras casas burguesas de la ciudad. Nada más bañar y acostar en la cuna a Ezekiel, el recién nacido, en la casa de losMetz se presentó una moza de cocina apocada y calada hasta los huesos."


    Hacía mucho que no traía una novela histórica al blog, ya iba teniendo ganas. Esta además tiene la particularidad de su autora, Ricarda Jordá es uno de los nombres usados por Christiane Gohl, aunque todos la conocemos como Sarah Lark. Hoy traigo a mi estantería virtual la historia de una mujer, La doctora de Maguncia.

     Maguncia 1.330. Una niña nace en plena calle quedando huérfana. Se trata de Lucía, una niña que el médico deposita en una familia pobre, cristiana, aún así la niña vivirá entre ambas familias. La niñera Al Shifa la enseñará medicina y su vida se verá marcada por la llegada de la peste.

     He visto que a mucha gente este libro le decepcionó comparándolo con En el país de la nube blanca. Tengo que decir que yo no sabía que era la misma autora cuando lo leí, añadiendo en mi defensa que soy bastante despistada, así que lo comentaré exactamente igual que llegó a mis manos.
     Es un libro perfectamente dividido en cinco partes en las que nos van desgranando la historia de Lucía. Descubrimos a la hija de una ramera que empieza a practicar la medicina, ayudando de forma incansable durante la peste, para después hacerse pasar por otra persona y acabar descubriendo sus orígenes. Y no, no os he desvelado la novela, sino que he unido todas las partes tal y como se nominan.

     La he visto poco densa para lo que me tiene acostumbrada la novela histórica, aunque me resultó muy interesante la vida y el aprendizaje de esta mujer. Las costumbres, las formas, el desarrollo personal... está escrito de una forma muy fluída que nos permite sumergirnos en la vida de alguien fuerte que sabe lo que busca. Si tengo que ponerle un "pero" es pasada la mitad de la novela, que parece perder un poco el rumbo, para encontrarlo al final.
     Nos encontramos con personajes perfectamente definidos y delimitados por descripciones precisas en esta novela entretenidísima a toque de pluma rápida que, sin buscar la acción trepidante propia del libro concebido para ser Best Seller, es capaz de mantenernos entregados a su lectura durante horas.

     Mañana os presentaré a su autora, hoy os pregunto
     ¿Ya conocéis a Sarah Lark bajo cualquiera de sus nombres?

     Gracias

jueves, 26 de abril de 2012

El último encuentro. Sándor Márai

    




    "-¿Qué quieres de ese hombre? -preguntó de repente la nodriza.
     -La verdad -respondió el general.
     -Conoces muy bien la verdad.
     -No la conozco -dijo él, en voz alta, sin preocuparse por el servicio, que había interrumpido abajo la colocación de las flores y miraba hacia arriba.Volvieron a bajar la mirada inmediatamente, con un gesto mecánico, y continuaron con sus quehaceres-. La verdad es precisamente lo que no conozco.
     - Pero conoces la realidad -observó la nodriza, con un tono agudo, casi agresivo.
     - La realidad no es lo mismo que la verdad -respondió el general-."


     Ya tenía ganas de traer a este autor a mi estantería. Un hombre fascinante tanto literariamente hablando como por su biografía, también publicada. Comparado mil veces con Zweig, cuando descubrí a este, no pude menos que terminar por acercarme a Márai, la curiosidad me podía para que tantos críticos estuvieran de acuerdo en la misma afirmación. Finalmente lo hice con esta obra y tal vez en los fondos más que en las formas, si que he encontrado ecos familiares. En todo caso hoy traigo una novela que merece la pena ser descubierta. Traigo a mi estantería virtual, El último encuentro.

     Conocemos a dos ancianos, Henrik y Konrad. Se reúnen en el mismo sitio en el que se vieron por última vez, hace cuarenta años cuando algo, que poco a poco descubriremos, los separó.

     Sándor Márai tuvo una vida digna de la mejor de sus novelas. Nació en una familia acomodada en una aldea de lo que hoy es Eslovaquia en el año 1.900. Su padre lo mandó pronto al extranjero a estudiar y se casó con la que sería la mujer de su vida, una mujer judía, con la que vivió sesenta años. Pasó por varias ciudades en Alemania principalmente, frecuentando ambientes literarios, visitó Paris y se estableció finalmente en Budapest, donde comenzó a escribir novela alcanzando una fama extraordinaria durante los años treinta. Cuando el nazismo comenzó su escala fue firme opositor y, tras un breve período en que su fama lo protegió terminó por caer en declive y huyó a Italia. No fue fácil y tampoco pudo quedarse ahí, llevándo su viaje a esta pareja a Estados Unidos, donde se instalarían para pasar sus últimos años. Esta vida le fue pasando factura durante los últimos años cayendo en un estado de aislamiento y depresión. Ni siquiera con el cambio de régimen en su país y su reconocimiento como autor consiguió volver a sentirse bien. Su vida terminaría con su suicidio de un disparo en la cabeza al verse incapaz de valerse por sí mismo apenas unos meses antes de la caída del Muro de Berlín.

     En este libro que dicen trata de la amistad se respira decadencia. Decandencia por la senectud de los protagonistas, por la época y el entorno y por la sensación de estar asistiendo a una suerte de últimas confesiones para terminar la vida en paz. Y así es en un comienzo. Somos narrador casi, observador privilegiado de la conversación mantenida por estos hombres, dominada por el carácter de uno que, casi en forma de monólogo va desgranando aquello que fué con palabras precisas. Estos hombres separados por un secreto inconfesable, se reúnen asfixiándonos con su secreto, que sabemos se acerca como un tren, imparable de la mano de sus recuerdos entre los que desfilan mujeres, guerras, emperatrices y viajes.
     Pero será en un castillo, con dos velas consumiéndose durante una conversación que ya se nos antoja importante desde las primeras letras pese a comenzar con una liviana "puesta al día", en el que se desvele esa parte de la naturaleza humana que necesita preguntar por aquello que le atormentó durante años. Necesita saber la verdad aunque esta no sea agradable. Por eso nos vamos angustiando al ver ese lento avance, apretando poco a poco hasta llegar a ella. El hombre no perdona realmente, porque, de hecho no olvida, y eso lo sabe bien Márai, y así nos lo enseña en un libro en el que no busca sorpresas, mucho antes de conocer la "verdad" ya la intuimos claramente. Pero se trata precisamente de eso, de la confirmación.

     Si no conocéis a Márai os avanzo que su lectura es un placer. Estamos, y aquí es donde entiendo que pueden ver una similitud con Zweig, ante un libro en el que no hay una acción trepidante, son las palabras las que nos cautivan impidiéndonos apartar la vista. Y mucho, mucho en qué pensar.

     Y vosotros, ¿qué opináis de los secretos?

     Gracias
 

miércoles, 25 de abril de 2012

Principes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra. John Irving


     Cuando uno abre este libro, estas son las primeras palabras que encuentra escritas:

    "El convencionalismo no es moralidad.
     El fariseísmo no es religión.
     Atacar lo uno no significa agredir lo otro.
     Charlotte Brontë, 1847"


     Es casi seguro que cuando habéis visto el título de hoy, la imagen que teníais presente era la de una luz que se apagaba para que durmieran niños, mientras una voz amable les de cía "Buenas noches, príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra". Esta frase repetida en Las normas de la casa de la sidra se hizo bastante famosa, al igual que la película, incapaz de dejar a nadie indiferente ante los temas que abordaba y cuyo guión adaptado de esta obra, fue realizado por el propio autor. No obstante quedó escueta, dejaba muchas cosas en el tintero, matices, facetas.. que son las que consiguen abrir un arcoiris al pasar la luz por un cristal. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra.


     Conocemos a Wilbur Larch, un médico, director de un orfanato, junto a la de Homer Wells, el eterno huérfano rechazado al que nadie adopta. Larch opta en su vida por practicar el aborto para no tener que recoger a niños abandonados a su suerte, mientras que Homer no ve bien esta práctica y se niega a terminar con una vida humana. Homer por tanto deja discurrir su vida por un camino diferente, se enamora de una chica a la que conoce en el orfanato...

     Creo que todos nos quedamos con la imagen del doctor, ese punto de inflexión que tiene en su vida cuando una mujer fallece, llevándole a una zona clandestina en la que se aborta y comienza a observar las condiciones y a tener un dilema moral en el que decidirse. Hay huérfanos inolvidables como Melony, pasajes tremendos que dan rabia, emocionan y sacan sonrisas.
     Dentro de la clara emotividad que puede existir en este libro, y del dilema sobre el aborto que plantea, tanto hablando de la contracepción como de la importancia de conocer la responsabilidad que supone la paternidad, no es un libro sensiblero que monotematice. Vemos muchos otros temas entretegidos en una estrecha relación entre las paredes de este orfanato, hay falsedades documentales, por "necesidades clínicas",  hay lealtades, infidelidades, mentiras, drogas, prejuicios.... y todo esto va calando en el ánimo del lector que se va viendo atrapado en la prosa de Irving y vapuleado en función de un hilo argumental compacto.

     Hoy traigo un libro duro y conmovedor, que no pierde ese toque especial que Irving imprime a sus libros, con sus giros y muertes tan "especiales". Una joya, no os quepa ninguna duda. Aún hay puestos de libros en muchas ciudades, tal vez esté esperándoos en uno de ellos.

     Y a vosotros, ¿os sonaba esta frase?

     Gracias

martes, 24 de abril de 2012

Mucho ruido y pocas nueces. William Shakespeare

  


    "BEATRIZ.-Contra mi voluntad me han enviado a llamaros a la mesa.
     BENEDICTO.-Bella Beatriz, os agradezco la molestia.
     BEATRIZ.-No me he tomado más molestia para merecer ese agradecimiento de la que os cuesta el agradecérmela. Si la misión me hubiera sido molesta, no habría venido.
     BENEDICTO.-Entonces, ¿os complacéis en la embajada?
     BEATRIZ.-Sí, tanto como vos en enarbolar la punta de un cuchillo y oprimir con él una corneja. Veo que no tenéis apetito, signior. Pasadlo bien. (Sale.)
     BENEDICTO.-¡Ah! «Contra mi voluntad me han enviado a llamaros a la mesa.» Esto encierra doble sentido. «No me he tomado más molestia para merecer ese agradecimiento de la que os cuesta el agradecérmela»; que es como decir: toda molestia que me tome por vos es tan grata como vuestro agradecimiento. ¡Si no me compadezco de ella, soy un rufián; si no la amo, un judío! ¡Voy a procurarme su retrato!"


     Después de la resaca del día del libro no sabía por qué obra decidirme para que no pareciera que empiezo con mal pie o con bueno, con un cultismo demasiado exagerado, un homenaje puesto por nombre y no por entusiasmo o tantas otras variables que puede haber para poner una obra. al final, he apostado sin arriesgarme, a lo seguro, y me he decantado por Shakespeare. Hoy traigo una obra que me ha hecho reír siempre, tanto escrita como su versión cinematográfica con una Emma Thompson genial en el papel de la bella y deslenguada Beatriz. Hoy traigo a mi estantería virtual, Mucho ruido y pocas nueces.


     En esta obra conocemos entre jardines a Benedicto y Beatriz, dos personajes enfrentados con carácteres aparentemente opuestos, mordaces, irónicos y desencantados con el amor. A su alrededor se teje una trama de amores, príncipes y engaños donde ambos terminarán viéndose unidos por las circunstancias de la mano de chispeantes diálogos.


     Esta obra pertenece a las comedias de Shakespeare, tal vez son más conocidas sus tragedias, pero no por ello hay que desestimar estas ya que muchas veces se ha dicho eso de que es más fácil hacer llorar que reír. El autor tomo como inspiración uno de los cantos de Orlando Furioso y nos presenta una obra en la que aparece el Príncipe de Aragón en una época en la que Sicilia todavía estaba bajo su dominio.


     Pese a las intrigas y traiciones que se van produciendo mantiene Shakespeare un tono de comedia ligera en el cual abundan los dobles sentidos y las ironías, poco escondidas, en realidad expuestas para deleite del lector que les imprime la velocidad justa en la lectura para dotar de fuerza a unos personajes ya de por si magnéticos. Queda por tanto el eje de la obra, dramático, no os vayáis a pensar lo contrario, hay un embuste bastante serio que trastocará gravemente la vida de los que se nos presentan como protagonistas, relegado a un segundo plano a medida que Beatriz y Benedicto van apareciendo en escena, logrando ser ellos el foco de atención, llevándonos entre páginas buscando ansiosos con a mirada cual es su siguiente frase y la reacción que provocarán con ella. No sólo el uno al otro sino también a quienes los rodean.
     Encontramos también las figuras y valores clásicos del autor y la época, reflejados en las costumbres, la importancia de los convencionalismos, la lealtad, la amistad y el amor. Fielmente reflejados en unos papeles cosidos a medida de cada uno de los personajes. Una obra que, si sólo os habéis acercado al autor con Hamlet, romeo y Julieta u Otelo, os sorprenderá gratamente por el ritmo que imprime desde casi las primeras páginas.


     ¿Ya conocéis esta obra? Y comedias ¿leéis? 


     Gracias


     Si pese a todo lo que os cuento, no termina de atraeros la idea, os dejo un fragmento de su fantástica adaptación cinematográfica. Entiendo que es teatro, un género más complicado de leer, más pesado incluso, y mucho más fácil de llevar a la pantalla. No dejéis pasar la película, os pongo la versión original de la interpretación del texto del principio.


     

lunes, 23 de abril de 2012

El día del libro.




     Hoy es el día del libro, y del derecho de autor aunque se diga menos o en voz más baja. Es una fecha importante para muchos lectores, autores y editoriales. Incluso los que renegamos de lo comercial de otras fechas caemos en la tentación de comprar hoy al ver todas las mesas atestadas con nuevos títulos y viejos clásicos llamándonos con sus olores a cuero, pegamento y papel. O a mí, al menos, me pasa. En estas fechas se lanzan libros, bailan los primeros puestos de las listas de ventas y comienzan a perfilarse los libros que estarán en los primeros puestos durante los meses de verano. Hay firmas, nervios, actividades para todos y mucho donde elegir. Hoy también se entrega el prestigioso Premio Cervantes, y un sin fin  de actos acompañan a este día que se conmemoran las muertes de Shakespeare y Cervantes, ¿o no?

     Un 23 de abril fue enterrado Miguel de Cervantes, muerto un día antes. Quien si murió fue Garcilaso de la Vega.... lo sé, esperábais que pusiera a Shakespeare, pero por motivos julianos, la fecha de su muerte es el 3 de mayo. El que también muere en esa fecha es Josep Pla y os diré, para no sonar tan tétrica que nació Nabokov. Una fecha ligada a los libros, no hay duda.

     Si buscamos el origen, Vicente Chavel, dirigía en los años veinte la Editorial Cervantes. Admirador de Cervantes, quiso instituir un día para honrarlo, buscando para ello la fecha de su nacimiento. Estimó que si lo habían bautizado un 9 de octubre, la fecha aproximada de su nacimiento sería dos días antes. No ceja en su empeño y, finalmente, consigue en 1.926 que el rey Alfonso XIII instituyera la Fiesta del Libro Español. Y así se quedó hasta 1.930 en que, tras discusiones sobre si era mejor la fecha del nacimiento a la de la muerte del autor, mucho más certera, y sobre si los actos en abril eran mejores que en octubre, climatológicamente hablando, o si era mejor un mes en el que no hubiera otras fechas que saturasen librerías, como la escolarización, o tantos otros... se decidíó que finalmente la fecha fuera el 23 de abril. Y en ese mismo momento Barcelona comienza a celebrar su fiesta de forma más popular, coincidiendo con San Jordi, repartieron ejemplares de un librito sobre La Fiesta del Libro entre los compradores, y resultó un éxito. Había nacido la pareja, Cervantes y San Jordi, el libro y la rosa... su éxito solo podía ir en aumento año tras año.  En Madrid mientras, comenzaron a aparecer las casetas que hoy conocemos, la Feria del Libro tan conocida y apreciada por todos los amantes de la literatura. Y así se ha venido celebrando sin importar el momento histórico en que nos encontrásemos. Llegó la Guerra Civil y se hizo sentir en esta celebración, trasladada  al 15 de junio en 1938, y no ha sido la única vez, siempre, eso sí, por causas mayores y nunca se ha perdido esa fecha.

     Es 2.012 y este año una vez más veremos pasear transeúntes entre puestos repletos de libros, ojeando, pasando sus dedos despacio por lomos más o menos gastados. Los veremos asomarse de puntillas en las colas, esperando pacientes su turno parra tener estampada la firma de un autor determinado. Y regalando letras. Es la parte que más me atrae de la fiesta; no regalar ni que me regalen, ni los que se quedan mirando las listas de los más vendidos o los que buscan un libro pensando que puede gustar a la otra persona sin haberlo leído. Esos no atraen mi atención. A mi los que me gustan son los que rebuscan en su memoria y regalan un libro que les ha gustado a ellos, ese que les pareció especial por un motivo concreto y que, muchas veces lo obsequian sin decir más motivo que un escueto "espero que te guste" casi con los dedos cruzados a la espalda. Porque todos sabemos lo que es sentirnos absorbidos por un libro y apenarnos al llegar a su fin, y el placer que se siente compartiendo esa lectura con otra persona que lo ha disfrutado igualmente. Por eso me interesan esos títulos, los que nos dijeron algo y recordamos pasado el tiempo, y los que, de algún modo, estoy segura de que también dicen algo de vosotros.

     Yo este año he regalado un libro de Zweig, y vosotros ¿Qué libro regalaríais y cuál os gustaría que os regalasen?
     Feliz día del libro.

     Gracias

domingo, 22 de abril de 2012

El Sunset Limited. Cormac McCarthy



    "BLANCO: ¿Por qué lo hace?
     NEGRO: ¿Yo? ¿Y qué quiere que haga? No tengo elección.
     BLANCO: Claro que la tiene.
     NEGRO: Que no.
     BLANCO: ¿Quién ha dicho que sea mi ángel de la guardia?
     NEGRO: Voy a por la chaqueta.
     BLANCO: Le he hecho una pregunta.
     NEGRO: La respuesta ya la sabe. Yo no le he pedido que saltara a mis brazos esta mañana en el metro"


     Cuando descubrí este libro en mi librería habitual, no pude hacer otra cosa que llevármelo a casa con media sonrisa puesta en la cara anticipándome a lo mucho que iba a disfrutar. Y cuando digo mucho, me refiero a disfrutar sin levantar la vista del libro hasta darlo por finalizado. Era cortito, rondando las cien páginas, pero poco importa cuando se trata de McCarthy, sean cortos o largos sus libros siempre me dejan con ganas de más. Hoy traigo a mi estantería virtual un libro con nombre de un histórico tren de pasajeros que hace su recorrido por Nueva Orleans, Luisiana y Los Ángeles. Traigo, El Sunset Limited.

     Veamos... en este libro vamos a conocer a dos hombres, no hay más. Tenemos a Blanco, un inteligente profesor de universidad, ateo y con ese color de piel, que pretende suicidarse tirándose al tren Sunset, y a Negro, un hombre religioso que ha pasado por el infierno del alcohol y la prisión, y lo salva. Por cierto, es negro. Ambos llegan a casa de este último y mantienen una conversación.

     Este curioso libro sobre el que se discute aún si es o no teatro, es una conversación. La de un hombre que quiere morir y no le dejan y un salvador que insiste en su función aunque nadie lo necesita. Dos personajes cualquiera, estereotipados y sin nombre, el burgués y el pobre, el blanco y el negro como dicen los nombres genéricos que les coloca el propio autor, nos otorgarán su propia visión de la vida en la que uno y otro expondrán sus razonamientos. Pero no es una obra filosófica, estamos ante McCarthy, no tratará de ponerse del lado de nadie, no buscará razonamientos complejos, sino que dará vueltas en torno a sus dos personajes enseñándonos con su lenguaje directo una reflexión de esas que todos evitamos cuando tenemos unos años.
     Es cierto que esta vez me he encontrado con un McCarty menos áspero al expresarse, un poco más suavizado, procurando no dejar fisuras, pero sus personajes van ganando poder a medida que se avanza. Enigmático pese a estar descubriendo una de las parcelas más privadas de cualquier persona, incluido él.

     Reconozco que antes de abrirlo se me pasó por la cabeza la posibilidad de una suerte de ensayo sobre la vida y la muerte, pero nada mas lejos del resultado final. Aunque me hizo reflexionar y mucho. Mi visión del autor, la mía propia sin basarme en ningún dato, lo sitúa del lado religioso, y sin embargo en este libro el personaje que tiene más poder en sus razones es el Blanco. Que defiende el suicidio como opción a la vida y razona justificaciones para ello. Nada de depresiones, o de estados de enajenación, sólo razón. Y ante uno y otro vamos pasando las páginas sin darnos cuenta, reflexionando sobre cada opinión, entrando a valorar y, antes de querer ya hemos terminado con esta pequeña maravilla. No tenemos nunca claro como va a seguir esta historia que comienza con un hombre salvando a otro y avanza mientras el salvado va poniendo a prueba la motivación de su salvador para seguir adelante.

     Un libro que, sin lugar a dudas os recomiendo. Una conversación de esas que todos tuvimos alguna o escuchamos a escondidas. Y tranquilos, sería muy osado preguntar hoy si nos ponemos del lado de la razón o de la fe. Pero decidme una cosa,
     ¿Conocéis ya a McCarthy?

     Gracias

     PD. Edito. Es el autor de La carretera, gracias Icíar.

sábado, 21 de abril de 2012

Entrevista a Francisco de Paula. Blue Jeans

     Ayer os contaba mi experiencia al descubrir una cola tremenda y adolescentes con nombres pintados en la cara y la camiseta al descubrir que iban a que un autor les firmara un ejemplar de su obra. Hoy os acerco al "culpable", Francisco de Paula Fernández, alias Blue Jeans.


    Este hombre nacido en Sevilla estudió Periodismo en la Universidad Europea de Madrid. Siempre le gustó escribir y el 3 de junio de 2.008 comenzaría a escribir en Fotolog Canciones para Paula, publicando los tres primeros capítulos ajeno a en lo que luego se iba a convertir. Abrió perfiles en Fotohoo y Netlog y el 17 de septiembre del mismo año comenzó su andadura en tuenti, creciendo rápidamente. En el año 2.009 Canciones para Paula ve la luz en papel colocándose en los primeros puestos de ventas. El fenómeno nace y los fans se multiplican, permaneciendo fieles durante el resto de la trilogía. La primera novela en traspasar la frontera de la tecnología al papel. 
     Hoy, esa legión de fans esperan ansiosos el lanzamiento del nuevo libro de Blue Jeans, ¡Buenos días, Princesa!, el próximo 22 de mayo. Hablamos con su autor:

     - ¿Cómo es el hombre que se esconde de forma visible tras Blue Jeans? ¿Cómo se vive siendo un fenómeno mediático? 
     - Jajaja. Bueno, soy muy joven todavía, eso de hombre me suena raro. Soy un chico normal que ahora mismo está viviendo a toda velocidad y que no para de hacer cosas en todo el día. No creo que sea un fenómeno mediático. El protagonismo para los personajes y las novelas, yo prefiero que se hable de ellos y no de mí. Estoy contento de haber cumplido un sueño y de seguir dando pasitos en el mundo de los libros. Tengo mucho que aprender y mejorar todavía.
     - Hablemos de Canciones para Paula, ¿Cómo aparece la idea?
     - Aparece hace casi cuatro años ya. El 3 de junio del 2008 se me ocurrió que una buena manera para saber si yo servía para esto era escribir una novela en Internet. Como las redes sociales las usaban sobre todo gente joven, decidí que una historia actual y juvenil era lo más adecuado para que más gente me leyera.
     Es tu primera obra publicada, pero no tu primera obra escrita. ¿Veremos publicado El legado de Agatha o el libro de cuentos?
     - El libro de cuentos no creo. No tiene la calidad suficiente y además, perdí el archivo donde estaban. El Legado de Agatha ya veremos. He tenido alguna que otra oferta pero tengo que tener tranquilidad con esto. He publicado tres novelas juveniles con Everest, otra que viene de camino con Planeta y con Espasa también hay un proyecto para finales de año con un libro no juvenil. Tampoco hay que saturar el mercado ni despistar al lector con tanto en tan poco tiempo.
     - ¿Cómo es el paso del formato digital al papel? ¿en qué momento empiezas a verlo realmente posible?
     En el momento que ya no lo controlo. Cuando la gente me va agregando a Tuenti y empieza a decir que quiere el libro en papel. Aunque realmente hasta que Everest no me dice que quiere publicarlo no me lo creía. De hecho, incluso el día que me lo dijeron no me lo creí. Imaginaba que se echarían hacia atrás o que allí había algún truco. Pero no, la editorial se ha portado fenomenal conmigo y todos hemos trabajado mucho para que los libros se hayan hecho un hueco en el mercado.
     - Tu presencia en las redes es tremenda, ¿Cuánto tiempo le dedicas?
     - Lo que puedo. Cada vez es más difícil porque tengo más cosas que hacer y son más los seguidores que me escriben. Pero es fundamental que le siga dedicando tiempo porque me gusta y porque gracias a ellos he logrado cumplir mi sueño.
     ¿Veremos a Paula en el cine o nos tendremos que conformar con la Paula del internado? Tengo entendido que es quien dio nombre a la protagonista. 
     - Jajaja. Sí, Paula es Paula por la niña del Internado. Lo del cine o la serie es algo que lleva la editorial y en lo que yo tengo poco que decir. Si una productora quiera y está interesada en el proyecto pues por mí encantado. Pero no llevo yo este asunto.
     ¿Qué se siente al poner punto final a un debut con tantísimo éxito y embarcarse en un nuevo proyecto? ¿No da un poco de vértigo?
     -  No lo pienso mucho. No siento vértigo y sí responsabilidad por hacer las cosas bien, cumplir con los plazos, contentar a todos... no me da tiempo a pensar que lo que estoy logrando es algo muy complicado. Llevo un 2012 colgado del teclado del ordenador escribiendo sin parar, con la espalda hecha polvo y los ojos a cuadros. Y ya estoy pensando en firmas, viajes, siguiente novela... es mi oportunidad y tengo que aprovecharla todo lo que pueda. Con los pies en el suelo y sabiendo que lo que ha llegado, hay que mantenerlo esforzándose cada día un poco más.
     - En esta ocasión para poner un nombre hiciste un llamamiento en las redes, ¿Cuánta gente acudió?
     - Uff, fuimos TT en Twitter durante seis horas. Fue una pasada aquel concurso. La gente en la red siempre es muy amable conmigo y le gusta colaborar con estas cosas. Y a mí me encanta que ellos se impliquen porque esto, al fin y al cabo, es una historia de todos y para todos.
     - Y ya tenemos Buenos días princesa. ¿Me puedes adelantar algo de la obra?
     - individuales y colectivas, y que espero no defraudar a los que llevan tantos meses esperando.
     - ¿Tienes algún consejo para los que están empezando?
     - Que escriban por diversión, porque lo necesitan, porque les gusta escribir... no hay que obsesionarse con publicar. Máxima humildad y siempre querer mejorar y aprender de otros. Y sobre todo paciencia. Una novela no se escribe en una semana.
     ¿Qué está  leyendo ahora Francisco de Paula?
     - Lo último que he leído ha sido “Mírame y dispara”, que todavía no ha salido a la venta y que es la novela que ganó el concurso literario de Juvenil Romántica y Montena del que era jurado. Actualmente, es que no tengo tiempo ni para leer.
     - Muchas gracias por tu tiempo y mucha suerte con tu nueva andadura.
     - Muchas gracias a ti y un saludo para todos los seguidores de tu página.

     Bibliografía:                                          
     - Canciones para Paula
     - ¿Sabes que te quiero?
     - Cállame con un beso
     - ¡Buenos días, Princesa!

     Y, como siempre os digo, muchas gracias a todos los que pasáis por aquí cada día, o de forma esporádica y participáis con vuestras opiniones. Es lo mejor de este sitio.

viernes, 20 de abril de 2012

Trilogía Canciones para Paula. Blue Jeans



     "Paula se resigna. Si al menos le hubiese dado el móvil... se pone la mano en la frente. Está acalorada y eso que allí hace un frío que pela. No puede creerse que él no se haya presentado. Vuelve a mirar a todas partes en busca de una flor roja.
     Nada.
     -Eres un capullo- dice en alto, pero no lo suficiente como para que alguien la oiga."

     Ya os he comentado alguna vez que trabajo encima de una librería bastante grande. Allí está Fernando, mi librero favorito que me recomienda libros y pasamos ratos hablando de las lecturas comunes. Pues bien, hace unos meses me dirigía a trabajar cuando me encontré la calle colapsada de jóvenes, chicas en su mayoría, muchas con sus madres, en una inmensa cola, con una juerga importante montada y la cara pintada con un nombres de colores. En unas ponía "Paula" y en otras "Blue Jeans" y muchos, muchos corazones. Si os digo la verdad... no se me pasó por la cabeza que pudiera ser un libro el causante de tanto movimiento, una es realista y sabe que es más fácil ver una cola para comprar entradas de Maldita Nerea que para el último Premio Planeta. Sin embargo esta vez me confundía, iban todos ellos a la firma de un libro, para conocer a un autor.  Esa tarde reconozco haber mirado insistentemente por la ventana y, dos días depués, me compré los libros que hoy traigo. La Trilogía Canciones Para Paula.

     Conocemos, como no, a Paula, una joven de 17 años cuando está a punto de conocer a su cita por internet. El azar la lleva a conocer primero a otro chico estableciéndose el triángulo del primer libro. A lo largo de los tres tomos la veremos madurar, viajar, conoceremos sus amores y desamores junto con sus amigos y un grupo musical con regusto dulzón, Las sugus.

     Parece que este tipo de fenómeno sólo se dan con novelas extranjeras, o eso pensamos. Sin embargo, muchas veces no tenemos que irnos fuera de nuestras fronteras para encontrárnoslos. No traigo muchas novelas juveniles, seguramente porque yo ya no lo soy, pero eso no significa que no tenga curiosidad por ellas en alguna ocasión. En este caso fue el revuelo, la cantidad de seguidores, el movimiento mediático que suponía lo que hizo que me acercara. ¿Cómo un Fotolog de 2.008 se convierte en un éxito arrollador en apenas unos meses?

     Después de haberlo leído atentamente he descubierto que sus libros están poblados de personajes de la calle, busca rasgos y perfiles en los que, al menos en facetas sueltas, los lectores se puedan identificar. Consigue con un lenguaje muy cercano atraparnos en una lectura fresca que, lejos de pretender pasar a la historia, proporciona un rato de divertimento, justo lo que promete. Personajes con algún pájaro en la cabeza, amistad, líos, momentos peliculeros... tiene casi todos los ingredientes para enganchar a la gente joven y a muchos no tan jóvenes que se niegan a reconocerlos. Personalmente tengo que decir que no me arrepiento de haberlo leído, ni me parece que tenga tantas similitudes con Moccia como había oído. Además... me rejuveneció unos cuantos años a un precio módico comparado con la cirugía.

     Una trilogía con un nombre, Paula (no os diré si el protagonista masculino es uno u otro, tengo mucho cuidado con el tema de los spoiler), que ha conseguido atrapar a jóvenes e iniciarlos en el mundo de las lecturas no obligadas por los planes escolares. Sólo por eso, ya se merece mi admiración. Pero además reconozco haber estado muy entretenida con ellos. Me gustó conocer a Blue Jeans, mañana os le presento.

     ¿Os animáis a leer literatura juvenil?

     Gracias

jueves, 19 de abril de 2012

Los cuentos de Canterbury. Geoffrey Chaucer


     "-Señoras y caballeros -empezó el anfitrión-, háganse a sí mismos un favor y escuchen lo que voy a decir y no menosprecien mis palabras. En resumen, he ahí mi propuesta: cada uno de ustedes, para que el camino les parezca más corto, deberá contar dos cuentos durante el viaje. Quiero decir, dos en la ida y dos en la vuelta. Cuentos del estilo de «érase una vez...». El que relate su historia mejor -el relato más edificante y divertido- será obsequiado con un banquete a costa del resto del grupo, aquí en esta posada y bajo este mismo techo, al regresar de Canterbury. Y para hacerlo más divertido, tendré mucho gusto en cabalgar junto a ustedes a mis propias expensas y en ser su guía. El que no se someta a mi decisión deberá pagar todos nuestros gastos en el camino. Ahora, si ustedes están de acuerdo, háganmelo saber enseguida, sin más dilación, y efectuaré los preparativos pertinentes."

     Hay libros cuyos títulos parece que te "han sonado" siempre. Para cuando quieres tener consciencia de la literatura y empiezas a intentar moverte con un poco de propiedad por el mundo de clásicos y modernos, estilos y generaciones, ya hay unos cuantos títulos que te resultan familiares sin siquiera haberlos leído. Eso me pasaba a mí con el libro que traigo hoy, lo había visto referenciado tantas veces que no terminaba de animarme a leerlo. Hasta que me lo regalaron y, como una de mis normas es no comprar si queda por leer... pues me puse a ello. Tengo que decir que me llevé toda una sorpresa. Hoy traigo un clásico, Los cuentos de Canterbury.

     Este libro nos trae una serie de cuentos o relatos sobre un grupo de peregrinos que viajan de Southwark hacia Canterbury. El objeto de su visita no es otro que la Catedral de Canterbury, concretamente el templo de Santo Thomas Becket.

     Hay que decir que en la época de Chaucer, Canterbury era una ciudad muy visitada por peregrinos buscando curaciones milagrosas en la catedral, en la cual se encuentran los restos del ya citado Thomas Beckett. Esta peregrinación, complicada en alguno de sus tramos, suponía hacer méritos a los ojos de Dios (ahora que lo pienso, me resulta familiar..).

     El autor, por tanto, no hace otra cosa que reflejar una realidad. Con una clara inspiración clásica, de hecho alguna historia de las que nos relatan los peregrinos de Chaucer nos resultará familiar si conocemos a Boccaccio, nos construye esta novela marco en la que nos refleja perfectamente un ambiente vívido. Para ello nos relatará como se encuentra en "El Tabardo de Soutwark", taberna de reunión e inicio de la peregrinación, con un grupo de peregrinos. Llegan al curioso acuerdo de contar cuentos a la ida y a la vuelta, todo bajo la atenta mirada del hostelero perenne en este libro, y así, no sólo será un camino más distraído sino que el mejor recibirá a la vuelta una cena en la citada posada.

     Encontramos caballeros que resultan vencidos, muchachas acordadas en matrimonio con sultanes, maldiciones, historias irónicas, moralejas.. un poco de todo en esta obra considerada como la mejor obra inglesa de la Edad Media. No se si eso es apropiado, desde luego suena grandioso. Lo que si os puedo asegurar es que fue la última obra del autor, y la primera escrita en inglés, antes de ésta Chaucer sólo escribía en latín o francés.
     No se para tampoco a relatarnos penurias del viaje, ni paradas, fondas o sueños. El viaje se convierte en una peregrinación casi atemporal en la que lo importante son las historias que nos desgranan este variopinto grupo de improvisados compañeros.

     Pese al tiempo pasado se me antojó una lectura entretenida, divertida a grandes ratos, con un personaje sobresaliente de entre todos ellos y un montón de historias que, no me cabe la menor duda, harían cualquier viaje mucho más entretenido. Sobre todo si es largo. Un libro que no me arrepentí descubrir y que, posiblemente, vuelva a echar un vistazo en algún momento.

     Y vosotros.. ¿Qué hacéis para entreteneros, o entretener, cuando el viaje es largo? Os diría que yo leo... pero estoy segura de que eso ya lo habíais adivinado.
Marifieltros

     Gracias

Acurrucada entre letras










     Os quiero enseñar dos regalos magníficos que me han hecho, los que me conocéis de Facebook ya los habéis visto. Pero soy una presumida y los traje también aquí. Son dos marcapáginas personales, lo cual les da un valor muy por encima de cualquier otro que pueda encontrar en ningún sitio. Uno me lo regaló Olga, del blog  Marifieltros, cuya visita os recomiendo, tiene unas cosas preciosas. El otro es de Lupa, del blog Acurrucada entre letras, otro tesoro. Un lugar lleno de libros que mirar.
Gracias a las dos

miércoles, 18 de abril de 2012

Todas las cartas de amor.... Fernando Pessoa

"Todas las cartas de amor son 
ridículas.
No serían cartas de amor si no fueran 
ridículas.
En mis tiempos también escribí cartas de amor,
como las demás,
ridículas.
Cuando hay amor, las cartas de amor
tienen que ser
ridículas.
Y es que, en fin,
sólo las criaturas que no han escrito jamás 
cartas de amor
son las que son
ridículas.
La verdad es que hoy
mis recuerdos de aquellas cartas de amor
son los que son
ridículos
(todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas.)"


     Si algo he aprendido durante este tiempo que llevo danzando por la red es que la poesía no es un género en desuso. Tal vez, sólo tal vez, cuando uno acude a las librerías no encuentra libros de este género si nos son de grandes clásicos, pero , a poco que se sumerja en las redes, encuentra mil personas que saben captar un momento y plasmarlo en unas armoniosas palabras que evocan sentimientos a quien lo lee. Porque eso es para mí la poesía.

     Me he decantado esta vez por un poema que siempre me ha gustado, tal vez no al uso, no habla del amor en el sentido ordinario, pero define muy bien ese estado que provoca el enamoramiento para el mero observador y la reflexión del propio enamorado cuando, mirando atrás se ve en la situación que estuvo. No deja de resultarme curioso que este estado de ridiculez que nos advierte Pessoa, el estado de aquellos enamorados que vemos sentados en la mesa de al lado cogidos de la mano y riendo de tonterías, sólo sea vista como ridícula por el observador imparcial que no está tocado por ese sentimiento. Sin importar si una vez lo estuvo, y se sentó en esa mesa cogiendo otras manos y riendo igualmente de las mismas tonterías. Tal vez, al que hoy critica, en su día lo miraron incluso más..

     Y hago esta reflexión porque este poema está incluído en un libro titulado Cartas a Ophelia. Un libro que recoge las cartas que Pessoa escribía a su amor, ese amor con mayúsculas que se le conoce, el único de su vida y que reposaba en una mecanógrafa que trabajaba en las mismas oficinas en las que el autor ejercía de traductor. Este poema que hoy os traigo lo firmaba Álvaro de Campos, pero bien pudiera haberlo hecho Ricardo Reis, Alberto Caeiro o Bernardo Soares. Todos ellos hombres con personalidad propia, fecha de nacimiento, placeres, intereses y vidas separadas. Todos ellos con un estilo literario y todos ellos con un momento de defunción, en el caso de Ricardo Reis no hay más que acudir a la obra de Saramago. Todos ellos Pessoa, un hombre a descubrir, complejo, con grandes influencias y una riqueza extraordinaria en sus palabras.

     Hoy, a mi estantería virtual traje un poema. De esos que tengo en mi cuaderno donde voy anotando aquellos que me gustan por un motivo no demasiado concreto, sea o no conocido, lo mismo me da. Todos ellos son familiares para mí. Os pediría un poema, pero tal vez os sucede como a mí que os tenéis que conformar con la lectura, por eso os pregunto..
     ¿Recordáis esos momentos a los que define ridículos con añoranza el poeta?

     Gracias

martes, 17 de abril de 2012

¿No hay Pulitzer de Novela este año?



     Joseph Pulitzer fue un editor judío y miope que rechazado por el ejército de su Hungría natal emigró a los Estado Unidos donde sí lucharía en la Guerra Civil. Tras esta se fue a vivir a San Luis donde comenzó su carrera periodística. Lento pero seguro, fue ascendiendo y comprando periódicos hasta conseguir fusionarlos en El diario de San Luis, en el cual daría voz al hombre de la calle y continuaría su meteórico ascenso hasta conseguir The Yellow Kid y llevarlo a ser el primer periódico del país. Pero siempre hay competencia, y cuando surgió la de Pulitzer en forma de New York Sun, empezó la guerra de lectores y cifras y ambos periódicos buscaron el sensacionalismo y el escándalo. Así nació la prensa amarilla. No se quedó ahí y poco antes de morir financió la creación de la primera escuela de periodismo del mundo y, a su muerte, vio concedida su última voluntad de la instauración de los premios que llevan su mismo nombre.
     Todo esto os lo cuento porque hoy los Premios Pulitzer son conocidos internacionalmente, pese a que sólo pueden ser otorgados a autores con nacionalidad estadounidense, y... porque ayer se entregaron.
Me quedaré esta vez con la categoría Novela, que ahora se llama simplemente Ficción.

     Hagamos un pequeño recorrido por las obras que se han considerado merecedoras de este premio, no por todos evidentemente, pero si por algunos de los mas conocidos.
     Conocimos en La edad de la inocencia el Nueva York de antaño, la alta sociedad claro, para conocer un poco más íntimamente esta sociedad nos tendríamos que ir a Su familia, de Poole, ganadora tres años antes. Descubrimos quien podría ser Uno de los nuestros en 1.923, y aún hoy lo recordamos de la mano del cine, pasamos apenas unos años después detrás de autores como Lewis Sinclair, por El puente de San Luis Rey. Pearl S Buck nos acompañó por La buena tierra, como no, camino de Tara. Porque también Margareth Mitchell se llevó el Pulitzer con Lo que el viento se llevó en una tierra muy diferente de la que presentaría Steinbeck en Las uvas de la ira, igualmente certera en su adaptación cinematográfica. Y es que en este tiempo ha habido premios para todos, hubo una Guardia de honor, tal vez formada por Todos los hombres del rey que, escuchando los Cuentos del Pacífico Sur, pensaron en El viejo y el mar o, tal vez, si pensaron en mares... cayeron en los viejos tópicos, y dijeron ¡un motín! lanzándose a El motín del Caine. 
     Y a partir de aquí... pasados los años 50, son todos nuevos o viejos conocidos, están El viejo y el mar junto a Una fábula de Faulkner que repetiría con La escapada, también nos hablaron de racismo en Matar a un ruiseñor. Hay cuentos y fábulas, Ángeles asesinos y llegan los 80. Ahora si que los conocemos todos...
     Ignatius los abre con La conjura de los necios, y este chico que me fascina sigue cayéndome mal. También me fascinó el siguiente protagonista, Conejo, de Updike, otro que repitió. Y como olvidar El color púrpura, ¿verdad?. Nos dijo Pulitzer que Los reyes del mambo tocan canciones de amor, nos señaló diciendo solemne; Heredarás la tierra, recordarás Las horas que pasaste leyendo e irás, si has leído esta entrada despacio, Atando cabos sobre los títulos aquí expuestos, muchos reconocidos por sus adaptaciones cinematográficas (vale, eso no lo dijo Pulitzer, lo dije yo), la última, La carretera. Y todos ellos y otros tantos que me dejo han sido premiados y reconocidos u olvidados por miles de personas.

     ¿Y este año? Pues este año no hay premio para ninguna novela. Parece que, entre rumores sobre los magníficos autores, referente de la literatura aquí y allá... no se ha encontrado ninguna novela digna de mención. Y no es la primera vez no, con esta ya van diez nada más y nada menos. Ya me extraña, sinceramente, que en esta época en la que se publican libros, publicitan, traducen y exportan en lo que se conseguía imprimir uno en la época de Guttemberg, no se haya encontrado a nadie digno de mención. Y es que luego dicen que algunos somos excépticos frente a los premios, que pensamos que ya están concedidos de antemano... y no, también podemos serlo al verlos desiertos.

     Porque seamos serios y quitemos fronteras, como siempre lo que me interesa y mucho es vuestra opinión. ¿Cuál es el mejor libro para vosotros del pasado 2.011?

     Gracias

lunes, 16 de abril de 2012

El lector de Julio Verne. Almudena Grandes



    "-Mercedes -mi padre estaba muy despierto.
     - Qué -ella le respondió sin embargo con una voz pastosa, rescatada del sueño.
     -Me preocupa Nino -y a partir de ese momento, ni ellos ni yo, que estaba al otro lado de la pared, pudimos dormir.
     - ¿Nino? ¿Por qué? Don Eusebio dice que va muy bien en la escuela.
     - No, si el chico listo sí es, muy despejado, eso ya lo sé. Pero crece muy poco.
     - Ya crecerá más.
     - O no. Y lo que me da miedo... Si sigue así, no va a dar la talla, Mercedes. Y si no da la talla, no va a poder entrar en el Cuerpo."


     Tras haber leído Inés y la alegría poco tenía que pensarme comprar El lector de Julio Verne. Si bien es cierto que verlo perennemente posicionado en los paneles de los más vendidos de todas las librerías ayudaba a que no me olvidase de acercarme a buscarlo. Finalmente así lo hice y es por eso que hoy traigo El lector de Julio Verne, un libro que ya por el título me atrajo.

     Os presento a Nino, un niño de nueve años que vive en una casa cuartel de un pueblo de Jaén. Estamos en el verano de 1947 y Nino conocerá a Pepe el Portugués, un hombre que marcará su vida durante las tardes que pasan juntos pescando. Ese verano empieza a descubrir la lectura, aprende mecanografía y, sobre todo, aprende a mirar el mundo de otra manera.

     Este libro pertenece a un ambicioso proyecto de la autora denominado Episodios de una guerra interminable formado por seis títulos, si bien, cada uno de ellos va a poder leerse de forma independiente, aunque es posible que algún personaje aparezca de forma transversal en otro de los títulos, como simple secundario o figurante. Eso hace que resulte interesante la propuesta ya que, a modo de Episodios nacionales, nos reflejará una época mediante historias independientes con un nexo común.

     Destacar que en esta ocasión la autora nos sitúa en un pueblo pequeño, apenas comunicado y el protagonista es un niño. Eso imprime ternura al libro, el mundo de los niños que simplifican su visión de las cosas y se asombran con su entorno. No es el único protagonista, nos tiene acostumbrados la autora a darnos varias voces, pero si la más importante. La ambientación, característica también de Almudena Grandes, es muy cuidada sin saturarnos de descripciones, supliéndolas muchas veces con anécdotas que nos integran con más naturalidad en el entorno que nos describe. Nino, tal vez, eso lo reconozco, demasiado espabilado para la edad que nos cuentan, tiene una vida triste, tal vez gris sería más adecuado, entre los muros de su casa, del pueblo, de la época... y será a través de los libros de Verne que escape a ese ambiente que se va tensando en el pueblo, igual que sucedió en toda España. Un ambiente que nos muestra "buenos muy guapos y malos muy feos" mientras nos va cautivando letra a letra.

     Es, en definitiva, la muestra de que estamos ante una de las autoras que están haciéndose un merecido hueco en las letras de nuestro país. Una historia sólida apoyada, como corresponde en un entorno tan cerrado, en pequeñas historias de muchos, que consigue que nos enfrasquemos en la historia interesándonos por este niño y su evolución como persona hasta la edad adulta.

     Una novela más que recomendable. Y vosotros ¿ya conocéis a Almudena Grandes?,  ¿cuando véis Guerra Civil miráis con miedo el libro pensando que puede ser "mas de lo mismo"?

     Gracias

domingo, 15 de abril de 2012

La feria de las vanidades. William M. Thackeray





     "¿Qué es preferible hermano lector:morir rico y célebre o pobre y olvidado? ¿Poseer riquezas y verse obligado a dejarlas o abandonar este mundo después de haber jugado y haber perdido? Debe de ser extraño ver llegar el día en que uno ha de decirse: mañana poco me importará el éxito o el fracaso. Saldrá el sol y millones de hombres irán a su trabajo o a sus placeres como de ordinario; pero yo no formaré parte del bullicio"

     Vanity Fair, como la revista. Una novela publicada por entregas en 1.847 y en formato libro apenas un año después.Es decir, que tras la derrota en Waterloo y la Revolución Industrial no encontramos con una sociedad inglesa cambiante en la que las clases se distancian todo lo posible. En este contexto aparece el gran libro que hoy traigo a mi estantería virtual, La feria de las vanidades.


     Conocemos a dos mujeres, Becky Sharp, una mujer activa y sin escrúpulos, y a Amelia Sedley, una mujer ejemplar. Amelia tiene un prometido desde la infancia con el que ha de casarse, siendo este su deseo y Becky en cambio es pobre, siendo acogida por la familia de Amelia. El carácter de Becky hace que intente conseguir un lugar en la alta sociedad inglesa que la desprecia.

     Dice Melanie Hamilton a Ashley en Lo que el viento se llevó, que Dickens es un caballero y Thackeray sólo un cínico. Ante semejante afirmación lo único que podía hacer era leer algo de este último, puesto que ya conocía a Dickens. Así que me dispuse con esta extensa novela de tintes victorianos y costumbristas.
Me sorprendió el tono satírico de la obra, que no cae en la ironía mordaz ni en la crítica feroz como suele ser de esperar ante los tintes humorísticos. Si que hay una gran dosis de ese cinismo que hablaba, pero también un reflejo fiel de las clases y la estabilidad del modelo social.

     La novela es de ritmo rápido, realmente en todas las páginas van sucediendo cosas importantes para la trama que vamos anotando en nuestra lista de pendientes deseosos de ver los desenlaces que Thackeray no duda en ofrecernos de una forma pulcra, permitiéndose incluso, giros insospechados que lejos de romper el ritmo de lectura lo reavivan si es eso posible. Casi podría clasificarse de folletín este libro de amores, conveniencias, crimen, juicio de valor y mucho, mucho cotilleo. Y es que, como siempre he dicho, la palabra folletín no siempre tiene una acepción negativa.

     Caben resaltar la maraña de relaciones que se forman entre los personajes, un enredo que nos parece del todo lógico a media que se nos va asentando el patrón de la novela. Pronto conocemos a todos ellos y escogeremos nuestro favorito. En mi caso fue fácil, sin que sirva de precedente que gusta la arpía, contestona y luchadora hasta el final. Me atrajo poderosamente el personaje de Becky. Mientras Amelia se asfixiaba en una vida autoimpuesta; Becky, que terminó por ser mi Becky, luchaba tirando al frente tropezándose (y de que manera), pero captando toda mi atención. Y es que... no nos engañemos, los personajes malos, si están bien construídos, acaban por fascinarnos, al menos a mí.

    En este libro hay para todos los gustos pues el reparto entre principales, secundarios y figurantes es tremendo. Y aún así, la pluma maestra del autor consigue guiarnos para, con un golpe de gracia, encontrar la solución perfecta a un libro que iba leyendo cada vez más rápido a medida que pasaba páginas. Imprescindible, sin lugar a dudas, en mi biblioteca.

     Y vosotros ¿Dickens o Thackeray? (No confundir con Tanqueray)

     Gracias

sábado, 14 de abril de 2012

Descubriendo a Geronimo Stilton

Geronimo Stilton y Elisabetta Dami 

Isla de los ratones, Santander








     Vale que ya somos mayorcitos, unos más que otros, vale que la literatura infantil nos queda lejos... pero hoy todos pasamos por librerías donde hay mesitas atestadas de libros de Geronimo Stilton. Aquí es donde me choca por primera vez, no lleva tilde el nombre de la saga... y doy la vuelta al libro. Un momento, Geronimo (sin tilde) Stilton es el autor. Pero si es un ratón periodista, entonces ¿quién está detrás de estos libros conocimos mundialmente?

     Muchos ya sabéis que los sábados me gusta salirme un poco de las reseñas y poner alguna cosa relacionada con la literatura, entrevistas a autores... pero esta vez, por más que he buscado en el Atlas, no he encontrado el teléfono de Geronimo, y tampoco lo he visto pese a que he mirado en la Isla de los ratones.
     Lo que si he encontrado es a la persona que está detrás de la firma de estos libros, se trata de Elisabetta Dami, hija de Piero Dami, fundador de la editorial que lleva el mismo nombre.
     Nace en 1965 y su alias, no diré alter ego tratándose de un ratón, nace en el año 2.000. En realidad y pese a la ingente cantidad de títulos existentes ya en las librerías y pese a sus traducciones a más de veinte idiomas, apenas sobrepasa la década de vida. si vais a una feria del libro, no es a ella a quien os encontraréis, sino al ratón, que os dejará estampada su firma de su puño y letra. Stilton, como el queso del que toma su nombre, de hecho dicen las fuentes de wikipedia, fiables o no a gusto del lector, que incluso llegaron a demanda por el uso del nombre que finalmente se les permitió.

     Lo que está claro es que en forma de libro, de cómic, en su nombre o el de su hermana, a través de misterios, historias, aventuras y adaptaciones a clásicos, muchos son los niños que están dando sus primeros pasos en librerías y bibliotecas y, acompañado de un gran trabajo de marketing, nos enseñan a un ratón a priori miedoso, con unos sólidos valores y que fomenta sobre todo la amistad y la solidaridad. Valor, amistad, honestidad, humor... son las palabras que les gustan a los padres y normalmente aburren a los niños. Pero últimamente, cuando las primeras palabras del libro son "Mi nombre es Stilton, Geronimo Stilton", parece que la cosa cambia y son los propios niños los que quieren adquirir el siguiente título.

     Ya lo he dicho más veces, cuando crecemos muchas veces dejamos de lado las lecturas de la infancia sin mirar atrás, pero mientras somos niños son las que nos ayudan a comenzar el camino que nos trajo hasta aquí. Eso sí, si conocéis a algún niño inmerso en las lecturas de este ratón... no le desveléis el secreto de su autoría. Ya se enterará.

     ¿Quién es el héroe de los libros de vuestra infancia?

     Gracias

viernes, 13 de abril de 2012

El mapa y el territorio. Michel Houellebecq




     "No hay que temerle a la felicidad: pues no existe"
     (Michel Houellebecq)

     "-¿Qué es lo que define a un hombre? ¿Cuál es la primera pregunta que se le hace a un hombre cuando quieres informarte de su estado? En algunas sociedades le preguntan primero si está casado, si tiene hijos; en las nuestras, se le pregunta en primer lugar su profesión. Lo que define ante todo al hombre occidental es el puesto que ocupa en el proceso de producción, y no su estatuto de reproductor."

     Hoy discusiones sobre su año de nacimiento. Se le considera un autor polémico incluso machista y ha ganado el año pasado el premio Goncourt por el libro que hoy os traigo. Poco después, en septiembre, se publicaba la noticia de su desaparición, no respondía a sus correos, ni al teléfono ni tenía ya perfil en redes sociales. Tras un plantón tremendo y un montón de especulaciones con testimonios que incluso afirmaban haberlo visto ataviado como un mendigo, Houellebecq reapareció. Incluso se disculpó. El polémico autor capaz de responder a una entrevista entera sólo con monosílabos, presentarse en bata y cualquier otra excentricidad que se os ocurra, esta vez se disculpó por faltar a sus citas, y se dispuso a la presentación del libro que hoy os traigo, El mapa y el territorio.

     Conocemos a Jed Martin, un pintor o fotógrafo sin demasiada vocación que triunfa fotografiando mapas Michelín posiblemente por casualidad, es arte moderno. Conoce a diversos personajes más o menos relevantes entre los que se encuentra el propio autor que hace una representación entre crítica e irónica de el frívolo mundo en el que se mueve nuestro protagonista.

     Esta obra se despega un poco de la forma clásica del autor. Al menos hasta la mitad. Vamos a ver una crítica al turismo sexual, al mundo artístico y, de forma cada vez más focalizada, iremos pasando por las relaciones personales, la individualidad, el desasosiego, la intranquilidad y, como no, las ideas de cada uno y la sexualidad. Antes de ponerme a criticar si me parece bien o mal esa visión que el autor transmite de sexismo, misoginia y vulgaridad incluso, me quedaré con su personaje en la propia obra. Houellebecq se divierte consigo mismo, convirtiéndose en un importante personaje que desaparece (¿os suena?) en su historia y al que tienen que buscar. Se presenta como arrogante, huraño, misógino y misántropo, alcohólico y un puñado de "virtudes" más que hacen que cobre fuerza como personaje haciendo sombra al mismísimo protagonista. Pero no se queda ahí sino que veremos desfilar en las fiestas que nos relata a otros personajes famosos o simplemente conocidos y que nos harán sonreír, incluso reír a carcajadas con la insolencia de quien les cita.

     No tengo del todo claro como encuadrar a este autor. Hay dos vertientes, una que dice que sus libros están llenos de sexo, vocabulario vulgar y racista y de retratos de una sociedad podrida; otros en cambio afirman que nos habla del mundo sin tapujos, de las relaciones entre las personas de una forma llana y sin las florituras a las que acostumbra el mundo literario. Supongo que lo ideal es el punto intermedio, pero con Houellebecq nada se queda en los intermedios. Puede parecernos soez mientras nos cuenta una relación personal y en unas páginas dejarnos sin habla cuando Jared y su padre cenan juntos en nochebuena. Una escena que me llevo conmigo, lo reconozco.

     Un libro complicado El mapa y el territorio, que se ha colado en las listas de ventas de medio mundo porque a todos nos resulta atractivo que nos hablen sin pelos en la lengua, que pongan nombre a las cosas y hablen de futuro que, en esta ocasión, creo que el autor suaviza en su caída.

     Termino diciendo que Houellebecq ha muerto. Fallece por causas violentas junto con su perro, lo asesinaron apareciendo sus restos entre las páginas de su último libro, convirtiendo así la historia en una suerte de Thriller. Para que luego digan que este hombre no tiene sentido del humor. Incluso se atrevió a matarse en su propio libro mientras el Houellebecq real se ríe seguro de su propia ocurrencia, vivito y coleando claro.

     ¿Os parece un autor recomendable que pasará a la historia o un simple provocador? O peor aún ¿Le daréis el disgusto de no conocerlo?

     Gracias