lunes, 20 de septiembre de 2021

La cita. Katharina Volckmer

 


    "Sé que puede que este no sea el mejor momento para sacar el tema, doctor Seligman, pero me acabo de acordar de que una vez soñé que era Hitler. Aún hoy me avergüenza hablar de ello, pero era de verdad él, con una fanática masa de incondicionales a mis pies, y daba un discurso desde un balcón. Llevaba el uniforme ese de las perneras raras, abombadas, me notaba el bigotito en el labio superior, y mi mano derecha volaba por los aires mientras yo hipnotizaba a todos y todas con mi voz. No recuerdo exactamente de qué hablaba –creo que tenía algo que ver con Mussolini y algún sueño absurdo de expansión–, pero da igual. ¿Qué es el fascismo, además, sino una ideología por la ideología?"

     Va la cosa de cubiertas llamativas, y reconozco que Anagrama últimamente se está luciendo. A mi, que soy una superficial, me llaman la atención todas aquellas cubiertas que se salgan de lo habitual. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La cita.

     Y así conocemos a la protagonista, una alemana que acude a la consulta del Dr. Seligman destinatario del monólogo confesional que vamos a ir leyendo y que es, a la postre, judío.
   
     Si la cubierta de este libro es irreverente el discurso de la protagonista también lo es. Ya empieza diciendo que ha soñado con Hitler en un libro cuyo discurso viene a decirnos que los alemanes no hablan de la IIGM (y algo de eso tiene que haber cuando la autora es alemana y no ha encontrado una editorial para este título en su propio país). Con un sentido del humor hiriente que a ratos parece entremezclarse con la mala leche de quien está enfadado, la autora no deja títere con cabeza a la hora de criticar un mundo al que se ha llegado a fuerza de resolver conflictos incluso con la propia identidad sexual. Sabremos poco a poco datos de la narradora, como que no es su primera terapia, que tiene un ex llamado K y algo sobre una herencia familiar. Sin embargo la novela no va a tratar de nada de eso, para la autora lo importante parece ser la propia identidad, ya sea la propia o la de su país. Y para ello, Volckmer busca provocar sin fin incluso con las palabras elegidas más allá del mensaje de su obra, y eso acaba pasando factura con un poso de superficialidad (si es que es posible expresarlo así) que no se despega del lector ni siquiera con la revelación final. Peo más allá de eso es una novela corta interesante que la autora estructura como una suerte de juego de secretos a media voz que son revelados poco a poco. Vaya por delante, por eso de echar una mano, que Seligman no es psicoanalista. Supongo que a estas alturas muchos de vosotros ya habías dado por hecho que lo era, pero no es así y si lo digo claramente es porque no tardamos demasiado en descubrir que estamos ante un ginecólogo en una suerte de retorcido uso de aquella frase que decía "me ve hasta el alma". Y es que la autora no nos permite dar demasiadas cosas por sentado. Exactamente igual que advierte que no podemos pensar que porque el tiempo ha transcurrido las heridas de la IIGM están cicatrizadas y se habla de ello con normalidad, tampoco podemos dar por segura la identidad sexual de la protagonista. A fin de cuentas, eso es algo que ella puede "elegir". 

     Hay una palabra en alemán, Vergangenheitsbewältigung. Los alemanes son los reyes de las palabras, tienen una para cada cosa, para ubicar y cubicar cada significado. En este caso viene a significar algo así como aceptar el pasado y se suele usar aplicado a la IIGM y sin embargo la autora defiende que realmente no son capaces de hablar del tema con soltura, que sigue siendo un tabú social en muchos momentos hablar de ello en voz alta, entrar en detalles. Habla de esvásticas y también de sexo, cómo no iba a hablar de sexo una novela con un consolador en la cubierta, estaréis pensando, cómo no va a relacionar en la misma frase a Hitler con la masturbación por ejemplo, o no va a tener fantasías asociadas a la imagen (también hay una relación con un hombre casado, un problema laboral y una herencia, en un monólogo da tiempo a muchas cosas). Bien, pero quizás, y pese al desparpajo y las metáforas que se enroscan unas en otras cuando no se solapan o encadenan, el problema que puede tener esta novela es la gran tentación que sufre el lector de quedarse en la superficie. Es fácil recoger el discurso, el monólogo, los saltos en temas que parecen desestructurados pero que recuerdan al mismo tiempo al propio pensamiento cuando nos dejamos llevar, a las preguntas del Dr que jamás leemos pero cuyas respuestas están allí... y perdernos el mensaje subyacente, la crítica social y la personal, a los roles, a la incapacidad para ser sinceros salvo en circunstancias muy particulares, a su país, algo de algún modo extensible a Europa. Y la novela incluye todo esto en menos de doscientas páginas dando voz a una mujer que quiere despojarse de sus mentiras. Y esa, aunque no lo sabéis, es una frase crucial para hablar de esta novela.

     La cita es una novela confesional que se viste de provocación e irreverencia para dejar un interesante experimento con un mensaje no apto para todos los lectores. Supongo que es de esos libros que los entendidos llamarán artefacto literario y que los lectores miraremos pensando: un libro es un libro. A mi me ha gustado, me ha demostrado una vez más que no está todo escrito.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

4 comentarios:

Anabel Samani dijo... [Responder]

Hola, Mientras Leo:
No sé si me animaré con el libro, pero sobre cubiertas... las de Anagrama (en general) no suelen gustarme mucho, en eso no coincidimos :-)
Empiezo la semana leyendo un libro de no ficción: "Otras mentes" de Peter Godfrey-Smith.
Un beso.

Eyra dijo... [Responder]

Buenos días:
tengo este libro más que apuntado para la próxima vez que vaya de compras; me llamó la atención no solo su cubierta sino la sinopsis y ahora que te he leído, has picado más mi curiosidad que ya de por sí estaba a punto de saltar. Yo empiezo la semana con Los viajeros de la Vía Láctea de Fernando Benzo que estoy a punto de terminar.

Un beso, guapa, y feliz semana.

CHARO dijo... [Responder]

No me ha llamado la atención esta novela.En estos momentos no tengo un libro y eso que me han cargado mi libro virtual pero no me he decidico cual leer primero.Besicos

Marita AA dijo... [Responder]

¡Hola! Lo primero que llamó mi atención, fue la portada, bastante original por cierto...Me ha gustado todo lo que nos cuentas y me encantaría leer y disfrutar de este libro. Tambien me encantó aprender una nueva palabra en alemán, aunque dudo que pueda recordarla...je je!. Que tengas una linda semana. ¡Besos!