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miércoles, 2 de noviembre de 2011

El ocho. El fuego. Katherine Neville

   




     "Una bandada de monjas cruzó la carretera y sus almidonados griñones revolotearon sobre sus cabezas como las alas de las grandes aves marinas. Cuando atravesaron las grandes puertas de piedra de la ciudad, gallinas y gansos abandonaron prestamente el sendero, aleteando y chapoteando en los charcos de barro. Todas las mañanas las monjas se desplazaban por la niebla oscura que rodeaba el valle y, en mudas parejas, se dirigían hacia el sonido de la grave campana que llamaba desde las colinas.
     Designaban a esa primavera "Le Printemps Sanglant", la primavera sangrienta."
El ocho


     Voy, lo primero de todo, a situarme.
     Estamos en el año 2.011 saturados de libros sobre sectas que mezclan lo esotérico con protagonistas inverosímiles y que tienen un más que dudoso estilo literario, además de alguna que otra demanda por plagio a la que se procura no dar demasiada publicidad. Bien, si este libro viera hoy la luz seguramente esta entrada sería una "quema" pública, precisamente eso es lo que me impide hablar de Dan Brown, prefiero hacer reseñas positivas a negativas, eso se lo dejo a los críticos, historiadores y cristianos que pensaron que sus libros atacaban a la iglesia y que cuando los leyeron quedaron parcialmente confundidos.
     Prefiero colocarme en 1.988 y hablar de un libro que inicialmente partía de las mismas premisas, con una portada igualmente mediática y que batió ventas, El ocho, de Katherine Neville.

     Este libro nos cuenta el ajedrez de Montglane, el resto es un mero accesorio. Catherine, la protagonista encargada de conseguir las piezas de este antiguo ajedrez nos lleva por un camino de asesinos, misterios y masones en insospechadas partidas de ajedrez jugadas en plena calle.

     No nos engañemos, el libro es un bestseller no una obra maestra. Pero mantiene perfectamente el interés, está escrito de tal forma que nos consigue meter en una trama que nos lleva a leer sus páginas de forma apresurada, buscando signos entre sus líneas para descubrirlos un segundo antes que su protagonista. A ratos empujamos letras intentando acelerar la carrera para conseguir un ajedrez que incluso dudas que sea ficticio.
     Es una historia con un salto en el tiempo, vas casi descolocado, pero sabiendo que nunca se detiene el avance de la novela. Juega al despiste y una mujer elegante puede ser una torre y un bajito calvo un rey, nada es lo que parece para llevarnos por un camino de horas de entretenimiento que no aspiran a otra cosa que a tenernos pegados al libro. En eso consiste un Bestseller, ¿no?

     Años después la autora se lanzó a continuar la historia con El Fuego, una historia que retoma la Partida con Alexandra, que no es otra que la hija de nuestra conocida Cat Velis (Catherine en El ocho). Recibe una invitación suya pero su madre parece haber desaparecido, en su lugar aparece una visita muy diferente.

    Este libro siempre he dudado si apareció para cerrar una historia o para redondear unas ventas. El caso es que no lograba generar esa adicción, la historia no terminó de engancharme. Y que saliera a la venta en fechas Navideñas ayuda a dudar sobre los motivos de seguir escribiendo una historia que había funcionado tan bien. Lo cierto es que si se pregunta a a legión de seguidores de la primera parte, la mayoría nos dirán que resulta decepcionante, que no era lo que esperaban, incluso que no lo terminaron y sólo unos pocos nos hablarán de la historia que contiene. En mi opinión la mayor diferencia entre ambos es la pérdida de frescura en su argumento, ya es algo visto, no nos sorprende y, por lo tanto, corremos el riesgo de aburrirnos si su autor no introduce elementos que dinamicen la lectura.
     En todo caso os pregunto.. ¿también pensáis que hay veces que las segundas partes están de más? Y pregunto esto porque recuerdo Un mundo sin fin, que salía a la venta otras navidades, por poner un ejemplo.

     Gracias