martes, 2 de julio de 2024

Ediciones especiales

Sprayed edges by acrilipics


      No juzgues un libro por su portada pero no me pongas la carátula del cine que no me gusta. Así es como somos los lectores. Por eso un día y gracias a las redes descubrimos que en otros países era algo relativamente común, desde no hace mucho tiempo, ver libros con los cantos pintados. Y claro, se antojaba. Da igual que los libros se pongan con el lomo hacia fuera para ver el título, ya daremos la vuelta al estante, porque, de momento, lo que al lector le daba vueltas era la cabeza. 

     Se descubrieron cuentas como FairyLoot y la petición sonaba alto y claro: queremos libros bonitos. Y aquí llegan: recibidos en un primer momento con entusiasmo desmedido, burbujas de reventa y protestas airadas por tratarse de ediciones limitadas y ahora vistos como un sobregasto necesario por unos y como una posibilidad más por otros que no terminan de dejarse tentar por ellos. El caso es que los cantos tintados han llegado para quedarse y son culpables de múltiples reediciones de libros que ya tienen sus años y que ahora, como si hubieran pasado por un cirujano plástico, han vuelto a florecer en las mesas de las librerías. Lo que nadie te dice es que los cantos pintados tienden a ser más frágiles que los normales, ya que son susceptibles a los roces, y ya si el color es metalizado, apaga y vámonos MariPili que más vale que si lo quieres leer te esperes y lo compres en bolsillo. La historia es que ahora vivimos en un mundo conectado y los libros se enseñan en los estantes y en las redes sociales, y queda mucho más bonito un libro hermoso y decorado que otro de esos que simplemente contiene... ¡letras! Y esto empuja a que sea tendencia comprar ediciones especiales igual que hace unos años lo era poner una taza de té junto a un libro como si fuéramos personajes de algún tipo de novela inglesa. Y, ahora que caigo, también ha sido tendencia un pequeño invernadero de Ikea para colocar dentro tus libros más bonitos junto a una enredadera de plástico con luces led. La verdad, si uno se para a pensarlo hemos cogido aquella moda setentera de colocar libros huecos como elementos decorativos y hemos creado la versión 3.0. De hecho, y siguiendo esta tendencia que prima la estética, me pregunto cuánto van a tardar en aparecer en nuestro país esas cajas literarias que prometen una edición especialísima limitada a ellas y que no vas a poder encontrar en ninguna librería (no, Wallapop no es una librería aunque a temporadas pueda parecerlo). También me pregunto cuánto vamos a tardar en ir avanzando a cantos más elaborados, y es que lo bueno de llegar un poco tarde es que ya sabes la evolución estética de la tendencia que va bastante dirigida a un tipo de lectores fieles y entusiastas que se dejan llevar por impulsos de compra.

     Otros, los que miramos con recelo que no cambien los precios en la medida que esperábamos cuando han sacado este formato nuevo, decimos no sentirnos impresionados y así parece al menos hasta que saquen alguna novela que de en la diana de nuestros gustos lectores. El día que eso pase posiblemente nos midamos las fuerzas o quizás incluso intentemos justificarnos diciendo que ya era hora que hubiera libros bonitos que nos agradaran. Y es que, no nos engañemos, los libros bonitos nos gustan a todos. Y los lectores, casi por definición, siempre hemos sido un poquito superficiales o los libros tendrían todos la portada sin ilustraciones. Sí, justo como esa que llevan por dentro los que tienen sobrecubierta. Y, ¿cuál de las dos es la que se puede ver en nuestra librería? Pues eso.

     Supongo que los cantos pintados han llegado para quedarse, al menos una temporada. Es un cambio estético que desconozco si hará que el día de mañana, cuando la moda pase, revalorice esos títulos igual que ahora se ven como rarezas aquellos que estaban pintados a mano y cuya decoración solo se veía al inclinar las hojas de una determinada manera. De momento es solo un poco de tinta extra. Mañana, dios dirá.

     Y a vosotros, ¿os atraen los libros con cantos pintados?

     Gracias.

3 comentarios:

Anabel Samani dijo... [Responder]

Hola, Mientras Leo:
Estos libros con los cantos pintados me parecen muy bonitos, la verdad, pero no tengo ninguno porque las obras en que los he visto se salen de mi zona de confort literario; creo que nunca he comprado un libro solo por su portada y, por ahora, tampoco por su canto pintado. Pero seguro que llegará alguno que me tiente mucho mucho :-D
Un beso.

Margari dijo... [Responder]

Hay que reconocer qeu son bonitos, pero como suelen ser de géneros que no suelo leer, no termino de animarme. Si llegan ya a otros géneros, pues posiblemente alguno caiga. Aunque si el presupuesto se sube mucho, chungo lo veo.
Besotes!!!

Lexie dijo... [Responder]

Hola,
Yo siempre he sido bastante superficial a la hora de elegir libros, me dejo llevar sobre todo por las portadas y como mucho miraré los subgéneros a los que pertenece. No me gusta leer sinopsis, porque muchas veces te cuentan toda la trama y yo prefiero ahorrarme el mal trago y disfrutar toda la experiencia.
Dicho esto, me encantan los libros pintados, ja, ja, ja. Hace muchos años que envidio a los estadounidenses por poder acceder a libros tan bonitos y ahora finalmente siento que tengo la oportunidad de comprar historias tan bellas. Eso sí, no me metería con un libro que ya leí, porque no le encuentro mucho sentido a comprar un libro que ya tengo por el doble o triple del precio (que eso sí, hay que aceptar que en latam abusan con los precios) solo porque tiene las páginas de colores.
De momento no tengo ninguno, espero hacerme con al menos uno alguna vez, pero a pesar de lo preciosos que me parecen, mi bolsillo no da, ja, ja. ja.
Un beso <3